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Hey Nelly Nelly


… Desde Harpers Ferry
Está vivo en espíritu hoy,
Asaltante inmortal
Vuelve otra vez a la ciudad-

Quizás
Recordaréis a
John Brown.

(Langston Hughes, “October 16” –la traducción es mía-)

"Los últimos instantes de John Brown", de Thomas Hovenden (1882-1884)En cierto sentido, el comentario a esta canción complementa la del otro día: si en la canción de Band, hacía una exposición de lo mal que le sienta las buenas personas blancas del sur el epíteto de racista, como si fuera una marca genética, endémica, y la crítica hacia la visión reduccionista de la Guerra de secesión, sobre que se hizo única y exclusivamente para abolir la esclavitud, hoy es de ley presentar esta canción desde un discurso contrario, pero no contradictorio, sino complementario. Y es que, sin el aliciente dañino de la esclavitud, la guerra de secesión se entendería como lo que han sido la mayoría de las guerras: un choque de intereses en los que primaba el interés ideológico. Y, sin embargo, sí es cierto que muchos tomaron las ramas con “el abrigo azul” por la liberación de los esclavos negros, cosa que cuenta con nuestra admiración. Fue el caso de los seguidores del miliciano abolicionista John Brown, quien poco antes del estallido de la guerra realizó una acción contra los arsenales del futuro ejército sudista, siendo derrotado, detenido y fusilado bajo la acusación de traición y asesinato (sobre la literatura cantada que surgió en torno a su figura, hablaremos otro día; entre otras, una balada de sus seguidores que comparaban sus últimos días con el martirio de Jesucristo). De esta manera, algunos blancos y algunos negros tomaron las armas por la simple y venerable causa de la abolición de la esclavitud en Estados Unidos, cosa que explica la historia de nuestra canción de hoy, que, como dicen nuestros amigos de Canzoni contro la guerra, es “toda la historia de la emancipación de los negros de América, en una canción”.

Martin Luther King ofrece su famoso discurso durante la Marcha a Washington por el Empleo y la Libertad“Hey Nelly Nelly” es obra del poeta y músico Shel Silverstein y Jim Friedman (¿quién es?), y fue grabada por la gran cantautora estadounidense Judy Collins (Judy “Ojos Azules”). A parte de la hermosa melodía, cantada casi con la misma ternura que una canción de amor, la estructura de la letra es de lo más interesante. La canción aborda los sucesos de varios hechos, desde las vísperas de la guerra civil hasta los días en los que fue compuesta la canción; la idea parece ser que una mañana un hombre ve llegar a Abraham Lincoln y avisa a su esposa, Nelly, para que vea el espectáculo: a parte de la visión algo mesiánica de Lincoln entrando en la ciudad a lomos de una mula, no le causa al granjero una buena impresión el presidente de la Unión, pero a medida que va oyendo y entendiendo lo que dice, se va cada vez más haciendo partidario del abolicionismo, hasta el punto que se va a la guerra por esa causa. El hombre vuelve de la guerra y trae las trágicas noticias a Nelly de la muerte de Lincoln. Desde ahí, hay un salto de un siglo, y el mismo hombre sigue llamando a su mujer para que vea desde su ventana las marchas por la libertad del reverendo Martin Luther King Jr., quien, al igual que Lincoln, sería asesinado cinco años después de la primera grabación de esta canción. Más tarde, los cantautores escoceses Iain MacKintosh y Hamish Imlach, le añadirían unos versos (los que están entre corchetes) relativos al vergonzoso Apartheid en Sudáfrica. La letra y las notas relativas, incluida esta última, han sido tomada de la imprescindible “Canzoni contro la guerra”.

Hey Nelly Nelly

Hey Nelly Nelly, come to the window
Hey Nelly Nelly look at what I see
He’s riding into town on a sway back mule
Got a tall black hat and he looks like a fool
He sure is talkin’ like he’s been to school
And it’s 1853

Hey Nelly Nelly, listen what he’s sayin’
Hey Nelly Nelly, he says it’s gettin’ late
And he says them black folks should all be free
To walk around the same as you and me
He’s talkin’ ‘bout a thing he calls democracy
And it’s 1858

Hey Nelly Nelly hear the band a playing
Hey Nelly Nelly, hand me down my gun
"Cause the men are cheerin’ and the boys are too
They’re all puttin’ on their coats of blue
I can’t sit around here and talk to you
‘Cause it’s 1861

Hey Nelly Nelly, now the fight is over*
Hey Nelly Nelly, I’ve come back alive
My coat of blue is stained with red
And the man in the tall black hat is dead
We sure will remember all the things he said
In 1865

Hey Nelly Nelly, come to the window
Hey Nelly Nelly, look at what I see
I see white folks and colored walkin’ side by side
They’re walkin’ in a column that’s a century wide
It’s still a long and a hard and a bloody ride
In 1963

[Hey Nellie Nellie, come to the window
Hey Nellie Nellie, time to make a row
I see white folk and black folk side by side
Marching in a column a century wide
From Selma to Soweto we’re turning the tide
I feel things changing now
From Selma to Soweto we’re turning the tide
Things are changing now]

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=it&id=12823

Eh Nelly Nelly

Eh Nelly Nelly, ven a la ventana/ Eh Nelly Nelly, mira lo que veo/ Está cabalgando hacia la ciudad a lomos de una mula bamboleante/ Tiene un alto sombrero negro y parece un tonto/ Se cree que habla como si estuviera en el colegio/ y es 1853 [1]// Eh Nelly Nelly, escucha lo que dice/ Eh Nelly Nelly, dice que se hace tarde/ y les dice a la gente negra que todos deberían ser libres/ de andar por ahí lo mismo que tú y yo/ Habla sobre una cosa que llama democracia/ y es 1858. [2]// Eh Nelly Nelly, oye a la banda tocar/ Eh Nelly Nelly, alcánzame mi arma/ porque los hombres están alentando y los chicos también/ Están todos poniéndose sus abrigos azules/ No puedo sentarme por aquí y hablarte,/ porque es 1861. [3]// Eh Nelly Nelly, la lucha ya ha terminado/ Eh Nelly Nelly, he vuelto vivo/ Mi abrigo azul está manchado de rojo/ y el hombre con el alto sombrero negro está muerto/ Seguramente recordaremos todas las cosas que dijo/ en 1865. [4]// Eh Nelly Nelly, ven a la ventana/ Eh Nelly Nelly, mira lo que veo/ Veo gente blanca y de color caminando hombro con hombro/ Caminan en una columna que es como toda una centuria/ Todavía es un largo y duro y sangriento paseo/ en 1963. [5]// [Eh Nelly Nelly, ven a la ventana/ Eh Nelly Nelly, es hora de hacer una fila/ Veo gente blanca y negra hombro con hombro/ marchando en una columna como toda una centuria/ desde Selma a Soweto estamos cambiando el curso/ Siento las cosas cambiando ya/ Desde Selma a Soweto estamos cambiando el curso/ Las cosas están cambiando ya.]

NOTAS

* Los amigos de Canzoni…, escribieron “Come to the window”, pero al escuchar la versión que podéis oír aquí, me he dado cuenta que dice “now the fight is over”. Ignoro qué es lo que canta en el disco original Judy Collins 3, pues no lo tengo; pero tendría cierta lógica que la primera estrofa y la última fueran las únicas que comenzaran de la misma manera: asomándose a la ventana para ver, en 1853, a Abraham Lincoln, y en 1963 a Martin Luther King (aunque la canción no le nombre).

[LAS SIGUIENTES NOTAS SON TRADUCCIÓN DE LAS NOTAS ELABORADAS POR CANZONI…]

[1] 1855. Se está preparando la guerra civil. En Kansas ya hay choques de las milicias abolicionistas de John Brown con los llamados “Border Ruffians” [Rufianes de la Frontera] esclavistas.

[2] 1859. Año de la captura y ejecución de John Brown, tras un intento fallido de rebelión de los esclavos que el militante abolicionista busca suscitar con la incursión al arsenal militar de Harpers Ferry en Virginia.

[3] 1861. Inicio de la guerra civil americana.

[4] 1865. Final de la guerra y asesinato de Lincoln en la ópera por John Wilkes Booth, simpatizante de la Confederación y ferviente anti-abolicionista.

[5] 1963 es el año en el que George C. Wallace, estableciéndose como gobernador de Alabama, diría “¡Segregación ahora, segregación mañana, y segregación siempre!”… El 12 de junio es asesinado Medgar Evers… Después, masacre de Birmingham, Alabama [en donde resultaron muertas por la violencia policial cuatro chicas negras]. Pero 1963 es también el año en que comienza la “Campaña Birmingham”, organizada por el movimiento del reverendo King, para mostrar a los ojos del mundo la opresión de la que son víctimas los negros en América… Y en agosto, James Meredith es el primer negro en graduarse en la Universidad de Mississippi, mientras Martin Luther King pronuncia su célebre discurso “I have a dream” durante la gran Marcha a Washington por el Empleo y la Libertad.

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=it&id=12823

[Alessandro, que es también un seguidor de esta página mía, incluye abajo unas palabras pronunciadas por Abraham Lincoln que hacen tambalearse un poco el mito… Si entendéis inglés os invito a leerlas]

Suite de los ojos azules para Judy Collins


Lanzada como sencillo junto a Long time gone, canción algo más política de David CrosbyHacia 1967, los Byrds estaban un poco enfadados con uno de sus miembros: las diatribas políticas lanzadas durante el festival pop de Monterey entre canción y canción, junto a su participación en la actuación de Buffalo Springfield para suplir la baja de Neil Young en el mismo festival, hicieron que Jim McGuinn y Chris Hillman se azoraran bastante con David Crosby, quien, por su parte, se estaba enfadando porque el grupo consideraba algunos temas suyos, como “Triad”, demasiado arriesgadas. Así que entre el 67 y el 68, Crosby comenzó a abandonar la banda pionera del folk-rock.

En ese año de 1968, Buffalo Springfield, pioneros del country-rock y uno de los mejores grupos de folk-rock de la mitad de los 60, quebraban. Stephen Stills, vocalista y guitarrista de la banda, se reencontraría con su amigo David Crosby y empezaron a madurar la idea de un grupo nuevo de folk-rock, con una fuerte base vocálica armónica.

Al otro lado del océano, Graham Nash, cansado del éxito comercial y de no poder, por ello, hacer las canciones que a él le gustaría hacer, abandona el grupo de pop británico, The Hollies, y se traslada a Los Ángeles. Una vez allí, David Crosby, que era su amigo, le encuentra y le invita a una reunión con Stephen Stills para hablar sobre la fundación de un grupo vocálico de folk-rock. Nash aceptó.

La cantautora Judy Collins era aquella "Judy Blue Eyes"Judy Collins era una de las cantautoras y folksingers más veteranas que, siendo una de las alumnas del gran Pete Seeger, no le asustó el cambio musical producido a la mitad de los 60. Por aquellos entonces, era novia de Stephen Stills, y fue en su casa en donde se reunieron los tres músicos para fundar Crosby, Stills & Nash: el grupo que, básicamente, inventó el country-rock. En 1969, el ex-Buffalo Springfield Neil Young se unía al grupo, transformándolo en el cuarteto Crosby, Stills, Nash & Young; su presentación se produjo en la segunda parte de la actuación del trío anterior en el festival de Woodstock, y le dio al grupo una orientación más rockera, frente a su primer disco, en donde primaba mucho lo acústico.

Y así se fundó el trío que más tarde sería cuarteto. Y como en gran medida la responsable de todo aquello fue la gran cantautora Judy Collins, su carta de presentación fue esta canción, una suite que alternaba las harmonías de Crosby y Nash con los solos de Stills, y que acababa con un son cubano cantado en castellano, titulada “Suite: Judy Blue Eyes”, un mensaje de amor de Stills a Collins, pero también un guiño de agradecimiento a su ayuda.

Suite: Judy Blue Eyes

It’s getting to the point where I’m no fun any more
I am sorry
Sometimes it hurts so badly I must cry out loud
I am lonely
I am yours, you are mine, you are what you are
You make it hard

Remember what we’ve said, and done
And felt about each other
Oh, babe, have mercy
Don’t let the past remind us of what we are not now
I am not dreaming
I am yours, you are mine, you are what you are
You make it hard

Tearing yourself away from me now, you are free
And I am crying
This does not mean I don’t love you, I do, that’s forever
Yes, and for always
I am yours, you are mine, you are what you are
You make it hard

Something inside is telling me that I’ve got your secret
Are you still listening?
Fear is the lock, and laughter the key to your heart
And I love you
I am yours, you are mine, you are what you are
And you make it hard
And you make it hard
And you make it hard

Friday evening
Sunday in the afternoon
What have you got to lose?
Tuesday morning
Please be gone, I’m tired of you
What have you got to lose?

Can I tell it like it is?
Help me I’m suffering
Listen to me baby
It’s my heart that’s suffering
Help me, I’m crying to you
It’s dyin’ and that’s what I have to lose

I’ve got an answer
I’m going to fly away
What have I got to lose?
Will you come see me
Thursdays and Saturdays
What have you got to lose?

Chestnut brown canary
Ruby throated sparrow
Sing a song, don’t be long
Thrill me to the marrow

Voices of the angels
Ring around the moonlight
Asking me, said she so free
How can you catch the sparrow?

Lacy lilting lady
Losing love lamenting
Change my life, make it right
Be my lady

Do do do do do, do do do do do do
Do do do do do, do do do do

¡Qué linda! Me recuerda a Cuba
La reina de la Mar Caribe
Quiero sólo visitarla allí
Y qué triste que no puedo. ¡Vaya!
O Va! O Va!

[Otra versión*]

Qué linda, me la traiga Cuba
La reina de la Mar Caribe
Cielo sol no tiene sangre ahí
Y qué triste que no puedo ¡vaya!
Oh va, oh va, va

http://lyricskeeper.es/es/crosby-stills-nash/suite-judy-blue-eyes.html

Suite: Judy Ojos Azules

Se está llegando a un punto en el que ya no me divierto más/ Lo siento/ A veces duele tanto que tengo que gritar fuerte/ Estoy solo/ Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ Lo haces difícil// Recuerda lo que hemos dicho, y hecho/ y sentido por el otro/ Oh, cariño, ten piedad/ No dejes que el pasado nos recuerde lo que no somos ahora/ No estoy soñando/ Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ Lo haces difícil// Te estás apartando de mí ahora, eres libre/ y yo estoy llorando/ Eso no significa que no te quiera, al contrario, es para siempre/ sí, y por siempre./ Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ Lo haces difícil// Algo dentro de mí me dice que tengo tu secreto/ ¿Me oyes aún?/ El miedo es el cerrojo, y la risa la llave para tu corazón/ y te quiero// Soy tuyo, eres mía, eres lo que eres/ y lo haces difícil/ y lo haces difícil…// Viernes noche/ Domingo por la tarde/ ¿Qué tienes que perder?/ Martes por la mañana/ Por favor, vete, estoy cansada de ti/ ¿Qué tienes que perder?// ¿Puedo decirlo tal cómo es?/ Ayúdame, estoy sufriendo/ Escúchame cariño/ Es mi corazón que está sufriendo/ Ayúdame, te lo estoy gritando/ Se muere y eso es lo que tengo que perder.// Tengo una solución/ Voy a irme volando/ ¿Qué tengo que perder?/ ¿Me vendrás a ver/ los jueves y los sábados?/ ¿Qué tienes que perder?// Castaño canario marrón/ gorrión de garganta de rubíes/ canta una canción, no tardes,/ emocióname hasta la médula.// Las voces de los ángeles/ que suenan alrededor de la luz de la luna/ me preguntan, dijeron ella es tan libre,/ ¿cómo se puede atrapar un gorrión?// Perezosa dama iluminada/ que se lamenta por la pérdida del amor/ Cambia mi vida, corrígela/ Sé mi dama// Do do do… 

Stephen Stills

Crosby, Stills & Nash

* Las estrofas finales, cantadas en castellano, solían cambiar en cada actuación: la primera pertenece al enlace de la wikipedia, y la segunda al otro enlace. No vuelvo a reproducirlas porque, obviamente, no precisan traducción.

Y una mano excelente, en el Festival de Woodstock, en lo que era la segunda actuación en público del grupo:

Deportados y desahuciados


El otro día fui a impedir (junto a otros muchos, claro) un desahucio que, casi contra toda esperanza, se consiguió aplazar. Mientras me dirigía hacia allí, escuchando mi música, sonó muy apropiadamente este tema de Woody Guthrie, cantado por su hijo Arlo. Y es que los puedes llamar desahuciados o deportados, da igual: es gente que acaba perdiendo su nombre y su rostro.

Woody_Guthrie_2Woody escribió la letra de “Deportee (Plane wreck at Los Gatos)” cuando en enero de 1948 ocurrió un accidente de avión, que cayó en el cañón de Los Gatos, y transportaba 28 pasajeros mexicanos que estaban siendo deportados (según algunos –véase el enlace- era parte de un programa estatal de, digamos, “contrato temporal” de inmigrantes), movido por la indignación de que las noticias sólo dieron los nombres de los cuatro estadounidenses, miembros de la tripulación, mientras que a los pasajeros se les daba el genérico nombre de “deportados”, incluso la repatriación de sus cuerpos fue tratada como deportación. Guthrie no musicalizó su poema, lo haría una década después el profesor de colegio Martin Hoffman, en una música que respetaba el estilo de Woody; los primeros en cantarla fueron Pete Seeger y Cisco Houston, sus antiguos compañeros; pero muchos otros también la interpretaron, sobre todo el hijo de Woody: el gran Arlo Guthrie, cantautor a caballo entre la vieja escuela de folksingers y los cantautores psicodélicos hippies, que, al igual que su padre, se convirtió en acompañante de Pete Seeger en sus conciertos. Aquí tienes una actuación de ambos en 1975, con Arlo cantando la canción de su padre:

Deportee (Plane wreck at Los Gatos)

The crops are all in and the peaches are rott’ning,
The oranges piled in their creosote dumps;
They’re flying ‘em back to the Mexican border
To pay all their money to wade back again

Goodbye to my Juan, goodbye, Rosalita,
Adios mis amigos, Jesus y Maria;
You won’t have your names when you ride the big airplane,
All they will call you will be "deportees"

My father’s own father, he waded that river,
They took all the money he made in his life;
My brothers and sisters come working the fruit trees,
And they rode the truck till they took down and died.

Some of us are illegal, and some are not wanted,
Our work contract’s out and we have to move on;
Six hundred miles to that Mexican border,
They chase us like outlaws, like rustlers, like thieves.

We died in your hills, we died in your deserts,
We died in your valleys and died on your plains.
We died ‘neath your trees and we died in your bushes,
Both sides of the river, we died just the same.

The sky plane caught fire over Los Gatos Canyon,
A fireball of lightning, and shook all our hills,
Who are all these friends, all scattered like dry leaves?
The radio says, "They are just deportees"

Is this the best way we can grow our big orchards?
Is this the best way we can grow our good fruit?
To fall like dry leaves to rot on my topsoil
And be called by no name except "deportees"?

© 1961 (renewed) by Woody Guthrie Publications, Inc. & TRO-Ludlow Music, Inc. (BMI)

http://www.woodyguthrie.org/Lyrics/Plane_Wreck_At_Los_Gatos.htm

Deportado (Accidente de avión en Los Gatos)

Las cosechas están agotadas y los melocotones se pudren,/ las naranjas apiladas en los vertederos de creosota*;/ los devuelven volando a la frontera mexicana/ para pagar todo su sueldo para que vuelvan a vadear// Adiós a mi Juan, adiós, Rosalita,/ adiós mis amigos, Jesús y María;/ No tendréis vuestros nombres cuando montéis en el gran aeroplano,/ todo lo que os llamarán será “deportados”// El mismo padre de mi padre, vadeó ese río,/ cogió todo el dinero que ahorró en su vida;/ mis hermanos y hermanas vienen a trabajar en los frutales,/ e iban en el camión hasta que se retiraron y murieron.// Algunos de nosotros somos ilegales, y a algunos no los emplean,/ nuestro contrato de trabajo ha expirado y tenemos que irnos;/ seiscientas millas** hacia esa frontera mexicana,/ nos persiguen como a proscritos, como a cuatreros, como a ladrones.// Morimos en vuestras colinas, morimos en vuestros desiertos,/ morimos en vuestros valles y morimos en vuestras llanuras./ Morimos bajo vuestros árboles y morimos en vuestras matas,/ a ambos lados del río, morimos de la misma manera.// El avión del cielo se incendió sobre el Cañón Los Gatos,/ una bola de fuego de relámpago, y sacudió todas nuestras colinas,/ ¿Quiénes son todos estos amigos, todos diseminados como hojas secas?/ La radio dice, “Son sólo deportados”// ¿Es ésta la mejor manera en la que podemos cultivar nuestros grandes huertos?/ ¿Es ésta la mejor manera en que podemos cultivar nuestra rica fruta?/ Caer como hojas secas para podrirse sobre mi tierra/ y ser llamados sin nombre excepto “deportados”?

Woody Guthrie – Martin Hoffman

* Creosota: Líquido viscoso, de color pardo amarillento y sabor urente y cáustico, que se extraía del alquitrán y servía para preservar de la putrefacción las carnes, las maderas, y para otros usos (RAE).

** 600 millas=965.606 km (por mantener la estructura de la canción, he decidido respetar el sistema métrico al uso en Estados Unidos)


Una canción tan bonita y universal, como ésta, no podía dejar de tener un montón de versiones, desde los más folkloristas hasta los más rockeros: desde Judy Collins a los Byrds, Dave Guard, Bob Dylan, Kingston Trio, etc. Una de ellas, como no podía ser de otra manera (tanto por su condición mexicana ascendente como por la de alumna aventajada de los viejos folksingers), fue Joan Baez:

Y los Dubliners, irlandeses ellos, que también entienden bastante de esto de la emigración, pero también porque son un grupo que luchará por toda la buena gente de este mundo. Otros cantantes irlandeses que la han cantado han sido Paddy Reilly y Christy Moore:

Y, por no alargar esto demasiado (en el enlace de la Wikipedia ya aparece una buena relación de intérpretes), cierro con la versión de estudio de Arlo, en este hermoso vídeo en la que su realizador ha mezclado la canción con, muy apropiadamente, imágenes de los temporeros mexicanos:

Bob Dylan: 70 años enredado en la tristeza


Bob-DylanAyer fue el 70º cumpleaños de Bob Dylan, el trovador de Minnesota. Nuestro amigo ha sido, es y sigue siendo un genio de la música: ha sido el gran responsable de la revolución de la música popular del siglo pasado, aunque su figura siempre ha sido bastante controvertida. Influyó en sus contemporáneos, cambiando tanto la manera de hacer folk como de hacer rock, tanto en la música como en las letras (los Beatles, los Rolling Stones, Jimi Hendrix, los Byrds, Donovan, Joan Baez, Judy Collins, el propio Arlo Guthrie, hijo de su ídolo, etc.), pero también en generaciones posteriores de músicos entre los años 70 a 90: Bruce Springsteen, U2, Sinéad O’Connor, Tom Petty… Y, por no alargar una lista infinita, en nuestros propios cantautores: Hilario Camacho, Pau Riba, Jaume Sisa, Pablo Guerrero, Luis Pastor, etc.

BobDylanComenzó influenciado por los grandes de la canción de autor y del folk de los años cuarenta y cincuenta: Pete Seeger, Malvina Reynolds, y, sobre todo, Woody Guthrie. Su gran hito fue que, siendo un cantautor folk, alcanzó el éxito reservado a las estrellas del pop británico. Pero contra lo que Dylan quiso rebelarse siempre fue contra su papel de líder, razón por la cual tomaba decisiones a veces descabelladas: cuando comenzó a cantar folk, renegó de su gusto por el rock’n’roll y de su ídolo Elvis; y cuando era la figura del folk y de la canción protesta, en la que todo chico contestatario con guitarra se veía reflejado, proclamó la muerte la canción protesta (no por falta de motivos, sino, según él, por la mala calidad de las canciones de este tipo que estaban surgiendo), se fue alejando de artistas contestatarios para empezar a unirse a los músicos de rock y dio el petardazo final en el festival de folk al cambiar de repente al rock. A finales de los 60 se vuelca al country con el disco Nashville Skyline y, para escapar del mito de líder generacional, saca el controvertido y bob-dylan-smoking-a-cigdiscutible disco Selfportrait, un compendio de versiones de otros cantantes y de canciones propias que no alcanzan la calidad de sus anteriores, según los críticos. Entre los 70 y los 80 vuelve a las raíces, pero su figura sigue rodeada de controversia y de polémica: muy pocos vieron con buenos ojos su conversión al catolicismo y que cantara al papa Juan Pablo II, mientras que los que lo vieron bien se dedicaron a abuchear a la cantautora irlandesa Sinéad O’Connor durante el concierto-homenaje a Dylan porque meses antes, en protesta contra la política teocéntrica de su país, rompió una foto de este papa. Y luego volvió al judaísmo del que durante tanto tiempo renegó… Y quizás sea el cambio constante lo que le ha configurado como uno de los mejores artistas del siglo XX: negar su “yo” anterior y afirmar el actual, para que en una nueva etapa surja la síntesis, tanto personal como artística, entre lo que fue y lo que es. ¡Feliz cumpleaños Bob! Sigue siendo tú, ya sabes lo que quiero decir…

He elegido esta canción, “Tangled up in blue”, porque es una de las que refleja la vida y el sentimiento de Dylan, es decir, es algo semibiográfica. Escrita hacia 1975, en pleno declive de la generación anterior, abría uno de los mejores y más personales álbumes de Bob, Blood on the tracks:

Tangled up in blue

Early one mornin’ the sun was shinin’
I was layin’ in bed
Wond’rin’ if she’d changed at all
If her hair was still red
Her folks they said our lives together
Sure was gonna be rough
They never did like Mama’s homemade dress
Papa’s bankbook wasn’t big enough
And I was standin’ on the side of the road
Rain fallin’ on my shoes
Heading out for the East Coast
Lord knows I’ve paid some dues gettin’ through
Tangled up in blue

She was married when we first met
Soon to be divorced
I helped her out of a jam, I guess
But I used a little too much force
We drove that car as far as we could
Abandoned it out West
Split up on a dark sad night
Both agreeing it was best
She turned around to look at me
As I was walkin’ away
I heard her say over my shoulder
“We’ll meet again someday on the avenue”
Tangled up in blue

I had a job in the great north woods
Working as a cook for a spell
But I never did like it all that much
And one day the ax just fell
So I drifted down to New Orleans
Where I happened to be employed
Workin’ for a while on a fishin’ boat
Right outside of Delacroix
But all the while I was alone
The past was close behind
I seen a lot of women
But she never escaped my mind, and I just grew
Tangled up in blue

She was workin’ in a topless place
And I stopped in for a beer
I just kept lookin’ at the side of her face
In the spotlight so clear
And later on as the crowd thinned out
I’s just about to do the same
She was standing there in back of my chair
Said to me, “Don’t I know your name?”
I muttered somethin’ underneath my breath
She studied the lines on my face
I must admit I felt a little uneasy
When she bent down to tie the laces of my shoe
Tangled up in blue

She lit a burner on the stove
And offered me a pipe
“I thought you’d never say hello,” she said
“You look like the silent type”
Then she opened up a book of poems
And handed it to me
Written by an Italian poet
From the thirteenth century
And every one of them words rang true
And glowed like burnin’ coal
Pourin’ off of every page
Like it was written in my soul from me to you
Tangled up in blue

I lived with them on Montague Street
In a basement down the stairs
There was music in the cafés at night
And revolution in the air
Then he started into dealing with slaves
And something inside of him died
She had to sell everything she owned
And froze up inside
And when finally the bottom fell out
I became withdrawn
The only thing I knew how to do
Was to keep on keepin’ on like a bird that flew
Tangled up in blue

So now I’m goin’ back again
I got to get to her somehow
All the people we used to know
They’re an illusion to me now
Some are mathematicians
Some are carpenters’ wives
Don’t know how it all got started
I don’t know what they’re doin’ with their lives
But me, I’m still on the road
Headin’ for another joint
We always did feel the same
We just saw it from a different point of view
Tangled up in blue

Copyright © 1974 by Ram’s Horn Music; renewed 2002 by Ram’s Horn Music

http://www.bobdylan.com/songs/tangled-up-in-blue

Enredado en la tristeza

Una temprana mañana el sol brillaba/ yo estaba acostado en mi cama/ preguntándome si ella habría cambiado del todo/ si su pelo seguía siendo rojo/ Sus amigos dijeron que nuestras vidas juntos/ seguramente iban a ser duras/ Nunca les gustaron los vestidos hechos a mano de mamá/ La libreta de ahorros de papá nunca era lo suficientemente grande/ y yo estaba de pie al lado del camino/ la lluvia cayendo sobre mis zapatos/ dirigiéndome hacia la Costa Este/ El Señor sabe que he pagado algunas de las dudas por estar/ enredado en la tristeza.// Ella se había casado la primera vez que nos encontramos/ pronto estaría divorciada/ La ayudé a salir del apuro, supongo/ pero empleé un poco de demasiada fuerza/ Condujimos aquel coche todo lo rápido que pudimos/ abandonándolo afuera del oeste/ Nos separamos en una oscura noche triste/ los dos convenimos en que era lo mejor/ Ella se volvió para mirarme/ mientras yo me alejaba caminando/ La oí decir sobre mi hombro/ “Nos encontraremos de nuevo en la Avenida”/ enredados en la tristeza.// Tuve un empleo en los bosques del gran norte/ trabajando de cocinero por una temporada/ pero nunca me gustó aquello demasiado/ y un día el hacha simplemente cayó/ y entonces puse rumbo hacia Nueva Orleans/ donde pasé a ser empleado/ trabajando un tiempo en un barco pesquero/ justo afuera de Delacroix/ pero todo este tiempo estaba solo/ el pasado estaba cerca detrás/ He visto muchas mujeres/ pero ella nunca escapó de mi mente, y yo acababa de madurar/ enredado en la tristeza.// Ella trabajaba en un local de top-less/ y yo paré ahí para tomar una cerveza/ y seguí solo mirando a un lado de su cara/ en el foco tan claro/ y más tarde mientras la multitud adelgazaba/ estaba a punto de hacer lo mismo/ ella estaba de pie allí detrás del respaldo de mi silla/ Me dijo: ¿Sé tu nombre?/ Murmuré algo por debajo de mi aliento/ Ella estudió las facciones de mi cara/ he de admitir que me sentí un poco incómodo/ cuando se inclinó para atar los cordones de mi zapato/ enredado en la tristeza.// Ella encendió un mechero en la estufa/ y me ofreció un pito/ “Pensé que nunca me ibas a decir hola”, dijo/ “Pareces un tipo callado”/ Entonces abrió un libro de poemas/ y me lo pasó/ escrito por un poeta italiano/ del siglo XIII/ y cada una de sus palabras sonaron a verdad/ y brillaban como el carbón ardiendo/ vertiéndose de cada página/ como estaban escritas en mi alma de mí para ti/ enredadas en la tristeza.// Viví con ellos en la Calle Montague/ en un sótano bajo las escaleras/ había música en los cafés por la noche/ y la revolución en el aire/ Entonces comenzó a traficar con esclavos/ y algo dentro de él murió/ Ella tuvo que vender todo lo que poseía/ y se congeló por dentro/ y cuando por fin se desfondó/ me puse en retirada/ La única cosa que sabía cómo hacerla/ era seguir manteniéndome como un pájaro que volaba/ enredado en la tristeza.// Por eso ahora estoy de regreso otra vez/ Tengo que llegar a ella de alguna manera/ Toda la gente que solíamos conocer/ son para mí una ilusión ahora/ Algunos son matemáticos/ Algunas son esposas de carpinteros/ No sé cómo todo esto se inició/ No sé qué están haciendo con sus vidas/ Pero yo, todavía estoy en la carretera/ dirigiéndome a otro porro/ Nosotros siempre sentimos lo mismo/ sólo que lo veíamos desde un punto de vista diferente/ enredados en la tristeza.

Bob Dylan

Kiz Çocuğu


Este poema del gran poeta turco
Nâzim Hikmet es de una preciosidad incomparable. El poema toma voz en un niño
de 7 años que murió en el ataque a Hiroshima  y que está vagando por toda
la eternidad llamando de puerta en puerta, pidiendo la paz universal. Os pongo
el poema original, para aquellos que seáis o sepáis turco, a continuación la
traducción inglesa que hizo Pete Seeger para una canción de Judy Collins, y un
vídeo de esa canción; y, finalmente, la traducción al castellano de la versión
inglesa:

KIZ ÇOCUĞU


Kapıları çalan benim
kapıları birer birer.
Gözünüze görünemem
göze görünmez ölüler.

Hiroşima’da öleli
oluyor bir on yıl kadar.
Yedi yaşında bir kızım,
büyümez ölü çocuklar.

Saçlarım tutuştu önce,
gözlerim yandı kavruldu.
Bir avuç kül oluverdim,
külüm havaya savruldu.

Benim sizden kendim için
hiçbir şey istediğim yok.
Şeker bile yiyemez ki
kâat gibi yanan çocuk.

Çalıyorum kapınızı,
teyze, amca, bir imza ver.
Çocuklar öldürülmesin
şeker de yiyebilsinler.

Nâzim Hikmet

                      
[1956]


 

I come and stand at
every door
(The little girl)

I come and
stand at every door
But no one hears my silent tread
I knock and yet remain unseen
For I am dead, for I am dead.

I’m only seven although I died
In Hiroshima long ago
I’m seven now as I was then
When children die they do not grow.

My hair
was scorched by swirling flame
My eyes grew dim, my eyes grew blind
Death came and turned my bones to dust
And that was scattered by the wind.

I need no
fruit, I need no rice
I need no sweet, nor even bread
I ask for nothing for myself
For I am dead, for I am dead.

All that I
ask is that for peace
You fight today, you fight today
So that the children of this world
May live and grow and laugh and play.

Nâzim Hikmet
English translation by Pete Seeger

  

 

  

melodía:
"Great Selchie of Shule Skerry"
intérprete: Judy Collins

Vengo
y me quedo de pie en cada puerta,/ pero nadie oye mi paso silencioso./ Llamo y
todavía permanezco sin ser visto/ porque estoy muerto, porque estoy muerto.//
Tengo sólo 7 años aunque morí/ en Hiroshima hace tiempo,/ tengo 7 años ahora
como entonces,/ cuando los niños mueren no crecen.// Mi cabello se quemó por un
remolino de fuego,/ mis ojos se volvieron sombríos, mis ojos se cegaron,/ la
muerte vino y convirtió mis huesos en polvo/ y fueron dispersados por el
viento.// No necesito fruta, no necesito arroz,/ no necesito dulces, ni
siquiera pan;/ no pido nada para mí,/ porque estoy muerto, porque estoy
muerto.// Todo lo que pido es aquello para la paz./ Luchad hoy, luchad hoy/
para que los niños de este mundo/ puedan vivir crecer y reír y jugar.

Las fotos que podéis ver abajo pertenecen una a la guerra de Vietnam; la otra a niños de los campos de exterminio nazis.
En cuestión de si las víctimas son niños, lo de menos es la guerra que sea.

Historia del movimiento hippy. II parte


Los cincuenta se acababan con el gran evento de la década: la Revolución Cubana (de la que en la actualidad sólo quedan iconos e imágenes, habiendo pasado de revolución popular a dictadura personal). Al mismo tiempo, la guerra fría se había recrudecido, muy especialmente por la experimentación con misiles y la carrera espacial que ambas potencias poseían, llegando en los dos lados a una esquizofrenia enfermiza que desemboca en ambos bandos en espionajes y contraespionajes. En Estados Unidos, es el siniestro senador McCartthy el que aprovecha la paranoia del país para llevar a cabo un auténtico control político sobre políticos y artistas más digno de un régimen fascista, o incluso de la rusia estalinista, que de un régimen democrático. Actores y directores, como Charles Chaplin, músicos como Pete Seeger, o escritores como Ginsberg, sufrieron el vigilante ojo del anticomunismo americano. El punto álgido internacional llegó cuando Fidel Castro, buscando aliados en este teatro, se define comunista y recaba la ayuda de la Unión Soviética: los rusos ponen misiles en Cuba apuntando a Estados Unidos. El momento es tan caliente internacionalmente que incluso el papa Juan XXIII apela al catolicismo de Kennedy para parar una locura. Años atrás, el presidente Eisenhower había acercado posturas con el general Franco, poniendo, a cambio de ayuda económica, bases en diversos sitios, como Rota o Torrejón.
Aquel momento de la guerra fría fue muy determinante: tuvo un tremendo impacto en la mente de muchos, especialmente de jóvenes, que empezaron a plantearse y a cuestionarse la fuerza militar. Fue precisamente el episodio de los misiles cubanos el que inspiraría a Bob Dylan una de sus mejores canciones de la época folk: «A hard rain’s a gonna fall» hablaba del miedo y de la posibilidad de la destrucción total bajo la amenaza de la guerra atómica. El movimiento folk se había renovado con nuevos nombres, como Joan Baez, Judy Collins, Tom Paxton, Richie Havens, y, por supuesto, Bob Dylan, que fue el primero de ellos en tener un éxito popular inequívoco del que muchos expertos aseguran que en cierto sentido fue su muerte artística. No suponía realmente una renovación de temas, pues el pacifismo y la lucha de los derechos civiles fue una constante del folk de los años 50, si bien, puede ser, la dimensión sindicalista hubiera decaído (excepto en Joan Baez). Folksingers blancos y negros se unen en las marchas por los derechos civiles de Martin Luther King.
Por otro lado, el mundo musical sintió la conmoción ante los grupos que venían desde el Reino Unido: los Beatles abrieron la puerta con su rock’n’roll y rythm’n’blues de raigambre americano, tras ellos grupos tan importantes como Rolling Stones, The Who, Kinks, Hollies, Animals… No suponían realmente una revolución de índole social, estrictamente hablando, pero sí una revolución en el mundo juvenil: ellos daban la impresión de no necesitar trabajar, de tener el destino en sus manos, de vivir al margen de lo que la sociedad exigía a los jóvenes: aquella era todavía una época en la que te tomaban en serio a partir de los 25 y no antes. Aunque las canciones pudieran ser frívolas a veces, o no decir nada más que «te quiero, me quieres», sí es cierto que abrían las nuevas posibilidades de una nueva forma de ver las relaciones entre los jóvenes. Sin embargo, estos muchachos todavía no tendrían grandes cosas que decir por ahora.
El panorama bohemio y underground era otra cosa. El mundo del jazz iba por otros derroteros, con nombres como Pharoah Sanders, John Coltrane y otros más; un mundo muy minoritario e intelectual comparado con el beat británico, el soul (rythm’n’blues comercial), el folk (hasta la llegada de Dylan minoritario) o el surf californiano. El nuevo jazz tenía componentes nuevos en el que, desde los días del be-bop, a la libertad creadora del intérprete se sumaban las experiencias lisérgicas. Desde finales de los 50, Timothy Leary y Richard Alpert, profesores de psicología de la universidad de Berkeley, junto al escritor de ciencia ficción Aldous Huxley, habían sintetizado el LSD, a principios como experimento del ejército americano, para desembocar en un elemento de la contracultura generalmente antimilitarista (elemento bastante engañoso). Pronto surgieron en Estados Unidos comunas dedicadas a la experimentación del cuerpo y la introspección mental en las que los sutas budistas e hindúes se unían a la marihuana y al LSD en una supuesta búsqueda de respuestas místicas más inducidas que auténticas. De ellas, la más famosa quizás fuera el grupo activista Merry Pranksters, los alegres bromistas, dirigidos por el escritor Ken Kesey (autor de Alguien voló sobre el nido del cuco) que plasmó las tempranas vivencias del grupo a bordo de un autobús, junto a Neal Cassady (el «musa» de los poetas beats) en el libro La gasesosa de ácido eléctrico (The Electric Kool-Aid Acid Test). Estos exploradores lisérgicos participarían e incluso organizarían las primeras marchas pacifistas contra la guerra de Vietnam y los primeros conciertos propiamente llamados hippies. Ocurrió entonces, hacia 1963 ó 1964, que confluyeron bajo más o menos el mismo objetivo, los exploradores lisérgicos, algunos de los folk-singers, los músicos de jazz, y los grupos de rock-garaje admiradores del pop británico: les unía principalmente el cuestionarse el papel de su país a nivel tanto nacional como internacional.
 

Musicalmente también es una era muy revolucionaria respecto a la música popular. Entre 1964 y 1965, en los locales de California y Nueva York se vive una intensa proliferación de nuevos grupos de folk y de jazz. Uno de ellos, que alcanzó un éxito popular considerable, fue The New Christy Minstrel, autores del popular «Green back dollar», que estuvo compuesto, entre otros, por Jim McGuinn, que luego formaría The Byrds, y Barry McGuire, un cantautor de folk-rock protesta que obtuvo un éxito disimulado con esta canción, obra de P. F. Sloan y Steve Barri, con una letra apocalíptica muy del gusto de la época, influida claramente por Dylan.

Otros grupos que fueron germen de los futuros grupos flok-rock californianos y de rock de San Francisco, fueron The Journeymen, The Mugwumps o Town Criers, grupos estos que no consiguieron el reconocimiento público, pero cuyos miembros triunfarían en distintas formaciones con nuevos lenguajes: de Journeymen saldrían Scott McKenzie (cantante que sólo tuvo éxito con una canción), y John y Michelle Phillips, que junto a los Mugwumps Mama Cass Elliot y Dennis Doherty formarían The Mamas & The Papas; por su parte, otros dos Mugwumps, John Sebastian y Zal Yanovski, formarían el grupo de bluegrass y folk-rock Lovin’ Spoonful.

En 1964 se les siguen considerando betanicks, pero poco poco el murmuro de la palabra «hippie» se va haciendo más claro y audible cuando los estudiantes activistas de izquierdas, los promotores de los derechos civiles, los aventureros lisérgicos y los místicos van confluyendo en algo que era curiosamente concreto e impreciso a la vez movidos por la nueva injusticia global: la guerra de Vietnam. No obstante, el componente político no fue tan determinante en un principio entre los hippies como el misticismo, el rock y las drogas, aunque las primeras manifestaciones contra la guerra de Vietnam vienen prácticamente de manos de líderes activistas inmersos en este nuevo mundo.
En 1967 el mundo hippie tiene su capital en la ciudad californiana de San Francisco, una ciudad abierta y tolerante tradicionalmente, que también había acunado a los antiguos beatnicks y hipsters; y más concretamente en el barrio de Haight Ashbury. Tampoco es casualidad que tuviera una localización geográfica concreta dada la heterogeneidad ideológica de EE.UU: conviene no olvidar que, al igual que los negros, un beatnick o un hippie no podía atravesar los estados sureños con la sensación de sentirse como en casa, al contrario que pasaba con toda California, Nueva York y otras zonas más abiertas a la diversidad cultural. El Haight Ashbury se convierte casi en un ghetto de los hippies, y a él se acercan diversos turistas para contemplar el fenómeno, entre ellos las estrellas del pop británico para ver la nueva música que allí se estaba creando: Grateful Dead, Jefferson Airplane, Quicksilver Messenger Service, Big Brother & The Holding Co., con la maravillosa Janis Joplin al frente, eran los nuevos grupos formados por músicos que venían de antiguas formaciones o aventuras en solitarios de folk, folk-rock o jazz, practicantes de un rock nuevo y refrescado que mezclaba magistralmente el rock y el blues con el folk, el jazz, instrumentos y ritmos orientales, y nuevas visiones musicales en ocasiones inspiradas por el consumo de drogas. Estos grupos tocan juntos en las múltiples salas de música que existían entonces: el Matrix, el Avalon Ballroom, vieron los mejores momentos de estos grupos antes de que las empresas discográficas mancharan su ambición de ser simplemente músicos de San Francisco populares.
En torno a la comunidad de Haight Ashbury surgen diversas propuestas artísticas: música, teatro independiente, poesía…, pero también negocios que traían todo lo que un hippie podía desear: discos, ropa oriental, collares, cuentas, instrumentos musicales contra más exóticos mejor… A parte el negocio subterráneo de la droga, pero junto a esto prolifera la Clínica Médica Gratuita, dirigida a los chicos con problemas de drogas: no se trataba de prevención y rehabilitación, sino de enseñar a como se podía utilizar una droga sin correr riesgos o, por lo menos, los mínimos. Haight Ashbury podía parecer un paraíso urbano, un lugar donde no trabajar y poder dedicarse a la expansión personal y espiritual de uno mismo y de su cuerpo. Pocas cosas había que sacaran a un hippie de su pretendido estado mental de paz espiritual. No obstante, otros entendían las ciudades como trampas mortales en las que se atrapaba y castraba el alma humana, y comprendían que el lugar del hombre era la naturaleza: algunos huyen a los campos y abren granjas donde fundar comunas y vivir de lo que producían (algunas de ellas hoy en día perviven, sustentándose de vender sus productos): la más famosa fue la granja de Hogh Farm.
Junto a las drogas surge el fenómeno del nuevo misticismo, propugnado por los poetas beats y otros pensadores contraculturales. No fue casualidad que el principal grupo hinduista de occidente apareciera a caballo entre Nueva York y el Haight Ashbury: los Hare Krishna. Los auténticos hippies comenzaron estudiando los textos sagrados de la India, China o Japón; algunos, por su parte, practicaban una suerte de neo-paganismo, mientras que otros fijaban su fe en las raíces del cristianismo. Sin duda alguna, a pesar de utilizar las drogas como medio, éste era en principio una práctica honesta y sincera, si bien la santidad de los gurús que permitían el uso de drogas a sus discípulos era bien discutible (si su religión lo prohibía, claro); pero en el momento en que las grandes estrellas del rock y del cine comenzaron a interesarse por estas prácticas, aparecieron multitudes de maestros espirituales que venían de la India, en donde no gozaban del respeto que decían poseer, con el único objetivo de «hacerse la foto» y ganar su espiritualidad a golpe de fama: el ejemplo más sonado fue el del Maharishi Mahesh Yogi, que utilizó las ansias espirituales de los Beatles para obtener fama, además de mostrar un interés más terrenal que espiritual por su discípula Mia Farrow.
El objetivo de los hippies era oponerse a la sociedad bienpensante americana mediante la religión, las drogas, la auto-marginación y las expresiones artísticas. Y en en Junio de 1967 dieron su grito de afirmación en el Festivla Pop de Monterrey, en donde actuaron sin cobrar (excepto Ravi Shankar, por aquello de tener que volver a la India) los nuevos grupos de rock de San Francisco, los grupos de blues, algunas estrellas del pop británico, junto al gigante del soul Otis Redding y al maestro sitarista Ravi Shankar.

Aunque opuesto a toda guerra, el hippie pretendía vivir al margen de cualquier activismo político, lo cual no le impedía participar en las manifestaciones por la paz/ contra la guerra. Se produce entonces una escisión dentro de ellos, quedando divididos entre activistas y pasotas. El activista solía ser un estudiante o poseer una gran cultura, pero más que místico su tendencia mental iba hacia el socialismo, y, en muchos casos, eran pacifistas pero no pacíficos. El pasota, por su parte, era el hippie en sentido estricto, con tendencia automarginativa e ideas, a veces, demasiado utópicas, frente al activista, que siempre optaba por la práctica. El activista siempre criticaba la falta de acción del pasota, al que acusaba de querer cambiar el mundo a base de canciones y oraciones, o de no querer cambiarlo en absoluto mientras siguiera existiendo su isla, mientras que el pasota le acusaba de querer cambiar el mundo para su beneficio al tiempo que inventaba el bonito término de lunático del poder. Un buen ejemplo de crítica contra los activistas es la canción de los Beatles «Revolution». Por lo general, los músicos suelen practicar el pasotismo, sin desdeñar sus buenas dosis de activismo: los hippies no eran tan políticos en la música como posteriormente se ha pretendido, aunque sintieran simpatías por movimientos como los Panteras Negras y sus equivalentes indios, portorriqueños y asiáticos; sólo hay un número contado de casos en los que la política es un factor determinante en la creación artística, como los Jefferson Airplane, los Who, Country Joe & The Fish, además de los folksingers y cantautores. Sin embargo, en 1968 los pacíficos Human Be-In y Tribal Stomps que venían realizándose desde 1966 fueron adquiriendo un cariz cada vez más político. De una manera feroz, las concentraciones dejaron de ser pacifistas y utópicas para convertirse en batallas callejeras. Fue, no obstante, un huracán que recorrió casi todo el mundo: el mayo francés, la Primavera de Praga, la matanza en la Plaza de las Tres Culturas en México, y nuestras primeras (descartando las del 56) revueltas estudiantiles. También se notó en sus ropas, que comenzaron a alternar los motivos orientales con ropas militares, motivos socialistas y camisetas con la efigie del «Che» Guervara. El año 68 fue el momento culmen en el que nuevas ideologías desafiaban tanto al status capitalista como al comunista que se habían establecido tras la 2ª Guerra Mundial. A partir de ese año, todas sus exhibiciones estarían fuerte y ferozmente marcadas por un halo político antimilitarista.
El otro gran éxito de los hippies fue el concierto multitudinario de Woodstock en 1969, cuya cifra de asistentes se aproximó de manera muy simbólica a la del número de combatientes que había en Vietnam. Pero la década de los 70 venía pisando fuerte, trayendo consigo un huracán de violencia y atentados terroristas de diversos símbolos, borrando los buenos sentimientos hippies que, aunque subsistiendo en las comunas y en las granjas, fueron desapareciendo por una razón: se pasó de moda, venían nuevas generaciones con nuevas demandas y cada vez más se contemplaba a los hippies como una rareza del pasado.

Los hippies no fueron más que, en muchos aspectos, otro movimiento juvenil con ansias de cambiar el mundo, cosa que consiguieron en parte pero sin librarse de que a la mayoría de ellos, como en todo movimiento juvenil, el mundo les cambiara. Como todo movimiento juvenil tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas, frente a los maniqueísmos de considerarlos la mejor generación del s. XX o una panda de degenerados morales.
Hay que entender que como movimiento aparecen en una de las épocas más feroces de la guerra fría, con un nuevo frente comunista amenazante desde el Caribe. El ambiente de tensión, violencia, patriotismo exacerbado y militarismo promovió la necesidad de alejarse de un mundo regido tradicionalmente por las armas y buscar refugios en diversos paraísos artificiales, para poder explorar las profundidades del alma humana. Como radicalmente opuestos a la política de su país y promotores naturales de la lucha por los derechos civiles, los hippies no eran bien considerados por las instituciones clasistas y racistas de sus países; no en vano pueden afirmar, incluso con más derecho que sus predecesores beatnicks, haber sido el primer movimiento-moda juvenil totalmente inter-racial: mientras que los rockers eran generalmente blancos, y los funkies negros, o había un rock’n’roll blanco y otro negro, los hippies no reconocían colores: para ellos era perfectamente normal que un blanco tocara blues y un negro country’n’western. Fundaron gracias a sus nuevas conciencias movimientos que han tenido una importancia indiscutible: el movimiento ecologista fue re-fundado por ellos prácticamente. Lo mismo se puede decir respecto a las ideas de igualdad de sexos y de tolerancia sexual; también las ideas renovadas de igualdad y fraternidad propiciaron un cambio en la forma de ver las relaciones entre los seres humanos y sus culturas desde el respeto y sin «centrismos» culturales de ninguna clase.
Pero tuvieron sus defectos, de entre ellos el más grave fue el abuso de las drogas: desde los planteamientos de Leary y Alpert y otros, los hippies buscaron en las drogas aquel remanso de paz y sintonía espiritual que decían que los indios americanos, los shaivas (adoradores de Shiva) y otros obtenían gracias a su consumo propiciada por una visión bastante sesgada de estas culturas. Las drogas, lejos de enriquecer a la cultura del movimiento hippie, en realidad contribuyó a su destrucción y a propagar la visión de viciosos que de ellos se tenían, una publicidad alimentada por las sucesivas muertes de sobredosis de las grandes estrellas del rock: Brian Jones, Janis Joplin, Jim Morrison, Al «Blind Owl» Wilson, Ron «Pigpen» McKernan… Ante esto siempre cabe preguntarse si no fueron los servicios secretos americanos, al igual que a todas vistas parece que hicieron en los barrios negros, quienes promovieron la introducción y el consumo de drogas cada vez más peligrosas en el mundo hippie. A parte de los supuestos espías soviéticos, el enemigo interior que el gobierno americano decía tener era triple: los negros, los estudiantes y los hippies.
Pasaba algo parecido con la libertad sexual o con el marketing. Los hippies fueron víctimas de sus propios vicios: muy pronto la revolución de la conciencia, la libertad sexual y el hacer lo que quieras sinceros y honestos de algunos en principio, atrajo a un número importante de oportunistas a los que las revoluciones les importaba un pito: querían drogas y sexo nada más. Parecido era lo de la exploración espiritual, la cual, una vez fue manifestada por las millonarias estrellas musicales y cinematográficas su afición atrajo a un número significativo de gurús gorrones y charlatanes que, aprovechándose de la inocencia o ignorancia de las estrellas del rock, llegaron a desvirtuar en moda lo que en sus lugares de origen eran religiones serias y repetadas. El elemento bohemio y marginal que habían sido desde el año 64 comenzó a ser un negocio cuando las estrellas del pop británico comenzaron a practicar (o a intentarlo) ese estilo de vida: de repente, entre un grupo de gente que afirmaba despreciar el dinero se comenzó a mover un importante negocio de miles de dólares en la industria discográfica: ser hippie, en algunos sitios, estaba de moda. Pocas veces el utopismo de un mundo sin dinero basado en el respeto a los demás dio sus buenos resultados: Woodstock y Monterrey fueron magníficos, pero también está el desastre de Altamont protagonizado por los Rolling Stones, del que ya hablé un día. El dólar, enemigo declarado de los hippies en un principio, entró entre ellos para destruirlos de la manera más atroz en la que se puede destruir un movimiento juvenil: la frivolización de sus principios en estética y pseudo-elementos; abundan grupos de pop ñoños y frívolos que hacían letras bastante naïves con una pretendida y falsa base hippie.
Si bien los Rolling Stones pecaban de excesiva terrenalidad, los Beatles pecaban de excesiva espiritualidad. La marginación política por la que finalmente la mayoría optaban tenía también su cara y su cruz: se puede entender que ante la tensión, la violencia y el patriotismo exacerbado uno prefiriera apartarse del mundo; pero esto tenía su efecto negativo en lo tocante a las reivindicaciones serias de entonces, ya que se adquiría así cierto halo malsano de esnobismo intelectual muy perjudicial por un lado, y un egoísmo injustificado. Por supuesto hablamos sólo de los pasotas, los auténticos hippies, pues los activistas compartían ciertas pautas y estética, pero porque toda época tiene su estética. Esto fue muy notable también en nuestro país, cuando empezaron a instalarse en Ibiza parecían ignorar que existía una dictadura viva y operante.
En España, el hippismo entró diez años después de lo que se puede considerar su nacimiento, como ha venido siendo la tendencia de este país respecto a las modas y a las músicas, de la mano de Pau Riba, Jordi Batiste o Hilario Camacho, entre otros, dando lugar a grupos de tendencias psicodélicas y de rock progresivo sobre todo en Andalucía y Cataluña: Smash, Triana, Iceberg, Gong, Companyia Elèctrica Dharma, Barcelona Traction… Pero también de otros lugares: Dolores, los gallegos NHU, los vascos Errobi… No obstante, el hippismo a la americana no se entendió muy bien aquí, ya que conllevaba la marginación voluntaria y la no acción política. Dicen las malas lenguas que los que de aquí se hicieron hippies eran niños ricos que podían jugar a hippies y que, cuando se cansaran, podrían volver al puesto que su papá le tenía asignado en la empresa o en el negocio familiar (no sé hasta qué punto de verdad esto fue verdad, pero también se podía decir lo mismo de ciertos activistas).

Los hippies contribuyeron a cambiar el mundo de entonces, no se puede negar. Pero pagaron un precio muy alto, sucumbiendo a sus contradicciones, a sus vicios, quizás por ellos mismos, quizás por una mano negra que mueve los hilos hasta del mismo presidente de los Estados Unidos…

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