Hoy tengo ganitas de guerra…
Ayer, por azar, rastreando las visitas que venís, en concreto una sobre "Al alba", me encontré con el escrito de un creti… de un señor que le echaba en cara a los "cantautores hipócritas" de la SGAE (este tío, no sé en que mundo vivirá) su comportamiento respecto a Cuba y la vulneración de allí de los derechos humanos… Yo, francamente, no sé cuál es la actitud de mis admirados cantautores respecto a la Cuba actual, porque suelo fijarme en su música (exceptuando casos en los que la valía humana merecen un acercamiento personal) y en lo que tuvo de importante para la historia de mi país y de mi pueblo: sobre todo de mi pueblo, esa palabra humana y cercana que ustedes se empeñan en taponar con esa otra de nación o de patria (¡patrañas!). Como este señor en cuestión, de quien no sé el nombre ni me interesa (ya se recuerdan a demasiados idiotas) llamaba a su escrito "Carta a los cantautores progres" o algo así (quina meravella! mira tú), yo voy a llamar al mío, "Carta a un imbécil" (vale, no es que esté inspirado, pero es lo mejor y más suave que se me ocurre):
Y dice usted que los cantautores clásicos de este país son hipócritas porque denuncian las tropelías de las dictaduras de derechas y no las de izquierdas, que ensalzan a la Cuba de Castro… Yo no lo sé, no he hablado con ellos: quizás es que ellos sepan como era la Cuba de Batista, algo de lo que no se habla, no sé si por alguna razón que desconocemos: no negaré que no siento simpatía por Castro, quizás yo debiera estar más enfadado que ustedes, pues lo de Castro fue una traición a todo un pueblo y a los ideales por los que luchó. Pero desde luego que no haré como hacen ustedes, pretender el regreso de la Cuba de los caciques a sueldo de Washington: sí, ese repugnante ogro cabrón que juega con el mundo y devora pueblos, ese héroe de la libertad de unos pocos, de los poderosos, de los que no le cuestionan.
Ustedes les llaman hipócritas por no condenar al régimen de Castro: tal vez simplemente sea por no andar parejos con vosotros. Por esa norma que usted esgrime, es usted más hipócrita y despreciable que ellos, porque ustedes no sólo no condenaron a Pinochet, sino que han tratado por todos los medios de criminalizar al presidente Allende cuando el de las torturas, el de las ejecuciones no era Salvador, sino el general amigo de los neoliberales y cristiano-demócratas.
Ya sé que dirán: "no vaya a l pasado"… ¡Vale! Me quedo en el presente. Las ejecuciones de Castro: sí, me parecen tremendas, animales y repudiables: las condeno por ende. Pero, ¿y usted? ¿Condenará a su admirado George Bush, a su amada Norteamérica? Un país en donde se ejecuta a gente a diario, más a diario que en Cuba, y ¡oh Milagro!: casi todos los ejecutados son negros o hispanos; y no sólo son criminales de sangre, también hay presos políticos a los que se les ha acusado injustamente de crímenes de sangre.
Ni una palabra más puede ya usted decir, mostrada su hipocresía al querer mostrar la ajena. "Cantauteores hipócritas", dice… Sepa usted, señor mío, que sin la mayoría de estos cantautores, que arriesgaron mucho más de lo que usted podrá jamás demostrar durante la dictadura, y fueron valientes, no como otros que cambiaron la chaqueta para seguir con el negocio. "Hau da gure hizkuntza maitea", ésta es nuestra palabra amada, dice Urko; ¿cuál es la suya? Desde hace algún tiempo, a ustedes que se hacen llamar liberales se les está cayendo la máscara: son liberales y no recuerdan a Rafael Riego, creo que prefieren a Carlos María Isidro…
Sin más me despido, señor imbécil, reciba un saludo
Otro imbécil (pero con fundamento)