Nos queda la palabra
CANCIÓN ÚLTIMA
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruidosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Pero no hablaremos de uno de nuestros más grandes poetas, que podríamos y sería apropiado y hermoso hacerlo, especialmente en estos tiempos de crispación y demagogia, recuperar la palabra ardiente de aquel gran hombre. Hablaremos, como ya visteis, de la canción de autor española.
Sin pretender ser exhaustivo en su historia, sólo decir que hubo un momento en que unos jovenes enamorados de la poesía y de la música y opuestos radicalmente al régimen franquista, deciden, en los 4 idiomas oficiales del país, e incluso en algunos dialectos, hacer un nuevo tipo de canción que ya se venía practicando en Francia, EE.UU, Latinoamérica y Portugal desde hacía tiempo. Y esta nueva canción, como fue llamada (Nova Cançó, Nova Canción, Kanta Berria), contrario a la extendida creencia, no trataba tanto de política como de la esperanza en unos tiempos mejores.
-El fuego en el corazón del poeta:
Hay un momento preciso en que en el interior del poeta, en su pecho, empieza a arder como nunca la esperanza de una manera tremenda, alimentada por la sed de justicia y la indignación ante la falta de ésta en el vivir cotidiano. Es el momento en el que el poeta toma conciencia de la realidad en la que vive por un lado, y por otro toma conciencia de que no puede permaner impertérrito ante ello. Es el instante de la creación:
Eu podía cantar azures do ceo,
verdes pretos do mar,
unha frol,
a rapaza,
o banquete
das horas que non pasan,
o anceio que non ten mañán.
Eu podía cantar as cousas pequenas,
as follas, as pedras, o arbre senlleiro,
o berro do ar.
Eu podia cantar as cousas dos nenos,
o fútbol, as loitas, os contos dos pais.
Pero hai algo eiquí dentro que berra:
canta soio o arte de amar,
a forza que peta no soño xigante
do rapaz que non é home,
do home que se sinte rapaz.
Por iso cantando adeprendo
o difícil que é o arte de amar.
(bis)
A forza que peta no soño xigante:
o arte de amar.
música: Benedicto
Y vives con la ventana abierta
Vemos en estos bellos poema ese instante preciso en el que el poeta se desengaña, en el que se convence que aunque pueda cantar sobre las cosas superficiales de la vida, no le permite ese enorme algo que grita obligando a cantar sólo al "arte de amar". Sucede entonces el momento del desengaño, en el que el poeta se revuelve contra cualquier creación artística que no alimente las esperanzas en los otros y en uno mismo, llegando incluso al desprecio:
Soneto 37/ 73
una carga de fichajes y escaloyas,
una palabra escrita en el desierto,
una muerte interrumpida en cada hora
y ese silencio macho hasta la frente
me hace saltar la brisa de las manos,
me hace volcar mi entraña de repente
y voy pariendo cantos como clavos.
Quiero atrapar del pelo la mañana,
quiero exprimir el cielo y que despierte
de esa quietud gravosa y casquivana,
quiero salvar la fuerza de los dientes
para cantar de cerca, cantar de cerca y gritar alto
que hacen falta equipajes en la gente.
Y es que el canto que no sirva para todos,
ese canto que ni abrigue ni despierte
es un lujo inaceptable por sí sólo,
es una pompa de jabón sobre un susurro,
es un paso en el vacío, es un hueco,
la cienmilésima parte de un murmullo,
porque el que canta bajo canta solo
y es el suyo un canto para adentro,
y racionan la voz y dan un poco,
y así transforman demandas en lamentos;
y a mí me faltan horas y sobran silencios
no quiero poner volumen a mi canto,
no puedo cantar bajo sin desprecio,
no puedo cantar solo, no tengo tiempo.
Letra y música: Patxi Andión
disco: A donde el agua
Descubrimos ahora una nueva dimensión: la necesidad de no quedarnos solos en el canto, de que se sumen nuevas voces a él, para que así éste no caiga en la futilidad de un poema o una canción cualquiera. Se descubre pues la necesidad del otro o de los otros como soporte y como necesitados de la esperanza: es una relación de necesidad recíproca, en la que se reconoce que son necesarios todos. En el mundo de la canción, simbolizando en un concierto, podríamos decir que el cantante necesita de su auditorio para que escuche e incluse cante sus canciones, y que éste, a su vez, necesita del cantor para que les cante las canciones que ellos quieren -necesitan- cantar. Por eso podríamos poner dos ejemplos preciosos:
Zure askatasunagatik
Zure askatasunagatik
burrukatzen banaiz,
kantatzen badut,
ez dut, maite zaitudalako
kantatzen.
Ez eta
zure malkoak xukatzeagatik.
Zoriontsu
libro behar zaitudalako, baizik;
Zure askatasunean
zure zorionean
nereak ikusten dudalako.
Si por tu libertad/lucho,/canto,/no canto/ porque te quiera,/ni tampoco/
para secar tus lagrimas,/sino porque te necesito feliz, libre./
Porque en tu libertad,/en tu felicidad/veo la mia/
música: Benito Lertxundi
A
CANTAROS
(Pablo
Guerrero)
Tu y yo muchacha
estamos hechos de nubes
pero ¿quién
nos ata?
Dame la mano
y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua,
que es tiempo de vivir
y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad,
muchacha
pero ¿quién
nos ata?
Ten tu barro dispuesto,
elegido tu sitio,
preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida
hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes
de seguridad.
Planearán vender
la vida
y la muerte y la paz,
¿le pongo diez metros,
en
cómodos plazos, de
felicidad?
Pero tu y yo sabemos que
hay
señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte
sin bioenzimas, claro,
limpiará nuestra
casa.
Hay que doler de la vida
hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
letra y música: Pablo Guerrero
Os Compañeiros
Alí estaban os compañeiros
ó redor dunha fogueira
que furaba as mouras tebras
cunha roxa lumieira.
Eran moitos os compañeiros
que cantaban con alegría
a cancion sempre esperada,
a canción xa presentida.
Tiñan mans os compañeiros
duras, fortes i encallecidas
de traballar sen sosego
nunha terra chea de vída.
O seu ollar coma unha gota
de auga pura e cristalina
que na noite de xiada
durme nas follas tranquilas.
No seu peito un cargamento
de mil flores encendidas
non levaban de armamento
máis que palabras amigas.
Non falaban do andado
sementado de feridas
preparaban o camiño
cara a terra prometida.
Este bello poema de Benedicto nos demuestra precisamente eso: como entre varios se alimenta mejor la esperanza entre todos, y es lo que he venido diciendo hasta ahora (podéis escuchar esta canción en su blog Chiscando un ollo)
Era de noche,
la luz se había apagado,
y un gran silencio nos cubría.
La gente iba y venía
por la calle
sin darse cuenta
de que estaba muerta.
Pero de pronto
una voz creció
y se dejó escuchar
por toda la ciudad:
¡el silencio
se rompió en diez mil pedazos
en un grito suyo de furia y esperanza!
Era de noche,
la luz se había apagado,
y un gran silencio nos cubría…
La oscuridad se tambaleó
y una voz
al tiempo antigua y nueva
fue surgiendo
La calle se iluminaba
y otras mil voces removían
el criminal silencio.
Era de noche,
la luz se había apagado,
y un gran silencio nos cubría…
Ésta del genial Celdrán viene a explicarnos ese momento en el que las voces se van sumando a una voz en principio solitaria. La necesidad de la ayuda de todos es más que patente.Y es entonces cuando llega realmente el instante de lanzarse a la acción:
Si eres comunista,
si eres socialista,
si eres liberal
de verdad, de verdad, de verdad… cuando tú te unas,
cuando to’s se unan,
cuando nos juntemos
será para ganar
de verdad… Que no llora el pueblo
por lo que ha perdío,
pronto lo tendrá
de verdad… ¡Caigan los tiranos
como es merecío
bajo la justicia de nuestra unidad
de verdad…! La autonomía,
razón soberana,
pronto la igualdad llegará
de verdad… cuando se levante la voz
que trabaja,
gritando en la calle:
¡Queremos unidad!
¡De verdad, de verdad, de verdad! ¡Vamos, compañeros,
marchemos uníos,
marchemos cantando
la unidad que el pueblo está necesitando! ¡Vamos, compañeros,
marchemos uníos,
marchemos cantando
la unidad que el pueblo está necesitando!
CAL QUE NEIXIN FLORS A CADA INSTANT |
Fe no és esperar,
fe no és somniar.
Fe és penosa lluita per l’avui i pel demà.
Fe és un cop de falç,
fe és donar la mà.
La fe no és viure d’un record passat.
No esperem el blat
sense haver sembrat,
no esperem que l’arbre doni fruits sense podar-lo;
l’hem de treballar,
l’hem d’anar a regar,
encara que l’ossada ens faci mal.
No somnien passats
que el vent s’ha emportat.
Una flor d’avui es marceix just a l’endemà.
Cal que neixin flors a cada instant.
Fe no és esperar…
Enterrem la nit,
enterrem la por.
Apartem els núvols que ens amaguen la claror.
Hem de veure-hi clar,
el camí és llarg
i ja no tenim temps d’equivocar-nos.
Cal anar endavant
sense perdre el pas.
Cal regar la terra amb la suor del dur treball.
Cal que neixin flors a cada instant.
Es preciso que nazcan flores a cada momento
El mundo ideal, el mundo perfecto, por muy utópico que suene (y perdonádmelo) no se construirá por sí sólo si no es con la ayuda de todos las manos y corazones (entendidos aquí como el símbolo de la esperanza viva)… Por eso dijo José Antonio Labordeta, nuestro diputado:
A LA LIBERTAD
– José Antonio
Labordeta
Hermano, Haremos el
Sonarán
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