Una de las grandes y primeras canciones del genial Ovidi Montllor (músico, poeta, cantante, actor…), hecha sobre un poema de Josep Maria Carandell, y con una actualidad demoledora. No en vano se publicó en el mismo sencillo que contenía “La fera ferotge”, de 1968. Ésta, en esencia, trata de un joven juglar que es torturado y encerrado por el rey de un reino hipotético (cualquier parecido con la realidad es a propósito) por cantar una canción sobre la justicia, y, aunque el castigo contra el juglar es duro, la gente seguía cantando la canción del chico cada vez que se reunían. La canción fue reeditada, junto a otras canciones de sus primeros sencillos (algunas de las cuales luego no podría volver a cantar) en un disco llamado Verí good, del año 2000.
La cançó de les balances
Doncs era un rei que tenia
el castell a la muntanya,
tot el que es veia era seu:
terres, pous, arbres i cases,
i al matí des de la torre
cada dia els comptava.
La gent no estimava el rei,
i ell tampoc no els estimava,
doncs de comptar en sabia,
però amor no li’n quedava.
Cada cosa tenia un preu,
la terra, els homes, les cases.
Un dia un noi del seu regne
vora el castell va posar-se,
i va dir aquesta cançó
amb veu trista però clara:
Quan vindrà el dia en què l’home
valgui més que pous i cases,
més que les terrer més bones,
més que les plantes i els arbres.
Quan vindrà el dia en què a l’home
no se’l pese amb les balances.
El rei va sentir el noi,
el va fer agafar i amb ràbia
va ordenar que li donessin
cent cinquanta bastonades,
i a la torre el va tancar,
castigat a pa i aigua.
Però el poble encara sap
la cançó de les balances,
i quan s’ajunten els homes,
rient i plorant, la canten.
La canción de las balanzas
Érase un rey que tenía/ el castillo en la montaña,/ todo lo que se veía era suyo:/ tierras, pozos, árboles y casas,/ y por la mañana desde la torre/ cada día los contaba.// La gente no quería al rey,/ y él tampoco los quería,/ pues de contar sabía,/ pero amor no le quedaba./ Cada cosa tenía un precio,/ la tierra, los hombres, las casas.// Un día un chico de su reino/ cerca del castillo se puso,/ y dijo esta canción/ con voz triste pero clara:// Cuándo vendrá el día en que el hombre/ valga más que pozos y casas,/ más que las tierras más buenas,/ más que las plantas y los árboles./ Cuándo vendrá el día en el que al hombre/ no se le pese con las balanzas.// El rey oyó al chico,/ lo hizo prender y con rabia/ ordenó que le diesen/ ciento cincuenta bastonazos,/ y en la torre lo encerró,/ castigado a pan y agua.// Pero el pueblo todavía sabe/ la canción de las balanzas,/ y cuando se juntan los hombres,/ riendo y llorando, la cantan.
Josep Maria Carandell
Música: Ovidi Montllor