Archive for 8 de noviembre de 2006

Haurrak hiltzen jarraitzen dugu


Para el cabezón que siga pensando que en la canción vasca sólo cabe política, de Urko: 

Zuen haurrak hiltzen jarraitzen duzute
Zuen haurrak galtzen jarraitzen duzute
Jainkoz eta legez josi dituzute
Gizondutzean gorrotako zaituete

Gure haurrak hiltzen jarraituko dugu
Gure haurrak galtzen jarraituko dugu
Lau zortzi urtez izorratuko ditugu
Jainkoz eta legez josiko ditugu

Haurraren jabe zeralakoan zaude
Zer den on eta txar dakizulakoan zaude
Zure iritziak aldezinak dirade
Zure haurrak hiltzen hain itsu noiz arte

Bai eskoletara bidaltzen dituzuta guraso jator zerala uste duzu
Askatasuna ezagutu ezin duzuhaurrak hiltzen ezin jarrai dezakezu

Bizitza zer den ikasi ez duguneanjakin ta jakin bakarrik eskatzeanesklabu gaude buru pentsamenduetanloturik gure barruko kateetan

Kate historie honek behar du akaba
Gezurretik umeak behingoz salba
Begiak ireki mundu hau aldatuaskatasun bizitza gureganatu
Seguís matando a vuestros hijos
seguís perdiendo a vuestros hijos
los habéis atado con dioses y leyescuando sean hombres.

Seguiremos matando a nuestros hijos
seguiremos perdiendo a nuestros hijos
a los cuatro y ocho años les joderemoslos ataremos a dioses y leyes.

Te crees amo del niño
crees saber que es bueno o malo
tus opiniones son inamovibleshasta cuándo matando a tus hijos.

Los mandas a la escuela,y te crees
no puedes conocer la libertad
no puedes continuar matando niños.

Cuando no hemos aprendido qué es la vida
cuándo sólo nos piden saber y saber
somos esclavos de nuestros pensamientos
estamos atados a nuestras cadenas interiores.

Esta historia de cadenas tiene acabar,
Tenemos que salvar a los niños de la mentira.
abre los ojos, cambia el mundoconsigamos una vida libre.
Traducción cortesía de Gora Urko!

 

Agur Euskal-Herriari


Urko fue otro de los grandes cantautores en euskera. De él quiero poner esta bella canción, sobre un poema del vasco-francés Nicolás Ormaetxea «Orixe». Sé que los que venís aquí intencionadamente no lo haréis, pero como hay mucho borriquito suelto (que me perdonen los burritos) lo tengo que decir: que nadie se asuste ni se enfade, no veáis fantasmas donde no los hay: simplemente es un canto a su tierra, como «Extremadura» de Pablo Guerrero o «Aragón» de Labordeta: 

Zazpi Euskal Herriekbat egin dezagun,guztiok beti-betigauden gu euskaldun.

Agur eta ohoreEuskal HerriariLapurdi, Baxenabar,Zubero gainari;Bizkai, Nafar, Gipuzkoeta Arabari.Zazpiak bat besarkalot beitez elgarri.

Zazpi Euskal Herriekbat egin dezagun,guztiok beti-betigauden gu euskaldun.

Haritz eder bat dagure mendietan,zazpi adarrez denazabaltzen airetan.Frantzian, Espainian,bi alderdietan:hemen hiru eta han lau,bat da zazpiretan.

Zazpi Euskal Herriekbat egin dezagun,guztiok beti-betigauden gu euskaldun.

Hi haiz, Euskal Herriaharitz hori bera,arrotza nausiturikmoztua sobera.Oi gure arbasoakez, otoi ez beira,zein goratik garen gujautsiak behera!

Zazpi Euskal Herriekbat egin dezagun,guztiok beti-betigauden gu euskaldun.

 

Los siete pueblos vascos hacen uno,todos nosotros somos por siempre vascos.

Saludo y honor a Vasconia,a Labort, Baja Navarra,Vizcaya, Navarra, Guipúzcoa y a Álava.Las siete estan unidas por los brazos.

Los siete pueblos vascos hacen uno, todos nosotros somos siempre siempre vascos.

Hay un bello roble en nuestros montes,con sus siete ramas ondeando en el aire.En Francia, en Espana, en los dos lados;aquí tres y allí cuatro, las siete son una.

Tu eres Vasconia míaese robleque ha sidodespojado por el dominio extranjero¡Antepasados nuestros,no contempleis desdecuán altohemos caído al abismo!

 

«Orixe» Nicolás Ormaetxea
Música: Urko
Traducción cortesía de eusko gudari bat


Como casi todas las canciones en vasco de aquí, esta ha sido tomada de musikazblai.com

 

Recorte de prensa: Festival de los Pueblo Ibéricos


El ‘Woodstock’ madrileño
El actual programador del Café Central organizó hace 20 años el Festival de
Pueblos Ibéricos

ALEX NIÑO,  –  Madrid
EL PAÍS  –  Madrid – 23-01-1996

 

El 9 de mayo de 1976, más de 50.000 jóvenes de todo el país se congregan
en el campus de la Universidad Autónoma, en Cantoblanco.
Brigadas especiales y decenas de policías a caballo y en jeeps se
han situado en los montículos que rodean la vaguada. El cantautor aragonés
José Antonio Labordeta, subido en un escenario, entona aquello de
«habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que
ponga libertad». Un grupo de universitarios corre hacia una de las
laderas, se echan a tierra y con sus cuerpos escriben también la palabra
libertad. Esto ocurría hace dos décadas y se trataba del Festival de
Pueblos Ibéricos, en el que participaron casi todos los grandes cantautores
españoles y algunos portugueses que habían estado, en su mayoría, vetados
durante el franquismo. En agosto de 1969 se había celebrado el legendario
festival de Woodstock, y Gerardo Pérez, un estudiante segoviano de 24 años
que había llegado a Madrid ese año para estudiar Derecho, pensó que sería
una buena idea organizar un recital «en la misma onda. Pero, claro,
como era España y los años setenta, tenía que ser progre. Mientras
ellos hablaban del amor libre, a nosotros nos preocupaba más la amnistía y
la libertad», explica Gerardo, a quien hoy se le puede encontrar a
menudo en el madrileño Café Central, el conocido club de jazz, que él mismo
fundó en 1982 junto a tres amigos más. El dictador Franco había muerto sólo
cinco meses atrás, y organizar un recital de estas características era
prácticamente imposible entonces. De hecho, nadie, salvo Gerardo, creía que
finalmente lo autorizarían. Muchos, incluidos sus compañeros de partido
-militaba en el PTE (Partido del Trabajo de España)- le tildaron de loco.
«Me decepcionó mucho la actitud de los partidos políticos. No creían
que el festival se pudiera hacer y, en vez de trabajar para que se celebrara,
estuvieron más pendientes de preparar manifestaciones y movilizaciones de
protesta para cuando se prohibiera».

La negociación con el rector de la Autónoma y el Ministerio de Educación no fue
fácil. Hasta el mismo sábado, 8 de mayo, no llegó la autorización. Una de
las condiciones que puso el rector Gratiniano Nieto consistió en que las
letras de las canciones llevasen los sellos de la Dirección General
de Cultura Popular y de la Sociedad General de Autores. Y al final se
permitió el festival, pero sólo un día y no dos como se pretendía.

A pesar de que no hubo transporte público a Cantoblanco, aquel domingo
por la mañana el campus de la
Autónoma se llenó de miles de jóvenes llegados de todas
las regiones del país. «Fueron 50.000 valientes, porque la verdad es
que nadie sabía cómo iba a safl r la cosa. Teníamos mucho miedo. También lo
tenían los cantantes. Alguno se me rebeló, como Raimon. Yo había pensado
que él cerrara el recital, como broche final. Pero todos tenían muchas
ganas de cantar y quitarse de en medio rápidamente, y no lo digo como
crítica, era bastante lógico. Raimon dijo que él cantaba después de Pi de la Serra y se iba
rápidamente para coger el avión a Barcelona», cuenta Gerardo.

Para evitar incidentes, los organizadores pidieron al público que al
menos al principio no sacaran las banderas -la íkurríña, por
ejemplo, era ilegal- ni gritaran consignas políticas para que no
suspendieran el festival. Y así fue. La gente permaneció la primera hora
bastante calmada. Pero después, todo el mundo sacó su bandera: Euskadi,
Galicia, Cataluña, Comuneros de Castilla, Andalucía, Valencia, Aragón… y
hasta el Frente Polisario, además de la republicana y la de distintos
partidos políticos. El mismo Gerardo, subido al escenario, hizo ondear la
bandera catalana cuando actuó Raimon. Pronto se oyeron los gritos de
amnistía y libertad.No hubo incidentes. Ni siquiera se vendieron bebidas
alcohólicas, y EL PAíS -hacía sólo cinco días que estaba en la calle-
recogió al respecto una anécdota muy ilustrativa: cuando le tocó el turno
al cantaor Manuel Gerena, éste pidió un poco de vino o cerveza para poder
arrancarse, «porque la
Fanta no sirve para esto», bromeó. Sólo hubo un
momento tenso. A las seis de la tarde, un espontáneo saltó al escenario e.
informó de que en la tradicional reunión de carlistas en Montejurra un
fascista había matado a un joven de 20 años. Se guardaron dos minutos de
silencio y por fortuna nadie perdió los nervios.

Además de los ya mencionados, actuaron La Bullonera, Bibiano y
Benedicto, Miró Casavella, Luis, Pastor, La Fanega, Daniel Vega,
Julia León, Enrique Morente, Miriam de Ríu, Elisa Serna, Fernando Unsain,
Adolfo Celdrán, Pablo Guerrero, Mikel Laboa, Víctor Manuel, Gabriel
González y los lusos Fausto y Vitorino. La actuación de éstos fue muy emotiva,
ya que interpretaron el Grandóla, vila morena, la canción de la revolución
de los claveles
.Al atardecer, cuando la luz recortaba en el horizonte
las siluetas de los policías a caballo, terminó el recital folk y los
asistentes se retiraron pacíficamente. Los estudiantes recogieron todos los
desperdicios y dejaron la explanada como una patena. En los meses
siguientes, varias universidades españolas solicitaron permiso para r
festivales similares. Ninguno fue autorizado. El Festival de Pueblos
Ibéricos fue también el último acto que Gerardo Pérez -que hoy tiene 44
años- organizó en la universidad. En 1973 había fundado la Asociación Cultura
y Derecho con la idea de incorporar a la vida cotidiana de la facultad
conciertos, conferencias, recitales de poesía, teatro o jornadas sobre
cine. «No era fácil», comenta. «Muchas de estas actividades
eran boicoteadas o se prohibían en *el último momento, sin saber por qué.
Al tanguista Carlos Montero, por ejemplo, nunca le dejaron actuar, y eso
que sus canciones no eran políticas». El mismo Gerardo estuvo tres
veces detenido, y dos de ellas ingresó en Carabanchel por negarse a pagar
IN unas multas exorbitadas.Aunque a veces siente nostalgia de aquella etapa
universitaria, asegura no compartir el «desencanto» de su generación.
«Yo no he participado de esa decepción. El ver a la policía y no tener
miedo y el poder ex presar mis ideas sin ser detenido me parece algo
estupendo». Nunca llegó a ejercer como abogado. En 1980 organizó los
primeros carnavales madrileños -en la dictadura estaban prohibidos-,
apoyado por el alcalde Enrique Tierno. En la actualidad se dedica a
preparar los conciertos del Café Central y no milita en ningún partido:
«Me pasé desde el año 1971 al 1978 en reuniones del partido,
discutiendo si éramos maoístas, estalinistas, leninistas o revisionistas.
Era horroroso. Claro que entonces era un ejercicio de pura dignidad hacer
algo por cambiar la situación. Este país era un agobio».

© El País S.L. |
Prisacom S.A.

 

 

El episodio de los carlistas es bien conocido: González Lucini, en su Crónica de los silencios rotos, cree que el anuncio tuvo lugar durante la actuación de Benedicto. De nuevo vemos como los artistas dieron una lección de solidaridad, unidad, buenhacer y sensatez que muchas veces quieren quitarle personas interesadas y malintencionadas a algunos protagonistas de aquellos días.

 

 

La gallineta


Grabada en su álbum Com un arbre nu, nuestro ilustre Lluís Llach nos presentó esta genial e incomparable canción satírica, llena de metáforas, que puede servir para la protesta en general y para la feminista en particular: 

LA GALLINETA (CANÇONETA) 

 

La gallineta ha dit que prou,
ja no vull pondre cap més ou,
a fer punyetes aquest sou
que fa tants anys que m’esclavitza.

I si em vénen ganes de fer-ne
em faré venir un restrenyiment,
no tindrà cap més ou calent
el que de mi se n’aprofita.

La gallina ha dit que no,
visca la revolució.

A canvi d’algun gra de blat
m’heu tret la força de volar
però, us ho juro, s’ha acabat!
Tinc per davant tota una vida
i no pateixo pel destí,
que un cop lliurada del botxí
no ha d’haver-hi cap perill
perquè m’entengui amb les veïnes.

La gallina ha dit que no,
visca la revolució.

I els galls que amb mi hauran de dormir
els triaré sans i valents,
que n’estic farta d’impotents
que em fan passar nits avorrides.
Que quedi clar per sempre més,
que jo de verge no en tinc res,
i que, posats a fer, no em ve
d’un segon restrenyiment.

La gallina ha dit que no,
visca la revolució.


LA GALLINITA (CANCIONCITA)
(LA GALLINETA  (CANÇONETA))

La gallinita ha dicho que ya es suficiente
ya no quiere poner más huevos,
a la porra este jornal
que hace tiempo que me ata.

Si me vienen ganas de hacer más huevos
me haré venir un restreñimiento
no tendrán más huevos frescos,
quien de mí se aproveche.

La gallina ha dicho que ya hay bastante.
Viva la revolución.

A cambio de algún grano de trigo
me han quitado la fuerza de volar
pero os prometo que se ha acabado
tengo por delante una vida
y no sufro por el destino
que una vez librada al camino
no habrá ninguna dificultad
para que me entienda con las vecinas.

Y los gallos que conmigo dormirán
los buscaré sanos y valiente
que estoy cansada de impertinentes
y de pasar noches aburridas.
Que quede claro para siempre,
que yo de tonta no tengo nada,
y puestos a hacer no me viene
de un segundo restreñimiento.

La gallina ha dicho que ya hay bastante.
Viva la revolución.

Sólo una observación: cuando Llach la grabó, por problemas de censura, en vez de decir «Visca la revolució!» decía «Visca la rebulsió!»: la  imaginación del auditorio hacía el resto. (Ha sido extraído, el texto y la traducción de su página oficial)

Índice: Octubre-Diciembre


Os facilito un índice de todas las poesías y canciones que he ido recopilando aquí: os las pongo en orden de más reciente a menos, de esa manera nos será más fácil a todos, pues la lista irá creciendo:
A %d blogueros les gusta esto: