Hará dos años, poco más o menos, por unas fechas señaladas como éstas, traté, por una curiosa coincidencia, de traducir este poema de Lizardi… Ni qué decir tiene que la conjunción de mis conocimientos rudimentarios del euskera, junto al estilo clasicista del autor y a su vasco arcaizante, lo hicieron imposible (obvio decir que no encontré traducciones, o al menos que me cuadraran). Finalmente, repasando los volúmenes del libro 20 años de canción en España de mi amigo Fernando conseguí la traducción, bastante exacta, que figuraba originalmente en el disco de quien la musicalizó. Una vez más, ¡gracias Fernando, por todo!
Xabier Lizardi (nacido como José María Egaña), uno de los grandes poetas en lengua vasca de los años 30, hasta el punto de considerársele el Juan Ramón Jiménez de las letras euskéricas. Vinculado al PNV, su poesía redunda en símbolos nacionalistas de tipo conservador, algo que enlaza en un poema escrito en memoria de su abuela, “Euskal pizkundea”. No obstante, no fue el único poema que dedicara a su abuela; éste que traemos hoy, no abunda en la simbología nacionalista, sino que simplemente es su homenaje y testimonio del dolor por la muerte de su abuela. El poema fue musicalizado en el primer LP, estrictamente, del cantautor vasco Antton Valverde, dice, bajo la supervisión del gran Xabier Lete. El resultado fue esta impresionante canción, que yo hoy pongo aquí como quien enciende una vela a sus ancestros y, como dice el poema, con ese deseo de volvernos a encontrar:
Biotzean min dut
(illeta-eresi)
Amona zanaren eortz-egunean
Biotzean min dut, min etsia,
negar ixilla darion miña.
Amonatxo bat nun: gaur, enarak
etorri-garaiez aldegiña.
***
Eguzkirik ez dute
leiotan zapiak;
aur-yolasik ez dago
gaur zure kalean.
Odeiek lits urratu;
itxasoak orro.
Gizadi bat geldirik;
gero, bat-batean:
Ots!
Ots!
Bizion oñok…
Errezka bi gizonek
argizai oriak;
gorputza lau billobok;
atzeBk andreak.
Ai ene lor arin au
zein dudan larria!
Besoek ez lan arren
biotzak nekeak…
Ots!
Ots!
Bizion oñok…
Mendea ia betea,
ta ain illaun gorputz xaar!
Bezak gogoa goien
i bezain ariña,
ta bezat nik nerea,
dei nazatenean,
ezin-itzal-Agiruntz
egatzeko diña!
Ots!
Ots!
Bizion oñok…
Orain larogei urte,
kale poz-gabeok
eguzkiak zitun
ta zure aur-yolasak
alaitzen. Gaur, arriak
ere baitira itzal…,
nork lekuskez, ikusi,
urte urdin igesak!
Ots!
Ots!
Bizion oñok…
Egun zarrak yoan ta
berriak etorri,
gaur poz biar oñaze,
noiz burni noiz zillar,
zenbaitek ondamendi
baituten katea
lore-sorta bekizu
goi-muñoak zear!
Ots!
Ots!
Bizion oñok…
………………………………………….
Bat-batean eten da
bizion ots ori.
Gorputza laga dugu
nunbait. Al-dakit nun!
Bultza naute barrura…,
ñir-ñir aunitz argi…
ordia-antzo sar nazu,
begi-lauso ta urgun.
Ots!
Ots!
enegan, biotz!
Amonatxo! Bakarrik
zagoku atean,
otz ta gogor, entzuten
zure azken-Meza!
Zerraldo-olen arteBk
(negu gaua iduri)
ez al datortzu, uluka,
aize erruki-eza?
Ots!
Ots!
enegan, biotz!
Begiok ero ditut,
noranai doazkit;
dantza naasi bat dabilt
irudimenean.
Goruntz egik, biotza:
otoika lasa adi!
Ixilla sor badadi
ire barrenean!
Ots!
Ots!
enegan, biotz!
………………………………………….
Ordu bete luzea
igaro zan. Noizbait,
berriro lor illauna
besoek… Urrena,
muño baten gañean
uri ixil bat arki…
Poz-oñaze-kateak
emen dik etena.
Ots!
Ots!
Bizion oñok…
………………………………………….
Ol bat yaso ta ikusi
dut musu ximela:
parre-antxa, bizirik
balirau bezela:
(Ots!
Ots!
ler adi, biotz!)
ordun, ixar bat biztu
du nere gau beltzak.
Begioi malko ixil bat
dardarka darite.
Noizbait itxaro-kabi
biur dan biotzak:
(Ots!
Ots!
yauzika, biotz!)
"Agur! (oiuka dio),
gorputz ximur maite!
Agur, amonatxoa!
Egun Aundirarte!…"
***
Biotzean min dut, min etsia,
zotiñik-gabeko negar-miña.
Alatsu txoriak, udaondoz,
negua du galazi-eziña.
Duéleme el corazón
(Elegía)
En el día del sepelio de la abuela
Me duele el corazón, me duele con resignado dolor,/ con un dolor que rezuma llanto silencioso./ Tenía yo una abuelita que hoy,/ al tiempo de llegar las golondrinas, ha muerto.// No tiene sol los lienzos tendidos en las ventanas,/ hoy en tu calle no hay juegos de niños./ Las nubes muestran desgarrados flecos;/ ruge el mar./ Un grupo de gente permanece inmóvil,/ mas luego de pronto:// ¡Suenan!,/ ¡resuenan!/ los pasos de los vivientes…// Va doble hilera de hombres/ con velones amarillos;/ somos cuatro nietos quienes llevamos su cuerpo;/ las mujeres siguen por detrás./ ¡Oh, cuán pesada se hace tan liviana carga!,/ aunque los brazos no se cansen/ siento en el corazón infinita carga…// ¡Suenan!,/ ¡resuenan!/ los pasos de los vivientes…// Llevas casi un siglo encima, viejo cuerpecillo,/ ¡y aún puedes ser tan liviano!/ Que tu espíritu more ya en las alturas/ como tú, ingrávido,/ y el mío sea también digno/ cuando suene su hora// de volar hacia la luz inextinguible.// ¡Suenan!,/ ¡resuenan!/ los pasos de los vivientes…// Ochenta años hace ya/ que el sol y tus juegos de niña/ alegraron estas calles./ ¡Quién reviviera los pasados tiempos luminosos,/ hoy, que hasta las piedras muestran/ sombría tristeza…!// ¡Suenan!,/ ¡resuenan!/ los pasos de los vivientes…// Que esa cadena de la vida/ tejida por el transcurrir de los días,/ unos dolorosos, otros alegres….,/ que esa cadena, a veces férrea, otras dorada,/ ruina y desdicha de tantos,/ se te convierta en las celestiales alturas/ en perfumado ramo de flores.// ¡Suenan!,/ ¡resuenan!/ los pasos de los vivientes…// De pronto, se interrumpió/ el rumor de nuestro caminar./ Depositamos el cadáver en un rincón,/ ¡quién recuerda cómo y dónde!,/ me empujaron hacia dentro,/ donde temblaban muchas luces…,/ entré como ebrio, tambaleándome/ y nublados los ojos…/ ¡Pobre abuelita! Te tenemos en soledad/ ahí a la puerta, rígida y helada,/ asistiendo a tus postrera misa…/ ¿No llega a ti, por ventura,/ el viento, aullando despiadadamente, como en noche invernal,/ por entre las maderas del féretro?…// ¡Suena!/ !resuena!/ mi corazón por dentro…// Errante y como en desvío se me pierde la mirada/ y una danza confusa me baila en la imaginación./ ¡Elévate a Dios, corazón, y desahógate llorando/ para que el silencio y la calma/ renazcan en tu interior!// Resonábame siempre, resonábame mi corazón…/ Transcurrió una larga hora,/ hasta que por fin nuestros brazos/ tomaron de nuevo la leve carga…/ Más tarde llegamos a un silencioso pueblo/ situado sobre una colina./ Es aquí donde se rompe aquella cadena/ de alegría y de dolor.// Volvían a sonar los pasos de los vivientes…/ levantaron una madera/ y vi tu rostro arrugado:/ sonreía, como si aún conservase vida…// (Resuena y quiere estallarme por dentro el corazón…)// entonces una estrella iluminó/ mi noche negra./ Noté una temblorosa, silenciosa lágrima,/ y noté el corazón convertido, al fin,/ en nido de esperanza:// (Resonaba y saltaba mi corazón…)// ¡Adiós! –gritaba-./ ¡Adiós, pobre cuerpecillo!/ ¡Adiós, abuela, hasta el gran día final!
Xabier Lizardi
(música, Antton Valverde)
(Como digo, la traducción, aunque ligeramente arreglada por mí, es la que aparece en el LP de Valverde, que yo he tomado del IV volumen de la obra de Lucini. La letra en vasco la copié de este documento por ser la transcripción exacta del poema; no así la traducción que incluye, que no era demasiada exacta. Sin embargo, sospecho que es la traducción que pudiera haber hecho el mismo Lizardi, siendo un poeta de tendencias clasicistas con una lírica muy floral –y no sería raro: también Gabriel Aresti, más que ofrecer traducciones de sus poemas, daba adaptaciones-; quien prefiera una traducción más libre y poética, y probablemente elaborada por el propio Lizardi, aquí la tiene: http://www.soinumapa.net/wp-content/uploads/2012/04/Soinumapa_Lizardi2.pdf)