Archive for 5 de marzo de 2008
5 Mar
La muntanya es fa vella
En sus laderas vivían hombres, y estos hombres vivían a sus anchas, comiendo y bebiendo todo aquello que la Montaña les daba generosamente. Pero a veces la Montaña se enfadaba con ellos, y desencadenando una avalancha los hacía bajar más abajo, rodando por la ladera..
Los hombres que habitaban el país a menudo querían escalar la Gran Montaña para gozar de sus favores. Pero la Montaña era caprichosa y sólo aceptaba a quien ella quería. Otros hombres quisieron mover la Montaña y tumbarla: pero sus raíces eran fuertes y su roca muy sólida.
No obstante, un día, la Montaña comenzó a hacerse vieja: su roca se desguazaba y solía escupir involuntariamente fangos que arrastraban a los hombres que vivían en ella; pero peor aún era que estos fangos, a menudo, inundaban ahogando a los hombres que vivían en el valle. Finalmente, un día, la Montaña ya no pudo más y se vino abajo estrepitosamente. Los hombres que en ella vivían salieron despedidos a lo largo y ancho del pequeño país. Pero he aquí que se obró el milagro, porque, como se quiera verlo, tal vez la Montaña sí estaba allí por un trato con Dios o con el diablo, y los hombres que en ella vivían comenzaron a hacerse de piedra y a hundir sus pesados pies en el suelo, y se convirtieron en montañitas casi idénticas a la Gran Montaña. Y pensaron: "¡Yo seré la próxima Gran Montaña!". Y ahí quedaron, inmóviles e inútiles.
En los días de la Gran Montaña un valiente trovador le cantó a ella una canción con tal fiereza, que la Montaña misma tembló y envió a sus hombres tras el trovador que se atrevió a cantar en una lengua que no era de su agrado. Lo que aquel trovador le cantó a la Gran Montaña, nosotros, que no podemos considerarnos trovadores, se lo cantamos a las montañitas:
Vostè, senyor Esteve,
i també vostè, Senyor Gonzàlez,
ho recorden bé,
ho recorden bé.
Després d’uns quants anys a Irun
tornaren i trobaren les coses
millor que abans,
molt més segures.
Però avui, però avui,
avui no hi ha res tranquil:
vostès ben bé que ho veuen.
La muntanya es fa vella,
la muntanya es fa vella,
la muntanya es fa vella.
Vostè, senyor Esteve,
i també vostè, senyor Gonzàlez,
ho veuen molt bé,
ho veuen molt bé.
Alguna cosa passa avui,
vostès ben bé que ho saben,
però no saben el que és.
I jo, i jo, i jo
no els ho puc dir.
Aquesta gent jove,
ai!, aquesta gent jove,
estudiants i no estudiants,
els hi la tenen jurada.
Senyor Esteve, senyor Gonzàlez,
alguna cosa passa avui,
i jo, i jo, i jo
no els ho puc dir.
Usted,
señor Esteve,/ y también usted, señor González,/ lo recuerdan bien,/ lo
recuerdan bien.// Después de unos cuantos años en Irún/ volvieron y
encontraron las cosas/ mejor que antes,/ mucho más seguras.// Pero hoy,
pero hoy,/ hoy no hay nada tranquilo:/ muy bien que lo ven ustedes.//
La montaña se hace vieja,/ la montaña se hace vieja,/ la montaña se
hace vieja.// Usted, señor Esteve,/ y también usted, señor González,/
lo ven muy bien,/ lo ven muy bien.// Alguna cosa pasa hoy,/ muy bien
que lo saben ustedes,/ pero no saben lo que es.// Y yo, y yo, y yo/ no
se lo puedo decir.// Esta gente joven,/ ¡ay!, esta gente joven,/
estudiantes y no estudiantes,/ se la tienen jurada.// Señor Esteve,
señor González,/ alguna cosa pasa hoy,/ y yo, y yo, y yo,/ no se lo
puedo decir./