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¡Dadme un martillo, una campana y una canción!


album-if-i-had-a-hammer-songs-of-hope-struggleÉsta es una canción mítica, escrita entre Pete Seeger y Lee Hays en 1949. Al parecer, la primera vez que cantaron “If I had a hammer” fue en una reunión del Partido Comunista de Estados Unidos, como protesta contra el “Acta Smith”, una especie de control sobre los inmigrantes en el que se declaraba la adscripción política de ellos: una medida que pretendía preservar al país del peligro, pero que rebasaba los límites legales. Más tarde la cantaron con su grupo, The Weavers, y se convirtió, como casi todas sus canciones, en uno de los himnos del movimiento obrero y de los movimientos civiles (algo que, en realidad, era el mismo problema).

Desde entonces se convirtió en una inseparable del trovador de los derechos civiles:
If I had a hammer

If I had a hammerIf I had a hammer
I’d hammer in the morning
I’d hammer in the evening
All over this land
I’d hammer out danger
I’d hammer out a warning
I’d hammer out love between my brothers and my sisters
All over this land

If I had a bell
I’d ring it in the morning
I’d ring it in the evening
All over this land
I’d ring out danger
I’d ring out a warning
I’d ring out love between my brothers and my sisters
All over this land

If I had a song
I’d sing it in the morning
I’d sing it in the evening
All over this land
I’d sing out danger
I’d sing out a warning
I’d sing out love between my brothers and my sisters
All over this land

Well I’ve got a hammer
And I’ve got a bell
And I’ve got a song to sing
All over this land
It’s the hammer of justice
It’s the bell of freedom
It’s the song about love between my brothers and my sisters
All over this land

©1958, 1962 (renewed), 1986 (renewed)
TRO-Ludlow Music, Inc. (BMI)

http://www.arlo.net/resources/lyrics/hammer-song.shtml

Si yo tuviera un martillo

Si yo tuviera un martillo,/ martillaría por la mañana,/ martillaría por la tarde,/ por todo este país./ Martillaría el peligro,/ martillaría una advertencia,/ elaboraría el amor entre mis hermanos y mis hermanas/ por todo este país.// Si yo tuviera una campana,/ la tañería por la mañana,/ la tañería por la tarde,/ por todo este país./ Haría resonar el peligro,/ haría resonar una advertencia,/ haría resonar el amor entre mis hermanos y mis hermanas.// Si yo tuviera una canción/ la cantaría por la mañana,/ la cantaría por la tarde,/ por todo este país./ Cantaría alto el peligro,/ cantaría alto una advertencia,/ cantaría alto el amor entre mis hermanos y mis hermanas/ por todo este país.// Bien, tengo un martillo/ y tengo una campana/ y tengo una canción que cantar/ por todo este país./ Es el martillo de la justicia,/ es la campana de la libertad,/ es la canción sobre el amor entre mis hermanos y mis hermanas/ por todo este país.

Pete Seeger & Lee Hays

tumblr_lw40p3ux8s1qhwu63o1_400Como era natural, la canción no pasó de ahí, de los círculos progresistas (partidos, sindicatos, asociaciones, etc.) –y de los agentes federales que buscaban “agentes de Moscú”-, pero, años después, en 1963, supuso un cierto éxito en dos de sus versiones, seguramente interconectadas. La primera, fue la del grupo de folk Peter, Paul & Mary, un trío de folk algo más comercial que sus antecesores (pensando incluso que los Weavers tenían un carácter más comercial que los Almanac Singers), debido más bien al auge comercial que tuvo el folk por aquellas fechas: el trío cambió ostensiblemente la melodía de Seeger:

Y, seguramente, basándose en esta melodía, el cantante de rock’n’roll Trini López la ponía definitivamente en las listas de éxito:

Pero tal vez, y con todos mis respetos, más auténtica que la de López fue la adaptación del gran cantautor chileno Víctor Jara, declarado admirador de Seeger, incluida en su disco de 1969, Pongo en tus manos abiertas:

El martillo

Oh hermano, oh hermano.

Si tuviera un martillo
golpearía en la mañana
golpearía en la noche
por todo el país
Alerta el peligro
debemos unirnos para defender,
la paz.

Si tuviera una campana
tocaría en la mañana
tocaría en la noche
por todo el país
Alerta el peligro
debemos unirnos para defender,
la paz.

Si tuviera una canción
cantaría en la mañana
cantaría en la noche
por todo el país
Alerta el peligro
debemos unirnos para defender,
la paz.

Ahora tengo un martillo
y tengo una campana
y tengo una canción que cantar
por todo el país.
Martillo de justicia
campana de libertad
y una canción de paz.

http://www.cancioneros.com/nc/518/0/el-martillo-lee-hays-pete-seeger-victor-jara

Pero volviendo, para acabar, a Estados Unidos, también fue interpretada por su “ahijado” Arlo Guthrie, que fue para él tan inseparable como lo fue su padre, Woody:

Y, como colofón, aquí los tienes juntos:

Deportados y desahuciados


El otro día fui a impedir (junto a otros muchos, claro) un desahucio que, casi contra toda esperanza, se consiguió aplazar. Mientras me dirigía hacia allí, escuchando mi música, sonó muy apropiadamente este tema de Woody Guthrie, cantado por su hijo Arlo. Y es que los puedes llamar desahuciados o deportados, da igual: es gente que acaba perdiendo su nombre y su rostro.

Woody_Guthrie_2Woody escribió la letra de “Deportee (Plane wreck at Los Gatos)” cuando en enero de 1948 ocurrió un accidente de avión, que cayó en el cañón de Los Gatos, y transportaba 28 pasajeros mexicanos que estaban siendo deportados (según algunos –véase el enlace- era parte de un programa estatal de, digamos, “contrato temporal” de inmigrantes), movido por la indignación de que las noticias sólo dieron los nombres de los cuatro estadounidenses, miembros de la tripulación, mientras que a los pasajeros se les daba el genérico nombre de “deportados”, incluso la repatriación de sus cuerpos fue tratada como deportación. Guthrie no musicalizó su poema, lo haría una década después el profesor de colegio Martin Hoffman, en una música que respetaba el estilo de Woody; los primeros en cantarla fueron Pete Seeger y Cisco Houston, sus antiguos compañeros; pero muchos otros también la interpretaron, sobre todo el hijo de Woody: el gran Arlo Guthrie, cantautor a caballo entre la vieja escuela de folksingers y los cantautores psicodélicos hippies, que, al igual que su padre, se convirtió en acompañante de Pete Seeger en sus conciertos. Aquí tienes una actuación de ambos en 1975, con Arlo cantando la canción de su padre:

Deportee (Plane wreck at Los Gatos)

The crops are all in and the peaches are rott’ning,
The oranges piled in their creosote dumps;
They’re flying ‘em back to the Mexican border
To pay all their money to wade back again

Goodbye to my Juan, goodbye, Rosalita,
Adios mis amigos, Jesus y Maria;
You won’t have your names when you ride the big airplane,
All they will call you will be "deportees"

My father’s own father, he waded that river,
They took all the money he made in his life;
My brothers and sisters come working the fruit trees,
And they rode the truck till they took down and died.

Some of us are illegal, and some are not wanted,
Our work contract’s out and we have to move on;
Six hundred miles to that Mexican border,
They chase us like outlaws, like rustlers, like thieves.

We died in your hills, we died in your deserts,
We died in your valleys and died on your plains.
We died ‘neath your trees and we died in your bushes,
Both sides of the river, we died just the same.

The sky plane caught fire over Los Gatos Canyon,
A fireball of lightning, and shook all our hills,
Who are all these friends, all scattered like dry leaves?
The radio says, "They are just deportees"

Is this the best way we can grow our big orchards?
Is this the best way we can grow our good fruit?
To fall like dry leaves to rot on my topsoil
And be called by no name except "deportees"?

© 1961 (renewed) by Woody Guthrie Publications, Inc. & TRO-Ludlow Music, Inc. (BMI)

http://www.woodyguthrie.org/Lyrics/Plane_Wreck_At_Los_Gatos.htm

Deportado (Accidente de avión en Los Gatos)

Las cosechas están agotadas y los melocotones se pudren,/ las naranjas apiladas en los vertederos de creosota*;/ los devuelven volando a la frontera mexicana/ para pagar todo su sueldo para que vuelvan a vadear// Adiós a mi Juan, adiós, Rosalita,/ adiós mis amigos, Jesús y María;/ No tendréis vuestros nombres cuando montéis en el gran aeroplano,/ todo lo que os llamarán será “deportados”// El mismo padre de mi padre, vadeó ese río,/ cogió todo el dinero que ahorró en su vida;/ mis hermanos y hermanas vienen a trabajar en los frutales,/ e iban en el camión hasta que se retiraron y murieron.// Algunos de nosotros somos ilegales, y a algunos no los emplean,/ nuestro contrato de trabajo ha expirado y tenemos que irnos;/ seiscientas millas** hacia esa frontera mexicana,/ nos persiguen como a proscritos, como a cuatreros, como a ladrones.// Morimos en vuestras colinas, morimos en vuestros desiertos,/ morimos en vuestros valles y morimos en vuestras llanuras./ Morimos bajo vuestros árboles y morimos en vuestras matas,/ a ambos lados del río, morimos de la misma manera.// El avión del cielo se incendió sobre el Cañón Los Gatos,/ una bola de fuego de relámpago, y sacudió todas nuestras colinas,/ ¿Quiénes son todos estos amigos, todos diseminados como hojas secas?/ La radio dice, “Son sólo deportados”// ¿Es ésta la mejor manera en la que podemos cultivar nuestros grandes huertos?/ ¿Es ésta la mejor manera en que podemos cultivar nuestra rica fruta?/ Caer como hojas secas para podrirse sobre mi tierra/ y ser llamados sin nombre excepto “deportados”?

Woody Guthrie – Martin Hoffman

* Creosota: Líquido viscoso, de color pardo amarillento y sabor urente y cáustico, que se extraía del alquitrán y servía para preservar de la putrefacción las carnes, las maderas, y para otros usos (RAE).

** 600 millas=965.606 km (por mantener la estructura de la canción, he decidido respetar el sistema métrico al uso en Estados Unidos)


Una canción tan bonita y universal, como ésta, no podía dejar de tener un montón de versiones, desde los más folkloristas hasta los más rockeros: desde Judy Collins a los Byrds, Dave Guard, Bob Dylan, Kingston Trio, etc. Una de ellas, como no podía ser de otra manera (tanto por su condición mexicana ascendente como por la de alumna aventajada de los viejos folksingers), fue Joan Baez:

Y los Dubliners, irlandeses ellos, que también entienden bastante de esto de la emigración, pero también porque son un grupo que luchará por toda la buena gente de este mundo. Otros cantantes irlandeses que la han cantado han sido Paddy Reilly y Christy Moore:

Y, por no alargar esto demasiado (en el enlace de la Wikipedia ya aparece una buena relación de intérpretes), cierro con la versión de estudio de Arlo, en este hermoso vídeo en la que su realizador ha mezclado la canción con, muy apropiadamente, imágenes de los temporeros mexicanos:

La casa del sol naciente: el antro de perdición que dio lugar a una de las mejores canciones de la historia


Rising_sun_animals_USCuando la voz ronca y potente de Eric Burdon y el vibrante órgano de Alan Price comenzaron a tocar unos acordes que no sólo se convertirían en históricos, sino que ya eran históricos, cuando hacia 1965 los Animals acompañaban en gira a Chuck Berry, quizás desconocieran que estaban devolviendo a su dimensión popular a una canción tan vieja, tal vez, como la ciudad de Nueva Orleans.

new-orleansArtistas de todos los campos, desde dramaturgos y novelistas hasta bluesmen y blueswomen, anónimos o conocidos, entre el siglo XIX y el siglo XX, describieron la ciudad de Nueva Orleans (la ciudad colonial estadounidense por excelencia, en donde se mezcla el pasado francés, español y el anglosajón con la cultura afroamericana y el inmemorial legado indio: un auténtico crisol de culturas) como un lugar en el que la oportunidad se vuelve vicio y la gente que va a ella a vivir acaba atrapada en un destino de corrupción e inmoralidad sin salida: una ciudad en donde todo es posible, pero a qué precio. Ése es precisamente el origen de la canción folklórica más conocida del mundo: “The House of the Rising Sun”. Los orígenes de la canción son imprecisos, ya que es tan versátil a través de sus versiones que no se puede decir si es la nieta de una antigua canción inglesa, como sostiene Alan Lomax –el gran folklorista estadounidense-, o si es un blues hecho por negros. Pero no sólo su música es así de versátil, sino también su letra: la canción nos habla en primera persona de alguien que, económica o moralmente, se ha arruinado en un antro conocido como “La Casa del Sol Naciente”, pero no hay una clara letra arquetípica, y el protagonista de la canción puede ser tanto un hombre como una mujer, en cuyo caso, la temática de la canción cambia considerablemente. Si es una mujer la que canta, “La Casa del Sol Naciente” resulta ser un prostíbulo en donde ella ha vendido su ser y su vida y le resulta imposible salir de ahí; pero si es un hombre, y aún sin descartar la teoría del prostíbulo, viene a ser más Gwen Foster y Clarence "Tom" Ashelybien una casa de juegos en donde el protagonista se ha arruinado y la única manera de salir de la miseria es volver a probar a suerte en el antro. O puede, poniéndonos metafísicos, que la Casa del Sol Naciente sea una metáfora sobre la ciudad de Nueva Orleans, o un arrabal suyo –o todos en conjunto-, tal y como se ha descrito. No obstante, en el enlace de arriba a la wikipedia, se recogen algunos lugares, que ya no existen, que reclaman haber sido la famosa casa del amanecer (quizás llamada “del sol naciente” porque en ella te daban las del alba).

Como toda canción folklórica, sus orígenes no son claros, y mucho menos su autoría. Alan Lomax sostenía que la autoría de la canción pertenecía a dos estadounidenses de Kentucky, Georgia Turner (a la que produjo la canción) y Bert Martin (lo cual explicaría la ambigüedad del narrador) en base a una tradicional melodía inglesa:

La versión más antigua registrada pertenece a Clarence “Tom” Ashely, quien la aprendió de su abuelo, y Gwen Foster, en 1934:

En 1938 la grabaría el cantante country y directivo discográfico Roy Acuff: obviamente, la canción debió de empezar a volverse muy popular en Estados Unidos a causa de la Gran Depresión, que marcó las dos décadas siguientes tanto social como culturalmente:

2ª canción que suena

Así, en los años 40 y 50, los jóvenes folkloristas y cantautores que surgieron en la posguerra la convirtieron en un estándar en sus recitales y grabaciones, dándole su identidad étnica dependiendo, a menudo, de la del cantante: Leadbelly, Woody Guthrie, Pete Seeger, Odetta… Hicieron sus versiones, como de las grandes canciones populares norteamericanas, quizás orientadas a la temática más social que folklórica en ocasiones.

Y así, de los viejos folksingers pasó a los jóvenes cantautores de folk y country que se arremolinaban en torno a los cafés del bohemio Greenwich Village neoyorquino: uno de ellos fue Dave Van Ronk, quien, al parecer, le dio a la canción un toque personal muy original con sus arreglos, y se la enseñó a otro joven folksinger llegado de las tierras de Minnesota:

Así pues, cuando en 1962 apareció el primer disco de Bob Dylan, de título homónimo, Van Ronk se disgustó mucho con él porque en los créditos del disco su versión de “House of the rising sun” no aparecía como acreditado de los arreglos, aunque tampoco venía ninguna otra indicación:

Sin embargo, ni Van Ronk ni Dylan fueron los únicos en grabar su versión de la canción, ya en 1960 lo había hecho Joan Baez en un estilo más próximo al blues, probablemente aprendida de Seeger:

Ésta es la letra más tradicional que he encontrado -según el enlace (http://www.songfacts.com/detail.php?id=439)- con protagonista femenina:

The House of the Rising sun

There is a house in New Orleans They call the Rising Sun.
It’s been the ruin of many a poor girl, and me, O God, for one.

If I had listened what Mamma said, I’d ‘a’ been at home today.
Being so young and foolish, poor boy, let a rambler lead me astray.

Go tell my baby sister never do like I have done.
To shun that house in New Orleans they call the Rising Sun.

My mother she’s a tailor; she sold those new blue jeans.
My sweetheart, he’s a drunkard, Lord, Lord, drinks down in New Orleans.

The only thing a drunkard needs is a suitcase and a trunk.
The only time he’s satisfied is when he’s on a drunk.

Fills his glasses to the brim, passes them around.
Only pleasure he gets out of life is hoboin’ from town to town.

One foot is on the platform and the other one on the train.
I’m going back to New Orleans to wear that ball and chain.

Going back to New Orleans, my race is almost run.
Going back to spend the rest of my days beneath that Rising Sun.

La Casa del Sol Naciente

Hay una casa en Nueva Orleans. La llaman El Sol Naciente./ Ha sido la ruina de muchas pobre chicas, y yo, Oh Dios, para una.// Si hubiera escuchado lo que mi mamá me dijo, estaría hoy en casa./ Siendo tan joven y tonto, pobre muchacho, dejé que un vagabundo me descarriara.// Dile a mi hermana pequeña que nunca haga lo que yo he hecho./ Que rehúya de esa casa de Nueva Orleans que la llaman El Sol Naciente.// Mi madre es costurera; vendió esos vaqueros nuevos./ Mi novio es un borracho, Señor, Señor, bebe en Nueva Orleans.// Lo único que un borracho necesita es una maleta y un baúl./ El único momento en el que está satisfecho es cuando está bebido.// Llena sus vasos hasta el borde, los pasa a su alrededor./ El único placer que obtiene de la vida es vagar de pueblo en pueblo.// Un pie está sobre el andén y el otro en el tren./ Vuelvo a Nueva Orleans para llevar esa bola con cadena.// Vuelvo a Nueva Orleans, mi carrera está casi acabada./ Vuelvo a pasar el resto de mis días bajo ese Sol Naciente.


La versión de Dylan cruzó el charco, y llegó a uno de los jóvenes grupos de blues y rythm’n’blues británicos: The Animals, grupo que –en mi opinión- interpretaron de una manera más profesional la música tradicional afroamericana; y así, el grupo encabezado por Eric Burdon y Alan Price puso en las listas de éxitos una de las canciones más conmovedoras del imaginario tradicional estadounidense, no sé si cambiando la letra, o apoyándose en alguna de las innumerables versiones existentes.

The House of The Rising Sun

There is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it’s been the ruin of many a poor boy/ girl 
And God I know I’m one

My mother was a tailor
She sewed my new bluejeans
My father was a gamblin’ man
Down in New Orleans

Now the only thing a gambler needs
Is a suitcase and trunk
And the only time he’s satisfied
Is when he’s on a drunk

Oh mother tell your children
Not to do what I have done
Spend your lives in sin and misery
In the House of the Rising Sun

Well, I got one foot on the platform
The other foot on the train
I’m goin’ back to New Orleans
To wear that ball and chain

Well, there is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it’s been the ruin of many a poor boy
And God I know I’m one

http://www.lyrics007.com/The%20Animals%20Lyrics/House%20Of%20The%20Rising%20Sun%20Lyrics.html

La Casa del Sol Naciente

Hay una casa en Nueva Orleans/ que la llaman El Sol Naciente/ y ha sido la ruina de muchos pobres chicos-chicas/ y Dios sabe que soy uno de ellos.// Mi madre fue costurera,/ cosió mis vaqueros nuevos,/ mi padre fue un jugador/ en Nueva Orleans.// Lo único que necesita un tahúr/ es una maleta y un baúl,/ y el único momento en que está satisfecho/ es cuando está bebido.// Oh madre, dile a tus hijos/ que no hagan lo que yo he hecho,/ pasar vuestras vidas en el pecado y en la miseria/ en la Casa del Sol Naciente…


La interpretación de los Animals fue versionada por un grupo de pop catalán llamado Els Dracs (los dragones) como “La casa del sol neixent”:

Más versiones indispensables. Comenzando con los cantautores de la posguerra. Woody Guthrie interpretándola como balada country:

Pete Seeger, por su parte, prefiere una interpretación más cercana al blues:

La impresionante Odetta:

Y, siguiendo con las damas negras de la canción, la gran Nina simone:

La sudafricana Miriam Makeba:

De las versiones de los nuevos cantautores estadounidenses de los 60, me gustaría resaltar la de Tim Hardin –uno de mis favoritos-, que parece basarse mucho en los arreglos Van Ronk-Dylan. Escúchala: http://www.goear.com/listen/da7c13b/the-house-of-the-rising-sun-tim-hardin

Vamos acabando, dando un salto en el tiempo, con la  hermosa versión de la cantautora irlandesa Sinéad O’Connor:

Y, finalmente, como le vi ayer en televisión, Mr. Eric Burdon, gozando de buena salud:

El tema de los prostíbulos ha sido, por otra parte, un motivo recurrente en literatura; a veces se ha hablado de las vidas de las prostitutas, y otras, se ha hecho un elogio del recurso a la prostitución como una de las prácticas de la bohemia: un tema bastante trasnochado y falseado. Podemos ocupar páginas y páginas de lo fructífero que fue el hecho de que Picasso o Baudelaire acudieran a los lupanares, además de para satisfacer su libido, para inmortalizar en sus obras a anónimas mujeres que no tuvieron otra que ganarse la vida vendiendo su cuerpo. Artistas geniales, sí, pero prácticas que pesan como una losa sobre su reputación y que a veces sirven para excusarles, y no por argumentos pacatos. Se podrá exculpar, no obstante, a aquel artista que prescindiera de los habituales servicios de un burdel para pagar a la mujer por ser musa y modelo de su obra y nada más.

Este es uno de los motivos que recojo en mi novela, Redención (Nuestro último baile), en donde aparece un prostíbulo inventado, La Casa Roja, que es dirigido por un cruel y egocéntrico proxeneta llamado Pietro Castello. Este sitio, quizás como La Casa del Sol Naciente, no existe como sitio en particular, y sí existe como sitio en general. Su nombre es la mezcla del título de esta canción (e hipotético nombre del prostíbulo al que se refiere, si fue tal) y el denominado Barrio Rojo de Ámsterdam (bandera de una engañosa y mal llamada libertad sexual). Así pues, la Casa Roja es uno de los escenarios de mi novela, cuando Susi tiene que hacer una visita en el transcurso de sus investigaciones y reflexiona sobre la prostitución, quienes recurren a ella y su glorificación por los seudointelectuales pretendientes a bohemios y demás falsos progresistas.

Nunca me he tragado eso de la libre elección de una mujer para prostituirse, por mucho que me hablen de esas mujeres que lo hacen porque quieren y ganan mucho dinero; el problema es que esas mujeres no lo hacen por subsistir, sino por satisfacer su afán de lujo, y en sus prácticas condenan a las mujeres que se han visto obligadas por necesidades reales y no por tener un abrigo de bisón para cada día de la semana: cuando la miseria gobierna, no hay libertad de elección; y cuando defendemos que es un recurso muy válido para cuando la mujer no encuentra un trabajo que le permita vivir con dignidad, parece que no nos demos cuenta de lo enfermizo de nuestros argumentos. La prostitución NO es un trabajo digno, de hecho, ni siquiera podemos considerarlo trabajo; la prostituta SÍ es digna, porque es una persona que tiene que arrastrar esa dignidad para sobrevivir, y cuando los abolicionistas decimos no a la prostitución, ni denigramos ni estamos en contra de la prostituta; al contrario.

No me vale esa mierda de argumentos de que hay mujeres que llevan tanto tiempo en esto que ya no saben hacer otra cosa (argumento que nos arruina cualquier programa de rehabilitación); no me vale esa porquería de que hacen una función social porque hay hombres solitarios, porque eso me pone en una situación de privilegio que detesto, y resulta que no es lo mismo para las mujeres solitarias, cuyo recurso es la prostitución masculina de lujo; odio cuando se argumenta a favor desde una libertad sexual que no puede existir donde la miseria arrastra a miles de mujeres a vender su cuerpo, y desprecio el argumento de arriba de que así nos posicionamos contra las prostitutas: argumento esgrimido por pseudosindicatos de «trabajadoras del sexo» que, en realidad, son sindicatos verticales dirigidos por los proxenetas. Es al contrario: respeto a toda persona que intenta ganarse un sueldo sin hacer daño a nadie, pero no a quien defiende la existencia de dichos trabajos por el argumento, enmascarado o no, de que por su existencia ellos pueden mantener su estatus de privilegio. La legalización no es una solución: solo servirá para regular a los proxenetas como empresarios de facto y hacer de la moderna esclavitud un negocio legal. Se acabará con la «trata» porque será considerada legal. ¿Pero realmente creéis que parte de su sucio dinero pasará a las arcas del Estado a través de los impuestos? Cada vez que se defienden estos argumentos, se dignifica la labor no de la prostituta, sino del macarra.

Cosas así piensa Susi en ese capítulo de Redención (Nuestro último baile), haciéndose vocera de mis pensamientos sobre el tema. Y no, The House of The Rising Sun no es un alabanza a la prostitución; es al contrario.


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Tres cosas atormentan al ex inspector de policía Guillermo Niño Pérez: un vecino que le obsesiona, el recuerdo de un crimen y una querella por sus torturas durante el franquismo. Por si esto fuera poco, se une la inquietud hacia un asesino en serie que parece pretender imitarle. Convencido de su intuición, el antiguo policía se dispone a desvelar cuál es la identidad del asesino, mientras los recuerdos le asaltan una y otra vez, entrelazándose con sus inquietudes, mientras su juicio se presenta inminente.
Susi se atormenta viviendo entre la esperanza y la desilusión por su ruptura con Ángel, del cual cree que le fue infiel. Mientras intenta rehacer su vida, descubre por una serie de casualidades que su ex guardaba un oscuro secreto que pudo propiciar la separación más allá de su sospecha de infidelidad: la investigación sobre una oscura secta elitista de personas muy poderosas y crueles, con espantosos objetivos y con implicación en la prostitución internacional y la ultraderecha. Se hacen llamar EL CÓNCLAVE. De esta manera, una historia de desamor se va convirtiendo en una peligrosa investigación para desentrañar los misterios y siniestros propósitos del tenebroso Cónclave. Solo venciéndolos, tendrá Susi la oportunidad de volver junto a Ángel.
Más que una historia de amor: una balada de heavy metal.

Dos hombres buenos: Sacco y Vanzetti


y1p39Ahm10hxfkQyjJ3zhed4C2J51BzoriK8wulwTdUQXrB9Z1asnxC7djxuPMc3hI_sfwGEG6KwukEl 23 de agosto de 1927, por un crimen que no cometieron, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, emigrantes italianos en los Estados Unidos y anarcosindicalistas, fueron ejecutados en la silla eléctrica. El hecho conmocionó al mundo, porque a pesar de las muchas pruebas que hablaban a su favor, el tribunal mantenía su voluntad de asesinarlo; junto a esto, los comentarios racistas hacia los inmigrantes de Frederic Katzmann, fiscal del distrito –que, irónicamente, descendía de inmigrantes alemanes-, y la prensa, la coacción de grupos ultras sobre los testigos, y que, poco a poco, durante el proceso, se desvelaba cada vez más evidentemente que, con la figura de los dos anarquistas italo-americanos, el gobierno estadounidense (concretamente el gobernador de Massachusetts, Fuller) inmerso en una paranoia desatada por la revolución rusa de 1917 y por los atentados anarquistas contra personas como Rockefeller y contra el fiscal general Alexander Mitchell Palmer, pretendía dar un escarmiento a los izquierdistas. Esos atentados, que Palmer relacionó directa e inmediatamente a los anarquistas italianos (sin que esa vinculación pudiera ser probada) desata en Boston un régimen de terror contra los inmigrantes italianos, muchos de ellos buscan asilo desesperadamente en la embajada del Reino de Italia, y, especialmente contra los sindicatos de estos trabajadores. Andrea Salsedo, dirigente sindicalista, es detenido: se encuentra su cuerpo destrozado sobre el asfalto después de caer desde las dependencias de la comisaría. Razón por la cual, el zapatero Nicola Sacco y el pescadero Bartolomeo Vanzetti deciden no salir de sus casas desarmados; pero la mala suerte quiso que, durante un registro aleatorio de la policía, fueran arrestados por tenencias de armas, y en la comisaría, un “sagaz” inspector lo relacionó inmediatamente con un atraco a mano armada con asesinato que tuvo lugar pocos días antes cerca de allí. El mundo entero imploró por su inocencia, mientras la defensa acusaba de manipulación de pruebas a la fiscalía y asegWoody Guthrie coa guitarra de matar (cortesía de Benedicto)uraba conocer la identidad de los atracadores. Para Sacco y Vanzetti no hubo clemencia, mientras las voces de protesta se multiplicaban por todo el mundo, e incluso alguna prensa conservadora de Estados Unidos abogaba por su amnistía. Las figuras de ambos se convirtieron en un símbolo, en mártires de la clase obrera. Años después, el gran Woody Guthrie les dedicaría una serie de canciones; ésta es una de ellas, en la que reivindica la honestidad y la inocencia de los dos sindicalistas:

Two good men

Say, there, did you hear the news?
Sacco worked at trimmin’ shoes;
Vanzetti was a peddlin’ man,
Pushed his fish cart with his hand.

Two good men a long time gone,
Two good men a long time gone,
Sacco an’ Vanzetti are gone,
Two good men a long time gone (Left me here to sing this song).

Sacco’s born across the sea,
Somewhere over in Italy;
Vanzetti born of parents fine,
Drank the best Italian wine.

Sacco sailed the sea one day,
Landed up in the Boston Bay.
Vanzetti sailed the ocean blue,
An’ landed up in Boston, too.

Sacco’s wife three children had;
Sacco was a family man.
Vanzetti was a dreamin’ man,
His book was always in his hands.

Sacco earned his bread and butter
Bein’ the factory’s best shoe cutter.
Vanzetti spoke both day and night,
Told the workers how to fight.

I’ll tell you if you ask me
‘Bout this payroll robbery.
Two clerks was killed by the shoe fact’ry,
On the streets in South Braintree.

Judge Thayer told his friends around
That he had cut the radicals down.
"Anarchist bastard" was the name
Judge Thayer called these two good men.

I’ll tell you the prosecutor’s name,
Katzman, Adams, Williams, Kane.
The Judge and lawyers strutted down,
They done more tricks than circus clowns.

Vanzetti docked in nineteen eight;
Slept along the dirty street,
Told the workers "Organize,"
And on the ‘lectric chair he dies.

All you people ought to be like me,
And work like Sacco and Vanzetti,
And everyday find ways to fight
On the union side for the workers’ rights.

Well, I ain’t got time to tell this tale,
The dicks and bulls are on my trail.
But I’ll remember these two good men
That died to show me how to live.

All you people in Suassos Lane,
Sing this song and sing it plain.
All you folks that’s comin’ along,
Jump in with me and sing this song.

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?id=3409&lang=it

Dos hombres buenos

Dime, ahí, ¿oíste las noticias?/ Sacco trabajaba remendando zapatos; Vanzetti era un vendedor ambulante,/ empujaba su carrito de pescado con sus manos.// Dos hombres buenos que se fueron hace mucho tiempo…/ Sacco y Vanzetti se han ido/ Dos hombres buenos que se fueron hace mucho tiempo (dejadme cantaros esta canción)// Sacco nació en el mar,/ en algún sitio por Italia;/ Vanzetti nació de buenos padres,/ bebió el mejor vino italiano.// Sacco navegó por el mar un día,/ desembarcó en la bahía de Boston./ Vanzetti navegó por el azul océano,/ y también desembarcó en Boston.// La mujer de Sacco tres hijos tuvo;/ Sacco fue un hombre familiar./ Vanzetti era un soñador,/ su libro siempre estaba en sus manos.// Sacco se ganó su pan y su mantequilla/ siendo el mejor recortador de zapatos de la fábrica./ Vanzetti hablaba tanto de día como de noche,/ le dijo a los obreros cómo luchar.// Te hablaré si me preguntas/ sobre ese robo de nóminas./ Dos empleados fueron asesinados cerca de la fábrica de zapatos,/ en las calles de South Braintree.// El juez Thayer le dijo a sus amigos/ que tenía que talar a los radicales./ “Cabrones anarquistas” fue el nombre/ con el que el juez Thayer llamó a estos dos hombres buenos.// Te diré el nombre de los acusadores,/ Katzman, Adams, Williams, Kane./ El juez y los abogados desfilaron,/ hicieron más trucos que los payasos del circo.// Vanzetti arribó en 1908;/ durmió por las sucias calles,/ les dijo a los trabajadores “Sindicaos””,/ y en la silla eléctrica muere.// Todos vosotros, gente, tenéis que ser como yo,/ y trabajar como Sacco y Vanzetti,/ y encontrar cada día maneras de luchar/ en el lado de la unión por los derechos de los trabajadores.//  Bueno, no tengo tiempo de contar esta historia,/ los polis y los matones me siguen la pista./ Pero yo recordaré a estos dos hombres buenos/ que murieron para mostrarme como vivir.// Toda la gente de la calle Suassos,/ cantad esta canción y cantadla con franqueza./ Todos vosotros, amigos, que estáis viniendo/ venid rápido y cantad esta canción.

Woody Guthrie

En nuestra página amiga y hermana, Canzoni contro la guerra, hay una buena recopilación de canciones dedicadas a Sacco y Vanzetti:

http://www.antiwarsongs.org/categoria.php?id=23&lang=it

3 acordes y la verdad (el homenaje de Ry Cooder a los cantantes sociales)


Ry_Cooder_playingTerminamos hoy, con esta canción más posterior, con el tema del concierto de Peekskill y el homenaje a Paul Robeson. El veterano y versátil guitarrista Ry Cooder publicaba en 2007 un disco llamado My name is Buddy (Me llamo Buddy), enmarcado en una trilogía de discos (en medio de Chávez Ravine y I, flathead), un disco conceptual de temática socio-político en el que tres personajes, Buddy Red Cat (Buddy el Gato Rojo), Lefty Mouse (Ratón Zurdo –o Izquierdista) y Reverend Tom Toad (el reverendo Tom Sapo) describen los días de principios y mediados del siglo XX: el trabajo, los sindicatos, los patrones y capataces… Como rezan las notas del disco: “Un viaje por el tiempo y el espacio a los días del trabajo, los grandes patrones, las ruinas de la granja, las huelgas, polis de las compañías, ciudades del ocaso, vagabundos, y trenes… la América de antaño.” (la traducción es mía)… Y los trovadores de las libertades civiles, los derechos laborales y la igualdad racial, cómo no. Tal es esta canción, que nos recoge las injusticias sufridas por tres cantantes que, en lugar de cantar como otros la buena vida de las ciudades, las bondades del Señor o las excelencias de la vida en el campo, se dedicaron a denunciar con sus canciones las injusticias y las desigualdades (sociales y raciales), y por tanto no My_Name_Is_Buddycantar para la beautiful people y la mafia de los “felices años 20”, sino para los obreros y granjeros desposeídos de sus tierras por la hipoteca, para los sindicatos y para los comités de los derechos civiles, y que, por ello, fueron perseguidos, calumniados, censurados, juzgados, y a veces hasta asesinados, bajo la acusación de tocar “tres acordes” y decir “la verdad”: ése es el único crimen que Ry Cooder –y nosotros- vemos que cometieran. Éstos son los tres ejemplos:

Joe Hill: poeta y músico sueco-norteamericano, miembro del sindicato IWWJoe Hill (1879-1915) era un estadounidense de origen sueco, quien no sólo era un sindicalista y un miembro de los Trabajadores Industriales del Mundo –comúnmente llamados Woblies-, sino que también era un músico que, apoyándose en la tradición musical estadounidense compuso y cantó canciones que denunciaban las condiciones laborales, así como llamaba a la unidad de la clase trabajadora, cantando para los sindicatos. Por estas acciones, bajo una falsa acusación de atraco y asesinato, Hill fue condenado a muerte. Su persona, vida y obra, recopilada en el Cancionero rojo, fue un ejemplo para los cantautores y folksingers de las siguientes décadas, sobre todo de la posguerra, que solían recurrir a menudo a su repertorio.Hay que hacer notar que Cooder comienza su canción con la primera línea Funeral de Joe Hill (1915)del poema de Alfred Hayes “I dreamed I saw Joe Hill last night” que en 1936 Earl Robinson convertía en canción: una canción cantada por muchos artistas que sienten devoción por el pionero de la canción protesta estadounidense, gente como Joan Baez, Pete Seeger, los Weavers, los Dubliners… Y Paul Robeson:

Paul Robeson: actor, cantante de gosspell y blues, activista socialista y miembro de la Brigada LincolnPaul Robeson es el siguiente artista comprometido homenajeado en esta canción, en el marco del concierto de Peekskill. Nada nuevo vamos a añadir a esto, salvo lo que aporta Cooder: él culpa directamente de lo sucedido a J. Edgar Hoover, fundador y primer director del FBI, organización policial que tenía demasiado poder entonces, estableciéndose como una eficaz red de espionaje nacional, y que tomó como responsabilidad la lucha contra la mafia y contra los “movimientos radicales”. Aunque se afirma que persiguió por igual a los movimientos izquierdistas como ultraderechistas, parece ser que era famoso por sus ideas fanáticas y celebre por su anti-izquierdismo. Cooder –que no habrá sido el primero- le acusa de haber promovido la presencia del Ku Klux Klan en el concierto de Peekskill, al que asistió, junto a Robeson y otros, Pete Seeger.

Pete Seeger comparece ante el Comité de Actividades Anti-Americanas del siniestro, maquiavélico y fascistoide senador McArthyPete Seeger es ya uno de los habituales de este blog, y una persona por quien siempre demostraremos especial devoción, admiración y respeto: admiración y respeto que siente el mundo entero, en donde se han cantado y escuchado todas sus canciones, especialmente en aquellos países en donde faltaba la libertad y reinaba la opresión. Pero, desde sus comienzos, la figura de Seeger era perseguida por el gobierno y por las patronales, y le consideraban como un agente a sueldo de Moscú, razón por la cual Seeger engrosó el número de artistas estadounidenses que tuvieron que pasar la inspección del Comité de Actividades Antiamericanas. Cooder refiere a una anécdota de su vista, cuando el bardo de los derechos humanos dijo que, ya que se le juzgaba por sus canciones, por cantar, le dejaran defenderse cantando con un banjo. El resultado de aquello fue que sus actuaciones fueron canceladas y se le vetó en los medios de comunicación, incluido su propio programa de radio, al que muchos de sus alumnos se negaron a acudir como forma de protesta. Gracias a la adaptación de sus canciones por los Byrds, Seeger –que les agradeció el hecho en una afectuosa carta- rehabilitó su carrera ante un público pacifista de hijos y nietos de sus antiguos seguidores.

tn-19_HOWARY, finalmente, un cuarto personaje aparece en la canción: Harlan Howard, cantautor country fallecido en 2002. Supongo que algunas canciones de Howard tendrían algún mensaje social (ya que no lo había oído hasta ahora), pero la razón principal de su presencia aquí es que fue el inventor del término “tres acordes y la verdad”.

“Tres acordes y la verdad”, un cargo que han sufrido innumerables artistas alrededor del mundo por manifestar sus ideas en su arte, pero sorprendía mucho más en el país que se arroga como el inventor y máximo exponente de la democracia moderna.

Three hords and the truth

I’m going to tell you a story right here
Huh, you may not believe it

I dreamed I saw Joe Hill last night, standin’ in the prison yard
They were taking poor Joe, chained and bound, to a Utah firing squad
Well he turned and looked at me right then, sayin’, Don’t you be misled
They’re trying to tear our free speech down, and Buddy, they ain’t near quit yet
See, they framed me on a killin’ charge, you know I wouldn’t lie to you
But the only crime here that I done was three chords and the truth

Three chords and the truth, oh three chords and the truth
Well the only crime that Joe Hill done was three chords and the truth
Well he sang his good old union songs, he got his message through
But they couldn’t stand to hear a workingman sing three chords and the truth

I see you don’t believe your old friend Buddy here
Heh, take a drink, I think you need it

Oh J. Edgar Hoover liked to hear the darkies sing, till one man changed that all around
Paul Robeson was a man that you couldn’t ignore, and that’s what drove J. Edgar down
»(Yah drove him down)»
He called up his New York Klan boyfriends, sayin’, I got something good for you
Get right down there to Peekskill, New York town, and kill three chords and the truth

Three chords and the truth, oh, three chords and the truth
Well the only crime you ever got from Paul was three chords and the truth
Now if this is the land of democracy, I got one question for you
Why wasn’t Paul Roberson set free on three chords and the truth?

I see you still don’t believe it
I’ll bother you one more time
I’ll bother you one more time, right mister

Now they took Pete Seeger before the law and put him on the witness stand
But he stood right up to tyranny with just a banjo in his hand
Such a righteous banjo picker, watchin’ out for me and you
That was just a man who wouldn’t back down on three chords and the truth
Three chords and the truth, three chords and the truth
Well the only crime Pete Seeger done was three chords and the truth
Yah, he sang his freedom songs real good, he’s still getting his message through
Better check out old Pete Seeger on three chords and the truth

Three chords and the truth, well its three chords and the truth
Well you better check out your old friend Buddy right now on three chords and the truth
Better check out old Harlan Howard, personal friend of mine
Check out old Harlan on three chords and the truth

http://www.rycooder.nl/pages/ry_cooder_my-name-is-buddy_chords_lyrics.htm#L

Letra completa en la página del vídeo

Tres acordes y la verdad

Voy a contarte una historia aquí mismo/ Eh, puede que no te la creas.// Soñé que veía a Joe Hill anoche de pie en el patio de la prisión/ se estaban llevando al pobre Joe, encadenado y amarrado, a un pelotón de ejecución en Utah/ Se volvió y me miró justo entonces, diciendo, “Que no te engañen,/ están intentando quebrantar nuestra libertad de expresión, y Buddy, aún no han comenzado./ Mira que me encuadran en una carga asesina, sabes que no te mentiría/ pero el único crimen aquí que he cometido fue tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad, tres acordes y la verdad”/ El único crimen que Joe Hill cometió fue tres acordes y la verdad/ Él cantó sus buenas viejas canciones sindicalistas, traía su mensaje/ Pero ellos no podían soportar oír a un obrero cantar tres acordes y la verdad.// Veo que no crees a tu viejo amigo Buddy/ Je, echa un trago, creo que lo necesitas.// Al viejo J. Edgar Hoover le gustaba oír a los negritos cantar, hasta que un hombre cambió todo aquello/ Paul Robeson era un hombre al que no podías ignorar, eso es lo que llevó al viejo J. Edgar/ Llamó a sus novios del Klan de Nueva York, diciendo tengo algo bueno para vosotros/ Id a Peekskill, población de Nueva York, y matad tres acordes y la verdad// Tres acordes y la verdad…/ El único que crimen que podríais sacar de Paul sería tres acordes y la verdad/ Si ésta es la tierra de la democracia, tengo una pregunta para ustedes/ ¿Por qué Paul Robeson no fue liberado de tres acordes y la verdad?// Veo que todavía no te lo crees/ Te molestaré una vez más/ Te molestaré una vez más/ Te molestaré una vez más, ¿vale señor?// Se llevaron a Pete Seeger ante la ley y le pusieron en el estrado de los tesitgos/ Pero él soportó hasta la tiranía con sólo un banjo en su mano/ Qué banjista tan honrado vigila por ti y por mí/ Era sólo un hombre que no podía retractarse de tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad…/ El único crimen que Pete Seeger cometió fue tres acordes y la verdad/ Él cantó sus canciones de libertad realmente buenas, todavía llega su mensaje/ Será mejor que absolváis al viejo Pete Seeger de tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad…/ Bien, será mejor que absuelvas a tu viejo amigo Buddy ahora mismo de tres acordes y la verdad/ Será mejor absolved al viejo Harlan Howard, un íntimo amigo mío/ liberad al viejo Harlan de tres acordes y la verdad.

Ry & Joachim Cooder

Los 30.000 de Peekskill


Folksinger Woody GuthrieTambién Woody Guthrie, el trovador de los trabajadores, quiso dejar constancia de lo que vio en el accidentado concierto de Peekskill, al igual que lo hicieron Seeger y Hays. “Mis treinta mil” es una balada que homenajea a aquellos voluntarios que se prestaron en el concierto del 4 de septiembre a cubrir con sus cuerpos el perímetro del concierto con nada más que con sus cuerpos. Sin embargo, Guthrie no la llegó a grabar. Muchos años después, el músico británico Billy Bragg le pondría una música guthriana y la grabaría con el conjunto Wilko. No he encontrado la canción interpretada por ellos, sin embargo existe esta versión acústica en directo a cargo de Will Kaufman, incluida en un disco que reúne las canciones más comprometidas del juglar de Oklahoma, All You Jim Crow Fascists!’ Woody Guthrie’s Freedom Songs:

My Thirty Thousand

Paul Robeson He’s The Man
That Faced The Ku Klux Klan
On Hollow Grove’s Golfing Ground
His Words Come Sounding
And All Around Him There
To Jump And Clap And Cheer
I Sent The Best I Had, The Best I Had
My Thirty Thousand

The Klansman Leader Said
That Paul Would Lose His Head
When Thirty Five Thousand Vets
Broke Up That Concert.
But Less Than Four Thousand Came
To Side With The Klan
But Around Paul’s Lonesome Oak
My Thirty Thousand.

A Beersoaked Brassy Band
Did Snortle Round The Grounds
Four Hundred Noblest Souls
Westchester’s Manhood
And They Looked Exactly Like
The Fleas On A Tiger’s Back;
Lost Fish In The Waters Of
My Thirty Thousandi

When Paul Had Sung And Gone
And The Kids And Babies Home
Cops Came With Guns And Clubs
And They Clubbed And Beat Em
Well I’d Hate To Be A Cop
Caught With A Bloody Stick,
‘Cause You Can’t Bash The Brains
Out Of Thirty Thousand

Each Eye You Tried To Gouge,
Each Skull You Tried To Crack
Has A Thousand Thousand Friends
Around This Green Grass
If You Furnish The Skull Someday
I’ll Pass Out The Clubs And Guns
To The Billion Hands That Love
My Thirty Thousand

Each Wrinkle On Your Face
I Know It At A Glance
You Cannot Run And Hide
Nor Duck Nor Dodge Them
And Your Carcass And Your Deeds
Will Fertilize The Seeds
Of The Men That Stood To Guard
My Thirty Thousand
Of The Men That Stood To Guard
My Thirty Thousand

© Copyright 1999 (renewed), and 2001 (renewed) by Woody Guthrie Publications, Inc.

http://www.woodyguthrie.org/Lyrics/My_Thirty_Thousand.htm

Mis treinta mil

Paul Robeson es el hombre/ que se enfrentó al Ku Klux Klan/ en el campo de golf de Hollow Grove/ Sus palabras salieron resonando/ y todos alrededor de él allí/ a saltar, aplaudir y aclamar/ Envié lo mejor que tenía, lo mejor que tenía/ mis treinta mil.// El líder del Klan dijo/ que Paul perdería su cabeza/ cuando treinta y cinco mil veteranos/ arruinaran ese concierto/ Pero menos de cuatro mil vinieron/ a ponerse del lado del Klan,/ pero alrededor del roble solitario de Paul/ mis treinta mil.// Una banda de estridentes empapados en cerveza/ bufaban alrededor del campo/ Cuatrocientas de las más nobles almas/ la hombría de Westchester/ y parecían exactamente igual/ a las pulgas en la espalda de un tigre;/ peces perdidos en las aguas de/ mis treinta mil.// Cuando Paul hubo cantado y se fue/ y los niños y los bebés en sus casas/ Los polis vinieron con armas y porras/ y los aporrearon y golpearon/ Yo odiaría ser un poli/ atrapado con un palo sangriento,/ porque no puedes golpear los cerebros/ de treinta mil.// Cada ojo que intentasteis arrancar con gubias/ cada calavera que intentasteis agrietar/ tiene miles y miles de amigos/ alrededor de esta verde hierba/ Si facilitas la calavera algún un día/ yo pasaré sobre las porras y las armas/ hacia el billón de manos que amo/ mis treinta mil.// Cada arruga de vuestras caras/ las reconozco de un vistazo/ No podéis correr y esconderos/ ni agacharos ni esquivarlos/ y vuestros armazones y obras/ fertilizarán las semillas/ de los hombres que se colocaron para guardar/ a mis treinta mil/ de los hombres que se colocaron para guardar/ a mis treinta mil.

Woody Guthrie – Billy Bragg

Mantenerse firme en Peekskill (Hold the line!)


Manteniendo la líneaDe una cosa a otra. Ayer, con la excusa del poema de Nâzim Hikmet dedicado a Paul Robeson, hablábamos del accidentado concierto de Peekskill, hoy hablamos de una canción que se escribió con dos propósitos: uno, denunciar lo acontecido; y otro, rendir homenaje a la actitud ejemplar de los asistentes, que no sólo tuvieron que aguantar la agresión fascista, sino soportar los golpes del sheriff y de sus ayudantes como si ellos hubieran comenzado con los disturbios. Como dijimos, tras el boicot de las agresiones fascistas, la organización decide suspender el concierto del 27 de agosto y traspasarlo al 4 de septiembre: había sobradas razones, ya que un grupo afín o miembro del Ku Klux Klan fingió linchar a Paul Robeson. El 4 de septiembre vinieron con la lección aprendida, y varios voluntarios hicieron un extenso círculo humano que abarcaba el recinto del concierto al aire libre, mientras que un grupo de aguerridos veteranos de la II Guerra Mundial rodeaban el escenario para proteger la vida de Paul Robeson. Así que cuando los grupos fascistas (no podemos pasar por alto la ironía de que dos de los principales grupos eran asociaciones de veteranos que habían luchado contra el fascismo, alemán o japonés, en la II Guerra), a los que incomprensiblemente se unieron los hombres del sheriff, empezaron a agredir con piedras y palos, esas personas se mantuvieron Un grupo de jóvenes ultras se arremolinan en torno a la policía del gobernador Dewey, quien después culparía de lo sucedido a los "comunistas"firmes, sin romper la línea, estoicamente, limitándose a cantar el himno sindicalista y de los derechos civiles “We shall not be moved”, el famoso “No nos moverán”. En honor a ellos, los Weavers, el grupo formado por varios folksingers como el propio Pete Seeger (que usaría parte de las piedras lanzadas para construirse una chimenea) y Lee Hays, cantó esta canción en honor a esas personas:

Hold the line

Let me tell you the story of a line that was held,
And many brave men and women whose courage we know well,
How we held the line at Peekskill on that long September day!
We will hold the line forever till the people have their way.

Chorus (after each verse):
Hold the line!
Hold the line!
As we held the line at Peekskill
We will hold it everywhere.
Hold the line!
Hold the line!
We will hold the line forever
Till there’s freedom ev’rywhere.

There was music, there was singing, people listened everywhere;
The people they were smiling, so happy to be there –
While on the road behind us, the fascists waited there,
Their curses could not drown out the music in the air.

The grounds were all surrounded by a band of gallant men,
Shoulder to shoulder, no fascist could get in,
The music of the people was heard for miles around,
Well guarded by the workers, their courage made us proud.

When the music was all over, we started to go home,
We did not know the trouble and the pain that was to come,
We go into our buses and drove out through the gate,
And saw the gangster police, their faces filled with hate.

Then without any warning the rocks began to come,
The cops and troopers laughed to see the damage that was done,
They ran us through a gauntlet, to their everlasting shame,
And the cowards there attacked us, damnation to their name.

All across the nation the people heard the tale,
And marveled at the concert, and knew we had not failed,
We shed our blood at Peekskill, and suffered many a pain,
But we beat back the fascists and we’ll beat them back again!

http://www.peteseeger.net/holdline.htm

 

Mantened la línea

Dejadme contaros la historia de una línea que se mantuvo,/ y muchos hombres y mujeres valientes cuyo coraje conocemos muy bien,/ ¡cómo mantuvimos la línea en aquel largo día de septiembre!/ Mantendremos la línea para siempre hasta que el pueblo tenga su manera.// ¡Mantened la línea!/ ¡Mantened la línea!/ Así como mantuvimos la línea en Peekskill/ la mantendremos en todas partes./ ¡Mantened la línea!…/ Mantendremos la línea para siempre/ hasta que haya libertad en todas partes.// Había música, había cante, la gente escuchaba en todas partes;/ la gente sonreía, muy contentos de estar allí –/ mientras en la carretera detrás de nosotros, los fascistas allí esperaban,/ sus maldiciones no podían ahogar la música en el aire.// Todo el terreno estaba rodeado por una banda de hombres gallardos,/ hombro con hombro, ningún fascista podía entrar,/ la música del pueblo fue oída varias millas a la redonda,/ bien guardados por los trabajadores, su coraje nos hizo sentir orgullosos.// Cuando la música se acabó del todo, empezamos a irnos a casa,/ no sabíamos del problema y el dolor que estaba por llegar,/ nos metimos en nuestros autobuses y salimos por la barrera,/ y vimos a los gangsters de la policía, sus caras llenas de odio.// Entonces sin ningún aviso las piedras comenzaron a llegar,/ los polis y los soldados se rieron al ver el daño que se había hecho,/ nos acosaron, para su eterna vergüenza,/ y los cobardes de allí nos atacaron, malditos seas sus nombres.// Por todo el país la gente oyó la historia,/ y se maravilló por el concierto, y supieron que no habíamos fracasado,/ sembramos nuestra sangre en Peekskill, y sufrimos más de un dolor,/ ¡pero rechazamos a los fascistas y los rechazaremos de nuevo!

Words by Lee Hays; Music by Pete Seeger (1949)
(c) 1959 (renewed) by Sanga Music Inc.

No he conseguido encontrar un archivo sonoro de la canción, propiamente dicha, sino insertada en esta grabación en el que el escritor Howard Fast, asistente al concierto y testigo de lo sucedido, relata los hechos. Una transcripción completa la encontramos aquí: http://www.fortunecity.com/tinpan/parton/2/peekskill.html

La víspera de la destrucción


album-eve-of-destructionUn poco encadenando temas, ya que lo mencionamos ayer, traigo una clásica canción protesta de mediados de los 60. Es 1965, y el movimiento hippie todavía no está demasiado definido, y a muchos de los futuros hippies aún se les considera beatnicks. Entre Dylan y el grupo californiano los Byrds, se había inventado el estilo folk-rock (con muchos precedentes, como fueron el Kingston Trio o cantautores como Fred Neil); el estilo pronto se convierte en, por un lado, el sonido estándar de una nueva generación que pretende apartarse un poco de los temas políticos de los anteriores folksingers, siguiendo la senda de Bob Dylan, y por otro, en garante de éxito. Pero aún faltan dos años para la explosión utópica y optimista del 67, y muchos temas de folk-rock tienen todavía un componente de protesta política bastante marcado: es el caso de nuestra canción de hoy.

sloanSegún algunos, Philip “Flip” Sloan, más conocido como P. F. Sloan, escritor de canciones del sello Dunhill (en donde grababan muchos de los nuevos y grandes grupos del nuevo folk-rock, como por ejemplo The Mamas & The Papas), quedó impresionado por el tema de Bob Dylan “Like a rolling stone” y su “sentido apocalíptico”: realmente, al ser el único conocimiento que tengo, he de darlo por bueno, pero con cautela, al menos respecto a la letra, ya que en el tema de Dylan no aparece por ninguna parte, al menos explícitamente, ese sentido apocalíptico, así que supongo que se refiere más bien a la música (NOTA BENE: en el mismo libro –del cual no recuerdo al autor- también se contaban escabrosas y alucinantes historias sobre las “hazañas” de los primeros componentes de Lynyrd Skynyrd, tachándolos como los típicos paletos racistas de Alabama y señalando mensajes racistas en sus canciones, algo que, con el tiempo, he puesto mucho en duda al escucharlos y leer sus letras). Así que escribió, en colaboración con Steve Barri, un precioso tema imitando el estilo folk-rock de Dylan, con una letra tremenda que veremos a continuación. Para cantarla, pensaron en primer lugar en los Byrds, que también habían tocado alguna vieja canción comprometida de su maestro Pete Seeger (“Turn! Turn! Turn!, “Bells of Rhymney” o “I come and stand at every door”), pero el mítico grupo se negó, así como otro de los grandes, The Turtles… Finalmente la elección cayó sobre un nuevo cantante de la factoría “Dunhill” llamado Barry McGuire, al que sólo se le suele recordar por esta canción, pero cuya carrera ha durado casi sin interrupción hasta nuestros días.

P. F. Sloan and SteveBarriLa letra de la canción, más que de protesta, es testimonial, y habla sobre los miedos de la juventud estadounidense de entonces, en los principios del nuevo pacifismo: la Guerra Fría y todos sus avatares, es decir, los misiles cubanos, la guerra de Vietnam, la represión de movimientos considerados izquierdistas (digo considerados, porque la mayoría de los pastores negros del movimiento por los Derechos Civiles tenían tendencias conservadoras), etc. Como siempre he defendido, el nacimiento del movimiento hippie sólo es comprensible desde el hecho de la Guerra Fría, es la reacción de la juventud a tener que tomar partido, en cierta manera. McGuire, como nos relata el enlace de su canción, ha actualizado a lo largo de su carrera el texto, quitando un período en la que la acalla debido a su conversión a los Cristianos Renacidos; una de las más importantes fue reemplazar la referencia a Selma, en el Estado de Alabama, por Columbine, en referencia al suceso más reciente de la masacre que perpetraron dos descerebrados en el Instituto Columbine.

Eve of destruction

The eastern world, it is exploding
Violence flarin’, bullets loadin’
You’re old enough to kill, but not for votin’
You don’t believe in war, but what’s that gun you’re totin’
And even the Jordan River has bodies floatin’

But you tell me
Over and over and over again, my friend
Ah, you don’t believe
We’re on the eve
of destruction.

Don’t you understand what I’m tryin’ to say
Can’t you feel the fears I’m feelin’ today?
If the button is pushed, there’s no runnin’ away
There’ll be no one to save, with the world in a grave
[Take a look around ya boy, it’s bound to scare ya boy]

And you tell me
Over and over and over again, my friend
Ah, you don’t believe
We’re on the eve
of destruction.

Yeah, my blood’s so mad feels like coagulatin’
I’m sitting here just contemplatin’
I can’t twist the truth, it knows no regulation.
Handful of senators don’t pass legislation
And marches alone can’t bring integration
When human respect is disintegratin’
This whole crazy world is just too frustratin’

And you tell me
Over and over and over again, my friend
Ah, you don’t believe
We’re on the eve
of destruction.

Think of all the hate there is in Red China
Then take a look around to Selma, Alabama
You may leave here for 4 days in space
But when you return, it’s the same old place
The poundin’ of the drums, the pride and disgrace
You can bury your dead, but don’t leave a trace
Hate your next-door neighbor, but don’t forget to say grace

And… tell me over and over and over and over again, my friend
You don’t believe
We’re on the eve
Of destruction

Mm, no no, you don’t believe
We’re on the eve
of destruction.

http://artists.letssingit.com/barry-mcguire-lyrics-eve-of-destruction-s1m88lj

La víspera de la destrucción

El mundo oriental está explotando/ la violencia encendiéndose, balas cargadas/ Eres lo suficientemente mayor para matar, pero no para votar (1)/ No crees en la guerra, pero qué es ese arma que cargas/ y hasta el río Jordán tiene cuerpos flotando (2).// Pero dime tú/ una y un y otra vez de nuevo, amigo/ Ah, no crees/ que estemos en la víspera/ de la destrucción.// No entiendes lo que estoy intentando decir/ ¿No puedes sentir los miedos que siento hoy?/ Si se aprieta el botón, no hay escapatoria/ No habrá nadie que se salve, con el mundo en la tumba/ [Mira a tu alrededor chico, eso está destinado a asustarte chico]/ Y me dices/ una y un y otra vez de nuevo, amigo/ Ah, no crees/ que estemos en la víspera/ de la destrucción.// Sí, mi sangre está tan loca que la siento como coagulándose/ Me siento aquí sólo contemplando/ No puedo deformar la verdad, no conoce regulación./ El manojo de senadores no pasa legislación/ y las marchas por sí solas no pueden traer la integración/ cuando el respeto se desintegra/ Este loco mundo entero es demasiado frustrante.// Pero dime tú/ una y un y otra vez de nuevo, amigo/ Ah, no crees/ que estemos en la víspera/ de la destrucción.// Piensa en todo el odio que hay en la China Roja/ luego echa una mirada a Selma, Alabama (3)/ Podrías irte de aquí por 4 días al espacio (4)/ pero cuando vuelves, es el mismo viejo sitio/ El aporreo de los tambores, el orgullo y la deshonra (5)/ Puedes enterrar tu muerte, pero no dejes rastro/ Odia al vecino de al lado, pero no te olvides de decir Gracia/ Pero dime tú/ una y un y otra vez de nuevo, amigo/ Ah, no crees/ que estemos en la víspera/ de la destrucción.// Mm, no no, no crees/ que estemos en la víspera de la destrucción.

P. F. Sloan – Steve Barri

Barry McGuire

NOTAS (extraídas de la wikipedia):

(1) La edad mínima para votar es, en algunos Estados, de 21, mientras que la mínima para alistarse es de 18 (al menos por entonces).

(2) Se refiere a la Guerra del agua (1964-1967) entre Israel y sus vecinos árabes.

(3) El 7 de Marzo de 1965, la policía local de Selma reprimió violentamente las “Marchas de Selma a Montgomery”, convocadas por varias asociaciones vinculadas al movimiento de los Derechos Civiles, en lo que se dio en llamar el “Domingo Sangriento”.

(4) La misión del Géminis 4, en Junio de 1965, que duró exactamente cuatro días.

(5) El propio Sloan dio el sentido de este verso: es una referencia al asesinato de John F. Kennedy.

El día que la música murió (American Pie)


american-pieEl día 3 de febrero de 1959, morían en un accidente de avioneta tres grandes músicos estadounidenses del rock’n’roll: el Big Bopper, Ritchie Valens (el de “La Bamba” y precursor del rock chicano y del estilo tex-mex) y Buddy Holly –por quien siento especial devoción-. Por aquellos años, un chaval llamado Don McLean repartía periódicos, y en el transcurso de su tarea se enteró de que aquél fue “el día que la música murió”. Años más tarde, McLean, que provenía de la escuela de Pete Seeger, engrosó el número de los nuevos cantautores estadounidenses de principios de los 70, algo más alejados de sus antecesores folksingers. Su segundo LP, en 1971, en el estilo del folk-rock de última hornada, alcanzó un tremendo éxito: American pie, cuya canción, con el mismo nombre, fue descrita como la épica de la juventud estadounidense de los 60. La canción ha tenido diversas interpretaciones acerca de su letra, así como numerosas versiones… Y otras, aberraciones (“inolvidable” Madonna con su numerito de patético patriotismo).

American Pie

A long, long time ago… trio
I can still remember
How that music used to make me smile.
And I knew if I had my chance
That I could make those people dance
And, maybe, they’d be happy for a while.

But february made me shiver
With every paper I’d deliver.
Bad news on the doorstep;
I couldn’t take one more step.

I can’t remember if I cried
When I read about his widowed bride,
But something touched me deep inside
The day the music died.

So bye-bye, miss american pie.
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
And them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
Singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Did you write the book of love,
And do you have faith in God above,
If the Bible tells you so?
Do you believe in rock ’n roll,
Can music save your mortal soul,
And can you teach me how to dance real slow?

Well, I know that you’re in love with him
`cause I saw you dancin’ in the gym.
You both kicked off your shoes.
Man, I dig those rhythm and blues.

I was a lonely teenage broncin’ buck
With a pink carnation and a pickup truck,
But I knew I was out of luck
The day the music died.

I started singin’,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Now for ten years we’ve been on our own
And moss grows fat on a rollin’ stone,
But that’s not how it used to be.
When the jester sang for the king and queen,
In a coat he borrowed from James Dean
And a voice that came from you and me,

Oh, and while the king was looking down,
The jester stole his thorny crown.
The courtroom was adjourned;
No verdict was returned.
And while Lenin read a book of Marx,
The quartet practiced in the park,
And we sang dirges in the dark
The day the music died.

We were singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Helter skelter in a summer swelter.
The birds flew off with a fallout shelter,
Eight miles high and falling fast.
It landed foul on the grass.
The players tried for a forward pass,

With the jester on the sidelines in a cast.

Now the half-time air was sweet perfume
While the sergeants played a marching tune.
We all got up to dance,
Oh, but we never got the chance!
`cause the players tried to take the field;
The marching band refused to yield.
Do you recall what was revealed
The day the music died?

We started singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Oh, and there we were all in one place,
A generation lost in space
With no time left to start again.
So come on: Jack be nimble, Jack be quick!
Jack Flash sat on a candlestick
Cause fire is the devil’s only friend.

Oh, and as I watched him on the stage
My hands were clenched in fists of rage.
No angel born in hell
Could break that Satan’s spell.
And as the flames climbed high into the night
To light the sacrificial rite,
I saw Satan laughing with delight
The day the music died

He was singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

I met a girl who sang the blues
And I asked her for some happy news,
But she just smiled and turned away.
I went down to the sacred store
Where I’d heard the music years before,
But the man there said the music wouldn’t play.

And in the streets: the children screamed,
The lovers cried, and the poets dreamed.
But not a word was spoken;
The church bells all were broken.
And the three men I admire most:
The Father, Son, and the Holy Ghost,
They caught the last train for the coast
The day the music died.

And they were singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
And them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
Singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."
They were singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
Singin’, "this’ll be the day that I die."

http://www.don-mclean.com/viewsong.asp?id=89

Tarta americana (Pastel de manzana)*

buddy11Hace mucho tiempo…/ Todavía puedo recordar/ cómo esa música solía hacerme sonreír./ Y sabía que si tuviera una oportunidad/ podría hacer bailar a esa gente/ y, tal vez, serían felices por un momento.// Pero Febrero me dio escalofríos/ con cada periódico que repartía./ Malas noticias a la puerta;/ no podía dar ni un paso más.// No puedo recordar si lloré/ cuando leí sobre esta novia enviudada,/ pero algo me tocó muy a dentro/ el día que la música murió.// Así que, adiós, adiós, señorita tarta americana./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”.// ¿Escribiste el libro del amor,/ y tienes fe en Dios que está arriba,/ si la Biblia así te lo dice?/ ¿Crees en el rock’n’roll,/ puede la música salvar tu alma mortal/ y puedes enseñarme cómo bailar muy lento?// Bueno, ya sé que estás enamorada de él/ porque te vi bailando en el gimnasio./ Los dos os quitasteis los zapatos./ Tío, comprendí aquellos rythm and blues.// Yo era un adolescente solitario de los suburbios/ con un clavel rojo y una camioneta,/ pero sabía que estaba de suerte/ el día bopper2que murió la música.// Empecé a cantar/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Entonces durante diez años estuvimos solos/ y el musgo engorda en un canto rodado,/ pero no es como solía ser./ Cuando el bufón cantó por el rey y la reina,/ en un abrigo que le cogió a James Dean,/ y una voz que vino de ti y de mí,// oh, y mientras el rey miraba hacia abajo,/ el bufón robó su espinosa corona./ El juzgado quedó suspendido;/ no se devolvió ningún veredicto./ Y mientras Lenin leía un libro de Marx,/ el cuarteto practicaba en el parque,/ y nosotros cantábamos himnos fúnebres en la oscuridad/ el día que la música murió.// Cantábamos/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Tobogán (helter skelter) en un verano abrasador,/ los pájaros volaron con un refugio anti-radiación,/ ocho millas a lo alto y cayendo rápido./ Aterrizó mal en la hierba./ Los jugadores lo intentaron con un pase hacia delante/ con el bufón en el banquillo en la plantilla.// Entonces el aire del descanso era un dulce perfume/ mientras los sargentos tocaban una marcha./ Todos nos levantamos a bailar,/ ¡oh, pero nunca tuvimos la oportunidad!,/ porque los jugadores intentaron tomar el campo;/ la banda de marcha se negó a someterse./ ¿Recuerdas lo que fue revelado/ el día que murió la música?// Comenzamos a cantar/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Oh, y allí estábamos todos en un mismo sitio,/ una generación perdida en el espacio/ sin tiempo para empezar de ritchienuevo./ Así que vamos: ¡Jack sé ágil, Jack sé rápido!/ Jack Flash se sentó en un candelero/ porque el fuego es el único amigo del diablo.// Oh, y cuando le veía sobre el escenario/ mis manos se cerraron en puño de rabia./ Ningún ángel nacido en el infierno/ pudo romper aquel hechizo de Satán./ Y cuando las llamas subían alto hacia la noche/ para encender el rito del sacrificio,/ vi a Satán reírse con placer/ el día que la música murió.// Estaba cantando/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Conocí a una chica que cantaba blues/ y la pregunté por algunas noticias felices,/ pero sólo sonrió y volvió la cara./ Me dirigí a la tienda sagrada/ en donde había escuchado la música años atrás,/ pero el hombre de allí dijo que la música no sonaría.// Y en las calles: los niños gritaban,/ los amantes lloraban, y los poetas soñaban./ Pero no se decía una palabra; todas las campanas de la iglesia estaban rotas./ Y los tres hombres a los que yo admiraba más:/ el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,/ tomaron el último tren hacia la costa/ el día que la música murió.// Cantaban/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.

Don McLean

Al parecer, Don McLean nunca aclaró lo que quería decir con cada línea. Hasta la fecha, yo sólo reconocía las referencias a los Beatles, a los Byrds, a Janis Joplin, a Mick Jagger y al accidentado concierto de Altamont, y a las canciones “Eight miles high”, “Helter Skelter” y “Jumpin’ Jack Flash”. Y, como alguien ya lo hizo antes, y mejor de lo que yo podría hacerlo aquí, os remito a sus interpretaciones, muy elaboradas:

http://agaf74.blogspot.com/2005/03/american-pie-o-la-prdida-de-la.html

Página de McLean: http://www.don-mclean.com/

Bob Dylan: 70 años enredado en la tristeza


Bob-DylanAyer fue el 70º cumpleaños de Bob Dylan, el trovador de Minnesota. Nuestro amigo ha sido, es y sigue siendo un genio de la música: ha sido el gran responsable de la revolución de la música popular del siglo pasado, aunque su figura siempre ha sido bastante controvertida. Influyó en sus contemporáneos, cambiando tanto la manera de hacer folk como de hacer rock, tanto en la música como en las letras (los Beatles, los Rolling Stones, Jimi Hendrix, los Byrds, Donovan, Joan Baez, Judy Collins, el propio Arlo Guthrie, hijo de su ídolo, etc.), pero también en generaciones posteriores de músicos entre los años 70 a 90: Bruce Springsteen, U2, Sinéad O’Connor, Tom Petty… Y, por no alargar una lista infinita, en nuestros propios cantautores: Hilario Camacho, Pau Riba, Jaume Sisa, Pablo Guerrero, Luis Pastor, etc.

BobDylanComenzó influenciado por los grandes de la canción de autor y del folk de los años cuarenta y cincuenta: Pete Seeger, Malvina Reynolds, y, sobre todo, Woody Guthrie. Su gran hito fue que, siendo un cantautor folk, alcanzó el éxito reservado a las estrellas del pop británico. Pero contra lo que Dylan quiso rebelarse siempre fue contra su papel de líder, razón por la cual tomaba decisiones a veces descabelladas: cuando comenzó a cantar folk, renegó de su gusto por el rock’n’roll y de su ídolo Elvis; y cuando era la figura del folk y de la canción protesta, en la que todo chico contestatario con guitarra se veía reflejado, proclamó la muerte la canción protesta (no por falta de motivos, sino, según él, por la mala calidad de las canciones de este tipo que estaban surgiendo), se fue alejando de artistas contestatarios para empezar a unirse a los músicos de rock y dio el petardazo final en el festival de folk al cambiar de repente al rock. A finales de los 60 se vuelca al country con el disco Nashville Skyline y, para escapar del mito de líder generacional, saca el controvertido y bob-dylan-smoking-a-cigdiscutible disco Selfportrait, un compendio de versiones de otros cantantes y de canciones propias que no alcanzan la calidad de sus anteriores, según los críticos. Entre los 70 y los 80 vuelve a las raíces, pero su figura sigue rodeada de controversia y de polémica: muy pocos vieron con buenos ojos su conversión al catolicismo y que cantara al papa Juan Pablo II, mientras que los que lo vieron bien se dedicaron a abuchear a la cantautora irlandesa Sinéad O’Connor durante el concierto-homenaje a Dylan porque meses antes, en protesta contra la política teocéntrica de su país, rompió una foto de este papa. Y luego volvió al judaísmo del que durante tanto tiempo renegó… Y quizás sea el cambio constante lo que le ha configurado como uno de los mejores artistas del siglo XX: negar su “yo” anterior y afirmar el actual, para que en una nueva etapa surja la síntesis, tanto personal como artística, entre lo que fue y lo que es. ¡Feliz cumpleaños Bob! Sigue siendo tú, ya sabes lo que quiero decir…

He elegido esta canción, “Tangled up in blue”, porque es una de las que refleja la vida y el sentimiento de Dylan, es decir, es algo semibiográfica. Escrita hacia 1975, en pleno declive de la generación anterior, abría uno de los mejores y más personales álbumes de Bob, Blood on the tracks:

Tangled up in blue

Early one mornin’ the sun was shinin’
I was layin’ in bed
Wond’rin’ if she’d changed at all
If her hair was still red
Her folks they said our lives together
Sure was gonna be rough
They never did like Mama’s homemade dress
Papa’s bankbook wasn’t big enough
And I was standin’ on the side of the road
Rain fallin’ on my shoes
Heading out for the East Coast
Lord knows I’ve paid some dues gettin’ through
Tangled up in blue

She was married when we first met
Soon to be divorced
I helped her out of a jam, I guess
But I used a little too much force
We drove that car as far as we could
Abandoned it out West
Split up on a dark sad night
Both agreeing it was best
She turned around to look at me
As I was walkin’ away
I heard her say over my shoulder
“We’ll meet again someday on the avenue”
Tangled up in blue

I had a job in the great north woods
Working as a cook for a spell
But I never did like it all that much
And one day the ax just fell
So I drifted down to New Orleans
Where I happened to be employed
Workin’ for a while on a fishin’ boat
Right outside of Delacroix
But all the while I was alone
The past was close behind
I seen a lot of women
But she never escaped my mind, and I just grew
Tangled up in blue

She was workin’ in a topless place
And I stopped in for a beer
I just kept lookin’ at the side of her face
In the spotlight so clear
And later on as the crowd thinned out
I’s just about to do the same
She was standing there in back of my chair
Said to me, “Don’t I know your name?”
I muttered somethin’ underneath my breath
She studied the lines on my face
I must admit I felt a little uneasy
When she bent down to tie the laces of my shoe
Tangled up in blue

She lit a burner on the stove
And offered me a pipe
“I thought you’d never say hello,” she said
“You look like the silent type”
Then she opened up a book of poems
And handed it to me
Written by an Italian poet
From the thirteenth century
And every one of them words rang true
And glowed like burnin’ coal
Pourin’ off of every page
Like it was written in my soul from me to you
Tangled up in blue

I lived with them on Montague Street
In a basement down the stairs
There was music in the cafés at night
And revolution in the air
Then he started into dealing with slaves
And something inside of him died
She had to sell everything she owned
And froze up inside
And when finally the bottom fell out
I became withdrawn
The only thing I knew how to do
Was to keep on keepin’ on like a bird that flew
Tangled up in blue

So now I’m goin’ back again
I got to get to her somehow
All the people we used to know
They’re an illusion to me now
Some are mathematicians
Some are carpenters’ wives
Don’t know how it all got started
I don’t know what they’re doin’ with their lives
But me, I’m still on the road
Headin’ for another joint
We always did feel the same
We just saw it from a different point of view
Tangled up in blue

Copyright © 1974 by Ram’s Horn Music; renewed 2002 by Ram’s Horn Music

http://www.bobdylan.com/songs/tangled-up-in-blue

Enredado en la tristeza

Una temprana mañana el sol brillaba/ yo estaba acostado en mi cama/ preguntándome si ella habría cambiado del todo/ si su pelo seguía siendo rojo/ Sus amigos dijeron que nuestras vidas juntos/ seguramente iban a ser duras/ Nunca les gustaron los vestidos hechos a mano de mamá/ La libreta de ahorros de papá nunca era lo suficientemente grande/ y yo estaba de pie al lado del camino/ la lluvia cayendo sobre mis zapatos/ dirigiéndome hacia la Costa Este/ El Señor sabe que he pagado algunas de las dudas por estar/ enredado en la tristeza.// Ella se había casado la primera vez que nos encontramos/ pronto estaría divorciada/ La ayudé a salir del apuro, supongo/ pero empleé un poco de demasiada fuerza/ Condujimos aquel coche todo lo rápido que pudimos/ abandonándolo afuera del oeste/ Nos separamos en una oscura noche triste/ los dos convenimos en que era lo mejor/ Ella se volvió para mirarme/ mientras yo me alejaba caminando/ La oí decir sobre mi hombro/ “Nos encontraremos de nuevo en la Avenida”/ enredados en la tristeza.// Tuve un empleo en los bosques del gran norte/ trabajando de cocinero por una temporada/ pero nunca me gustó aquello demasiado/ y un día el hacha simplemente cayó/ y entonces puse rumbo hacia Nueva Orleans/ donde pasé a ser empleado/ trabajando un tiempo en un barco pesquero/ justo afuera de Delacroix/ pero todo este tiempo estaba solo/ el pasado estaba cerca detrás/ He visto muchas mujeres/ pero ella nunca escapó de mi mente, y yo acababa de madurar/ enredado en la tristeza.// Ella trabajaba en un local de top-less/ y yo paré ahí para tomar una cerveza/ y seguí solo mirando a un lado de su cara/ en el foco tan claro/ y más tarde mientras la multitud adelgazaba/ estaba a punto de hacer lo mismo/ ella estaba de pie allí detrás del respaldo de mi silla/ Me dijo: ¿Sé tu nombre?/ Murmuré algo por debajo de mi aliento/ Ella estudió las facciones de mi cara/ he de admitir que me sentí un poco incómodo/ cuando se inclinó para atar los cordones de mi zapato/ enredado en la tristeza.// Ella encendió un mechero en la estufa/ y me ofreció un pito/ “Pensé que nunca me ibas a decir hola”, dijo/ “Pareces un tipo callado”/ Entonces abrió un libro de poemas/ y me lo pasó/ escrito por un poeta italiano/ del siglo XIII/ y cada una de sus palabras sonaron a verdad/ y brillaban como el carbón ardiendo/ vertiéndose de cada página/ como estaban escritas en mi alma de mí para ti/ enredadas en la tristeza.// Viví con ellos en la Calle Montague/ en un sótano bajo las escaleras/ había música en los cafés por la noche/ y la revolución en el aire/ Entonces comenzó a traficar con esclavos/ y algo dentro de él murió/ Ella tuvo que vender todo lo que poseía/ y se congeló por dentro/ y cuando por fin se desfondó/ me puse en retirada/ La única cosa que sabía cómo hacerla/ era seguir manteniéndome como un pájaro que volaba/ enredado en la tristeza.// Por eso ahora estoy de regreso otra vez/ Tengo que llegar a ella de alguna manera/ Toda la gente que solíamos conocer/ son para mí una ilusión ahora/ Algunos son matemáticos/ Algunas son esposas de carpinteros/ No sé cómo todo esto se inició/ No sé qué están haciendo con sus vidas/ Pero yo, todavía estoy en la carretera/ dirigiéndome a otro porro/ Nosotros siempre sentimos lo mismo/ sólo que lo veíamos desde un punto de vista diferente/ enredados en la tristeza.

Bob Dylan

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