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Salvador Espriu’s “Potser arran de l’alba”


Raimon with Salvador EspriuA beautiful poem for freedom by the great Catalan poet Salvador Espriu, full with clear symbols, in which he declares the necessity and the fact of feed up the hope with poems and songs. The poem was musicalizated by the Valencian songwriter Raimon, in his 1977’s album Lliurament del cant (Liberation of the song/ singing):

Potser arran de l’alba

Aprèn l’aspra lliçó
d’aquells que t’han portat
d’un fi batec el do
del vent de llibertat.

Recorda la fredor
d’un cor antic parat.
No sollaràs la flor,
el nom de llibertat.

Guaita de nits, pastor,
al prim son del ramat,
mantén l’alta cremor
del foc de llibertat.

Veig esplendors de mots
corcades de foscor.
Vulgueu nets camins clars
tots vosaltres i jo.

Brills de subtils paranys,
reclams freds de la por.
No tolerem enganys
ni vosaltres ni jo.

Dreçats en el llevant,
omplim la gran buidor
d’anys morts amb un nou cant:
tots vosaltres i jo.

Perhaps at the edge of dawn

Learn the harsh lesson/ from those who have bring you/ of a thin heartbeating the boon/ of the freedom wind.// Remember the coldness/ of an antique dead heart./ You won’t befoul,/ the name of freedom.// Watch at night, shepherd,/ the thin dreaming of the cattle,/ keep the high embers/ of the fire of freedom.// I see splendors of words/ worm-eaten with darkness./ You want clean clear paths/ all of you and I.// Shines of subtile ambushes,/ Cold decoys of the fear./ We don’t tolerate deceits/ neither you nor me.// Raised at the Levant,/ we fill the great void/ of dead years with a new song:/ all of you and me.

Salvador Espriu

Translation to Spanish, by Miquel Pujadó:

https://albokari2.wordpress.com/2007/02/08/potser-arran-de-lalba/

Translation, also, to Basque and Galician, made by me:

http://www.blogoteca.com/alvitogodino/index.php?cod=23450

A Mallorca, durant la guerra civil


Bartomeu Rosselló-Pòrcel fue un poeta mallorquín enmarcado en aquella edad de plata de las letras catalanas, que se desarrolló casi al mismo tiempo, casi con las mismas vicisitudes, que la edad de plata de las letras castellanas, en la rosselló-pòrceldécada de los 20 y los 30. Residió y trabajó en Barcelona y en Madrid. La guerra civil estalla. Mallorca es tomada sin grandes dificultades, y una especie de aventurero y mercenario fascista italiano, llamado Arconovaldo Bonacorsi, quien se hacía llamar “Conde Rossi” y a veces “general Aldo Rossi”, a la sazón enviado por Mussolini como una especie de vicecónsul, dirige una de las más brutales represiones contra la población civil, hasta el punto de que Georges Bernanos, todo un escritor católico, afín a los sublevados fascistas, llega a escribir asqueado un testimonio sobre tales crueldades en Los grandes cementerios bajo la luna. Ante la imposibilidad, por su actividad en el ejército republicano (al que se alistó, aunque su delicado estado de salud le mantuvo alejado de la acción), de poder regresar a Palma, su ciudad natal, escribe uno de los más bellos poemas del período de la guerra civil, comparable a los de Antonio Machado, en el que la ausencia de reflexión política o de arenga revolucionaria es suplida por la nostalgia propia del exiliado. Rosselló-Pòrcel muere en El Brull en 1938, a los 24 años de edad, a causa de una tuberculosis, y se convertiría en el símbolo de una generación literaria catalana perdida. Su amigo Salvador Espriu le dedicaría una hermosa poesía a su memoria.

0639Por otro lado, y como fue la costumbre, su labor –a parte de la esforzada labor editorial, que tuvo que luchar contra los vientos y las mareas de la censura institucional, y que en ningún caso debe ser olvidada ni obviada- fue difundida y popularizada por varios cantautores, entre ellos la hermosa Maria del Mar Bonet, quien en su disco epónimo de 1974, para el que contó con la colaboración del también grande Hilario Camacho (¿enemistad castellanos-catalanes?, para quien la quiera, para quien la crea), y con una maravillosa portada confeccionada por el inmortal Joan Miró, rescataba algunos de los poemas de este gran autor mallorquín. Por supuesto, y supongo que con trabas institucionales, este implícito alegato contra la guerra y el fascismo, fue cantado por la bardesa balear:

Escuchar:

http://www.musicadepoetes.cat/app/musicadepoetes/servlet/org.uoc.lletra.musicaDePoetes.Titol?autor=197&titol=1309

A Mallorca, durant la guerra civil

Verdegen encara aquells camps
i duren aquelles arbredes
i damunt del mateix atzur
es retallen les meves muntanyes.
Allí les pedres invoquen sempre
la pluja difícil, la pluja blava
que ve de tu, cadena clara,
serra, plaer, claror meva!
Sóc avar de la llum que em resta dins els ulls
i que em fa tremolar quan et recordo!
Ara els jardins hi són com músiques
i em torben, em fatiguen com en un tedi lent.
El cor de la tardor ja s’hi marceix,
concertat amb fumeres delicades.
I les herbes es cremen a turons
de cacera, entre somnis de setembre
i boires entintades de capvespre.

Tota la meva vida es lliga a tu,
com en la nit les flames a la fosca.

César de Vicente Hernando, Poesía de la Guerra Civil Española (Eds. AKAL, 1995), p. 170

A Mallorca, durante la guerra civil

Verdean aún aquellos campos/ y duran aquellas arboledas/ y sobre el mismo azul del cielo/ se recortan mis montañas./ Allí las piedras invocan siempre/ la lluvia difícil, la lluvia azul/ que viene de ti, cadena clara,/ sierra, placer, ¡claridad mía!/ Soy avaro de la luz que me queda dentro de los ojos/ ¡y que me hace temblar cuando te recuerdo!/ Ahora los jardines son como músicas/ y me turban, me fatigan como en un tedio lento./ El corazón del otoño ya se marchita,/ concertado con humaredas delicadas./ Y las hierbas se queman en cerros/ de cacería, entre sueños de septiembre/ y nieblas entintadas de atardecer.// Toda mi vida se liga a ti,/ como en la noche las llamas a la oscuridad.

Bartomeu Rosselló-Pòrcel

Música: Maria del Mar Bonet

El sonido es malo, pero las imágenes merecen la pena

Minutos musicales


«Cançó del triomf de la nit«, de Salvador Espriu:

(Perdón por lo cutre del vídeo)

“Canço del triomf de la nit”, de Salvador Espriu en la portentosa voz de Raimon


Raimon con Salvador EspriuCon el disco Cançons de la Roda del Temps (Canciones de la Rueda del Tiempo, 1966), hecho sobre poemas de Salvador Espriu, Raimon logró una sensibilidad excepcional, no limitándose a acompañar musicalmente los poemas, sino a interpretarlos, recibiendo los elogios del mismo poeta. Y en este de hoy, se nos presenta de nuevo “la noche”, un tema recurrente en la poesía social y uno de los favoritos del bardo de Xàtiva, sólo que aquí no se refiere realmente a la represión y a la dictadura, sino al viejo y socorrido tema de la muerte. Según esta página, el poema está dedicado al poeta balear y amigo de Espriu, Bartomeu Rosselló-Pòrcel, poeta en lengua catalana que murió en Barcelona en el año 1938 de tuberculosis, mientras las fuerzas sublevadas cercaban ya casi Barcelona. En este otro blog, “Memòria de la Transició”, la autora nos ofrece un análisis del poema que os traduzco al castellano: "… Cançó del triomf de la nit hace ya una hipótesis sobre lo que encontrará [tras la muerte]. Este poema rompe notablemente con el ritmo calmado de los otros. Ve la muerte como una etapa fugaz, pero violenta y ruidosa. Parece tener miedo del agua, pide que le alejen; pero lo cierto, es que no está pidiendo otra cosa que la muerte. El agua y el mar habían sido su vida; por tanto, finalmente ha sabido afrontar con coraje la muerte, y ahora sólo pide que le recordemos cuando ya no sea…” Todas estas sensaciones las plasma Raimon en su canción, con esta orquestación de inspiración italiana o francesa (¿sabe alguien quién fue el arreglador?) que es mezcla de sentimiento de triunfo y de dolor: un grito que es a la vez de victoria y de resignación.

Cançó del triomf de la nit

On l’or acaba
tan lentament, banderes,
nit enlairada.

Escolta una remor
de moltes aigües:
amb el vent, contra tu,
cavalls salvatges.
Quan et sentis cridat
pels corns de caça,
ja per sempre seràs
del fosc reialme.

Ai, el vell arrelat
dolor que no té alba!

Canción del triunfo de la noche

Donde el oro acaba/ tan lentamente, banderas,/ noche izada.// Escucha un rumor/ de muchas aguas:/ con el viento, contra ti,/ caballos salvajes./ Cuando te sientas llamado/ por los cuernos de caza,/ ya por siempre serás/ del oscuro reino./ ¡Ay, el viejo arraigado/ dolor que no tiene alba!

Salvador Espriu

Música: Raimon

http://www.cancioneros.com/nc/2560/0/canco-del-triomf-de-la-nit-salvador-espriu-raimon

“Inici de cántic en el temple”, de Salvador Espriu en la voz de Raimon (Make yourself a Revolution)


Raimon, 1966A pesar de que la entrada de ayer fue extensa, le sigo dando ideas a Adrian, y de paso, ilustramos un poco esto tan bonito que está aconteciendo, con una que, sorprendentemente, nos faltaba aquí. El gran poeta catalán, Salvador Espriu, complacido por la musicalización de sus poemas, y por el talento de un joven valenciano llamado Raimon, mataba dos pájaros de un tiro con una doble dedicatoria. Poco después, Raimon musicalizaba este poema también, dándole la fuerza vocal que le faltaba a la mudez de la palabra escrita. El sentido del poema parece ser una declaración de legar la lucha en las generaciones más jóvenes.

Escuchar original, Cançons de la Roda del Temps: http://www.goear.com/listen/7bd9835/inici-de-canbspntic-en-el-temple-raimon

Inici de cántic en el temple

A Raimon, amb el meu agraït aplaudiment.
Homenatge a Salvat-Papasseit.

Ara digueu: "La ginesta floreix,
arreu als camps hi ha vermell de roselles.
Amb nova falç comencem a segar
el blat madur i amb ell, les males herbes."
Ah, joves llavis desclosos després
de la foscor, si sabíeu com l’alba
ens ha trigat, com és llarg d’esperar
un alçament de llum en la tenebra!
Però hem viscut per salvar-vos els mots,
per retornar-vos el nom de cada cosa,
perquè seguíssiu el recte camí
d’accés al ple domini de la terra.
Vàrem mirar ben al lluny del desert,
davallàvem al fons del nostre somni.
Cisternes seques esdevenen cims
pujats per esglaons de lentes hores.
Ara digueu: "Nosaltres escoltem
les veus del vent per l’alta mar d’espigues".
Ara digueu: "Ens mantindrem fidels
per sempre més al servei d’aquest poble".

Inicio de cántico en el templo

A Raimon, con mi agradecido aplauso.

Homenaje a Salvat-Papasseit.

Ahora decid: “La retama florece,/ por todas partes en los campos hay rojo de amapolas./ Con nueva hoz comenzamos a segar/ el trigo maduro y con él, las malas hierbas.”/ Ah, jóvenes labios despegados después/ de la oscuridad, ¡si supierais cómo el alba/ nos ha tardado, lo largo que es esperar/ un alzamiento de luz en la tiniebla!/ Pero hemos vivido para salvaros las palabras,/ para devolveros el nombre de cada cosa,/ para que siguieseis el recto camino/ de acceso al pleno dominio de la tierra./ Miramos bien a lo lejos del desierto,/ bajábamos al fondo de nuestro sueño./ Cisternas secas se vuelven cimas/ subidas por escalones de lentas horas./ Ahora decid: “Nosotros escuchamos/ las voces del viento por el alto mar de espigas”./ Ahora decid: “Nos mantendremos fieles/ ya por siempre al servicio de este pueblo”.

Salvador Espriu

http://lletra.uoc.edu/especials/folch/espriu.htm

Traducción realizada sobre la de Miquel Pujadó: http://www.cancioneros.com/nc/2593/2/inicio-de-cantico-en-el-templo-salvador-espriu-raimon

Jefferson-Aeromodelismo: Martha


2En su calidad de miembro co-fundador de Jefferson Airplane, Paul Kantner mostró su capacidad de compositor, letrista y vocalista desde el principio; pero es a partir de After Bathing At Baxter’s en donde Kantner comienza a perfilarse como el cerebro del grupo y, en gran medida, en su “líder”: en este álbum, la mayoría de las canciones son de su autoría o co-autoría, aunque reserva el papel de cantante solista sólo a un par de ellas, como la de hoy, confiando más en el trío vocálico que formaba junto a Balin y Slick; y ésta será la línea que marcará a partir de ahora: Paul Kantner será el verdadero cerebro creativo del grupo, tanto con sus canciones como marcando la línea artística de cada álbum, siempre con la colaboración, por supuesto, de los demás miembros.

El tema de hoy, “Martha”, es un tema que, además de su preciosa melodía y su tema sobre una adolescente fugitiva, me trae recuerdos agridulces que no vienen demasiado al caso, pero que me reconcomen la cabeza cuando pienso en mis errores y en lo que pudo haber sido si uno, como dijo Salvador Espriu, se hubiera arriesgado “a ser quien es” (“Indesinenter”)… Pero eso, amig@s, es otra historia…

Martha

Martha she listens for the ticking of my footsteps, Patiently;
She sifts the hairy air that’s warm and wood-swept, pleasantly;
She does as she pleases, she listens for me;

Martha she calls to me from a feather in the meadow, "Fly to me;"
You can dance and sing and walk with me
And dreams will fade and shadows grow in weed;
She does as she pleases, she waits there for me;
She does as she pleases, her heels rise for me;

My love she talks to winking windows as she murmurs to her feet, thoughtfully;
She separates in laughter to my side, caught for me;
She does as she pleases, she waits there for me;
She does as she pleases, her heels rise for me;

Martha she keeps her heart in a broken clock and it’s waiting there for me;
She weeds apart through a token lock; What a great thing to be free;
She weeps time, starts unspoken, but when the gate swings there she’ll be,
There she’ll be: in green sun, on blue earth under warm running shallow water.

Martha

Martha escucha para oír el traqueteo de mis pasos, pacientemente;/ examina el aire espeluznante que es cálido y de madera, agradablemente;/ ella hace lo que le place, escucha para oírme;// Martha me llama desde una pluma en el prado,“Vuela hacia mí”; puedes bailar y cantar y caminar conmigo/ y los sueños se desvanecerán y las sombras crecen en malezas; ella hace lo que le place, ella espera allí por mí;/ ella hace lo que le place, sus talones se elevan por mí.// Mi amor le habla a ventanas parpadeantes cuando le murmura a sus píes, pensativamente;/ se aparta a carcajadas a mi lado, atrapada por mí; ella hace lo que la place, espera por mí;/ ella hace lo que le place, sus talones se elevan por mí.// Martha guarda su corazón en un reloj roto que está esperando ahí por mí;/ ella se deshace a través de una cerradura simbólica; qué gran cosa para ser libre;/ barre el tiempo, las tácitas estrellas, pero cuando la puerta gira allí estará ella,/ allí estará: en sol verde, en tierra azul bajo un cálido chorro de aguas poco profundas.

Paul Kantner

http://www.sing365.com/music/lyric.nsf/Martha-lyrics-Jefferson-Airplane/E2B85E474807FCD948256BF400088105

Con la mochila a cuestas V (Homenaje a Labordeta): el trovador


Cuando decimos que Labordeta es un trovador nos referimos a la figura estricta del trovador medieval: un creador que no concebía la música sin poesía y viceversa, y que a la vez, se nutría de las artes populares y aspiraba a que sus obras sean conocidas en el pueblo, cosa que se hacía a través de los juglares; sin embargo, en el sentido de cercanía con el pueblo, Labordeta, como el resto de sus compañeros, era un juglar (un coplero, un romancista, un folklorista, etc.) Así pues, como cantautor, o “escribe-autor” como él prefería, Labordeta entendía el cantar siempre con una letra con signo poético y que además tuviera una cierta utilidad.

El poeta

y1p5Zre_QaDqR-JQG49KE5zkYNw2_h65aOUwZtM3ttm5Yvn_zdW4RT3tgqtERLgBKQOReZKG0adS_k Según José Antonio, su hermano mayor, Miguel Labordeta (1921-1969), supuso en su vida el 97 % de las cosas que él era. Es justo reivindicar, junto a la figura de J. A. Labordeta, la de su hermano Miguel, un poeta prácticamente olvidado para la mayoría, pero de una gran calidad. Miguel, licenciado en Historia, escribió su primer libro en 1945, Sumido 25, en el ambiente de la naciente poesía de posguerra, que más adelante se conocerá como Generación de los 50 (aunque esta denominación es muy confusa y suele ser muy excluyente, por lo que siempre hemos pretendido evitarla): la reciente tragedia de la guerra civil y de la II Guerra Mundial, las reflexiones sobre el ser humano que esto conllevó, la desesperación del poeta y su esfuerzo por ofrecer alguna esperanza… Miguel escribe en las revistas literarias punteras de posguerra como Espadaña y otras, que se oponían al clasicismo y al garcilasismo falso, pedante y oficial (revista Garcilaso, grupo Escorial, J. Mª Pemán, etc.) junto a los poetas más rutilantes como Blas de Otero, José Hierro, Gabriel Celaya, Gloria Fuertes, Eugenio de Nora… y también aquellos que escribían en sus lenguas maternas, que suelen ser injustamente excluidos por esta razón: Salvador Espriu, Celso Emilio Ferreiro, Gabriel Aresti… Miguel funda revistas y edita libros al mismo tiempo que se ocupa, primero, de la docencia en el colegio Santo Tomás de Aquino (propiedad de la familia y dirigido por su padre), y después, de la dirección del mismo. Muchas de las cosas que José Antonio hizo a lo largo de su vida, lo hizo aconsejado por su propio hermano, en quien además encontró a menudo un aliado en sus aspiraciones.

Miguel Labordeta moría en agosto de 1969; la colección “Fuendetodos” se abrió con su último libro de poemas. Es encomiable la labor de José Antonio en la reivindicación y recuperación de la obra de su hermano, no sólo cantando sus canciones, sino además promocionando la edición de sus obras completas, para lo cual siempre contó con la inestimable ayuda de los amigos de su hermano, que siempre estaban ahí cuando los necesitó.androsbig

De Miguel, Labordeta tomó mucho de su universo poético, a pesar de que su hermano no creía en una poética ni exclusivista ni  populista, pero toda esa reflexión sobre la humanidad, el mundo, la visión de uno mismo en la sociedad que le tocó vivir, tendrá su sello sobre la misma poética de José Antonio, quien no sólo escribía para cantar, sino también para publicar. Labordeta escribió muchos libros, muchos de poesía, que se encuentran aquí: http://www.10lineas.com/labordeta/libros.htm. Por otra parte, los discos de Labordeta tenían una peculiaridad que se puso más o menos de moda entre los cantautores: el disco-libro: su primer sencillo, Cantar y callar (1968) tenía este formato, un libro de sus poemas que incluía un vinilo de 45 Rpm. con cuatro canciones; con alguna diferencia, básicamente éste fue el formato de todos sus discos, uniendo de alguna manera el mundo editorial y el mundo discográfico, que de alguna manera venía a legitimar la tan denostada profesión de “cantante popular”.

Labordeta siempre fue un cantautor de los que una vez llamamos “autónomos”, es decir, de aquellos que, como Pablo Guerrero, Luis Eduardo Aute, Raimon, Lluís Llach o Pi de la Serra, son autores de la mayoría de las letras de sus canciones, frente a los otros, que o bien cantaban exclusivamente letras de poetas consagrados (Paco Ibáñez, Amancio Prada), o bien las alternaba con las suyas propias casi al 50 % (Joan Manuel Serrat); pero Labordeta encontró sitio para cantar a un poeta: a su hermano. Las canciones de Miguel que Labordeta cantó fueron “Puesto que joven azul de la montaña ha muerto”, “Retrospectivo inexistente” (recitado durante la grabación de uno de los recitales en homenaje a Miguel, que salió como Labordeta en directo), “Tú cantarás por todos” y “Hermano hombre”. Y muchos seremos los que no olvidaremos su emotiva intervención en el Congreso de los Diputados, tratando de meter en razón al presidente del gobierno para que no apoyara la guerra de Iraq leyéndole un poema de su hermano:

Mataos… SEVERA CONMINACIÓN DE UN CIUDADANO DEL MUNDO

Mataos,
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.
Si vuestra rabia es fuego que devora al cielo
y en vuestras almohadas crecen las pistolas:
destruios, aniquilaos, ensangrentad
con ojos desgarrados los acumulados cementerios
que bajo la luna de tantas cosas callan,
pero dejad tranquilo al campesino
que cante en la mañana
el azul nutritivo de los soles.
Invadid con vuestro traqueteo
los talleres, los navíos, las universidades,
las oficinas espectrales donde tanta gente languidece,
triturad toda rosa hallad; al noble pensativo,
preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte
que han de aplastar a las dulces muchachas paseantes,
en esta misma hora que sonríe
jpor una desconocida ciudad de provincias,
pero dejad tranquilo al joven estudiante
que lleva en su corazón un estímulo secreto.
Inundad los periódicos, las radios, los cines, las tribunas
de entelequias, estructuras incompatibles,
pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo
ríe con los amigos en aquel bar de la esquina.
Asesinaos si así lo deseáis,
exterminaos vosotros: los teorizantes de ambas cercas
que jamás asiríais un fusil de bravura,
pero dejad tranquilo a ese hombre tan bueno y tan vulgar
que con su mujer pasea en los económicos atardeceres.
Aplastaos, pero, vosotros,
los inquisitoriales azuzadores de la matanza,
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata,
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa,
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones
preparáis la trituración de los sueños modestos
bajo un hacha de martirios inútiles.
Pisotead mi sepulcro también,
os lo permito, si así lo deseáis inclusive y todo,
aventad mis cenizas gratuitamente
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos,
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna,
al campesino que nos suda la harina y el aceite,
al joven estudiante con su llave de oro,
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo,
y al hombre gris que coge los tranvías
con su gabán roído a las seis de la tarde.
Esperan otra cosa.
Los parieron sus madres para vivir con todos,
y entre todos aspiran a vivir, tan sólo ésto,
y de ellos ha de crecer, si surge,
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil,
hacia otras aventuras más hermosas.

(He intentado encontrar, sin éxito el vídeo, pero siempre que lo veo, mientras que mi admiración a Labordeta y a su hermano mayor crece, al ver la cara de fastidio y de asco del señor d. José María Aznar, mi desprecio y rencor hacia aquel que fue nuestro presidente del gobierno, bajo el cual muchos dicen que conocimos (¿-imos?) un tiempo de bonanza, crecen inconmensurablemente: aquello fue otro “Unamuno Vs. Millán Astray”, un la razón contra la violencia. Sólo la historia pondrá a cada uno en su sitio, y de hecho ya ha comenzado a hacerlo.)

Acabamos esta entrega con el homenaje de José Antonio a su hermano Miguel. Metido ya en el mundo de la canción, en la Semana Santa de 1969, Labordeta escribió la letra de “El poeta”, probablemente pensando en todos aquellos poetas españoles que habían puesto su pluma al servicio del pueblo y que habían muerto represaliados o estaban exiliados, o murieron en el exilio; como él mismo dice, tardaba mucho en grabar las canciones que escribía, así que, cuando en agosto de ese mismo año, durante sus vacaciones estivales, supo de la muerte de su hermano mayor, decidió cambiar el sentido de su canción y dedicársela a la memoria de su poeta favorito:

El poeta

(A Miguel Labordeta, mi hermano)

Él quiso ser
palabra sobre el río al amanecer,
y caminó
por viejas esperanzas que nadie entendió.
Dejó pues
la mano entre las manos y se nos marchó
con un suave silencio
que el viento rompió

    Su gesto fue
    dolido por el caminar
    entre yerbas y piedras
    y un extenso erial.

Su voz se ató
al yermo del paisaje y a la sangre en flor.
Se hizo pared
allí donde los muros cayeron tras él.
Su soledad
abrió por los caminos la necesidad
que levanta a los hombres
a la libertad.

   Caminos son
   abiertos por su fuerte voz
   lanzada contra cierzo y sol
   y contra tantos siglos de dolor.

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Cançó de capvespre


En los 25 años de la muerte de Salvador Espriu:

http://www.goear.com/files/external.swf?file=1d717ab

Cançó de capvespre

S’enduien veus d’infants
el sol que jo mirava.
Tota la llum d’estiu
se’m feia enyor de somni.

El rellotge, al blanc mur,
diu com se’n va la tarda.
S’encalma un vent suau
pels camins del capvespre.

Potser demà vindran
encara lentes hores
de claror per als ulls
d’aquest esguard tan àvid.

Però ara és la nit.
I he quedat solitari
a la casa dels morts
que només jo recordo.

Canción de anochecer


Se llevaban voces de niños/ el sol que yo miraba./ Toda la luz de verano/ se me hacia añoranza de sueño.// El reloj, en el blanco muro,/ dice cómo se va la tarde./ Se encalma un viento suave/ por los caminos del atardecer.// Quizá mañana vengan/ todavía lentas horas/ de claridad para los ojos/ de esta mirada tan ávida.// Pero ahora es la noche./ Y me he quedado solitario/ en la casa de los muertos/ que sólo yo recuerdo.

Salvador Espriu
Música: Raimon

La pell de brau XXXVIII


A todas las personas que se sienten hoy como si todo fuera una mierda de vaca, este poema del gran poeta catalán Salvador Espriu (que Ramón Muntaner musicalizó y cantó como "No convé que diguem el nom"). Tiene la curiosidad, para quien no lo sepa, de hablar a "Sepharad": Sepharad, para los judíos sefardíes es, ni más ni menos, que España. Las razones para decir Sepharad y no España son muchas, todas posibles, pero queda abierto a la imaginación y a la interpretación.
(NOTA MARGINAL: si alguna vez os han censurado un comentario en el 20minutos.es -a mí ahí, todavía no-, u os han dicho que una carta era ofensiva o algo así, que sepáis que hay un tío, o una tía, que va firmando con un avatar del ejército nazi: ASÍ NOS VA)

La pell de brau XXXVIII

No convé que diguem el nom
del qui ens pensa enllà de la nostra por.
Si topem a les palpentes
amb aquest estrany cec
i ens sentim sempre mirats
pel blanc esguard del cec,
on sinó en el buit i en el no-res
fonamentarem la nostra vida?
Provarem d’alçar en la sorra
el palau perillós dels nostres somnis
i aprendrem aquesta lliçó humil
al llarg de tot el temps del cansament,
car sols així som lliures de combatre
per l’última victòria damunt l’esglai.
Escolta, Sepharad: els homes no poden ser
si no són lliures.
Que sàpiga Sepharad que no podrem mai ser
si no som lliures.
I cridi la veu de tot el poble: «Amén».

La piel de toro XXXVIII

No conviene que digamos el nombre/ de quien nos piensa más allá de nuestro miedo./ Si topamos a tientas/ con este ciego extraño/ y nos sentimos siempre mirados/ por la blanca mirada del ciego,/ ¿dónde sino en el vacío y en la nada/ fundamentaremos nuestra vida./ Probaremos alzar en la arena/ el palacio peligroso de nuestros sueños/ y aprenderemos esta lección humilde/ a lo largo de todo el tiempo del cansancio,/ pues sólo así somos libres para combatir/ por la última victoria sobre el espanto./ Escucha, Sepharad: los hombres no pueden ser/ si no son libres./ Que sepa Sepharad que no podremos nunca ser/ si no somos libres./ Y grite la voz de todo el pueblo: "Amén".

Salvador Espriu

Historia de la canción de autor: 1968-1975


A mediados de los 60, una tímida apertura propiciada por la subida al poder de las familias tecnócratas y de los políticos de tendencias liberales –también llamados “aperturistas” o “reformistas”, frente a los “inmovilistas”, también conocidos como el fatídico “búnker”-, más preocupados por el desarrollo tecnológico e industrial del país que por la salvación moral o el espíritu nacional (aunque quiero dejar constancia que de ninguna manera esto, en muchos de los casos, debe constituir una alabanza) y, muy especialmente, por el potencial turístico que siempre poseyó España, permitió ciertas libertades en las artes y en las labores editoriales. En palabras del cineasta Jesús Franco, la llegada al poder de personajes como Manuel Fraga y Pío Cabanillas supuso una bocanada de aire fresco (¡Fíjate cómo estábamos!, dice el director). Pero claro, nadie se llame a engaño, censura había, generalmente preceptora de los principios del movimiento nacional y de la moral cristiana. Simplemente fueron tiempos propicios para hacer algunas cosas aprovechando esa pequeña apertura. Es en ese contexto en el que nace en todo el país la canción de autor.
Lluís Llach ("La crisis de la Nova Cançó", Luis Carandell: www.triunfodigital.com) Pienso que posiblemente el gobierno franquista no prestara mucha atención a ciertas manifestaciones, al considerarlas simples fenómenos folklóricos minoritarios, pero debió llegar un momento en el que se vio desbordado ante la cantidad de canciones sospechosas. Canciones como "L’estaca" se publicaron sin muchos problemas, creyendo haber salvaguardado los principios "patrios"; sin embargo, al gobernador civil de Cataluña se le debió de caer el mundo encima cuando vio cómo cantaba el público: "Segur que tomba i ens podrem alliberar…” A raíz de esto la censura fue endureciéndose. Pero no sólo por esto…
Entre 1968 y 1975, la sucesión de revueltas estudiantiles, realmente no sólo inspiradas por elAntonio Gómez Mayo francés, también por un antecedente en 1956; la presión de los grupos de oposición y la actuación armada de algunos grupos de extrema izquierda e independentistas, provocaron que fuera declarado el estado de excepción. Muchas publicaciones y obras de cualquier tipo son secuestradas por el Ministerio de Información y, otras, no ven jamás la luz: es el caso del libro-disco de Labordeta Cantar y callar, que desaparece en el año 69 habiendo tenido un éxito considerable: se trataba de un EP acompañado por un libro de poemas del cantante aragonés. Pero curiosamente, en los primeros años 70, a pesar de prohibiciones, los cantautores y grupos de folk encontraban sitio en televisión y radio: esto es sólo explicable porque allí llegó gente nueva, gente joven y progresista que deseaba meter el dedo en la llaga de alguna u otra manera, gente Manuel Gerena con Rafael Alberti y María Teresa León (www.triunfodigital.com) como Carlos Tena  o Antonio Gómez: periodistas, críticos, reunidos en publicaciones como “Triunfo” o “Informaciones”, productores (Manolo Díaz con su sello “Acción”, y otros sellos también, como la catalana EDIGSA y sus filiares gallegas -EDIGSA-Xistral-, madrileñas –EDUMSA- y vascas, amén de otras, más posteriores como Gong); amén del aval, aunque valiera sólo para la izquierda, que muchos de estos intérpretes obtienen de intelectuales de la talla de Manuel Tuñón de Lara, historiador, que escribe la reseña para el primer LP de Labordeta; Gabriel Celaya, que dedica un poema a Raimon, que recibiría otra dedicatoria del poeta Salvador Espriu; o Rafael Alberti, enamorado del flamenco, que dedica dos poesías, una a Manuel Gerena y otra a José Menese.
Por otro lado, varios cantantes, a finales de los 60 y principios de los 70, se ven obligados a “emigrar”. La presión sobre Paco Ibáñez, que intentaba residir en Barcelona, consigue que regrese a su París. Cosa que también le ocurrirá a Manuel Gerena, que declaraba a Vázquez Montalbán que a él poco le importaba que sus discos arrasaran en Italia si su gente no podía oírlos. Lluís Llach decide actuar fuera para quitarse el sanbenito de cantante social y consigue un gran éxito en Francia, en el Olympia, y en Alemania, lugares donde todavía hoy es bastante admirado. Un novel cantautor vasco, de nombre Imanol, involucrado en sindicatos abertzales y en ETA, es detenido bajo la acusación de pertenencia a banda armada hacia el 68; es soltado, pero cuando llega el proceso de Burgos decide exiliarse a Francia, en donde empezará su gran obra, en compañía de Paco Ibáñez o con algunos de los futuros miembros de Gwendal. También otros, como Elisa Serna, harta de denuncias y detenciones, se verán obligados a pirarse. Xerardo Moscoso de Voces Ceibes es detenido, y al no tener la nacionalidad española (Xerardo era mexicano de padres gallegos) es expulsado del país y se va a París también. Benedicto a Portugal, a conocer a su nuevo referente en la canción, José Afonso, con quien trabajará dando conciertos y en la elaboración del álbum del portugués Com as minhas tamanquinhas hasta 1974, poco antes deLluís Llach con Pi de la Serra, durante el recital que éste dio en el Olympia en el año 74, acompañándole al piano en "Homenatge a Big Bill Bronzie" la gloriosa Revolución de los Claveles. Algunos otros, sin tener una necesidad amenazante de emigrar, descubren el placer de actuar fuera, sin la presión de la censura, de los boicots de la policía, las detenciones y las prohibiciones: Francia era el lugar adecuado para ello: los jóvenes franceses veían a sus compañeros como un pueblo que luchaba por la libertad de su tierra y eran acogidos con los brazos abiertos. Quizá sí recordaban quiénes entraron primero en París. Entre 1968 y 1975, después de un recital, la mayoría de los cantautores serían prohibidos en alguna provincia. El pistoletazo de estas prohibiciones bien pudo ser Raimon, tras su recital en la universidad de Madrid en 1968, permitido por las autoridades, pero disuelto con violencia. Los “altercados” le son imputados a Raimon, cuya actuación en Madrid es vetada hasta 1976; también estaba vetado en televisión, veto que durará hasta 1980. También fue vetado en 1968 Joan Manuel Serrat, por el “escándalo” eurovisivo, y su veto arrastró también al Dúo Dinámico, inocuos artistas cuya culpa fue declarar que la interpretación de Serrat de su tema les gustaba más que la de Massiel.


28 València 1971 II Festival de la Canción Ibérica: Favio, Zeca Afonso, Miro Casabella, C. Carlsen, Poni M., Paco Ibañez, Mª del Mar Bonet (cortesía de una amiga) Pero la dictadura franquista no fue nunca constante. Hay que tener en cuenta que España era un país en desarrollo, es decir pobre, y a algunos países no les hacía demasiada gracia la dictadura (aunque la prefirieran a la comunista); y por otro lado, la iglesia ya no era la del papa Pío IX, sino la de Juan XXIII y Pablo VI, papas más aperturistas que sus predecesores. Por eso, tras la tempestad, vino la calma. Pero encontramos un paisaje variado: la resistencia exterior e interior, más organizada, sigue presionando, aprovechando las épocas de apertura. Los cantantes exiliados, y algunos de los de dentro, son considerados tan peligrosos como Rafael Alberti, como es el caso de Paco Ibáñez, y a los que están aquí se les sigue con lupa: no es de extrañar que después de haber dado una gira por el extranjero un cantante o grupo descubriera que no le dejaban volver… Lejos de amedrentarse ante estas situaciones, se recrudecen las letras; los grupos de folk, hasta entonces considerados grupos de intérpretes de música tradicional, se politizan y hacen campañas regionalistas en discos y conciertos: el regionalismo ya había entrado para quedarse en la canción de autor, pero, a pesar de un gran regionalismo presente en la mayoría de los cantantes, se da una gran unidad entre ellos, y se llega a cierta conciencia de "raza musical": la canción ibérica reúne a todos los cantantes y grupos de los pueblos de España, pero también a los de Portugal y Latinoamérica, especialmente aquellos, chilenos, argentinos y uruguayos, que vinieron huyendo de la brutal represión de sus países, e incluso saharauis; comienzan a hacerse recitales multitudinarios en los que cada región o país estaba representado por lo menos por un cantante o grupo… Pero, aunque esto suena muy utópico, la dictadura seguía estando ahí presente, y era una dictadura que mataba.
Hacia 1973, tras el atentado contra el presidente del gobierno Carrero Blanco, un nuevo estado de excepción volvió a traer el imperio del terror: toda actividad, incluida, y especialmente, la actividad artística, es observada con lupa. El gobierno intenta desaforadamente vincular al PCE con ETA. Se suceden las reyertas entre grupos extremistas de izquierda y derechas: descontrolados, los grupos paramilitares de ultra-derecha, muchos de ellos comandados por gente del gobierno y de la Brigada Político Social, practican el miedo atentando, no sólo contra terroristas, sino contra todo tipo de persona sospechosa de "roja": abogados, estudiantes, sindicalistas, y sus sedes, incluidas librerías. Las manifestaciones y huelgas diversas son disueltas conManifiesto. Pedro Faura gran violencia: la policía y el sindicato vertical cuentan además con la inestimable ayuda de escuadrones de la muerte como los Guerrilleros de Cristo Rey, armados con porras y, en muchas ocasiones, con pistolas. Las detenciones masivas de sospechosos, así como las torturas, se sucedían; y, finalmente, los juicios sumarísimos, los tribunales militares y las ejecuciones: Salvador Puig Antich, anarquista, sería ajusticiado a garrote vil en una sentencia que pretendía sentar ejemplo y que era una venganza por el asesinato de Carrero. Más tarde serían los cinco últimos fusilados por el franquismo, con la firma del general: tres chicos del FRAP y dos de ETA. Este suceso movió conciencias masivamente: ni siquiera Pablo VI pudo resistir pedir su amnistía. Y tal vez fue el hecho que inspiró más canciones: por citar unas cuantas, porque este tema ya se abordará, podemos hablar de "Xirgatu egin zituzten" de Koska, "27 de septiembre" de José Barba, "27 de septiembre de 1975" de José Pérez, "Gure lagunei" de Urko, "El pueblo no olvidará" de Imanol, "Muerto a muerto" de José Menese, y el disco Manifiesto de Bernardo Fuster, bajo el pseudónimo de Pedro Faura; pero por supuesto, "Al alba", de Luis Eduardo Aute. Serrat, en gira por Latinoamérica entonces, no cantó nada al respecto, o al menos nada explícitamente como en estos casos, pero sus declaraciones al respecto le valieron el no poder volver a España.
En los 70, estas canciones se habían convertido, a pesar de la censura, en himnos de batalla para toda una generación (en la que dolorosamente hay deserciones también, o simplemente aprovechados). "A galopar", "L’estaca", "Para la libertad", "Agur Euskal Herriari", "Pola unión", "Canto a la libertad" o "O can" se habían convertido para los opresores en temas tan peligrosos como "La Internacional" o "A las barricadas"; por esa razón se prohibían en los recitales -si es que los había, porque dicen que podías ser prohibido por provocar con la mirada, como dicen de Lluís Llach-.
Y un día de noviembre…

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