Posts Tagged ‘Salvador Allende’

Xileko langileria: La clase obrera de Chile


El Estadio de Chile, en donde moriría asesinado Víctor Jara junto a muchos, convertido en campo de exterminioAquí sostenemos que la solidaridad no tiene fronteras ni lenguajes, como es éste el caso. En 1975, el poeta vasco Daniel Landart escribía este poema en el que explica lo que ocurrió en Chile en 1973: las causas que desencadenaron el golpe de Estado que dio lugar al sangriento régimen del general Augusto Pinochet (que el Diablo lo tenga en su seno). Chile era un país con grandes diferencias sociales, no ciertamente de los más miserables (comparado, por ejemplo, con Bolivia); en 1970, la coalición de partidos de izquierda (tanto revolucionarios como socialdemócratas) Unidad Popular, liderado por Salvador Allende, gana las elecciones y se propone la realización de profundas reformas sociales. Esto molestó no sólo a a las clases altas chilenas, sino que también inquietó al gobierno de Estados Unidos, presidido por Richard Nixon y con el funesto Henry Kissinger como secretario de Estado. Así pues, la reacción chilena, los partidos y grupos de ultraderecha, con la ayuda de la CIA, comienzan una campaña de boicot contra el gobierno Allende, comprendiendo una serie de acciones que iban desde el boicot económico de los empresarios, pasando por atentados contra centros neurálgicos (que la prensa ultra, como la revista Mercurio, atribuye falsamente a la izquierda) hasta un primer intento de golpe de Estado. El 11 de Septiembre de 1973, las fuerzas armadas (muchas de ellas entrenadas en ciertas escuelas clandestinas militares de Estados Unidos), al mando de Pinochet, ejecutan un sangriento golpe de Estado que desembocará en una de las más sanguinarias dictaduras que conoció Latinoamérica; durante las jornadas que siguieron al golpe de Estado, fueron torturados (de las formas más cruelmente imaginadas) y asesinados brutalmente cientos de simpatizantes, o sospechosos de ello, de Allende, incluido el propio presidente de la República (si se suicidó o fue asesinado sigue siendo todo un misterio): dos de aquellas víctimas, como recuerda Landart en su poema, fueron las dos figuras más importantes y reconocidas internacionalmente: el cantautor Víctor Jara, asesinado tras largas y crueles torturas en el Estadio de Chile, el mismo estadio que tiempo atrás fue testigo de su gloria, y probablemente el poeta y antiguo cónsul de Chile en España en los años 30Quema de libros en Chile Pablo Neruda: Neruda murió, oficialmente, el 23 de ese mismo mes debido a un cáncer de próstata, pero la familia siempre ha tenido la grave sospecha de que fuera asesinado. En 1978, el dúo de folk y rock progresivo vasco, Errobi (Anjel Duhalde y Mixel Ducau) la grabaron en su disco de 1977 Gure lekukotasuna (Nuestro testimonio); esta versión, sin embargo, es de su disco en directo de 1978 Bizi bizian:

Escuchar: http://www.goear.com/listen/ce43fff/xileko-langileria-errobi

Xileko langileria

Ximixta baten pare
eguzki gorrail bat ikusi ondoan,
Xileko langileria
berriz,
gau beltzean sartu da.

Langileen kopetak beheititu dira,
haien begiak zorroztu
bihotzak gogortu
eta
eskuan zaukaten xoria airatu.

Alta zenbait denboraz uste ukan dute,
uste ukan dute bai
eguzki gorrail hori gorriagotuz joanen zela
ta zuzen den bezala
klase gabeko gizarte bat, eginen zutela.

Baina ez…

Haundi-maundi madarikatuek
ez dute horrelakorik onartu
eta beren interesak zaindu beharrez
erabakia segidan hartu
iraultzaren gidariak behar zirela suntsitu!

Beren lan tzarraren obratzeko
denak zauzkaten eskuko
dirua eta armak, armak eta dirua
Ipar Amerikaren laguntza,
Ez dut aipatzen Eliza…

Populuak aldiz, gaixo populuak
bere buruaren zaintzeko
faxismoari ihardukitzeko
ez zuen deus kasik
bere esku hutsak baizik…

Ta esku huts horiek moztu dituzte
Gobernuko giderrez jabetzeko
ta jabetu ondoan, oraindik
salbaikeria harrigarrienen egiteko:
politika gizonak hil
sindikalistak hil
olerkari ta kantariak hil.

Eta bizi gelditu direnen saria,
desterru edo presondegia,
eguneroko miseria.

Geroztik,
Xileko langileria doluminez dago
eta badaki
zeru gainean ez duela izarrik ikusiko
askatasuna ez baitzaio zerutik jautsiko
baina bai, lur huntan aski gudukatuz
zuzentasunak baitu, egun batez, irabaziko.
Egun batez, irabaziko.

Xileko langileria
lurrera eroriak
eta
Euskadiko langileria
zutitzen hasiak,
zein diren elkar iduriak.

La clase obrera de Chile

Después de ver un sol rojizo/ parecido a un rayo,/ la clase obrera de Chile/ de nuevo/ entra en la negra noche.// Las frentes de los obreros han sido humilladas,/ sus miradas se han aguzado,/ los corazones endurecido/ y/ el pájaro que tenían en la mano ha echado a volar// Sien embargo, durante algún tiempo han pensado / sí, han pensado/ que ese sol rojizo se volverá más rojo/ y que, como es de justicia, harán una sociedad sin clases sociales.// Pero no…// Los malditos gerifaltes/ no han aceptado nada parecido/ y por cuidar sus intereses/ enseguida toman la decisión/ de que ¡era necesario destruir a los cabecillas de la revolución!// Para llevar a cabo su inmenso trabajo/ todos tenían en sus manos/ dinero y armas, armas y dinero,/ la ayuda de Norteamérica,/ por no mencionar a la Iglesia…// El pueblo, en cambio, pobre pueblo/ para cuidar de sí/ para responder al fascismo/ no tenía casi nada/ más que sus manos vacías…// Y han cortado esas manos vacías/ para apoderarse de las riendas del gobierno/ y para, después de hacerlo, hacer las más asombrosas barbaries:/ matar a los políticos/ matar a los sindicalistas/ matar a los poetas y a los cantantes.// Y el premio a los que han sobrevivido,/ destierro o encarcelamiento,/ la miseria diaria.// Posteriormente,/ la clase obrera de Chile siente dolor/ y sabe/ que no va a ver ninguna estrella en el cielo/ porque la libertad no va a caerle del cielo/ pero sí, peleando mucho en esta tierra/ la justicia vencerá algún día.// Vencerá algún día.// La clase obrera de Chile/ ha caído a tierra/ y la clase obrera del País Vasco/ ha comenzado a ponerse de pie,/ cuánto se parecen.

Daniel Landart

Música: Mixel Ducau

Traducción al castellano: Gustavo Sierra – Dr. Karlos Cid Abasolo

Una vez más agradecer a mi profesor y amigo Karlos la inestimable ayuda prestada en mi rudimentaria traducción del poema, corrigiendo y enmendando mis fallos y mis ignorancias.

Pablo Milanés’ “I shall step on the streets again”


Pablo Milanés is one of the most valued artists of the Cuban Nueva Trova. His songs use to be a mix of themes of love, solidarity and revolution.  In his 1976’ album La vida no vale nada (Life has no worth at all), made a song in homage to represaliated of Pinochet’s coup-d’etat, as Víctor Jara, songwriter, and Salvador Allende, Republic of Chile’s president:

 

Yo pisaré las calles nuevamente

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinantePablo Milanés: La vida no vale nada
y saldré de los bosques y los lagos,
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.
Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.
Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos,
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

I shall step on the streets again

I shall step again on the streets/ of that was bloodstained Santiago,/ and in a beautiful released square/ I will stop to cry for the absentees.// I will come from the scorching desert/ and I will leave the woods and the lakes,/ and I shall recalled on a hill of Santiago/ to my brothers that died before.// I, joined to who made a lot and a little,/ to who wants his homeland released,/ shall shoot the first bullets/ sooner than later, without a break.// Shall come back the books, the songs/ that were burned by killing hands./ My people shall reborn of his ruin/ and the betrayers.// A kid shall play in a tree-lined avenue/ and shall sing with his new friends,/ and that song will be the song of the soil/ to a mowed life on La Moneda (1).// I shall step again on the streets/ of that was bloodstained Santiago,/ and in a beautiful released square/ I will stop to cry for the absentees.

Pablo Milanés

(1) Palace of La Moneda: the Chilean presidential palace.

 

Spanish text from www.trovadores.net

Quilapayún’s “Companion President”


quila2 Quilapayún is the great songwriter and folk group from Chile. The group was founded in 1965 by Julio Numhauser, Eduardo and Julio Carrasco: for that the name of the group: Quilapayún, that means "three beards" ("quila"= three; "payún"= beard) on mapuche’s language. The group was one of the standards of the Nueva Canción Chilena, under the direction of great Víctor Jara. On the group there were many members, as Patricio Castillo (another great songwriter from Chile). Some of their records are Quilapayún (1965), Por Vietnam -For Vietnam- (1968), Cantata de Santa María de Iquique -Ballad of Saint Mary of Iquique- (1970, one of their best), Basta -Enough! (1969) or El pueblo unido jamás será vencido (The people united will never be defeated) (1975) and many others, because the group is still in active. In 1973, standing in Paris, Pinochet’s bloody coup d’etat happens, so they, members and suporters of Salvador Allende’s Unidad Popular (People Union), were forced to a large exile. Precisely, on the first years of the exile, they recorded, with Segio Ortega’s music, this song.

This song is an homage to the President of Chile Salvador Allende, killed savagely by the Pinochet’s soldiers during his coup d’etat, because he wanted a Chile in which all people could have the same oportunities:

Compañero presidente

Por tu vida cantaremos
por tu muerte una canción
cantaremos por tu sangrey1pJYHUqB9znAB0bB6E91h8Z-EL_qORi8IOUaEa2Nj3SxlLw1SZbwnY1yF2zsahaR0R
Compañero, Salvador.
Por tu vida Presidente
por tu muerte Compañero
nos dejaste tus banderas
Salvador de los obreros
Por las amplias alamedas
Compañero Presidente
volverá a marchar el pueblo
con su grito combatiente.
Por tu vida lucharemos
por tu muerte con valor
lucharemos por tu ejemplo
compañero, Salvador.
Que terminen los martirios
de tu tierra traicionada
que renazcan las espigas
de la patria liberada
La unidad del pueblo entero
es la fuerza libertaria
cumpliremos tu palabra
Salvador de la victoria
Vinieron los soldados
muerte en la población
se llevan al obrero
lo meten en prisión
Todos los campesinos
bajo el yugo del patrón
y los trabajadores
todos al paredón
El pan arrebatado
miseria y destrucción,
hambre, tortura, y grillos,
armas de la opresión
Contra el pueblo chileno
se ha alzado la traición
pero la venceremos
no habrá resignación.
En el alma minera
nace la insurrección
se alza su puño altivo
contra la represión
Por Chile venceremos
por su liberación
por una nueva patria
por la revolución.

Companion President

For your life we shall sing/ for your death a song/ we shall sing for your blood/ companion, Savador.// For your life president/ for your death companion/ you left us your flags/ Saviour (1) of the workers.// By the wide alamedas (2)/ partner president/ people shall march again/ with his fighter shout.// For your life we shall fight/ for your death with courage/ we shall fight for your example/ Salvador, partner.// May the martyrdoms get over/ in your betrayed land/ may be born again the ears/ of the released land.// The unity of the whole people/ is the libertarian strenght/ we will deliver your word/ Salvador (1) of the victory.// The soldiers came/ death on the population/ they took the worker/ they put him in prison.// All the peasants/ under the landlord’s yoke/ and all the workers/ to the wall.// The snatched bread/ misery and destruction/ hunger, torture and fetters,/ guns of the opression.// Against the Chilean People/ the treason has risen/ but we shall defeat it/ there won’t be resignation.// In the miner soul/ borns the insurrection/ its haughty fist rises/ against represion.// For Chile we shall overcome/ for its liberation/ for a new homeland/ for the revolution.

Eduardo Carrasco-Quilapayún

(1) Untraslatable game of words: “salvador” –saviour- is also a proper name in Spanish.

(2) A reference to the last Allende’s discourse: a retoric figure that means “freedom”.

Rafael Alberti’s «To the president of Chile, Salvador Allende»


Nueva imagen3 Rafael Alberti (Puerto de Santa María, Cádiz, 1902-Madrid, 1999) was one between the greatest Spanish poets. He was a member of the great Generación del 27 (27’s Generation), with García Lorca, Gerardo Diego, etc. His poetry has five stages: new popularism, gongorism (relative to great clasic poet Luis de Góngora), political poetry and poetry from the exile. Member of the Spanish Comunist Party, Alberti was one of the poet more actives in the social report. During Spanish Civil War, was very active in the Republican side inside the movement Anti-Fascist Intellectuals Alliance, till Franco’s victory, when he is forced to exile. Rafael begun to write poems vindicating humanism and against Francoist regime, becoming in a symbol to an all inconformist generation. He get back to Spain in 1977, two years after Franco’s dead, thanks to an amnisty. (Photo: February, 1936; Alberti reading to the V Regiment).

In this poetry, Alberti compares Pinochet with Franco.

Al presidente de Chile, Salvador Allende

No los creais
cubría su rostro
la misma máscara
la lealtad en la boca
pero en la mano una bala…
Al fin los mismos en Chile
los mismos en Chile que en España

Todo acabó mas la muerte
la muerte no acaba nada
mirad: han matado a un hombre
ciega la mano que mata
cayó ayer, pero su sangre
hoy ya mismo se levanta
hoy ya mismi se levanta…

No los creais
cubría su rostro
a misma máscara
la lealtad en la boca
pero en la mano una bala…
Al fin los mismos en Chile
los mismos en Chile que en España

To the president of Chile, Salvador Allende

Don’t you believe them/  a mask covered their face/  the same mask/  loyalty on the mouth/  but a bullet in the hand…// At the end the same in Chile/ the same in Chile than in Spain./ All was over but death/ death doesn’t finish nothing/ look: they killed a man/ the killing hand blind/ fell yesterday, but his blood/ already today is rising.

Rafael Alberti

Nueva imagen Víctor Manuel (Víctor Manuel San José) is a famous Asturian songwriter since the swinginng 60’s. Member of the Spanish Comunist Party, made a lot of critical songs against Franco’s regime. Víctor Manuel’s style is a kind of pop music, sometimes mixed with Asturian traditional tunes. Víctor Manuel sings his own words, or poems by others, as Blas de Otero or this by Alberti. (Photo: Víctor Manuel, second by the right, with -from left to right- Galician songwriters Bibiano and Benedicto, Rosa León -playing guitar- and singer Ana Belén, his wife)

Inti-Illimani, Claudio Iturra and Sergio Ortega’s «We shall prevail»


Inti-Illimani (Illimani’s Sun: "inti", a quechua word that means "sun"; Illimani: aimara name of a mountain in La Paz, Bolivia) is one of the greater New Chilean Song folk and songwriting group, founded in 1967 by a group of students. They were supporters of Salvador Allende’s party and goubernment. In 1973, due to killer Pinochet’s coup d’etat, they were forced to exile: they live in Rome till 1988; during their exile, with the other memebers of the Chilean song, made the artistic and politic opposition to dictatorship.

Sergio Ortega (Antofagasta, 1938-París, 2003) was an important Chilean musician and composer. Ortega was member of the Chilean Communist ortega70Party, and compossed the anthem of Allende’s party. He was an important figure in Chilean New Song, making songs to singer and groups as Quilapayún or Inti-Illimani. Since 1973, after Pinochet’s coup d’etat, he lived in France till his dead.

This song, "Venceremos", was compossed to be the anthem of Unidad Popular (People Union), Allende’s party. Inti-Illimani were the first in recording.

  

But, specially during their exile, was sung by Quilapayún, Isabel Parra (Violeta’s daughter) and Patricio Castillo too. And even US ex-rock’n’roll singer-became in songwriter Dean Reed:

 

  

 

Venceremos

Desde el hondo crisol de la patriainti
se levanta el clamor popular,
ya se anuncia la nueva alborada,
todo Chile comienza a cantar.
Recordando al soldado valiente
cuyo ejemplo lo hiciera inmortal,
enfrentemos primero a la muerte,
traicionar a la patria jamás.
Venceremos, venceremos,
mil cadenas habrá que romper,
venceremos, venceremos,
la miseria (al fascismo) sabremos vencer.
Campesinos, soldados, mineros,
la mujer de la patria también,
estudiantes, empleados y obreros,
cumpliremos con nuestro deber.
Sembraremos las tierras de gloria,
socialista será el porvenir,
todos juntos haremos la historia,
a cumplir, a cumplir, a cumplir.

Lyric: Claudio Iturra

Music: Sergio Ortega

Inti-Illimani

We shall prevail

From the deep crucible of the homeland/ The people’s voices rise up./ The new day comes over the horizon./ All Chile breaks out in song./  In remembrance of the courageous soldier/  Whose example has made him immortal/ First, we confront death,/  Our country we’ll never betray./ We shall prevail, we shall prevail/ A thousand chains we’ll have to break,/ We shall prevail, we shall prevail/ We know how to overcome misery/ fascism./ Peasants, soldiers, miners,/ And the women of our country, as well,/ Students, workers, white-collar and blue,/ We will do our duty./ We’ll sow the land with glory./ Socialism will be our future./ All together, we will be history’s completion./ We shall prevail, we shall prevail/ A thousand chains we’ll have to break,/ We shall prevail, we shall prevail/ We know how to overcome misery.

 Source: http://www.everything2.com/index.pl?node=Venceremos

Another version of the song, was writen by Víctor Jara (translation coming soon)

NOTE: these songs I compiled two years ago, when general Pinochet, killer of his own people, was dying on his bed.

Carta a Pinochet y a sus desquiciados seguidores


Ésta es una carta que escribí hará dos años, mientras el asqueroso bastardo agonizaba en su cama, dedicado a esa escoria que velaba por él y rezaba. La original está en A ras del Alba:

Carta a los seguidores de Pinochet y a su moribundo general

Estimados señores que viven en Chile:
Les digo estimados por cortesía, les digo señores porque no puedo
llamarles hombres o personas, les digo que viven en Chile porque
ustedes no pertenecen al pueblo de Chile: este pueblo quedó
desangrándose sobre las piedras aquel 11 de septiembre de 1973 junto a
algunos de sus mejores valedores por culpa de aquél por quien ustedes
hoy rezan con la complicidad de gobiernos extranjeros poderosos, que lo
escudaron y luego se lavaron las manos.
¿Por quién están rezando? ¿Por un general asesino traidor a su pueblo?
¿Por qué le dan las gracias? ¿De qué les salvó? Allende nunca mató a
nadie.
¿Rezan para que tenga una buena muerte? ¿Para que se le perdonen los
pecados? o mejor, ¿para que se muera y escape de la justicia de los
hombres? Si no es así, deberían, si tanto le aman; y si tanto le
estiman, sigan sus pasos hacia una eternidad llena de crujir de huesos,
de torturas espantosas elaboradas por abyectos torturadores: él conoce
bien ese sitio, aunque él lo conoce como Chile, 1973. Allí, en aquel
tiempo, Pinochet instauró el infierno en la tierra, en el pequeño Chile.
Y a usted, general, hombre que cambió su título de "ser humano" por el
de "general", podrá irse contento de este mundo, podrá confiar en que
ha burlado a la justicia humana, podrá creer que usted ha sido un
cruzado, un santo o lo que sea, y que por ello se irá a los Cielos, a
la derecha del Padre… Pero aquí abajo, y allí arriba, todos sabemos a
dónde va ir usted, si es que tiene cabida allí abajo usted, y no espere
eternidades de gloria, beatificaciones de Roma y comuniones papales:
para usted eso se acabó, es hora de que pruebe la comida que dio a su
pueblo.
General Augusto Pinochet, tenga usted buena estancia en el infierno por los siglos de los siglos.

Gustavo Sierra Fernández

Pronto, las reflexiones sobre su muerte, que, sin embargo, podéis leer aquí:
http://blogoteca.com/alvitogodino/index.php?cod=6727

(NOTA: observaréis, si pincháis el enlace del anterior texto, que dista mucho entre mi último comentario y el de un payaso neoliberalista de esos que se creen que algunas dictaduras son perdonables. La razón se debió a que no se me notificó este comentario -por llamarlo de alguna manera-, lo cual me jodió, pues debió de creer que había ganado la partida dialéctica. Nada más lejos: a mí estos payasos ni me asustan ni me amedrentan ni me ganan)

Compañero Víctor Jara


Víctor Jara fue uno de los más prometedores y mejores valores de la llamada Nueva Canción Chile; era el preferido de mucha gente alrededor de todo el mundo: en Estados Unidos, en Japón, en Francia, en Alemania, y, entre otros sitios más, además de los distintos países sudamericanos, en España. Aunque es cierto que su injusto asesinato le rodeó de un halo romántico, es más cierto que Víctor ya era conocido, y reconocido como estandarte de la canción solidaria, en todo el mundo. Sucede con él lo mismo que ocurrió con Federico García Lorca, o incluso Sacco y Vanzetti: no es ni más ni menos que cualquier otro represaliado, pero, al ser una persona conocida, admirada y respetada, en su muerte queda reflejada la muerte de todos aquellos que murieron por la esquizofrenia de los reaccionarios y por la ambición de los poderosos.
La carrera de Víctor Jara es bastante profusa: además de música, también dirigió teatro, Bertold Brecht especialmente, y escribió algún que otro libro de poesía. En música, además de en solitario, fue parte como director musical e ideólogo de grupos como Quilapayún. Las letras de sus canciones podían ser de lo más variopinto, ir desde la letra más romántica hasta el compromiso más político, inspirado por la matriarca de la canción chilena, Violeta Parra, con cuyos hijos, Ángel e Isabel, compartió escenarios.
Al igual que toda esta generación de cantantes, Víctor hizo actuaciones en apoyo del partido Unidad Popular, de Salvador Allende, para quienes además escribió, junto a Sergio Ortega, una versión del himno "Venceremos" para las elecciones de 1970. Tras la victoria de la coalición, Víctor, como todos sus compañeros, celebraron el triunfo de las elecciones de 1970, y alabaron las profundas transformaciones sociales que el presidente Allende llevó a cabo. Así mismo, denunció como mejor sabía, con su guitarra y su voz, las presiones de la burguesía, el ejército y la iglesia para desestabilizar el país mediante boicots económicos e incluso atentados terroristas. Víctor, Isabel y Ángel Parra, Inti-Illimani, Quilapayún, Patricio Manns, Patricio Castillo y otros, junto a escritores como Pablo Neruda, eran el apoyo intelectual del gobierno de Allende, lo cual les ponía en una situación de compromiso y responsabilidad, de cara a Chile y al exterior: realmente, por lo menos ante ciertos países democráticos, no pudo encontrar Salvador mejores embajadores que los integrantes de la Nueva Canción Chilena.
El golpe de estado de Pinochet sorprende a Víctor cuando iba a dar un recital en la Universidad Técnica, pero no cantó desde el escenario, sino entre los estudiantes, tratando de tranquilizarlos. En la madrugada del 12 de Septiembre, los soldados irrumpen con tremenda violencia en la universidad, después de un intenso tiroteo, y detienen a Víctor junto a otros estudiantes. Es conducido al estadio de Chile, precisamente donde años antes le habían aplaudido al ganar el concurso de la Canción Chilena. Allí es reconocido por el comandante Manrique, fascista empedernido, que "se lo pide" para él. Durante esos días tenebrosos, Víctor tendrá que soportar toda clase de torturas y humillaciones: el objetivo del comandante y sus esbirros es obvio: Víctor no les es útil para nada, sólo quieren dar escarmiento en él. Finalmente, debió morir el 17 de Septiembre: se descubrió su cuerpo cerca del cementerio, junto a una metralleta: los soldados ofrecieron la versión de que Víctor Jara les atacó.
(En este enlace podéis ver los acontecimientos con más detalle: http://www.patriagrande.net/chile/victor.jara/vjmuerte.html)
Víctor Jara no era un criminal, no era un político, sólo era un cantante, un poeta y un músico; pero su activismo le había convertido en un símbolo: los soldados le mataron porque no les gustaban sus canciones, no les gustaba lo que ahí se decía. Quisieron escarmentar a toda la población a través de su asesinato, y además difamarlo al intentar difundir la idea de que él los había atacado con fuego real.
La muerte de Víctor Jara, al igual que pasó con la de Lorca en el año 36, movió muchas conciencias, porque, además de la brutalidad del crimen, puso de sobreaviso a todos los cantautores del mundo de que habían contraído ciertas responsabilidades políticas, que eran tan vulnerables a la muerte por motivos políticos como cualquier otro, sólo por cantar. Pero no por eso se dejó de cantar, al contrario: se cantó, y más alto y más fuerte. En el año 77, en el Piamonte, se organizó un festival internacional de la canción en su memoria bajo el nombre I Festivale della Canzone Poplare "Víctor Jara": allí acudieron cantautores de todo el mundo; desde aquí llegaron Benedicto (que guarda un dulce recuerdo del acontecimiento: "A Víctor Jara") y Labordeta (que pudo ir tras pagar una multa por el tumulto que se armó tras un recital suyo) entre otros; y además vino desde las tierras de Norteamérica aquel hombre que siempre estaba dispuesto a ayudar, a denunciar la injusticia, a arrimar el hombro: Pete Seeger vino a cantar en homenaje de Víctor Jara, siendo su actuación la única que quedó registrada en disco.
La muerte de Víctor Jara no lo convirtió en un símbolo, porque él ya era un símbolo en su día, pero ante todo un hombre que podía morir, aunque también podía cantar, y cantar muy alto.


El pueblo unido jamás será vencido


Título
El Pueblo unido jamás será vencido
Intérprete
Quilapayún
  1.  Con el alma llena de banderas (Víctor Jara)
  2. Elegía al "Che" Guevara (Eduardo Carrasco)
  3. Titicaca (popular; arreglada por Quilapayún)
  4. El rojo gota a gota irá creciendo (Eduardo Carrasco-Horacio Salinas)
  5. Chacarilla (popular; arreglos Illapu)
  6. Compañero presidente (Eduardo Carrasco-Quilapayún)
  7. Canción de la esperanza (Eduardo Carrasco)
  8. La represión (Sergio Ortega)
  9. El pueblo unido jamás será vencido (Sergio Ortega-Quilapayún)

1975

Comentarios. Aunque éste es el más conocido, por lo menos en España, en realidad se trata del 2º álbum de la formación folklórica chilena que recibe este nombre: el primero, editado en 1974, llevaba por subtítulo "Yhtenäista Kansaa Ei…", ya que la canción con que cierra este álbum y lo da nombre estaba interpretada junto al grupo finlandés Agit Prop. El pueblo unido… es el primer álbum que el grupo graba en el exilio tras el golpe de estado de Pinochet, desde su residencia en París, por lo que la carga emotiva y reivindicativa lo hace ser uno de los discos más llamativos y representativos de la banda. Aunque es un álbum eminentemente político, no faltan los arreglos sobre temas populares.
Abre el álbum la versión de una de las canciones más populares de su amigo, colega, ideólogo y compañero Víctor Jara, asesinado vilmente por los esbirros del general traidor; "El alma llena de banderas" era una balada que Víctor le dedicó al "Che" Guevara, pero que Quilapayún quiso utilizar para homenajear a su amigo cambiando un verso, y así, todo el sentido de la canción: allá donde Víctor decía "El que quemó tus alas al volar/ no apagará el fuego de los pobres", el grupo eliminaba ese "no" para dejar constancia de su denuncia. Otras canciones de protesta que encontramos es la llamada a la resistencia en "El rojo gota a gota irá creciendo"; el planto por la memoria al presidente de Chile Salvador Allende en "Compañero presidente", que constituye también una llamada a la resistencia; y finalmente "La represión", una balada de consuelo para la aplastada población de Chile.
Fuera ya de una intencionalidad política explícita, el grupo, siguiendo su línea de trabajo, incluye una canción popular arreglada por otro grupo folklórico, Illapu, "Chacarilla", una canción-baile tradicional de Bolivia. Pero también nos deleitan con tres instrumentales, dos políticos y uno folklórico. Los dos políticos son "Elegía al "Che" Guevara", cuya música nos transporta a, como dijo el poeta Eliseo Diego, "donde nunca jamás se lo imaginan", por sobre los Andes, acompañado del murmullo fúnebre que finalmente se convierte en canto de respeto, admiración y alabanza; el otro es "La represión, que consigue, como es la finalidad de todo instrumental, comunicarnos el sentimiento de dolor, denuncia y rechazo ante el abuso del poder dictatorial sobre el pueblo de Chile. Por su parte, "Titicaca" es la típica canción popular de corte indigenista a la que el grupo andino tenía acostumbrado a sus seguidores: un canto de alabanza al lago Titicaca. Y, finalmente, "El pueblo unido jamás será vencido", canción elaborada sobre aquel grito de guerra que estudiantes y trabajadores llevaban lanzando desde siempre en sus reivindicaciones en todo el mundo, con una letra de clara inspiración comunista; aunque la canción habla sobre la realidad chilena, fue adoptada por la oposición de todo el planeta allá donde hacían falta estas canciones, especialmente en España, en donde la oposición anti-franquista recibió con los brazos abiertos a los exiliados chilenos, reconociéndolos como hermanos.
En conclusión, este es un disco con una finalidad claramente combativa, en el que se mezclan la tristeza del exiliado, la rabia y el dolor ante la injusticia y el  amor a la tierra de Chile; un disco que se puede resumir en el último verso que Víctor cantaba en esta canción que ellos adaptaron: "¡Venceremos!"

Al presidente de Chile, Salvador Allende


No los creais
cubría su rostro
la misma máscara
la lealtad en la boca
pero en la mano una bala…
Al fin los mismos en Chile
los mismos en Chile que en España

Todo acabó mas la muerte
la muerte no acaba nada
mirad: han matado a un hombre
ciega la mano que mata
cayó ayer, pero su sangre
hoy ya mismo se levanta
hoy ya mismi se levanta…

No los creais
cubría su rostro
a misma máscara
la lealtad en la boca
pero en la mano una bala…
Al fin los mismos en Chile
los mismos en Chile que en España.

Rafael Alberti

Últimas palabras



El último discurso de Salvador Allende.

Santiago de Chile. 11 de
Septiembre de 1973.

 

Seguramente ésta será la última
oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha
bombardeado las antenas de Radio Magallanes.

 

Mis palabras no tienen amargura
sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han
traicionado su juramento: soldados de Chile, comandantes en jefe
titulares, el Almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la
Armada, más el señor Mendoza, General rastrero que sólo ayer manifestara
su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado
Director General de Carabineros.

 

Ante estos hechos sólo me cabe
decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar!

 

Colocado en un tránsito histórico,
pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza
de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y
miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.

 

Tienen la fuerza, podrán
avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen
ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

 

Trabajadores de mi Patria: Quiero
agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron
en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que
empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo
hizo.

 

En este momento definitivo, el
último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la
lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción,
crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la
que les enseñara el General Schneider y reafirmara el comandante Araya,
víctimas del mismo sector social que hoy estará esperando con mano ajena
reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus
privilegios.

 

Me dirijo a ustedes, sobre todo a
la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros,
a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los
profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron
trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales,
colegios clasistas que defendieron también las ventajas de una sociedad
capitalista.

 

Me dirijo a la juventud, a
aquéllos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me
dirijo al hombre de Chile, al obrero que trabajó más, al campesino, al
intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el
fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados
terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo
los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de quienes tenían la
obligación de proceder.

 

Estaban comprometidos. La historia
los juzgará.

 

Seguramente Radio Magallanes será
acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No
importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos
mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.

A %d blogueros les gusta esto: