Archive for 7 de noviembre de 2006

A espiña


Del gran poeta gallego, Curros Enríquez, una bonita poesía de talante social, que Benedicto musicó e incluyó en su álbum Os nomes das cousas:

A Espiña

Pra que vos cante esta noite
metéronme certo empeño
e un pouco a cantarvos veño
se hai por eiquí quen me escoite.

Anos hai que nos riñós
levo cravada unha espiña
e como me doi ainda
vóuna quitar diante vos.

Si mentras a arrinco berro
disimulaime a molestia:
láiase a besta e é besta,
é ferro, e quéixase o ferro.

Moito non se han de alegrar
de ver que aínda teño alentos
os que beberon os ventos
para facerme calar.

Eses, con almas de can,
que coidan, na súa insolencia,
que se merca unha concencia
por catro codias de pan.

Eses que medrando vin
dos abusos do poder
e a xornal quixeran ter
un cómplice mudo en min.

Eses, pra quen todo enteiro
o orden moral é un negocio,
a cobiza, un sacerdocio
e o millor dios, o diñeiro.

Eses que, o nome calando,
non quero eiquí recordar
quen as fai ten que as pagar
¡eses xa as están pagando!

Xornaleiro do porvir
decote sobre o meu tallo
eu vivo do meu traballo
e traballo pra vivir.

Pra miña pedra labrar
nin forza nin tempo sobra
e quero dar fin á obra
antes de se o sol deitar.

Para que os cante esta noche/ me metieron cierto empeño/ y a cantaros un poco vengo/ si hay por aquí quien me escuche.// Hace años que en los riñones/ llevo clavada una espina/ y como todavía me duele/ me la voy a quitar delante de vosotros.// Si mientras me la arranco grito/ disimuladme la molestia:/ se lamenta la bestia y es bestia,/ es hierro y se queja el hierro.// Mucho no se han de alegrar/ de ver que aún tengo alientos/ los que bebieron los vientos/ para hacerme callar.// Esos, con almas de perro,/ que piensan, en su insolencia,/ que se compra una conciencia/ por cuatro mendrugos de pan.// Esos que medrando vi/ de los abusos del poder/ y a diario quisieran tener/ un cómplice mudo en mí.// Esos para quien todo entero/ el orden moral es un negocio,/ la codicia, un sacerdocio/ y el mejor dios, el dinero.// Esos que, el nombre callando,/ no quiero aquí recordar/ quien las hace las tiene que pagar/ ¡esos ya las están pagando!// Jornalero del porvenir,/ a diario sobre mi tallo/ yo vivo de mi trabajo/ y trabajo para vivir.// Para mi piedra labrar/ ni tiempo ni fuerza sobra/ y quiero dar fin a la obra/ antes de que se ponga el sol.

Letra: M. CURROS ENRIQUEZ
Adaptación: BENEDICTO
Música: BENEDICTO

Este poema cobra gran fuerza con los arreglos y en la voz de Benedicto; lo tenéis, junto a otras canciones suyas y de sus compañeros en «ghastaspista?» (mirad mi «Lugares de interés»)

Libro de visitas


Podéis dejar aquí, en comentarios, constancia de vuestra estancia y, si queréis, opinión sobre lo que os ha parecido: lo que más os haya gustado, lo que menos, si os gusta en general o si lo odiáis. Agradeceré vuestros comentarios y recomendaciones.
Un saludo.
(con mucho respeto, usaré la foto del público asistente al concierto de Benedicto y Bibiano: si os reconocéis, hacedlo saber)

Crucifixión


Os presento una bella canción de Luis Eduardo Aute, ese poeta capaz de pasar de la protesta a la mística, de la mística a la erótica, y de la erótica vuelve a la protesta en cuestión de segundos, pero siempre dentro de la poética. De su disco 24 canciones breves, «Crucifixión», un grito contra el silencio de la voz y del cuerpo:
Cuando sufres las cárceles del silencio,
cuando duermes los sueños de la ignorancia,
eres un crucificado.
 

Cuando en tu sacrificio cobras desprecio,
cuando mueres poco a poco cada día,
eres un crucificado.

Despiértate, despierta
de tu crucifixión.

Cuando callas tus razones por el miedo,
cuando a tus hijos ves crecer en el hambre,
eres un crucificado.

Cuando en vano clamas en este desierto,
cuando siendo un hombre tan sólo eres sombra,
eres un crucificado.

Más de 1000


YA SEMOS + DE 1000

 

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TOS

A %d blogueros les gusta esto: