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Canciones porque sí: “A child’s claim to fame”


Buffalo Springfield Again (1967), el segundo disco de Buffalo Springfield:

BuffaloSpringfieldBuffaloSpringfieldAgain

A Child’s Claim to Fame

Well there goes another day
Now I wonder why
You and I
Keep telling lies
I can’t believe that what you say
‘cause tomorrow’s lullaby
can’t passify
my lonesome crying
Make believe that’s all you know
And to make believe is a game
A child’s rein
You’ve changed your name
So sadly I watched the show
I watched you became
Truth is the shame
Yeah, too much pain

La reclamación de fama de un niño

Pues ahí se va otro día/ Ahora me pregunto por qué/ tú y yo/ seguimos diciendo mentiras/ No puedo creer en eso que dices/ porque la nana de mañana/ no puede pacificar/ mi llanto solitario/ Haces creer que es todo lo que sabes/ y hacer creer es un juego/ La rienda de un niño/ Has cambiado tu nombre/ Muy tristemente contemplé el espectáculo/ Te vi transformarte/ La verdad es la vergüenza/ Sí, demasiado dolor.

Richie Furay

Suite de los ojos azules para Judy Collins


Lanzada como sencillo junto a Long time gone, canción algo más política de David CrosbyHacia 1967, los Byrds estaban un poco enfadados con uno de sus miembros: las diatribas políticas lanzadas durante el festival pop de Monterey entre canción y canción, junto a su participación en la actuación de Buffalo Springfield para suplir la baja de Neil Young en el mismo festival, hicieron que Jim McGuinn y Chris Hillman se azoraran bastante con David Crosby, quien, por su parte, se estaba enfadando porque el grupo consideraba algunos temas suyos, como “Triad”, demasiado arriesgadas. Así que entre el 67 y el 68, Crosby comenzó a abandonar la banda pionera del folk-rock.

En ese año de 1968, Buffalo Springfield, pioneros del country-rock y uno de los mejores grupos de folk-rock de la mitad de los 60, quebraban. Stephen Stills, vocalista y guitarrista de la banda, se reencontraría con su amigo David Crosby y empezaron a madurar la idea de un grupo nuevo de folk-rock, con una fuerte base vocálica armónica.

Al otro lado del océano, Graham Nash, cansado del éxito comercial y de no poder, por ello, hacer las canciones que a él le gustaría hacer, abandona el grupo de pop británico, The Hollies, y se traslada a Los Ángeles. Una vez allí, David Crosby, que era su amigo, le encuentra y le invita a una reunión con Stephen Stills para hablar sobre la fundación de un grupo vocálico de folk-rock. Nash aceptó.

La cantautora Judy Collins era aquella "Judy Blue Eyes"Judy Collins era una de las cantautoras y folksingers más veteranas que, siendo una de las alumnas del gran Pete Seeger, no le asustó el cambio musical producido a la mitad de los 60. Por aquellos entonces, era novia de Stephen Stills, y fue en su casa en donde se reunieron los tres músicos para fundar Crosby, Stills & Nash: el grupo que, básicamente, inventó el country-rock. En 1969, el ex-Buffalo Springfield Neil Young se unía al grupo, transformándolo en el cuarteto Crosby, Stills, Nash & Young; su presentación se produjo en la segunda parte de la actuación del trío anterior en el festival de Woodstock, y le dio al grupo una orientación más rockera, frente a su primer disco, en donde primaba mucho lo acústico.

Y así se fundó el trío que más tarde sería cuarteto. Y como en gran medida la responsable de todo aquello fue la gran cantautora Judy Collins, su carta de presentación fue esta canción, una suite que alternaba las harmonías de Crosby y Nash con los solos de Stills, y que acababa con un son cubano cantado en castellano, titulada “Suite: Judy Blue Eyes”, un mensaje de amor de Stills a Collins, pero también un guiño de agradecimiento a su ayuda.

Suite: Judy Blue Eyes

It’s getting to the point where I’m no fun any more
I am sorry
Sometimes it hurts so badly I must cry out loud
I am lonely
I am yours, you are mine, you are what you are
You make it hard

Remember what we’ve said, and done
And felt about each other
Oh, babe, have mercy
Don’t let the past remind us of what we are not now
I am not dreaming
I am yours, you are mine, you are what you are
You make it hard

Tearing yourself away from me now, you are free
And I am crying
This does not mean I don’t love you, I do, that’s forever
Yes, and for always
I am yours, you are mine, you are what you are
You make it hard

Something inside is telling me that I’ve got your secret
Are you still listening?
Fear is the lock, and laughter the key to your heart
And I love you
I am yours, you are mine, you are what you are
And you make it hard
And you make it hard
And you make it hard

Friday evening
Sunday in the afternoon
What have you got to lose?
Tuesday morning
Please be gone, I’m tired of you
What have you got to lose?

Can I tell it like it is?
Help me I’m suffering
Listen to me baby
It’s my heart that’s suffering
Help me, I’m crying to you
It’s dyin’ and that’s what I have to lose

I’ve got an answer
I’m going to fly away
What have I got to lose?
Will you come see me
Thursdays and Saturdays
What have you got to lose?

Chestnut brown canary
Ruby throated sparrow
Sing a song, don’t be long
Thrill me to the marrow

Voices of the angels
Ring around the moonlight
Asking me, said she so free
How can you catch the sparrow?

Lacy lilting lady
Losing love lamenting
Change my life, make it right
Be my lady

Do do do do do, do do do do do do
Do do do do do, do do do do

¡Qué linda! Me recuerda a Cuba
La reina de la Mar Caribe
Quiero sólo visitarla allí
Y qué triste que no puedo. ¡Vaya!
O Va! O Va!

[Otra versión*]

Qué linda, me la traiga Cuba
La reina de la Mar Caribe
Cielo sol no tiene sangre ahí
Y qué triste que no puedo ¡vaya!
Oh va, oh va, va

http://lyricskeeper.es/es/crosby-stills-nash/suite-judy-blue-eyes.html

Suite: Judy Ojos Azules

Se está llegando a un punto en el que ya no me divierto más/ Lo siento/ A veces duele tanto que tengo que gritar fuerte/ Estoy solo/ Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ Lo haces difícil// Recuerda lo que hemos dicho, y hecho/ y sentido por el otro/ Oh, cariño, ten piedad/ No dejes que el pasado nos recuerde lo que no somos ahora/ No estoy soñando/ Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ Lo haces difícil// Te estás apartando de mí ahora, eres libre/ y yo estoy llorando/ Eso no significa que no te quiera, al contrario, es para siempre/ sí, y por siempre./ Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ Lo haces difícil// Algo dentro de mí me dice que tengo tu secreto/ ¿Me oyes aún?/ El miedo es el cerrojo, y la risa la llave para tu corazón/ y te quiero// Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ y lo haces difícil/ y lo haces difícil…// Viernes noche/ Domingo por la tarde/ ¿Qué tienes que perder?/ Martes por la mañana/ Por favor, vete, estoy cansada de ti/ ¿Qué tienes que perder?// ¿Puedo decirlo tal cómo es?/ Ayúdame, estoy sufriendo/ Escúchame cariño/ Es mi corazón que está sufriendo/ Ayúdame, te lo estoy gritando/ Se muere y eso es lo que tengo que perder.// Tengo una solución/ Voy a irme volando/ ¿Qué tengo que perder?/ ¿Me vendrás a ver/ los jueves y los sábados?/ ¿Qué tienes que perder?// Castaño canario marrón/ gorrión de garganta de rubíes/ canta una canción, no tardes,/ emocióname hasta la médula.// Las voces de los ángeles/ que suenan alrededor de la luz de la luna/ me preguntan, dijeron ella es tan libre,/ ¿cómo se puede atrapar un gorrión?// Perezosa dama iluminada/ que se lamenta por la pérdida del amor/ Cambia mi vida, corrígela/ Sé mi dama// Do do do… 

Stephen Stills

Crosby, Stills & Nash

* Las estrofas finales, cantadas en castellano, solían cambiar en cada actuación: la primera pertenece al enlace de la wikipedia, y la segunda al otro enlace. No vuelvo a reproducirlas porque, obviamente, no precisan traducción.

Y una mano excelente, en el Festival de Woodstock, en lo que era la segunda actuación en público del grupo:

V Aniversario: los mejores vídeos del año (2ª parte: Abril, 2011-Septiembre, 2011)


Y así, tirando del hilo de los vídeos de youtube, me encontré esta otra de Jacques Brel, que ha sido siempre una de mis favoritas, y lo fue aún más cuando supe lo que significaba su letra. “Ces gens là” es una desgarradora canción, mitad crítica a la hipocresía de ciertas personas o clases sociales, mitad amargo amor imposible. Éste fue uno de los mejores vídeos vistos a lo largo de este año, con un Jacques Brel interpretando a los personajes de la canción y haciéndonos estallar en llanto al nombrar a su amor:

Y, aunque esta fue más reciente, por encadenarlo, no podía dejar de poner su canción más emblemática, "Ámsterdam”:

Otro de los grandes, que le suele a gustar a todo el mundo, aunque probablemente no sea tan bueno como Brel, es Bruce Springsteen, ese poeta del rock’n’roll, que siempre hace gala de su potencia y vitalidad. Dos temas fueron los que aquí aparecieron, de su disco The river. El primero, esa triste historia llamada “Jackson Cage”:

Y su melancólica y triste balada, “The river”, que la pusimos en Mayo:

Y vuelta a Woodstock. Reconozco que me gusta ver vídeos de actuaciones de rock porque me carga las pilas el derroche de energía de los músicos, y Woodstock y Monterey, para esto, son ideales. Éste en particular es uno de los que más buen rollo me da: el principio de la actuación del grupo de San Francisco, que mezclaba la psicodelia y la política, Country Joe & The Fish, que incluimos en la sección “Minutos musicales”:

Y de Woodstock a Monterey, de la psicodelia al soul, con la actuación de uno de los artistas más queridos e idolatrados en este blog: el inmortal Otis Redding:

Ambos fueron colgados a modo de intermedio, en esos días en los que no tengo nada especial que decir ni se me ocurre una canción que presentar o disertar. Pero una de mis grandes pasiones es descubrir canciones históricas que surgieron como canciones populares (de trabajo, religiosas, picarescas, pornográficas…) y acabaron encarnando cosas más grandes como revoluciones o guerras. Dos o tres han sido esos casos en los que al buscar la letra de una canción me he encontrado con un enrevesado de historias y personajes. “Santy Anno”, la canción de los voluntarios británicos al lado del general Santana en la guerra Méxicano-estadounidense y que acabó siendo el himno de los buscadores de oro, fue una de ellas, y descubrimos la impresionante versión de la gran Odetta:

Pero no necesariamente tiene que tener una canción una gran historia, o una letra que explique las relaciones de producción, etc. Para captar mi atención basta con que la música sea buena y la letra lo suficientemente significativa. Fue por ejemplo esta triste historia de Frankie Lymon, un genio prematuro que murió demasiado joven y que ya decía que no era “un delincuente juvenil”:

Pero las canciones vinculadas a una época, a sus sentimientos, siempre han sido mis preferentes. En Abril, al colgar la letra de la canción “For what it’s worth” de Buffalo Springfield, no podía adivinar que, en parte, estaba profetizando ciertos eventos tanto nacionales como internacionales. Aquí están, en el festival de Monterey, dándole un puntito más a la canción, con David Crosby ocupando el lugar de Neil Young:

Y siguiendo con el festival de Monterey, ¡qué coño!, otro gran grupo de Frisco, los Quicksilver Messenger Service, con la canción de Dino Valente: “Dino’s song”:

Y con la actuación de uno de mis grupos de blues blanco favoritos: Canned Heat y sus blues sureños:

Y si de grupos hippies hablamos, no podíamos pasar por alto a los mejores, a la gran banda de San Francisco: los Grateful Dead, uno de los conjuntos más constantes de la historia del rock, interpretando una canción apocalíptica de la cantante canadiense Donnie Dobson: “Morning dew”:

No sé porqué razones, pero de un tiempo a esta parte, los Grateful Dead se han ido ligando a mis vivencias personales variadas, como por ejemplo, esta “Cold rain & snow”:

Y, ¿quién se puede resistir a este raudal de buenas vibraciones, llamada “Uncle John’s Band”:

E incluso cierta identificación en temas de “chicos malos”, de los que nadie espera nunca nada, como es su versión de la autobiográfica “Mama tried” de Merle Haggard:

Una de las canciones más impresionantes que he escuchado nunca, ha sido “Free bird”, del grupo de rock sureño Lynyrd Skynyrd. Es una canción que además cobró una especial significación cuando la mayoría de la banda falleció en un accidente de avión, entre ellos Ronnie van Zant, vocalista del grupo y autor de la canción:

Pero uno de los grandes descubrimientos de este años fue esta impresionante balada de desengaño y de autoafirmación de la cantautora Melanie Safka. En versión original es una maravilla, pero esta toma de su actuación en el festival de Woodstock me dejó, literalmente, paralizado por su fuerza:

Pero una de mis grandes obsesiones de este año ha sido intentar desentrañar lo que quiere decir esta canción del folklore romaní, “Musikanti”, en donde creo encontrar cierta historia triste en la que en algún país de la Europa del Esta se alistara para la guerra a los gitanos. La descubrí gracias a la banda de World Music checa Gothart:

Pero la de este otro grupo gitano de Italia  también es muy interesante, Acquaragia Drom:

Y es que el folklore romaní ha sido una de mis grandes pasiones de este año. Tirando de vídeos y textos, descubrí que la nación gitana tiene su propia bandera y su propio himno, escrito por Žarko Jovanović para la banda sonora de una película y adoptado por el Congreso Internacional de los gitanos para ello. “Đelem, đelem”, una triste historia que denuncia el pojramos, el holocausto gitano, a mano de los nazis:

Y recorriendo el folklore romaní, nos encontramos al gran compositor yugoslavo (como él se define) Goran Bregovic, arreglando la canción del festival de primavera de los gitanos orientales, el “Ederlezi”:

Bregovic fue el autor de la banda sonora de esa maravillosa película, de corte absurdo a la manera de Berlanga, El tren de la vida (Radu Mihaileanu, 1998), en la cual unos judíos tratan de escapar del holocausto disfrazándose de nazis y deportados con un tren rumbo a Palestina, vía Rusia. En el camino se encuentran con unos gitanos que idearon un plan parecido para escapar hacia la India. Entonces se produce uno de los momentos más memorables de la película, cuando judíos y gitanos se baten en un emocionante duelo… musical:

Porque otro ciclo importante fue el de la música de los judíos sefarditas, con un legado que perdura hasta nuestros días. Me emocionó mucho saber que esta bella canción, “En tierras ajenas”, una canción que data de cuando vivían en la Edad Media en España, se convirtió en su himno de resistencia durante el holocausto, expresando un dolor más grande y profundo que aquel que sus antepasados tuvieron, volviéndose a mirar por última vez sus campos y casas mientras seguramente la entonaban, cuando fueron expulsados de España. Françoise Atlan es una de sus descendientes:

En otro orden de cosas, la segunda mitad de este año vino marcada por el Movimiento 15-M. Dolido y desengañado, como estaba más o menos, de ciertas utopías, intentando ser como Rick en Casablanca, regentando un café metafórico con buena música en donde la Resistencia era bien recibida, pero no los nazis, empecé a apoyar gran parte, si no todas, de sus acciones cuando se comenzó a intentar desprestigiarles y en algunas comunidades autónomas se les reprimía brutalmente. Para una de ellas, que tuvo lugar en Valencia, les dediqué esta canción del inmortal alcoyano Ovidi Montllor, cantautor y actor inolvidable: “La fera ferotge”, una canción alegórica y satírica sobre las reclamaciones sociales bien justificadas:

Pero revoluciones a un lado, que no al margen, siempre hay sitio para buenas y emotivas canciones, como esta “Darling be home soon”, del cantautor y ex-vocalista de Lovin’ Spoonful, John Sebastian, cuya emotiva interpretación de este tema en el festival de Woodstock, emocionándose al final, es una de mis actuaciones favoritas, y no me canso de verla:

O canciones de un rabioso optimismo contagioso, como “It don’t come easy”, del simpático Ringo Starr:

Pero sin perder la realidad… Debido al violento e injusto desalojo de la Plaza del Sol de Madrid, decidí desenterrar el hacha de guerra y decirle a los responsables, como ya lo hizo Javier Krahe hace años, que “Cuervo Ingenuo no fumar la pipa de la paz con tú”:

Tuvimos, sin motivo especial alguno, salvo mi propia admiración, un recuerdo emocionado hacia el gran Paul Robeson, actor, cantante y activista afroamericano de un compromiso natural y sincero no sólo con su propia gente, sino con todas. Robeson se hizo famoso por interpretar esta canción en una famosa película, Show boat”. “Ol’ Man river”:

Pero a mediados de los años 30, Robeson, que visitó a la Brigada Lincoln en España, cuando interpretaba la canción le cambió la letra, dándole un sentido mucho más revolucionario. Como ejemplo, esta actuación, que a día de hoy sigue poniendo los pelos como escarpias:

Y hay heridas que se empeñan en que no cicatricen. La pasividad y la desinformación con la que pasó desapercibida la profanación del monumento a Miguel Hernández por parte de un grupo de ultraderecha me resultó especialmente repugnante. Eso sí, los “demócratas” pueden darse palmadas en la espalda porque se ha detenido a un rapero que dijo unas tonterías… Adolfo Celdrán, interpretando su canción sobre uno de los mejores poemas de Hernández:

Como con Lorca, a cuya localización se niega cierta gente: éste es, sin lugar a dudas, el país que no ama a sus poetas. Me estremeció ver a don Agustín González, uno –si no el mejor- de los mejores actores españoles, declamar este “El rey de Harlem”:

Y que no sea por falta de homenajes. También recordamos a nuestro querido José Antonio Labordeta, de cuyo fallecimiento se cumplió un año. Para volver a recordarle, su canción más famosa:


… y éste, más o menos, ha sido el año en vídeos: un año intenso en ciertos aspectos, y en otros como todos… Pero la música que no pare, ¿eh? Lo que nos depare este año –según el calendario zamarril- el tiempo lo dirá, y espero verte, veros, el año que viene para contároslo, porque todavía quedan muchas cosas por decir, muchas canciones por descubrir y escuchar, muchos amigos a los que recordar o conocer, y muchos amores por vivir. Acabamos, si os parece, con una canción mítica, probablemente la mejor canción de rock de la historia: “Bohemian rhapsody”, de Queen, una canción que cuando estoy bajo o triste me gusta recordar y me recarga de nuevo con energías renovadas:

Y, a la manera de Bob Hite: Don’t forget to Boggie!

For what it’s worth


Buffalo_springfieldTras el huracán del folk-rock y la revolución eléctrica para el folk, y lírico-melódica para el rock, fueron muchos los grupos que fueron apareciendo en Estados Unidos, especialmente en California, practicantes de la mezcla de música tradicional y pop al estilo británico. Uno de ellos fue Buffalo Springfield, un grupo de folk-rock, country y bluegrass que fueron los grandes pioneros del estilo country-rock, a pesar de su corta vida, aunque no así la de la mayoría de sus miembros. El grupo contó con Stephen Stills, Neil Young (canadiense), Jim Messina, Richie Furay, Dewey Martin y Bruce Palmer; comenzó sus andanzas en 1966 y finalizó en 1968. Algunos de sus componentes formarían los primeros y más influyentes conjuntos de country-rock: Stephen Stills fundaría junto a David Crosby, de los Byrds, y Graham Nash, de los Hollies, el grupo al que se uniría Neil Young, que tuvo ciertos trabajos en solitario, Crosby, Stills, Nash & Young; y, por su parte, Richie Furay y Jim Messina fundarían Poco. Neil Young, además, fundó Crazy Horse, otro gran grupo de country-rock.

ForWhatItsWorthSu primer álbum, en 1966, que llevaba por título, como suele ser costumbre, el nombre de la banda, se abría con una canción que quedó como un himno del activismo de los años 60 nada más aparecer. “For what it’s worth” es una canción que narra aquellas primeras manifestaciones, promovidas generalmente por el movimiento estudiantil, contra la guerra de Vietnam: concretamente habla de las revueltas de Sunset Strip. Más que criticar, nos narra el ambiente de esas manifestaciones, el miedo cuando aparece la policía y todo se viene abajo, etc. Su posicionamiento, sin embargo, se ve claro, y, de alguna manera, vaticina con dos años de antelación las movilizaciones del año 68:

El vídeo, como reconoce el usuario, contiene imágenes de Jefferson Airplane

For what it’s worth

There’s something happening here
What it is ain’t exactly clear
There’s a man with a gun over there
Telling me I got to beware

I think it’s time we stop, children, what’s that sound
Everybody look what’s going down

There’s battle lines being drawn
Nobody’s right if everybody’s wrong
Young people speaking their minds
Getting so much resistance from behind

I think it’s time we stop, hey, what’s that sound
Everybody look what’s going down

What a field-day for the heat
A thousand people in the street
Singing songs and carrying signs
Mostly say, hooray for our side

It’s time we stop, hey, what’s that sound
Everybody look what’s going down

Paranoia strikes deep
Into your life it will creep
It starts when you’re always afraid
You step out of line, the man come and take you away

We better stop, hey, what’s that sound
Everybody look what’s going down
Stop, hey, what’s that sound
Everybody look what’s going down
Stop, now, what’s that sound
Everybody look what’s going down
Stop, children, what’s that sound
Everybody look what’s going down

Por lo que vale la pena

Hay algo pasando aquí/ lo que es no está exactamente claro/ Hay un hombre con un arma por allí/ diciéndome que tenga cuidado// Creo que es hora de que paremos, niños, qué es ese sonido/ Todo el mundo mira lo que está sucediendo// Hay frentes de batalla siendo elaboradas/ Nadie tiene razón si todo el mundo se equivoca/ La gente joven hablando de sus intenciones/ obteniendo mucha más resistencia desde atrás// Creo que…// Buen día de campo para la pasma/ Mil personas en la calle/ cantando canciones y llevando pancartas/ En general dicen, hurra por nuestro bando// Creo que…// La paranoia ataca fuerte/ se arrastrará dentro de tu vida/ Comienza cuando tienes miedo siempre/ te sales de la línea, el hombre viene y te lleva// Será mejor que paremos, hey, qué es sonido/ Todo el mundo mira lo que sucede…

Stephen Stills

Buffalo Springfield

Y, como viene siendo ya costumbre, un vídeo del festival de Monterey, al que fueron invitados como uno de los grupos revelación del folk-rock. En esta actuación no estuvo Young, que había dejado el grupo, para volver más tarde de nuevo, poniendo en peligro la asistencia de la banda al evento. Sin embargo, su lugar fue cubierto para la actuación por el byrd David Crosby, amigo del conjunto (nada extraño, ya que todos estos músicos se conocían ya de la época en la que arrastraban sus guitarras como cantautores folk por los cafés de Nueva York y California). En él hacen una versión memorable del tema, subiendo el tono en los estribillos finales; aunque las imágenes de los amigables y colaboradores policías que aparecen en el montaje se corresponden poco o nada con la imagen –real, no obstante- negativa que da la canción. El grupo es presentado con elogios por el miembro de los Monkees, Peter Tork:

Not so sweet Martha Lorraine


countryjoe0001Country Joe & The Fish fue un grupo pionero en lo que podríamos llamar la politización del rock de los años 60. Contrario a la creencia popular, la mayoría de cantantes y músicos de folk que comenzaron a militar en los nuevos grupos de acid rock y psicodelia, abandonaron bastante la protesta política a través de sus canciones: pero Country Joe McDonald y Barry Melton “The Fish”, ambos, cantautores folk que tocaron en las manifestaciones contra la guerra a dúo, al convertirse al rock y reclutar a David Cohen (guitarra y órgano), Bruce Barthol (bajo) y Chicken Hirsh (batería), decidieron no abandonar su crítica contra el sistema y la guerra. Joe McDonald, proveniente de una familia filo-comunista que tuvo que abandonar Washington por esas razones, junto a Barry Melton mayormente, fue el responsable de la mezcla de crítica política y filosofía hippie, convirtiendo al grupo en todo un pionero en ello, ya que la verdadera politización de los grupos de rock (hablando exclusivamente de las letras) vendría hacia 1968 (si acaso, con las excepciones, aunque sean puntuales, de grupos como los Byrds versionando canciones de Pete Seeger; Buffalo Spingfield en aquella “For what it’s worth”; Neil Young, y algunas canciones de Jefferson Airplane, como “reJoyce”, de la fabulosa Grace Slick, revisando un texto antibelicista de James Joyce). Joe McDonald no dejó nunca de ser un cantautor –en el sentido estricto de la palabra-, y cuando a finales de los 60 el grupo tocó a su fin, retomó su carrera en este sentido, siendo su primer disco un tributo a su gran primera influencia: el gran Woody Guthrie.

Ignoro si, como creía, la canción que voy a poner, de su gran disco Electric Music For The Mind and Body, tiene connotaciones políticas: siempre pensé que iba dirigida a una de esas señoras tamcleodn serias que hablan sobre la moralidad, precursoras del invento ese, nada nuevo, del Tea Party (ya sabéis: señor@s generalmente blanc@s que, aunque guardan en el desván las sábanas y la capucha marca KKK del abuelo, niegan cualquier vínculo con la ultraderecha tradicional estadounidense mientras acusan a Obama  de ¡racismo!, ya que ellos son los únicos que saben cuál es el sitio de la gente dependiendo del color de su piel), del cual, alguno de sus miembros con programa en la Fox ha vertido mierda sobre McDonald por su participación activa contra la guerra de Iraq. Si la interpretación es política, nuestra Martha Lorraine particular es Esperanza Aguirre…

Not So Sweet Martha Lorraine

She hides in an attic concealed on a shelf
Behind volumes of literature based on herself
And runs across the pages like some tiny elf
Knowing that it’s hard to find
Stuff way back in her mind,
Winds up spending all of her time
Trying to memorize every line,
Sweet Lorraine, ah, sweet Lorraine.

Sweet lady of death wants me to die
So she can come sit by my bedside and sigh
And wipe away the tears from all my friends eyes
Then softly she will explain
Just exactly who was to blame
For causing me to go insane
And finally blow out my brain,
Sweet Lorraine, ah, sweet Lorraine.

Well you know that it’s a shame and a pity
You were raised up in the city
And you never learned nothing ‘bout country ways,
Ah, ‘bout country ways.

The joy of life she dresses in black
With celestial secrets engraved in her back
And her face keeps flashing that she’s got the knack,
But you know when you look into her eyes
All she’s learned she’s had to memorize
And the only way you’ll ever get her high
Is to let her do her thing and then watch you die,
Sweet Lorraine, ah, sweet Lorraine.

Now she’s the one who gives us all those magical things
And reads us stories out of the I Ching,
Then she passes out a whole new basket of rings
That when you put on your hand
Makes you one of the Angel Band
And gives you the power to be a man,
But what it does for her you never quite understand
Sweet Lorraine, ah, sweet Lorraine.

Well you know that it’s a shame and a pity
You were raised up in the city
And you never learned nothing ‘bout country ways,
Oh ‘bout country ways, oh ‘bout country ways,
Yeah, about country ways, oh, country ways …

No tan dulce Martha Lorraine

Se esconde en un ático oculta en una concha/ tras volúmenes de literatura basada en ella misma/ y corre a través de las páginas como una especie de elfo enano/ sabiendo que es difícil de encontrar/ ciertas cosas que recordar en su mente./ Acaba pasando todo el tiempo/ intentando memorizar cada línea,/ dulce Lorraine, ah, dulce Lorraine.// La dulce dama de la muerte quiere que me muera/ así que puede venir a sentarse al lado de mi cama y suspirar/ y enjuagar las lágrimas de los ojos de todos mis amigos./ Entonces explicará suavemente/ a quien exactamente hay que culpar/ para conseguir que me vuelva loco/ y finalmente reventar mi cerebro./ Dulce Lorraine, ah, dulce Lorraine.// Pues ya sabes que es una vergüenza y una lástima/ que os levantarais en la ciudad/ y nunca aprendisteis nada sobre los destinos del país,/ ah, sobre los destinos del país.// Al gozo de la vida ella lo viste de luto/ con secretos celestiales grabados en su espalda/ y su cara sigue brillando como si tuviera el don/ Pero sabes cuando la miras a los ojos/ que todo lo que aprendió lo tuvo que memorizar/ y la única manera en la que podrás “colocarla” alguna vez/ es dejarla hacer sus cosas y después verte morir,/ dulce Lorraine, ah, dulce Lorraine.// Ahora ella es la única que nos da todas esas cosas mágicas/ y nos lee historias sacadas del I Ching,/ entonces reparte toda una nueva canasta de anillos/ que cuando te los pones en la mano/ te convierten en uno de la Banda de Ángeles/ y te da el poder para ser un hombre,/ pero lo que le hace a ella nunca lo acabas de entender,/ dulce Lorraine, ah, dulce Lorraine.// Pues ya sabes que es una vergüenza y una lástima/ que os levantarais en la ciudad/ y nunca aprendisteis nada sobre los destinos del país,/ ah, sobre los destinos del país.

Joe McDonald

Jefferson-Aeromodelismo: Turn my life down


martyTras el huracán rockero con el que se cierra la cara A, el segundo lado del disco se abre con una tranquila balada folk-rock de mano de Jorma Kaukonen que parece hablar del reencuentro de dos ex-amantes; sin embargo, Jorma no creía que él pudiera cantar la canción como él quisiera, y cede el papel de vocalista a su compañero Marty Balin que, como él esperaba, hace un trabajo realmente estupendo, apoyado de nuevo por el grupo femenino Ace of Cups a los coros, y además con dos de los invitados: Stephen Stills (ex-componente de Buffalo Springfield, que comenzaba con la aventura del trío –por entonces- de country-rock Crosby, Stills & Nash) al órgano hammond, y el percusionista Jefferson Airplane-to-be (perdón, es que me gusta esta expresión inglesa sin equivalente exacto en castellano, si acaso “futuro”) Joey Covington a las congas.

Turn my life down

When I see you next time round in sorrow
Will you know what I’ve been going through
My yesterdays have melted with my tomorrow
And the present leaves me with no point of view
When I see you next time round look into my eyes
Where we’d be never could decide
Borrowed moments they cannot fill the moments of our lives
And wishful thinking leaves me no place to hide
No place to hide
No place to hide
I see the shadows softly coming
Taking me into a place
Where they turn my life down
Leaving mourning with myself
And nothing to say

Tomar mi vida

Cuando te vea la próxima vez con tristeza/ ¿sabrás por lo que he estado pasando?/ Mis ayeres se han fundido con mi mañana/ y el presente me abandona sin ningún punto de vista/ Cuando te vea la próxima vez mírame a los ojos/ dónde hemos estados nunca lo podríamos decidir/ Los momentos prestados no pueden llenar los momentos de nuestras vidas/ y la ilusión me deja sin lugar en el que esconderme/ Ningún lugar para esconderse/ Veo las sombras viniendo suavemente/ llevándome a un lugar/ donde toman mi vida/ dejándome lamentándome conmigo mismo/ y sin nada que decir.

Jorma Kaukonen

Jefferson-Aeromodelismo: Podemos estar juntos… ¡Contra la pared, hijoputa!


La violencia que había comenzado el año de 1968 no se detuvo, y siguió en auge en 1969, coincidiendo con la legislatura de Richard Milhous Nixon, elegido en 1968. Las protestas contra la guerra del Vietnam se recrudecían, así como los disturbios raciales, mientras Nixon, aunque fuera indirectamente, declaraba a los estudiantes, a los hippies y a los negros enemigos declarados de “América”. El año 1969 ya anunciaba que la década siguiente iba a estar marcada por un incremento de la violencia como no se veía desde hacía 40 ó 50 años atrás. Este panorama afectó a la música rock estadounidense (y británica) de dos maneras, una directa y otra indirecta. El modo directo en que los acontecimientos socio-políticos afectaron a la música fue que los cantantes y grupos de rock se mostraban mucho más implicados a través de sus canciones que antes, con temas que hablaban sobre la guerra, ya no siempre desde el pacifismo más utópico y naif, al estilo de John Lennon, sino desde las críticas al gobierno, al ejército y a la banca; sobre los disturbios raciales, posicionándose, claramente, a favor de los negros y de sus figuras públicas, desde Martin Luther King hasta los Panteras Negras (cuyos líderes no eran tan radicales como sus bases)… O bien hubo quien hizo aún más hermética su burbuja, predicando una “huida hacia los bosques” en donde estar a salvo de la violencia urbana, o a través de alguna religión mística del lejano oriente.

Jefferson Airplane - Volunteers - FrontLa incidencia indirecta, probablemente muy relacionada con la otra, fue que muchos de los grupos ya veteranos experimentaron una especie de regreso a las raíces muy curiosa: los Byrds y los Grateful Dead volvían sus ojos al country-rock, al igual que los miembros de bandas pioneras, ya desaparecidas o recicladas, como Crosby, Stills, Nash & Young (David Crosby de Byrds; Graham Nash de los Hollies; y Stephen Stills y Neil Young de Buffalo Springfield), Poco (con Richie Furay de Buffalo Springfield), Flyin’ Burrito Brothers (con ex-Byrds Chris Hillman y Gram Parsons). También Bob Dylan volvía a sus raíces del folk y sacaba un disco íntegramente de country, mientras surgían nuevos grupos que enraizaban en el rock y el blues más purista: Creedence Clearwater Revival y su swamp-rock, el blues atronador de Allman Brothers, o los abanderados del rock sureño Lynyrd Skynyrd. Los Beatles vuelven al rock y al rythm’n’blues de sus raíces en sus dos últimos álbumes, al igual que hicieron los Rolling Stones, y los Who se reciclaban en el rock más duro de la última hornada. Y es que cuando el rock duro volvió sus ojos al blues más clásico y tradicional y lo atiborró de esteroides, éste se renovó en un estilo que comenzó a llamarse heavy rock: Led Zeppelin, AC/ DC, Black Sabbath… Incluso Deep Purple, un grupo rock duro “sesentayochero” reemplazaban a su vocalista por otro con una voz más aguda y potente para estar a la altura de los tiempos. Por otro lado, también estaban los que no dejaban de explorar otras vías más progresistas, dando lugar al rock progresivo de los años 70 (Moody Blues, King Crimson, Genesis, etc.), de los cuales algunos harían auténticas obras maestras y otros rebasaban la barrera de lo soportable. Pero, ¿y Jefferson Airplane? Con una melodía base de blue-grass y una letra reivindicativa, abrían su disco de 1969 Volunteers:

En Jefferson Airplane confluyeron las dos incidencias en este disco: temáticamente su disco más político, y musicalmente más austero que los anteriores,Jefferson Airplane - Volunteers - Inside con presencia del rock duro más puro junto a temas de folk-rock y de country, para el que contaron con la colaboración de amigos como David Crosby, Stephen Stills, Joey Covington (futuro sustituto de Dryden), Jerry García, el teclista Nicky Hopkins y el conjunto Ace of Cups a los coros. Detrás de la politización del grupo estaba Paul Kantner, el Airplane más político según sus compañeros, que, como hemos dicho, ya había tomado las riendas del grupo desde hacía tiempo. No todos estaban demasiado de acuerdo con esta línea: Jack Casady consideraba que no era asunto suyo implicarse en política así, pero como músico profesional debía hacer que aquello sonara bien; Jorma Kaukonen se define como apolítico, aunque en el disco aparece con una camiseta que tiene grabada la famosa efigie del “Che” Guevara. Dentro del disco, el grupo, representado en la portada con máscaras y accesorios de broma con la bandera de su país detrás, presenta en el interior del disco la reproducción de un diario en el que se habla sobre un ficticio festival de rock (alterando el nombre de grupos reales como “Bud Dolan”, “Rolland Stoves” o “The Beavers”), y al lado una especie de encuesta a los miembros de Jefferson Airplane que reproduzco. Ante la pregunta “¿Cuál es tu barra favorita de la bandera?” los miembros del grupo tienen sus más diversas respuestas, algunas aparentemente absurdas, como Grace, respondiendo “Apunta eso hacia otro lugar” (supongo que se refiere a un micrófono), o Paul Kantner, asegurando que “Michoucan” (uno de los Estados de México, supongo) es su barra favorita; o Jack Casady, que tiene cuatro barras favoritas en la bandera de EE.UU. Pero más reveladoras son las respuestas de Balin y Jorma:

Marty Balin: “¿Qué bandera?”

Jorma Kaukonen (que es quien da la respuesta más explícita): “Déjame contestar esa pregunta con otra: ¿Por qué el Pentágono no mantiene lejos sus espíritus malignos?”

Y así, el álbum se abre con “We can be together”, una especie de himno generacional de reafirmación contra los ataques lanzados contra los hippies y otros colectivos por el presidente Nixon y demás, escrito por Paul Kantner. Lo más conflictivo de la letra, para los directivos de RCA, era la presencia de la palabra “motherfucker”, hijo de puta, y rogaron al grupo que quitaran “eso”; pero ellos se salieron con la suya… Y, francamente, nunca había oído la palabra “hijo de puta” de una manera tan deliciosa. “We can be together”: un deseo y una reivindicación generacional:

del documusical “Go ride the music”

We can be togeher

We can be together
Ah you and me
We should be together
We are all outlaws in the eyes of america
In order to survive we steal cheat lie forge fuck hide and deal
We are obscene lawless hideous dangerous dirty violent and young
But we should be together
Come on all you people standing around
Our life’s too fine to let it die and
We can be together
All your private property is
Target for your enemy
And your enemy is
We
We are forces of chaos and anarchy
Everything they say we are we are
And we are very
Proud of ourselves
Up against the wall
Up against the wall (motherfucker)
Tear down the walls
Tear down the walls
Come on now together
Get it on together
Everybody together
We should be together
We should be together my friends
We can be together
We will be
We must begin here and now
A new continent of earth and fire
Come on now gettin’ higher and higher
Tear down the walls
Tear down the walls
Tear down the walls
Won’t you try

Podemos estar juntos

Podemos estar juntos/ tú y yo/ Deberíamos estar juntos/ Todos somos proscritos a los ojos de América/ Con el fin de sobrevivir robamos, timamos, mentimos, falsificamos, jodemos, nos escondemos y traficamos/ Somos obscenos, ilegales, horribles, peligrosos, sucios, violentos y jóvenes,/ pero deberíamos estar juntos/ Vamos toda la gente que estáis alrededor/ Nuestra vida es demasiado hermosa como para dejarla morir y/ podemos estar juntos/ Toda vuestra propiedad privada es/ objetivo de tu enemigo/ y tu enemigo es/ nosotros/ Somos fuerzas del caos y la anarquía/ Todo lo que dicen es que somos lo somos,/ y nosotros estamos [somos] muy/ orgullosos de nosotros mismos./ ¡Contra la pared/ contra la pared (hijo de puta)!/ ¡Echad abajo las paredes!/ ¡Echad abajo las paredes!/ Vamos ahora juntos/ Pongámonos en marcha juntos/ Todos juntos/ Deberíamos estar juntos/ deberíamos estar juntos, amigos míos/ Podemos estar juntos/ Lo estaremos/ Debemos comenzar aquí y ahora/ un nuevo continente de tierra y fuego/ Vamos ahora colocándonos más y más/ Echad abajo las paredes…/ ¿no lo intentaréis?

More lyrics: http://www.lyricsfreak.com/j/jefferson+airplane/#share

Up against the wall, motherfucker!no sólo es una frase que se podría haber oído a un policía, sino que tiene al menos dos variantes: una, la de un movimiento anarquista llamado “The Motherfuckers” (los hijos de puta), y otra, de la que deviene ésta además, es de un poema titulado “Black People!” (¡Pueblo Negro!), del poeta Amiri Baraka, dedicado, obviamente, a la comunidad afroamericana y al movimiento de Derechos Civiles. La expresión se convirtió en un grito de protesta del 68 estadounidense, y Jefferson Airplane, con esta canción la fomentó como grito revolucionario. Y aquí está la actuación en la que, contra los censores, Grace dice “motherfucker” en el show de Dick Cavett, convirtiéndose en la primera cantante en decir esta palabra en la televisión estadounidense:

Actuación en el Dick Cavett Show, 1969

Para comprender mejor lo que pasaba, os recomiendo este artículo de la época escrito en la revista Triunfo: “La América que mata”, pp. 34-43 y su segunda parte, pp. 22-29, firmados por Alberto Moravia

Monterrey Pop Festival


Reconozco que por lealtad cronológica, esta entrada debería haber
aparecido en junio. Pero la pongo ahora siguiendo el curso de la
historia del movimiento hippy que he hecho aquí mismo. He reunido algunas de las más memorables actuaciones, pero hubo más…
En Junio de 1967, el llamado Verano del Amor por la explosión cultural
o pseudo-cultural, según se mire, que sucedía en San Francisco, la
banda de folk-pop The Mamas & The Papas, junto a su productor Lou
Adler, decidieron celebrar todo aquello que estaba pasando entre la
juventud con un concierto multitudinario gratuito, siguiendo un poco
los guiones de los tradicionales festivales de jazz (en los que dicho
sea de paso, tuvieron una actuación polémica Chuck Berry primero y Bob
Dylan después). Para ello, la organización quiso reunir lo más puntero
de entonces del pop británico, el folk-rock, el blues y la psicodelia.
Para ello pretendieron reunir, sin pagar un dóllar, a los grandes hasta
entonces junto a nuevas promesas del pop y el rock: no obstante, por
motivos diversos, los Beatles, los Rolling Stones, los Beach Boys y Bob
Dylan rehusaron la oferta, aunque Brian Jones asistió como público. A pesar de la decepción que debió suponer
esto, su lado positivo fue que se pudo centrar la atención en los
nuevos talentos, para los que incluso este festival fue el comienzo de
su leyenda tanto a nivel nacional como internacional. Se pretendía que
fuera una celebración de la nueva conciencia, con flores y paz y esas
cosas… Y funcionó, y de qué manera ("Monterrey", por Eric Burdon & The Animals):

Para empezar, el himno de aquellos días. Scott McKenzie era un
antiguo compañero de John Phillips, el alma de Mamas & The Papas,
en los días del grupo folk The Journeymen. Cuando McKenzie grababa su
primer LP, John le regaló una canción que sería el único éxito de este
cantante armonioso de folk-rock. Le presenta Mama Cass y le acompaña
John Phillips y los músicos que acompañaban a Papas & Mamas:
 

Hubo dos grupos británicos que decidieron no faltar a la cita. Los
primeros de ellos, The Who, siempre dispuestos a tocar allá donde se
les necesite y a no defraudar a su audiencia… ni a dejar el escenario
en pie:
 

Por su parte, tras la ruptura de los Animals originales, aquel grupo de rythm’n’blues que sonaba tan profesional, Eric Burdon, todo un activista del movimiento hippie, presentaba a los nuevos Animals, con esta versión de un clásico de los Rolling Stones:

 

Junto a ellos, los ya populares grupos de folk-rock de California y Nueva York. Simon & Garfunkel
fueron invitados al festival; fueron un dúo de folk convencional sin un
gran éxito hasta que su productor electrificó su canción "The sounds of
silence", y desde entonces continuaron como dúo de folk-rock hasta su
no-amistosa separación debido a problemas tanto políticos como
musicales. Sobre la inclusión del dúo en el fenómeno hippy habría mucho
que debatir; no obstante, su estilo suave y simpático, casi naïf, les
hacía merecedores de un puesto:

 

Y, por supuesto, una canción que ya era leyenda con tan sólo 2 ó 3 años:

Por su parte, tampoco se podía dejar de invitar de lado a los Byrds: ellos habían inventado el folk rock prácticamente, tomando de Dylan, tomando de los Beatles, de Pete Seeger. Para el año 67 ya habían mezclado estas influencias con jazz contemporáneo, configurando la psicodelia que habían contribuido a crear. Aquí los tienes, tocando una canción muy famosa por aquellas días que también interpretaron Love, The Leaves y Jimi Hendrix Experience:

Buffalo Springfield fue uno de los más jóvenes grupos de folk-rock. Contó desde el principio con Stephen Stills y Neil Young; no obstante, en Monterrey Neil no tocó, y fue sustituido para ello por el byrd David Crosby:

Y, por supuesto, los propios organizadores del festival: The Mamas & The Papas, un grupo que representaba el lado amable y bonito de los hippies, aunque a veces artificial, que conjugaba el pop y el soul con el folk bien templado con sus armonías vocales:

Pero también fueron grupos desconocidos internacionalmente y nacionalmente, pero no así regionalmente, generalmente de blues. Uno de ellos, fueron aquellos monstruos del blues más puro a la par que renovado: Canned Heat

Otros, no obstante, eran bien conocidos como músicos acompañantes. Paul Butterfield Blues Band, con Mike Bloomfield a la guitarra, eran bien conocidos como acompañantes de Bob Dylan durante aquel festival de jazz tan polémico:

Pero, los grandes descubrimientos a nivel de nueva escuela de música, fueron sin lugar a duda los nuevos grupos de rock de San Francisco. Particularmente dos de ellos, Jefferson Airplane y Grateful Dead, se convirtieron en los auténticos símbolos musicales del movimiento hippie.
Jefferson Airplane fue el primero de aquellos grupos en grabar un LP, abriendo el filón de San Francisco. Formado por músicos de folk, a estas alturas se les seguía considerando un grupo de folk-rock que iba incorporando los elementos psicodélicos que serían su marca de fábrica:

No obstante, para muchos, The Grateful Dead era mejor grupo. Por lo menos, sus fans se mostraron leales hasta la muerte de Jerry García, sin caer en fanatismos:

Otros fueron Quicksilver Messenger Service,

Country Joe & The Fish, comandados por el cantautor Country Joe McDonald, una de las bandas más politizadas del movimiento hippie:

Y Big Brother & The Holding Company:

La actuación de Big Brother fue la presentación a nivel nacional del gigantesco talento de Janis Joplin, que, aunque aquí es solo la vocalista del grupo, muchos fueron los que percibieron que Janis tenía que ser un todo y no una parte:

Otro de los grandes descubrimientos que acaecieron durante el festival fue la de este muchacho negro. Jimi Hendrix había sido músico de estudio y de giras de estrellas tan rutilantes como Ike & Tina Turner, Chuck Berry, Little Richard… Pero a la hora de comenzar su carrera en solitario se topó con la incomprensión y, a menudo, con el racismo, hasta que Chas Chandler, bajista de los Animals, le descubrió y se lo llevó a Londres, en donde formó el grupo de blues-rock Jimi Hendrix Experience. Aquí, ya conocido, volvía triunfalmente demostrando lo que valía al país que le había dado la espalda:

Como guitarristas salvajes, en el festival Jimi y Pete Townshend, de los Who, tuvieron una discusión de quién actuaría primero. Lo echaron a suertes y ganó Townshend el honor de ser el 1º en destrozar una guitarra sobre aquel escenario:

Pero cuando le tocó el turno a Hendrix…

Para acabar, dos invitados de excepción. Otis Redding era, y es, una super-estrella del soul y de la música negra en general: tan pronto ponía al público a dar brincos como los ponía de rodillas llorando por la historia de desamor que estaba contando. Pocos días después de esta actuación, Otis fallecía tras sufrir un accidente de avión:



Ravi Shankar, sitarista indio, era en el 67, gracias a la corriente mística que invadía a la nueva generación, en todo un icono. Sus discos se vendían tan bien como losde los Beatles. Fue Shankar quien enseñó a George Harrison las técnicas básicas del sitar, y fue Harrison quien le introdujo en el panorama underground. Ravi Shankar fue el único músico que cobró porque tenía que pagarse el billete de avión para poder volver a la India:



Éste fue el primero de aquellos festivales multitudinarios de los hippies. Les seguirían otros, con más o menos fortuna, siendo Woodstock el que no sólo se le acercó, sino que lo superó. Pero éste fue el primero, y todo un ejemplo de que un grupo muy numeroso de personas podía convivir durante tres días sólo por la música.

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