Posts Tagged ‘sindicalismo’

De qué lado estás


harlanEntre 1931 y 1932, en el Condado de Harlan (Kentucky, EE. UU), se libró lo que se puede considerar una batalla entre los mineros y los matones revienta-huelgas a sueldo de la patronal: los encontronazos fueron tan violentos que la historia lo dio en llamar “la guerra del condado de Harlan”, y su suceso más violento fue “La Batalla de Evarts”, en la que hubo tres muertos; y fue entonces cuando el gobernador Flem D. Sampson envió a la zona a la Guardia Nacional. La huelga terminó en Junio del 32, tras varias muertes y detenciones.

Florence-Reece---Which-Si-001Dentro de todo este suceso, había un matrimonio: los Reece, que eran Sam y Florence. Sam era un sindicalista del sindicato “Trabajadores de la Mina Unidos” (United Mine Workers), y estaba en el punto de mira de los matones contratados por la patronal minera. Alguien advirtió a Sam que el sehriff J. H. Blair y “sus hombres” (no sus ayudantes, sino matones de la patronal) iban hacia su casa con malsanas intenciones, y pudo esconderse; pero el sheriff y sus caballeros se dedicaron alegremente a aterrorizar a Florence y a su hijo. Después de que se fueran, llena de ira, Florence Reece escribió uno de los himnos más conocidos del movimiento sindicalista estadounidense: “Which side are you on?”, basándose en himno religioso “Lay the lily low” o la canción tradicional “Jack Munro”. La propia Florence grabó la canción, que se puede escuchar en un disco llamado Coal Minning Women (Las mujeres de la minería del carbón)

Which side are you on?

Come all of you good workers
Good news to you I’ll tell
Of how that good old union
Has come in here to dwell

Chorus
Which side are you on?
Which side are you on?
Which side are you on?
Which side are you on?

My daddy was a miner
And I’m a miner’s son
And I’ll stick with the union
Till every battle’s won

They say in Harlan County
There are no neutrals there
You’ll either be a union man
Or a thug for J.H. Blair

Oh, workers can you stand it?
Oh, tell me how you can
Will you be a lousy scab
Or will you be a man?

Don’t scab for the bosses
Don’t listen to their lies
Us poor folks haven’t got a chance
Unless we organize

http://unionsong.com/u015.html

¿De qué lado estáis?

Venid todos vosotros, buenos trabajadores/ Buenas noticias a vosotros os contaré/ de cómo ese buen y viejo sindicato/ ha venido aquí para quedarse.// ¿De qué lado estáis?…// Mi papá era minero/ y yo soy hijo de un minero/ y me uniré al sindicato/ hasta que se gane cada batalla.// Dicen que en el Condado de Harlan/ no hay neutrales ahí/ podrás ser o un sindicalista/ o un matón de J. H. Blair.// Oh, obreros, ¿podéis soportarlo?/ Oh, decidme cómo podéis/ ¿Serás un esquirol asqueroso/ o serás un hombre?// No seas el esquirol de los patrones/ No escuches sus mentiras/ Nosotros la gente pobre, no tenemos una posibilidad/ si no nos organizamos.

Florence Patton Reece

Y, como canción sindicalista que era, era natural que los Almanac Singers la acabaran grabando, con Pete Seeger como voz principal:

Versiones se han hecho muchas… Por lo que me voy a decantar por la más curiosa de todas ellas reflejadas en el artículo de la wikipedia; la que está a cargo de un grupo de folk clásico checo llamado Spirituál Kvintet, cantada en su lengua con el título “Za svou pravdou stát”, que significa algo así como “agárrate a tu verdad”:

Za svou pravdou stát

Máš všechny trumfy mládí a ruce čistý máš,
jen na tobě teď záleží, na jakou hru se dáš.

Musíš za svou pravdou stát,
musíš za svou pravdou stát.

Už víš, kolik co stojí, už víš, co bys’ rád měl,
už ocenil jsi kompromis a párkrát zapomněl.

Že máš za svou pravdou stát.

Už nejsi žádný elév, co prvně do hry vpad’,
už víš, jak s králem ustoupit a jak s ním dávat mat.

Takhle za svou pravdou stát.

Teď přichází tvá chvíle, teď nahrává ti čas,

tvůj sok poslušně neuhnul – a ty mu zlámeš vaz!

Neměl za svou pravdou stát.

Tvůj potomek ctí tátu, ty vštěpuješ mu rád
to heslo, které dobře znáš z dob, kdy jsi býval mlád.

Musíš za svou pravdou stát.

http://devitky.skauting.cz/?akce=zobrazit&id=89

Bueno… Mi checo está algo oxidado… Vamos, que no sé… todavía. Así que si alguien se anima… de momento aquí van algunas líneas intuitivas sacadas del traductor google:

Tienes la juventud para triunfar y tienes las manos limpias,/ ahora sólo depende del juego que puedas dar.// Agárrate a tu verdad…// ¿Sabes cuánto cuesta, sabes lo que te gustaría tener?/ Has elogiado el compromiso y te has olvidado de unos pocos.// No somos nuevos, es como el juego del ajedrez,/ sabes cómo retirar tu rey y la forma de dar jaque mate.// Ahora llega el momento, ahora recordamos el tiempo/ [incomprensible]/ Eres descendiente de padre honrado,/ difunde la contraseña que conoces bien desde los días en los que se utilizaba (…)

Y ahora que los mineros vienen hacia Madrid, te pregunto: ¿De qué lado estás?

Harlan County, U.S.A. and their proud signs

Dos hombres buenos: Sacco y Vanzetti


y1p39Ahm10hxfkQyjJ3zhed4C2J51BzoriK8wulwTdUQXrB9Z1asnxC7djxuPMc3hI_sfwGEG6KwukEl 23 de agosto de 1927, por un crimen que no cometieron, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, emigrantes italianos en los Estados Unidos y anarcosindicalistas, fueron ejecutados en la silla eléctrica. El hecho conmocionó al mundo, porque a pesar de las muchas pruebas que hablaban a su favor, el tribunal mantenía su voluntad de asesinarlo; junto a esto, los comentarios racistas hacia los inmigrantes de Frederic Katzmann, fiscal del distrito –que, irónicamente, descendía de inmigrantes alemanes-, y la prensa, la coacción de grupos ultras sobre los testigos, y que, poco a poco, durante el proceso, se desvelaba cada vez más evidentemente que, con la figura de los dos anarquistas italo-americanos, el gobierno estadounidense (concretamente el gobernador de Massachusetts, Fuller) inmerso en una paranoia desatada por la revolución rusa de 1917 y por los atentados anarquistas contra personas como Rockefeller y contra el fiscal general Alexander Mitchell Palmer, pretendía dar un escarmiento a los izquierdistas. Esos atentados, que Palmer relacionó directa e inmediatamente a los anarquistas italianos (sin que esa vinculación pudiera ser probada) desata en Boston un régimen de terror contra los inmigrantes italianos, muchos de ellos buscan asilo desesperadamente en la embajada del Reino de Italia, y, especialmente contra los sindicatos de estos trabajadores. Andrea Salsedo, dirigente sindicalista, es detenido: se encuentra su cuerpo destrozado sobre el asfalto después de caer desde las dependencias de la comisaría. Razón por la cual, el zapatero Nicola Sacco y el pescadero Bartolomeo Vanzetti deciden no salir de sus casas desarmados; pero la mala suerte quiso que, durante un registro aleatorio de la policía, fueran arrestados por tenencias de armas, y en la comisaría, un “sagaz” inspector lo relacionó inmediatamente con un atraco a mano armada con asesinato que tuvo lugar pocos días antes cerca de allí. El mundo entero imploró por su inocencia, mientras la defensa acusaba de manipulación de pruebas a la fiscalía y asegWoody Guthrie coa guitarra de matar (cortesía de Benedicto)uraba conocer la identidad de los atracadores. Para Sacco y Vanzetti no hubo clemencia, mientras las voces de protesta se multiplicaban por todo el mundo, e incluso alguna prensa conservadora de Estados Unidos abogaba por su amnistía. Las figuras de ambos se convirtieron en un símbolo, en mártires de la clase obrera. Años después, el gran Woody Guthrie les dedicaría una serie de canciones; ésta es una de ellas, en la que reivindica la honestidad y la inocencia de los dos sindicalistas:

Two good men

Say, there, did you hear the news?
Sacco worked at trimmin’ shoes;
Vanzetti was a peddlin’ man,
Pushed his fish cart with his hand.

Two good men a long time gone,
Two good men a long time gone,
Sacco an’ Vanzetti are gone,
Two good men a long time gone (Left me here to sing this song).

Sacco’s born across the sea,
Somewhere over in Italy;
Vanzetti born of parents fine,
Drank the best Italian wine.

Sacco sailed the sea one day,
Landed up in the Boston Bay.
Vanzetti sailed the ocean blue,
An’ landed up in Boston, too.

Sacco’s wife three children had;
Sacco was a family man.
Vanzetti was a dreamin’ man,
His book was always in his hands.

Sacco earned his bread and butter
Bein’ the factory’s best shoe cutter.
Vanzetti spoke both day and night,
Told the workers how to fight.

I’ll tell you if you ask me
‘Bout this payroll robbery.
Two clerks was killed by the shoe fact’ry,
On the streets in South Braintree.

Judge Thayer told his friends around
That he had cut the radicals down.
"Anarchist bastard" was the name
Judge Thayer called these two good men.

I’ll tell you the prosecutor’s name,
Katzman, Adams, Williams, Kane.
The Judge and lawyers strutted down,
They done more tricks than circus clowns.

Vanzetti docked in nineteen eight;
Slept along the dirty street,
Told the workers "Organize,"
And on the ‘lectric chair he dies.

All you people ought to be like me,
And work like Sacco and Vanzetti,
And everyday find ways to fight
On the union side for the workers’ rights.

Well, I ain’t got time to tell this tale,
The dicks and bulls are on my trail.
But I’ll remember these two good men
That died to show me how to live.

All you people in Suassos Lane,
Sing this song and sing it plain.
All you folks that’s comin’ along,
Jump in with me and sing this song.

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?id=3409&lang=it

Dos hombres buenos

Dime, ahí, ¿oíste las noticias?/ Sacco trabajaba remendando zapatos; Vanzetti era un vendedor ambulante,/ empujaba su carrito de pescado con sus manos.// Dos hombres buenos que se fueron hace mucho tiempo…/ Sacco y Vanzetti se han ido/ Dos hombres buenos que se fueron hace mucho tiempo (dejadme cantaros esta canción)// Sacco nació en el mar,/ en algún sitio por Italia;/ Vanzetti nació de buenos padres,/ bebió el mejor vino italiano.// Sacco navegó por el mar un día,/ desembarcó en la bahía de Boston./ Vanzetti navegó por el azul océano,/ y también desembarcó en Boston.// La mujer de Sacco tres hijos tuvo;/ Sacco fue un hombre familiar./ Vanzetti era un soñador,/ su libro siempre estaba en sus manos.// Sacco se ganó su pan y su mantequilla/ siendo el mejor recortador de zapatos de la fábrica./ Vanzetti hablaba tanto de día como de noche,/ le dijo a los obreros cómo luchar.// Te hablaré si me preguntas/ sobre ese robo de nóminas./ Dos empleados fueron asesinados cerca de la fábrica de zapatos,/ en las calles de South Braintree.// El juez Thayer le dijo a sus amigos/ que tenía que talar a los radicales./ “Cabrones anarquistas” fue el nombre/ con el que el juez Thayer llamó a estos dos hombres buenos.// Te diré el nombre de los acusadores,/ Katzman, Adams, Williams, Kane./ El juez y los abogados desfilaron,/ hicieron más trucos que los payasos del circo.// Vanzetti arribó en 1908;/ durmió por las sucias calles,/ les dijo a los trabajadores “Sindicaos””,/ y en la silla eléctrica muere.// Todos vosotros, gente, tenéis que ser como yo,/ y trabajar como Sacco y Vanzetti,/ y encontrar cada día maneras de luchar/ en el lado de la unión por los derechos de los trabajadores.//  Bueno, no tengo tiempo de contar esta historia,/ los polis y los matones me siguen la pista./ Pero yo recordaré a estos dos hombres buenos/ que murieron para mostrarme como vivir.// Toda la gente de la calle Suassos,/ cantad esta canción y cantadla con franqueza./ Todos vosotros, amigos, que estáis viniendo/ venid rápido y cantad esta canción.

Woody Guthrie

En nuestra página amiga y hermana, Canzoni contro la guerra, hay una buena recopilación de canciones dedicadas a Sacco y Vanzetti:

http://www.antiwarsongs.org/categoria.php?id=23&lang=it

3 acordes y la verdad (el homenaje de Ry Cooder a los cantantes sociales)


Ry_Cooder_playingTerminamos hoy, con esta canción más posterior, con el tema del concierto de Peekskill y el homenaje a Paul Robeson. El veterano y versátil guitarrista Ry Cooder publicaba en 2007 un disco llamado My name is Buddy (Me llamo Buddy), enmarcado en una trilogía de discos (en medio de Chávez Ravine y I, flathead), un disco conceptual de temática socio-político en el que tres personajes, Buddy Red Cat (Buddy el Gato Rojo), Lefty Mouse (Ratón Zurdo –o Izquierdista) y Reverend Tom Toad (el reverendo Tom Sapo) describen los días de principios y mediados del siglo XX: el trabajo, los sindicatos, los patrones y capataces… Como rezan las notas del disco: “Un viaje por el tiempo y el espacio a los días del trabajo, los grandes patrones, las ruinas de la granja, las huelgas, polis de las compañías, ciudades del ocaso, vagabundos, y trenes… la América de antaño.” (la traducción es mía)… Y los trovadores de las libertades civiles, los derechos laborales y la igualdad racial, cómo no. Tal es esta canción, que nos recoge las injusticias sufridas por tres cantantes que, en lugar de cantar como otros la buena vida de las ciudades, las bondades del Señor o las excelencias de la vida en el campo, se dedicaron a denunciar con sus canciones las injusticias y las desigualdades (sociales y raciales), y por tanto no My_Name_Is_Buddycantar para la beautiful people y la mafia de los “felices años 20”, sino para los obreros y granjeros desposeídos de sus tierras por la hipoteca, para los sindicatos y para los comités de los derechos civiles, y que, por ello, fueron perseguidos, calumniados, censurados, juzgados, y a veces hasta asesinados, bajo la acusación de tocar “tres acordes” y decir “la verdad”: ése es el único crimen que Ry Cooder –y nosotros- vemos que cometieran. Éstos son los tres ejemplos:

Joe Hill: poeta y músico sueco-norteamericano, miembro del sindicato IWWJoe Hill (1879-1915) era un estadounidense de origen sueco, quien no sólo era un sindicalista y un miembro de los Trabajadores Industriales del Mundo –comúnmente llamados Woblies-, sino que también era un músico que, apoyándose en la tradición musical estadounidense compuso y cantó canciones que denunciaban las condiciones laborales, así como llamaba a la unidad de la clase trabajadora, cantando para los sindicatos. Por estas acciones, bajo una falsa acusación de atraco y asesinato, Hill fue condenado a muerte. Su persona, vida y obra, recopilada en el Cancionero rojo, fue un ejemplo para los cantautores y folksingers de las siguientes décadas, sobre todo de la posguerra, que solían recurrir a menudo a su repertorio.Hay que hacer notar que Cooder comienza su canción con la primera línea Funeral de Joe Hill (1915)del poema de Alfred Hayes “I dreamed I saw Joe Hill last night” que en 1936 Earl Robinson convertía en canción: una canción cantada por muchos artistas que sienten devoción por el pionero de la canción protesta estadounidense, gente como Joan Baez, Pete Seeger, los Weavers, los Dubliners… Y Paul Robeson:

Paul Robeson: actor, cantante de gosspell y blues, activista socialista y miembro de la Brigada LincolnPaul Robeson es el siguiente artista comprometido homenajeado en esta canción, en el marco del concierto de Peekskill. Nada nuevo vamos a añadir a esto, salvo lo que aporta Cooder: él culpa directamente de lo sucedido a J. Edgar Hoover, fundador y primer director del FBI, organización policial que tenía demasiado poder entonces, estableciéndose como una eficaz red de espionaje nacional, y que tomó como responsabilidad la lucha contra la mafia y contra los “movimientos radicales”. Aunque se afirma que persiguió por igual a los movimientos izquierdistas como ultraderechistas, parece ser que era famoso por sus ideas fanáticas y celebre por su anti-izquierdismo. Cooder –que no habrá sido el primero- le acusa de haber promovido la presencia del Ku Klux Klan en el concierto de Peekskill, al que asistió, junto a Robeson y otros, Pete Seeger.

Pete Seeger comparece ante el Comité de Actividades Anti-Americanas del siniestro, maquiavélico y fascistoide senador McArthyPete Seeger es ya uno de los habituales de este blog, y una persona por quien siempre demostraremos especial devoción, admiración y respeto: admiración y respeto que siente el mundo entero, en donde se han cantado y escuchado todas sus canciones, especialmente en aquellos países en donde faltaba la libertad y reinaba la opresión. Pero, desde sus comienzos, la figura de Seeger era perseguida por el gobierno y por las patronales, y le consideraban como un agente a sueldo de Moscú, razón por la cual Seeger engrosó el número de artistas estadounidenses que tuvieron que pasar la inspección del Comité de Actividades Antiamericanas. Cooder refiere a una anécdota de su vista, cuando el bardo de los derechos humanos dijo que, ya que se le juzgaba por sus canciones, por cantar, le dejaran defenderse cantando con un banjo. El resultado de aquello fue que sus actuaciones fueron canceladas y se le vetó en los medios de comunicación, incluido su propio programa de radio, al que muchos de sus alumnos se negaron a acudir como forma de protesta. Gracias a la adaptación de sus canciones por los Byrds, Seeger –que les agradeció el hecho en una afectuosa carta- rehabilitó su carrera ante un público pacifista de hijos y nietos de sus antiguos seguidores.

tn-19_HOWARY, finalmente, un cuarto personaje aparece en la canción: Harlan Howard, cantautor country fallecido en 2002. Supongo que algunas canciones de Howard tendrían algún mensaje social (ya que no lo había oído hasta ahora), pero la razón principal de su presencia aquí es que fue el inventor del término “tres acordes y la verdad”.

“Tres acordes y la verdad”, un cargo que han sufrido innumerables artistas alrededor del mundo por manifestar sus ideas en su arte, pero sorprendía mucho más en el país que se arroga como el inventor y máximo exponente de la democracia moderna.

Three hords and the truth

I’m going to tell you a story right here
Huh, you may not believe it

I dreamed I saw Joe Hill last night, standin’ in the prison yard
They were taking poor Joe, chained and bound, to a Utah firing squad
Well he turned and looked at me right then, sayin’, Don’t you be misled
They’re trying to tear our free speech down, and Buddy, they ain’t near quit yet
See, they framed me on a killin’ charge, you know I wouldn’t lie to you
But the only crime here that I done was three chords and the truth

Three chords and the truth, oh three chords and the truth
Well the only crime that Joe Hill done was three chords and the truth
Well he sang his good old union songs, he got his message through
But they couldn’t stand to hear a workingman sing three chords and the truth

I see you don’t believe your old friend Buddy here
Heh, take a drink, I think you need it

Oh J. Edgar Hoover liked to hear the darkies sing, till one man changed that all around
Paul Robeson was a man that you couldn’t ignore, and that’s what drove J. Edgar down
»(Yah drove him down)»
He called up his New York Klan boyfriends, sayin’, I got something good for you
Get right down there to Peekskill, New York town, and kill three chords and the truth

Three chords and the truth, oh, three chords and the truth
Well the only crime you ever got from Paul was three chords and the truth
Now if this is the land of democracy, I got one question for you
Why wasn’t Paul Roberson set free on three chords and the truth?

I see you still don’t believe it
I’ll bother you one more time
I’ll bother you one more time, right mister

Now they took Pete Seeger before the law and put him on the witness stand
But he stood right up to tyranny with just a banjo in his hand
Such a righteous banjo picker, watchin’ out for me and you
That was just a man who wouldn’t back down on three chords and the truth
Three chords and the truth, three chords and the truth
Well the only crime Pete Seeger done was three chords and the truth
Yah, he sang his freedom songs real good, he’s still getting his message through
Better check out old Pete Seeger on three chords and the truth

Three chords and the truth, well its three chords and the truth
Well you better check out your old friend Buddy right now on three chords and the truth
Better check out old Harlan Howard, personal friend of mine
Check out old Harlan on three chords and the truth

http://www.rycooder.nl/pages/ry_cooder_my-name-is-buddy_chords_lyrics.htm#L

Letra completa en la página del vídeo

Tres acordes y la verdad

Voy a contarte una historia aquí mismo/ Eh, puede que no te la creas.// Soñé que veía a Joe Hill anoche de pie en el patio de la prisión/ se estaban llevando al pobre Joe, encadenado y amarrado, a un pelotón de ejecución en Utah/ Se volvió y me miró justo entonces, diciendo, “Que no te engañen,/ están intentando quebrantar nuestra libertad de expresión, y Buddy, aún no han comenzado./ Mira que me encuadran en una carga asesina, sabes que no te mentiría/ pero el único crimen aquí que he cometido fue tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad, tres acordes y la verdad”/ El único crimen que Joe Hill cometió fue tres acordes y la verdad/ Él cantó sus buenas viejas canciones sindicalistas, traía su mensaje/ Pero ellos no podían soportar oír a un obrero cantar tres acordes y la verdad.// Veo que no crees a tu viejo amigo Buddy/ Je, echa un trago, creo que lo necesitas.// Al viejo J. Edgar Hoover le gustaba oír a los negritos cantar, hasta que un hombre cambió todo aquello/ Paul Robeson era un hombre al que no podías ignorar, eso es lo que llevó al viejo J. Edgar/ Llamó a sus novios del Klan de Nueva York, diciendo tengo algo bueno para vosotros/ Id a Peekskill, población de Nueva York, y matad tres acordes y la verdad// Tres acordes y la verdad…/ El único que crimen que podríais sacar de Paul sería tres acordes y la verdad/ Si ésta es la tierra de la democracia, tengo una pregunta para ustedes/ ¿Por qué Paul Robeson no fue liberado de tres acordes y la verdad?// Veo que todavía no te lo crees/ Te molestaré una vez más/ Te molestaré una vez más/ Te molestaré una vez más, ¿vale señor?// Se llevaron a Pete Seeger ante la ley y le pusieron en el estrado de los tesitgos/ Pero él soportó hasta la tiranía con sólo un banjo en su mano/ Qué banjista tan honrado vigila por ti y por mí/ Era sólo un hombre que no podía retractarse de tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad…/ El único crimen que Pete Seeger cometió fue tres acordes y la verdad/ Él cantó sus canciones de libertad realmente buenas, todavía llega su mensaje/ Será mejor que absolváis al viejo Pete Seeger de tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad…/ Bien, será mejor que absuelvas a tu viejo amigo Buddy ahora mismo de tres acordes y la verdad/ Será mejor absolved al viejo Harlan Howard, un íntimo amigo mío/ liberad al viejo Harlan de tres acordes y la verdad.

Ry & Joachim Cooder

Mantenerse firme en Peekskill (Hold the line!)


Manteniendo la líneaDe una cosa a otra. Ayer, con la excusa del poema de Nâzim Hikmet dedicado a Paul Robeson, hablábamos del accidentado concierto de Peekskill, hoy hablamos de una canción que se escribió con dos propósitos: uno, denunciar lo acontecido; y otro, rendir homenaje a la actitud ejemplar de los asistentes, que no sólo tuvieron que aguantar la agresión fascista, sino soportar los golpes del sheriff y de sus ayudantes como si ellos hubieran comenzado con los disturbios. Como dijimos, tras el boicot de las agresiones fascistas, la organización decide suspender el concierto del 27 de agosto y traspasarlo al 4 de septiembre: había sobradas razones, ya que un grupo afín o miembro del Ku Klux Klan fingió linchar a Paul Robeson. El 4 de septiembre vinieron con la lección aprendida, y varios voluntarios hicieron un extenso círculo humano que abarcaba el recinto del concierto al aire libre, mientras que un grupo de aguerridos veteranos de la II Guerra Mundial rodeaban el escenario para proteger la vida de Paul Robeson. Así que cuando los grupos fascistas (no podemos pasar por alto la ironía de que dos de los principales grupos eran asociaciones de veteranos que habían luchado contra el fascismo, alemán o japonés, en la II Guerra), a los que incomprensiblemente se unieron los hombres del sheriff, empezaron a agredir con piedras y palos, esas personas se mantuvieron Un grupo de jóvenes ultras se arremolinan en torno a la policía del gobernador Dewey, quien después culparía de lo sucedido a los "comunistas"firmes, sin romper la línea, estoicamente, limitándose a cantar el himno sindicalista y de los derechos civiles “We shall not be moved”, el famoso “No nos moverán”. En honor a ellos, los Weavers, el grupo formado por varios folksingers como el propio Pete Seeger (que usaría parte de las piedras lanzadas para construirse una chimenea) y Lee Hays, cantó esta canción en honor a esas personas:

Hold the line

Let me tell you the story of a line that was held,
And many brave men and women whose courage we know well,
How we held the line at Peekskill on that long September day!
We will hold the line forever till the people have their way.

Chorus (after each verse):
Hold the line!
Hold the line!
As we held the line at Peekskill
We will hold it everywhere.
Hold the line!
Hold the line!
We will hold the line forever
Till there’s freedom ev’rywhere.

There was music, there was singing, people listened everywhere;
The people they were smiling, so happy to be there –
While on the road behind us, the fascists waited there,
Their curses could not drown out the music in the air.

The grounds were all surrounded by a band of gallant men,
Shoulder to shoulder, no fascist could get in,
The music of the people was heard for miles around,
Well guarded by the workers, their courage made us proud.

When the music was all over, we started to go home,
We did not know the trouble and the pain that was to come,
We go into our buses and drove out through the gate,
And saw the gangster police, their faces filled with hate.

Then without any warning the rocks began to come,
The cops and troopers laughed to see the damage that was done,
They ran us through a gauntlet, to their everlasting shame,
And the cowards there attacked us, damnation to their name.

All across the nation the people heard the tale,
And marveled at the concert, and knew we had not failed,
We shed our blood at Peekskill, and suffered many a pain,
But we beat back the fascists and we’ll beat them back again!

http://www.peteseeger.net/holdline.htm

 

Mantened la línea

Dejadme contaros la historia de una línea que se mantuvo,/ y muchos hombres y mujeres valientes cuyo coraje conocemos muy bien,/ ¡cómo mantuvimos la línea en aquel largo día de septiembre!/ Mantendremos la línea para siempre hasta que el pueblo tenga su manera.// ¡Mantened la línea!/ ¡Mantened la línea!/ Así como mantuvimos la línea en Peekskill/ la mantendremos en todas partes./ ¡Mantened la línea!…/ Mantendremos la línea para siempre/ hasta que haya libertad en todas partes.// Había música, había cante, la gente escuchaba en todas partes;/ la gente sonreía, muy contentos de estar allí –/ mientras en la carretera detrás de nosotros, los fascistas allí esperaban,/ sus maldiciones no podían ahogar la música en el aire.// Todo el terreno estaba rodeado por una banda de hombres gallardos,/ hombro con hombro, ningún fascista podía entrar,/ la música del pueblo fue oída varias millas a la redonda,/ bien guardados por los trabajadores, su coraje nos hizo sentir orgullosos.// Cuando la música se acabó del todo, empezamos a irnos a casa,/ no sabíamos del problema y el dolor que estaba por llegar,/ nos metimos en nuestros autobuses y salimos por la barrera,/ y vimos a los gangsters de la policía, sus caras llenas de odio.// Entonces sin ningún aviso las piedras comenzaron a llegar,/ los polis y los soldados se rieron al ver el daño que se había hecho,/ nos acosaron, para su eterna vergüenza,/ y los cobardes de allí nos atacaron, malditos seas sus nombres.// Por todo el país la gente oyó la historia,/ y se maravilló por el concierto, y supieron que no habíamos fracasado,/ sembramos nuestra sangre en Peekskill, y sufrimos más de un dolor,/ ¡pero rechazamos a los fascistas y los rechazaremos de nuevo!

Words by Lee Hays; Music by Pete Seeger (1949)
(c) 1959 (renewed) by Sanga Music Inc.

No he conseguido encontrar un archivo sonoro de la canción, propiamente dicha, sino insertada en esta grabación en el que el escritor Howard Fast, asistente al concierto y testigo de lo sucedido, relata los hechos. Una transcripción completa la encontramos aquí: http://www.fortunecity.com/tinpan/parton/2/peekskill.html

No nos dejan cantar, Robeson… Tienen miedo


nazim-hikmet-2Si el otro día incluíamos un poema de Nâzim Hikmet cantado por Paul Robeson, hoy es Nâzim Hikmet el que escribe un poema a Paul Robeson, con quien tenía una buena amistad. La historia de este poema transcurre en una historia paralela que tiene lugar en 1949. A finales de los 40, el poeta turco se encontraba preso por sus simpatías comunistas, y su liberación se convirtió en una de las principales causas de la intelectualidad internacional. Ese mismo año, se forma un comité para exigir su liberación, formado por Pablo Picasso, Jean Paul Sartre y Paul Robeson. Nâzim Hikmet estaría en prisión hasta el año 50, después de haber protagonizado una impactante huelga de hambre que conmocionó al mundo entero.

Concertgoers in Peekskill, New York face racist mobs brainwashed by anti-communist, cold war propaganda against Paul Robeson and the left in the United States. Robeson performed during this period under threat of injury and death.

Ese mismo año, el 27 de agosto, Paul Robeson fue invitado a cantar en Peekskill en beneficio del Consejo de los Derechos Civiles, Nueva York, junto a otros artistas famosos por su activismo como Woody Guthrie, Pete Seeger y su esposa Toshi, y Lee Hays. Según nuestra fuente, ya se habían celebrado en ese mismo lugar tres conciertos sin el menor incidente, pero Robeson se estaba destacando como dos cosas que cierta gente detestaba: por un lado, como un defensor de los derechos civiles que había levantado airado su voz en varias ocasiones contra el infame KKK; y, por otra, como un comunista. De manera que, convocados por el Ku Klux Klan de la zona, varias organizaciones de extrema derecha, algunos de veteranos de la Ultraderechista quemando partiturasguerra, se personan en la zona y comienzan, primero, con insultos tales como “¡Volveos a Rusia, negros blancos!” y, luego, con agresiones. El propio Robeson queda paralizado en su coche mientras se le impide salir a encararse con la turba: quizás no viera que los fanáticos de la supremacía blanca habían fingido su linchamiento con una figura y una cruz ardiendo. La policía, por su parte, que se presenció más tarde, no hace nada contra éstos, pero sí reacciona contra los asistentes al concierto que intentan plantarles cara. El concierto tuvo que posponerse hasta septiembre. Mientras los asistentes protestaban contra el disturbio provocado por los grupos anticomunistas, antinegros y antisemitas –¡muchos de ellos veteranos de la II Guerra Mundial en el ejército de los Estados Unidos!- y la connivencia de las fuerzas del orden público y de los políticos, uno de los dirigentes de estas asociaciones, la Legión Americana, declaraba: “Nuestro objetivo era impedir el concierto de Paul Robeson y creo que cumplimos nuestro objetivo.” Pcar_peekskill_riotsor su parte, los organizadores, varios asistentes y el propio Robeson, que anunciaba su compromiso para el siguiente concierto, emprendían acciones de protesta y legales. En una de estas acciones de protesta en Harlem, Robeson declaraba: “Seré leal a la América de las verdaderas tradiciones; a la América de los abolicionistas, de Harriet Tubman, de Thaddeus Stevens, de aquellos que lucharon por la libertad de mi pueblo, no la de aquellos que intentaron esclavizarlos (…) Volveré con mis amigos a Peekskill…” (la traducción es mía). Y también defendía su derecho a cantar a pesar del color de su piel y de sus ideas: «Voy a cantar donde quiera que la gente quiera que cante… y no me asustan las cruces que arden ni en Peekskill ni en cualquier otro lugar» (http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Robeson).

La policía cargando contra los asistentes al conciertoY, efectivamente, así fue: Paul Robeson volvió para el concierto del 4 de septiembre. Como vieron que ellos no podían contar con la policía, varios voluntarios se organizaron como personal de seguridad, especialmente aquellos que habían luchado en la II Guerra, rodeando al cantante. La actuación de Seeger transcurrió sin incidentes, pero tras el concierto aparecen de nuevo los reventadores del primer concierto, portando insignias patrióticas y, seguramente, emblemas e insignias fascistas. Organizadores, participantes y asistentes, entre los que se encuentra el escritor Howard Fast, deciden hacer una línea humana y tomar la vía de la no-violencia cantando el himno sindicalista y de los derechos civiles “We shall not be moved” (“No nos moverán”). Por otro lado, los alborotadores arremetieron contra varios vehículos; en un coche en el que iban Seeger, Hays, Toshi y Guthrie, éste tuvo que poner una camisa roja para evitar la rotura del cristal. Eugene Bullard, el primer aviador negro y veterano de la I Guerra Mundial, fue derribado y golpeado por la masa, una acción por la que, a pesar de haber testimonio fotográfico, nadie fue encausado. 

Robeson protegido por varios voluntariosTras esto, más de 300 personas fueron a pedir explicaciones al gobernador Thomas Dewey, que se negó a recibirlos aduciendo que habían sido los comunistas los iniciadores del disturbio. Las denuncias interpuestas hacia las ligas ultraderechistas de veteranos de guerra fueron desestimadas. Otros políticos cargaban directamente contra los organizadores del concierto y sus figuras: representando a Mississippi, John E. Rankin culpaba directamente a Robeson, y cuando el congresista Jacob Javits se refirió a estos disturbios como un atentado contra la democracia y la libertad de opinión, el de Mississippi le contestó furiosamente “No me sorprende oír a los Varios asistentes protegen el perímetro del concierto de septiembrecaballeros de Nueva York defender al enclave comunista” y que el pueblo americano no simpatizaba con aquel negro comunista y con aquella manada de rojos. El congresista sureño había empleado el término despectivo nigger, y cuando se sugirió que probablemente se había equivocado, el caballero sureño remarcó en voz alta lo que había dicho. Otro congresista del sur, Edward E. Cox, denunció a Robeson como un agente agitador comunista.

Eugen Bullard, héroe de guerra, derribado por los hombres del sheriffPero no se detuvo ahí la cosa: mientras conciertos benéficos de similares características se arruinaban por la acción calculada de movimientos de extrema derecha, el nombre de Paul Robeson, el hombre que acudió para una buena causa, quedó manchado ante la opinión pública: muchos de sus conciertos fueron cancelados y su nombre retirado de los cuadros de honor de los honorables sitios a los que había pertenecido. En la década siguiente se produciría su juicio por parte del comité de Actividades Antiamericanas.

Fuentes: http://en.wikipedia.org/wiki/Peekskill_Riots

Otros sitios, con más info y fuentes:

http://www.trussel.com/hf/americanheritage.htm

http://www.bencourtney.com/peekskillriots/

http://www.trussel.com/hf/pkphotos.htm

nazim hikmetSu amigo Nâzim Hikmet, en prisión, se enteró de lo acontecido, y seguramente no pudo evitar establecer un paralelismo: Hikmet estaba encarcelado por una pseudodemocracia que estaba abalada por la misma gran democracia que había permitido el desprestigio del cantante afroamericano. Éste es un fragmento de su poema “Miedo”, solidarizándose, como él lo hiciera, con su amigo del otro continente.

Korku

Bize türkülerimizi söyletmiyorlar Robson
inci dişli zenci kardeşim
kartal kanatlı kanaryam
türkülerimizi söyletmiyorlar bize,
Korkuyorlar Robson
şafaktan korkuyorlar,
görmekten, duymaktan, dokunmaktan korkuyorlar.
Yağmurda çırçıplak yıkanır gibi ağlamaktan,
sımsıkı bir ayvayı dişler gibi gülmekten korkuyorlar.
Sevmekten korkuyorlar, bizim Ferhad gibi sevmekten
(Sizin de bir Ferhad’ınız vardır elbet Robson, adı ne?)
Tohumdan ve topraktan korkuyorlar,
akan sudan ve hatırlamaktan korkuyorlar.
Ne iskonto, ne komisyon, ne vade isteyen bir dost eli
sıcak bir kuş gibi gelip konmamış ki avuçlarının içine,
Ümitten korkuyorlar Robson, ümitten korkuyorlar, ümitten.
Korkuyorlar kartal kanatlı kanaryam…

Miedo

No nos dejan cantar nuestras canciones, Robeson,/ mi amigo africano de dientes como perlas,/ mi canario con alas de águila./ No nos dejan cantar nuestras canciones,/ tienen miedo, Robeson,/ miedo del alba,/ de ver, de oír, y de tocar,/ de llorar como de ducharse el cuerpo desnudo bajo la lluvia;/ tienen miedo de la risa como de morder un membrillo duro,/ tienen miedo de amar, como nuestro Ferhad*/ (debéis tener un Ferhad, Robeson, ¿cómo se llama?);/  tienen miedo de la semilla y de la tierra,/ del agua corriente y de recordar/ una mano amistosa que no pide un descuento, ni una comisión o crédito;/ nunca han puesto en sus palmas como si fuera un –libre y tranquilo- pájaro;/ tienen miedo de la esperanza, Robeson, de la esperanza, la esperanza;/ tienen miedo, mi canario con alas de águila.

Nâzim Hikmet

(traducción hecha en base a la que nos ha facilitado en inglés nuestra amiga Evin Okçuoğlu)

* Ferhad es el nombre de un legendario amante turco.

En 1971, el grupo Aguaviva cantaba una adaptación, musicalizada por Manolo Díaz, con el nombre de “No nos dejan cantar”. Aunque el texto presenta alguna que otra variación (desconozco al traductor-adaptador), sigue siendo bastante fiel, y su mensaje bastante actualizado para la situación sociopolítica de los años 70, sobre todo cuando aquí también, cuando no era la propia policía, matones de ultraderecha boicoteaban conciertos y espectáculos diversos, siempre y cuando la censura, por otro lado, los hubiera permitido:

Bells of Rhymney (poema de mineros)


Tyldesley_miners_outside_the_Miners_Hall_during_the_1926_General_StrikeEl poema que hoy traigo lo conocí, como tantas otras veces, a través de la música, en esta ocasión a través del gran trovador estadounidense Pete Seeger. La historia es ésta:

En 1926, debido a varias causas económicas, de la política económica del propio Churchill, y de los efectos de la I Guerra Mundial (cuyos efectos sobre la población obrera mundial deberían salir más a la luz), estalló en el Reino Unido un Huelga General, protagonizada sobre todo, por los mineros, que fracasó. El suceso ha tenido varios reflejos en la cultura popular, el más famoso quizás sea este poema que el poeta galés Idris Davies (Rhymney, 1905-1953) escribió reflejando el estado anímico de la minería de su ciudad, Rhymney, que nuestro gran Pete Seeger musicalizó poco después de la muerte del poeta galés:

The bells of Rhymney

Oh, what will you give me?
Say the sad bells of Rhymney.
Is there hope for the future?
Say the brown bells of Merthyr.
Who made the mine owner?
Say the black bells of Rhondda.
And who robbed the miner?
Say the grim bells of Blaina.

They will plunder willy-nilly,
Say the bells of Caerphilly.
They have fangs, they have teeth,
Shout the loud bells of Neath.
Even God is uneasy!
Say the moist bells of Swansea.
And what will you give me?
Say the sad bells of Rhymney.

Throw the vandals in court,
Say the bells of Newport.
All would be well if if if if if if…
Say the green bells of Cardiff.
Why so worried, sisters, why?
Sang the silver bells of Wye.
And what will you give me?
Say the sad bells of Rhymney.

Las campanas de Rhymney

Oh, ¿qué me daréis?/ Dijeron las tristes campanas de Rhymney./ ¿Hay esperanza para el futuro?/ Dijeron las campanas marrones de Merthyr./ ¿Quién hizo al propietario de la mina?/ Dijeron las negras campanas de Rhondda./ ¿Y quién robó a los mineros?/ Dijeron las graves campanas de Blaina.// Saquearán queramos o no,/ Dijeron las campanas de Caerphilly./ Tienen colmillos, tienen dientes,/ Dijeron las claras campanas de Neath./ ¡Hasta Dios está inquieto!/ Dijeron las húmedas campanas Swansea./ ¿Y qué me daréis??/ Dijeron las tristes campanas de Rhymney.// Lanzar a los vándalos en el tribunal,/ dijeron las campanas de Newport./ Todo estaría bien si, si, si, si, si, si…/ Dijeron las verdes de Cardiff./ ¿Por qué estáis tan abrumadas, hermanas, por qué?/ Cantaron las plateadas campanas de Wye./ ¿Y qué me daréis?/ Dijeron las tristes campanas de Rhymney.


La canción que Seeger hizo recibió varias versiones a lo largo de la historia. De todas ellas, quizás por ser una de las primeras, y aún de las primeras en clave de rock, destaca esta espléndida e impecable versión de los Byrds. Además, cuando los Byrds comenzaron a versionar en clave de folk-rock las canciones de Seeger, como ésta o “Turn! Turn! Turn!”, debido a la caza de brujas del fascista senador McCarthy, el gran trovador de los derechos civiles y laborales estaba vetado en la gran mayoría de medios de comunicación y poblaciones, incluso en el programa de radio que él había creado. Así que cuando los Byrds cantaron sus canciones fue como vengarle en cierta medida, hasta el punto que el mismo Seeger envió una carta al grupo agradeciéndoles su reconocimiento, lo cual viene a contradecir a los que sostienen que se enfadó con Dylan por la electrificación de sus canciones…

Marcelino


Marcelino Camacho

(1918-2010)

y1pzqGMKxYyhmwiQIUgMd9aB3pl2EIT35Z4m2GBjf8UtTShaINsJm6C0SOVyN825UwXMZiDDjossjg

Sindicalista

Marcelino

Ya estas aquí de pie,
inquebrantable aliento de nosotros.
¿Qué dirán ahora los que ayer?
Te cubrían de lodo.
Cuando habla la razón no cabe la revancha ni el rencor

Hay que apretar el puño y caminar.
Hay que juntar las fuerzas y caminar.

Ya estas aquí de pie
con esa forma tuya de enseñarnos:
dos pasos adelante y uno atrás,
si es necesario.
Se trata de luchar teniendo como arma la verdad.

Hay que apretar el puño y caminar.
Hay que juntar las fuerzas y caminar.

Ya esta aquí de pie
para brindar tu ejemplo al compañero
que dijo alguna vez no puedo mas
y aquí me quedo.
Será fundamental que todos defendamos la unidad.

Hay que apretar el puño y caminar.
Hay que juntar las fuerzas y caminar.

Ya estas aquí de pie,
semilla de un mañana victorioso,
cimiento de una patria elemental
donde hablen todos.
Se trata de arrancar, nunca se regaló la libertad.

Hay que apretar el puño y caminar.
Hay que juntar las fuerzas y caminar.

Letra y música:

Víctor Manuel

Inicios de la Canción de Autor: la Nova Cançó Catalana


Retomemos la historia donde la habíamos dejado: a principios de los 60, la canción de autor distaba mucho de ser un fenómeno de masas, entendida a la manera de los grandes cantantes rutilantes estrellas del pop o de la canción melódica(cosa que tampoco pretendió nunca).

Paco Ibáñez y Chicho Sánchez Ferlosio ya grababan discos, pero era difícil, cuando no imposible, escucharlos. Por su parte, Raimon ya cantaba también, y en 1964, a la vez que salía su 1er EP, aparecía en televisión cantando dos de sus canciones más emblemáticas: "Al vent" y "Diguem no". Aquello debió de ser un aldabonazo en la conciencia colectiva de los españolas, unos deslumbrados por el joven trovador de Xátiva, otros escandalizados por el espectáculo que estaba dando aquel rojo independentista: tal fue así, que Raimon no pudo volver a aparecer en televisión hasta casi los años 80. Y el caso es que estas dos canciones, especialmente la de "Al vent", no son excepcionalmente hirientes; pero en "Al vent", aunque en apariencia no diga "nada", se nota una fuerza y una rabia que los productores y directivos adeptos al régimen no podían consentir. Pero a Raimon no le hacía falta televisión para ser conocido: a mediados de los 60 él era ya todo un símbolo. Pero para entender esto, es preciso dar un poco marcha atrás…

La Nova Cançó Catalana

Si hubo alguna especie de movimiento o propuesta que pusiera en marcha todo el movimiento de cantautores españoles, ese fue, sin lugar a dudas, la Nova Cançó Catalana: el término "nueva canción" (en todos los lenguajes: nueva, nova cançó, nova canción o cantiga, kanta berria) viene a significar un movimiento musical en el que la canción se entiende como instrumento para una finalidad más o menos concreto, no para mero divertimento, distracción o deleite de los altos sentimientos; cada movimiento, incluso cada cantautor, lo entenderá de una manera u otra: denuncia cotidiana, protesta política, reflexión filosófica, reivindicación regional o nacionalista… Pero siempre con una enorme dimensión de profundidad del texto. Así pues, la Nova Cançó Catalana se configuró en torno a unas figuras concretas que entendían que la canción suya debía estar primero escrita en catalán, y, después, servir de instrumento para poner de manifiesto todas sus inquietudes, a la vez que cierta reivindicación, recuperación y dignificación de la lengua y la cultura catalana, así como de su literatura. Estos objetivos deslumbrarían a otros en Galicia y País Vasco que se concentrarían en colectivos iguales a Setze Jutges o Grup de Folk.
De todos los movimientos "cantautoriles" que ha habido, ha sido precisamente el de la Nova Cançó el más criticado y atacado, y no necesariamente desde la derecha o la extrema-derecha, sino incluso desde la izquierda y hasta dentro de la Nova Cançó, como veremos en seguida: las acusaciones más repetidas eran, a Setze Jutges, un supuesto carácter burgués (que ahora veremos), y a algunos miembros de Grup de Folk y de la posterior música Laietana, la acusación de no comprometerse (políticamente), además de la consabida acusación de ser nacionalistas: una verdad a medias, incluso a veces una mentira, pues las letras de temática regionalista o nacionalista, comparadas con la producción vasca, gallega, andaluza y canaria, son estadísticamente menores en el caso catalán. ¿Por qué? Quizás consideraran que ya el uso del catalán era suficiente para manifestar sus ideas al respecto.
Sobre el carácter burgués: tras el 39, de alguna manera, la burguesía catalana (no toda) consigue sobrevivir con cierta tolerancia por parte del régimen. Apunto en primer lugar lo de la burguesía catalana porque hay quien lo considera determinante en el nacimiento y desarrollo de la Nova Cançó ¿Fue eso verdad? Pues ni tanto ni tan calvo. Es cierto que algunos sectores de la burguesía apoyaron el desarrollo de la Nova Cançó con inversiones en la discográfica EDIGSA, pero al mismo tiempo, esa ayuda no fue distribuida por partes iguales. Por ejemplo, Raimon niega en una entrevista concedida a Triunfo que haya recibido esa ayuda. Por supuesto, el argumento de la financiación "burguesa" (y hay que decir que dentro de la burguesía catalana había de todo: desde viejos republicanos de Izquierda Republicana, pasando por los conservadores descendientes de los antiguos rabassaires -nacionalistas, pero anti-marxistas-, hasta independentistas) fue utilizado por la prensa hostil al fenómeno para desacreditarles como cantantes populares, es decir, en cuanto tenían la intención de dirigirse al pueblo: está claro que esta acusación dolía mucho más que la de comunista, nacionalista, anarquista o independentista, especialmente cuando muchos de sus miembros pertenecían a cierta burguesía (Llach era hijo de un médico republicano) o practicaban algún tipo de profesión liberal, como muchos de los miembros fundadores de Setze Jutges.
Sin embargo, aunque fuera efectiva esa gran ayuda económica por parte de elementos burgueses, esto no explica suficiente ni necesariamente el gran éxito a nivel nacional que la mayoría de sus componentes tuvieron, incluso internacionalmente. Si acaso, la única ayuda creíble y visible fue la creación del sello EDIGSA para distribuir la labor de este fenómeno.
Pero, ¿por qué es precisamente Cataluña, más precisamente Barcelona, en donde se da el pistoletazo de salida a la canción de autor española como fenómeno popular? Quizás la respuesta sea la misma que para explicar el arraigue de otros fenómenos musicales en distintos países, incluso ciudades: el carácter de Barcelona como ciudad universal. Desde siempre Barcelona ha sido uno de los punto turísticos más solicitados, quizás porque, incluso después del 39, Barcelona ha gozado siempre de cierta libertad creativa y de una vida cultural muy plena, mucho más que Madrid: por ejemplo, desde muy temprano se empieza a desarrollar cierto movimiento underground que el régimen dejó en paz porque era demasiado minoritario y subterráneo (underground) para suponer una seria amenaza contra su moral. Geográficamente influyó en su carácter el hecho de ser ciudad marítima y su proximidad con Francia: de esta manera era más fácil la importación (legal o clandestina) de discos de los cantautores franceses; en esto, el puerto de Barcelona actuó de la misma manera que el de Liverpool para los Beatles: los marineros traían discos y música hasta ahora desconocida.

Dado que Paco Ibáñez empieza trabajando en el extranjero y Chicho Sánchez Ferlosio graba anónimamente en Suecia, nos quedan Raimon y los Setze Jutges dentro de nuestras fronteras para proclamar ser la primera manifestación de Nueva Canción o canción de autor hecha dentro del país. Y aún más, mucho antes de que Paco y Chicho comenzaran a cantar, ya una antigua enfermera catalana del POUM exiliada en Francia había comenzado a hacer algo, imbuida en el ambiente bohemio parisino en un primer momento, que más tarde será reconocido como Nova Cançó catalana: Teresa Rebull comienza a hacer canción de autor en catalán entre los años 40 y 50 y en adelante. Ignoro si llegó a influir de alguna manera en los pioneros de la canción de autor catalana, pero su precursión de la Nova Cançó es totalmente indiscutible.

Els Steze Jutges, el Grup de Folk y otros


Raimon, cantante cívico ("La crisis de la Nova Cançó", Luis Carandell: www.triunfodigital.com) Raimon era un chaval valenciano, jativés (xatives) al que un día, de viaje en motocicleta, se le vinieron a la cabeza estas palabras "Al vent, la cara al vent, les mans al vent…". Como él mismo decía, en aquel año de 1959, con 18 añitos, compuso "con toda la ingenuidad de la juventud, pero con unas ansias tremendas de cambiar el mundo" (presentación de la canción durante el Recital de Madrid en 1976) una canción sencillísima, facilísima,pero que tendría una trascendencia impresionante. Raimon Peleguero Sanchís era hijo de un anarco-sindicalista que se preocupó de desmentir todo aquello que a su hijo le contaban en la escuela. Se trasladó a Barcelona para estudiar la licenciatura de Historia y pronto le empieza a influenciar el pensamiento italiano inspirado en Antonio Gramsci, así como, musicalmente, la canción de autor italiana (que influyó sobre los cantautores catalanes bastante, aunque a niveles menos notorios que la canción francesa), aunque previamente había pasado por la experiencia rockera con Los Diablos Rojos (de hecho, muchos insisten en que "Al vent" parece más una canción de rock que de autor). Comienza a grabar sus primeros sencillos en EDIGSA, la casa discográfica fundada explícitamente para los cantantes en catalán. Raimon es el primer cantautor catalán conocido y popular fuera de Cataluña o de los Països Catalans, y durante la década de los 60 se dedica a dar recitales a lo largo de casi toda la geografía española: Bilbao, Santiago, Madrid… En 1964 aparece en TVE, cantando dos de sus primeras canciones y, desde siempre, más emblemáticas: "Al vent" y "Diguem no". Esta actuación provoca un enorme revuelo, y, como resultado, es vetado en TVE hasta 1980. No sería su único "escándalo": el recital en 1968 en la facultad de Ciencias Políticas de Madrid, que sí había sido permitido tanto por el rector como por la gobernación civil, acaba mal: debido a ciertos "desórdenes" por parte de los estudiantes, la policía se cree que debe intervenir. El recital (del que se conservan muy pocas imágenes) acaba en desbandada y conInstantánea de Raimon durante el recital de la Facultad de Ciencias Económicas tomada por Juan Santiso Raimon escoltado por los estudiantes. Resultado: a Raimon se le prohíbe actuar en Madrid hasta 1976. Todos estos hechos ayudaron a engrandecer la figura de Raimon: para las autoridades, un artista subversivo y peligroso, al que permitían hasta cierto punto por mantener una imagen de cara al exterior (Raimon ya era famoso fuera de España); para la juventud contestataria, catalano-hablante y no, un símbolo de rebeldía; y para muchos cantautores noveles, un obligado referente: deslumbrados por sus actuaciones, a lo largo de toda España, aprecerán nuevos cantores como los que se juntaron en Voces Ceibes, Canción del Pueblo o Ez Dok Amairu.

Audiència_Pública__trabajo_colectivo_en_directo_de_algunos_miembros_de_Els_Setze Al tiempo que Raimon comenzaba sus andanzas en Barcelona (a dónde se había trasladado a estudiar), comenzaba en Cataluña un bonito proyecto enmarcado en la reivindicación y recuperación del catalán y de la cultura catalana en general a través de la música, cuando Delfí Abella (médico), Josep María Espinàs (novelista y abogado), Remei Marguerit (profesora de música), Miquel Porter (librero y crítico de cine) y otros, dentro de la bohemia estudiantil contestataria catalana de principios de los 60, en marcha Els Setze Jutges. El nombre del colectivo hace referencia a un trabalenguas catalán cuya elección, seguramente, podría esconder una doble intención:

Setze jutges d’un jutjat/ mengen fetge d’un penjat; si el jutjat es despengés es menjaria els setze fetges dels setze jutges que l’han jutjat.

(Dieciséis jueces de un juzgado comen hígado de un ahorcado; si el ahorcado se descolgara, se comería los dieciséis hígados de los dieciséis jueces que le juzgaron). Lluís Llach ("Cánticos de la Transición", Álvaro Feito: www.triunfodigital.com)

Fue casualidad (no se pretendió) que los jóvenes que reclutaron para el colectivo más ellos  sumaran justamente 16. Entre ellos se contaban los que luego serían los brillantes Joan Manuel Serrat, Quico Pi de la Serra, María del Mar Bonet, Guillermina Motta… y el nº 16, para algunos el mejor de todos: Lluís Llach (Raimon no perteneció oficialmente a los jueces, si bien colaboró con ellos). Venían de Cataluña, Valencia e Islas Baleares, unidos por la lengua catalana y su poesía. Las premisas del grupo son claras: defender y difundir la lengua catalana, así como su poesía, y rechazar el folklore tan utilizado (castigado) por el franquismo; para ello utilizan el estilo que entonces hacía furor entre los intelectuales Francesc "Quico" Pi de la Serra (www.triunfodigital.com)(término que uso sin intención peyorativa): la canción francesa de Georges Brassens, Jacques Brel, Leo Ferre, etc. De hecho, Espinàs es uno de los  primeros en cantar temas de Brassens. Tal vez fuera que se quedaron anticuados, o tMaría del Mar Bonet ("Cánticos de la Transición", Álvaro Feito: www.triunfodigital.com)al vez que sus preceptos eran muy estrictos, pero la verdad es que cuando cada uno de los Jutges empezó a evolucionar y a encontrarse a sí mismo musicalmente, el colectivo se disolvió. Había cierto abismo conceptual estético entre los más viejos y  los más jóvenes: los fundadores eran partidarios de la austeridad a ultranza, mientras que los más jóvenes, que, como dice Pi de la Serra, preferían  estar en el bar que ensayando, querían evolucionar hacia otro tipo de música, sin que ello resultara una renuncia al estilo francés: quizás por esta razón, Mª del Mar, más próxima a los cantos tradicionales baleares que a la tonada afrancesada, se pasara al grupo "rival", el Grup de Folk, y Quico Pi de la Serra acabara colaborando con ellos.

Joan Manuel Serrat en el teatro Tívoli, Barcelona 1972 http://www.sinera.org/tot-art/soliart/index.htm En lo tocante a la lengua también hubo mucha polémica: se recuerda la agria polémica que surgió cuando Serrat, rompiendo un poco los preceptos de los Jutges que le vieron nacer, comienza a cantar en castellano también, y a musicar poemas de Antonio Machado. Muchos ven esto como una traición, le acusan de oportunista, de querer ser comercial; Serrat se defiende con los mismos argumentos a día de hoy: "Canto en la lengua en la que me intentan reprimir", que también usará cuando se niegue a ir a Eurovisión, alegando querer cantar en catalán; quizás fuera una demostración de que él no había traicionado su lengua catalana. A raíz de este cambio de lenguaje, se forma eGuillermina Motta ("La crisis de la Nova Cançó", Luis Carandell: www.triunfodigital.com)n la Nova Cançó como dos frentes: los catalanistas y los bilingüsitas; los "catalanistas" (Raimon, Pi de la Serra) critican este cambio, porque, precisamente, se había comenzado a cantar en catalán como reivindicación de la lengua y la cultura catalana, y consideran que este cambio no responde sino a motivos económicos: Serrat ya había logrado un buen éxito cantando sólo en  catalán, así que cantando en castellano duplicaría las ventas. Del lado de Serrat estaban los "bilingüsitas": Guillermina Motta, Enric Barbat, y otros, que defendían la libertad de expresarse en el idioma que ellos eligieran. Quién tenía razón y quién no, entonces era difícil saberlo, ya que ambas razones eran buenas. No hay más que ver que con el tiempo, con la llegada de la democracia y de una normalización y dignificación de las lenguas cooficiales, estas tensiones (que en gran medida eran producto del furor juvenil) se relajaron, y nadie critica a ninguno ya por cantar en catalán o en castellano.

Grup de Folk Un poco después del acto fundacional de Setze Jutges se creo en Cataluña otra propuesta musical-cultural catalana opuesta a esta otra: El Grup de Folk compartía el amor a la lengua, pero no los preceptos culturales ni musicales de sus paisanos. Respecto al lenguaje, el Grup de Folk era mucho menos estricto en sus preceptos, y no rehúsan cantar en castellano versiones de canciones latinoamericanas o canciones tradicionales castellanas. Musicalmente estaban más predispuestos al folk norteamericano, con las enormes figuras de los años 50 como Mavina Reynolds y Pete Seeger, y con las nuevas: Dylan, Joan Baez…, además, aceptaban y usaban libremente (todo lo libre que se pudiera) el folklore catalán, valenciano y balear. Culturalmente no están dispuestos a rescatar figuras decimonónicas o de antes de la guerra, rendidos ante el encanto de nuevas poesías extranjeras como era la poesía beat, con un genial Allen Ginsberg al frente. Pau Riba,Pau Riba ("Cánticos de la Transición", Álvaro Feito: www.triunfodigital.com) quien, con razón, es apodado "l’enfant terrible de la Nova Cançó", actúa un poco como ideólogo del grupo, llega a tener declaraciones sobre los Jutges, para mi gusto, exageradas y fuera de lugar: no pienso que la contraposición cultural les separara, no cuando más adelante colaboraban todos juntos. Para Pau, los Jutges eran la expresión musical de la burguesía catalana, en cuanto querían recuperar escritores y poetas decimonónicos (curiosas declaraciones viniendo del nieto del excelso poeta catalán Carles Riba); su propuesta, frente a la burguesía literaria y la musical, representada por el gusto afrancesado, era, por un lado, el folk norteamericano extrapolado a Cataluña, y, por otro, las nuevas figuras musicales del movimiento hippy, del que Pau llega a pensar que fuera la respuesta contra la repersión franquista.

Sin embargo, desde mi punto de vista, las palabras de Riba son, hasta cierto punto, exageradas: si bien había cierto choque ideológico, la relación entre ambas tendencias no fue siempre necesariamente de rivalidad encarnizada: también hubo colaboraciones, más aún tras la ruptura de ambos grupos. En cualquier caso, es verdad que El Grup de Folk trajo cierto remozamiento a la Nova Cançó, lejos de parecer grises intelectuales marxistas como venía siendo la moda y que, de algún modo, los Festival del Parc de la Ciutadella. Maig del 67. En Xesco, a la dreta, Jaume Arnella al centre Jutges representaban (no digo que lo fueran). Entre los integrantes del Grup estaban Pau Riba, Jaume Sisa, Marina Rossell, Jordi Roure, Xesco Boix, Albert Batiste, los hermanos Casajona, y un largo etcétera. Junto a ellos colaboró el inmortal Ovidi Montllor, y también María del Mar Bonet y Pi de la Serra. Además, el Grup de Folk fue el precursor de un cierto movimiento hippie catalán, amante de los sonidos narcotizantes del rock progresivo, que alcanzaría su esplendor en la llamada Música Laietana. Estos folkloristas, quizás siguiendo el ejemplo musical de Dylan, derivarían a músicas más imaginativas: la psicodelia y el rock progresivo. A principios de los 70, Sisa, Batiste y Riba, junto a un ex-componente de los madrileños Canción del Pueblo, que vino a Barcelona buscando el ambientillo hippie, José Manuel Brabo, más conocido como "el Cachas" (por cierto, el primer cantautor que no usa la palabra) graban un sencillo conjunto titulado Miniaturas, que es una muestra de buen hacer psicodélico. Más adelante, Cachas, Sisa y Batiste, junto a Selene, formarían el grupo de rock progresivo Música Dispersa, que sólo registró un LP con el mismo título que el grupo.

Pau Riba: Elèctroccid àccid alquimístic xoc El Grup de Folk fue, en muchos aspectos, el germen de cierto movimiento musical hippie en los Països Catalans. Ya a finales de los 60, dentro de ellos, se habían creado grupos al estilo de los grupos de folk y folk-rock estadounidenses como Mamas & Papas o Peter, Paul & Mary: grupos como Esquirols o Falsterbo 3, que comenzaron versionando las canciones que habían oído a los folkies estadounidenses. Pero, mientras que algunos de sus miembros, como Xesco Boix -empedernido admirador de Pete Seeger- o Marina Rossell -romántica pero ardiente voz mediterránea-, se mantenían fieles a las formas musicales iniciales del colectivo, Pau Riba, Jaume Sisa, Albert Batiste y otros, que habían comenzado como cantautores folk, al estilo estadounidense, derivarían en una especie nueva de cantautores, diferentes hasta cierto punto de otros: en ellos, más que la letra, primaba más la creación musical. Sus nuevos referentes eran el Bob Dylan eléctrico, Jimi Hendrix, Beatles, los grandes grupos de rock progresivo (Pink Floyd, King Krimson), mientras que la letra pierde su efecto reivindicativo: se renuncia a hacer canción protesta y política, optando por otra variedad Jaume Sisa: Qualsevol nit pot sortir el sol de temas, que van desde lo más filosófico del "Es fa llarg esperar" de Riba a lo más naïve del "Qualsevol nit pot sortir el sol" de Sisa. Estos cantautores son los precursores de la llamada Música Laietana, un fenómeno en el que brillaban los grupos de rock progresivos catalanes como Iceberg, Máquina!, Companya Elèctrica Dharma, Ia & Batiste, etc., y rumberos rumbosos como el inolvidable Gato Pérez, cronista de la Barcelona de la transición. Muchos de ellos se dieron cita en aquel macro festival, a imitación del famoso Woodstock: Canet Rock, compartiendo cartel con Mª del Mar Bonet (a pesar de que el elemento reivindicativo político había desaparecido)Ramón Muntaner ("Cánticos de la Transición", Álvaro Feito: www.triunfodigital.com), Lole y Manuel -los gitanos hippies- y Gualberto y su flamenco psicodélico.

A mediados de los 70, a pesar de la total o parcial disolución de los dos antiguos grupos principales de la Nova Cançó, llegan nuevos talentos tales como el genial Ramón Muntaner, el melódico Joan Isaac, el romanticismo progresivo de Joan Baptista Humet, el folk-rock duro de Coses… Y muchos más, demostrando que la canción de autor catalana todavía podía ofrecer nuevas sorpresas, especialmente durante aquellos duros años de cambio político, que es cuando más se les necesitó tal vez.

No cabe a día de hoy (sería absurdo) decantarse ferozmente por una de las dos tendencias, cuando los mismos miembros, al disolverse los colectivos, se acercaron generalmente. Els Setze Jutges aportó la recuperación de las letras catalanas y la entrada en España de la Chanson, mientras que El Grup de Folk importó la canción protesta norteamericana, la música contemporánea y la recuperación del folklore. Sin duda alguna, los catalanes fueron los iniciadores del estilo, especialmente su cabeza más visible: Raimon, sin olvidar a “l’avià –la abuela- de la Nova Cançó”, Teresa Rebull.

Historia de la Canción de Autor 1956-1968


Paco Ibáñez (www.triunfodigital.com) No es exagerado, quizá, plantear como fecha de nacimiento de la canción de autor española el año 1956, año en el que Paco Ibáñez graba su primera canción sobre un poema de Góngora. Como ya hemos visto, le seguirían también en un primer momento Chicho Sánchez Ferlosio, Raimon y la Nova Cançó en los primeros 60. Conviene recordar cuáles fueron, en general, los puntos de partida comunes de todos ellos.
Artísticamente, llegan nuevos aires de fuera. Ya hemos citado en innumerables ocasiones todos los estilos que vienen llegando desde Francia, Latinoamérica, Estados Unidos y Portugal. Sin embargo, podemos hacer un resumen breve de sus características principales.

  • La Chanson Françaisse: muy rica en los textos, poéticos, cargados de nostalgia e ironía. Estuvo, al menos algunos de sus cantores, muy vinculada al movimiento existencialista, de ahí que muchos de los textos tengan una considerable carga filosófica, además de textos muy románticos y melancólicos, típicos del París más bohemio. La carga política la traen, sobre todo, los textos de Brassens y Ferré, ambos de tendencia anarquista (al igual que Brel).
  • La canción de Estados Unidos, en un primer momento (1940-1960), está unida indesligablemente al movimiento folklórico de los años 30-40, tanto del folklore negro como del blanco; al mismo tiempo, se une a los movimientos sindicalistas y pro derechos civiles. En un 2º momento, la canción folk adopta el texto gracias a (pero no sólo) Bob Dylan.
  • La canción latinoamericana surge también muy unida a la política y al foklore, también a la elaboración del texto. Y, por otro lado, (y esto es una elucubración total mía) la canción se enriquece con una especial intuición para la ternura que poseen cantantes como Atahualpa o Violeta.
  • La canción portuguesa quizás fue, junto a la latinoamericana, la más comprensible para nuestros cantantes (especialmente para los gallegos), no sólo por la proximidad geográfica, sino también por las coincidencias históricas. José Afonso, Zeca, representó para muchos la dignificación de la música popular, pues surgió bastante unida a la música popular portuguesa.

"Una voz hacia la libertad": Raimon en el recital de Madrid. Foto de F. Millán (triunfodigital.com) Ahora bien, ¿qué condiciones se dan para que surja en España una canción de autor? Simplificando las cosas al máximo, la dictadura, diríamos, pero concretando más sus consecuencias y causas: no sólo era la falta de libertades, ni la férrea moral de la doctrina nacional-católica, ni el patriotismo exacerbado, ni el paternalismo populista del dictador dirigido a las clases más humildes; era también la acuciante necesidad de recuperación de una cultura nacional desterrada desde el año 39, y también la necesidad de reivindicar otras identidades y lenguas, llamadas entonces "peculiaridades regionales", que habían sido relegadas al ámbito privado y al uso folklórico. Era pues, política y culturalmente, la necesidad de expresar una oposición al régimen que, dependiendo de la censura, podía ser más o menos abstracta; por otro lado, el intento de recuperar ciertos poetas, excluidos del panorama cultural por su pertenencia al bando republicano, o, en el caso de la Generación de los 50, estar en desacuerdo total con el régimen; el proyecto, realmente necesario, de una popularización de la cultura, que traería a su vez una culturización del pueblo; y, finalmente, en algunas de las propuestas, la recuperación y dignificación de la lengua no-castellana. Unido a estos dos últimos puntos de partida, la reivindicación de poetas en "lengua vernácula" (como decían), y, unida a la última solamente -aunque este punto será más tardío o más temprano según las regiones- la reivindicación y dignificación del folklore regional. Se trataba, en muchos casos, de recuperar el proyecto de acercar la cultura al pueblo o de popularizar la cultura, que había sido truncado en el 39, e intentaban también reelaborar los poetas de los 50: si bien, estos poetas constituyeron a mayor fuente de inspiración lírica en los cantautores, a su vez, estos poetas reconocían la inmensa labor de difusión cultural de ellos desde un arte que podía alcanzar a la mayor parte de público (ejemplos los tenemos en los poemas que dedican algunos poetas a los cantautores: Celaya y Salvador Espriu a Raimon, Alberti a Gerena y a Menese…).

La canción de autor española podemos considerarla en varios niveles: a nivel mundial, como parte de un fenómeno de canción mundial que había comenzado en prácticamente todo el mundo a partir de la 2ª Guerra Mundial y que, en principio, criticaba el status quo establecido después de la contienda en el orbe occidental; a nivel nacional, como un proyecto en el que se hablaba, se describía y se denunciaba una sociedad y un orden establecido después del año 39 injusto y castrador a todos los niveles sociales; y a nivel regional, como un proyecto que denunciaba esas situaciones nacionales aplicadas a una región concreta, junto con la reivindicación de una cultura y -en casos- un idioma relegado y despreciado.

Si bien podemos considerar la canción de autor española como un proyecto unitario, especialmente con figuras como Paco Ibáñez o Luis Eduardo Aute, el peso de los movimientos regionales es tan importante que, en realidad, no podemos hablar de una sola canción de autor española, sino de varios. A pesar de ello, podemos fijar unas mínimas características comunes:

  1. oposición frontal al régimen y al status quo que representa;
  2. popularización de la cultura;
  3. reivindicación de cierta poesía –generalmente social-, prohibida o censurada por el régimen (la Generación del 27, la del 50, los poetas catalanes, vascos y gallegos, los poetas nacionalistas aparecidos durante el romanticismo…)
  4. (según casos, pero mayoritariamente) reivindicación de lenguas y nacionalidades históricas dentro del territorio español (todas o casi todas ellas reconocidas hoy por la Constitución);
  5. y una voluntad decidida de hacer y cantar canciones desde una clara concepción artística[1]

[1] Caracterísitca sugerida por Antonio Gómez.

Se acuña el término "nueva canción" en general, a nivel nacional, o en particular: Nueva Canción castellana, andaluza, aragonesa, canaria, castellana… Nova Cançó, Nova Canción (o Cantiga), Kanta Berria, Canciú Mozu Astur… Aunque no todos tuvieron el mismo peso o formaron un movimiento de nueva canción (a pesar del éxito y la importancia de Pablo Guerrero y Luis Pastor, debido a que eran solo dos y no hablaban los dos de temas propiamente regionales, no podemos hablar de una efectiva Nueva Canción extremeña). Dicho término, aunque en muchas ocasiones fueran una traducción e imitación, más o menos real, del término "Nova Cançó" de Cataluña, venía a significar el anhelo de crear un proyecto de canción nueva y original, con temática adulta (como dice Antonio Gómez siempre), al margen de la canción comercial y/ o lúdica. A continuación, veremos un breve desarrollo de este movimiento que será ampliado más adelante.

Audiència Pública: trabajo colectivo en directo de algunos miembros de Els Setze Jutges Como hemos visto, a principios de los 60, el colectivo Setze Jutges comienza su proyecto de música popular y poesía catalana. Su ejemplo será seguido por todo el país, incluso en los Països Catalans, aunque fuera a modo de contra, por El Grup de Folk. Sin llegar a ser determinante, resulta curioso como en cada lugar donde tocaba Raimon, regando a todos los pueblos con la necesaria agua de sus canciones, surgían como flores de esperanza (en esto es significativo aquello que, a modo de bienvenida, escribía Ovidi Montllor en el 1er LP de Labordeta: otra flor nace en el esfuerzo; o la canción de Lluís, que llevaba como título "Cal que neixin flors a cada instant", "Es necesario que nazcan flores a cada momento") en todas las regiones nuevas propuestas, originales cada una, pero con patrones comunes y bien definidos: la Nueva Canción Castellana y el colectivo Canción del Pueblo, la Euskal Kanta Berria, con los colectivos Ez dok Amairu y Argia, y la Nova Canción Galega, con el colectivo Voces Ceibes como pioneros. Menos conocidas, pero igualmente importantes, fueron propuestas como Manifiesto Canción del Sur o la Nueva Canción Aragonesa, ambas con un marcado carácter regional, y cuyas figuras, Carlos Cano, Antonio Mata y Labordeta y Carbonell respectivamente, harán historia con unos textos poéticos a la par que combativos. Todos los colectivos nacieron bajo el influjo de la Nova Cançó, pero supieron encontrar su modo de evolución, en parte gracias a las diferencias regionales, creando un panorama nacional de canción heterogéneo: el considerar toda la canción de autor en conjunto permite admirar más la belleza de unas identidades bien definidas, pero con unos objetivos comunes.
Otras propuestas interesantes, algo desmarcadas de los colectivos fueron el Nuevo flamenco, por un lado, y el folk por otro. Nuevo Mester de Juglaría (trasera del disco "Segovia viva")
No podemos, empero, hablar de folk propiamente dicho en los primeros 60, pues la música de la que esta evolucionará es la que se denomina de raíz o de investigación. Bajo el padrinazgo del gran Agapito Marazuela, dulzainero y folklorista segoviano, van apareciendo en Castilla los cantantes y grupos de reivindicación folklórica: Joaquín Díaz es el primero en practicar un estilo al que no le auguraban futuro, ya que, debido a ciertos prejuicios ideológicos -por parte incluso de los mejores- se asociaba música tradicional a tradicionalismo. Díaz, tras conocer a Pete Seeger, decide traducir las ideas del folklorista estadounidense acerca de folklore y reivinidicación, al castellano. Tras él y en torno a él, formaciones como Nuevo Mester de Juglaría, Vino Tinto, Jubal o Carcoma, se sumaron a la reivindicación foklórica castellana. Algo semejante ocurre en Canarias, donde los Sabandeños, y tras ellos Verode y otros, conjugarán el folklore canario con el amor a la tierra, a la patria canaria. Pero todavía es pronto para hablar en ellos de canción protesta; no será hasta finales de los 60, con la publicación de Los comuneros de Nuevo Mester de Juglaría y la "conversión" de grupos como Sabandeños cuando podamos hablar de folk-protesta.
Manuel Gerena, un cantaor que va a emigrar, posa para la entrevista que le hizo Manuel Vázquez Montalbán en Triunfo (triunfodigital.com) Respecto al Nuevo flamenco, ya en los primerísimos 60 se comienza a mover algo: el conocido trío José Menese, Manuel Gerena y Enrique Moriente, pero también "El Lebrijano" y Vicente Soto "Sordera" fusionarán el ancestral arte hondo con la poesía más combativa, propia o de otros. El flamenco no tuvo el mismo problema que la música tradicional, al menos, si los tuvo, fue en menor grado y, generalmente, en las consideraciones de los círculos "modernos". Se venía haciendo desde hacía tiempo la distinción -un tanto injusta y falaz, por otra parte-, de que la copla era de derechas y el flamenco de izquierdas. Algunos cantaores, como Gerena, eran vetados de los certámenes bajo la excusa de no ser "buenos", mientras que a otros como Menese, a pesar de su fama "roja" y de cantar los mismos temas, no podían cerrarles las puertas debido a lo que es obvio en su cante (y conste que a mí Gerena me parece un buen cantaor, aunque no entiendo de flamenco: me pone los pelos de punta con su "Nana"). El nuevo flamenco pretendió desde el principio arrebatarles el cante a los señoritos y devolverlo al pueblo: tal vez por eso, muchos de esos señoritos e intelectuales de salón sentían repelús ante gente como Gerena: un hombre sin apenas estudios, que había salido del pueblo para llevarse al pueblo lo que le correspondía.
Si es verdad que la voz cantante, nunca mejor dicho, la llevaron los colectivos, también hay que resaltar la importancia deLuis Eduardo Aute y Joan Manuel Serrat personajes "independientes", bien colaboraran o no en algún colectivo. Es el caso, por ejemplo, de Raimon, que colabora con los Jutges sin llegar a pertenecer plenamente, de Aute con Canción del Pueblo y la Nueva Canción Castellana, o de Ovidi Montllor con el Grup de Folk. En la Nueva Canción Castellana destacan, como figuras independientes, Luis Eduardo Aute, aunque él se niega reiteradamente a ser considerado miembro de tal movimiento, a quien, si en principio no se le considera "comprometido", no se le puede negar la calidad de los textos poéticos, filosóficos, irónicos, combativos e incluso satíricos (esta faceta suya suele estar siempre muy escondida: todos recuerdan al Aute de "Al alba" y "Rosas en el mar", pero se olvidan del Aute de Forgesound o del Aute participante en los grupos Las Madres del Cordero y Desde Santurce a Bilbao Blues Band, de Moncho Alpuente).
albertocortez.com Cabría destacar también a un hombre importante, con una voz potente, del que casi no he hablado, porque no sé donde meterle: se trata de Alberto Cortez, un cantante que vino de Argentina para quedarse. Alberto comienza como cantante de temas frívolos como "Mr. Sucú Sucú" y cosas así y acaba, por consejo de amigos, como cantautor de poetas y versionador de Atahualpa y Facundo Cabral. La primera vez que se vio esa faceta suya fue en un recital en el año 67 en el Teatro Real para sorpresa de todos; pero no traía ritmos facilones entonces, sino el llanto de Atahualpa Yupanqui y la poesía de Antonio Machado, Quevedo y Góngora. Cierto es que el primer musicador es Paco Ibáñez, pero fuera de "casa", Alberto fue de los primeros dentro, y regaló algunas canciones a Serrat para sus discos sobre Machado y Miguel Hernández.
Hacia finales de los 60, llegó un nuevo estilo importado de Norteamérica: el folk-rock de grupos como Mamas & Papas, Byrds, o grupos de folk elaborado como Peter, Paul & Mary o New Christy Minstrell. Nuestro Pequeño Mundo, que surgió en torno a Joaquín Díaz,  fue el pionero en un tipo de música que pretendía reunir todo el folklore posible: el de aquí y el de cualquier parte del mundo. Fueron ellos quienes iluminaron a Nuevo Mester de Juglaría y otros. Tras ellos, grupos interesantes como Aguaviva, Almas Humildes, Jarcha, que mezclaba flamenco con folk-rock, Falsterbo 3 o Esquirols.
Ovidi Montllor, Pi de la Serra i Francesc Pi de la Serra: ¿El clan Sinatra de la Nova Cançó? ("La crisis de la Nova Cançó", Luis Carandell: www.triunfodigital.com) Éste periodo de la canción de autor, comprendida entre 1957/ 1960 hasta aproximadamente 1968, se destaca por considerar la música como subordinada al texto: como acompañamiento. Esto lo hacía original, frente a otros estilos y géneros, pero también, en cierto sentido, mermaba un poco sus posibilidades, quedando casi como una canción para entendidos. Era entonces el cantante con guitarra, el cantautor austero (aunque esta imagen pertenecía realmente al cantautor cuando actuaba, no cuando grababa discos en estudio). Para el año 68, los nombre de Raimon, Paco Ibáñez, Lluís Llach y Pi de la Serra principalmente, ya eran todo un signo para un público joven y universitario con unos deseos tremendo de cambiar las cosas, a nivel regional, a nivel nacional y a nivel mundial.

Dejamos los últimos 60 con una música que todavía considera a la parte melódica como subordinada al texto. En la década siguiente, aunque la primacía seguirá siendo del texto, la música comenzará a cobrar importancia. También veremos como muchos vuelven su mirada a sus raíces y comenzarán a recuperar para ellos mismo el canto de su tierra. Pero antes, observaremos someramente el nacimiento de los colectivos regionales, comenzando con los primeros y más influyentes, es decir, la Nova Cançó catalana.

Historia de la canción de autor: lenguaje y simbología


La gran virtud que la canción de autor tiene es su riqueza poética: no obstante, su raíz etimológica, traducida del francés, viene a significar canción con contenido poético. Aunque encontramos también cierta riqueza lírica en otros géneros como cierto pop que surgió a partir de 1965 hasta nuestros días, la psicodelia, el rock en general, pero muy especialmente el rock sinfónico y el rock duro (claro que esto abriría nuevos debates acerca de si se pudiera encuadrar como cantautores a ciertos grupos y solistas como Moody Blues, Jefferson Airplane o Grateful Dead), es en la canción de autor, especialmente la canción de autor clásica, en donde esta dimensión adquiere sus formas más literaria.

clip_image001Básicamente fueron tres los elementos que configuraron la Ars Poética de la canción de autor, uno de ellos en menor medida que los otros dos. Primera y fundamentalmente, se puede considerar a los cantautores herederos de prácticamente toda la tradición poética española; ilustra esto el repertorio del cantante de toda la producción poética española: Paco Ibáñez canta con la misma intensidad y respeto las obras de distintos autores a lo largo de la historia: la poesía del siglo de oro (Góngora, Quevedo), de la Generación del 98 (Machado), de la Generación del 27 (Lorca, Alberti, Hernández) y de la Generación del 50 (Celaya, de Otero, Goytisolo). Así, incluyendo además a los poetas españoles que escribieron en otro idioma, podemos perfectamente considerar a los cantautores deudores de toda la tradición poética, pero muy especialmente de la poesía de los años 50: aquella poesía, escrita en los cuatro idiomas cooficiales de hoy en día, que gritaba desesperadamente sobre las ruinas y la miseria de las ciudades y aldeas de la pos-guerra, y abogaba por la salvación y recuperación del Hombre.

Otra importante fuente fueron los textos de la canción de autor extranjera: la crítica a la sociedad burguesa de la Chanson francesa; la arenga a la justicia y a la libertad de la canción latinoamericana; el sindicalismo y la lucha por la igualdad social y racial de los cantautores norteamericanos; y el hermanamiento con la canción portuguesa, que al igual que los nuestros luchaban guitarra en mano contra una dictadura bastante similar a la de Franco. Jacques Brel, Georges Brassens, Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Pete Seeger, Woody Guthrie, Jose Afonso, Luis Cilia…, por citar a los más famosos, fueron maestros tanto musicales como literarios de nuestros cantautores.

La tercera, y la más curiosa, fue la censura franquista (de la que ya hemos hablado ampliamente en otras ocasiones). La influencia de la censura sobre la canción de autor tiene una lectura doble: un aspecto relativamente positivo y otro negativo. Lo positivo fue que para burlar la censura, los autores de todos los campos se vieron obligados a forzar su imaginación para decir cosas que no podían ser dichas más claramente, aunque esto en ningún modo puede achacarse a la represión censora, sino a la creatividad del autor; pero, por otro lado, el miedo a la castración censora conllevó en ciertos casos a una sobre-censura o auto-censura: en ocasiones, lejos de forzar la imaginación, la cercenaba y creaba cierta frustración: de ahí que algunos decidieran auto-exiliarse.

Ya hemos hablado en otras ocasiones de ciertas técnicas para burlar a la censura: la similitud fonética (decir «verda» en vez de «merda», «revulsió» en vez de «revolució», o «dentadura» en vez de «dictadura»), la ironía y la sátira, desbordar al censor con canciones censurables para finalmente grabar la que realmente se quería (Aute), el recurso al cancionero tradicional (especialmente si la canción había sido recogida por la Sección Femenina)… Pero hablemos sólo de poesía de autor (aunque, ¿alguien duda acaso de que el cancionero tradicional no sea poesía popular?).

Lenguaje

clip_image003El lenguaje utilizado generalmente en la canción de autor no es -al igual que los símbolos- realmente nuevo: también éste es heredado de las fuentes que hemos visto; pero obviamente, nada en arte es realmente nuevo, sino reciclado, incluso re-reciclado, por lo que, sin olvidar su deuda, la canción de autor recicla este lenguaje.

Un texto: un poema, una canción, una novela, una obra de teatro, etc., según yo lo veo, funciona por intencionalidad y por interpretación: intencionalidad del autor e interpretación del oyente. Un autor suele crear un texto con cierta intención, y lo publica: su labor concluye ahí y comienza la labor interpretativa del público. El público recoge el texto y le dota de la interpretación que él crea, coincida o no con la intención del cantante. Pongo por ejemplo «L’estaca»: una persona cualquiera, de cualquier país (en el que no se viva mal, si es que existe ese país), escucharía o leería el texto y no pasaría de ver una canción que podríamos denominar costumbrista rural; pero, gracias a la gran oportunidad interpretativa que ofrece la música, podría adivinar que algo no andaba bien en el país y en el tiempo en el que Lluís la compuso. Ahora claro, un español de los años 60, medianamente inteligente, en seguida piensa, y sus mecanismos asociativos comienzan a trabajar automáticamente. Claro que también a veces ocurren fenómenos de sobre-interpretación, a los que la censura era muy dada; aunque tenga poco que ver, en esto los Beatles fueron especialistas (por así decirlo), sobre todo por su manía de hacer canciones que no querían decir absolutamente nada: por eso, los fatídicos mecanismos de asociación de Charles Manson vieron en «Helter Skelter» un mensaje según el cual estaban llamando a la aniquilación absoluta, o, más simpática, mi profesora de música del instituto, viendo en la banda que toca en «Yellow submarine» (cuando Ringo canta “… and the band begins to play”) una crítica hacia el ejército. A veces la sobre-interpretación puede ser peor que la falta de ella, aunque en otras ocasiones resulta tal vez beneficiosa: nada hay de malo (aunque yo no crea en estas interpretaciones) que muchos crean que el “Canto a la libertad» de Labordeta sea un himno aragonesista, «L’estaca» catalanista o, jocosamente, «Rascayú» una denuncia del franquismo (¿lo fue realmente o no?). Por eso, para evitar tanto la sobre-interpretación como la falta de ella, y además intentar no ponerle las cosas fáciles a la censura para la prohibición oportuna, los cantautores tenían diversos recursos estilísticos: por un lado, los símbolos, de los que ya hablaremos más adelante, y por otro la forma del mensaje. Tanto símbolos como lenguaje no deben emborronar el significado demasiado: de antemano, el autor ha de contar con la complicidad del oyente, y, por esa razón -y porque se pretende una poesía, una canción, para todos-, se ha de ser todo lo claro que la censura permita. Esto no quiere decir tomar al oyente por tonto, sino más bien no caer en esnobismos u oscurantismos.

El mensaje además debe ser directo: debe buscar el compromiso mutuo con el oyente. Por eso razón, la mayoría de las canciones están escritas en segunda persona, tanto singular como plural («no estés así…», «Tu que me escoltes…»); aunque a veces la segunda persona plural se utilice para hacer una denuncia clara y directa. También suele utilizarse mucho la primera persona del plural («Nosaltres no som d’eixe món», «Gazte gera gazte», «Nosaltres les dones»…). La tercera persona, tanto plural como singular, se suele utilizar, o bien, para denunciar a un colectivo («Ells», «Ellos, los vencedores,…»), o bien, muy especialmente en aquel tipo de canción que mediante el retrato de uno o de varios individuos se pretende retratar a todo un colectivo, clase o estamento (canciones-tipo), ya sea para denunciar, como en el caso anterior, ya sea para acercarnos de manera solidaria a ese colectivo representado por tal personaje (véase «Manuel» o «Els veremadors» de Serrat, «La morrallita» y «El Salustiano» de Carlos Cano, «Vagabundo» de Patxi Andión,…). Por su parte, la primera persona del singular se utiliza para declarar la visión del mundo o las reflexiones de uno mismo: así, el oyente se deja de sentir solo. ¿Qué diferenciaría por esto a la canción de autor de otro tipo de canción que hablara sobre relaciones humanas? Pues precisamente esa dimensión novedosa que fue la aproximación al oyente, sin pretensión de estar a un nivel más alto que el oyente, y en la profundización en esas relaciones en vez de quedarse en el mero relato de lo sucedido o de los sentimientos.

Pero no basta sólo con el lenguaje. La censura estaba ahí, pesando, y para burlarla los autores que escribían sus propios textos tenían que echar mano de numerosos recursos estilísticos: metáforas, símiles, incluso disfrazar el mensaje en forma de leyendas o cuentos, y hasta recurrir al pasado remoto (la reconquista, los comuneros de Castilla, los guanches, la guerra de sucesión…). En esto jugaron un papel fundamental los símbolos.

Símbolos

Para decir ciertas cosas que no se podían decir, como hemos visto, estaba, por un lado, el recurso a la poesía. Gracias a ciertas medidas aprobadas por el ministro Fraga (aunque no fueran suficientes), sucesor del férreo Arias Salgado, hubo una cierta «libertad» editora; de esta manera, los cantautores pudieron cantar textos que se podían vender libremente, aunque, contradictoriamente, la mayoría de las veces se prohibiera cantar esos textos que sí estaban legalmente editados y se podían adquirir con plena o relativa libertad. Por otra parte, para decir estas cosas y pasar la censura, o al menos una de las que existían (si acaso la de grabar la canción), los cantautores, a la hora de escribir sus propios textos, echaron mano de los recursos literarios de sus poetas, especialmente aquellos de los años 50 que, al igual que ellos, escribían su producción bajo la dictadura (por tanto, atados a los mismos mecanismos censores). Las metáforas, los símbolos y las situaciones que los cantautores adoptaron no eran nuevos: habían sido tomados de la poesía social y testimonial de la que eran deudores: la poesía de la guerra civil, la poesía del exilio, la poesía escrita en las cárceles de Franco, la del desarraigado poeta de los 50 y de nuevos poetas amigos. Muchos de esos símbolos ya estaban en aquellos poetas. La palabra precisa y concreta que no podía ser dicha debía mudar, echar a volar su concepto a otro nido, a otra palabra.

De esta manera, el poeta y el cantautor crea un mundo propio, rico en símbolos y metáforas. Pero, rigiéndose por las tesis de la poesía social y testimonial, tampoco podía hacerse un discurso excesivamente complejo: se pretendía hablar a un amplio espectro de la población, desde estudiantes e intelectuales a obreros, campesinos y amas de casa. Había que encontrar el perfecto equilibrio entre la claridad (imposible por la censura) y el oscurantismo (indeseable si se quería que el receptor deseado acogiera el mensaje y le conmoviera). Sobre los símbolos utilizados en la canción de autor, vuelvo a recomendar fervientemente la obra de González Lucini. 20 años de canción de autor en España (varios tomos), en los que detalla una exhaustiva lista de símbolos de la que ésta es sólo una muestra aproximativa.

Éstos son algunos de los símbolos más recurridos:

  1. Símbolos negativos: describen la situación política y social de la dictadura. La mayoría de las veces encierran además a su contrario.

-La triada noche-silencio-oscuridad. Aunque son tres símbolos, casi siempre aparecen asociados, entrelazados entre sí. Lo que tienen en común es que los tres pesan como una losa sobre la población:

  • clip_image005La noche se entiende como concepto negativo: oscura, silenciosa, pavorosa… Es la noche que inquieta, que da miedo, cerrada, en la que cualquier cosa mala puede acontecer. Es la portadora de oscuridad. No en vano, la mayoría de las detenciones políticas se producían de noche. La mayor parte de las veces, la noche es el presente y antecede al día, que se espera con ansiedad y se sabe que llegará, aunque tarda. La noche es el franquismo entero. Algunos ejemplos son «La nit» de Raimon, «A la voz de un pueblo» de Celdrán, «Gaua» de Lourdes Iriondo, y «Al alba» de Aute (en ésta, sin embargo, por el especial contexto de la canción, lo que sucede a la noche no es el día, sino «la noche más larga»).
  • clip_image007El silencio: es lo que ocurre durante el franquismo, que se suele representar como la noche, y tiene diversas lecturas. Por un lado, el silencio es la censura, que prohíbe hablar, expresarse y manifestarse con libertad; por otro, aunque no se descarte la otra lectura, es lo producido por el miedo. El miedo cercena, castra, arranca a las personas el principal atributo de la humanidad: el lenguaje. Nunca es voluntario realmente, sino impuesto o autoimpuesto. El silencio sólo se romperá si todo el mundo comienza a hablar al unísono. El silencio también es la injusticia, el reprimir la rabia, la risa y el llanto.  En muchas ocasiones, el silencio es resignación. Ejemplos: «A la voz de un pueblo» de nuevo (esta canción contiene los tres símbolos), «Silenci» de Llach, «Jo vinc d’un silenci» de Raimon (en donde vemos el concepto del silencio como injusticia y resignación) o «Aquesta remor», cantada por Ramón Muntaner y por Coses.
  • La oscuridad: es el atributo de la noche y la hermana del silencio. Aunque no sea canción de autor, quien ha tratado este tema mejor ha sido el dramaturgo Antonio Buero Vallejo, en obras como En la ardiente oscuridad. La oscuridad impide ver otra realidad mejor que esa, lo cual provoca conformismo ante el miedo que produce saber que hay más allá de la oscuridad. Es la ignorancia deseada por el régimen. La oscuridad es densa e impide la humanidad. En la oscuridad siempre gobierna el silencio: en lo lumínico, la oscuridad es igual que el silencio a lo sonoro. Es la representación de la represión, como el silencio. Lo contrario de la oscuridad, naturalmente, es la luz, cargada de significados tales como la esperanza, la libertad, la razón… De nuevo refiero a la gran canción de Celdrán «A la voz de un pueblo».

Otros símbolos o temas negativos

  • El miedo: no es exactamente un símbolo, sino un tema recurrente. El miedo era el estado natural de la población durante el franquismo. Aparece frecuentemente asociado junto a los tres grandes símbolos: la noche, el silencio y la oscuridad. Miedo a todo: al pecado, al comunismo, a la guerra civil, a la represión… Generalmente se refiere al miedo a la represión franquista, que tanto padecía todo aquel que estuviese en contra del régimen. El miedo debe vencerse o sobrellevarse, pero generalmente, el autor es consciente de que el miedo sólo desaparecerá cuando desaparezca el régimen. Canciones que sirven de ejemplo son «Contra la por» y «Sobre la por» de Raimon, «Contra el miedo» de Rosa León, «Beldurrez» («Con miedo») de Koska, «Novembre 72» de Lluís Llach.
  • clip_image009Longa noite de pedra (larga noche de piedra): se trata de un estremecedor poema de Celso Emilio Ferreiro. Fue musicalizado tan sólo una vez por Xavier González del Valle (Voces Ceibes) sin demasiada repercusión. A pesar de esto, el impacto del poema fue tal que todavía hoy, especialmente los gallegos, mucha gente se refiere a la dictadura como la «longa noite de pedra».
  • Símbolos cronológicos: ayer, hoy y mañana. Para 1939-1975, el ayer es un tiempo pleno, lleno de esperanzas, que nos fue robado y truncado, y deberá volver a ser re-hecho por todos (Llach: «Cal que neixin flors a cada instant», «Damunt d’una terra»); el hoy es la dictadura: un tiempo insoportable, pero irrenunciable que debe de cambiar; en el «hoy» siempre es de noche. Y el mañana, por su parte, merece un apartado a parte, en los símbolos positivos. Por el contrario, para el periodo 1975 en adelante, el ayer (1939-1975) es una época fea, desagradable, oscura; el hoy está todavía por hacer: aunque se valoran sus puntos positivos frente al ayer, se le reprocha lo que aún le falta o lo que pudo ser y no es: el llamado «desencanto» de 1975-1980 y en adelante. El mañana sigue siendo positivo y encerrando muchas posibilidades, aunque a veces se tantea la posibilidad de que sea peor que el hoy.
  • El invierno: la dictadura (disco de Aseari: «Negu luze hotzetik», «Desde el frío y largo invierno»).

Símbolos asociados a Franco y/ o a sus ministros:

  • clip_image011La estaca: aunque se trata de una única canción, «L’estaca» de Llach, desde su presentación al público, se convirtió en el símbolo por antonomasia que representara a la dictadura: una enorme estaca de madera podrida, pesada y astillante, que no deja caminar, contra la que los abuelos advierten a sus nietos y les dicen que la única manera es tirar todos de ella hasta que se caiga.
  • 43 El perro: representa a Franco y aparece principalmente en las canciones de Manuel Gerena: “arrancarle los dientes a todos los perros», que también se lo aplicó a Pinochet en «Por Víctor Jara y su justa venganza» («arrancarle los dientes al perro fiero»). También aparece en una sensacional canción de Bibiano llamada «O can», en el que Bibiano advierte a un viejo y decrépito can de palleiro que pronto va a morir y que se le está cayendo toda la dentadura.
  • 8 (2) El burro i l’àguila (el burro y el águila): de nuevo no es un símbolo recurrente, sino una única y emblemática canción titulada así, en esta ocasión del genial Pi de la Serra. El burro no es otro que Franco, y el águila real el entonces sucesor de Franco y Príncipe de Asturias, Juan Carlos. En ella, Quico nos dice que sólo conseguiremos volver a ser libres y felices cuando se mueran el burro y el águila real, que encarnan no sólo la represión, sino la reacción, lo antiguo, e incluso, me atrevo a decir, lo irracional (como opuesto a la razón que hace ciencia).
  • La montaña: hace referencia al carácter inmovilista del dictador y de sus más acérrimos seguidores (el búnker). En esta ocasión, se trata de una canción de Raimon titulada «La muntanya es fa vella», es decir, «La montaña se hace vieja».
  • La estatua: otro símbolo del inmovilismo, aunque más difuso, pues allí donde aparece parece ser sólo un vago apunte de lo que se quiere decir. Ejemplo: «A quién corresponda» («… los que sudan bajo la sombra de una estatua…»).
  • Símbolos carcelarios: el verdugo, el carcelero, las cadenas, la cárcel… De varios autores, incluidos los más preferidos poetas (Miguel Hernández, v.g.): los símbolos carcelarios hacen clara referencia al carácter de presidio que tenía el régimen, a aquella práctica de encarcelar, torturar e incluso ejecutar a todo aquel que no pensase igual que el dictador y sus ministros, aunque en realidad se podría considerar que todo el país era una inmensa cárcel. Varias canciones de Gerena, «Al alba» de Aute, «Aita kartzelan duzu» de Pantxo eta Peio, «Cadenas» de Jarcha, el «sepulturero mayor» en «Adivina adivinanza» de Sabina. etc.

2. Símbolos positivos: suelen referirse a una posibilidad o a una utopía:

  • El día (antítesis de la noche): es la luz, también el mañana; es lo que debe necesariamente suceder a la noche: así que siempre es el día de mañana, en el que además luce el sol. «Pola longa lonxanía» de Xerardo.
  • El amanecer representa una posibilidad abierta y positiva, mejor que la actualidad. El amanecer ahuyenta la noche y la oscuridad, y con ellas el miedo imperante. Junto al «día» y al «amanecer» suele aparecer también la idea de «despertar», frente a «dormir»: dormir implica no ser consciente de las cosas, no actuar, mientras que despertar representa justamente lo contrario, tomar conciencia, posiciones y actuar. Como ejemplo se me ocurre «Canción a las seis de la mañana» de, una vez más, Adolfo Celdrán.
  • La lluvia es un símbolo que aparece disperso por aquí y por allá, con diversas connotaciones, aunque suele ser un símbolo positivo. Obviamente no me refiero a la lluvia como símbolo en las canciones de autor cuyo tema sea el amor, como «Una balada de otoño», con sus connotaciones nostálgicas, sino a cómo es tratado en canciones de temática solidaria y aun social. Tenemos buenos ejemplos: en «Lluvia», de Luis Eduardo Aute, se resalta la el sentido de liberación de la lluvia; en «Choiva» de Benedicto se mezcla el matiz nostálgico de la lluvia a nivel de canción de amor con el tema solidario de la lluvia vista como una especie de alivio para el oprimido; y, por supuesto, «A cántaros» de Pablo Guerrero, en donde Pablo trata de la lluvia como elemento de la naturaleza que limpia la atmósfera, y otras cosas. En mi humilde opinión, siempre he creído que en esta canción Pablo estaba muy influenciado por la mentalidad campesina extremeña, en la que los campesinos aguardan la lluvia para que florezcan los campos, tema que también explotan los castellanos La Fanega en su «Santo Cristo de Hontariego». Por supuesto, hablamos de la lluvia amable, de la tormenta de verano que alivia del calor, de la lluvia que se espera ansiosamente en los campos, y no de la tempestad o de la tormenta violenta, que sería un símbolo, más bien, negativo.
  • El mar. Éste es otro símbolo que opera a dos niveles. A nivel de canción social, sobre la vida de los marineros, el mar es un símbolo negativo: el mar se traga vidas, esclaviza a los pescadores, es como una maldición. Tenemos ejemplos en «Nana a una vieja viuda del mar» de Patxi Andión, «Dorna» de Benedicto, «La mala pesca» o «Canción de la novia del pescador» de Adolfo Celdrán. Pero el mar, especialmente para la gente de interior, tiene también connotaciones positivas: el mar como horizonte posible, como espacio ancho de libertad, libre, sin dueño, es lo que nos cantan canciones como «A por el mar» de Rosa León, «Estamos chegando ó mar» de Bibiano (canción que se le ocurrió cuando volvía a su casa durante un permiso en su servicio militar) o, incluso, aunque sea como loa vitalista, «Mediterráneo» de Serrat, o la fabulosa obra sinfónica de Lluís Llach «El meu amic el mar», compuesta por cuatro partes.
  • La tierra. Aunque con diversas connotaciones, como pueden ser las relativas a las canciones regionalistas o nacionalistas, me refiero aquí casi exclusivamente a la tierra para trabajar. También tiene dos connotaciones, pero al contrario que el mar, la connotación negativa nunca llega a ser completa, salvo excepciones. La tierra, vista negativamente, es una tierra amarga, que produce con sus habitantes una relación de amor y odio si la tierra no sólo no da los frutos necesarios para vivir, sino que además le ata uno de muchas maneras, sentimental, económicamente o por miedo: «Pequeño propietario» o «Extremadura» de Pablo Guerrero, «Aragón» de Labordeta, o, la que yo pienso que es una de las mayores expresiones de desilusión y realismo, «Pueblo blanco» de Serrat (inspirada por su pueblo materno, Belchite). También como recuerdo de las atrocidades acontecidas unas décadas anteriores y como expresión de deseo de restañar esas heridas y traer la justicia en temas como «La meva terra» de Llach, o «Quatre rius de sang» de Raimon («Cuatro ríos de sangre» que representan a la cuádruple flama de las banderas de los territorios que antaño formaron el Reino de Aragón). Pero también la tierra como madre, como patria (pequeña o grande), como algo que rescatar y defender.

3. Símbolos históricos:

clip_image012Como la denuncia concreta contra una clase social o unos individuos determinados no pudo ser a menudo posible, muchos cantautores y grupos de folk, especialmente aquellos que tenían un fuerte espíritu regionalista/ nacionalista, buscaron semejanzas con acontecimientos del pasado que, de alguna manera, llevaron a la situación en la que entonces se encontraban. Personajes y hechos como la Reconquista («Al-Mutamid dice adiós a Granada» de Carlos Cano, «La gran pérdida de Alhama» de Paco Ibáñez), la guerra de Castilla (el álbum «Los comuneros» de Nuevo Mester de Juglaría), la conquista de Canarias («Cantata del mencey loco» de Sabandeños), la guerra de sucesión, por la que los Països Catalans perdieron su derecho a hablar en su lengua («Quan el mal ve d’Almansa» de Al Tall)… Y un largo etcétera.

Pero también personajes más cercanos en el tiempo, poetas y escritores exiliados o represaliados en, durante o tras la  guerra civil, como Miguel HEntierro_de_Antonio_Machado_en_Colliure_al_poco_de_su_exilio._El_ataúd_va_cubierernández («Al borde del abismo», Adolfo Celdrán), García Lorca («Federico» de Aguaviva, o «Verde» de Patxi Andión), y, sobre todo, Antonio Machado («De cómo Antonio Machado limpió su casa» de Carlos Cano; «Muerte de Antonio Machado», escrita por Antonio Gómez, compuesta por Antonio Resines y cantada por Teresa Cano; «En Colliure» de Serrat; o, en gallego, «Poema de emerxencia para Antonio Machado», cantado por Xerardo Moscoso). Claro que, a menudo, el mejor homenaje era la versión cantada de sus temas.

4. Personajes tipo

No es exactamente un símbolo, si acaso un personaje-símbolo. Se trata de representar una situación concreta, una injusticia o una denuncia presentando a un único personaje (generalmente, aunque a veces pueden ser grupos reducidos de personajes) como protagonista de una canción. De esta manera se consigue cierta solidaridad con aquello que representa el personaje, o cierto rechazo: no es más que un estilo que enraíza en la más pura tradición de la novela realista. Ejemplos de personajes «simpáticos» (que levantan simpatía) son, de Serrat, «Manuel», la historia de un campesino tan pobre que no poseía ni siquiera la soga con la que se ahorcó; y «La tieta», una de aquellas señoritas de edad que por circunstancias diversas se ve en un impuesto celibato. De Patxi Andión, aquel «Vagabundo» ateo y bondadoso; la muerte de un perro llamado «Pipo» ante la impasible sociedad; o la historia de aquel profesor rural, proveniente de la tradición laica, científica y socialista de la Institución Libre de Enseñanza, expulsado del pueblo por enseñar versos de Antonio Machado. Ésta última tiene una especie de gemela en «El profesor» de Aguaviva, un profesor que, pese a los reproches y por orgullo, se siente muy orgulloso del carnet socialista que le dio Julián Besteiro. La figura del emigrante en «El Salustiano» o «La morrallita» de Carlos Cano, o en «Emigrante» de Pablo Guerrero. Labordeta, en las «Coplas del tión», nos explicaba en primera persona el drama del primogénito que heredó el mayorazgo, y está condenado al celibato porque las mozas están emigrando a Barcelona… Y muchos más. Pero también se buscó a menudo ridiculizar a la clase dominante (es decir, la burguesía): así tenemos como Víctor Manuel se burlaba de un ministro que aspiraba a ser algo más en «Buenos días, Adela mía»; Pablo Guerrero ridiculizaba aquellas uniones concertadas entre la pudiente burguesía y la aristocracia que ya sólo conserva un escudo y un apellido evocador en «Ecos de sociedad»; o más abiertamente Patxi Andión en «Los bur-manos hu-gueses».

Bien, éstos son sólo algunos símbolos y algunos ejemplos de canciones. Por supuesto, hay muchos más, ya que, al igual que pasa con la literatura -digamos- convencional, cada autor suele tener sus propios símbolos o distintas connotaciones para un mismo símbolo. No cabe duda que el lenguaje fue lo que primordialmente ayudaba a configurar la intencionalidad y la interpreteación de una canción, mientras que los símbolos fueron un excelente recurso para burlar a la censura. Pero, como tantas otras veces he insistido, no fue la censura ni la dictadura la que elaboró estos símbolos, sino la genialidad poética.