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Manuel Curros Enríquez’s “O Maio” (put into a song by Luis Emilio Batallán)


M. Curros Enríquez, by Alexandre VigoThere’s a lot of celebrations along Spain that celebrates the coming of the spring, specially, the comming of May. They are celebrations dating back from Pre-Christian, and even Pre-Romans, times. One of the more beautiful is Os Maios (literally, “The Mays”), celebrated in Galicia, where kids, carrying garlands made of flowers, sing to the neighbors in exchange for sweets and nuts. The great Galician poet, Manuel Curros Enríquez, took the sens of the party and gave it a social meaning, waiting for a May of justice. (Though in Spanish, this is a very complete note about the celebrations of May: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=258).

O Maio

Ahí ven o maio
de flores cuberto…
Puxéronse á porta
cantándome os nenos;
e os puchos furados
pra min extendendo,
pedíronme crocas
dos meus castiñeiros. 

Pasai, rapaciños,
calados e quedos,
que o que é polo de hoxe
que darvos non teño.
Eu sonvo-lo pobre
do pobo galego:
pra min non hai maio.
¡pra min sempre é inverno!

Cando eu me atopare
de donos liberto
e o pan non mo quiten
trabucos e préstamos,
e como os do abade
florezan meus eidos,
chegado habrá entonces
o maio que eu quero.

¿Queredes castañas
dos meus castiñeiros…?
Cantádeme un maio
sin bruxas nin demos,
un maio sin segas
usuras nin preitos,
sin quintas nin portas,
nin foros nin cregos.

The May Celebration*

There comes May/ covered with flowers…/ The children got to my door/ singing to me;/ and laying to me/ their holey bonnets,/ they asked me for chestnuts/ from my chestnut trees.// Get in, kids,/ still and quiet,/ for today/ I have nothing to give you./ I am your poor/ of the Galician people:/ for me there is no May./ For me it’s always the winter!// When I felt/ free from the owners/ and my bread won’t be taken away by/ blunderbusses and lendings,/ and just like the abbot’s/ my fields shall bloom,/ then it may comes/ the May that I want.// Do you want chestnuts/ from my chestnut trees…?/ Sing to me a May**/ without witches nor demons,/ a May without harvests/ usuries nor lawsuits,/ without country houses nor doors,/ nor privileges nor clergies.

Manuel Curros Enríquez

* The title of the poem could be well translated as “May”; but as Curros Enríquez uses the article o (“the”), he may refers to the celebration that takes place in this month. So I translated it as “the May celebration”. Ok! There are a parties all along Europe called “May Day”, but these parties, ususally, have place on 1st May, and the Galician Maios are from late April to early May, even till Saint John’s day.

** As the party, the songs the kids sing, also are naming “maios”, *mays*.

Translation to Spanish:

https://albokari2.wordpress.com/2007/02/05/o-maio/

Many years later, a Galician songwriter named Luis Emilio Batallán put the poem into a delightful folk music, for his LP of 1975, named as the first verse of Curros’ poem, Ahí ven o Maio:

Historia de la canción de autor: 1975-1980


Joan Manuel Serrat en el teatro Tívoli, Barcelona 1972 http://www.sinera.org/tot-art/soliart/index.htm Por resumir someramente lo narrado hasta ahora, diremos que el panorama que se vivía en el mundo de la canción de autor a principios de los años 70 era sumamente contradictorio: por un lado, nunca había estado tan de "moda" protestar (algún camaleón quiso hacer su agosto aprovechando el tirón), pero, por otro lado, estaba volviéndose una práctica peligrosa de nuevo. Si bien, ciertos elementos gubernamentales podían tolerarla porque generaba dinero, también se hacía lo imposible para taparla: prácticas que iban desde la incontestable prohibición gubernamental, pasando por la vigilancia policial, hasta enviar a los matones de Cristo Rey a reventar el recital: resulta sintomático que durante la segunda mitad de los años 70, a pesar de la aparente liberta de expresión que había comenzado, la prohibición de recitales era enfermizamente usual. Sin embargo, en radio y en televisión había llegado una nueva generación de profesionales: los Ángel Álvarez con su caravana (título de su programa), los Carlos Tena, los Moncho Alpuente, los Ismael con su Banda del Mirlitón, e, incluso, cabría hablar de la labor de des-sentimentalización, psicodelización, erotización e ironización de Valerio Lazarov como director de TVE. Este panorama brindaba a muchos cantautores el poder subir a un escenario público, ante toda España: tal fue la muestra del perdón nacional-popular a Serrat por negarse a cantar en Eurovisión si no lo hacía en catalán: un concierto en el 74 dentro del espacio "A su aire".
Pero si bien comercial, artística y mediáticamente la situación era relativamente buena, no lo era tanto políticamente. A nivel internacional, los primeros 4 años de la década habían entrado con un ruido ensordecedor: la matanza de los estudiantes de Kent State, en EE. UU, el golpe de estado de Pinochet y su violenta y condenable represión contra la población civil, la Revolución de los Claveles portuguesa… Muchas cosas a la que el régimen franquista no era ajeno, y le empezaba a ver las orejas al lobo, pues, siguiendo lo ocurrido en Portugal, y en su manía de no abrirse del todo, el régimen decidió endurecer sus últimos años de existencia: dentro del país sucedían cosas que parecían presagiar que al general se le acababa el invento y que, aunque ya son de vox populi, siempre conviene recordar: ya no eran sólo las huelgas de estudiantes y trabajadores, ni siquiera eran solamente los atentados de las bandas armadas; era incluso algo más grave: el régimen corría el riesgo de perder sus dos pilares fundamenteales: parte del clero se había declarado en oposición y en rebeldía contra el régimen, los curas rojosVíctor Jara con la guitarra al hombro siempre, como se los llamaba -con más o menos justicia, según casos- y se les aplicaba el mismo tratamiento que a los presos políticos "comunes"; y, por otra parte, la Revolución de los Claveles puso en alerta al régimen, que descubrió elementos discordantes en el ejército: procedió a disolver a la UMD (Unión Militar Democrática) y encarcelar a sus miembros.
Fue por esos tiempos cuando sucedieron dos hechos que, de alguna manera, dignificaron la canción de autor (aún más). El primero, un hecho triste, fue el asesinato de Víctor Jara en 1973: pienso que aquel hecho fue análogo al asesinato de Federico García Lorca, pues demostró que el "cantante social" podía estar tan en el punto de mira como cualquier responsable político: esto quería decir que el cantante, quisiera no, tenía cierto protagonismo político-social. El segundo, mucho más alegre, fue la acertada elección por parte de los militares portugueses de la canción "Grândola, vila morena", del cantor portugués José Afonso; este hecho, demostró a su vez, que el cantor era capaz de remover conciencias y -sé que en mí ya sueña trillado- alimentar esperanzas. Sin embargo, no fue por estos hechos únicamente, aunque contribuyeron, que al llamado "cantante social" se le empezara a tomar muy en serio, con lo de positivo y negativo que esto conlleva.
Las Madres del Cordero (http://malablancayenbotella.blogspot.com/) Por supuesto, toda esa seriedad puede llegar a ser insoportable, sobre todo si se aspira sólo a hacer canciones: de ahí la feliz ocurrencia de la canción satírica, tan eficaz, o incluso más, que la canción seria o convencional. Aquí brillaron con luz propia autores satíricos como fueron y son Pi de la Serra, Las Madres del Cordero, Javier Krahe, Desde Santurce a Bilbao Blues Band, e incluso Hilario Camacho, Jesús Munárriz y Luis Eduardo Aute (de este tema hablaremos más adelante).
Acababamos el capítulo anterior con una frase. Una día de Noviembre -el 20 para más señas- el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, hablaba en un comunicado especial a los españoles; en tono compungido dijo aquella frase que muchos llevaban esperando: "Españoles, Franco ha muerto"… Uno ha leído mucho, visto muchas películas, documentales, etc., sobre aquel día: pero aún así, ni remotamente puedo sintetizar o condensar el caudal emocional que para muchos supuso tan ansiada noticia: era una pesadilla que ¿acababa?… Pudiera parecer que sí, pero incluso había sus dudas: aunque el sucesor del caudillo, el príncipe de Asturias Juan Carlos había (dicen, yo no juzgo) mostrado su intención de cambio, la presidencia de Arias Navarro pesaba como una losa todavía, y junto a él los pilares tradicionales del franquismo.
En 1976 se abrieron algunas libertades, especialmente de expresión, aunque los partidos y sindicatos seguían siendo ilegales. Pero de nuevo, el gobierno de Arias Navarro y el ministro de la gobernación, Manuel Fraga, daban una de cal y otra de arena, y parecían reacios a la apertura democrática.
Aquellos años 76 y 77 fueron unos de los más duros: curiosamente, muerto Franco, muchos lo recuerdan como un bienio de especial y masiva represión, debido a que fue un año políticamente muy activo, y más de uno vio la sombra de la guerra civil planear de nuevo sobre nuestras cabezas. Ocurrieron muchos sucesos desagradables, como los muertos de la manifestación obrera de Vitoria y otros casos más que aún están pendientes. José Antonio Labordeta recuerda que el 76 fue uno de los años más duros de entonces, debido a la reacción política oficial y extra-oficial. Los cantautores vieron como, al contrario de lo que se esperaba, se les prohibía subir al escenario, o les anulaban la actuación a mitad de recital, al mismo tiempo que parecían gozar de mucha más libertad de expresión, aunque fuera, de nuevo, muy relativamente. Los conciertos contaban con fuerte presencia policial (que no pagaba entrada) de uniforme y de paisano, dispuestos a actuar a la menor provocación -y si no eran los policías, eran los temidos grupos de ultraderecha-.

www.triunfodigital.com El caso más conocido y claro es el del propio Raimon: en 1976, Raimon, tras ocho años de veto en Madrid, vuelve para dar cuatro recitales. Al primer recital acuden gentes de la política y sindicalistas (Felipe González, Santiago Álvarez, Marcelino Camacho…), de la cultura (Gabriel Celaya, visiblemente conmovido ante la ovación que recibe a su entrada) y todo un abanico de gente: estudiantes, trabajadores, amas de casa, ancianos, niños… Raimon cuenta como, de no haber sido por la sangre fría de su esposa, el responsable policial hubiera gaseado a todo el pabellón de deporte del Real Madrid, porque al policía al cargo le pareció que el público se estaba pasando; Raimon, fríamente le espetó: “Yo he hablado con el gobernador, y sé hasta dónde puedo llegar”. La conclusión de todo esto es que, a pesar de que el recital pudo acabar en la más perfecta y ejemplar normalidad, el ministro Fraga, leyendo el informe, decide suspender los recitales restantes.

Por supuesto, los cantantes tampoco se podían dar muchos "lujos", ya que, fuera directa o indirecta su responsabilidad, la multa la abonaban ellos. Por esa razón, la gobernación civil y el Ministro de la Gobernación (un tal Fraga, no sé si os suena) prohibían dichos espectáculos: no era de extrañar, pues se trataban de espectáculos en los que los gritos de "Amnistía y libertad" eran una constante; si bien había sido así ya antes, los recitales se convirtieron en auténticas manifestaciones políticas, regionalistas muchas veces, y antifranquistas todas.
Trobada dels Pobles: un joven salta al escenario agitando una ikurrina Aun así, se multiplicaban los recitales en beneficio de los partidos, los sindicatos, los presos políticos: por ejemplo, el recital conjunto que dieron Bibiano y Benedicto en beneficio de Santiago Álvarez, dirigente comunista que estaba preso por entonces, y que se grabó y distribuyó en cassette clandestinamente. Empezaron a prodigarse los recitales multitudinarios, que consistían en contar con la actuación de al menos un cantautor por región (incluido Sáhara) y artistas invitados de Latinoamérica y Portugal. Muchos de ellos no llegaron a celebrarse por la presencia de banderas ilegales: dichas banderas no eran más que la ikurrina vasca y la senyera catalana entre otras banderas hoy oficiales y legales, por ende: eso fue lo que le ocurrió a "La trobada dels Pobles" en Valencia, por poner un ejemplo. Mucho más humilde, pero igual de bonito, eran los recitales de barrio: a finales de los 70, España no fue una excepción a la crisis económica, propiciada por una crisis energética derivada de la guerra árabe-israelí, y, quienes más sufrieron las consecuencias (sin que esto constituya novedad alguna) fueron los barrios populares de Madrid, Barcelona, Bilbao… En Madrid -caso que conozco más cercanamente- la miseria estaba sumiendo a barrios como Vallecas, San Blas y otros en la marginalidad; los vecinos, entonces, se organizaron para cuidar el barrio con diversas actividades: una de ellas consistió en los recitales que Luis Pastor, Suburbano y otros dieron por aquellos barrios: en el caso de Pastor, por Vallecas, por supuesto.
Por poner ejemplos de lo que se cantaba en esos cuatro años desde la muerte del dictador: "…por mucho que le llaméis no saldrá del agujero…" ("Están cambiando los tiempos", Luis Pastor), "…y ya he visto a más de uno ir a rezar a ver si el Señor en su infinita bondad les resucita al general." ("Todos naufragan", Patxi Andión)… Sobran comentarios. Sin embargo, a pesar de todo, un espíritu de esperanza latía en la garganta de los cantores. En canciones y discos como "Están cambiando los tiempos"; de Luis Pastor, "Pola unión", de Benedicto sobre un poema de Curros Enríquez; "Canto a la unidad de verdad"; "Irabazi dugu" (ganamos) de Urko; o en los títulos de LPs como Estamos chegando ó mar (Bibiano), Está despuntando el alba (Los Juglares), Y todavía respiramos (Los Lobos), Presagi (Ramón Muntaner) Con la ayuda de todos (Joaquín Carbonell) en 1976, y ¡Choca la mano! (Elisa Serna), Despegando (Enrique Morente), … Y a cada paso que demos (La Fanega), Nacimos para ser libres (Luis Pastor), Alianza del pueblo nuevo (Manuel Gerena), Pola unión (Benedicto) o Ara és demà (Coses) en el 77 dejan entrever un nuevo espíritu de esperanza, de ansia de libertad, pero a la vez de gran solidaridad entre todos.
Y era necesario ese espíritu, ya que a pesar de entrar de lleno en la transición democrática (o segunda restauración borbónica), las fuerzas del estado esgrimían todo el potencial represivo del que disponían; a veces, las órdenes no venían de arriba, sino de un intermediario confuso: así, a lo largo de aquellos años convulsos, se siguieron practicando detenciones aleatorias, se siguieron haciendo juicios arbitrarios y se siguió matando gente… Los sucesos de San Fermín de 1978 o de Vitoria de 1976 son sólo dos ejemplos: estos por parte de la policía; por parte de Guerrilleros de Cristo Rey, la triple A y otros ultras sumaríamos unos cuantos más. En el otro extremo los atentados de bandas armadas de extrema-izquierda como GRAPO y ETA pondrían en peligro todo aquello. Aun así, la amnistía general y la legalización de todos los partidos y sindicatos, permitió a todos regresar a España.
Entre los años 76 y 77 se produjo un fenómeno de lo más curioso que, en parte, contribuyó a enterrar a la canción social oLa Bullonera: F. Javier Maestre y Eduardo Paz, uno de los mejores grupos aparecidos en 1975, pero con larga trayectoria http://www.sinera.org/tot-art/soliart/index.htm antroplógica. Como en otras ocasiones he contado, fuera por el gusto por lo prohibido o por lo que fuera, la canción protesta estuvo bastante de moda, incluso se hicieron canciones reaccionarias siguiendo esquemas de la canción protesta básica, el problema era la falta de libertad. Pues una vez muerto el dictador ese problema pareció desaparecer, y las grandes multinacionales discográficas empiezan a fichar a cantautores, incluso a aquellos que habían estado prohibidos en extremo (por ejemplo, Imanol). Hay muchos que dicen que la muerte del general descubrió a los auténticos de los farsantes entre los cantautores: extremo éste, en mi opinión, bastante falso (incluso creo que muchos que eran buenos cayeron heridos en el camino por este fenómeno de comercialización), pues es precisamente gracias a este fenómeno cuando la producción de discos de canción de autor y de protesta se duplica. González Lucini, en su libro Crónicas de los silencios rotos nos muestra un gráfico en el que se muestra como entre los años comprendidos entre 1963 y 1981 la producción de este genero alcanza su punto álgido en los años 75, 76 y 77. La explicación es simple: las grandes discográficas se esforzaban en buscar al nuevo Serrat o al nuevo Aute; el resultado fue bueno, en el caso de muchos cantantes y grupos que llevaban años intentando subir al escenario, pero en otros casos resultaron ser cantantes sin demasiada sustancia, de consignas, podríamos decir (NOTA: no conozco a ninguno de esos, todos los que pongo aquí se tienen bien ganado el puesto), e incluso, grandes oportunistas y farsantes, como Juan Pardo, un cantante correcto que descubrió que, muerto Franco, él también era un galleguista anti-franquista y editó Galicia. Miña nai dos dous mares en un ejercicio de -reconozcámoslo- buena música, pero también, de hipocresía y oportunismo exacerbado (aunque tal vez "cabronada", como dicen Miro y Benedicto, se ajuste más): Juan Pardo simplemente decidió subirse a un carro del que pensó podría sacar tajada (y lo hizo, sin duda), pero en desprestigio de los auténticos cantautores gallegos que tanto habían sufrido por subir al escenario (recordemos que, por ejemplo, Xerardo estaba exiliado). Hay más casos (María Jiménez, Camilo Sesto), pero éste fue el más sonado.
Después, el ir cada vez más pregonando la normalización y la democracia hizo el resto contra algunos de los que podríamos llamar "cantautores meramente políticos": una especie de "casi-reacción" que casi logra incluso destruir a un cantautor tan bueno y prolífico como Víctor Manuel debido a la, según quienes, excesiva politización de sus textos en la 2ª mitad de los años setenta. El entierro político se produciría tras el 23-F; después se podría ver a algunos en recitales contra la OTAN, contra el servicio militar obligatorio, contra las centrales nucleares y lacras así que aún pervivían o perviven, junto a los nuevos valores de la canción de autor e, incluso, los grupos de rock duro.
Fue un largo camino, con altibajos, con difamaciones, persecuciones, prisión, exilio, pero siempre con poesías y con melodías, que eso eran, al fin y al cabo. Se podría decir que fue en la 2ª mitad de los 70 cuando alcanzan gran protagonismo y reconocimiento, pero también cuando se produjo la gran traición: después de haber cantado por ellos, algunos de los grupos políticos de izquierda, como el PSOE principalmente, les dio la espalda y condenó al ostracismo a muchos: quizás eran incómodos hasta para ellos, o quizás ya no les eran necesarios: en definitiva, según ellos, en España ya se respiraba libertad. De cualquier manera, muchos siguieron, y otros ahí están, y también los hay nuevos. Sea como fuere, su bonito legado ahí ha quedado, para todos, inmortal e intemporal, como las grandes obras de arte: y quien niegue esto, pues ya sabe de qué pie cojea.

ENLACES DE INTERÉS SOBRE EL TEMA:

Recital por Santiago Álvarez de Bibiano y Benedicto: http://www.ghastaspista.com/historia/directo76.php
Oír/ descargar el Recital de Bibiano e Benedicto: http://www.aregueifa.net/benedictoebibiano.htm

Trobada dels Pobles y otros recitales prohibidos: http://www.luispastor.com/prensa.htm
Festival de los Pueblos Ibéricos:
-http://www.elpais.com/articulo/madrid/MADRID/MADRID_/MUNICIPIO/
Woodstock/madrileno/elpepuespmad/19960123elpmad_11/Tes
-http://www.ucm.es/info/hcontemp/madrid/universidad.htm


Hasta aquí la cronología más o menos acertada de la canción de autor desde su nacimiento hasta su supuesta muerte. De ahora en adelante nos ocuparemos de las diversas y distintas dimensiones que lo conforman en un fenómeno único, digno de estudio, admiración y respeto

40 Anos de Voces Ceibes (última parte)


Non falaban do andado/ sementado de feridas

Preparaban o camiño/ cara á terra prometida

Benedicto "Os compañeiros"

viene de 40 anos de Voces Ceibes (2ª parte)

Así pues, llegando a finales de los 60, como ocurre en todos los grupos y colectivos, cada miembro va ampliando sus intereses musicales y con ellos sus horizontes creativos. Esto, como en muchos otros casos, supondrá una ruptura en Voces Ceibes como colectivo.
Como vimos, entre el año 68 y finales de los 70, cada miembro del grupo graba al menos un EP en el sello EDIGSA-Xistral, filial que la catalana EDIGSA había abierto en Galicia. Las carreras más breves fueron las de Xavier, Guillermo y Vicente. Por su parte, Benedicto y Xerardo serán los Voces Ceibes originales que tengan una carrera más larga, junto a los últimos, Bibiano y Suso.
Más debido a problemas externos al grupo, como eran las dificultades impuestas por los gobiernos provinciales y un escaso, aunque fiel, seguimiento del público, debido a la imposibilidad de publicitar sus actividades, la fuerza de Voces Ceibes se concentró más en los recitales que en los discos de estudio. Por esa razón choca que podamos decir que el más prolífico fue Suso Vaamonde, con más de diez LPs; le sigue Bibiano, con tres LPs; Benedicto, con dos LPs (a ambos podríamos sumarle el directo conjunto grabado clandestinamente en 1976, con lo que, entonces, Bibiano tendría cuatro LPs y Benedicto tres); Miro con dos LPs; y, por último, Xerardo Moscoso, con un solo LP.

A finales de los 60 el colectivo roza ya la ruptura, bien sea por compromisos externos, profesionales o no, bien por cierta crisis de los planteamientos primigenios. En muchos sentidos, la inclusión de Bibiano Morón en el colectivo supuso un remozamiento en los planteamientos algo estrictos del grupo. Uno de los plantemientos que empezaban a zozobrar fue la negación a practicar ningún tipo de música tradicional; en esto influyó, por ejemplo, la crítica de otros intérpretes gallegos, pero también el ejemplo de otros movimientos de nueva canción de otros puntos del país, que habían descubierto la fórmula de combinar la canción testimonial y los ancestrales cantos de la tierra. Por otro lado, hacia finales de los 60, la música de los cantautores portugueses se empezó a hacer muy popular en España, especialmente José Afonso y Luis Cilia: muchos fueron los cantores que adoptaron este nuevo modelo de canción (Adolfo Celdrán, Mikel Laboa, Luis Pastor…), pero si hubo un movimiento que recibió toda la influencia de la Canción portuguesa fue, precisamente, la Nova Canción, y muy especialmente Voces Ceibes. En opinión de Bibiano, lo que sucedió fue que los Voces Ceibes se dejaron influir por los cantantes y grupos de folk. Sin embargo, en muchos de ellos la gran metamorfosis tendría que esperar hasta el descubrimiento de la Canción portuguesa. Así, a mediados y finales de los 70, la antigua formación da paso al Movemento Popular da Canción Galega, un proyecto más aperturista en sus planteamientos que Voces Ceibes, que sucumbió totalmente hacia esos años.

Veamos las carreras del resto de Voces Ceibes:

Xerardo Moscoso (Arquivo Gráfico e Documental de Voces Ceibes)
http://www.editorialgalaxia.es/imxd/libros/doc/1177496630173_IP_Voces_Ceibes.pdf Xerardo Moscoso era mexicano de nacimiento: era el hijo de uno de tantos gallegos que habían emigrado al nuevo mundo a buscar el pan que costaba tanto conseguir en Galicia. Xerardo oyó la llamada de la tierra madre y vino a estudiar a Lugo. Pronto se uniría a Voces Ceibes, y sus inicios discográficos fueron los más prolíficos, con dos EPs. Sus canciones, versiones de poemas gallegos, eran bien comprometidas. Por esta razón, y dado el hecho de que Xerardo no poseía la nacionalidad española, el régimen le destierra. Los arreglos de Xerardo son también de los más originales. En esta canción, un poema de Casares dedicado al gran Antonio Machado (que era la gran reivindicación de los cantautores castellanos) choca el hecho de que incluya una especie de pandeirada, cuando Voces Ceibes en sus orígenes había decidido, por el secuestro y castración que el régimen ejercía sobre el folklore gallego, no practicar ningún tipo de música de raíz o de música folk:

 

Durante este exilio forzado, que terminaría en el año 77, Xerardo actúa en diversos países de Europa y  América Latina. Es enXerardo Moscoso. Acción Galega París donde en el año 77 graba su único LP, Acción galega, título tomado del poema de Ramón Cabanillas con el que Xerardo abre el disco. El disco, compuesto por poemas de, entre otros, Ramón Cabanillas y Celso Emilio Ferreiro, es un disco plenamente reivindicativo, compuesto por música con influencias pop y folk. Una muestra de él es esta versión de "O dedo na chaga", un poema que Celso Emilio Ferreiro escribió para que la cantase otro gran cantautor gallego que, desde Venezuela, y casi al mismo tiempo que Voces Ceibes, comenzó a cantar en gallego: Xulio Formoso.

 

Miro Casabella (del Arquivo Gráfico e Documental de VOCES CEIBES) Muchos dicen, incluidos sus propios compañeros, que Miro Casabella es, sin lugar a dudas, el mejor de todos ellos. De él llegó a decir Benedicto que si hubiera cantado en inglés, hubiera sido muy superior incluso a Bob Dylan (es una paradoja manifiesta que en España se distribuya y comercialice mejor la canción en inglés que cualquiera que se haga en las lenguas no castellanas co-oficiales). A diferencia de los otros Voces Ceibes, Miro reside y estudia en Barcelona, en donde graba su primer EP. Dos mesesMiro Casabella: Ti, Galiza, Portada.jpg después de la fundación del colectivo entrará a formar parte de él. El objetivo de Miro al cantar no es otro que acercar la poesía al pueblo gallego, al tiempo que pretende denunciar su situación. Miro es uno de los primeros en hacer una música que podríamos denominar folk. Grabó dos EPs entre 1968 y 1970, incluyendo en ellos una soberbia musicalización del poema de Celso Emilio Ferreiro “Olla meu irmao”, poema en el que el gran Ferreiro denunciaba la utilización manipulada y folklórica del gran pensador y fundador del galleguismo Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (sencillamente Daniel, en el poema). Años  más tarde, actuando en diversos puntos, Miro grabaría en 1977 dos LPs: Ti, Galiza y Treboada. En ambos ya se hace patente la influencia del folklore gallego y del celtismo en él, que no sólo canta y toca la guitarra, sino que también toca la zanfoña y el pandeiro (en Treboada, además, participa como músico el gran Quico Pi de la Serra a la guitarra folk). Podemos ver su evolución comparando sus dos versiones de la canción que él convirtió en un himno de lucha: “Ti Galiza”, un poema coescrito con Xavier Costa. La primera, con unos arreglos muy sencillos:

 

 

Casi diez años después, en el álbum con el mismo nombre, Miro recuperó la base melódica de la canción para darle, frente al primer aire de denuncia social, un aire más triunfante apoyándose en unos arreglos basados en los aires tradicionales de Galicia:

 

 

El regreso de Miro Casabella a los escenarios nos llena de contento, y aquí en Madrid somos muchos los que confíamos poder verle algún día.

EP No Vietnam/ Un home/ Eu son a voz do pobo/ O arte de amar. Benedicto Quizás la carrera de Benedicto no fuera la más larga o la más profusa, pero, en muchos casos, sí la más intensa (vais a perdonarme que con él me extienda algo más). Como ya vimos, Benedicto, un joven vinculado al movimiento de Cristianos de Base, fue junto a Xavier González de Valle, uno de los fundadores del colectivo. Es de justicia reconocerle a Benedicto ser el primer cantautor en lengua gallega.

En sus primeros recitales, Benedicto canta poemas de amigos como Lois Diéguez, que serían  grabados en su primer EP. Uno de esos poemas de Diéguez fue este impactante "No Vietnam" (En el Vietnam):

 

 

Benedicto (Arquivo Gráfico e Documental de Voces Ceibes)
http://www.editorialgalaxia.es/imxd/libros/doc/1177496630173_IP_Voces_Ceibes.pdf

Benedicto pasa cierta temporada en Madrid, actuando junto a diversos miembros del colectivo madrileño Canción del Pueblo, como también lo haría Bibiano. Es precisamente en Madrid, poco antes de ser reclamado por sus compañeros de guitarra, donde descubre el inmenso talento de José Afonso al escuchar Traz outro amigo tamem. Desde ese momento, Benedicto se marca como meta conocer a este gran artista. Y así, en una visita a Portugal, después de  despejar la sospecha de que aquel joven gallego que había venido a conocerle no era un PIDE, comienza entre ambos una relación tanto profesional como de amistad. Benedicto acompaña a José Afonso a varias actuaciones a lo largo de Portugal, Zeca y Benedicto: dos grandes de la canción galaico-portuguesaGalicia, y otros lugares de España y del resto de Europa hasta justo el año 74, colaborando en la grabación del LP del cantor portugués Eu vou ser como a toupeira, del año 72. De su amigo y mentor, Benedicto comprendió que había en la música popular gallega una energía inmensa y propicia tanto para la reivindicación política como para la creación musical. Benedicto grabaría dos LPs sólo, bajo la genial producción y arreglos del gran cantautor argentino Alberto Gambino: Pola unión, un disco que él define como la síntesis de todo lo ocurrido desde sus comienzos musicales hasta esos días: los días con Xavier (representado en la versión del "María Soliña" de Celso Emilio que musicó del Valle); su reencuentro con la música de su patria, en "Dorna", que se abre con una conocida coplilla popular gallega, y la tradicional "Si vas ó convento de Herbón", para el que hace magistralmente la segunda voz su eterna compañera Maite; los años de trabajo con Zeca, representado en la canción "Nosa Señora da Guía", basada en una canción popular galaico-portuguesa de la que ambos hicieron una versión; también los momentos amargos, en "Cantar de berce pro víspera de emigrar": "Se por algures notades un certo sabor ácedo, non vos estrañedes, é o amargor que ás veces ven a boca de tanto ter que tragar saliva.", dice en la reseña de su disco, para el que colaboró su camarada Bibiano, inseparable compañero por aquellos entonces. Podéis escuchar todos los temas del disco en su blog personal, así como algunos temas de su siguiente disco.

Benedicto en una actuación del Día de la Cultura en Gijón. Foto aparecida en un artículo de F. Almazán para "Triunfo" el 14 de Septiembre de 1974 (Arquivo Gráfico e Documental de Voces Ceibes) Su segundo LP vino en 1979, también producido por Gambino, editado en Guimabrda, y que incluía una brillante historia de la Nova Canción a modo de reseña escrita por Antonio Gómez, antiguo colega de los días de Madrid: Os nomes das cousas sigue la misma línea inaugurada por el anterior, si bien, ya inmerso en lo que era el nuevo estilo de la Canción gallega, hay más presencia del folklore gallego, con una bien reconocible influencia céltica. Benedicto presentó este LP en diversos conciertos haciéndose acompañar por algunos de los miembros del grupo de rock progresivo NHU. Su historia musical termina en 1980, momento en el que Benedicto se sumerge totalmente en la política, siendo uno de los fundadores del Partido Comunista Galego, y en la enseñanza, labor a la que le ha dedicado toda su vida desde entonces. Este tema, "A espiña", un poema del gran Manuel Curros Enríquez, incluido en su último LP, es la mejor muestra del arte de Benedicto, un artista de corta, pero inmensa y profunda, carrera musical, que algún día ocupará el lugar que le corresponde a nivel nacional. Basta para comprenderlo escuchar sólo estas dos canciones:

 

 

Bibiano En Concierto (del Arquivo Gráfico e Documental de VOCES CEIBES)Por su parte, Bibiano Morón entró en el año 71, invitado por Vicente Araguas. La inclusión de Bibiano en el colectivo supuso una revolución y un remozamiento de los planteamientos iniciales del grupo respecto a la música. Bibiano era un declarado seguidor de la música rock y pop anglosajona: Beatles, Rolling Stones, Dylan… Así que sus progresivos planteamientos musicales chocaban de frente con los planteamientos austeros de Voces Ceibes (aunque en muchas ocasiones estos planteamientos eran más impuestos por la ideología que por los gustos estéticos, en un principio). Pero Bibiano también era un amante de la música folk tal y como se empezaba a plantear en muchos lugares: aquella mezcla de tonadas populares y sonidos contemporáneos que comenzaban o empezarían a practicar grandes grupos como los bretones Gwendal, los irlandeses Pentangle, los ingleses Jethro Tull, o los vascos Oskorri. Benedicto e Bibiano (en directo, año 76, 25 de xuño, Pabillón de deportes de A Coruña)

Bibiano y Benedicto se convirtieron en inseparables, colaborando en las grabaciones de los discos del otro (Bibiano en Pola unión y Benedicto en Estamos chegando ó mar) y dando actuaciones conjuntas en diversas partes de España, con el permiso de la  autoridad, como el espectáculo ofrecido en Madrid para presentar su primer trabajo con el mismo nombre Estamos chegando ó mar, también en el extranjero, en las casas de los amigos de España, en los centros sindicales, en los de los Partidos Comunistas, etc. Pero, sin lugar a dudas, su recital más memorable fue aquel ofrecido en La Coruña en el año 76, a beneficio del dirigente comunista Santiago Álvarez, entonces en la cárcel. El ambiente y la enorme tensión de aquel recital fueron, por fortuna, registrados en una grabación clandestina que se podía obtener con mucho secreto, y que fue reeditada por El Correo Gallego. Gracias a los amigos de A Regueifa puedes descargarte y oír este recital.

Bibiano: Estamos chegando ó mar Bibiano, que también trabajó con Zeca una temporada, sustituyendo a Benedicto, grabó tres LPs: Estamos chegando ó mar (1976), Alcabre (1977) y Aluminio (1979). Todos ellos tienen en común la música, una excelente mezcla de folk galaico y de rock progresivo bien templado. Por desgracia, como también le ocurriría a otros intérpretes y grupos de folk progresivo, cierto sector del público no veía con demasiados buenos ojos la mezcla de la sagrada gaita gallega con guitarras eléctricas y baterías: Bibiano fue duramente criticado por su versión en clave de rock progresivo del clásico "Negra Sombra", de Rosalía de Castro y Xan Montes. A las puertas de la década de los 80, muchos pensaban como en los años 30. Finalmente es en esta década cuando Bibiano se retira: abre la discoteca "Kremlin", en donde actúan nuevos grupos, convirtiéndose Bibiano en el padrino de la llamada Movida Galega. Bibiano ha tenido a bien subir todos sus discos para que los podías disfrutar en su web oficial: bibiano.org, por lo que no es necesario mostrar aquí algunas de sus canciones, si bien destacar algunas de sus canciones: "Estamos chegando ó mar", cuya idea vino cuando Bibiano regresaba a casa disfrutando de su permiso en la "mili" en Madrid, y que en las fechas en las que se grabó se convirtió en un optimista himno de esperanza (1975); "Amador e Daniel", dedicada a los obreros Amador Rei y Daniel Niebla, asesinados por la policía en ña huelga de Ferrol del 74; "Virán gaiteiros", una contagiosa canción que mezcla el amor por el folklore con la reivindicación social ("Eu teré a miña gaita e ti tamén terá-la túa"); o el "Adagio a Janis Joplin", psicodélica canción dedicada a la diva del blues-rock, a la reina del rock estadounidense, en donde Bibiano interpreta partes de "Bye baby bye" y "Move over", dos canciones míticas de la inolvidable Janis.

1970. OS PRIMEIROS ANOSY, por último, Suso Vaamonde. En realidad Suso, que vino de la mano de Xerardo, no era un miembro "plenario" de Voces  Ceibes, sino más bien un miembro ocasional, aunque fue uno de los que intentó mantener el colectivo vivo hasta el último momento. Los motivos de Suso Vaamonde eran bien claros: reivindicación de su lengua y su cultura y la lucha por la libertad. De Voce Ceibes, sea plenario u ocasional, fue el miembro más activo y prolífico, como Nin rosmar un laído (en directo, 1977) u Os soños na gaiola (1978), además de monográficos sobre grandes poetas gallegos como Celso Emilio Ferreiro. Suso falleció el 16 de Febrero de 2000. Para el recuerdo quedan muestras como este canto, de Nin rosmar un laído, "Vestida de aldraxe":

 

 

Conclusión

 

Voces Ceibes nació movido por una necesidad que era común a todas las nacionalidades y lenguas que pueblan España (incluso a la castellana en cierto sentido, ya que no se podía leer con libertad lo mejor de la cultura escrito en castellano): por supuesto, la denuncia de una sociedad injusta y la renuncia a una dictadura, pero también la reivindicación de una lengua y una cultura ultrajada, menospreciada, marginada y encima secuestrada. Su labor, junto a la de los poetas gallegos, fue esencialmente la dignificación de una lengua que durante años llevaba arrastrando el estigma de "rural" y "primitiva". Voces Ceibes, junto a otros como Xulio Formoso desde Venezuela (quien también nos visitó en su día), dieron el primer paso para conformar una canción de temática adulta en gallego, teniendo que luchar además con los oportunistas, con los Julio Iglesias y Juan Pardo, que se aprovecharon de una especie de moda. Más tarde tuvieron que dejar aparcados sus dogmas iniciales, acercándose al folklore de su tierra, descubriendo en él un tesoro escondido y valioso, y arrebatándoselo a quien lo tenía secuestrado. Como ocurre en todo movimiento artístico, los que vinieron después lo hicieron, o bien por influencia o bien por oposición, gracias a la labor inicial de Voces Ceibes. Por citar algunos: cantautores como Emilio Cao, Jei Noguerol, el propio Suso Vaamonde (Voz Ceibe ocasional) o Luis Emilio Batallán; grupos de folk como Fuxan os Ventos, A Quenlla, A Roda, Xocaloma… E incluso grupos de rock progresivo, siguiendo la moda de finales de los 70, como NHU. A las puertas de los 80, la Nova Canción Galega va dejando atrás los planteamientos políticos y se fijan más en la re-interpretación del folklore: surgen grandes grupos como Milladoiro.

La nueva década supuso en muchos casos el funeral de los viejos cantautores contestatarios, si bien los vascos y los catalanes pudieron contar todavía con un reconocimiento a nivel regional (no nacional). No fue éste el caso de los gallegos, que se retiraron la mayoría: en su caso fue o retirarse o folklorizarse (pero no como antaño), aunque surgieron grupos interesantes como Os Resentidos.

Cuando uno, madrileño de nacimiento, maternalmente extremeño y paternalmente castellano-leonés (es decir, sin ninguna relación de parentesco lingüístico inmediato con otra cultura que no fuera la castellana) mira hacia atrás, hacia un tiempo que no vivió, y mira al ahora, al tiempo comprendido entre 1979 y 2008, no puede evitar poner de manifiesto la paradoja existente referente a la música popular española: que en este país se oía más canción española no-castellana en los días de la dictadura que en los días de la democracia a nivel nacional. Aunque, en realidad, en el caso de la Canción gallega, esto no fue exactamente así. Las razones son difíciles de explicar, pero algunas ya las hemos dicho. El escaso apoyo por parte de algún sector relativamente pudiente de la sociedad regional puede ser un factor: la Nova Cançó tuvo un apoyo, aunque no tan grande como se pretende muchas veces y sólo en algunos casos (parece ser que Raimon nunca tuvo ese apoyo), de cierta burguesía catalanista; los vascos, intuyo (son conjeturas), pudieron tener en algún momento el apoyo de cierto clero vasco (al igual que pasa con el latín y el griego clásico, el clero fue en muchas ocasiones el encargado de mantener vivo el euskera); pero los gallegos, y esto les emparentaría con la canción en castellano, estaban prácticamente huérfanos, salvo (de nuevo al igual que los castellano-hablantes) el apoyo de algunos intelectuales como Manuel María, profesores como Xesús Alonso Montero, y sacerdotes próximos al Concilio Vaticano II y a movimientos de base. A parte de esto, la humildad de muchos de sus intérpretes, que no se veían a ellos mismo más que como cantantes vinculados a su tierra.

La Nova Canción Galega ha estado sepultada en muchas ocasiones bajo la losa del silencio impuesto, aunque recientemente se les hayan rendidos bien justos homenajes en Galicia, que han ayudado a revitalizar su ingente labor. Falta, como en todos los casos, un reconocimiento a nivel nacional, porque, mientras esto sea así, yo defiendo que la cultura española, la de verdad, no se escribe sólo en castellano de Madrid: se escribe en muchas lenguas, y quien dice se escribe dice se canta. Con esta serie de homenajes/ historia no he pretendido más que dos cosas: por una parte, la importancia a nivel regional, pero también nacional, de un grupo de jóvenes ansiosos de expresarse en su lengua materna; y, por otra, expresar mi más absoluta admiración hacia este movimiento, gracias al cual un madrileño aprendió gallego.

Por eso, disfrutemos una vez más de este tema de Benedicto, que bien puede resumir lo que Voces Ceibes supuso:

 

 

Fuente para todas las fotos y archivos sonoros: Arquivo Gráfico e Documental de Voces Ceibes

Fuentes documentales:

 

Ghastaspista?/ Historia

bibiano.org

Blog de Benedicto: Chiscando un ollo

Web de Suso Vaamonde: http://usuarios.lycos.es/susovaamonde/

NOTA y DEDICATORIA A VOCES CEIBES: aunque algunos de vosotros me habéis manifestado vuestra conformidad con la inclusión en este lugar de vuestros archivos sonoros, debo pediros disculpas por ello. No obstante, como muchos sabéis, esto se hace con ánimo educativo y documental, nunca lucrativo o como medio para piratear vuestras canciones. Aun así, la última palabra siempre es vuestra, y si no estáis conformes con la inclusión de estos archivos no tenéis más que comunicármelo. Tampoco quiero acabar sin dejar de expresaros mi admiración, respeto y, sobre todo, cariño a todos vosotros, y muy especialmente a Benedicto García Villar, por los buenos momentos que paso con vuestra música, por despertar mi conciencia, por hermanarme con vuestro pueblo, que siento como propio, y por enseñarme gallego. A todos vosotros y al resto de la Nova Canción Galega: GRACIAS

Manuel Curros Enríquez: The thorn


Manuel Curros Enríquez, a great poet in Galician language. Born in 1851 and dead in 1908, he contribuited to the rebirth of Galician language and to the nationalist feeling of Galicians people. In 1808, was acussed by his recent book, Aires da miña terra (Winds from my land), for heretic contents. After a time in La Habana, he returned to his land, after to have worked on some newspaper. Republican and Galicianist, his efort and poetry was an example for his people. A lot of Galicians (and no Galicians) poets learned from him, and the most of the Galician songwriters made songs on his poems.

A Espiña

Pra que vos cante esta noite
metéronme certo empeño
e un pouco a cantarvos veño
se hai por eiquí quen me escoite.

Anos hai que nos riñós
levo cravada unha espiña
e como me doi ainda
vóuna quitar diante vos.

Si mentras a arrinco berro
disimulaime a molestia:
láiase a besta e é besta,
é ferro, e quéixase o ferro.

Moito non se han de alegrar
de ver que aínda teño alentos
os que beberon os ventos
para facerme calar.

Eses, con almas de can,
que coidan, na súa insolencia,
que se merca unha concencia
por catro codias de pan.

Eses que medrando vin
dos abusos do poder
e a xornal quixeran ter
un cómplice mudo en min.

Eses, pra quen todo enteiro
o orden moral é un negocio,
a cobiza, un sacerdocio
e o millor dios, o diñeiro.

Eses que, o nome calando,
non quero eiquí recordar
quen as fai ten que as pagar
¡eses xa as están pagando!

Xornaleiro do porvir
decote sobre o meu tallo
eu vivo do meu traballo
e traballo pra vivir.

Pra miña pedra labrar
nin forza nin tempo sobra
e quero dar fin á obra
antes de se o sol deitar.

The thorn


For I sing to you tonight/ they put on me any effort/ and I come to sing to you a little/ if there’s anybody here who listen to me.// There are a lot of years that I have a thorn stuck in my kidneys/ and, as still it hurts me,/ I’m going to get it out in your presence.// If while I’m getting it out I shout/ you have to pretend my pain:/ the beast complains and it’s a beast,/ it’s iron and iron complains.// Shall not cheer up/ to seeing I still have encouragement/ those who made the impossible/ to silence me.// Those who have dog souls,/ who think in their insolence/ that they can buy a conscience/ by four crust of stale bread.// Those who I see thriving/ in the abuse of power/ and daily would want/ a dumb accomplice on me.// Those for who the whole/ moral order is a business,/ greed, a priesthood,/ and the best God the money.// Those who, I don’t tell whose names,/ I don’t want to recall here:/ who does it pay it/ Those already are paying!// Future’s day labourer,/ daily on my sterm,/ I live of my work/ and I work for living.// For carving my stone/ doesn’t left strength nor time/ and I want to finish the work/ before the sun goes down.


Manuel Curros Enríquez

Galician songwriter Benedicto made an excellent song with this poem for his LP Os nomes das cousas (The names of the things) with music by his own:


      

(Benedicto, standing and reading, during a concert in 1979, introducing Os nomes das cousas)


Benedicto (Benedicto García Villar) is one of the best songwriters in Galician language on Spain at he last 60’s and swinging 70’s. He was one of the founders of the collective Voces Ceibes (Free Voices), a collective of Galician songwriters, leaded by poet Manuel María Fernández, which objective was the vindication of Galician as language, and the culture and literature of Galicia (North-West of Spain). His style, instead his "French-Catalan" beginnings, has a root in Galician folklore. His 1st work was a EP with four songs at the fall of 60s decade, also recitals and concerts by Galicia and Madrid and other places. At the beginning of the 70s decade, he went to Portugal for meeting the great Portuguese songwriter Jose Afonso; since that moment, Benedicto accompany with guitar to Jose Afonso in his tours around Portugal, Paris, Galicia and some other places. In 1974, Benedicto back to Galicia and records his 1st album with the production of Argentine songwriter Alberto Gambino: Pola unión (For the union) released in 1977. To this, will follows Os nomes das cousas (The things names). But later he won’t record no more albums, although his career  was very intense. He alternates his own writings with the writings of the greater poets of Galicia as Celso Emilio Ferreiro, Manuel Curros Enríquez or Manuel Cabada Vázquez; also he alternates in the 70’s his own music with traditional Galicians ballads.

The Nova Canción Galega (New Galician Song) was a literary-musical movement of young people who were against Franco’s regime and wanted to rescue culture and language of Galicia. In this movement are the collective Voces Ceibes. In the 70’s decade, the movement get folklorist attitude, instead many of them rejected it in the beginnings.

Voces Ceibes (Free Voices) was the first collective of the Nova Canción Galega. Their objectives were make an opposition to Franco’s regime with music and poems of the great all of times Galician poets and make a vindication of Galician culture, language and literature. But they rejected to use Galician folklore due to the illegitimacy use that Franco’s regime was making of it as an instrument of cohesion of all the Spanish lands.  Despite of this, in the 70’s, they adopted finally the Galician folk-music for making art and vindications.

Follow this link to know more about Benedicto’s Os nomes das cousas: http://www.ghastaspista.com/historia/osnomes.php

Historia de la canción de autor: nacionalismo, regionalismo y solidaridad II


En la última entrada (que me complace y enorgullece decir que fue enlazada por la Unidad Cívica por la República) ofrecí una visión general y su historia de lo que dentro de la canción de autor podría denominarse canción regionalista o nacionalista. Podríamos ahora caracterizar esas canciones: voy a basarme, principalmente, en los tres discos que mejor ejemplifican este espíritu (y que mejor conozco): Los comuneros de Nuevo Mester de Juglaría, La cantata del mencey loco de los Sabandeños, y Quan el mal ve d’Almansa de Al Tall, pero no sólo. 

Algo que debiéramos apuntar es que la reivindicación regional a través de la música mediante la lengua y/ o el folklore no fue un fenómeno meramente español, sino que, casi sin tener relación entre ellos, es un fenómeno que está en muchos lugares casi al mismo tiempo: aparecen grupos de música celta como los bretones Gwendal, los irlandeses Dubliners y Chieftains,  o los británicos Pentangle; también, en Norteamérica se asiste al endurecimiento de la música negra, ya fuera con las letras, con los ritmos, o bien con indumentarias que los negros habían comenzado a exhibir; aparece también entonces el reggae, de la mano de Bob Marley, que, desde entonces será la música-bandera de los negros y del tercer mundo; amén de la música folklórica andina de corte indigenista y otras experiencias similares a lo largo del mundo. Todo eso casi a la vez que aquí aparecían los grupos de folk y los grupos de rock con raíces o étnicos.
En primer lugar, decir que la canción regionalista/ nacionalista no era únicamente un contenido que se pudiera resumir en el grito «¡viva mi tierra libre!», sino que es más amplio y necesita matizaciones. Principalmente, tenía dos funciones (que son en las que podríamos resumir la entrada anterior a ésta): la solidaridad y la reivindicación.
La función solidaria de estas canciones operaba de esta manera: el cantante o grupo canta una canción en la que explica alguna de las cosas que afectan a su tierra; lo que ocurre entonces es que los oyentes que no son de allí la sienten más cercana y comparten el sentimiento del autor: se solidarizan. La canción se había convertido en un estupendo vehículo de acercar a los demás una tierra para darla a conocer (no de manera turística).
Respecto a la función reivindicativa -la más conocida-, pues poco más se puede decir: servía para intentar unir a los habitantes de esa tierra en una misma reivindicación y despertar la conciencia de pueblo, lengua, identidad, nacionalidad y tierra. Pero no se cantaba para todos los habitantes de la región, sino sólo para algunos muy concretos:
¿A quién/ quiénes canta este tipo de canciones? Cantan casi exclusivamente a las clases trabajadoras/ campesinas de la región y nunca (al menos de manera solidaria o laudatoria) a las clases acomodadas, entendidas éstas siempre como aprovechadas de la clase baja: a pesar de que nacionalismos como el vasco y el catalán fueran fundados en el siglo XIX por las clases burguesas, en esta época se huye de aquel viejo nacionalismo y se entrelaza con el socialismo. Desde éste punto de vista, las canciones tendrán temas muy variables, o se acentuarán unos temas ante otros, dependiendo de la región; así pues, por ejemplo, la canción gallega pone más el acento en lo que venía siendo su problemática desde siglos: la emigración; los andaluces (Carlos Cano, Antonio Mata, Gerena) solían poner el acento en el anti-señoritismo; Víctor Manuel narraba las miserias, penas y dolores de los mineros; los vascos ponían mucho énfasis en el tema lingüístico y en los presos políticos; y un largo etcétera en el que, no obstante, se siente un mismo sentimiento: el amor a la tierra. Pero a veces aparece también la desesperación, incluso el, aunque no exactamente, odio a la tierra, sino a las circunstancias, a las injusticias. A la tierra de uno se la ama, pero también se desespera porque son pobres, porque su suelo no da para comer; ejemplos de éstas pueden ser «Extremadura» de Pablo Guerrero, «La meva terra» de Lluís Llach, «Santo Cristo de Hontariego» de La Fanega, «Me dicen que no quieres» (con letra de Labordeta) y «Y estos yermos de Aragón» de La Bullonera, «Aragón» de Labordeta, «Mi Puebla se quea sola» de Manuel Gerena, «Quatre rius de sang» de Raimon, «Nuestra Andalucía» de Jarcha… Es, ante todo, el dolor de tener que dejar la tierra, o el sufrimiento silencioso de la más reciente historia, con su guerra civil a cuestas.
Se reivindica la tierra y la lengua o dialecto (si la hubiera), pero con ello también a los poetas patrios de todos los tiempos, especialmente románticos y post-románticos como los gallegos Rosalía de Castro o Manuel Curros Enríquez, pero también ya cercanos o del siglo XX como el canario Ramón Gil Roldán (autor de los textos de la Cantata del mencey loco), el catalán Pere Quart, el leonés Luis López Álvarez (autor de Los comuneros y del poema Romance de la reina Juana, que cantó en su primer LP Amancio Prada), el gallego Ramón Cabanillas, o, incluso -aunque más reciente en la voz de Luis Pastor- el extremeño Luis Chamizo (que escribía en dialecto extremeño). Y, cómo no, los tres grandes poetas en las otras tres lenguas cooficiales: el vasco Gabriel Aresti, el catalán Salvador Espriu, y el gallego Celso Emilio Ferreiro. Todos estos poetas, pero muy especialmente estos tres últimos, deslumbraron con sus letras y su filosofía a toda una generación de cantores ansiosos en expresarse en su lengua materna y hablar de su tierra. Esto tiene mucha relación con el siguiente punto.
Muchas de estas canciones son grandes lecciones de historia: gracias a ellas aprendemos una base de sucesos históricos que, muchas veces, están sólo para el conocimiento de grandes estudiosos (para muchos, nuestra historia comienza con el matrimonio de estado de Isabel de Castilla y de Fernando de Aragón). Generalmente cuentan una injusticia y/ o derrota histórica cuya estructura suele ser: una época de bonanza para la gente de la región, muchas veces producida por una revolución contra una injusticia o una situación desfavorable o insoportable (Los comuneros; Quan el mal ve d’Almansa; «Aragón, 20 de diciembre de 1591» del grupo Boira; la versión de «Els segadors» de Rafael Subirachs, evocando el levantamiento de los segadores catalanes contra Felipe IV -gracias a Amara por su observación); se produce una batalla o invasión (La cantata del mencey loco; El rey Al’Mutamid dice
adiós a Sevilla
de Carlos Cano) provocada por la reacción (o fuerza invasora) generalmente de índole real (Carlos I en Los comuneros, Felipe V en Quan el mal…); los rebeldes y/ o resistentes son apresados, y se procede a su ejecución; al final suele haber, a modo de epílogo, una canción inflamada, como un himno, en el que al mismo tiempo que se lamenta la injusticia histórica, se llama a recuperar aquello: por ejemplo, «Castilla, canto de esperanza» o el «Canto final» del mencey loco. Estas canciones venían a plantear dos cosas fundamentales: la pérdida de sus derechos e identidades por esta derrota hasta la actualidad, y que eran una excelente manera de denunciar al régimen entendiéndolo como sucesor de aquellos otros (esta idea aparece en uno de los versos de López Álvarez que no recogen Nuevo Mester de Juglaría para su canción).
Pero, por supuesto, también canciones que explicaran la situación actual, bien enlazándola con el pasado remoto («Regreso a la semilla» de Elisa Serna), bien meramente en sus días («Euskadin represioa» -la represión en Euskadi- de Txato Agirre, cantada tanto por Fernando Unsain como por Imanol).
También había himnos, cómo no, bien de la autoría del cantante, bien tomados de algún poeta: «Berros de loita» del poeta Cabada Vázquez, cantada por Benedicto; «Acción galega» de Cabanillas cantada por Xerardo Moscoso; el poema «Asturias» de Pedro Garfias, por Víctor Manuel; «La Rioja existe, pero no es» de Carmen, Jesús e Iñaki; «Aragón» de Labordeta (aunque éste encajaría más bien en la primera clase que hemos nombrado); «Ver para creer» de La Bullonera; «Verde y blanca» de Carlos Cano; «Batasuna» de Telesforo Monzón por Pantxo eta Peio, «Euskadi» o «Gure lekukotasuna» del grupo de rock progresivo Errobi… A parte de los himnos oficiales de cada tierra -si los había- declarados ilegales o parcialmente tolerados desde 1939: véase «Himno de Andalucía» (Enrique Morente, Jarcha, Carlos Cano), «Els segadors» (Marina Rossell, Subirachs), «O Breogán»… y otros más ilegales aún, antiguos, que reflejaban el sentir de un pueblo («Eusko gudariak», «La Santa Espina», «Pendón morado»…).
Aunque el sentimiento nacionalista o regionalista no necesariamente se tenía que reflejar literariamente, especialmente en épocas más duras en las que poco se podía decir y, generalmente, carecían de otra lengua que no fuera el castellano  para expresarse. Aunque el interés antroplógico es evidente y obvio, no hay duda de que latía el sentimiento de reivindicación regional cuando Joaquín Díaz, Ismael, los cantautores vascos, los grupos castellanos, los grupos canarios y el Grup de Folk (amén del LP de Josep Maria Espinàs -fundador de Setze Jutges- Cançons tradicionals), entre otros, deciden recuperar la música que era suya y que el régimen les había robado (o les había intentado robar) para legitimar la unidad nacional: el espíritu español que se manifiesta a través de sus «peculiaridades regionales». No podían, claro, entonces considerarse de subversivos y peligrosos (en cuanto a los que únicamente se dedicaban a la interpretación estricta de estos temas: me refiero a los comienzos de los castellanos y de los canarios). Esto supuso un primer paso para que en la siguiente década estos grupos castellanos y canarios se politizaran, a la vez que salían nuevos grupos de folk muy combativos, incluso entre muchos que al principio se negaron a hacer algo parecido a folklore, como era el caso gallego, hartos de ver la usurpación de la gaita y el pandeiro que el régimen hacía. Grupos como los gallegos Fuxan os Ventos y Xocaloma, junto a los anteriores Voces Ceibes y nuevos cantautores, como Luis Emilio Batallán; los aragoneses Boira y La Bullonera; los andaluces Jarcha; los castellanos La Fanega; los baleares Uc; los vascos Oskorri o Aseari, los asturianos Nuberu; los canarios Chincanarios y Verode; además de los grupos y solistas ya citados, venían, a principios y mediados de los 70, a reivindicar su tierra con la palabra, pero también con los sones y danzas de sus tierras. Cosa que también se puede rastrear en el rock de estilo progresivo que se empieza a hacer entonces: el rock andaluz, mezclando el flamenco con la guitarras eléctricas: Smash, Triana, Alameda, Medina Azahara… (es representativa las declaraciones de Tele, batería de Triana: «Chicago son de Chicago y se llaman Chicago. Pues nosotros somos de Triana»; el rock vasco de Errobi, el gallego de NHU, y los grandes grupos catalanes de rock progresivo: Iceberg, Companya Elèctrica Dharma…

Durante todos aquellos años que van aproximadamente desde mediados de los 60 hasta finales de los 70, estos cantantes tomaron como responsabilidad propia el hacerse voceros de su tierra, de su lengua, de sus gentes, de sus penas y alegrías, de su historia, y de las injusticias que sufrían para reivindicar lo que historicamente les pertenecía como pueblo y para acercar sus sentimientos al resto del país.. Nadie debería sentirse ofendido por ello.

Curros Enríquez: For the union



Manuel Curros Enríquez, a great poet in Galician language. Born in 1851 and dead in 1908, he contribuited to the rebirth of Galician language and to the nationalist feeling of Galicians people. In 1808, was acussed by his recent book, Aires da miña terra (Winds from my land), for heretic contents. After a time in La Habana, he returned to his land, after to have worked on some newspaper. Republican and Galicianist, his efort and poetry was an example for his people. A lot of Galicians (and no Galicians) poets learned from him, and the most of the Galician songwriters made songs on his poems.

Pola Unión


Non é en honor do Patrón


que esta noite cantar veño.


Anque a teña ó Santo,


teño á Patria rnáis devoción.

Eu, polo sí ou polo non,
cos santos quero estar ben;
mais quero estálo tamén
coa terra en que fun nacido:
sólo unha Patria hai na vida
e santos hai máis de cen.

Canso de evanxelizar
e facer no mouro estrago,
hai tempo que está Santiago
da santa gloria a gozar.
Con non menos batallar
contra todo mal goberno,
Galicia a un suplicio eterno
decote está condenada,
e pídenos, desolada,
que a libremos dese inferno.

É tan grande o seu penar,
máncana tantos abrollos,
que coas bágoas dos seus ollos
coido que foi feito o mar.
Diante o trono e diante o altar
contra o seu mal pide acordo;
mais sin piedá nin remordo
do seu dolor, nunca escaso,
os homes non lle fan caso,
e Dios permanece xordo…

¡Tí sólo, Galicia Santa!
¡Tí, que no antigo señora,
escrava ximes agora
dos caciques baixo a pranta!
Véndote entre pena tanta,
os teus bravos fillos ¿qué fan? …
¿En qué pensan?, ¿Onde están,
que non collen os fouciños
e botándose ós camiños
a redimirte non van?

Arregañados os dentes,
us cos outros agarrados,
revoltos i enfurruñados,
semellan a cans doentes.
Nas propias carnes os dentes
engarran, sin compasión,
e despreceando a razón
que toda xenreira borre,
iesquecen súa Nai, que morre
chea de infamia e de baldón!,

Todo pra ser grande e forte
se une, xunta e reconchega:
quen á discordia se entrega
vai direito cara á morte.
Non agarde millor sorte
quen fomente divisiós;
que a unión de tódolos bós
é lei de tan alto alento
que pra estar no Sacramento
hastra a ten que cumplir Dios!

Galegos que me escoitades,
galegos que a verme vides
hoxe de eiquí non saídes
sin face-las amistades!.
Das nosas debilidades
o diaño non se ha de rir.
Vámonos todos a unir,
matando rencores cegos;
que na unión dos bos galegos
está da patria o porvir!

For the union

It’s not in honour of our patron saint/ I come to sing tonight./ Although to the saint I take devotion,/ I take to fatherland more devotion.// I, by yes or by no,/ want to be alright with saints;/ but I also want to be so/ with the land in what I was born:/ there’s only one fatherland in life/ and there are more than hundreds saints.// I get tired of Evangelizing/ and of making havoc to the Morish,/ St. James (1) is still in time/ to enjoy the Heavenly Glory./ With no less battle/ against every bad government/ to a eternal torment Galicia/ is doomed since always,/ and she’s asking us, desolated,/ we’d release her of that hell.// Is so great her sorrow,/ the reefs are harming her so,/ that with the tears from her eyes/ I think was made the sea./ In front of the throne and in front of the altar/ against her wrong asks for agreement; but without mercy or remour/ of her sorrow, never short,/ men doesn’t take notice/ and God keeps deaf…// Only you, Holly Galicia!/ You, that in the past was a Lady,/ as slave are moaning now/ down the landowners’ plant!/ Seeing you among so much sorrow,/ your braves children,/ what are doing?…/ What are they thinking?, where they are/ that don’t take the sickles/ and setting out to the roads/ they don’t go to redeem you?// The teeth tighten,/ grasped one against other ,/ rough and angry,/ they seem injured dogs./ In the same flesh the teeths/ thrusted, without mercy,/ and scorning the reason,/ that all dislike would erase,/ they forget their mother, who dies,/ full of infamy and insult!// Everything for being big and strong,/ it’s joining together and gets reconcentrated itself:/ who surrender himself to discord/ goes straight to death./ May not wait better luck/ that who’d foments divisions,/ because the union of all the kind ones/ is as a law of so high breath/ that for being in the Sacraments/ until God has to enforce it!// Galicians who are listenig me,/ Galicians who come for see me,/ today you won’t ge out of here/ without making peace!/ Of our weaknesses/ Devil shall not laugh about./ Let’s everybody of us to join ourself,/ killing blind resentments;/ that in the good Galicians union/ is the fatherland future!

Manuel Curros Enríquez

(1) Saint James is the Patron Saint of Galicia. Some legends tells that he fought against the invaders from North Africa, the Moorish;
but got demonstrated that was only a tale. It’s believed that he’s buried under Santiago of Compostela’s cathedral.

Galician, the language of Galicia.
Between the languages spoken in Spain, Galician is one of the elder. As
everyone of them (except Basque) is a Latin language. It comes of an
antique language called Galaic-Portuguese (Sp. Galaico-portugués), from
which descends Galician and Portuguese. In the Middle Age,
Galaic-Portuguese was the most evolved language of the Iberic
Peninsula: in which was written, by example, the king Alfons X’s
(called "The Wise") Cantigas a Santa María (Ballads to Saint Mary) and Martin Codax’s Cantigas de amigo
(Lover’s Ballad -here, "amigo", friend, have the meaning of "lover"-).
After a time of scorn to Galician language, in the XIX century some
poets as Rosalía de Castro and Manuel Curros Enríquez, rescued it of
bourgeois scorn, who have relegate to rural world. A second re-birth of
the language came too in the 30’s decade, during the 2nd Republic, with
Castelao’s Galicianist Party (Partido Galeguista), but, after the
Spanish Civil War, as the others no-Castilian Spanish languages, its
use was again relegated to private life until poets as Manuel María or
Celso Emilio Ferreiro, songwriters as those who formed Voces Ceibes
(Benedicto, Xerardo, Miro Casabella) and folk-groups rescued it of bad
folklore and regained for it its prestige. Actually is talked in
Galicia, west of Asturias and north of León.

 Benedicto is one of the best songwriters in Galician language on
Spain at he last 60’s and swinging 70’s. He was one of the founders of
the collective Voces Ceibes (Free Voices), a collective of
Galician songwriters, leaded by poet Manuel María Fernández, which
objective was the vindication of Galician as language, and the culture
and literature of Galicia (North-West of Spain). His style, instead his
"French-Catalan" beginnings, has a root in Galician folklore. His 1st
work was a EP with four songs at the fall of 60s decade, also recitals
and concerts by Galicia and Madrid and other places. At the beginning
of the 70s decade, he went to Portugal for meeting the great Portuguese
songwriter Jose Afonso; since that moment, Benedicto accompany
with guitar to Jose Afonso in his tours around Portugal, Paris, Galicia
and some other places. In 1974, Benedicto back to Galicia and records
his 1st album with the production of Argentine songwriter Alberto Gambino: Pola unión (For the union) released in 1977. To this, will follows Os nomes das cousas
(The things names). But later he won’t record no more albums, although
his career  was very intense. He alternates his own writings with the
writings of the greater poets of Galicia as Celso Emilio Ferreiro, Manuel Curros Enríquez or Manuel Cabada Vázquez; also he alternates in the 70’s his own music with traditional Galicians ballads.

The Nova Canción Galega
(New
Galician Song) was a literary-musical movement of young people who were
against Franco’s regime and wanted to rescue culture and language of
Galicia. In this movement are the collective Voces Ceibes. In the 70’s
decade, the movement get folklorist attitude, instead many of them
rejected it in the beginnings.
Voces Ceibes (Free Voices)
was the first collective of the Nova Canción Galega. Their objectives
were make an opposition to Franco’s regime with music and poems of the
great all of times Galician poets and make a vindication of Galician
culture, language and literature. But they rejected to use Galician
folklore due to the illegitimacy use that Franco’s regime make of it as
an instrument of cohesion of all the Spanish lands.  Despite of this,
in the 70’s, they adopted finally the Galician folk-music for making
art and vindications.

Listen this poem sung by Benedicto clicking here
Also you can listen it on stage here

Celso Emilio Ferreiro: Long night of stone


Celso Emilio Ferreiro Míguez is an important poet and renovator of Galician language and poetry. Born 1912, he was a follower of Curros Enríquez‘ poetry. His first book was released in 1936; his second book, at 1941, was his only work in Spanish: Al aire de tu vuelo (At your flight’s air). But his great book, at least the most famous, is Longa noite de pedra (Long night of stone). The poem is as symbolic of those darkyears that many people, especially Galician, still refers to the francoist ages as the long night of stone. He died in 1979, in Vigo.

Celso
Emilio Ferreiro’s poetry is one of the strongest and purest of the
poetry against Franco’s regime not only in Galician, but in all the
Spanish lands. As the poems of contemporary as Blas de Otero, Gabriel
Celaya, Jesús López Pacheco or the Basque Gabriel Aresti, among others,
Celso Emilio’s poetry talks about justice, about the man, the people;
he talks about Galicia, about the Galician people, about the Galician
language. Most of the Galician songwriters made songs with his poems.
For this reasons, Celso Emilio Ferreiro is not only one of the best
Galician poets, but one of the best of the Universal poetry.

Galician, the language of Galicia. Between the languages spoken
in Spain, Galician is one of the elder. As everyone of them (except
Basque) is a Latin language. It comes of an antique language called
Galaic-Portuguese (Sp. Galaico-portugués), from which descends Galician
and Portuguese. In the Middle Age, Galaic-Portuguese was the most
evolved language of the Iberic Peninsula: in which was written, by
example, the king Alfons X’s (called "The Wise") Cantigas a Santa María (Ballads to Saint Mary) and Martin Codax’s Cantigas de amigo
(Lover’s Ballad -here, "amigo", friend, have the meaning of "lover"-).
After a time of scorn to Galician language, in the XIX century some
poets as Rosalía de Castro and Manuel Curros Enríquez, rescued it of
bourgeois scorn, who have relegate to rural world. A second re-birth of
the language came too in the 30’s decade, during the 2nd Republic, with
Castelao’s Galicianist Party (Partido Galeguista), but, after the
Spanish Civil War, as the others no-Castilian Spanish languages, its
use was again relegated to private life until poets as Manuel María or
Celso Emilio Ferreiro, songwriters as those who formed Voces Ceibes
(Benedicto, Xerardo, Miro Casabella) and folk-groups rescued it of bad
folklore and regained for it its prestige. Actually is talked in
Galicia, west of Asturias and north of León.

 

Longa noite de pedra

O teito é de pedra.
De pedra son os muros
i as tebras.
De pedra o chan
i as reixas.
As portas,
as cadeas,
o aire,
as fenestras,
as olladas,
son de pedra.
Os corazós dos homes
que ao lonxe espreitan,
feitos están
tamén
de pedra.
I eu, morrendo
nesta longa noite
de pedra.

The roof is of stone./ Of stone are the walls/ and the darkness./ Of stone the soil/ and the bars./ The doors,/ the chains,/ the air,/ the windows,/ the looks,/ are of stone./ The hearts of men/ that are lurking in the distance,/ are also/ made/ of stone./ And I’m dying/ in this long night of stone.

Celso Emilio Ferreiro

The Nova Canción Galega (New Galician Song) was a
literary-musical movement of young people who were against Franco’s
regime and wanted to rescue culture and language of Galicia. In this
movement are the collective Voces Ceibes. In the 70’s decade, the
movement get folklorist attitude, instead many of them rejected it in
the beginnings.
Voces Ceibes (Free Voices) was the first
collective of the Nova Canción Galega. Their objectives were make an
opposition to Franco’s regime with music and poems of the great all of
times Galician poets and make a vindication of Galician culture,
language and literature. But they rejected to use Galician folklore due
to the illegitimacy use that Franco’s regime make of it as an
instrument of cohesion of all the Spanish lands.  Despite of this, in
the 70’s, they adopted finally the Galician folk-music for making art
and vindications.
Xavier González del Valle was a member of the collective Voces Ceibes, but his career was no longer of the group’s beginning. He recorded only on EP and made recitals with all the group during his existance (until 1970). But he can to presume of being the first songwriter in make a song of a Celso Emilio Ferreiro‘s poem; and so it was his only EP: four Celso Emilio poems: "Longa noite de pedra" was among them:

 http://www.goear.com/files/localplayer.swf

For learn more about Voces Ceibes and the New Galician Song: www.ghastaspista.com

Benedicto: Os compañeiros


Benedicto is one of the best songwriters in Galician language on Spain at he last 60’s and swinging 70’s. He was one of the founders of the collective Voces Ceibes (Free Voices), a collective of Galician songwriters, leaded by poet Manuel María Fernández, which objective was the vindication of Galician as language, and the culture and literature of Galicia (North-West of Spain). His style, instead his "French-Catalan" beginnings, has a root in Galician folklore. His 1st work was a EP with four songs at the fall of 60s decade, also recitals and concerts by Galicia and Madrid and other places. At the beginning of the 70s decade, he went to Portugal for meeting the great Portuguese songwriter Jose Afonso; since that moment, Benedicto accompany with guitar to Jose Afonso in his tours around Portugal, Paris, Galicia and some other places. In 1974, Benedicto back to Galicia and records his 1st album with the production of Argentine songwriter Alberto Gambino: Pola unión (For the union) released in 1977. To this, will follows Os nomes das cousas (The things names). But later he won’t record no more albums, although his career  was very intense. He alternates his own writings with the writings of the greater poets of Galicia as Celso Emilio Ferreiro, Manuel Curros Enríquez or Manuel Cabada Vázquez; also he alternates in the 70’s his own music with traditional Galicians ballads.

The Nova Canción Galega
(New Galician Song) was a literary-musical movement of young people who were against Franco’s regime and wanted to rescue culture and language of Galicia. In this movement are the collective Voces Ceibes. In the 70’s decade, the movement get folklorist attitude, instead many of them rejected it in the beginnings.
Voces Ceibes (Free Voices) was the first collective of the Nova Canción Galega. Their objectives were make an opposition to Franco’s regime with music and poems of the great all of times Galician poets and make a vindication of Galician culture, language and literature. But they rejected to use Galician folklore due to the illegitimacy use that Franco’s regime make of it as an instrument of cohesion of all the Spanish lands.  Despite of this, in the 70’s, they adopted finally the Galician folk-music for making art and vindications.

Galician, the language of Galicia. Between the languages spoken in Spain, Galician is one of the elder. As everyone of them (except Basque) is a Latin language. It comes of an antique language called Galaic-Portuguese (Sp. Galaico-portugués), from which descends Galician and Portuguese. In the Middle Age, Galaic-Portuguese was the most evolved language of the Iberic Peninsula: in which was written, by example, the king Alfons X’s (called "The Wise") Cantigas a Santa María (Ballads to Saint Mary) and Martin Codax’s Cantigas de amigo (Lover’s Ballad -here, "amigo", friend, have the meaning of "lover"-). After a time of scorn to Galician language, in the XIX century some poets as Rosalía de Castro and Manuel Curros Enríquez, rescued it of bourgeois scorn, who have relegate to rural world. A second re-birth of the language came too in the 30’s decade, during the 2nd Republic, with Castelao’s Galicianist Party (Partido Galeguista), but, after the Spanish Civil War, as the others no-Castilian Spanish languages, its use was again relegated to private life until poets as Manuel María or Celso Emilio Ferreiro, songwriters as those who formed Voces Ceibes (Benedicto, Xerardo, Miro Casabella) and folk-groups rescued it of bad folklore and regained for it its prestige. Actually is talked in Galicia, west of Asturias and north of León.

Os Compañeiros

Alí estaban os compañeiros
ó redor dunha fogueira
que furaba as mouras tebras
cunha roxa lumieira.

Eran moitos os compañeiros
que cantaban con alegría
a cancion sempre esperada,
a canción xa presentida.

Tiñan mans os compañeiros
duras, fortes i encallecidas
de traballar sen sosego
nunha terra chea de vída.

O seu ollar coma unha gota
de auga pura e cristalina
que na noite de xiada
durme nas follas tranquilas.

No seu peito un cargamento
de mil flores encendidas
non levaban de armamento
máis que palabras amigas.

Non falaban do andado
sementado de feridas
preparaban o camiño
cara a terra prometida.


There were the companions,/ around a bonfire/ that was drilling the black darkness/ with a red flame.// They were a lot of the companions/ who were singing with joy/ the always waited song,/ the already foresaw song.// The companions were having/ hard, strong and harden hands/ of restless working/ in a land full of life.// Their look as a/ pure and crystalline water drop/ that in the nights of  frost/ use to sleep on the quiet leaves.// In his breast a/ thousand enlighten flowers load;/ they were carrying no armaments/ but a friendly words.// They weren’t spoken about the way they walked,/ spreaded of  wounds,/ they were preparing the way to the promised land.

Words and Music:
Benedicto

For reading it in Spanish, click here
For listening this theme click here
For learn more about Benedicto and Voces Ceibes: www.ghastaspista.com

Historia de la canción de autor: canción y política I


Podríamos empezar esta entrada con una anécdota sobre el genial músico británico John Lennon. A finales del 65 y durante el 66, cuando la música pop convencional anglo-sajona estaba sufriendo un cambio bastante profundo, los Beatles estaban en el punto de mira de mucha gente tanto para bien como para mal: y eran los días del «somos más populares que Jesucristo» por un lado, y por otro de la atroz guerra de Vietnam, y Lennon no tenía el horno para bollos: los últimos acontecimientos le habían agriado el carácter alejándolo del chico amable e inocente con la respuesta inteligente y la sonrisa tímida porque a lo mejor había dicho una grosería que la prensa esperaba ver; no, el nuevo Lennon repartía leña por su boca a diestro y siniestro sin cortarse. Cuando le preguntaron por la guerra de Vietnam, John respondió: «En el Reino Unido y en Estados Unidos siempre se les pregunta a los miembros del mundo del espectáculo por la política». Pues bien, salvando las distancias y los matices aquí se procuraba no preguntar demasiado a los miembros del espectáculo (aunque bien es verdad que allí también preferían que se callaran). En fin, esto era sólo por ilustrar esa curiosa tendencia, porque a veces parece que dicen, y que tienen que decir, cosas más sensatas y más razonables los artistas que los políticos. 

Centrándonos ahora en nuestro país, dice Luis Eduardo Aute en el documental «La tierra de las mil músicas»: «Al no estar legalizados los partidos políticos ni los sindicatos, la gente se agrupaba en torno a nosotros, a los cantantes». Pienso que tiene mucha razón, porque los cantantes -los que se podían escuchar sin problemas dentro de la canción protesta- eran los únicos que decían algo político contrario a los que se oía a todas horas: los cantautores ponían patas arriba toda la concepción franquista de la sociedad y del status quo de España: España no estaba bien, España no gozaba de paz y España no era ni una ni grande ni mucho menos libre: había parados, emigrantes, exiliados, culturas castradas o secuestradas, lenguajes enmudecidos, presos y condenados a muerte, etc. Todo esto encontraba un disconforme al oír a los cantantes. Pero hay que aclarar que aunque reciba la denominación de canción política o canción protesta no era ni mucho menos cantar gratuitamente «¡Viva tal! ¡Muera cual!»: para empezar, aunque la dimensión política es importante, no es determinante ni definitoria del género; y, por otra parte, dentro de lo que se llama comúnmente canción protesta o política caben muchos matices y diversos enfoques y dimensiones que no permiten un reduccionismo al panfletarismo, al sectarismo y demás: de hecho, el que acepte esto en realidad está entrando en el juego de los reaccionarios de entonces (y de ahora).

Es necesario tomar la historia desde el principio. Desde 1960 o así, una serie de jóvenes, universitarios generalmente, opuestos al régimen y enamorados de la canción de autor francesa, latinoamericana, norteamericana y portuguesa, decide, en todas o casi todas las regiones de España, reunirse para tocar y cantar música cuyos textos fueran más allá de las inocentes baladas tan de moda entonces y así alzar sus voces críticas. Vienen de diversas procedencias: muchos son hijos de la burguesía liberal (como es el caso de Lluís Llach), otros vienen de las clases trabajadoras, como Elisa Serna o Manuel Gerena (hijo de campesinos y de profesión electricista) o incluso, el caso más llamativo, el hijo de un ministro franquista: Chicho Sánchez Ferlosio. Todos eran hijos de la guerra o de la posguerra y la mayoría tenía algún familiar, conocido o amigo en la cárcel por sus ideas políticas. Se empiezan a reunir en las universidades principalmente, rescatan a los poetas condenados al silencio y utilizan la canción para difundir ciertas ideas políticas: la canción latinoamericana, portuguesa y norteamericana primordialmente les darán las claves iniciales. Empiezan como un fenómeno minoritario, pero comienza a extenderse especialmente cuando algunos de estos cantores alcanza cierta fama e incluso cierto éxito comercial. Los recitales de los colectivos de cantantes se convierten en una especie de mitín político, apuntando a lo que decía Aute, con las pertinaces censuras, prohibiciones o cargas policiales. Desde el inicio hasta el final, los nuevos cantores son conscientes del papel que se disponen a desempeñar: surgen los himnos, bastante alejados de los himnos canónicos de los viejos partidos políticos tradicionales, en cualquier lengua, con una carga simbólica y metafórica tremenda; himnos que serán aceptados por las juventudes disconformes y coreados en la lucha política: «A galopar» de Alberti, «España en marcha» de Celaya, musicados y cantados por Paco Ibáñez; «Al vent» y «Diguem no» de Raimon, al que luego, siendo un cantante muy dado a componer himnos acertados, sumará «Cantarem la vida», «Qui ja ho sap tot»… «L’estaca», «Cal que neixin flors a cada instant» o «Damunt d’una terra» de Lluís Llach; «Canto a la libertad» de Labordeta; «El pueblo no olvidará» de Imanol; «Pola unión» de Benedicto, sobre un poema de Curros Enríquez; «Agur Euskal-Herriari» de Urko; «El burro i l’àguila» de Pi de la Serra…. Un etcétera infinito. Llach y Raimon fueron los dos grandes hacedores de himnos anti-franquistas sin discusión.
Es entonces cuando los cantautores toman un protagonismo político, no sabría decir si deseado, por aquel motivo. El régimen siempre estuvo alerta hacia ellos, investigando todo lo que hacían, y la represión estuvo presente desde el principio: a la censura (que pasó y sufrió todo artista, incluso aquel que solía ir a las fiestas del caudillo) y a las prohibiciones se sumaba la mentira desde la crítica periodística ¿profesional?: algunas de estas mentiras o verdades a medias fueron, por ejemplo, que Raimon disponía de un Mercedes de su propiedad, así que no entendían de qué se quejaban estos cantantes (ignoro hasta la fecha si fue verdad que tenía un mercedes, pero el autor de esto venía a generalizar diciendo que si Raimon tenía un mercedes, Serrat tenía otro, y también Gerena, y también Laboa…); o decir que no se invitaba a Manuel Gerena a los certámenes de flamenco porque cantaba mal (cosa que no podían hacer con Menese, cuyo talento y técnica eran y son innegables); todo esto para acabar diciendo que no entendían de su queja, con el sol que hay en España, etc. Y es aquí donde está la trampa en la que caen muchos respecto a la canción de autor: el término canción política, e incluso a veces el de canción protesta, es un término peyorativo inventado por la prensa reaccionaria: lo que le interesa a toda dictadura es el desarme ideológico total y absoluto, aunque luego se hagan desfiles y se griten «vivas»; estas canciones venían a rearmar ideológicamente a un pueblo que había estado ciego, sordo y mudo desde el año 39, dispuesto a pensar lo que el caudillo pensara y a asentir lo que él dijera… o eso era lo que él creía. Es muy posible que los obreros y los campesinos no supieran o no entendieran aquello del materialismo dialéctico o la lucha de clases, pero era muy distinto si se lo cantaban a ritmo de flamenco, de jota o de jazz incluso. Pero la cuestión fue esta, un problema que viene de lejos y que aún perdura hoy: el debate arte y política, es decir, ¿debe el arte reflejar la belleza sin más o puede ser utilizado para otros fines alejados ya de lo estético? Lo que en nuestro caso se podría traducir como «¿prefiere usted a Raphael o a Paco Ibáñez?». No quisiera ahondar en este debate, que sería tan interesante como arduo y fatigoso, sólo decir que desconfío por entero de aquel que dice «esta obra está demasiado cargada políticamente», porque a quien realmente le interesa el desarme ideológico es o a un señor de derechas muy de derechas o a un despotista ilustrado que quiere mantener al pueblo en las tinieblas de la ignorancia; y eso es lo que pasaba por aquel entonces (sólo decir que ser apolítico en el arte o en cualquier otra cosa es una ficción, ya que incluso lo apolítico es una opción política). Sin embargo, estos señores no supieron ver, porque no les interesaba para sus fines, el fenómeno de la nueva canción en su totalidad.

A medida que pasaba el tiempo, los cantantes fueron aprendiendo nuevas técnicas musicales y poéticas que les permitieron evolucionar del cantautor convencional de guitarra y contrabajo a formas más expresivas tanto poéticas como musicales. Esto tenía su punto máximo en 1976 a 1977, curiosamente cuando las grandes compañías discográficas, debido a la apertura de libertades producida y a un mercado que se abría, comenzaron o bien a fichar a los cantautores ya consagrados o a obtener nuevos: muchos de aquellos valores resultaron ser de aquellos que se podrían llamar panfletistas debido a lo insulso de sus letras: no añadían nada nuevo, se limitaban a repetir lemas y clichés (aunque yo hablo de lo que he leído, no conozco a ninguno que yo sepa). Los años 76 y 77 son los años más activos políticamente hablando: casi todos los cantautores pertenecían a algún partido o sindicato, hicieron homenajes y recitales en beneficio de partidos, sindicatos, asociaciones de vecinos y presos políticos siempre que las autoridades lo permitieran; muchos de los que se permitieron se prohibieron casi nada más empezar por el comportamiento «escandaloso» del público.
En aquellos años asistimos por otro lado al renacimiento político de alguno. Por poner dos claros ejemplos: Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel. Serrat, por un lado, era un cantautor del que todos sabían que no simpatizaba con el régimen; nunca grabó grandes himnos de unidad o de lucha: lo suyo era más bien contar historias, siguiendo la tradición machadiana, pero no historias inocentes: era la protesta a través de la objetividad, de la mera descripción, y de la cotidianeidad. A Joan Manuel se le toleraba porque era un artista de éxito, había conseguido algo que es realmente muy difícil: equilibrar el oficio de cantor popular con el de estrella pop. Sin embargo, llegado el 27 de Septiembre de 1975, estando en México, Serrat critica agriamente la decisión de ejecutar a los cinco muchachos: aunque ya había protagonizado algún que otro escándalo anti-franquista, esto para ellos fue la gota que colmó el vaso y le prohibieron volver a España. Serrat en sus canciones no era especialmente político -hablando desde una perspectiva militante-, sin embargo sí lo era en sus declaraciones y acciones fuera de lo profesional.
Víctor Manuel fue un ejemplo parecido, pero a la inversa. Al igual que Serrat, fue un cantautor con una popularidad bastante importante. Su activismo político estuvo presente en sus canciones pero de una manera más soterrada que otros cantantes. Es en el año 76 cuando Víctor arma ideológicamente sus canciones, escribiendo entre el 76 y el 77 canciones como «Socialismo es libertad», «A Marcelino Camacho», y su disco (muy bueno, por cierto) 10, un álbum muy políticamente cargado, hasta el punto de que varios críticos musicales, incluso de entre los más respetables, anunciaron su muerte artística, de la que resucitó gracias al álbum Soy un corazón tendido al sol, que tenía temas políticos, pero también otros. Su caso, digamos, fue la necesidad del momento, de decir las cosas tal como se sentían.
De eso trata el concepto «canciones de emergencia»: canciones que deben escribirse para denunciar un hecho puntual y concreto, y que a veces, por el hecho de ser tan emergentes, no son tal vez todo lo buenas que pudieran haber sido. Son por ejemplo «Que volen aquesta gent?», de María del Mar Bonet, «Al alba» de Aute, y un largo etcétera, siendo consciente de que he elegido dos canciones que para nada podríamos clasificar de simples debido a su emergencia -sobre todo «Al alba»-.
Pero en eso de la canción política hubo mucho charlatán, mucho cantante frívolo que en el 76 quiso hacer pasta cantando los temas por los que muchos otros sufrieron cárcel y exilio.

Efectivamente, no es pura publicidad: es verdad que hubo cantautores en la cárcel, como Elisa Serna, Chicho o Antonio Piera, de Madres del Cordero. La cosa funcionaba así: si el público hacía desórdenes o el cantautor cantaba la canción prohibida obtenía una multa por parte del gobierno civil y/ o retirada del pasaporte (por si los espías de Moscú); si se negaba a pagarla, cárcel: y en el caso de Elisa -como he observado en el libro de Glez. Lucini Crónica de los silencios rotos– se las apañaron para que acabara en la cárcel. Desde los años 60 el oficio de cantor del pueblo fue difícil, pero como los mismos protagonistas reconocen, no fue tan difícil como después de la muerte de Franco: una ola de reaccionarismo azotaba el país debido a que los viejos franquistas que no querían pasar por el aro del reformismo, o incluso los mismos reformistas, vieron peligrar ¿España?, más bien sus puestos: los muertos en las manifestaciones por los ultras, la policía o la guardia civil comenzaban a ser el pan de cada día; las agitaciones y la violencia inusitada también afectó a los cantantes. Las batallas alrededor de los escenarios y fuera de los recintos se acrecentaban, lo cual por lo general venía en detrimento del cantante que tenía pagar multa; y eso sí: siempre tuvieron un comportamiento ejemplar al respecto, conscientes de lo peligroso de la situación de entonces.
Como decíamos, muchos cantantes militaban en partidos, sobre todo en el PCE, pero no sólo; sin querer ser exhaustivos al respecto, encontramos por ejemplo a Patxi Andión que se considera anarquista, o Serrat, que es un ugetista por parte de madre. Se actuó para los partidos democráticos de izquierda, para sus campañas, pero después estos mismos les dieron la patada a la mayoría: muchos como Elisa o Gerena sentirían la puñalada trapera por parte de aquellos por los que lucharon mientras estos otros se colgaban medallitas y vendían el país a los estadounidenses… Otros incluso comenzaron carrera política con más o menos éxito: Celdrán fue candidato a diputado por el PCE, Labordeta fundó el Partido Socialista Aragonés, y hoy en día preside el CHA y es diputado; Benedicto militó en el Partido Comunista Galego; Rosa León es hoy parlamentaria de la Federación Socialista Madrileña (¿por qué no se habrá presentado ella a las elecciones?), y otros más. Sin embargo, los flirteos con la política a más de uno le costó un disgusto y una desilusión, decidiendo que lo mejor era seguir cantando.

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