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Buffy’s way


Una canción muy personal de Buffy, que repite hoy. Es una de esas canciones que, a parte de por su melodía inspirada en la música tradicional norteamericana, es como si se cantaran en medio de un desierto por el volumen y la fuerza que tienen.

It’s my way!

(I’m cutting my) own way
through my own day
and all I dare say is
It’s my own

(Got my) own seeds
Got my own weeds
I’ve got my own harvest
that I’ve sown

I can tell you
things I’ve done
and I can sing you
songs I’ve sung
But there’s one thing
I can’t give
for I and I alone can live

The years I’ve known,
the life I’ve grown.
Got a way I’m going,
and it’s my Way.

I’ve got my own stakes
in my own game
I’ve got my own name
and it’s my Way

I’ve got my own kith
I’ve got my own kin
I’ve got my own sin
and it’s my Way

I’ve got my own peace
I’ve got my own wrath
I’ve got my own path that only I can go
I’ve got my own sword in my own hand
I’ve got my own plan that only I can know

Don’t be sighing
Don’t be crying
Your day will come; your day alone
Years you’ll know and a life you’ll grow
You got a way to go and it’s all on your own

I’ve got my own world
I’ve got my own life
I’ve got my own strife
and it’s my Way

I’ve got my own wrong
I’ve got my own right
I’ve got my own fight
and it’s my Way

I’ve got my own prayers
I’ve got my own fears
I’ve got my own tears
and it’s my Way

I’ve got my own joy
I’ve got my own load
I’ve got my own road
and it’s my Way

The years I’ve known,
the life I’ve grown.
Got a way I’m going,
and it’s my Way.

Don’t be sighing
Don’t be crying
Your day will come; your day alone

Put down the story of what I’ve known
Your bound for glory all of your own
Put down the story of what I say
You’re bound for glory
all on your own one day

¡Es mi camino!

73167_buffysaintemarie

(Estoy cortando mi) propio camino/ a través de mi propio día/ y todo lo que me atrevo a decir es/ que es el mío.// (Tengo mis) propias semillas/ tengo mis propias malezas/ tengo mi propia cosecha/ que yo he sembrado.// Puedo contarte/ las cosas que he hecho/ y puedo cantarte/ las canciones que he cantado/ Pero hay una cosa/ que no puedo dar/ pues yo y yo sola puedo vivir.// Los años que he conocido,/ la vida que he desarrollado./ Tengo un camino por el que voy,/ y es mi propio Camino.// Tengo mis propias apuestas/ en mi propio juego/ Tengo mi propio nombre/ y es mi Camino.// Tengo mis propios familiares/ tengo mis propios amigos/ tengo mi propio pecado/ y es mi Camino.// Tengo mi propia paz/ tengo mi propia ira/ tengo mi propio sendero por el que sólo puedo ir yo/ tengo mi propia espada en mi propia mano/ tengo mi propio plan que sólo yo puedo saber.// No estés suspirando/ no estés llorando/ tu día llegará; tu día único/ Años que conocerás y una vida que desarrollarás/ tienes un camino por el que ir y es todo tuyo.// Tengo mi propio mundo/ tengo mi propia vida/ tengo mi propia contienda/ y es mi Camino.// Tengo mi propio error/ Tengo mi propio acierto/ Tengo mi propia lucha/ y es mi Camino.// Tengo mis propias oraciones/ Tengo mis propios miedos/ Tengo mis propias lágrimas/ y es mi Camino.// Tengo mi propio gozo/ Tengo mi propia carga/ Tengo mi propia carretera/ y es mi Camino.// Los años que he conocido,/ la vida que he desarrollado./ Tengo un camino por el que voy,/ y es mi propio Camino.// No estés suspirando/ no estés llorando/ tu día llegará; tu día único// Apunta la historia de lo que sé/ Te acercas a una gloria completamente tuya/ Apunta la historia de lo que digo/ Te acercas a una gloria/ completamente tuya un día.

Buffy Sainte-Marie

Lamento partisano


marlyMuy poca gente sabe que este clásico de Leonard Cohen hunde sus raíces en una verdadera canción de la resistencia francesa, aunque el gran Cohen siempre ha referenciado este hecho. Anna Marly era una cantante y compositora francesa, de origen ruso, que, como muchos otros franceses, vivía en Inglaterra al principio de la II Guerra Mundial, en donde la resistencia se estaba reuniendo en torno al general Charles De Gaulle; allí conoce a un escritor y periodista, Emmanuel d’Astier de la Vigerie, fundador del diario Libération y conocido como “Bernard” en la Resistencia francesa. Juntos elaborarían una canción en 1943, compuesta por Marly y escrita por D’Astier que, al retransmitirse a través del programa de la BBC “Honneur et Patrie”, programa dirigido a la Francia ocupada, se convirtió en uno de los himnos favoritos de la Résistance.

Complainte du Partisan

Les Allemands étaient chez moi
On m’a dit résigne toi
Mais je n’ai pas pu
Et j’ai repris mon arme.

Personne ne m’a demandé
D’où je viens et où je vais
Vous qui le savez
Effacez mon passage.

J’ai changé cent fois de nom
J’ai perdu femme et enfants
Mais j’ai tant d’amis
Et j’ai la France entière.

Un vieil homme dans un grenier
Pour la nuit nous a cachés
Les Allemands l’ont pris
Il est mort sans surprise.

Hier encore nous étions trois
Il ne reste plus que moi
Et je tourne en rond
Dans la prison des frontières.

Le vent souffle sur les tombes
La liberté reviendra
On nous oubliera
Nous rentrerons dans l’ombre.

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?id=2831&lang=it

Lamento del partisano

Los alemanes fueron a mi casa/ me han dicho resígnate/ Pero no he podido/ y he retomado mi arma.// Nadie me ha preguntado/ de dónde vengo y a dónde voy/ Vosotros que lo sabéis/ borrar mi paso.// He cambiado cien veces de nombre/ he perdido mujer e hijos/ pero tengo muchos amigos/ y tengo toda Francia.// Un hombre viejo en un granero/ por la noche nos ha escondido/ Los alemanes lo han apresado/ Ha muerto sin sorpresa.// Ayer todavía éramos tres/ No quedamos más que yo/ y me doy la vuelta/ a la prisión de las fronteras.// El viento sopla sobre las tumbas/ La libertad volverá/ Se nos olvidará/ Volveremos a la sombra.

Emmanuel d’Astier – Anna Marly


chantpartisansY un pequeño excurso, para no confundir ambas canciones. No fue la única canción que Anna Marly hizo dedicada a los partisanos y a la Resistencia. Otra fue “Chant des partisans”, con las letras del político y escritor Maurice Druon y su sobrino Joseph Kessel, aventurero y novelista francés, que adaptaron la original en ruso de Marly. También fue retransmitida por el mismo programa de radio; además, los aviadores ingleses lanzaban –supongo- los discos sobre la Francia ocupada, y el silbido de su melodía se convirtió en el santo y seña de la Resistencia.

Le chant des partisans

Ami, entends-tu le vol noir des corbeaux sur nos plaines?
Ami, entends-tu les cris sourds du pays qu’on enchaîne?
Ohé, partisans, ouvriers et paysans, c’est l’alarme.
Ce soir l’ennemi connaîtra le prix du sang et les larmes.

Montez de la mine, descendez des collines, camarades!
Sortez de la paille les fusils, la mitraille, les grenades.
Ohé, les tueurs, à la balle et au couteau, tuez vite!
Ohé, saboteur, attention à ton fardeau: dynamite…

C’est nous qui brisons les barreaux des prisons pour nos frères.
La haine à nos trousses et la faim qui nous pousse la misère.
Il y a des pays où les gens au creux de lits font des rêves.
Ici, nous, vois-tu, nous on marche et nous on tue, nous on crève.

Ici chacun sait ce qu’il veut, ce qui’il fait quand il passe.
Ami, si tu tombes un ami sort de l’ombre à ta place.
Demain du sang noir sèchera au grand soleil sur les routes.
Chantez, compagnons, dans la nuit la Liberté nous écoute.

Ami, entends-tu ces cris sourds du pays qu’on enchaîne?
Ami, entends-tu le vol noir des corbeaux sur nos plaines?
Oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh…

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?id=706&lang=it

El canto de los partisanos

Logo de la Resistencia: la cruz emblema de la Francia Libre y la efigie de Jean Moulin, mártir de la resistencia francesaAmigo, ¿oyes el vuelo negro de los cuervos sobre nuestros llanos?/ Amigo, ¿oyes los gritos sordos del país que ha sido encadenado?/ ¡Eh!, partisanos, obreros y campesinos, alarma./ Esta tarde el enemigo conocerá el precio de la sangre y las lágrimas.// ¡Salid de la mina, bajad de las colinas, camaradas!/ Sacad de la paja los fusiles, la metralleta, las granadas./ ¡Eh!, los asesinos, con la bala y con el cuchillo, ¡matad rápido!/ ¡Eh!, saboteador, cuidado con tu carga: dinamita…// Somos nosotros quienes rompemos los barrotes de las prisiones por nuestros hermanos./ La herramienta en nuestros estuches y el hambre que nos pone la miseria./ Hay países donde la gente en el hueco de la cama tienen sueños./ Aquí, nosotros, vednos, marchamos y matamos, nos morimos.// Aquí todos dicen lo que quieren, lo que hace falta cuando pasa./ Amigo, si caes, un amigo sale de la sombra en tu lugar./ Mañana la sangre negra se secará al gran sol sobre los caminos./ Cantad, compañeros, en la noche la Libertad escuchamos.// Amigo, ¿oyes el vuelo negro de los cuervos sobre nuestros llanos?/ Amigo, ¿oyes los gritos sordos del país que ha sido encadenado?/ Oh oh…

Maurice Druon et Joseph Kessel

Musique: Anna Marly

Alcanzó gran popularidad en la voz del gran chansonnier Yves Montand


Pero volvamos a la canción del principio… El compositor Hy Zaret hizo una adaptación de la letra para la famosa colección de canciones revolucionarias del gran folklorista Alan Lomax People’s Songbook (Cancionero del Pueblo), editado en 1948. Y así, un joven judío canadiense conoció la canción de labios de un amigo:

«Aprendí ésta de un amigo cuando yo tenía 15. Él tenía 17. Su padre era un sindicalista. Trabajaba en un campo en Ste. Marguerite, Quebec. La cantábamos juntos todas las mañanas siguiendo El Cancionero del Pueblo de principio a fin. Desarrollé la curiosa idea de que los nazis fueron derrotados por la música.»

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=it&id=29

(La traducción es mía)

Aquel joven era Leonard Cohen, obviamente, y su versión fue incluida en el disco Songs from a room (1969). De esta manera, Cohen rescató una canción histórica, dándole la popularidad a un tema que había quedado reservado a historiadores y revolucionarios:

The Partisan (Song of the French Partisanos)

When they poured across the border
I was cautioned to surrender,
This I could not do;
I took my gun and vanished.

I have changed my name so often,
I have lost my wife and children
but I have many friends,
and some of them are with me.

An old woman gave us shelter,
Kept us hidden in the garret,
Then the soldiers came;
She died without a whisper.

There were three of us this morning
I’m the only one this evening
but I must go on;
the frontiers are my prison.

Oh, the wind, the wind is blowing,
Through the graves the wind is blowing,
Freedom soon will come;
Then we’ll come from the shadow.

Les Allemands étaient chez moi,
Ils me dirent, "Resigne-toi",
Mais je n’ai pas peur;
J’ai repris mon arme.

J’ai changé cent fois de nom,
J’ai perdu femme et enfants
Mais j’ai tant d’amis,
J’ai la France entière.

Un vieil homme dans un grenier
Pour la nuit nous a caché,
Les Allemands l’ont pris;
Il est mort sans surprise.

Oh, the wind, the wind is blowing,
Through the graves the wind is blowing,
Freedom soon will come;
Then we’ll come from the shadow.

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=it&id=29

El partisano (Canción de los partisanos franceses)

Cuando cruzaron en masa la frontera/ se me advirtió rendirme,/ eso no lo podía hacer;/ cogí mi arma y desaparecí.// He cambiado de nombre muy a menudo,/ he perdido a mi esposa y a mis hijos/ pero tengo muchos amigos,/ y algunos de ellos están conmigo.// Una anciana nos dio refugio,/ nos tuvo escondidos en el desván,/ entonces vinieron los soldados;/ murió sin un susurro.// Éramos tres esta mañana/ Soy el único esta noche/ pero debo continuar;/ las fronteras son mi prisión.// Oh, el viento, el viento sopla,/ a través de las tumbas el viento sopla,/ la libertad pronto llegará;/ entonces vendremos de la sombra…// [las estrofas en francés son las de la original de Anna Marly]

Pero Cohen no se limitó a la mera interpretación: en ocasiones la daba un significado actual, como fue en esta ocasión, en la que con la balada de los partisanos quiso rendir homenaje a los cuatro estudiantes asesinados en la universidad de Kent State por las fuerzas del gobierno de los Estados Unidos:

Esta canción se llama “The Partisan”. Cuando digo en la canción “Los alemanes cruzaron en masa las fronteras… entonces los alemanes llegaron…” No quiero decir realmente los alemanes, ya sabéis. Y cuando digo en la canción “Cogí mi arma y desaparecí” no quiero decir realmente que cogí mi arma y desaparecí. Nada de lo que digo en la canción tiene significado real. Pero debe haber algo de verdad en eso, e intentaré establecerlo cada momento. Me gustaría dedicar esta canción al recuerdo de los cuatro estudiantes…

(De la misma página, la traducción es mía)

Con variaciones en las letras (que se pueden observar en los mismos enlaces), hicieron versiones de la canción también, bien inspirándose en la de Cohen, en la adaptación de Zaret, o en la original directamente, Buffy Sainte Mary:

Y Joan Baez, que incluía una traducción de la estrofa “Oh, el viento, el viento sopla,/ a través de las tumbas el viento sopla,/ la libertad pronto llegará;/ entonces vendremos de la sombra” al griego, en homenaje a la resistencia contra la dictadura de los Coroneles en Grecia, entre ellos la actriz, cantante y activista Melína Merkoúri:

Τους ανέμους, οι ανεμοι φυσούν
ανάμεσα στα μνήματα οι ανέμοι φυσούν
αργά η Ελευθερία θα ‘ρθη!
Τότε κι εμείς απ’τη σκιά μέσα θα’ ρθούμε.

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=it&id=2831#agg16567

Fuentes:

Básicamente, la mayoría de los textos han sido tomados de nuestra página amica e sorella Canzoni contro la guerra. La información, desde la wikipedia, y luego otros enlaces:

http://www.leonardcohensite.com/partisaneng.htm

http://www.histoiredefrance-chansons.com/index.php?param1=mil342.php

El Evangelio, según Woody Guthrie


… Y si esto fuese razón para ser acusado de “izquierdismo”, estaría orgulloso de afirmar que estoy, como Jesucristo y como mi hermano Bergamín, decididamente a la izquierda.

Discurso del escritor católico holandés J. Brower en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en Valencia el 4 de Julio de 1937*

Cuando uno tiene cierta idea de la historia de las religiones, se sorprende de cómo la mayoría de ellas tiende a traicionar el mensaje original de fraternidad y justicia, y acaban convirtiéndose en instrumento del poder y en justificación de sus abusos mediante lecturas pervertidas de la idea de resignación. Todas sin excepción, pero quizás más el cristianismo, cuya interpretación del mensaje original divide a sus iglesias, y con razón. Si uno lee los Evangelios, los escritos de los Apóstoles sobre la vida de Jesús, queda muy defraudado al ver que son enseñanzas que no se cumplen, y que la iglesia oficial a veces los cita, pero de una manera folklórica: los católicos pueden observar cómo se dice aquello de que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos, mientras en las parroquias se reserva aún hoy la primera fila para los “ricos del pueblo”, esas almas bondadosas…

Jesús-expulsando-a-los-mercaderes-del-templo-Valentin-de-BoulogneMuchos somos conscientes del potencial mensaje revolucionario que tenían las enseñanzas de Jesús en una sociedad altamente jerarquizada en la que la interpretación de la religión judía de la secta de los fariseos era la oficial, y por tanto la ley, que era cifrada por los escribas –los legisladores-, mientras que Judea era gobernada por cuatro reyes-títeres del Imperio Romano. Jesucristo no sólo predicaba la igualdad entre los seres humanos, sino que la llevaba a la práctica: de ahí que entre sus primeros seguidores se encontraran los artesanos, los sirvientes, las prostitutas y diversos personajes repudiados por su sociedad, deslumbrados por el mensaje salvífico de igualdad que predicaba; hombres y mujeres tenían para él la misma consideración, al igual que los ricos y los pobres, y todo aquel independientemente de su procedencia, social o étnica: hebreos, filisteos, romanos, samaritanos, griegos… Algo impensable para la religión mosaica oficial, que sólo consideraba a los varones hebreos. Pero, ¿realmente era una amenaza? Sí. En aquellos tiempos había muchas sectas heterodoxas y heréticas del judaísmo, entre ellas la de Juan el Bautista, quien también fue asesinado por desafiar al poder, por agraviar a la amada del rey Herodes Antipas; al parecer la popularidad de Jesús creció, y sus enseñanzas se veían como una seria amenaza contra la sociedad y, según algunos, contra la paz con los ocupadores. Pero, vale, Jesús era un revolucionario porque sus enseñanzas lo eran, pero no porque azuzara al pueblo, aunque muchos se lo pidieran, contra la ocupación romana (aunque esta idea es demasiado moderna) o para derribar el poder de los tetrarcas, los sacerdotes y los legisladores: sus enseñanzas, como le pasara a Galileo con sus hipótesis, amenazaban el estatus de la sociedad, además de –y siempre he creído que esto era una excusa- la acusación de blasfemia.

Icono donde aparece Constantino presidiendo el Primer Concilio de Nicea.Tras su muerte, el cristianismo se convierte en una secta secreta, perseguida por los sacerdotes, pero se va expandiendo por las provincias del Imperio e incluso fuera (Etiopía, verbi gratia), y atrae por su mensaje a gentes de la condición de artesanos, siervos y esclavos, pensadores griegos… Pero “la religión de los esclavos”, más tarde, empezó a popularizarse entre los patricios (quizás se puso de moda, como con las religiones orientales en los años 60), la influyente aristocracia romana, que, aunque quizás los primeros de ellos fueran honestos en su conversión, muy pronto comenzarían, como en toda religión cuando los estamentos superiores la adoptan, a emplearla a su modo, gusto y conveniencia. Se producen luego las persecuciones del Imperio, cuyas razones no han estado nunca demasiado claras (el Imperio era bastante tolerante con las religiones de sus provincias y de sus súbditos), fuera ya por hacerse con las riquezas de los patricios cristianos, fuera ya porque, en efecto, el mensaje originario planteaba una seria amenaza contra la sociedad imperial (a propósito, y digan lo que sigan las crónicas cristianas, Juliano el Apóstata no sólo no persiguió a los cristianos, sino que a menudo evitó las matanzas entre las diferentes sectas que se habían creado). Y, finalmente, el Emperador Constantino autoriza el culto, aunque no lo abraza, y Justiniano la convertiría en religión oficial del Imperio; en esto, obviamente, influyeron grandemente los patricios… Pero que nadie se engañe: el cristianismo que se autoriza ya está bien depurado de posibles elementos subversivos: por ejemplo, la esclavitud, repudiada por las enseñanzas y por los primeros cristianos, se mantiene pero cambiando de nombre y de prácticas: el antiguo esclavo ahora es llamado “propiedad del imperio”… Y, aproximadamente desde entonces, así estamos: si el cristianismo inicial era indiferente hacia los reyes, y no los distinguía de otro tipo de seres humanos, desde entonces, el cristianismo se convirtió en la excusa y el trono de los reyes: es fácil, sólo hay que potenciar la interpretación de una enseñanza, o aún de un dicho, y entonces elevarlo a dogma.

José BergamínPero el mensaje inicial no se había perdido, y es casi justo cuando surgen diversos movimientos sociales en el siglo XIX que también surgen lecturas de base del cristianismo. Combatamos una idea: los movimientos progresistas, como los diversos movimientos obreros, no eran, o al menos mayoritariamente, anticristianos, pero sí anticlericales en el sentido de que la iglesia oficial favorecía a los poderosos; incluso hay toda una literatura, tanto comunista como anarquista, que reivindica al Jesús original y sus enseñanzas. No es extraño: también como en el cristianismo, los seguidores de estos movimientos provenían principalmente de varios estamentos: obreros, semi-esclavos de los grandes imperios coloniales, e intelectuales, y se admitía a gente de toda raza y no se distinguía entre hombres y mujeres. La teología de la liberación comenzaba a dar sus primeros pasos ya a principio del siglo XX: incluso –y esto va a doler- en la convulsa España de los años 30 son muchos los católicos, tanto seglares como laicos, que adoptan posturas progresistas: José Bergamín, por ejemplo, escritor católico, que nunca dejó de serlo, y se convirtió en presidente de la delegación española de la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura; pero también algunos sacerdotes que fueron fusilados por los fascistas (en mi pueblo lo hubo, y en otros muchos) por algo que hicieron o dijeron, y que fueron hábilmente borrados de la lista de “mártires de la guerra civil” elaborada por la Conferencia Episcopal de monseñor Rouco Varela… ¡Si hasta el secretario personal de Buenaventura Durruti era un sacerdote católico! Y si alguien no me cree, le traeré un documento, con su nota bibliográfica correspondiente, en el que una serie de personalidades católicas, seglares y laicos, encabezada por Bergamín, firman una condena contra los bombardeos de Guernica, Almería y otras ciudades. Otros intelectuales católicos, como Emmanuel Mounier o el escritor holandés J. Brower (a quien pertenece nuestra cita inicial), apoyaron abiertamente la causa de la República española. Paradójicamente, quienes sí eran profundamente anti-cristianos en sus orígenes, eran los primitivos movimientos fascistas puros, revolviéndose muchas de las veces contra lo bueno que tenía la religión (luego, claro, llegarían los matrimonios de conveniencia con los movimientos tradicionalistas).

942877De manera que, básicamente, hay dos cristianismos: uno se puede simbolizar en la fabulosa escena de El Padrino II, en la que el criminal Don Fanucci (Gastone Moschin), recaudador de la Mano Negra, se pasea pomposamente por las calles de Little Italy en la festividad de San Rocco tirando besos al santo, siguiendo la procesión y dando una suntuosa limosna a la iglesia, recibida con alabanzas, después de un arduo día de robar, extorsionar e intimidar a los inmigrantes italianos. Y otra que hace una lectura más moderna: que el Cristo histórico fue asesinado por los poderes del capitalismo, por la conjunción de la jerarquía religiosa y el poder militar. Es la que esgrimía en esta canción, que se basa, curiosamente, en la balada del bandido “Jesse James”, el gran Woody Guthrie, quien termina diciendo que si Jesucristo volviera, sería asesinado por los que usan diariamente su nombre. Obviamente, Woody emplea un paralelismo con las injusticias cometidas sobre muchos líderes sindicales de aquellos años, como, por ejemplo, el gran bardo sindicalista Joe Hill, aunque no podía prever que, años después, una especie de Sanedrín llamado Comisión de Actividades Antiamericanas juzgaría farisaicamente a su camarada Pete Seeger. Al parecer, la canción fue escrita en 1940, fechas en que las iglesias estadounidenses, como las de Europa, habían apoyado abiertamente al fascismo (el obispo católico de Nueva York había hecho campaña a favor de los franquistas), además de haber estado siempre del lado de los explotadores contra los que Woody cantaba así:

Jesus Christ

Jesus Christ was a man who traveled through the land
A hard-working man and brave
He said to the rich, "Give your money to the poor,"
But they laid Jesus Christ in His grave

Jesus was a man, a carpenter by hand
His followers true and brave
One dirty little coward called Judas Iscariot
Has laid Jesus Christ in His Grave

He went to the preacher, He went to the sheriff
He told them all the same
"Sell all of your jewelry and give it to the poor,"
And they laid Jesus Christ in His grave.

When Jesus come to town, all the working folks around
Believed what he did say
But the bankers and the preachers, they nailed Him on the cross,
And they laid Jesus Christ in his grave.

And the people held their breath when they heard about his death
Everybody wondered why
It was the big landlord and the soldiers that they hired
To nail Jesus Christ in the sky

This song was written in New York City
Of rich man, preacher, and slave
If Jesus was to preach what He preached in Galilee,
They would lay poor Jesus in His grave.

http://woodyguthrie.org/Lyrics/Jesus_Christ.htm

© Copyright 1961 (renewed) and 1963 (renewed) by Woody Guthrie Publications, Inc. & TRO-Ludlow Music, Inc. (BMI)

Jesucristo

Jesucristo era un hombre que viajó a través del país/ Un trabajador esforzado y valiente/ Le dijo al rico, “Da tu dinero al pobre”,/ pero llevaron a Jesucristo a Su tumba.// Jesús fue un hombre, un carpintero por su mano/ Sus seguidores leales y valientes/ Un pequeño sucio cobarde llamado Judas Iscariote/ había llevado a Jesucristo a Su tumba.// Fue al predicador, fue al comisario/ Les dijo a todos ellos lo mismo/ “Vended toda vuestra joyería y dádselo al pobre”,/ y llevaron a Jesucristo a Su tumba.// Cuando Jesús llega a la ciudad, toda la gente trabajadora alrededor/ creyó en lo que dijo./ Pero los banqueros y los predicadores, lo clavaron en la cruz,/ y llevaron a Jesucristo a Su tumba./ Y el pueblo contuvo la respiración cuando oyeron sobre su muerte/ Todos se preguntaban el porqué/ Fue el gran terrateniente y los soldados que contrataron/ para clavar a Jesucristo en el cielo.// Esta canción fue escrita en la ciudad de Nueva York/ del rico, el predicador y el esclavo/ Si Jesús estuviera para predicar lo que predicó en Galilea,/ llevarían al pobre Jesús a Su tumba.

Woody Guthrie – Tradicional


* Manuel Aznar Soler – Luis Mario Schneider: II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Tercer volumen (Valencia, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la Generalitat Valenciana, 1987)

El día que la música murió (American Pie)


american-pieEl día 3 de febrero de 1959, morían en un accidente de avioneta tres grandes músicos estadounidenses del rock’n’roll: el Big Bopper, Ritchie Valens (el de “La Bamba” y precursor del rock chicano y del estilo tex-mex) y Buddy Holly –por quien siento especial devoción-. Por aquellos años, un chaval llamado Don McLean repartía periódicos, y en el transcurso de su tarea se enteró de que aquél fue “el día que la música murió”. Años más tarde, McLean, que provenía de la escuela de Pete Seeger, engrosó el número de los nuevos cantautores estadounidenses de principios de los 70, algo más alejados de sus antecesores folksingers. Su segundo LP, en 1971, en el estilo del folk-rock de última hornada, alcanzó un tremendo éxito: American pie, cuya canción, con el mismo nombre, fue descrita como la épica de la juventud estadounidense de los 60. La canción ha tenido diversas interpretaciones acerca de su letra, así como numerosas versiones… Y otras, aberraciones (“inolvidable” Madonna con su numerito de patético patriotismo).

American Pie

A long, long time ago… trio
I can still remember
How that music used to make me smile.
And I knew if I had my chance
That I could make those people dance
And, maybe, they’d be happy for a while.

But february made me shiver
With every paper I’d deliver.
Bad news on the doorstep;
I couldn’t take one more step.

I can’t remember if I cried
When I read about his widowed bride,
But something touched me deep inside
The day the music died.

So bye-bye, miss american pie.
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
And them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
Singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Did you write the book of love,
And do you have faith in God above,
If the Bible tells you so?
Do you believe in rock ’n roll,
Can music save your mortal soul,
And can you teach me how to dance real slow?

Well, I know that you’re in love with him
`cause I saw you dancin’ in the gym.
You both kicked off your shoes.
Man, I dig those rhythm and blues.

I was a lonely teenage broncin’ buck
With a pink carnation and a pickup truck,
But I knew I was out of luck
The day the music died.

I started singin’,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Now for ten years we’ve been on our own
And moss grows fat on a rollin’ stone,
But that’s not how it used to be.
When the jester sang for the king and queen,
In a coat he borrowed from James Dean
And a voice that came from you and me,

Oh, and while the king was looking down,
The jester stole his thorny crown.
The courtroom was adjourned;
No verdict was returned.
And while Lenin read a book of Marx,
The quartet practiced in the park,
And we sang dirges in the dark
The day the music died.

We were singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Helter skelter in a summer swelter.
The birds flew off with a fallout shelter,
Eight miles high and falling fast.
It landed foul on the grass.
The players tried for a forward pass,

With the jester on the sidelines in a cast.

Now the half-time air was sweet perfume
While the sergeants played a marching tune.
We all got up to dance,
Oh, but we never got the chance!
`cause the players tried to take the field;
The marching band refused to yield.
Do you recall what was revealed
The day the music died?

We started singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

Oh, and there we were all in one place,
A generation lost in space
With no time left to start again.
So come on: Jack be nimble, Jack be quick!
Jack Flash sat on a candlestick
Cause fire is the devil’s only friend.

Oh, and as I watched him on the stage
My hands were clenched in fists of rage.
No angel born in hell
Could break that Satan’s spell.
And as the flames climbed high into the night
To light the sacrificial rite,
I saw Satan laughing with delight
The day the music died

He was singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
And singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."

I met a girl who sang the blues
And I asked her for some happy news,
But she just smiled and turned away.
I went down to the sacred store
Where I’d heard the music years before,
But the man there said the music wouldn’t play.

And in the streets: the children screamed,
The lovers cried, and the poets dreamed.
But not a word was spoken;
The church bells all were broken.
And the three men I admire most:
The Father, Son, and the Holy Ghost,
They caught the last train for the coast
The day the music died.

And they were singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
And them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
Singin’, "this’ll be the day that I die.
"this’ll be the day that I die."
They were singing,
"bye-bye, miss american pie."
Drove my chevy to the levee,
But the levee was dry.
Them good old boys were drinkin’ whiskey and rye
Singin’, "this’ll be the day that I die."

http://www.don-mclean.com/viewsong.asp?id=89

Tarta americana (Pastel de manzana)*

buddy11Hace mucho tiempo…/ Todavía puedo recordar/ cómo esa música solía hacerme sonreír./ Y sabía que si tuviera una oportunidad/ podría hacer bailar a esa gente/ y, tal vez, serían felices por un momento.// Pero Febrero me dio escalofríos/ con cada periódico que repartía./ Malas noticias a la puerta;/ no podía dar ni un paso más.// No puedo recordar si lloré/ cuando leí sobre esta novia enviudada,/ pero algo me tocó muy a dentro/ el día que la música murió.// Así que, adiós, adiós, señorita tarta americana./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”.// ¿Escribiste el libro del amor,/ y tienes fe en Dios que está arriba,/ si la Biblia así te lo dice?/ ¿Crees en el rock’n’roll,/ puede la música salvar tu alma mortal/ y puedes enseñarme cómo bailar muy lento?// Bueno, ya sé que estás enamorada de él/ porque te vi bailando en el gimnasio./ Los dos os quitasteis los zapatos./ Tío, comprendí aquellos rythm and blues.// Yo era un adolescente solitario de los suburbios/ con un clavel rojo y una camioneta,/ pero sabía que estaba de suerte/ el día bopper2que murió la música.// Empecé a cantar/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Entonces durante diez años estuvimos solos/ y el musgo engorda en un canto rodado,/ pero no es como solía ser./ Cuando el bufón cantó por el rey y la reina,/ en un abrigo que le cogió a James Dean,/ y una voz que vino de ti y de mí,// oh, y mientras el rey miraba hacia abajo,/ el bufón robó su espinosa corona./ El juzgado quedó suspendido;/ no se devolvió ningún veredicto./ Y mientras Lenin leía un libro de Marx,/ el cuarteto practicaba en el parque,/ y nosotros cantábamos himnos fúnebres en la oscuridad/ el día que la música murió.// Cantábamos/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Tobogán (helter skelter) en un verano abrasador,/ los pájaros volaron con un refugio anti-radiación,/ ocho millas a lo alto y cayendo rápido./ Aterrizó mal en la hierba./ Los jugadores lo intentaron con un pase hacia delante/ con el bufón en el banquillo en la plantilla.// Entonces el aire del descanso era un dulce perfume/ mientras los sargentos tocaban una marcha./ Todos nos levantamos a bailar,/ ¡oh, pero nunca tuvimos la oportunidad!,/ porque los jugadores intentaron tomar el campo;/ la banda de marcha se negó a someterse./ ¿Recuerdas lo que fue revelado/ el día que murió la música?// Comenzamos a cantar/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Oh, y allí estábamos todos en un mismo sitio,/ una generación perdida en el espacio/ sin tiempo para empezar de ritchienuevo./ Así que vamos: ¡Jack sé ágil, Jack sé rápido!/ Jack Flash se sentó en un candelero/ porque el fuego es el único amigo del diablo.// Oh, y cuando le veía sobre el escenario/ mis manos se cerraron en puño de rabia./ Ningún ángel nacido en el infierno/ pudo romper aquel hechizo de Satán./ Y cuando las llamas subían alto hacia la noche/ para encender el rito del sacrificio,/ vi a Satán reírse con placer/ el día que la música murió.// Estaba cantando/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.// Conocí a una chica que cantaba blues/ y la pregunté por algunas noticias felices,/ pero sólo sonrió y volvió la cara./ Me dirigí a la tienda sagrada/ en donde había escuchado la música años atrás,/ pero el hombre de allí dijo que la música no sonaría.// Y en las calles: los niños gritaban,/ los amantes lloraban, y los poetas soñaban./ Pero no se decía una palabra; todas las campanas de la iglesia estaban rotas./ Y los tres hombres a los que yo admiraba más:/ el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,/ tomaron el último tren hacia la costa/ el día que la música murió.// Cantaban/ “adiós, adiós, señorita tarta americana”./ Conduje mi chevy hasta el dique,/ pero el dique estaba seco./ Y sus buenos chicos estaban bebiendo whisky y whisky de centeno/ cantando “éste será el día en que moriré”,/ “éste será el día en que moriré”.

Don McLean

Al parecer, Don McLean nunca aclaró lo que quería decir con cada línea. Hasta la fecha, yo sólo reconocía las referencias a los Beatles, a los Byrds, a Janis Joplin, a Mick Jagger y al accidentado concierto de Altamont, y a las canciones “Eight miles high”, “Helter Skelter” y “Jumpin’ Jack Flash”. Y, como alguien ya lo hizo antes, y mejor de lo que yo podría hacerlo aquí, os remito a sus interpretaciones, muy elaboradas:

http://agaf74.blogspot.com/2005/03/american-pie-o-la-prdida-de-la.html

Página de McLean: http://www.don-mclean.com/

Bob Dylan: 70 años enredado en la tristeza


Bob-DylanAyer fue el 70º cumpleaños de Bob Dylan, el trovador de Minnesota. Nuestro amigo ha sido, es y sigue siendo un genio de la música: ha sido el gran responsable de la revolución de la música popular del siglo pasado, aunque su figura siempre ha sido bastante controvertida. Influyó en sus contemporáneos, cambiando tanto la manera de hacer folk como de hacer rock, tanto en la música como en las letras (los Beatles, los Rolling Stones, Jimi Hendrix, los Byrds, Donovan, Joan Baez, Judy Collins, el propio Arlo Guthrie, hijo de su ídolo, etc.), pero también en generaciones posteriores de músicos entre los años 70 a 90: Bruce Springsteen, U2, Sinéad O’Connor, Tom Petty… Y, por no alargar una lista infinita, en nuestros propios cantautores: Hilario Camacho, Pau Riba, Jaume Sisa, Pablo Guerrero, Luis Pastor, etc.

BobDylanComenzó influenciado por los grandes de la canción de autor y del folk de los años cuarenta y cincuenta: Pete Seeger, Malvina Reynolds, y, sobre todo, Woody Guthrie. Su gran hito fue que, siendo un cantautor folk, alcanzó el éxito reservado a las estrellas del pop británico. Pero contra lo que Dylan quiso rebelarse siempre fue contra su papel de líder, razón por la cual tomaba decisiones a veces descabelladas: cuando comenzó a cantar folk, renegó de su gusto por el rock’n’roll y de su ídolo Elvis; y cuando era la figura del folk y de la canción protesta, en la que todo chico contestatario con guitarra se veía reflejado, proclamó la muerte la canción protesta (no por falta de motivos, sino, según él, por la mala calidad de las canciones de este tipo que estaban surgiendo), se fue alejando de artistas contestatarios para empezar a unirse a los músicos de rock y dio el petardazo final en el festival de folk al cambiar de repente al rock. A finales de los 60 se vuelca al country con el disco Nashville Skyline y, para escapar del mito de líder generacional, saca el controvertido y bob-dylan-smoking-a-cigdiscutible disco Selfportrait, un compendio de versiones de otros cantantes y de canciones propias que no alcanzan la calidad de sus anteriores, según los críticos. Entre los 70 y los 80 vuelve a las raíces, pero su figura sigue rodeada de controversia y de polémica: muy pocos vieron con buenos ojos su conversión al catolicismo y que cantara al papa Juan Pablo II, mientras que los que lo vieron bien se dedicaron a abuchear a la cantautora irlandesa Sinéad O’Connor durante el concierto-homenaje a Dylan porque meses antes, en protesta contra la política teocéntrica de su país, rompió una foto de este papa. Y luego volvió al judaísmo del que durante tanto tiempo renegó… Y quizás sea el cambio constante lo que le ha configurado como uno de los mejores artistas del siglo XX: negar su “yo” anterior y afirmar el actual, para que en una nueva etapa surja la síntesis, tanto personal como artística, entre lo que fue y lo que es. ¡Feliz cumpleaños Bob! Sigue siendo tú, ya sabes lo que quiero decir…

He elegido esta canción, “Tangled up in blue”, porque es una de las que refleja la vida y el sentimiento de Dylan, es decir, es algo semibiográfica. Escrita hacia 1975, en pleno declive de la generación anterior, abría uno de los mejores y más personales álbumes de Bob, Blood on the tracks:

Tangled up in blue

Early one mornin’ the sun was shinin’
I was layin’ in bed
Wond’rin’ if she’d changed at all
If her hair was still red
Her folks they said our lives together
Sure was gonna be rough
They never did like Mama’s homemade dress
Papa’s bankbook wasn’t big enough
And I was standin’ on the side of the road
Rain fallin’ on my shoes
Heading out for the East Coast
Lord knows I’ve paid some dues gettin’ through
Tangled up in blue

She was married when we first met
Soon to be divorced
I helped her out of a jam, I guess
But I used a little too much force
We drove that car as far as we could
Abandoned it out West
Split up on a dark sad night
Both agreeing it was best
She turned around to look at me
As I was walkin’ away
I heard her say over my shoulder
“We’ll meet again someday on the avenue”
Tangled up in blue

I had a job in the great north woods
Working as a cook for a spell
But I never did like it all that much
And one day the ax just fell
So I drifted down to New Orleans
Where I happened to be employed
Workin’ for a while on a fishin’ boat
Right outside of Delacroix
But all the while I was alone
The past was close behind
I seen a lot of women
But she never escaped my mind, and I just grew
Tangled up in blue

She was workin’ in a topless place
And I stopped in for a beer
I just kept lookin’ at the side of her face
In the spotlight so clear
And later on as the crowd thinned out
I’s just about to do the same
She was standing there in back of my chair
Said to me, “Don’t I know your name?”
I muttered somethin’ underneath my breath
She studied the lines on my face
I must admit I felt a little uneasy
When she bent down to tie the laces of my shoe
Tangled up in blue

She lit a burner on the stove
And offered me a pipe
“I thought you’d never say hello,” she said
“You look like the silent type”
Then she opened up a book of poems
And handed it to me
Written by an Italian poet
From the thirteenth century
And every one of them words rang true
And glowed like burnin’ coal
Pourin’ off of every page
Like it was written in my soul from me to you
Tangled up in blue

I lived with them on Montague Street
In a basement down the stairs
There was music in the cafés at night
And revolution in the air
Then he started into dealing with slaves
And something inside of him died
She had to sell everything she owned
And froze up inside
And when finally the bottom fell out
I became withdrawn
The only thing I knew how to do
Was to keep on keepin’ on like a bird that flew
Tangled up in blue

So now I’m goin’ back again
I got to get to her somehow
All the people we used to know
They’re an illusion to me now
Some are mathematicians
Some are carpenters’ wives
Don’t know how it all got started
I don’t know what they’re doin’ with their lives
But me, I’m still on the road
Headin’ for another joint
We always did feel the same
We just saw it from a different point of view
Tangled up in blue

Copyright © 1974 by Ram’s Horn Music; renewed 2002 by Ram’s Horn Music

http://www.bobdylan.com/songs/tangled-up-in-blue

Enredado en la tristeza

Una temprana mañana el sol brillaba/ yo estaba acostado en mi cama/ preguntándome si ella habría cambiado del todo/ si su pelo seguía siendo rojo/ Sus amigos dijeron que nuestras vidas juntos/ seguramente iban a ser duras/ Nunca les gustaron los vestidos hechos a mano de mamá/ La libreta de ahorros de papá nunca era lo suficientemente grande/ y yo estaba de pie al lado del camino/ la lluvia cayendo sobre mis zapatos/ dirigiéndome hacia la Costa Este/ El Señor sabe que he pagado algunas de las dudas por estar/ enredado en la tristeza.// Ella se había casado la primera vez que nos encontramos/ pronto estaría divorciada/ La ayudé a salir del apuro, supongo/ pero empleé un poco de demasiada fuerza/ Condujimos aquel coche todo lo rápido que pudimos/ abandonándolo afuera del oeste/ Nos separamos en una oscura noche triste/ los dos convenimos en que era lo mejor/ Ella se volvió para mirarme/ mientras yo me alejaba caminando/ La oí decir sobre mi hombro/ “Nos encontraremos de nuevo en la Avenida”/ enredados en la tristeza.// Tuve un empleo en los bosques del gran norte/ trabajando de cocinero por una temporada/ pero nunca me gustó aquello demasiado/ y un día el hacha simplemente cayó/ y entonces puse rumbo hacia Nueva Orleans/ donde pasé a ser empleado/ trabajando un tiempo en un barco pesquero/ justo afuera de Delacroix/ pero todo este tiempo estaba solo/ el pasado estaba cerca detrás/ He visto muchas mujeres/ pero ella nunca escapó de mi mente, y yo acababa de madurar/ enredado en la tristeza.// Ella trabajaba en un local de top-less/ y yo paré ahí para tomar una cerveza/ y seguí solo mirando a un lado de su cara/ en el foco tan claro/ y más tarde mientras la multitud adelgazaba/ estaba a punto de hacer lo mismo/ ella estaba de pie allí detrás del respaldo de mi silla/ Me dijo: ¿Sé tu nombre?/ Murmuré algo por debajo de mi aliento/ Ella estudió las facciones de mi cara/ he de admitir que me sentí un poco incómodo/ cuando se inclinó para atar los cordones de mi zapato/ enredado en la tristeza.// Ella encendió un mechero en la estufa/ y me ofreció un pito/ “Pensé que nunca me ibas a decir hola”, dijo/ “Pareces un tipo callado”/ Entonces abrió un libro de poemas/ y me lo pasó/ escrito por un poeta italiano/ del siglo XIII/ y cada una de sus palabras sonaron a verdad/ y brillaban como el carbón ardiendo/ vertiéndose de cada página/ como estaban escritas en mi alma de mí para ti/ enredadas en la tristeza.// Viví con ellos en la Calle Montague/ en un sótano bajo las escaleras/ había música en los cafés por la noche/ y la revolución en el aire/ Entonces comenzó a traficar con esclavos/ y algo dentro de él murió/ Ella tuvo que vender todo lo que poseía/ y se congeló por dentro/ y cuando por fin se desfondó/ me puse en retirada/ La única cosa que sabía cómo hacerla/ era seguir manteniéndome como un pájaro que volaba/ enredado en la tristeza.// Por eso ahora estoy de regreso otra vez/ Tengo que llegar a ella de alguna manera/ Toda la gente que solíamos conocer/ son para mí una ilusión ahora/ Algunos son matemáticos/ Algunas son esposas de carpinteros/ No sé cómo todo esto se inició/ No sé qué están haciendo con sus vidas/ Pero yo, todavía estoy en la carretera/ dirigiéndome a otro porro/ Nosotros siempre sentimos lo mismo/ sólo que lo veíamos desde un punto de vista diferente/ enredados en la tristeza.

Bob Dylan

Tim Hardin: Black sheep boy


Black Sheep Boy

Here I am back home again 52514
I’m here to rest
All they ask is where I’ve been
Knowing I’ve been West

I’m the family’s unowned boy
Golden curls of envied hair
Pretty girls with faces fair
See the shine in the Black Sheep Boy

If you love me, let me live in peace
Please understand
That the black sheep can wear the golden fleece
And hold a winning hand

I’m the family’s unowned boy
Golden curls of envied hair
Pretty girls with faces fair
See the shine in the Black Sheep Boy

I’m the family’s unowned boy
Golden curls of envied hair
Pretty girls with faces fair
See the shine in the Black Sheep Boy

La oveja negra

Aquí estoy de vuelta a casa/ Estoy aquí para quedarme/ Todo lo que me preguntan es dónde he estado/ sabiendo que he estado en el Oeste.// Soy el chico al que no posee ninguna familia/ rizos dorados de un pelo envidiado/ Las chicas guapas de hermoso rostro/ ven el brillo de la oveja negra// Si me quieres, déjame vivir en paz/ Por favor, entiende/ que la oveja negra puede tener el vellón dorado/ y tener una mano ganadora…

Historia de la canción de autor: lenguaje y simbología


La gran virtud que la canción de autor tiene es su riqueza poética: no obstante, su raíz etimológica, traducida del francés, viene a significar canción con contenido poético. Aunque encontramos también cierta riqueza lírica en otros géneros como cierto pop que surgió a partir de 1965 hasta nuestros días, la psicodelia, el rock en general, pero muy especialmente el rock sinfónico y el rock duro (claro que esto abriría nuevos debates acerca de si se pudiera encuadrar como cantautores a ciertos grupos y solistas como Moody Blues, Jefferson Airplane o Grateful Dead), es en la canción de autor, especialmente la canción de autor clásica, en donde esta dimensión adquiere sus formas más literaria.

clip_image001Básicamente fueron tres los elementos que configuraron la Ars Poética de la canción de autor, uno de ellos en menor medida que los otros dos. Primera y fundamentalmente, se puede considerar a los cantautores herederos de prácticamente toda la tradición poética española; ilustra esto el repertorio del cantante de toda la producción poética española: Paco Ibáñez canta con la misma intensidad y respeto las obras de distintos autores a lo largo de la historia: la poesía del siglo de oro (Góngora, Quevedo), de la Generación del 98 (Machado), de la Generación del 27 (Lorca, Alberti, Hernández) y de la Generación del 50 (Celaya, de Otero, Goytisolo). Así, incluyendo además a los poetas españoles que escribieron en otro idioma, podemos perfectamente considerar a los cantautores deudores de toda la tradición poética, pero muy especialmente de la poesía de los años 50: aquella poesía, escrita en los cuatro idiomas cooficiales de hoy en día, que gritaba desesperadamente sobre las ruinas y la miseria de las ciudades y aldeas de la pos-guerra, y abogaba por la salvación y recuperación del Hombre.

Otra importante fuente fueron los textos de la canción de autor extranjera: la crítica a la sociedad burguesa de la Chanson francesa; la arenga a la justicia y a la libertad de la canción latinoamericana; el sindicalismo y la lucha por la igualdad social y racial de los cantautores norteamericanos; y el hermanamiento con la canción portuguesa, que al igual que los nuestros luchaban guitarra en mano contra una dictadura bastante similar a la de Franco. Jacques Brel, Georges Brassens, Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Pete Seeger, Woody Guthrie, Jose Afonso, Luis Cilia…, por citar a los más famosos, fueron maestros tanto musicales como literarios de nuestros cantautores.

La tercera, y la más curiosa, fue la censura franquista (de la que ya hemos hablado ampliamente en otras ocasiones). La influencia de la censura sobre la canción de autor tiene una lectura doble: un aspecto relativamente positivo y otro negativo. Lo positivo fue que para burlar la censura, los autores de todos los campos se vieron obligados a forzar su imaginación para decir cosas que no podían ser dichas más claramente, aunque esto en ningún modo puede achacarse a la represión censora, sino a la creatividad del autor; pero, por otro lado, el miedo a la castración censora conllevó en ciertos casos a una sobre-censura o auto-censura: en ocasiones, lejos de forzar la imaginación, la cercenaba y creaba cierta frustración: de ahí que algunos decidieran auto-exiliarse.

Ya hemos hablado en otras ocasiones de ciertas técnicas para burlar a la censura: la similitud fonética (decir «verda» en vez de «merda», «revulsió» en vez de «revolució», o «dentadura» en vez de «dictadura»), la ironía y la sátira, desbordar al censor con canciones censurables para finalmente grabar la que realmente se quería (Aute), el recurso al cancionero tradicional (especialmente si la canción había sido recogida por la Sección Femenina)… Pero hablemos sólo de poesía de autor (aunque, ¿alguien duda acaso de que el cancionero tradicional no sea poesía popular?).

Lenguaje

clip_image003El lenguaje utilizado generalmente en la canción de autor no es -al igual que los símbolos- realmente nuevo: también éste es heredado de las fuentes que hemos visto; pero obviamente, nada en arte es realmente nuevo, sino reciclado, incluso re-reciclado, por lo que, sin olvidar su deuda, la canción de autor recicla este lenguaje.

Un texto: un poema, una canción, una novela, una obra de teatro, etc., según yo lo veo, funciona por intencionalidad y por interpretación: intencionalidad del autor e interpretación del oyente. Un autor suele crear un texto con cierta intención, y lo publica: su labor concluye ahí y comienza la labor interpretativa del público. El público recoge el texto y le dota de la interpretación que él crea, coincida o no con la intención del cantante. Pongo por ejemplo «L’estaca»: una persona cualquiera, de cualquier país (en el que no se viva mal, si es que existe ese país), escucharía o leería el texto y no pasaría de ver una canción que podríamos denominar costumbrista rural; pero, gracias a la gran oportunidad interpretativa que ofrece la música, podría adivinar que algo no andaba bien en el país y en el tiempo en el que Lluís la compuso. Ahora claro, un español de los años 60, medianamente inteligente, en seguida piensa, y sus mecanismos asociativos comienzan a trabajar automáticamente. Claro que también a veces ocurren fenómenos de sobre-interpretación, a los que la censura era muy dada; aunque tenga poco que ver, en esto los Beatles fueron especialistas (por así decirlo), sobre todo por su manía de hacer canciones que no querían decir absolutamente nada: por eso, los fatídicos mecanismos de asociación de Charles Manson vieron en «Helter Skelter» un mensaje según el cual estaban llamando a la aniquilación absoluta, o, más simpática, mi profesora de música del instituto, viendo en la banda que toca en «Yellow submarine» (cuando Ringo canta “… and the band begins to play”) una crítica hacia el ejército. A veces la sobre-interpretación puede ser peor que la falta de ella, aunque en otras ocasiones resulta tal vez beneficiosa: nada hay de malo (aunque yo no crea en estas interpretaciones) que muchos crean que el “Canto a la libertad» de Labordeta sea un himno aragonesista, «L’estaca» catalanista o, jocosamente, «Rascayú» una denuncia del franquismo (¿lo fue realmente o no?). Por eso, para evitar tanto la sobre-interpretación como la falta de ella, y además intentar no ponerle las cosas fáciles a la censura para la prohibición oportuna, los cantautores tenían diversos recursos estilísticos: por un lado, los símbolos, de los que ya hablaremos más adelante, y por otro la forma del mensaje. Tanto símbolos como lenguaje no deben emborronar el significado demasiado: de antemano, el autor ha de contar con la complicidad del oyente, y, por esa razón -y porque se pretende una poesía, una canción, para todos-, se ha de ser todo lo claro que la censura permita. Esto no quiere decir tomar al oyente por tonto, sino más bien no caer en esnobismos u oscurantismos.

El mensaje además debe ser directo: debe buscar el compromiso mutuo con el oyente. Por eso razón, la mayoría de las canciones están escritas en segunda persona, tanto singular como plural («no estés así…», «Tu que me escoltes…»); aunque a veces la segunda persona plural se utilice para hacer una denuncia clara y directa. También suele utilizarse mucho la primera persona del plural («Nosaltres no som d’eixe món», «Gazte gera gazte», «Nosaltres les dones»…). La tercera persona, tanto plural como singular, se suele utilizar, o bien, para denunciar a un colectivo («Ells», «Ellos, los vencedores,…»), o bien, muy especialmente en aquel tipo de canción que mediante el retrato de uno o de varios individuos se pretende retratar a todo un colectivo, clase o estamento (canciones-tipo), ya sea para denunciar, como en el caso anterior, ya sea para acercarnos de manera solidaria a ese colectivo representado por tal personaje (véase «Manuel» o «Els veremadors» de Serrat, «La morrallita» y «El Salustiano» de Carlos Cano, «Vagabundo» de Patxi Andión,…). Por su parte, la primera persona del singular se utiliza para declarar la visión del mundo o las reflexiones de uno mismo: así, el oyente se deja de sentir solo. ¿Qué diferenciaría por esto a la canción de autor de otro tipo de canción que hablara sobre relaciones humanas? Pues precisamente esa dimensión novedosa que fue la aproximación al oyente, sin pretensión de estar a un nivel más alto que el oyente, y en la profundización en esas relaciones en vez de quedarse en el mero relato de lo sucedido o de los sentimientos.

Pero no basta sólo con el lenguaje. La censura estaba ahí, pesando, y para burlarla los autores que escribían sus propios textos tenían que echar mano de numerosos recursos estilísticos: metáforas, símiles, incluso disfrazar el mensaje en forma de leyendas o cuentos, y hasta recurrir al pasado remoto (la reconquista, los comuneros de Castilla, los guanches, la guerra de sucesión…). En esto jugaron un papel fundamental los símbolos.

Símbolos

Para decir ciertas cosas que no se podían decir, como hemos visto, estaba, por un lado, el recurso a la poesía. Gracias a ciertas medidas aprobadas por el ministro Fraga (aunque no fueran suficientes), sucesor del férreo Arias Salgado, hubo una cierta «libertad» editora; de esta manera, los cantautores pudieron cantar textos que se podían vender libremente, aunque, contradictoriamente, la mayoría de las veces se prohibiera cantar esos textos que sí estaban legalmente editados y se podían adquirir con plena o relativa libertad. Por otra parte, para decir estas cosas y pasar la censura, o al menos una de las que existían (si acaso la de grabar la canción), los cantautores, a la hora de escribir sus propios textos, echaron mano de los recursos literarios de sus poetas, especialmente aquellos de los años 50 que, al igual que ellos, escribían su producción bajo la dictadura (por tanto, atados a los mismos mecanismos censores). Las metáforas, los símbolos y las situaciones que los cantautores adoptaron no eran nuevos: habían sido tomados de la poesía social y testimonial de la que eran deudores: la poesía de la guerra civil, la poesía del exilio, la poesía escrita en las cárceles de Franco, la del desarraigado poeta de los 50 y de nuevos poetas amigos. Muchos de esos símbolos ya estaban en aquellos poetas. La palabra precisa y concreta que no podía ser dicha debía mudar, echar a volar su concepto a otro nido, a otra palabra.

De esta manera, el poeta y el cantautor crea un mundo propio, rico en símbolos y metáforas. Pero, rigiéndose por las tesis de la poesía social y testimonial, tampoco podía hacerse un discurso excesivamente complejo: se pretendía hablar a un amplio espectro de la población, desde estudiantes e intelectuales a obreros, campesinos y amas de casa. Había que encontrar el perfecto equilibrio entre la claridad (imposible por la censura) y el oscurantismo (indeseable si se quería que el receptor deseado acogiera el mensaje y le conmoviera). Sobre los símbolos utilizados en la canción de autor, vuelvo a recomendar fervientemente la obra de González Lucini. 20 años de canción de autor en España (varios tomos), en los que detalla una exhaustiva lista de símbolos de la que ésta es sólo una muestra aproximativa.

Éstos son algunos de los símbolos más recurridos:

  1. Símbolos negativos: describen la situación política y social de la dictadura. La mayoría de las veces encierran además a su contrario.

-La triada noche-silencio-oscuridad. Aunque son tres símbolos, casi siempre aparecen asociados, entrelazados entre sí. Lo que tienen en común es que los tres pesan como una losa sobre la población:

  • clip_image005La noche se entiende como concepto negativo: oscura, silenciosa, pavorosa… Es la noche que inquieta, que da miedo, cerrada, en la que cualquier cosa mala puede acontecer. Es la portadora de oscuridad. No en vano, la mayoría de las detenciones políticas se producían de noche. La mayor parte de las veces, la noche es el presente y antecede al día, que se espera con ansiedad y se sabe que llegará, aunque tarda. La noche es el franquismo entero. Algunos ejemplos son «La nit» de Raimon, «A la voz de un pueblo» de Celdrán, «Gaua» de Lourdes Iriondo, y «Al alba» de Aute (en ésta, sin embargo, por el especial contexto de la canción, lo que sucede a la noche no es el día, sino «la noche más larga»).
  • clip_image007El silencio: es lo que ocurre durante el franquismo, que se suele representar como la noche, y tiene diversas lecturas. Por un lado, el silencio es la censura, que prohíbe hablar, expresarse y manifestarse con libertad; por otro, aunque no se descarte la otra lectura, es lo producido por el miedo. El miedo cercena, castra, arranca a las personas el principal atributo de la humanidad: el lenguaje. Nunca es voluntario realmente, sino impuesto o autoimpuesto. El silencio sólo se romperá si todo el mundo comienza a hablar al unísono. El silencio también es la injusticia, el reprimir la rabia, la risa y el llanto.  En muchas ocasiones, el silencio es resignación. Ejemplos: «A la voz de un pueblo» de nuevo (esta canción contiene los tres símbolos), «Silenci» de Llach, «Jo vinc d’un silenci» de Raimon (en donde vemos el concepto del silencio como injusticia y resignación) o «Aquesta remor», cantada por Ramón Muntaner y por Coses.
  • La oscuridad: es el atributo de la noche y la hermana del silencio. Aunque no sea canción de autor, quien ha tratado este tema mejor ha sido el dramaturgo Antonio Buero Vallejo, en obras como En la ardiente oscuridad. La oscuridad impide ver otra realidad mejor que esa, lo cual provoca conformismo ante el miedo que produce saber que hay más allá de la oscuridad. Es la ignorancia deseada por el régimen. La oscuridad es densa e impide la humanidad. En la oscuridad siempre gobierna el silencio: en lo lumínico, la oscuridad es igual que el silencio a lo sonoro. Es la representación de la represión, como el silencio. Lo contrario de la oscuridad, naturalmente, es la luz, cargada de significados tales como la esperanza, la libertad, la razón… De nuevo refiero a la gran canción de Celdrán «A la voz de un pueblo».

Otros símbolos o temas negativos

  • El miedo: no es exactamente un símbolo, sino un tema recurrente. El miedo era el estado natural de la población durante el franquismo. Aparece frecuentemente asociado junto a los tres grandes símbolos: la noche, el silencio y la oscuridad. Miedo a todo: al pecado, al comunismo, a la guerra civil, a la represión… Generalmente se refiere al miedo a la represión franquista, que tanto padecía todo aquel que estuviese en contra del régimen. El miedo debe vencerse o sobrellevarse, pero generalmente, el autor es consciente de que el miedo sólo desaparecerá cuando desaparezca el régimen. Canciones que sirven de ejemplo son «Contra la por» y «Sobre la por» de Raimon, «Contra el miedo» de Rosa León, «Beldurrez» («Con miedo») de Koska, «Novembre 72» de Lluís Llach.
  • clip_image009Longa noite de pedra (larga noche de piedra): se trata de un estremecedor poema de Celso Emilio Ferreiro. Fue musicalizado tan sólo una vez por Xavier González del Valle (Voces Ceibes) sin demasiada repercusión. A pesar de esto, el impacto del poema fue tal que todavía hoy, especialmente los gallegos, mucha gente se refiere a la dictadura como la «longa noite de pedra».
  • Símbolos cronológicos: ayer, hoy y mañana. Para 1939-1975, el ayer es un tiempo pleno, lleno de esperanzas, que nos fue robado y truncado, y deberá volver a ser re-hecho por todos (Llach: «Cal que neixin flors a cada instant», «Damunt d’una terra»); el hoy es la dictadura: un tiempo insoportable, pero irrenunciable que debe de cambiar; en el «hoy» siempre es de noche. Y el mañana, por su parte, merece un apartado a parte, en los símbolos positivos. Por el contrario, para el periodo 1975 en adelante, el ayer (1939-1975) es una época fea, desagradable, oscura; el hoy está todavía por hacer: aunque se valoran sus puntos positivos frente al ayer, se le reprocha lo que aún le falta o lo que pudo ser y no es: el llamado «desencanto» de 1975-1980 y en adelante. El mañana sigue siendo positivo y encerrando muchas posibilidades, aunque a veces se tantea la posibilidad de que sea peor que el hoy.
  • El invierno: la dictadura (disco de Aseari: «Negu luze hotzetik», «Desde el frío y largo invierno»).

Símbolos asociados a Franco y/ o a sus ministros:

  • clip_image011La estaca: aunque se trata de una única canción, «L’estaca» de Llach, desde su presentación al público, se convirtió en el símbolo por antonomasia que representara a la dictadura: una enorme estaca de madera podrida, pesada y astillante, que no deja caminar, contra la que los abuelos advierten a sus nietos y les dicen que la única manera es tirar todos de ella hasta que se caiga.
  • 43 El perro: representa a Franco y aparece principalmente en las canciones de Manuel Gerena: “arrancarle los dientes a todos los perros», que también se lo aplicó a Pinochet en «Por Víctor Jara y su justa venganza» («arrancarle los dientes al perro fiero»). También aparece en una sensacional canción de Bibiano llamada «O can», en el que Bibiano advierte a un viejo y decrépito can de palleiro que pronto va a morir y que se le está cayendo toda la dentadura.
  • 8 (2) El burro i l’àguila (el burro y el águila): de nuevo no es un símbolo recurrente, sino una única y emblemática canción titulada así, en esta ocasión del genial Pi de la Serra. El burro no es otro que Franco, y el águila real el entonces sucesor de Franco y Príncipe de Asturias, Juan Carlos. En ella, Quico nos dice que sólo conseguiremos volver a ser libres y felices cuando se mueran el burro y el águila real, que encarnan no sólo la represión, sino la reacción, lo antiguo, e incluso, me atrevo a decir, lo irracional (como opuesto a la razón que hace ciencia).
  • La montaña: hace referencia al carácter inmovilista del dictador y de sus más acérrimos seguidores (el búnker). En esta ocasión, se trata de una canción de Raimon titulada «La muntanya es fa vella», es decir, «La montaña se hace vieja».
  • La estatua: otro símbolo del inmovilismo, aunque más difuso, pues allí donde aparece parece ser sólo un vago apunte de lo que se quiere decir. Ejemplo: «A quién corresponda» («… los que sudan bajo la sombra de una estatua…»).
  • Símbolos carcelarios: el verdugo, el carcelero, las cadenas, la cárcel… De varios autores, incluidos los más preferidos poetas (Miguel Hernández, v.g.): los símbolos carcelarios hacen clara referencia al carácter de presidio que tenía el régimen, a aquella práctica de encarcelar, torturar e incluso ejecutar a todo aquel que no pensase igual que el dictador y sus ministros, aunque en realidad se podría considerar que todo el país era una inmensa cárcel. Varias canciones de Gerena, «Al alba» de Aute, «Aita kartzelan duzu» de Pantxo eta Peio, «Cadenas» de Jarcha, el «sepulturero mayor» en «Adivina adivinanza» de Sabina. etc.

2. Símbolos positivos: suelen referirse a una posibilidad o a una utopía:

  • El día (antítesis de la noche): es la luz, también el mañana; es lo que debe necesariamente suceder a la noche: así que siempre es el día de mañana, en el que además luce el sol. «Pola longa lonxanía» de Xerardo.
  • El amanecer representa una posibilidad abierta y positiva, mejor que la actualidad. El amanecer ahuyenta la noche y la oscuridad, y con ellas el miedo imperante. Junto al «día» y al «amanecer» suele aparecer también la idea de «despertar», frente a «dormir»: dormir implica no ser consciente de las cosas, no actuar, mientras que despertar representa justamente lo contrario, tomar conciencia, posiciones y actuar. Como ejemplo se me ocurre «Canción a las seis de la mañana» de, una vez más, Adolfo Celdrán.
  • La lluvia es un símbolo que aparece disperso por aquí y por allá, con diversas connotaciones, aunque suele ser un símbolo positivo. Obviamente no me refiero a la lluvia como símbolo en las canciones de autor cuyo tema sea el amor, como «Una balada de otoño», con sus connotaciones nostálgicas, sino a cómo es tratado en canciones de temática solidaria y aun social. Tenemos buenos ejemplos: en «Lluvia», de Luis Eduardo Aute, se resalta la el sentido de liberación de la lluvia; en «Choiva» de Benedicto se mezcla el matiz nostálgico de la lluvia a nivel de canción de amor con el tema solidario de la lluvia vista como una especie de alivio para el oprimido; y, por supuesto, «A cántaros» de Pablo Guerrero, en donde Pablo trata de la lluvia como elemento de la naturaleza que limpia la atmósfera, y otras cosas. En mi humilde opinión, siempre he creído que en esta canción Pablo estaba muy influenciado por la mentalidad campesina extremeña, en la que los campesinos aguardan la lluvia para que florezcan los campos, tema que también explotan los castellanos La Fanega en su «Santo Cristo de Hontariego». Por supuesto, hablamos de la lluvia amable, de la tormenta de verano que alivia del calor, de la lluvia que se espera ansiosamente en los campos, y no de la tempestad o de la tormenta violenta, que sería un símbolo, más bien, negativo.
  • El mar. Éste es otro símbolo que opera a dos niveles. A nivel de canción social, sobre la vida de los marineros, el mar es un símbolo negativo: el mar se traga vidas, esclaviza a los pescadores, es como una maldición. Tenemos ejemplos en «Nana a una vieja viuda del mar» de Patxi Andión, «Dorna» de Benedicto, «La mala pesca» o «Canción de la novia del pescador» de Adolfo Celdrán. Pero el mar, especialmente para la gente de interior, tiene también connotaciones positivas: el mar como horizonte posible, como espacio ancho de libertad, libre, sin dueño, es lo que nos cantan canciones como «A por el mar» de Rosa León, «Estamos chegando ó mar» de Bibiano (canción que se le ocurrió cuando volvía a su casa durante un permiso en su servicio militar) o, incluso, aunque sea como loa vitalista, «Mediterráneo» de Serrat, o la fabulosa obra sinfónica de Lluís Llach «El meu amic el mar», compuesta por cuatro partes.
  • La tierra. Aunque con diversas connotaciones, como pueden ser las relativas a las canciones regionalistas o nacionalistas, me refiero aquí casi exclusivamente a la tierra para trabajar. También tiene dos connotaciones, pero al contrario que el mar, la connotación negativa nunca llega a ser completa, salvo excepciones. La tierra, vista negativamente, es una tierra amarga, que produce con sus habitantes una relación de amor y odio si la tierra no sólo no da los frutos necesarios para vivir, sino que además le ata uno de muchas maneras, sentimental, económicamente o por miedo: «Pequeño propietario» o «Extremadura» de Pablo Guerrero, «Aragón» de Labordeta, o, la que yo pienso que es una de las mayores expresiones de desilusión y realismo, «Pueblo blanco» de Serrat (inspirada por su pueblo materno, Belchite). También como recuerdo de las atrocidades acontecidas unas décadas anteriores y como expresión de deseo de restañar esas heridas y traer la justicia en temas como «La meva terra» de Llach, o «Quatre rius de sang» de Raimon («Cuatro ríos de sangre» que representan a la cuádruple flama de las banderas de los territorios que antaño formaron el Reino de Aragón). Pero también la tierra como madre, como patria (pequeña o grande), como algo que rescatar y defender.

3. Símbolos históricos:

clip_image012Como la denuncia concreta contra una clase social o unos individuos determinados no pudo ser a menudo posible, muchos cantautores y grupos de folk, especialmente aquellos que tenían un fuerte espíritu regionalista/ nacionalista, buscaron semejanzas con acontecimientos del pasado que, de alguna manera, llevaron a la situación en la que entonces se encontraban. Personajes y hechos como la Reconquista («Al-Mutamid dice adiós a Granada» de Carlos Cano, «La gran pérdida de Alhama» de Paco Ibáñez), la guerra de Castilla (el álbum «Los comuneros» de Nuevo Mester de Juglaría), la conquista de Canarias («Cantata del mencey loco» de Sabandeños), la guerra de sucesión, por la que los Països Catalans perdieron su derecho a hablar en su lengua («Quan el mal ve d’Almansa» de Al Tall)… Y un largo etcétera.

Pero también personajes más cercanos en el tiempo, poetas y escritores exiliados o represaliados en, durante o tras la  guerra civil, como Miguel HEntierro_de_Antonio_Machado_en_Colliure_al_poco_de_su_exilio._El_ataúd_va_cubierernández («Al borde del abismo», Adolfo Celdrán), García Lorca («Federico» de Aguaviva, o «Verde» de Patxi Andión), y, sobre todo, Antonio Machado («De cómo Antonio Machado limpió su casa» de Carlos Cano; «Muerte de Antonio Machado», escrita por Antonio Gómez, compuesta por Antonio Resines y cantada por Teresa Cano; «En Colliure» de Serrat; o, en gallego, «Poema de emerxencia para Antonio Machado», cantado por Xerardo Moscoso). Claro que, a menudo, el mejor homenaje era la versión cantada de sus temas.

4. Personajes tipo

No es exactamente un símbolo, si acaso un personaje-símbolo. Se trata de representar una situación concreta, una injusticia o una denuncia presentando a un único personaje (generalmente, aunque a veces pueden ser grupos reducidos de personajes) como protagonista de una canción. De esta manera se consigue cierta solidaridad con aquello que representa el personaje, o cierto rechazo: no es más que un estilo que enraíza en la más pura tradición de la novela realista. Ejemplos de personajes «simpáticos» (que levantan simpatía) son, de Serrat, «Manuel», la historia de un campesino tan pobre que no poseía ni siquiera la soga con la que se ahorcó; y «La tieta», una de aquellas señoritas de edad que por circunstancias diversas se ve en un impuesto celibato. De Patxi Andión, aquel «Vagabundo» ateo y bondadoso; la muerte de un perro llamado «Pipo» ante la impasible sociedad; o la historia de aquel profesor rural, proveniente de la tradición laica, científica y socialista de la Institución Libre de Enseñanza, expulsado del pueblo por enseñar versos de Antonio Machado. Ésta última tiene una especie de gemela en «El profesor» de Aguaviva, un profesor que, pese a los reproches y por orgullo, se siente muy orgulloso del carnet socialista que le dio Julián Besteiro. La figura del emigrante en «El Salustiano» o «La morrallita» de Carlos Cano, o en «Emigrante» de Pablo Guerrero. Labordeta, en las «Coplas del tión», nos explicaba en primera persona el drama del primogénito que heredó el mayorazgo, y está condenado al celibato porque las mozas están emigrando a Barcelona… Y muchos más. Pero también se buscó a menudo ridiculizar a la clase dominante (es decir, la burguesía): así tenemos como Víctor Manuel se burlaba de un ministro que aspiraba a ser algo más en «Buenos días, Adela mía»; Pablo Guerrero ridiculizaba aquellas uniones concertadas entre la pudiente burguesía y la aristocracia que ya sólo conserva un escudo y un apellido evocador en «Ecos de sociedad»; o más abiertamente Patxi Andión en «Los bur-manos hu-gueses».

Bien, éstos son sólo algunos símbolos y algunos ejemplos de canciones. Por supuesto, hay muchos más, ya que, al igual que pasa con la literatura -digamos- convencional, cada autor suele tener sus propios símbolos o distintas connotaciones para un mismo símbolo. No cabe duda que el lenguaje fue lo que primordialmente ayudaba a configurar la intencionalidad y la interpreteación de una canción, mientras que los símbolos fueron un excelente recurso para burlar a la censura. Pero, como tantas otras veces he insistido, no fue la censura ni la dictadura la que elaboró estos símbolos, sino la genialidad poética.

Historia de la canción de autor: influencias


Antes de desarrollar las diferentes dimensiones que trataremos, ofrezco una visión general de la historia del género (aunque no es propiamente un género, sino un estilo compuesto por un amplio abanico de géneros, siendo, tal vez, de ellos el más importante el folk).
Los ecos: tras la guerra civil se produjo un silencio, un silencio que amenazaba desde siempre la vida y la palabra, que con la dictadura se hizo más efectivo y más pesado. Los expertos fijan el año 56 como el año del nacimiento de la canción de autor. A finales de los 50 se comenzaban a escuchar los rumores de la maravillosa canción francesa de Brel, Brassens, Ferre…, también llegaban los ecos de los cantautores folk sindicalistas norteamericanos como Seeger, Guthrie, Mavinna Reynolds, Huddie Ledbetter… También llegaban desde tierras hermanas los rumores de Violeta Parra y Atahualpa Yupanqui. Y ya en los 60 las voces de los compañeros portugueses, José Afonso y Luis Cilia, y de la novel canción latinoamericana, Víctor Jara, Isabel y Ángel Parra o Daniel Viglietti dieron el impulso definitivo junto a la nueva canción folk norteamericana de Bob Dylan y Joan Baez. Aunque por lo general el estilo de aquí solía ser una amalgama de estas influencias, bien es cierto que son reconocibles en cada uno: Paco Ibáñez, Els Setze Jutges, Raimon y Ez dok Amairu tenían una influencia más francesa, mientras que El Grup de Folk prefería la canción norteamericana; Voces Ceibes, Luis Pastor y Adolfo Celdrán se inclinaban por la canción portuguesa; otros, como Labordeta, practicaban una suerte de mezcla de canción portuguesa y latinoamericana; luego estaba lo que en principio fue una minoría que interpretaba temas tradicionales como Joaquín Díaz o Nuevo Mester de Juglaría.
La canción francesa fue la 1ª influencia para muchos: era aquella nacida justo después de la 2ª Guerra Mundial, con textos inteligentes, poéticos y satíricos. El vitalismo de Jacques Brel, el sarcasmo de Brassens, el anarquismo de Ferre y el romanticismo de Edith Piaf fueron para muchos una bocanada de aire fresco en un país que carecía de él.
La canción norteamericana fue adoptada por aquellos un poco más progresivos en la música. El Grup de Folk y Nuestro Pequeño Mundo vieron la fuerza de protesta que estos autores tenían sin más que la canción tradicional de su país. El Grup de Folk ayudó a difundir a Seeger y a Guthrie, pero también a otros más modernos como Bob Dylan. Las viejas canciones sindicalistas de los años 40 y 50 empezaron a traducirse a todos los idiomas del país: «No nos moverán», «No serem movuts» o «Non nos van mover» eran versiones lingüísticas de una misma canción norteamericana de los sindicatos algodoneros de los trabajadores negros.
Sin embargo, yo pienso que aunque estas fueron importantes influencias, aquí se entendió mejor la canción latinoamericana y portuguesa por una simple razón: 1º, la facilidad del idioma, y 2º la semejanza de los temas: eran todas ellas tierras sin libertad, con los mismo problemas de obreros y campesinos y su lucha contra el poder.
Canción latinoamericana: especialmente importante fue el estilo andino. Violeta Parra y Atahualpa Yupanqui fueron sembradores de semillas aquí y allí (e incluso en Norteamérica): era una canción influenciada por el pensamiento social de izquierdas y por el indigenismo; eran cantos para los campesinos. También importante fue la llamada Nueva Troba Cubana, que surgió tras la revolución de Fidel Castro, con Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, y con Carlos Puebla de padrino: se dedicaron a exportar la idea revolucionaria a través de la música. Por eso y por su procedencia, aquí se la observaba con lupa. Luego grandes figura de aquí y de allá: la figura de Víctor Jara creció injustamente, injustamente porque lo hizo a costa de su vida; se convirtió en un símbolo para todos, un compañero al que reivindicar: muchos debieron pensar que nada impedía el que alguno fuera el siguiente en caer víctima de la represión.
Canción portuguesa: fue muy parecida a la de aquí, bebió de las mismas fuentes y sufrió una dictadura y censura parecida. Allí creció la figura de José Afonso alegre y justamente porque su canción «Grândola, vila morena» fue la contraseña del comienzo de la Revolución de los Claveles; de esta manera, nadie puede evocar tal episodio sin recordar la canción y a su autor. ¡Qué bonito hubiera sido eso aquí, con «L’estaca», «Para la libertad», «Canto a la libertad» o yo qué sé… ¡hay tantas!
Todo esto ayuda a configurar un panorama propicio para que en el 56 Paco Ibáñez comience sus andanzas poético-reivindicativas junto a otros, ayudando a forjar un estilo que, a día de hoy, cuenta con bastantes seguidores.