Tras el huracán rockero con el que se cierra la cara A, el segundo lado del disco se abre con una tranquila balada folk-rock de mano de Jorma Kaukonen que parece hablar del reencuentro de dos ex-amantes; sin embargo, Jorma no creía que él pudiera cantar la canción como él quisiera, y cede el papel de vocalista a su compañero Marty Balin que, como él esperaba, hace un trabajo realmente estupendo, apoyado de nuevo por el grupo femenino Ace of Cups a los coros, y además con dos de los invitados: Stephen Stills (ex-componente de Buffalo Springfield, que comenzaba con la aventura del trío –por entonces- de country-rock Crosby, Stills & Nash) al órgano hammond, y el percusionista Jefferson Airplane-to-be (perdón, es que me gusta esta expresión inglesa sin equivalente exacto en castellano, si acaso “futuro”) Joey Covington a las congas.
Turn my life down
When I see you next time round in sorrow Will you know what I’ve been going through My yesterdays have melted with my tomorrow And the present leaves me with no point of view When I see you next time round look into my eyes Where we’d be never could decide Borrowed moments they cannot fill the moments of our lives And wishful thinking leaves me no place to hide No place to hide No place to hide I see the shadows softly coming Taking me into a place Where they turn my life down Leaving mourning with myself And nothing to say
Tomar mi vida
Cuando te vea la próxima vez con tristeza/ ¿sabrás por lo que he estado pasando?/ Mis ayeres se han fundido con mi mañana/ y el presente me abandona sin ningún punto de vista/ Cuando te vea la próxima vez mírame a los ojos/ dónde hemos estados nunca lo podríamos decidir/ Los momentos prestados no pueden llenar los momentos de nuestras vidas/ y la ilusión me deja sin lugar en el que esconderme/ Ningún lugar para esconderse/ Veo las sombras viniendo suavemente/ llevándome a un lugar/ donde toman mi vida/ dejándome lamentándome conmigo mismo/ y sin nada que decir.
No es que Jefferson Airplane se apuntara a la “moda” del country, una música que vivió una segunda edad de oro a finales de los 60 y durante los 70 con la invención del country-rock y del rock sureño, pero sí que hay cierta presencia del country en este disco. “The Farm”, la granja, es uno de los temas de este estilo en este disco. La canción, como otras que se escribieron en esta época (como aquel boggie de Canned Heat, “Goin’ up the country) viene a exaltar la vida bucólica a la que algunos hippies se habían apuntado, en aquellas granjas comunas, algunas de ellas aún existiendo, como salida a sus preocupaciones, en una filosofía casi franciscana por la cual pensaban que las grandes ciudades eran la perdición del alma humana. Así, Paul Kantner y el séptimo Airplane, Gary Blackman, rendían su tributo al movimiento hippie rural, con Kantner y Grace cantando a dúo, mientras ella toca el piano, apoyados por Marty Balin y Ace of Cups en los coros, y con Jerry García a la guitarra típica del country: la steel pedal guitar.
The Farm
Bought myself a farm way out in the country Took to growin’ lettuce milkin’ cows and honey Bought myself a farm (way out in the country) Bought myself a farm way out in the country Spent time in the hayloft with the mice and the bunnies Spent time in the country Yes it’s good livin’ on the farm Ah so good livin’ on the farm Yes it’s good livin’ on the farm Here comes my next door neighbour comin’ down the road He always looks so regal ridin’ on his toad named “Lightnin’” The toad’s name is Lightnin’ he’s ten hands at the shoulder And if you give him sugar you know he’ll whinny like a boulder Yes he will Well I gotta get back to work now and clear away some logs Ah the sun is shinin’ westwards yeah I think I’ll saddle up my frog and Get outta here
Me compré una granja fuera en el campo/ Me puse a recolectar lechuga, ordeñar vacas y recoger miel/ Me compré una granja (fuera en el campo)/ Pasé tiempo en el henar con los ratones y los conejos/ Pasé tiempo en el campo/ Sí que es bueno vivir en la granja/ Ah, qué bueno vivir en la granja/ Sí que es bueno vivir en la granja./ Aquí viene mi vecino de al lado bajando por el camino/ siempre parece tan regio montando su sapo llamado “Relámpago”/ El sapo se llama “Relámpago”, mide diez palmos de hombros/ y si le das azúcar sabes que relinchará como una roca/ Sí, lo hará/ Bueno, tengo que volver al trabajo ahora y quitar algunos leños/ Ah, el sol brilla hacia el oeste, sí, creo que ensillaré mi rana y/ me iré de aquí.
La siguiente entrada del disco se relaja ya con un tema “de” Jorma Kaukonen. En este disco, uno de los miembros más influidos por ese regreso a las raíce del que hablamos ayer fue el guitarrista de Jefferson Airplane, que en este disco nos presenta tres temas bastante “tradicionales”. El primero de ellos es este gospell tradicional que aprendió de un amigo llamado Roger Perkins, un cantante de folk, y de un tal Tom Hobson. Era una canción que al bluesman del grupo le gustaba mucho y la arregló con efectos psicodélicos en lo que él llamó una psicodélica balada de folk-rock en la que nos sorprende con una voz suavísima, acompañado en el coro por el grupo femenino de San Francisco Ace of Cups.
Good Shepherd
If you want to get to Heaven Over on the other shore Stay out of the way of the blood-stained bandit Oh good shepherd Feed my sheep One for Paul One for Silas One for to make my heart rejoice Can’t you hear my lambs acallin Oh good shepherd Feed my sheep If you want to get to Heaven Over on the other shore Stay out of the way of the long-tongue liar Oh good shepherd Feed my sheep If you want to get to Heaven Over on the other shore Stay out of the way of the gun shot devil Oh good shepherd Feed my sheep
Si quieres llegar al Cielo/ sobre la otra orilla/ apártate del camino del bandido manchado de sangre./ Oh, buen pastor/ alimenta mi oveja/ Una por Pablo/ una por Silas/ una para que mi corazón se regocije/ ¿No oyes a mis corderos llamándome?/ Oh, buen pastor,/ alimenta mi oveja./ Si quieres ir al Cielo/ sobre la otra orilla/ apártate del camino del mentiroso de larga lengua/ Oh, buen pastor,/ alimenta mi oveja/ Si quieres ir al Cielo/ sobre la otra orilla/ apártate del camino del diablo con escopeta/ Oh, buen pastor,/ alimenta mi oveja.
Tradicional/ arreglado por Jorma Kaukonen
Cantada por Grace en un concierto en el Golden Gate, 1969
La violencia que había comenzado el año de 1968 no se detuvo, y siguió en auge en 1969, coincidiendo con la legislatura de Richard Milhous Nixon, elegido en 1968. Las protestas contra la guerra del Vietnam se recrudecían, así como los disturbios raciales, mientras Nixon, aunque fuera indirectamente, declaraba a los estudiantes, a los hippies y a los negros enemigos declarados de “América”. El año 1969 ya anunciaba que la década siguiente iba a estar marcada por un incremento de la violencia como no se veía desde hacía 40 ó 50 años atrás. Este panorama afectó a la música rock estadounidense (y británica) de dos maneras, una directa y otra indirecta. El modo directo en que los acontecimientos socio-políticos afectaron a la música fue que los cantantes y grupos de rock se mostraban mucho más implicados a través de sus canciones que antes, con temas que hablaban sobre la guerra, ya no siempre desde el pacifismo más utópico y naif, al estilo de John Lennon, sino desde las críticas al gobierno, al ejército y a la banca; sobre los disturbios raciales, posicionándose, claramente, a favor de los negros y de sus figuras públicas, desde Martin Luther King hasta los Panteras Negras (cuyos líderes no eran tan radicales como sus bases)… O bien hubo quien hizo aún más hermética su burbuja, predicando una “huida hacia los bosques” en donde estar a salvo de la violencia urbana, o a través de alguna religión mística del lejano oriente.
La incidencia indirecta, probablemente muy relacionada con la otra, fue que muchos de los grupos ya veteranos experimentaron una especie de regreso a las raíces muy curiosa: los Byrds y los Grateful Dead volvían sus ojos al country-rock, al igual que los miembros de bandas pioneras, ya desaparecidas o recicladas, como Crosby, Stills, Nash & Young (David Crosby de Byrds; Graham Nash de los Hollies; y Stephen Stills y Neil Young de Buffalo Springfield), Poco (con Richie Furay de Buffalo Springfield), Flyin’ Burrito Brothers (con ex-Byrds Chris Hillman y Gram Parsons). También Bob Dylan volvía a sus raíces del folk y sacaba un disco íntegramente de country, mientras surgían nuevos grupos que enraizaban en el rock y el blues más purista: Creedence Clearwater Revival y su swamp-rock, el blues atronador de Allman Brothers, o los abanderados del rock sureño Lynyrd Skynyrd. Los Beatles vuelven al rock y al rythm’n’blues de sus raíces en sus dos últimos álbumes, al igual que hicieron los Rolling Stones, y los Who se reciclaban en el rock más duro de la última hornada. Y es que cuando el rock duro volvió sus ojos al blues más clásico y tradicional y lo atiborró de esteroides, éste se renovó en un estilo que comenzó a llamarse heavy rock: Led Zeppelin, AC/ DC, Black Sabbath… Incluso Deep Purple, un grupo rock duro “sesentayochero” reemplazaban a su vocalista por otro con una voz más aguda y potente para estar a la altura de los tiempos. Por otro lado, también estaban los que no dejaban de explorar otras vías más progresistas, dando lugar al rock progresivo de los años 70 (Moody Blues, King Crimson, Genesis, etc.), de los cuales algunos harían auténticas obras maestras y otros rebasaban la barrera de lo soportable. Pero, ¿y Jefferson Airplane? Con una melodía base de blue-grass y una letra reivindicativa, abrían su disco de 1969 Volunteers:
En Jefferson Airplane confluyeron las dos incidencias en este disco: temáticamente su disco más político, y musicalmente más austero que los anteriores, con presencia del rock duro más puro junto a temas de folk-rock y de country, para el que contaron con la colaboración de amigos como David Crosby, Stephen Stills, Joey Covington (futuro sustituto de Dryden), Jerry García, el teclista Nicky Hopkins y el conjunto Ace of Cups a los coros. Detrás de la politización del grupo estaba Paul Kantner, el Airplane más político según sus compañeros, que, como hemos dicho, ya había tomado las riendas del grupo desde hacía tiempo. No todos estaban demasiado de acuerdo con esta línea: Jack Casady consideraba que no era asunto suyo implicarse en política así, pero como músico profesional debía hacer que aquello sonara bien; Jorma Kaukonen se define como apolítico, aunque en el disco aparece con una camiseta que tiene grabada la famosa efigie del “Che” Guevara. Dentro del disco, el grupo, representado en la portada con máscaras y accesorios de broma con la bandera de su país detrás, presenta en el interior del disco la reproducción de un diario en el que se habla sobre un ficticio festival de rock (alterando el nombre de grupos reales como “Bud Dolan”, “Rolland Stoves” o “The Beavers”), y al lado una especie de encuesta a los miembros de Jefferson Airplane que reproduzco. Ante la pregunta “¿Cuál es tu barra favorita de la bandera?” los miembros del grupo tienen sus más diversas respuestas, algunas aparentemente absurdas, como Grace, respondiendo “Apunta eso hacia otro lugar” (supongo que se refiere a un micrófono), o Paul Kantner, asegurando que “Michoucan” (uno de los Estados de México, supongo) es su barra favorita; o Jack Casady, que tiene cuatro barras favoritas en la bandera de EE.UU. Pero más reveladoras son las respuestas de Balin y Jorma:
Marty Balin: “¿Qué bandera?”
Jorma Kaukonen (que es quien da la respuesta más explícita): “Déjame contestar esa pregunta con otra: ¿Por qué el Pentágono no mantiene lejos sus espíritus malignos?”
Y así, el álbum se abre con “We can be together”, una especie de himno generacional de reafirmación contra los ataques lanzados contra los hippies y otros colectivos por el presidente Nixon y demás, escrito por Paul Kantner. Lo más conflictivo de la letra, para los directivos de RCA, era la presencia de la palabra “motherfucker”, hijo de puta, y rogaron al grupo que quitaran “eso”; pero ellos se salieron con la suya… Y, francamente, nunca había oído la palabra “hijo de puta” de una manera tan deliciosa. “We can be together”: un deseo y una reivindicación generacional:
del documusical “Go ride the music”
We can be togeher
We can be together Ah you and me We should be together We are all outlaws in the eyes of america In order to survive we steal cheat lie forge fuck hide and deal We are obscene lawless hideous dangerous dirty violent and young But we should be together Come on all you people standing around Our life’s too fine to let it die and We can be together All your private property is Target for your enemy And your enemy is We We are forces of chaos and anarchy Everything they say we are we are And we are very Proud of ourselves Up against the wall Up against the wall (motherfucker) Tear down the walls Tear down the walls Come on now together Get it on together Everybody together We should be together We should be together my friends We can be together We will be We must begin here and now A new continent of earth and fire Come on now gettin’ higher and higher Tear down the walls Tear down the walls Tear down the walls Won’t you try
Podemos estar juntos
Podemos estar juntos/ tú y yo/ Deberíamos estar juntos/ Todos somos proscritos a los ojos de América/ Con el fin de sobrevivir robamos, timamos, mentimos, falsificamos, jodemos, nos escondemos y traficamos/ Somos obscenos, ilegales, horribles, peligrosos, sucios, violentos y jóvenes,/ pero deberíamos estar juntos/ Vamos toda la gente que estáis alrededor/ Nuestra vida es demasiado hermosa como para dejarla morir y/ podemos estar juntos/ Toda vuestra propiedad privada es/ objetivo de tu enemigo/ y tu enemigo es/ nosotros/ Somos fuerzas del caos y la anarquía/ Todo lo que dicen es que somos lo somos,/ y nosotros estamos [somos] muy/ orgullosos de nosotros mismos./ ¡Contra la pared/ contra la pared (hijo de puta)!/ ¡Echad abajo las paredes!/ ¡Echad abajo las paredes!/ Vamos ahora juntos/ Pongámonos en marcha juntos/ Todos juntos/ Deberíamos estar juntos/ deberíamos estar juntos, amigos míos/ Podemos estar juntos/ Lo estaremos/ Debemos comenzar aquí y ahora/ un nuevo continente de tierra y fuego/ Vamos ahora colocándonos más y más/ Echad abajo las paredes…/ ¿no lo intentaréis?
“Up against the wall, motherfucker!” no sólo es una frase que se podría haber oído a un policía, sino que tiene al menos dos variantes: una, la de un movimiento anarquista llamado “The Motherfuckers” (los hijos de puta), y otra, de la que deviene ésta además, es de un poema titulado “Black People!” (¡Pueblo Negro!), del poeta Amiri Baraka, dedicado, obviamente, a la comunidad afroamericana y al movimiento de Derechos Civiles. La expresión se convirtió en un grito de protesta del 68 estadounidense, y Jefferson Airplane, con esta canción la fomentó como grito revolucionario. Y aquí está la actuación en la que, contra los censores, Grace dice “motherfucker” en el show de Dick Cavett, convirtiéndose en la primera cantante en decir esta palabra en la televisión estadounidense:
Billy («algo es algo»)
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