Historia de la canción de autor: la situación de España


La dictadura instaurada tras la guerra civil pasó, tras la II Guerra Mundial, del fascismo al totalitarismo a secas en los 50, y en los 60 al populismo: el general estaba ahí por el bien del pueblo español, y el pueblo quería que estuviera.
La cultura estaba herida de gravedad: tras la guerra, los más importantes pensadores, literatos, poetas, científicos, huyeron, no sólo por divergencias ideológicas con el régimen, sino porque el nacional-catolicismo castraba todo desarrollo intelectual y científico que no tuviera relación con el catequismo o con el «imperio español», es decir, la idea de España como nación elegida para ser la porta-estandarte de la fe. Otros tantos hombres de razón fueron represaliados. A partir de entonces, los nombres de Miguel Hernández, Lorca, Rafael Alberti, León Felipe, Castelao, Quart, Antonio Machado… quedaron marcados de tal manera que no pudieran ser pronunciados sin un fin ideológico.
La cultura popular había quedado también secuestrada: la labor de la Secció Femenina de Falange consiguió que la cultura de todas las regiones de España fueran el símbolo de los ideales falangistas y nacional-catolicistas: el folklore secuestrado, pero eso no fue lo más grave; las otras lenguas del país quedaron marginadas al rango de lenguas folklóricas, atadas a una región y resultado del desarrollo del latín al castellano (excepto el euskera), y todas ellas signo de ruralismo, en vez de ser la expresión de un pueblo o -sin querer abrir aquí un debate, sino fijándome en el significado estricto de la palabra- una nación.
Se empiezan a desarrollar hacia los 50, aparte de los grupos guerrilleros, los grupos de oposición política-intelectual. La Generación poética de los 50 es el ejemplo de una nueva serie de creadores anti-franquistas, opuestos al sistema con su poesía, que empezó a ser conocida como testimonial: Hierro, de Otero, Celaya, Gil de Biedma… y luego también Gloria Fuertes, Goytiosolo, Barral… Es entonces cuando se empiezan a reivindicar a los poetas republicanos, prohibidos, enmudecidos, además de reivindicar una realidad muy diferente de la que el régimen nos vendía: un país pobre, descontento, furioso, de parados y emigrantes.
En los años 50 España era «una», a la fuerza, pero no grande, España nunca fue grande, y menos libre, en aquel entonces; o sí era libre, libre para nadie.

La llegada de los años 60 trajo consigo nuevos fenómenos a nivel superficial (es decir, en la superficie, que se podían ver): el fenómeno del turismo obligó al régimen a adoptar ciertas medidas aperturistas para dar la impresión de ser un país libre, pero sobre todo en donde reinaba el orden moral y político. El responsable de estas «tímidas» aperturas fue el por entonces ministro de información y turismo Manuel Fraga (¡ojo!, estas aperturas eran concesiones no más, en ningún momento estamos diciendo aquí, como alguno sostiene hoy en día, que Fraga estuviera boicoteando el franquismo para llevarlo a una democracia-cristiana). Los años 60 trajeron también, desde el extranjero, la frescura de la juventud nacida durante o inmediatamente después de la II Guerra Mundial: los Beatles y, en menor medida -por razones institucionales- los Rolling Stones comenzaron a arrasar entre la juventud española. Al régimen estas manifestaciones joviales del pop no les hacía mucha gracia, pero viendo lo que traerían después los Serrats, los Laboas, los Benedictos, los Miros o los Raimones, por citar sólo algunos, no sólo acabaron por aceptarlo como parte ineludible de la nueva sociedad, sino que, hasta cierto punto, se manipuló para que en la radio y en los circuitos de música «comercial» (es decir, de comprar y de vender) se oyeran más a estos grupos anglófilos que a los nuevos cantautores: de esta manera se conseguía acallarlos, por un lado, y, por otro lado, se distraía a la juventud: después de todo, era siempre preferible una juventud melenuda que repitiera incesantemente «ye-ye» y vacilara metiendo palabritas inglesas en frases castellanas a que cantaran a Miguel Hernández, se manifestaran contra el orden establecido, o incluso les diera por hablar en catalán, gallego, vasco ¡o bable!

Sin embargo, eso ocurría a nivel superficial: en la música no todo era Raphael, Karina o los Brincos, por poner ejemplos musicales no dañinos, o incluso -Dios no lo quiera- Julio Iglesias. Desde fuera llegaban propuestas más interesantes, por lo menos desde el punto de vista literario: la satírica de Brassens, el vitalismo de Brel, la militancia político-musical de Seeger y Guthrie, la nueva canció protesta norteamericana de Dylan y Baez, la canción portuguesa -que se puede considerar casi como hermana de la nuestra-, y la canción latinoamericana. Se empezaban a descubrir a los José Afonso, a Luis Cilia, y a sus músicas anti-salazaristas; a la grandiosa Violeta Parra y a ese gigante andino de Atahualpa Yupanqui, dotados ambos de una ternura excepcional, pero a la vez, de una rabia incontenible. A pesar de los esfuerzos del régimen, estas influencias llegaron y arraigaron fuertemente en el corazón de muchos jóvenes.

También comenzaba a renacer la conciencia regional: será importante sobre todo aquí la labor del folk, especialmente en Castilla, Canarias y Andalucía, tierras sin un idioma «vernáculo». Se rescatan las lenguas hoy cooficiales, entonces vernáculas, mediante la canción y la recuperación de grandes poetas desconocidos, incluso hoy, por parte de los lectores castellano-parlantes. Y se empiezan a recuperar a los poetas prohibidos, acallados por culpa de la depuración cultural que llevó a cabo el aberrante «poeta» Pemán, también gracias a la canción. Esto es así de tal manera, que Serrat consigue que Antonio Machado desbanque en las listas de éxitos a los éxitos del pop yeye y de la canción convencional.

2 responses to this post.

  1. Posted by nieveazulada on 15 diciembre, 2006 at 19:39

    Hola Gus. Te dejo una canción:
     
    LUCHEMOS OBREROS

    Defiéndete, pueblocontra tus tiranoshasta que consigasun mundo de hermanos.
    Defiende tu ideade la tiranía,que tu vida seaen plena anarquía.
    Luchemos hombres conscientesdefendiendo nuestra vida y dignidad;despejemos nuestras mentes,implantemos nuestra ansiada sociedad.
    La anarquía es ordeny amor a la ciencia,el funesto Estadoes la violencia.Rompe tus cadenasno las sufras mássi sabes romperlastendrás la libertad.
    A vivir como hombres libres;anarquistas; imponed vuestra moralsuperior a la burguesía,destruyamos para siempre al capital.
    Luchemos obrerospor el anarquismo,ideal hermosolleno de altruismo.Redímete pueblode la autoridad,que mata y oprimecon impunidad.
    No ya más explotadores,resplandezca ya en la tierra la igualdad,a luchar los productorespor un mundo de justicia y de equidad.
    Desnudos nacimoshombre y mujeresigual en derechosigual en deberesIguales nos hizola naturaleza,iguales seremosen la madre tierra.
    Ya no más pobres ni ricos,suprimamos de una vez la esclavitudEs misión del anarquismosi lo sabe defender la multitud.
    Otra más:
    AMARRADO A LA CADENA
    Amarrado a la cadenade la inicua explotacióncon amor camina el pariahacia la revoluciónMarcha en pos de la anarquía,y el yugo debe finircon amor, paz y alegríade una existencia feliz.Donde los hombre sean libres,libres cual la luz del sol,donde todo sea belleza,libertad, flores y amor.
    ¡Libertad amada,tu eres mi único anhelo,tu eres mi ensueño,tu eres mi amor!
    En la celda del castillode Montjuich, número cuatrono llevaron conducidospresos e incomunicadosSin delito cometidonos llevan a prisión,debilitan nuestras fuerzasy aumentan nuestro valor.Ya cansado estoy del yugo,obreros, no más sufrir,que el burgués es un verdugo,tirano y policía vil.
    ¡Libertad amada,tu eres mi único anhelo,tu eres mi ensueño,tu eres mi amor!
    Las cárceles y castillostendremos que derribar,nos engañan los caudillos,nos roban la libertad.

  2. Posted by Jesús on 16 diciembre, 2006 at 16:25

    Una gran información! 🙂  Puede resultar curioso que las autoridades de aquel entonces, tan españolistas ellas, pusiesen música en inglés en las radios para acallar las voces críticas en castellano… pero nada más lejos de la realidad, hoy día las emisoras siguen poniendo todo tipo de "música chicle", es decir, que se puede mascar una y otra vez, pero es intragable. Si tiene mensaje, mejor no difundirlo.
     
    Por suerte hoy día tenemos internet… la mayor cagada del ejército americano, les salió el tiro por la culata.
     
    Por cierto, ahora que se fué Pinochet… ¿cuándo le tocará a Fraga? Al parecer las bombas de Palomares no eran totalmente inocuas, le dieron a este tipo una excesiva prolongación vital.

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