… assí los trata la muerte como a los pobres pastores de ganados.
Jorge Manrique
Existe una tradición entre la mafia por la cual, cuando muere un don, los capi compiten entre ellos mostrando su afecto por el viejo jefe a través de la confección de coronas de flores enormes y estrambóticas: una forma de decir “yo le quería y le respetaba más que vosotros”…, aunque luego no sea verdad.
They say that Richard Cory owns one half of this whole town, With political connections to spread his wealth around. Born into society, a banker’s only child, He had everything a man could want: power, grace, and style.
But I work in his factory And I curse the life I’m living And I curse my poverty And I wish that I could be, Oh, I wish that I could be, Oh, I wish that I could be Richard Cory.
The papers print his picture almost everywhere he goes: Richard Cory at the opera, Richard Cory at a show. And the rumor of his parties and the orgies on his yacht! Oh, he surely must be happy with everything he’s got.
But I work in his factory And I curse the life I’m living And I curse my poverty And I wish that I could be, Oh, I wish that I could be, Oh, I wish that I could be Richard Cory.
He freely gave to charity, he had the common touch, And they were grateful for his patronage and thanked him very much, So my mind was filled with wonder when the evening headlines read: "Richard Cory went home last night and put a bullet through his head."
But I work in his factory And I curse the life I’m living And I curse my poverty And I wish that I could be, Oh, I wish that I could be, Oh, I wish that I could be Richard Cory.
Dicen que Richard Cory es dueño de la mitad de toda la ciudad,/ con conexiones políticas para extender su riqueza./ Nacido en sociedad, el hijo único de un banquero,/ tenía todo lo que un hombre podría querer: poder, gracia y estilo.// Pero yo trabajo en su fábrica/ y maldigo la vida que vivo/ y maldigo mi pobreza/ y ojalá pudiera ser…/ Richard Cory.// Los periódicos recogen su foto de casi todo sitio al que va:/ Richard Cory en la ópera, Richard Cory en ún espectáculo./ ¡Y el rumor de sus fiestas y las orgías en su yate!/ Oh, debe ser muy feliz con todo lo que tiene.// Pero yo trabajo en su fábrica/ y maldigo la vida que vivo/ y maldigo mi pobreza/ y ojalá pudiera ser…/ Richard Cory.// Dio libremente a la caridad, tenía sentido común,/ y ellos estaban agradecidos por su patrocinio y se lo agradecían mucho,/ así que mi mente se lleno de asombro cuando en los titulares de la tarde se leía:/ Richard Cory se fue a casa anoche y se disparó en la cabeza.// Pero yo trabajo en su fábrica/ y maldigo la vida que vivo/ y maldigo mi pobreza/ y ojalá pudiera ser…/ Richard Cory.
Es una de las canciones emblemáticas de la música popular del siglo XX: “The boxer”, del dúo Simon & Garfunkel, incluida en su melancólico disco final Bridge over troubled water (Puente sobre aguas turbulentas, 1970). Su título siempre ha llamado a engaño en cierto sentido: ¿se trata de la historia de un boxeador, o el boxeador no es más que la metáfora con la que se compara el protagonista de la canción, como aquel que, a pesar de los golpes, siempre vuelve a levantarse para pelear? En cualquier caso, el mensaje de la canción es ése: alguien que, a pesar de todo, aun cuando manifiesta su intención de rendirse, siempre tiene un algo que le anima a seguir. Y por esa razón, lo ilustramos con un dibujo de George Gibbs para el relato breve de Jack London Por un bistec (A piece of steak, 1909): un tremendo relato realista de un perdedor, obligado a pelear por el hambre.
The boxer
I am just a poor boy Though my story’s seldom told I have squandered my resistance For a pocket full of mumbles such are promises All lies and jests Still a man hears what he wants to hear And disregards the rest
When I left my home and my family I was no more than a boy In the company of strangers In the quiet of the railway station running scared Laying low, seeking out the poorer quarters Where the ragged people go Looking for the places only they would know
Lie la lie …
Asking only workman’s wages I come looking for a job But I get no offers, Just a come-on from the whores on Seventh Avenue I do declare, there were times when I was so lonesome I took some comfort there
Lie la lie …
Then I’m laying out my winter clothes And wishing I was gone Going home Where the New York City winters aren’t bleeding me Bleeding me, going home
In the clearing stands a boxer And a fighter by his trade And he carries the reminders Of ev’ry glove that layed him down Or cut him till he cried out In his anger and his shame "I am leaving, I am leaving" But the fighter still remains
Sólo soy un pobre chico/ aunque mi historia pocas veces se ha contado/ He malgastado mi resistencia/ por un bolsillo lleno de balbuceos como son las promesas/ todo mentiras y chistes/ con todo un hombre oye lo que quiere oír/ e ignora lo demás.// Cuando dejé mi hogar y mi familia/ no era más que un chaval/ en compañía de extraños/ en la tranquilidad de la estación del tren corriendo asustado/ sin llamar la atención, buscando las habitaciones más pobres/ a donde la gente harapienta va/ buscando los lugares que sólo ellos conocen// Pidiendo sólo los salarios del obrero/ vengo a buscar trabajo/ pero no consigo ofertas,/ sólo el “ven” de las putas de la Séptima Avenida/ Lo confieso, hubo momentos en los que estaba tan solo/ que encontré algo de consuelo ahí.// Ahora arreglo mis ropas de invierno/ y deseando haberme ido/ Ir a casa/ donde los inviernos de Nueva York no me hieren/ me hieren, yendo a casa// En el claro queda un boxeador/ y un luchador de oficio/ y lleva los recuerdos/ de cada guante que le tumbó/ o le ha cortado hasta que gritó/ en su ira y su vergüenza/ “Abandono, abandono”/ pero el luchador aún permanece.
Una filípica en contexto lingüístico es un encendido discurso, condenatoria, o diatriba, entregada a condenar a un actor político en particular. El término se origina con Demóstenes quien profirió varios ataques en contra de Filipo II de Macedonia. Las filípicas son entonces en el contexto histórico, cuatro documentos escritos entre 351-50 a. C. y 340 a. C., dirigidos contra el creciente poder del macedonio, a quien ve como una amenaza, no sólo para Atenas, sino para todas las ciudades estado griegas.
Será en este sentido en el que el cantautor Paul Simon escribió esta interesante canción, un poco a la manera de los talkin’ blues de Bob Dylan, en la que nombra a varias personalidades de su tiempo: políticos, escritores, personajes de la contracultura… Es una especie de declaración acerca de la alienación que sufre, tal vez, la que se encierra en este inconexo, y a veces sin sentido, collage o ensalada de nombres célebres y guiños a canciones de Bob Dylan, con una cierta crítica irónica a algunos personajes de la contracultura que desconocían que Bob Dylan se llamaba así por el poeta Dylan Thomas. Existen dos versiones de la canción: la primera, escrita por Simon cuando intentó hacer carrera en solitario en la primera mitad de los 60, alternando con su profesión de profesor en Inglaterra, incluida en su disco The Paul Simon Songbook (El cancionero de Paul Simon), que apareció en 1965:
A simple desultory philippic (or how I was Lyndon Johnsoned into submission)
I was Union Jacked, Kerouac’d John Birched, stopped and searched Rolling Stoned and Beatled till I’m blind I’ve been Ayn Randed, nearly branded Communist ‘cos I’m lefthanded: That’s the hand they use, well, never mind!
I’ve been Walt Disneyed, Diz Disleyed John Lennoned, Krishna Menoned Walter Brennan punched out Cassius Clay I’ve heard the truth from Lenny Bruce and all my wealth won’t buy me health So I smoke a pint of tea a day
I knew a man his brain so small, He couldn’t think of nothin’ at all. He’s not the same as you and me. He doesn’t dig poetry. He’s so unhip that When you say Dylan, he thinks you’re talkin’ about Dylan Thomas, Whoever he is. The man ain’t got no culture, But its alright, Ma, It’s just sumpthin’ I learned over in England.
I’ve been James Joyced, Rolls Royced Mick Jaggered, silver daggered Andy Warhol won’t you please come home? I’ve been mother, fathered, aunt and uncled Tom Wilsoned, Art Garfunkled Barry Kornfeld’s mother’s on the phone
When in London, do as I do Find yourself a friendly haiku Go to sleep for ten or fifteen years
Una sencilla filípica inconexa
(o cómo fui Lyndon Johnsoneado en la sumisión)
Fui Union Jackeado, Kerouacado/ John Bircheado, detenido y registrado/ Rolling Stoneado* [Alt. Canto Fumado] y Beatleado hasta que me puse ciego/ He sido Ayn Randeado, casi tildado/ de comunista porque soy zurdo:/ Ésa es la mano que utilizan, bueno, ¡no importa!// He sido Walt Disneyado, Diz Disleyado/ John Lennoneado, Krishna Menoneado/ Walter Brennan golpeó a Cassius Clay/ He oído la verdad de Lenny Bruce/ y toda mi riqueza no me comprará salud/ así que me fumo una pinta de té** al día// Conocí a un hombre cuyo cerebro era muy pequeño,/ no podía pensar en nada en absoluto./ No es igual que tú y que yo./ No entiende la poesía. Está tan desfasado que/ cuando dices Dylan, cree que hablas sobre Dylan Thomas,/ quienquiera que sea./ El tío no tiene cultura,/ Pero está bien, ma***,/ sólo es algo que aprendí en Inglaterra.// He sido James Joyceado, Rolls Royceado/ Mick Jaggerado, daga plateado/ Andy Warhol, ¿no vendrás a casa, por favor?/ He sido madre, padreado, tía y tíoado/ Tom Wilsoneado, Art Garfunkelado/ La madre de Barry Kronfeld está al teléfono.// Cuando [estés] en Londres, haz lo que yo/ Encuéntrate un haiku amistoso/ vete a dormir por diez o quince años.
NOTAS:
* Quizás se trate de un juego de palabras; en inglés argótico, to be stoned significa “estar fumado”: por eso, entre corchetes, pongo una traducción arriesgada: “Canto Fumado”, siendo la traducción de “rolling stone” la de “canto rodado”.
** En los años 60, ´”té” era el nombre en clave de la marihuana y del hachís.
*** Guiño a las canciones de Dylan “It’s alright, ma! I’m only bleeding” y “I shall be free. No. 10”.
Un año después, ya con Art Garfunkel, la incluyó en Parsley, Sage, Rosemary and Thyme, el tercer disco del dúo Simon & Garfunkel (el segundo de su conversión al folk-rock). La letra presentaba ciertos cambios, pero mantenía la misma crítica… Y es que, contra aquellos que sostienen que Simon & Garfunkel eran algo así como un anacronismo, como los chicos buenos de la contracultura, e incluso, sin pararse a pensar que llegan a convivir en su tiempo con los Grateful Dead, Jefferson Airplane o Doors, como un refugio ante el fracaso de la rebelión, yo reivindico y mantengo, no sólo el valor poético de las letras de Paul Simon, todo un poeta del folk-rock, un poeta de lo cotidiano, tierno, melancólico y, a veces, mordiente, y la calidad vocálica y musical de Paul Simon y Art Garfunkel, sino también su capacidad para ser críticos con la sociedad. Tampoco es necesario ser soez, utilizar ritmos vertiginosos o música “estridente” (perdón por el término) para ser revolucionario… Si no, preguntádselo a Beethoven.
A Simple Desultory Philippic (or how I was Robert McNamara’d into submission)
I been Norman Mailered, Maxwell Taylored. I been John O’Hara’d, McNamara’d. I been Rolling Stoned and Beatled till I’m blind. I been Ayn Randed, nearly branded Communist, ‘cause I’m left-handed. That’s the hand I use, well, never mind!
I been Phil Spectored, resurrected. I been Lou Adlered, Barry Sadlered. Well, I paid all the dues I want to pay. And I learned the truth from Lenny Bruce, And all my wealth won’t buy me health, So I smoke a pint of tea a day.
I knew a man, his brain so small, He couldn’t think of nothin’ at all. He’s not the same as you and me. He doesn’t dig poetry. He’s so unhip that When you say Dylan, he thinks you’re talkin’ about Dylan Thomas, Whoever he was. The man ain’t got no culture, But its alright, ma, Everybody must get stoned.
I been Mick Jaggered, been silver daggered. Andy Warhol, won’t you please come home? I been mothered, fathered, aunt and uncled, Been Roy Halee’d and Art Garfunkel’d. I just discovered somebody’s tapped my phone.
Folk Rock! I just lost my harmonica Albert
Una sencilla filípica inconexa
(o cómo fui Robert McNamarado en la sumisión)
He sido Norman Mailerado, Maxwell Taylorado./ He sido John O’Harado, McNamarado./ He sdio Rolling Stoneado [Alt. Canto Fumado] y Beatleado hasta que me puse ciego./ He sido Ayn Randeado, casi tildado/ de comunista, porque soy zurdo:/ Ésa es la mano que uso, bueno, ¡no importa!// He sido Phil Spectorado, resucitado./ He sido Lou Adlerado, Barry Sadlerado./ Bien, pagué todas las deudas que quise pagar./ He oído la verdad de Lenny Bruce/ y toda mi riqueza no me comprará salud,/ así que me fumo una pinta de té al día// Conocí a un hombre, su cerebro era tan pequeño,/ no podía pensar en nada en absoluto./ No es igual que tú y que yo./ No entiende la poesía. Está tan desfasado que/ cuando dices Dylan, cree que hablas sobre Dylan Thomas,/ quienquiera que sea./ El tío no tiene cultura,/ pero está bien, ma,/ todos deben de colocarse*// He sido Mick Jaggerado, sido daga plateado./ Andy Warhol, ¿no vendrás a casa, por favor?/ He sido madreado, padreado, tía y tíoado, sido Roy Haleeado y Art Garfunkelado./ Acabo de descubrir que alguien pinchó mi teléfono.// ¡Folk Rock!/ Acabo de perder mi harmónica Albert.
Paul Simon
* Guiño a otra canción de Bob Dylan: “Rainy day women No. 12& 35”.
La canción que, traducida a nuestro idioma, se llama “Los sonidos del silencio”, es una canción histórica en su medida, y eso es algo raro en el mundo del pop y del rock… Aunque no hay que olvidar que Paul Simon es un cantautor con todas las letras. En los años 50, dos estudiantes neoyorquinos, Paul Simon y Art Garfunkel se conocen; a los dos les apasiona la música y se consideran lo suficientemente buenos para intentar fortuna en el mundo de la canción. Y así, a mediados de esa década, bajo el pseudónimo de Tom & Jerry graban algunos temas, alguno consigue cierto éxito, con claras influencias del gran dúo Everly Brothers y en la temática y el estilo de moda por entonces en Estados Unidos: el high school (estilo que se define por su temática de amoríos adolescentes). Pero se separarían un tiempo en el que ambos aprovecharían para acabar sus carreras: Garfunkel se licencia en Historia del Arte y Simon ejerce durante un tiempo como profesor de Lengua y Literatura en Inglaterra. Volverían a reencontrarse a mediados de la década de los 60, tras ciertas aventuras musicales: sus gustos han madurado desde entonces y ahora están imbuidos en el folk y la canción de autor tan de moda. Ya como Simon & Garfunkel sacan en 1964 un disco folk, en el que todavía se observa la influencia de Everly Brothers no obstante: Wednesday Morning, 3 A. M., un disco que reunía canciones propias, versiones de Dylan y temas tradicionales. El disco no obtiene demasiado éxito y el dúo está a punto de tirar la toalla, cuando sucede un milagro… Es el año 1965, y Dylan y los Byrds acaban de cargarse la separación, tanto temática como musical, existente entre el pop y el rock y el folk: el estilo folk-rock había nacido; deslumbrado por estos hechos, Bob Johnston, productor del primer disco de Simon & Garfunkel, tuvo una iluminación: tomó uno de los temas propios de ese disco por su cuenta, “The sounds of silence”, y con unos músicos de estudio le puso un acompañamiento eléctrico. Quedó tan satisfecho que se la envío a sus producidos, que vieron como casi sin hacer nada la canción estaba obteniendo un tremendo éxito, y volvieron al estudio para grabar un disco en el nuevo estilo folk-rock: Sounds of silence.
Según algunos, Paul Simon escribió esta letra en 1964 para describir el ambiente nacional de pesimismo que imperaba en Estados Unidos tras el asesinato de John F. Kennedy. Aunque eso sería más bien sólo el pretexto de la canción, ya que su letra nos descubre el panorama de las grandes ciudades de la sociedad que había quedado configurado desde la II Guerra Mundial aproximadamente hasta nuestros días, en el que impera una inmensa incomunicación, propiciada por el individualismo exacerbado y por el egoísmo garantizado por el sistema, en el que sus individuos no interactúan entre sí más que en apariencia, y se olvidan de los más necesitados. A pocos meses de su publicación como canción de folk-rock, “The sounds of silence” ya era una leyenda.
The sounds of silence
Hello darkness, my old friend, I’ve come to talk with you again. Because a vision softly creeping Left its seeds while I was sleeping. And the vision that was planted in my brain Still remains within the sounds Of silence.
In restless dreams I walked alone Narrow streets of cobblestone, ‘Neath the halo of a street lamp I turned my collar to the cold and damp When my eyes were stabbed By the flash of the neon light, That split the night And touch the sounds Of silence.
And in the naked light I saw Ten thousand people, maybe more. People talking without speaking, People hearing without listening. People writing songs That voices never share And no one dared disturb the sounds Of silence.
‘Fools,’ said I, ‘you do not know Silence like a cancer grows. Hear my words that I might teach you, Take my arms that I might reach you.’ But my words Like silent raindrops fell, And echoed in the wells Of silence.
And the people bowed and prayed To the neon god they made. And the sign flashed out its warning In the words that it was forming. And the signs said, The words of the prophets Are written on the subway walls And tenement halls. And whispered in the sounds Of silence.
Los sonidos del silencio
Hola oscuridad, mi vieja amiga,/ he venido a hablar contigo otra vez./ Porque una visión arrastrándose suavemente/ dejó sus semillas mientras dormía./ Y la visión que se plantó en mi cerebro/ todavía permanece dentro de los sonidos/ del silencio.// En sueños sin descanso caminé solo/ por calles estrechas de guijarro/ bajo el halo de una farola/ giré mi cuello por el frío y la humedad/ cuando mis ojos fueron apuñalados/ por el destello de la luz de neón,/ que partió la noche/ y toca los sonidos/ del silencio.// Y en la luz desnuda vi/ diez mil personas, quizás más./ Gente charlando sin hablar,/ gente oyendo sin escuchar./ Gente escribiendo canciones/ que las voces nunca comparten/ y nadie se atrevió a perturbar los sonidos/ del silencio.// “Tontos”, dije yo, “no sabéis/ que el silencio como el cáncer crece./ Oíd mis palabras que podría enseñaros,/ tomad mis brazos que podrían alcanzaros”./ Pero mis palabras/ como gotas de lluvia silenciosas cayeron,/ y resonaron en los pozos del silencio.// Y la gente se inclinó y rezó/ al dios de neón que hicieron./ Y la señal destelló su advertencia/ en las palabras en las que estaba formada./ Y la señal dijo,/ Las palabras de los profetas/ están escritas en las paredes del metro/ y en los vestíbulos de las viviendas./ Y susurró en los sonidos/ del silencio.
Paul Simon
Simon & Garfunkel
En 1967, el dúo, como importante grupo de folk-rock que era, fue invitado al Festival de Monterey, en donde no pudo faltar su emblemática canción:
Ya habíamos dicho que, en cierta medida, el buen rollo existente en una generación musical se podía medir por el número de canciones que los artistas versionaban de otros o que éstos les cedían (tema éste sobre el que volveremos). Pero también por un fenómeno extraño, ya que a veces parece que la canción debe de pertenecer a un mundo idóneo, a una dimensión paralela, y es cuando uno de estos artistas aparece en la canción de otros. Por entonces fue algo habitual, pero no como homenajes simplemente: Simon & Garfunkel, nombran a diversas personalidades, entre ellas a Dylan, Rolling Stones y Beatles, en su “A simple desultory philipic”; John Mayall cita a sus amigos Canned Heat, y en especial a su solista Bob Hite “el Oso”; Bob Dylan es el más citado, sobre todo en canciones de los Beatles; Janis Joplin aparece en canciones de Country Joe & The Fish y de Leonard Cohen; y luego referencias veladas, como las que existen casi recíprocamente entre Dylan y su ex-novia Joan Baez, o las de Mick Jagger a Marianne Faithfull. Y finalmente, Grace Slick en esta erótica-psicodélica del grupo vecino Country Joe & The Fish.
En el ambiente izquierdista de la bohemia estadounidense de mediados los 60, Joe McDonald y Barry Melton se encontraron y formaron un dúo, Country Joe & The Fish, que por un lado eran Country Joe McDonald y Barry Melton “The Fish”, y por otro el nombre hacía referencia a Stalin y a Mao: Country Joe era el apodo que los Estados Unidos dio a Josif Stalin, mientras que “Pez” era el de Mao Zedong, pues Mao dijo que el verdadero revolucionario se mueve entre el campesinado como el pez en el agua (visto en la Wikipedia), y actuaban en los primeros movimientos de protesta contra la guerra de Vietnam. A ellos dos se le unirían más músicos y fundarían un grupo que surgiría en el ambiente psicodélico de San Francisco, pero, a diferencia del resto, su grupo tenía desde el principio una clara definición política, siguiendo la tradición de la canción protesta. Su primer gran éxito fue la tremenda “I-feel-like-I’m-fixin’-to-die Rag”, a la que ya en su día denominamos no como una canción más contra la guerra de Vietnam, sino LA CANCIÓN contra la guerra de Vietnam. Así pues, Country Joe & The Fish fue un grupo de rock psicodélico de San Francisco algo peculiar, ya que desde el principio mezclaban la psicodelia con la protesta política. Su primer álbum, Electric Music for the Mind and the Body (quizás refiriéndose a sus dos dimensiones: la psicodelia y la política), se cerraba con este tema, “Grace”, dedicado a la que tal vez era la musa de los grupos de San Francisco, Grace Slick, vocalista de Jefferson Airplane.
Grace Slick no pasaba desapercibida en la escena musical, gracias a dos enormes e innegables rasgos suyos: su indiscutible talento, tanto como vocalista como letrista y compositora, y su arrebatadora belleza, con sus dos enormes ojos azules, a la que Philip Norman, en su libro sobre los Rolling Stones, describe poética y acertadamente como la “belleza vengativa de ojos como cuentas de collar”. Se convirtió en el sex symbol del nuevo rock. Circulan sobre ella historias y rumores de romances con algunos miembros del grupo (Dryden, Casady y, obviamente Kantner) y con otros cantantes de la época, algunos de ellos reconocidos por ella misma. Pero no voy a entrar en esto: siempre me ha parecido una falta de respeto y de profesionalidad, típica de quien quiere darse a conocer a toda costa, airear los romances de los cantantes (salvo si son ellos mismos), pero lo que más me ha molestado es la manera desigual en la que se tratan dependiendo de si es una mujer o es un hombre… Janis Joplin hizo, ni más menos, las mismas burradas sexuales y toxicológicas que Jim Morrison y Mick Jagger (salvo en las drogas, en el caso de este último), pero mientras éstos son por lo general alabados en su filosofía carpe diem y aclamados como sex symbols, a Janis se le ha metido siempre mucha caña, mucha crítica y demasiado sensacionalismo oportunista en libros y películas. Los temas de drogas y sexo, así como los de “éste se llevaba mal con aquél” (como si se tuviera que inclinar uno a la fuerza por éste o aquél), me han dado siempre igual: lo único que veo es música, música y música… Si ésta es buena, lo demás está de más. Pero bueno… Ignoro si Grace Slick y Joe McDonald, o algún otro miembro del grupo, tuvieron alguna especie de romance o escarceo meramente sexual, o sencillamente era pura admiración musaica lo que les llevó a la composición de este tema erótico-psicodélico:
Grace
Cold rain to splash water diamonds colored green and Flash the sun to paint green her hair. Cold rain to splash water diamonds colored green and Flash the sun to paint green her hair. Your silver streak flash Your silver streak flash Your silver streak flash Across the tiny door of my eye Across the tiny door of my eye.
Warm wind to touch the trees colored blue and Flash the moon to paint blue my heart. Warm wind to touch the trees colored blue and Flash the moon to paint blue my heart. Your silver streak flash Your silver streak flash Your silver streak flash Across the tiny door of my eye Across the tiny door of my eye.
Soft skin to spend the every day colored gold and Flash the sea to paint gold our love. Soft skin to spend the every day colored gold and Flash the sea to paint gold our love. Your silver streak flash Your silver streak flash Your silver streak flash Across the tiny door of my eye Across the tiny door of my eye.
I love you I love you I love you
Grace
Lluvia fría para salpicar de diamantes de agua de color verde y/ destellar el sol para pintar de verde su cabello./ (bis)/ (estr.) Tu veta plateada destella/ a través de la minúscula puerta de mi ojo.// Viento cálido para tocar los árboles de color azul y/ destellar la luna para pintar en azul (triste) mi corazón./ (estr.)/ Piel suave para gastar todos los días de color dorado y/ destellar el mar para pintar en dorado nuestro amor./ (estr.)/ Te amo.
Esta borrasca polar no sólo trae el frío, también trae cierta nostalgia… que se olvida mientras intentas encontrar el calor dentro de tu ropa…
Hazy shade of winter
Time, time, time, see what’s become of me While I looked around For my possibilities I was so hard to please But look around, leaves are brown And the sky is a hazy shade of winter
Hear the salvation army band Down by the riverside’s bound to be a better ride Than what you’ve got planned Carry your cup in your hand And look around, leaves are brown now And the sky is a hazy shade of winter
Hang on to your hopes, my friend That’s an easy thing to say, but if your hopes should pass away Simply pretend That you can build them again Look around, the grass is high The fields are ripe, it’s the springtime of my life
Ahhh, seasons change with the scenery Weaving time in a tapestry Won’t you stop and remember me At any convenient time Funny how my memory slips while looking over manuscripts Of unpublished rhyme Drinking my vodka and lime
But look around, leaves are brown now And the sky is a hazy shade of winter
Look around, leaves are brown Theres a patch of snow on the ground…
Una sombra neblinosa de invierno
Tiempo, tiempo, tiempo, mira en lo que me ha convertido/ mientras buscaba alrededor/ mis posibilidades./ Fui muy duro de complacer./ Pero miro alrededor, las hojas están marrones,/ y el cielo es una sombra neblinosa de invierno.// Oír a la banda del Ejército de Salvación/ cerca del borde de la orilla del río/ es un plan mejor que lo que tenías planeado./ Lleva tu tazón en la mano/ y mira alrededor, las hojas están marrones,/ y el cielo es una sombra neblinosa de invierno.// Aférrate a tus esperanzas, amigo,/ es algo fácil de decir, pero si tus esperanzas murieran/ sencillamente pretende/ que puedas rehacerlas otra vez./ Mira alrededor, la hierba está alta,/ los campos están maduros, es la primavera de mi vida.// Ah, las estaciones cambian con el escenario,/ tejiendo el tiempo en un tapiz./ ¿No te detendrás y me recordarás/ en algún momento conveniente?/ Es curioso como mi memoria se desliza/ mientras hojeo manuscritos/ de rimas inéditas/ bebiendo mi vodka con lima.// Pero mira alrededor,/ las hojas están marrones,/ y el cielo es una sombra neblinosa de invierno.// Mira alrededor,/ las hojas están marrones,/ hay un parche de nieve en el suelo…
Reconozco que por lealtad cronológica, esta entrada debería haber
aparecido en junio. Pero la pongo ahora siguiendo el curso de la
historia del movimiento hippy que he hecho aquí mismo. He reunido algunas de las más memorables actuaciones, pero hubo más…
En Junio de 1967, el llamado Verano del Amor por la explosión cultural
o pseudo-cultural, según se mire, que sucedía en San Francisco, la
banda de folk-pop The Mamas & The Papas, junto a su productor Lou
Adler, decidieron celebrar todo aquello que estaba pasando entre la
juventud con un concierto multitudinario gratuito, siguiendo un poco
los guiones de los tradicionales festivales de jazz (en los que dicho
sea de paso, tuvieron una actuación polémica Chuck Berry primero y Bob
Dylan después). Para ello, la organización quiso reunir lo más puntero
de entonces del pop británico, el folk-rock, el blues y la psicodelia.
Para ello pretendieron reunir, sin pagar un dóllar, a los grandes hasta
entonces junto a nuevas promesas del pop y el rock: no obstante, por
motivos diversos, los Beatles, los Rolling Stones, los Beach Boys y Bob
Dylan rehusaron la oferta, aunque Brian Jones asistió como público. A pesar de la decepción que debió suponer
esto, su lado positivo fue que se pudo centrar la atención en los
nuevos talentos, para los que incluso este festival fue el comienzo de
su leyenda tanto a nivel nacional como internacional. Se pretendía que
fuera una celebración de la nueva conciencia, con flores y paz y esas
cosas… Y funcionó, y de qué manera ("Monterrey", por Eric Burdon & The Animals):
Para empezar, el himno de aquellos días. Scott McKenzie era un
antiguo compañero de John Phillips, el alma de Mamas & The Papas,
en los días del grupo folk The Journeymen. Cuando McKenzie grababa su
primer LP, John le regaló una canción que sería el único éxito de este
cantante armonioso de folk-rock. Le presenta Mama Cass y le acompaña
John Phillips y los músicos que acompañaban a Papas & Mamas:
Hubo dos grupos británicos que decidieron no faltar a la cita. Los
primeros de ellos, The Who, siempre dispuestos a tocar allá donde se
les necesite y a no defraudar a su audiencia… ni a dejar el escenario
en pie:
Por su parte, tras la ruptura de los Animals originales, aquel grupo de rythm’n’blues que sonaba tan profesional, Eric Burdon, todo un activista del movimiento hippie, presentaba a los nuevos Animals, con esta versión de un clásico de los Rolling Stones:
Junto a ellos, los ya populares grupos de folk-rock de California y Nueva York. Simon & Garfunkel
fueron invitados al festival; fueron un dúo de folk convencional sin un
gran éxito hasta que su productor electrificó su canción "The sounds of
silence", y desde entonces continuaron como dúo de folk-rock hasta su
no-amistosa separación debido a problemas tanto políticos como
musicales. Sobre la inclusión del dúo en el fenómeno hippy habría mucho
que debatir; no obstante, su estilo suave y simpático, casi naïf, les
hacía merecedores de un puesto:
Y, por supuesto, una canción que ya era leyenda con tan sólo 2 ó 3 años:
Por su parte, tampoco se podía dejar de invitar de lado a los Byrds: ellos habían inventado el folk rock prácticamente, tomando de Dylan, tomando de los Beatles, de Pete Seeger. Para el año 67 ya habían mezclado estas influencias con jazz contemporáneo, configurando la psicodelia que habían contribuido a crear. Aquí los tienes, tocando una canción muy famosa por aquellas días que también interpretaron Love, The Leaves y Jimi Hendrix Experience:
Buffalo Springfield fue uno de los más jóvenes grupos de folk-rock. Contó desde el principio con Stephen Stills y Neil Young; no obstante, en Monterrey Neil no tocó, y fue sustituido para ello por el byrd David Crosby:
Y, por supuesto, los propios organizadores del festival: The Mamas & The Papas, un grupo que representaba el lado amable y bonito de los hippies, aunque a veces artificial, que conjugaba el pop y el soul con el folk bien templado con sus armonías vocales:
Pero también fueron grupos desconocidos internacionalmente y nacionalmente, pero no así regionalmente, generalmente de blues. Uno de ellos, fueron aquellos monstruos del blues más puro a la par que renovado: Canned Heat
Otros, no obstante, eran bien conocidos como músicos acompañantes. Paul Butterfield Blues Band, con Mike Bloomfield a la guitarra, eran bien conocidos como acompañantes de Bob Dylan durante aquel festival de jazz tan polémico:
Pero, los grandes descubrimientos a nivel de nueva escuela de música, fueron sin lugar a duda los nuevos grupos de rock de San Francisco. Particularmente dos de ellos, Jefferson Airplane y Grateful Dead, se convirtieron en los auténticos símbolos musicales del movimiento hippie. Jefferson Airplane fue el primero de aquellos grupos en grabar un LP, abriendo el filón de San Francisco. Formado por músicos de folk, a estas alturas se les seguía considerando un grupo de folk-rock que iba incorporando los elementos psicodélicos que serían su marca de fábrica:
No obstante, para muchos, The Grateful Dead era mejor grupo. Por lo menos, sus fans se mostraron leales hasta la muerte de Jerry García, sin caer en fanatismos:
Otros fueron Quicksilver Messenger Service,
Country Joe & The Fish, comandados por el cantautor Country Joe McDonald, una de las bandas más politizadas del movimiento hippie:
Y Big Brother & The Holding Company:
La actuación de Big Brother fue la presentación a nivel nacional del gigantesco talento de Janis Joplin, que, aunque aquí es solo la vocalista del grupo, muchos fueron los que percibieron que Janis tenía que ser un todo y no una parte:
Otro de los grandes descubrimientos que acaecieron durante el festival fue la de este muchacho negro. Jimi Hendrix había sido músico de estudio y de giras de estrellas tan rutilantes como Ike & Tina Turner, Chuck Berry, Little Richard… Pero a la hora de comenzar su carrera en solitario se topó con la incomprensión y, a menudo, con el racismo, hasta que Chas Chandler, bajista de los Animals, le descubrió y se lo llevó a Londres, en donde formó el grupo de blues-rock Jimi Hendrix Experience. Aquí, ya conocido, volvía triunfalmente demostrando lo que valía al país que le había dado la espalda:
Como guitarristas salvajes, en el festival Jimi y Pete Townshend, de los Who, tuvieron una discusión de quién actuaría primero. Lo echaron a suertes y ganó Townshend el honor de ser el 1º en destrozar una guitarra sobre aquel escenario:
Pero cuando le tocó el turno a Hendrix…
Para acabar, dos invitados de excepción. Otis Redding era, y es, una super-estrella del soul y de la música negra en general: tan pronto ponía al público a dar brincos como los ponía de rodillas llorando por la historia de desamor que estaba contando. Pocos días después de esta actuación, Otis fallecía tras sufrir un accidente de avión:
Ravi Shankar, sitarista indio, era en el 67, gracias a la corriente mística que invadía a la nueva generación, en todo un icono. Sus discos se vendían tan bien como losde los Beatles. Fue Shankar quien enseñó a George Harrison las técnicas básicas del sitar, y fue Harrison quien le introdujo en el panorama underground. Ravi Shankar fue el único músico que cobró porque tenía que pagarse el billete de avión para poder volver a la India:
Éste fue el primero de aquellos festivales multitudinarios de los hippies. Les seguirían otros, con más o menos fortuna, siendo Woodstock el que no sólo se le acercó, sino que lo superó. Pero éste fue el primero, y todo un ejemplo de que un grupo muy numeroso de personas podía convivir durante tres días sólo por la música.
Cuando a comienzos de este milenio (qué bien suena) la gente votaba en la radio por la canción del siglo XX, y resultó escogida "Imagine", yo, mucho menos utópico ya, y mucho más realista, opté por esta (no me atrevo a deciros cuál de Leonard Cohen era mi alternativa):
Hello darkness, my old friend I’ve come to talk with you again Because a vision softly creeping Left its seeds while I was sleeping And the vision that was planted in my brain Still remains Within the sound of silence
In restless dreams I walked alone Narrow streets of cobblestone ‘Neath the halo of a street lamp I turned my collar to the cold and damp When my eyes were stabbed by the flash of a neon light That split the night And touched the sound of silence
And in the naked light I saw Ten thousand people, maybe more People talking without speaking People hearing without listening People writing songs that voices never share And no one dared Disturb the sound of silence
"Fools", said I, "You do not know Silence like a cancer grows Hear my words that I might teach you Take my arms that I might reach you" But my words, like silent raindrops fell And echoed In the wells of silence
And the people bowed and prayed To the neon god they made And the sign flashed out its warning In the words that it was forming And the sign said, "The words of the prophets are written on the subway walls And tenement halls" And whispered in the sounds of silence
letra y música: Paul Simon
intérpretes: Simon & Garfunkel
Para mí, este es el texto más delicioso, sensible y profundo que se ha escrito en la música pop anglo-norteamericana, por eso no puedo dejar de traducirlo:
Hola, oscuridad, mi vieja amiga. Vengo a hablar contigo otra vez porque una visión reptando suavemente dejó sus semillas mientras dormía. Y la visión que plantó en mi cerebro todavía permanece dentro de los sonidos del silencio. En sueños sin descanso caminé solo por calles estrechas de adoquines, bajo el halo de una farola cubrí mi cuello del frío y de la humedad cuando mis ojos fueron apuñalados por el resplandor de una luz de neón que partió la noche y tocó los sonidos del silencio. Y en la desnuda luz vi diez mil personas, quizás más: personas charlando sin hablar, personas oyendo sin escuchar, personas escribiendo canciones que las voces nunca compartirán; y nadie se atrevía a turbar los sonidos del silencio. "¡Idiotas!" dije, "¿no sabéis que el silencio se expande como el cáncer? Escuchad las palabras que yo podría enseñaros, tomad mis brazos con los que podría alcanzaros". Pero mis palabras, como silenciosas gotas de lluvia cayeron y resonaron en los pozos del silencio. Y la gente se giró y rezó al dios de neón que hicieron, y la señal iluminó su advertencia en las palabras de las que estaba formado, y la señal dijo: "Las palabras de los profetas están escritas en las paredes del metro y en las chabolas" y susurró en los sonidos del silencio.
Redención (Nuestro último baile)
Mi segunda novela: una historia de amor, misterio e intriga; la lucha de una chica por su pareja pasa por enfrentarse a una secta apocalíptica
Queca
Un regalo inadecuado puede cambiarle la vida a cualquiera. Tal es el caso de Miki, solterón por obligación y solitario por vocación; cuando su cuñado le obsequia con un recuerdo que se ha traído de su viaje a Japón: una muñeca sexual de nombre Megu
Billy («algo es algo»)
Tres cosas atormentan al exinspector de policía Guillermo Niño Pérez: un vecino que le obsesiona, el recuerdo de un crimen y una querella por sus torturas durante el franquismo. Por si esto fuera poco, se une la inquietud hacia un asesino en serie que