Quizás por ser gallego usted debiera comprenderlo mejor que nadie. Quizás por ser gallego usted y otros gallegos como usted son los últimos que deben hablar sobre poner trabas a la inmigración y asimilar, que al fin y al cabo, eso es lo que hacen, inmigración a delincuencia (los grandes delincuentes extranjeros, no sé si sabrán, no vienen en patera o en autobús: vienen en primera clase, en aviones y en barcos). Permítame decirle que su gaita no tiene fuelle (pido perdón a los amigos gallegos por esta analogía algo vulgar aplicable sólo a Mariano y a otros como él).
En fin. Un poco para criticar esa conducta he escogido esta canción del cantautor gallego (¡éste sí que es un gallego!) Jei Noguerol. Sin apenas denunciar nada, canta un texto que es en realidad una carta de un emigrante gallego a su hermano, contándole lo típico de las familias. El único punto crítico (si no basta de crítica que por entonces una persona tuviera que dejar su casa y a su hijo pequeño para ganarse la vida) que vemos es un verso hacia el final, que acaba con ese demoledor "que lle vamos facer".
Xa vemos que estades ben, polo que nos alegramos. Nós, por eiquí, ben tamén: coma sempre, imos tirando. Pra nós tamén pasou o tempo, e, pouco a pouco e calando, imos facéndonos vellos, pero coa suerte ter salud, e deso non nos queixamos.
Boa falla nos facía a ledicia que tivemos o ler a túa carta, pois si che digo a verdade, houbo veces que pensamos que te esqueceras de nós, ou que estabas cabreado. Pero vemos que tes razós. Si andas ca rapaza en serio, tes pouco tempo pra todo. Pero non debes preocuparte, que nós eso xo entendemos.
Pergúntasme si é que vamos ir a casa polo brau. Pois sí, temo-lo pensado, i ainda que seña a pe, iremos, perde cuidado. ¡Cas ganas que temos de ver a Pepiño! de ve-lo e máis de abraza-lo, que xa comenza a falar, e debe dar gusto escoita-lo. Que como ti dis, irmau, queremos a todos moito, i a nós nin nos coñoce, i eso que somos seus pais
E pergunto quén terá a culpa de todo esto, que na nosa grande España non ganemos pra comer. Pero que lle vamos facer….
Bueno, como che decía, temos pensado ir a festa dos nosos pais, i ademáis, alégramosnos que esteñas ben no servicio militar.
En esta non che debo máis. A ver si escribes outra vez antes de que chegue o brau. E da recordos os da casa e apertas fortes pra ti. Dos teus irmaus.
Ya vemos que estáis bien, por lo que nos alegramos. Nosotros, por aquí, bien también: como siempre, vamos tirando. Para nosotros también pasó el tiempo, y, poco a poco, vamos haciéndonos viejos, pero con la suerte de tener salud, y de eso no nos quejamos.
buena falta nos hacía la alegría que tuvimos al leer tu carta, pues si te digo la verdad, hubo veces que pensamos que te olvidaras de nosotros, o que estabas cabreado. Pero vemos que tienes razones. Si andas con la muchacha en serio tienes poco tiempo para todo. Pero no debes preocuparte, que eso nosotros lo entendemos.
Me preguntas si vamos a ir a casa en otoño. Pues sí, lo tenemos pensado, y aunque sea a pie, iremos, pierde cuidado. ¡Qué ganas tenemos de ver a Pepiño! de verlo y de abrazarlo, que ya comienza a hablar y debe dar gusto escucharlo. Que como tú dices, hermano, queremos a todos mucho, y a nosotros ni nos conoce, y eso que somos sus padres.
Y pregunto quién tendrá la culpa de todo esto, que en nuestra grande España no ganemos para comer. Pero que le vamos a hacer…
Bueno, como te decía, tenemos pensado ir a la fiesta de nuestros padres, y además, no alegramos de que estés bien en el servicio militar.
En ésta no te debo más. A ver si escribes otra vez antes de que llegue el otoño. Y da recuerdos a los de casa y abrazos fuertes para ti. De tus hermanos.