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Es pobres no podem viure


Postal antigua (Ff. s. XIX-Pp. s. XX): Campesinos ancianos de La Cala, IbizaUC es un trío ibicenco de folk, formado en sus inicios de los años 70 por Isidor Marí, Joan Marí Murenu y Joan Planells. Desde sus inicios, UC reivindicaba con la música tradicional de su tierra y sus letras a la más auténtica Ibiza, la que no era aquella de los turistas, los hippies o pseudo-hippies, o, incluso a día de hoy, la de las horteras fiestas de la jet-set y del fiestón etílico-lisérgico padre. Mientras buscaba fotos realistas de campesinos ibicencos, me he dado cuenta de una cosa: que abundan demasiadas fotos “folklóricas” (en el mal sentido de la palabra), es decir, campesinos maqueados (algunos, ni siquiera lo son) en sus trajes de gala, pero no los auténticos campesinos, es decir, los campesinos vistos en su cotidianeidad. Es curioso, digo, porque precisamente los grupos de folk de los años 70 de toda la geografía española, como nuestros protagonistas de hoy, se dedicaron incansablemente a reivindicar ese folklore auténtico, que había quedado solapado intencionadamente por el folklorismo oficial (nacional-folklorismo), en el que abundaban como única expresión las canciones de índole religiosa, de religiosidad popular (vista siempre con un, a menudo, despreciable paternalismo), de fiesta y amorosas (excluyendo el hecho erótico muchas veces) o romances inofensivos… Pero a pesar de los esfuerzos de esas asociaciones de folklore, había cosas que no podían taparse con las canciones de las fiestas patronales y las advocaciones a los santos, y de eso se sirvieron estos grupos y cantantes.

En su disco de 1976, UC recogía una canción popular de Ibiza que reflejaba el descontento de las clases bajas, interpretando fielmente esa rabia e indignación, al tiempo que ofrecía una panorámica que iba desde el desastre del 98 hasta la proclamación de la II República española, que es recibida con mucha esperanza y optimismo. Y es que hay temas que nunca pasan de moda…

Es pobres no podem viure

Es pobres no podem viure,
sempre hem d’anar de rancó,
trebaiant i coguent sitges
per pagar es recaudadors,
que fumen i no estalvien,
sempre tabac d’es mellor.

Van de botiga en botiga
beguent i fent la raó,
menjant-se alguna gallina
i algun pollastre capó.
Jo he de menjar pa i sardines,
guixes i algun ciuró.

L’Espanya va defallida
per falta de regit bo,
que va perdre Filipines
i Cuba que era mellor,
i ara perdrà ses tres illes,
Mallorca, Eivissa i Maó,
que arriba sa republica
amb bona condició.

Tots farem un crit de viva
amb molta força i valor,
que es pobres no podem viure,
sempre hem d’anar de rancó.

Los pobres no podemos vivir

Los pobres no podemos vivir,/ siempre tenemos que ir cojeando/ trabajando y cociendo carboneras/ para pagar a los recaudadores,/ que fuman y no ahorran,/ siempre tabaco del mejor.// Van de tienda en tienda/ bebiendo y charlando,/ comiéndose alguna gallina/ y algún pollo capón./ Yo he de comer pan y sardinas,/ almortas y algún garbanzo.// España está desfallecida/ por falta de buena dirección,/ que ha perdido Filipinas/ y Cuba, que era mejor,/ y ahora perderá las tres islas,/ Mallorca, Ibiza y Mahón,/ que llega la república/ con buena condición.// Todos gritaremos viva/ con mucha fuerza y valor,/ que los pobres no podemos vivir,/ siempre tenemos que ir cojeando.

Popular de Ibiza

Letra y traducción al castellano:

http://www.grijalvo.com/UC/Lletres/b_06_Es_pobres_no_podem_viure.htm

Historia de la canción de autor: nacionalismo, regionalismo y solidaridad II


En la última entrada (que me complace y enorgullece decir que fue enlazada por la Unidad Cívica por la República) ofrecí una visión general y su historia de lo que dentro de la canción de autor podría denominarse canción regionalista o nacionalista. Podríamos ahora caracterizar esas canciones: voy a basarme, principalmente, en los tres discos que mejor ejemplifican este espíritu (y que mejor conozco): Los comuneros de Nuevo Mester de Juglaría, La cantata del mencey loco de los Sabandeños, y Quan el mal ve d’Almansa de Al Tall, pero no sólo. 

Algo que debiéramos apuntar es que la reivindicación regional a través de la música mediante la lengua y/ o el folklore no fue un fenómeno meramente español, sino que, casi sin tener relación entre ellos, es un fenómeno que está en muchos lugares casi al mismo tiempo: aparecen grupos de música celta como los bretones Gwendal, los irlandeses Dubliners y Chieftains,  o los británicos Pentangle; también, en Norteamérica se asiste al endurecimiento de la música negra, ya fuera con las letras, con los ritmos, o bien con indumentarias que los negros habían comenzado a exhibir; aparece también entonces el reggae, de la mano de Bob Marley, que, desde entonces será la música-bandera de los negros y del tercer mundo; amén de la música folklórica andina de corte indigenista y otras experiencias similares a lo largo del mundo. Todo eso casi a la vez que aquí aparecían los grupos de folk y los grupos de rock con raíces o étnicos.
En primer lugar, decir que la canción regionalista/ nacionalista no era únicamente un contenido que se pudiera resumir en el grito «¡viva mi tierra libre!», sino que es más amplio y necesita matizaciones. Principalmente, tenía dos funciones (que son en las que podríamos resumir la entrada anterior a ésta): la solidaridad y la reivindicación.
La función solidaria de estas canciones operaba de esta manera: el cantante o grupo canta una canción en la que explica alguna de las cosas que afectan a su tierra; lo que ocurre entonces es que los oyentes que no son de allí la sienten más cercana y comparten el sentimiento del autor: se solidarizan. La canción se había convertido en un estupendo vehículo de acercar a los demás una tierra para darla a conocer (no de manera turística).
Respecto a la función reivindicativa -la más conocida-, pues poco más se puede decir: servía para intentar unir a los habitantes de esa tierra en una misma reivindicación y despertar la conciencia de pueblo, lengua, identidad, nacionalidad y tierra. Pero no se cantaba para todos los habitantes de la región, sino sólo para algunos muy concretos:
¿A quién/ quiénes canta este tipo de canciones? Cantan casi exclusivamente a las clases trabajadoras/ campesinas de la región y nunca (al menos de manera solidaria o laudatoria) a las clases acomodadas, entendidas éstas siempre como aprovechadas de la clase baja: a pesar de que nacionalismos como el vasco y el catalán fueran fundados en el siglo XIX por las clases burguesas, en esta época se huye de aquel viejo nacionalismo y se entrelaza con el socialismo. Desde éste punto de vista, las canciones tendrán temas muy variables, o se acentuarán unos temas ante otros, dependiendo de la región; así pues, por ejemplo, la canción gallega pone más el acento en lo que venía siendo su problemática desde siglos: la emigración; los andaluces (Carlos Cano, Antonio Mata, Gerena) solían poner el acento en el anti-señoritismo; Víctor Manuel narraba las miserias, penas y dolores de los mineros; los vascos ponían mucho énfasis en el tema lingüístico y en los presos políticos; y un largo etcétera en el que, no obstante, se siente un mismo sentimiento: el amor a la tierra. Pero a veces aparece también la desesperación, incluso el, aunque no exactamente, odio a la tierra, sino a las circunstancias, a las injusticias. A la tierra de uno se la ama, pero también se desespera porque son pobres, porque su suelo no da para comer; ejemplos de éstas pueden ser «Extremadura» de Pablo Guerrero, «La meva terra» de Lluís Llach, «Santo Cristo de Hontariego» de La Fanega, «Me dicen que no quieres» (con letra de Labordeta) y «Y estos yermos de Aragón» de La Bullonera, «Aragón» de Labordeta, «Mi Puebla se quea sola» de Manuel Gerena, «Quatre rius de sang» de Raimon, «Nuestra Andalucía» de Jarcha… Es, ante todo, el dolor de tener que dejar la tierra, o el sufrimiento silencioso de la más reciente historia, con su guerra civil a cuestas.
Se reivindica la tierra y la lengua o dialecto (si la hubiera), pero con ello también a los poetas patrios de todos los tiempos, especialmente románticos y post-románticos como los gallegos Rosalía de Castro o Manuel Curros Enríquez, pero también ya cercanos o del siglo XX como el canario Ramón Gil Roldán (autor de los textos de la Cantata del mencey loco), el catalán Pere Quart, el leonés Luis López Álvarez (autor de Los comuneros y del poema Romance de la reina Juana, que cantó en su primer LP Amancio Prada), el gallego Ramón Cabanillas, o, incluso -aunque más reciente en la voz de Luis Pastor- el extremeño Luis Chamizo (que escribía en dialecto extremeño). Y, cómo no, los tres grandes poetas en las otras tres lenguas cooficiales: el vasco Gabriel Aresti, el catalán Salvador Espriu, y el gallego Celso Emilio Ferreiro. Todos estos poetas, pero muy especialmente estos tres últimos, deslumbraron con sus letras y su filosofía a toda una generación de cantores ansiosos en expresarse en su lengua materna y hablar de su tierra. Esto tiene mucha relación con el siguiente punto.
Muchas de estas canciones son grandes lecciones de historia: gracias a ellas aprendemos una base de sucesos históricos que, muchas veces, están sólo para el conocimiento de grandes estudiosos (para muchos, nuestra historia comienza con el matrimonio de estado de Isabel de Castilla y de Fernando de Aragón). Generalmente cuentan una injusticia y/ o derrota histórica cuya estructura suele ser: una época de bonanza para la gente de la región, muchas veces producida por una revolución contra una injusticia o una situación desfavorable o insoportable (Los comuneros; Quan el mal ve d’Almansa; «Aragón, 20 de diciembre de 1591» del grupo Boira; la versión de «Els segadors» de Rafael Subirachs, evocando el levantamiento de los segadores catalanes contra Felipe IV -gracias a Amara por su observación); se produce una batalla o invasión (La cantata del mencey loco; El rey Al’Mutamid dice
adiós a Sevilla
de Carlos Cano) provocada por la reacción (o fuerza invasora) generalmente de índole real (Carlos I en Los comuneros, Felipe V en Quan el mal…); los rebeldes y/ o resistentes son apresados, y se procede a su ejecución; al final suele haber, a modo de epílogo, una canción inflamada, como un himno, en el que al mismo tiempo que se lamenta la injusticia histórica, se llama a recuperar aquello: por ejemplo, «Castilla, canto de esperanza» o el «Canto final» del mencey loco. Estas canciones venían a plantear dos cosas fundamentales: la pérdida de sus derechos e identidades por esta derrota hasta la actualidad, y que eran una excelente manera de denunciar al régimen entendiéndolo como sucesor de aquellos otros (esta idea aparece en uno de los versos de López Álvarez que no recogen Nuevo Mester de Juglaría para su canción).
Pero, por supuesto, también canciones que explicaran la situación actual, bien enlazándola con el pasado remoto («Regreso a la semilla» de Elisa Serna), bien meramente en sus días («Euskadin represioa» -la represión en Euskadi- de Txato Agirre, cantada tanto por Fernando Unsain como por Imanol).
También había himnos, cómo no, bien de la autoría del cantante, bien tomados de algún poeta: «Berros de loita» del poeta Cabada Vázquez, cantada por Benedicto; «Acción galega» de Cabanillas cantada por Xerardo Moscoso; el poema «Asturias» de Pedro Garfias, por Víctor Manuel; «La Rioja existe, pero no es» de Carmen, Jesús e Iñaki; «Aragón» de Labordeta (aunque éste encajaría más bien en la primera clase que hemos nombrado); «Ver para creer» de La Bullonera; «Verde y blanca» de Carlos Cano; «Batasuna» de Telesforo Monzón por Pantxo eta Peio, «Euskadi» o «Gure lekukotasuna» del grupo de rock progresivo Errobi… A parte de los himnos oficiales de cada tierra -si los había- declarados ilegales o parcialmente tolerados desde 1939: véase «Himno de Andalucía» (Enrique Morente, Jarcha, Carlos Cano), «Els segadors» (Marina Rossell, Subirachs), «O Breogán»… y otros más ilegales aún, antiguos, que reflejaban el sentir de un pueblo («Eusko gudariak», «La Santa Espina», «Pendón morado»…).
Aunque el sentimiento nacionalista o regionalista no necesariamente se tenía que reflejar literariamente, especialmente en épocas más duras en las que poco se podía decir y, generalmente, carecían de otra lengua que no fuera el castellano  para expresarse. Aunque el interés antroplógico es evidente y obvio, no hay duda de que latía el sentimiento de reivindicación regional cuando Joaquín Díaz, Ismael, los cantautores vascos, los grupos castellanos, los grupos canarios y el Grup de Folk (amén del LP de Josep Maria Espinàs -fundador de Setze Jutges- Cançons tradicionals), entre otros, deciden recuperar la música que era suya y que el régimen les había robado (o les había intentado robar) para legitimar la unidad nacional: el espíritu español que se manifiesta a través de sus «peculiaridades regionales». No podían, claro, entonces considerarse de subversivos y peligrosos (en cuanto a los que únicamente se dedicaban a la interpretación estricta de estos temas: me refiero a los comienzos de los castellanos y de los canarios). Esto supuso un primer paso para que en la siguiente década estos grupos castellanos y canarios se politizaran, a la vez que salían nuevos grupos de folk muy combativos, incluso entre muchos que al principio se negaron a hacer algo parecido a folklore, como era el caso gallego, hartos de ver la usurpación de la gaita y el pandeiro que el régimen hacía. Grupos como los gallegos Fuxan os Ventos y Xocaloma, junto a los anteriores Voces Ceibes y nuevos cantautores, como Luis Emilio Batallán; los aragoneses Boira y La Bullonera; los andaluces Jarcha; los castellanos La Fanega; los baleares Uc; los vascos Oskorri o Aseari, los asturianos Nuberu; los canarios Chincanarios y Verode; además de los grupos y solistas ya citados, venían, a principios y mediados de los 70, a reivindicar su tierra con la palabra, pero también con los sones y danzas de sus tierras. Cosa que también se puede rastrear en el rock de estilo progresivo que se empieza a hacer entonces: el rock andaluz, mezclando el flamenco con la guitarras eléctricas: Smash, Triana, Alameda, Medina Azahara… (es representativa las declaraciones de Tele, batería de Triana: «Chicago son de Chicago y se llaman Chicago. Pues nosotros somos de Triana»; el rock vasco de Errobi, el gallego de NHU, y los grandes grupos catalanes de rock progresivo: Iceberg, Companya Elèctrica Dharma…

Durante todos aquellos años que van aproximadamente desde mediados de los 60 hasta finales de los 70, estos cantantes tomaron como responsabilidad propia el hacerse voceros de su tierra, de su lengua, de sus gentes, de sus penas y alegrías, de su historia, y de las injusticias que sufrían para reivindicar lo que historicamente les pertenecía como pueblo y para acercar sus sentimientos al resto del país.. Nadie debería sentirse ofendido por ello.

Historia de la canción de autor: regionalismo, nacionalismo y solidaridad


Sin desprecio de otros temas, ésta es una de las dimensiones más interesantes de las que rodean a la canción de autor española: en un tiempo como el de ahora, en el que para algunos los regionalismos y nacionalismos son perjudiciales, por un lado, y en el que, para otros, la palabra «español» conlleva nociones peyorativas o tiende a no usarse para evitar el abrazo de ciertas personas, resulta curioso, a la par que admirable, que en los años 60-70 existiera una enorme reivindicación regional/ nacional (de naciones históricas dentro del estado español) a la vez que una solidaridad gigantesca entre todos los pueblos. Para explicar esto prescindiré de cualquier referencia a la actualidad, en la cual muy pocas cosas a este respecto tienen algo que ver con el modo de entender estas cosas por aquel entonces.
La razón de todo esto hay que observarlo en la historia inmediata a la dictadura. Desde el despertar de las conciencias de los pueblos que tuvo lugar durante el romanticismo (ss. XVIII-XIX) muchos fueron los pueblos que comenzaron su lucha por la auto-determinación, de manera violenta o pacífica. Es a partir de entonces, más o menos, cuando las tierras de Cataluña, País Vasco, Galicia y otras comienzan a considerarse como naciones (desde el romanticismo se viene diciendo que es la lengua la que constituye a un pueblo, frente a la noción más improbable y dañina de raza). Surgirán partidos reivinidicativos en todo el país, bastante conservadores al principio. En la Segunda República obtuvieron el estatuto de autonomía Cataluña y País Vasco, pero el golpe de estado de los generales en 1936 truncó durante décadas esta pretensión, y los líderes nacionalistas fueron perseguidos con la misma saña que los líderes comunistas y anarquistas.
Para entender todo esto hay que entender esta confrontación ideológica que ha existido desde que la primera región quiso alzarse frente la cohesión: curiosamente fueron Castilla y Valencia (porque las Islas Canarias fueron conquistadas por la corona de Castilla) en 1521 (comuneros y agermanados -o agermanats-): ¿es España una unidad indivisible o, por el contrario, una reunión de pueblos bajo un estado? La historia, desde la Antigüedad a nuestros días, parece dar la razón a los segundos, ya que la idea de España como nación no surge sino hasta el siglo XVIII.

De esta manera, uno de los demonios con los que quiere acabar el franquismo es con el separatismo, considerado como una de las lacras junto al marxismo, el ateísmo y la masonería. Por esa razón el lema de la dictadura fue «Una, grande y libre»: el modelo de cultura y lengua impuesto sería el castellano (pero ni tan siquiera éste, sino una versión idealizada, inspirada en el idealizado y sobrevalorado «Imperio español»). No obstante, contra la tendencia generalizada de consideración, el régimen respetó las que él llamaba «peculiaridades históricas y regionales» de las regiones de España: en primer lugar, no estuvieron totalmente prohibidos los idiomas hoy cooficiales, llamados entonces vernáculos, aunque sí denostados frente al castellano; sí estaban prohibidos en el uso público y en la enseñanza; se respeta, sin embargo, en el ámbito privado-doméstico y en las manifestaciones culturales folklóricas regionales. En segundo lugar, el régimen -por lo menos la dóctrina oficial- pensaba en esas «peculiaridades» como las auténticas articuladoras de la unidad de España: en esto tuvo una importancia primordial la Sección Femenina de Falange y su Coros y Danzas, dedicadas a compilar cantos y bailes tradicionales de todas las regiones e idiomas de España; si bien dicha labor fue encomiable, también es verdad que tuvo una cierta función castradora al no recoger cantos muy explícitos, especialmente de temática erótica-amorosa y por basarse en una idea de raíz bastante falsa de lo que pudiera ser el espŕitu español.
Pero que nadie se llame a engaños tampoco: era articular la unidad a través de la divergencia, pero pensando siempre en la primacía cultural y política de Castilla (por la sencilla razón de que se la considera la cuna de España cuando Isabel de Castilla inicia la Reconquista junto a Fernando de Aragón), y en el hecho terminológico: «peculiaridades históricas y regionales de las diferentes regiones» y no «manifestaciones culturales de los pueblo y nacionalidades históricas», idea esta mucho más constitucional. Por esta razón, muchos de los jóvenes cantautores rechazarían el folklore como medio de expresión, no así a su derecho de considerarse como se consideraran.
De esta manera se puede hablar, escribir y cantar en cualquiera de los idiomas cooficiales del estado, pero con restricciones y siempre desde la perspectiva de que son «peculiaridades», por lo que nunca gozarían -en principio- de la misma publicidad que una obra en castellano. Por esta razón, el mero hecho de cantar en cualquier otro idioma español que no fuera el castellano ya era recibido como un acto de rebeldía, revestido de un romántico halo de pueblo sometido, pero siempre dependiendo de lo que se cantase (por supuesto, y sin el más mínimo juicio de valor, no podía considerarse acto de reafirmación de la identidad cosas como la versión en euskera de la canción de Salomé, a André do Barro o a, por mucho que quisiera, Juan Pardo).
Es pues en este ambiente en el que la Nova Cançó Catalana da el pistoletazo de salida a una canción escrita en otro idioma que no fuera el castellano. Las premisas de la Nova Cançó fueron rescatar, prestigiar y reivindicar la lengua catalana frente a la lengua oficial, en diversas ocasiones recurriendo a los grandes poetas catalanes. El ejemplo catalán sería seguido por los vascos al formar la Euskal Kanta Berria y, después, por los gallegos en la Nova Canción Galega, pero también por los castellanos en Canción del Pueblo (la Nueva Canción Castellana, como se la dio en llamar, era más un truco publicitario) y por otros a lo largo de la década de los 60 y 70: Canción Aragonesa, Canciú Mozu Astur, Canción Canaria, Manifiesto Canción del Sur, junto a otras propuestas músico-regionales algo más minoritarias (el Nuevo Flamenco era una reivindicación más musical y de clase que regional), pero igualmente interesantes. Aunque, por supuesto, a Canción del Pueblo le faltaba una de las premisas que sí tenían evidentemente las nuevas canciones catalanas, vascas y gallegas: todo aquello respecto a la lengua, ya que era imposible sin revestirse de hipocresía e incluso de reaccionarismo pretender una reivindicación del lenguaje castellano. Por supuesto, las asociaciones y manifestaciones de cantautores en castellano fuera de Madrid y de Castilla, todavía podían reivindicarse sus dialectos como forma de expresión: el canario, el andaluz, y muy especialmente el asturianu y el aragonés (por supuesto, no me meto en si son lenguas o meros dialectos: no soy filólogo y mi opinión queda a discrección).
Así pues, los vascos, gallegos y catalanes arrancaban con algo a su favor en relación a la reivinidicación nacional/ regionalista: el lenguaje; cada vez que alguien cantaba en alguno de estos idiomas expresaba su derecho a hablarlo y a su identidad como pueblo (repito: con excepciones, especialmente cuando durante un tiempo se puso de moda cantar en gallego; de ninguna manera podemos poner a la misma altura el «Canto a Galicia» de Julio Iglesias que el «Ti Galiza» de Miro Casabella). Esto que para ellos era una ventaja en la apreciación de fuerza poético-musical anti-franquista, pero no así en la difusión, era justamente lo contrario para los cantautores en castellano a primera vista. Hay que insistir en que todas las tierras de España sufrieron la misma represión, si bien en las tierras con otra lengua tuvo ese aliciente represor, aunque, no obstante, la represión en Euskal-Herria fue mayor, tal vez no sólo por el terrorismo.
Por esta razón, fueron muchos los cantautores y grupos de lengua castellana los que encontraron precisamente en el folklore regional la vía de manifestar su sentimiento de pueblo, aunque al principio fuera sólo la mera interpretación de temas tradicionales por parte de Joaquín Díaz. La música folk, a finales de los 70, se constituye como un arma eficaz de reivinidicación regional: Joaquín Díaz, por supuesto, en Castilla (aunque al principio tuviera que sufrir el sanbenito de reaccionario) y Nuestro Pequeño Mundo, al que también seguirían los grandes grupos de folk castellano: Jubal, Vino Tinto, Carcoma y, especialmente, Nuevo Mester de Juglaría; en Canarias, en 1967, arranca desde lo que fue una estudiantina el grupo canario Los Sabandeños, al que le seguirían Verode, Chincanarios, Taburiente y otros. La música folk se va politizando, y así, a finales de los 60, aparecería el 1er gran LP de reivindicación regional: Los Comuneros, de Nuevo Mester de Juglaría, basado en el poema de mismo título de Luis López Álvarez. A él le seguirían otros grandes LPs monográficos como La cantata del Mencey loco de Sabandeños, o Quan el mal ve d’Almansa de Al Tall, junto a otros como El anarquismo andaluz de Luis Marín o Andalucía: 40 años del cantaor José Menese y muchos más, por lo menos casi uno por región. Así pues, cada región tuvo, por lo menos, un cantor/ grupo reivindicativo, o incluso una sola canción: Daniel Vega le cantaba a Cantabria; Carmen, Jesús e Iñaki insistían en que La Rioja «existe, pero no es»; Pablo Guerrero llenó el pabellón del Olympia con su acento pacense al cantar «Extremadura»; Paco Muñoz: «Què vos passa, valencians?» o Raimon con aquellos «Quatre rius de sang», cuatro ríos de sangre que hacen referencia a la cuádruple llama que adorna la bandera de las tierras que antaño integraron la Corona de Aragón (siendo ésta casi su única canción de corte regionalista, pese a lo que digan ciertos detractores). Así pues, las regiones españolas, a mediados de los 70, eran un hervidero de cantantes y grupos que reivindicaban sus raíces, sus culturas, su derecho de autonomía o incluso su independencia.
Respecto a los Països Catalans es importante dejar una cosa clara: aunque se expresaran generalmente en catalán, si uno inspecciona sus letras descubre que aproximadamente sólo el 1% de ellas tiene una letra que pueda llamarse regionalista, nacionalista o independentista; son incluso casos muy puntuales como el «Quatre rius de sang» de Raimon, «A Alcoi» de Ovidi Montllor, algunos temas de Llach, las versiónes sobre «Els Segadors» (himno nacional de Cataluña) que respectivamente realizaron Marina Rossell y Rafael Subirachs… siendo ya en los 70 cuando se produciría la canción propiamente llamada regionalista con -además de Rossell y Subirachs- de mano, generalmente de grupos folk: los ibicencos Uc y los valencianos Al Tall, pero también Paco Muñoz o María del Mar Bonet («Cobles de la divissió del Regne de Mallorca»), mientras que en el caso de los vascos, los gallegos e incluso los castellanos y canarios, la reivindicación regional estaba prácticamente desde el principio, y, por otro lado, el porcentaje de estas canciones queda bastante por debajo del porcentaje de canciones regionalistas andaluzas, por ejemplo.
A pesar de todo este hervidero regionalista y nacionalista, siempre hubo sitio para la solidaridad entre los pueblos; y si hablamos de solidaridad, uno de los maestros es Raimon, que dedicó dos canciones al País Vasco («País Basc» y «A un amic d’Euskadi») y otra a Madrid («18 de Maig a la Villa»); también Elisa Serna, castellana de nacimiento, le dedicaba una hermosa canción a su «querido catalán»; o Imanol, que comparaba en igualdad las penurias de la emigración de los castellanos al País Vasco y, al revés, de los vascos a Castilla, en aquel «Euskadin Castillan bezala» («Tanto en Euskadi como en Castilla») o, aquel texto de Telesforo Monzón que cantaba Urko, «Gure lagunei», en el que hacia la mitad comienza a cantar en castellano: «Soy un hijo de Extremadura», en homenaje a «Txiki», o más reciente del mismo autor «Galizia zuretzat» (para ti, Galicia). Aunque, bien es cierto, que muchas de las poesías y canciones hablaran mal de Castilla («Dios te guarde de Castiella», de los asturianos Nuberu, por ejemplo), siempre se habló de ello como símbolo del centralismo y de la unión a la fuerza, y nunca contra los castellanos o las tierras de Castilla.

El mejor ejemplo de toda esa solidaridad inter-cultural fue la concepción de hermandad ibérica de cantores: el Festival reunía bajo sí a los cantantes y grupos de todas las regiones españolas, pero también de Portugal y de todos los países latinoamericanos. El II Festival de la Canción Ibérica en 1971 reunió, entre otros, a Paco Ibáñez, María del Mar Bonet y al portugués Jose Afonso:

Más ejemplos de aquellos festivales solidarios fueron la malograda «Trovada dels Pobles» en Valencia: suspendida por la gobernación civil por la presencia de banderas «ajenas» al festival, en el que sólo se podía exhibir la recién aprobada bandera de la Generalitat Valenciana. La prohibición tuvo lugar después de que un joven, justo antes de la actuación de la cantautora vasca Lupe, subiera de improviso al escenario agitando una ikurrina, entonces ilegal:

Desenlace más feliz tuvo El Festival de los Pueblos Ibéricos, que tuvo lugar en 1976 en la Universidad Autónoma de Madrid, al que acudieron Benedicto y Bibiano por Galicia; Labordeta y La Bullonera por Aragón; Raimon por Valencia; Pi de la Serra por Cataluña; La Fanega y Julia León por Castilla; Manuel Gerena (el único que bebió alcohol, porque aquello con Fanta no funcionaba) por Andalucía; Carmen, Jesús e Iñaki por La Rioja; Mikel Laboa por Euskal-Herria; Pablo Guerrero por Extremadura…; además de la presencia de Isabel y Ángel Parra por Chile, y de Fausto y Vitorino por Portugal. En aquel festival no hubo límite en la presencia de banderas: senyeras, ikurrinas, pendones morados, banderas castellanas, gallegas…, también del Sáhara: aquello demostró que los pueblos de España querían su poder para regirse ellos mismos al mismo tiempo que entre ellos había una gran amistad y solidaridad.

(Actuación de Manuel Gerena, que queda cubierto por su guitarrista, Pepe «el Habichuela»).

Hoy en día, en el que cierto locutor de radio, amparado por el manto de la jerarquía eclesiástica, puede darse el lujo de verter mentiras flagrantes sobre el euskera, o un presentador o un político demagogo denosta el exacto y aprobado término filólogico de Euskal-Herria o Països Catalans, en el que ciertos términos tales como pueblo, autodeterminación o nación (palabra ésta que a mí, particularmente, no me gusta) están o denostadas o sobrevaloradas por ambos extremos; en los que te dan la espalda en algunos lugares por venir de Madrid, debiéramos recordar y tomar ejemplo de aquellos días, en los que había muchas reivindicaciones regionales, pero también una tremenda solidaridad entre todos los pueblos que conforman este país. Era entonces formar la unidad desde la diversidad:


(Raimon habla con Benedicto; en 1er plano Miro Casabella: Festival de los Pueblos Ibéricos
Arquivo Gráfico e Documental de Voces Ceibes-)

 

En esta enlace podéis ver una relación interesante de canciones regionalistas de todas las regiones:
http://albokari.spaces.live.com/blog/cns!61E9B08CEBCBE7EE!325.entry
 

La presó de Nàpols


Por su parte, el grupo de folk ibicenco Uc ofrecía otra variación del tema en su disco Cançons d’Eivissa (1974). Ellos también respetan la letra original y, al igual que con Serrat, queda esa sospecha de que no fuera sólo por cantar por lo que la cantaban:

La presó de Nàpols

A la ciutat de Nàpols
hi ha una presó,
la vida mia;
hi ha una presó,
la vida mia, amor.

Hi ha vint-i-nou presos
que canten la cançó.
La dama està en finestra
escoltant la cançó.

Els presos se’n temeren,
ja no cantaven, no.
– Per què no cantau, presos?
Per què no cantau, no?

– Com cantarem, senyora,
si estam dins la presó,
sense menjar ni beure
més que algun rosegó?

Demà serà dissabte,
ens penjaran a tots.

En la ciudad de Nápoles/ hay una prisión,/ la vida mía,/ hay una prisión,/ la vida mía, amor./ Hay veintinueve presos/ que cantan la canción./ La dama está en la ventana/ escuchando la canción./ Los presos tuvieron miedo,/ ya no cantaban, no./ "¿Por qué no cantáis, presos?/ ¿Por qué no cantáis, no?"/ "¿Cómo vamos a cantar, señora,/ si estamos dentro de la prisión,/ sin comer ni beber/ más que algún mendrugo?/ Mañana será sábado,/ nos colgarán a todos."

Tradicional de Ibiza/ arreglos por Uc

Cançons d’Eivissa


Título
Cançons d’Eivissa
Intérprete
Uc
 
  1. Sa carta que m’enviares
  2. Rosa vera
  3. Goigs de Nadal
  4. Sa serena cau menuda
  5. La presó de Nàpols
  6. Sonada de xeremia
  7. De jo et vas despediguent
  8. Uc-Anárem a Sant Miquel
  9. Bona nit
  10. Ses germanes captives
  11. N’escrivaneta
  12. Jo tenc una namorada
  13. Jo he fet una cançó nova
  14. Com voleu germans que canti
  15. Sa despedida

Canciones populares recogidas en Ibiza y arregladas por Isidor Marí, Victorí Planells y Joan Marí

Comentarios: delicioso álbum del grupo folk ibicenco, formado por romances, canciones de trabajo y demás tonadas tradicionales de Ibiza, en donde las xirimias y las castañuelas conviven con los avances musicales.

 

Viva mi tierra!


Aquí tenéis una relación de canciones regionalistas de, más o menos, todas las regiones: para aquellos que quieran cantar a su tierra, que no es un pecau. Ha sido extraída de 20 años de canción (1er volumen) de Fernando González Lucini:

ANDALUCÍA

Aguaviva:

¡Ay amor! (García Lorca-M. Díaz).

Poetas andaluces. (R. Alberti-M. Díaz

Al’Andalus

Pinceladas. (José Alonso Fernández).

Andalucía despierta.

Antonio Mata

Balada de los hombres del sur..

Entre la lumbre y el frío.

Benito Moreno.

Sevillano.

Los Cantores de Híspalis.

Despierta Andalucía (Aurelio Verde, Moya, Pascual González).

Cantores.

Carlos Cano.

Verde y Blanca (1976)

Viva la Grasia

La hoguera

Pasodoble p’Almería (1977)

Murga de los currelantes

La controversia

Rota oriental (R. Alberti)

Huelva mía (1980)

A una bella durmiente

Crónicas granadinas (1978)

Andalucía Superstar (1981)

El rey Al’Mutamid dice adiós a Sevilla (1980)

Enrique Morente.

Defender Andalucía.

Gente del Pueblo.

Todos a una (José Mª Carrillo).

Hay que repartir la tierra.

Sevillanas de la autonomía (Carrillo-J. A. Luque)

Arraigo andaluz (Carrillo-Lorenzo Gómez Holgado).

Se van por despeñaperros (Carrillo)

Otra Andalucía

Vinieron los moros

Jarcha

Shalon (P. Herrero)

Nuestra Andalucía (J. J. Oña)

Retratos de Andalucía (Oña-A. Corpa)

Andalucía (Eduardo Álvarez Heder-Corpa)

A pasito seguro (S. Távora) Andalucía: en pie (1980)

En pie (Távora)

Quebranto andaluz (Juan Antonio Guzmán-Corpa)

Himno de Andalucía (Inafante-Maestro Castillo)

José Menese

  1. Andalucía: 40 años
  2. Tan hermoso baluarte. Mi cante a la esperanza (rca, 1981)

Juan Antonio Muriel

  1. Poder andaluz (Belter 77)
  2. Entre la cal y el cubo

Luis Marín

  1. Cantata de Andalucía (Andrés Sorel) Lp completo (Movieplay, 1977)
  2. El anarquismo andaluz (Antonio María Calero) (1977)

Manuel Gerena

  1. El sudor unido es una bandera. Canto a la unidad de verdad (Movieplay, 1978)
  2. Andalucía es la madre

Manuel Toharia

  1. Romance de la conquista de Alhama, con la cual comenzó la última guerra de Granada. (anónimo morisco) (Movieplay, 1976)

Paco Ibáñez (La poesía española de hoy y de siempre –Polydor, 1972) JARCHA (Andalucía vive –Novola-Zafiro, 1975) Los Juglares (Está despuntando el alba –Ariola 1976)

1. Andaluces de Jaén

Paco Ibáñez

1. La gran pérdida de Alhama (anónimo)

2. Balada del que nunca fue a Granada

Pedro Ávila

  1. Perdido está el andaluz (Alberti). El hombre nuevo cantando

Pepe Suero

1. Andaluza flor morena (M. Sánchez Pernía). Mi tierra es un potro (Columbia, 82)

2. Mi tierra es un potro (Schez. Pernía-Mª Carmen-Suero)

3. Andaluces que es de tó (Sánchez Pernía)

Raúl Alcover

  1. Por esta gente. En esta tierra (RCA, 78)
  2. Aquí lo digo. En esta tierra (72)
  3. Cancionero guía (para andar por el aire de Granada)
  4. Andalucía
  5. En esta tierra

ARAGÓN

Boira

1. Aragón, 20 de diciembre de 1591 (Agustín S. Vidal-Gaspar Sanz) De par en par (Guimbarda, 1979)

2. Aragón es parra vieja (Félix Bolea-Jacinto Martín-Alberto Bellido)

3. Nuestra tierra tiene entrañas (Eugenio Frutos-Jacinto Martín)

La Bullonera

  1. Hermana tierra amiga (María Pilar Navarrete-Maestre) (Movieplay 76); La Bullonera

2. Y estos yermos de Aragón (J. Maestre)

3. Me dicen que no quieres (Labordeta-Maestre)

4. Ver para creer

5. Bajo Aragón

Joaquín Carbonell

-Me gustaría darte el mar

-Canción para un invierno (Teruel)

-Con la ayuda de todos

-Nos quedamos solos

-Según me parece a mí

-Cuando vaya a Huesca

-Arcillas y romeros

-Zaragoza

-Aragón el Paraíso

-Soy de una tierra mudéjar

José Antonio Labordeta

Aragón

-Coplas de Huesca

-Cierzo

-Amarga compañera

-Coplas de Palentonia

-Albada (escuchadla en directo acompañado por Imanol)

-Rogativa de agua

-Poema

Tomás Bosque

Deseos

-A todos

ISLAS CANARIAS

Los Chincanarios

-Éste es mi pueblo

-Icod a los poetas

Juan Carlos «Kako» Senante

-Coplas para mi gente

-Qué te pasa tierra mía

-Ser gaviota

-Piedras en el mar

-Canarias (Julio Fajardo)

-Máscara de Carnaval

-Endecha de las dos islas

-Siete

-Una gaviota en Madrid

Los Sabandeños

Cantata del mencey loco (Lp completo)

-Las seguidillas del salinero (Lp)

-Guanche (Lp)

-Canarios en la independencia de Latinoamérica (Lp)

-Cantos canarios (Lp)

-El güeyero

-Lucha canaria

-Folías parranderas

Taburiente

-La raza vive

-Navidad guanche

-Ach Guañac

-Silencio de siglos

Verode

Ser canario

-Romance del silbo gomero

-Canto al emigrante

CASTILLA

Amancio Prada.

Romance de la reina Juana (Luis López Álvarez)

Elisa Serna

Áspera meseta

-Regreso a la semilla

La Fanega

Una jota castellana

-Cogiendo los tractores

Juan Velasco

Lagarteranas del tío Juan

Julia León

-El arriero

-La pinariega

Nuevo Mester de Juglaría

Los comuneros (Lp)

LA MANCHA

Manuel Luna

Seguidillas manchegas

-A la Mancha

GALICIA

Benedicto

Pola unión (Curros Enríquez)

-Berros de loita (X. Cabada Vázquez)

Fuxan os Ventos

Cántiga de berce

-Brazo pra seitura

-Cantar de cego II

-Cántiga pra unha androidada (X. Luis Rivas Cruz)

-Cara á libertade

-Mencer

Jei Noguerol

Alborada pra mañán

-Cántigas pra rematar

Luis Emilio Batallán

Ahí ven o maio

María Manoela

Idioma meu

-Falade galego

Miro Casabella

-Anacos

-O meu país (Xoan Manuel Casado)

-Ti, Galiza

-O mariscal (Cabanillas)

-Comenzo de canto (Uxio Novoneira)

-A bandeira

-Aló no alto de alba

-Meu carriño (Cabanillas)

-Os irmandiños (popular)

-Hino (Cabanillas-José Mario Blanco)

Suso Vaamonde

Terra

-Vestida de aldraxe (Manuel Rodríguez López)

-Gaita irreal (C. E. Ferreiro)

-Galicia (Manoel María)

-Ninguén

-Letanía de Galicia (Uxio Novoneira)

-Limiar (Ferreiro)

-Bande (Ferreiro)

Xerardo Moscoso

Deitado frente ao mar (Ferreiro)

-Acción galega (Cabanillas)

-Galicia (Salvador García Bodaño)

-Pobo, terra e lingoa (G. Roxo)

-Este vaise… (R. de Castro)

-As augas das fontes e os ríos

Xocaloma

Terra

-Iste é o meu pobo

-A lingoa tiveran (Eduardo Pondal)

-A Villagarcía (popular)

-O vello libro

-Miña Galicia

-Cántiga pra Daniel

EUSKAL-HERRIA

Antton Valverde

Utsa

-Itsuak ezinikusi (X. Lete)

Aseari

Euskal andreari

Benito Lertxundi

Oi gure lurra

-Oi lur, oi lur (Lizardi)

-Herribehera

-Zuberoa I

-Zuberoa II

-Oi Zuberoa

-Aizkoako mendietan

-Amodiozko poema (Errepolloneuke)

-Orbaizetako arma olaren kantua

-Bizkaia maite (Irigaray)

Bitoriano Gandiaga

Oroitza (Iparragirre)

Errobi

Euskadi

-Gure zortea

-Nora goaz

Fernando Unsain

Euskadin represioa (Txato Aguirre)

-Olabeagatik (A. Irigoyen)

-Aizkorritik itsasora

Gorka Knörr

Eskolan

-Gebara

-Oi arnasa hura (B. Gandariaga)

-Herri bat gara (Irigoien)

-Etorriko direnel (P. Zabaleta)

-Herri geldieznari

-Edongo ari

Imanol

-Josepa Mendizabal (Aresti)

-Euskadin represioa (Aguirre)

-Mendian gora

Iñaki Eizmendi

-Gure jakintsuak

-Gure herria (Atxaga)

-Euskalerria neska balitz

Koska

Baserriak (A. Guilló)

-Bihozkadar (Lp)

Lourdes Iriondo

Kitarratxoa ta euskera (Zugasti)

-Nere erria (poema judío)

-Beotibarko gudua

-Igora euskera! (Iparragirre)

Maite Idirin

-Umezurtza (Bitor Egurrola)

-Herri miña (J. Ganbarena)

-Bakoitzak bere (J. Apalategi)

-Euskara (B. Etxepare)

Manex Pagola

Ez da berria ene kantua

Mikel Laboa

Herria eta hizkuntza

-Orreaga

Miren Aranburu

-Gaurko Euskal Herriari

-Zure barnean

Natxo de Felipe

Zergatik zara zu mitozale

-Kapitain piloto (Aresti)

-Aingizko herrian (Aresti)

Oskorri

–Emazurtz (Aresti)

-Euskal unibertsitatea (Amuriza)

-Oskorri (Aresti)

-Bizkaiko aberatsak (Aresti)

Pantxoa eta Peio

-Bai euskarari

-San Prudentzio, San Agustín (Pagola)

-Astiri bat Garazin (Pagola)

-Telebixta eta radio

-Nun dago?

-Kanta aberria

-Batasuna -unidad- (Monzón)

-Ikastoletako ereserkia

-Itsaso ondoan

-Nigarra belgian

-Euskaldunek munduan

Patxi Villamor

-Herri batean

Txomin Artola

Arrantzale erri

-Lau urte nituelarik

Urko

-Agur Euskal-Herriari

-Guk euskaraz

-Lehenengo ikaskaia

-Nor nintzen ni

-Herri bat (Goikoetxea)

-Goiherri (Zabaleta)

Xabier Lete

-Euskalerri nerea

-Nafarroa, arragoa

-Alzateko Juan

-Kontrapas

-Gauaren ordezko eguna (Valverde)

Zorion Egileor

Izurrin zaharra

-Nere atzak

Urretxuko herria: Gernikako arbola

Telesforo de Monzón: Batasuna

Mixel Labeguerie/ Eneko Labeguerie: Parisen eta Madrilen

Guillermina Motta: A un amic del País Basc

Raimon

-País Basc

-A un amic d’Euskadi

VALENCIA

Al Tall

Procesó

-Romanç de cec

-Lladres

-Cant de maulets

-Tío Canya

-Del saber

Lluís Sifoner

-Yo soy Vicente

-Día nacional

-No tinc res contra Castella

-25 de Abril

-Moxeranga

-Som

-Als nous valencians

Ovidi Montllor: A Alcoi

Paco Muñoz

Vos vull parlar

-Et sents valencià?

-Què vos passa valencians?

ASTURIAS

Francisco Díaz: Asturias

Nuberu:

-Asturies: tiempu de nosotros

-Aída Lafuente

-Atiendi, Asturies

-Dios te llibre de Castiella

Víctor Manuel

-Asturias (P. Garfias)

-Aída Lafunete

CATALUNYA

Joan Isaac: Barcelona, ciutat gris

Gato Pérez

Rumba de Barcelona

-Passejant pel Vallès

Lluís Llach:

-Verges 50 (Lp)

-La meva terra

Ovidi Montllor

-Corrandes de l’exili (P. Quart)

Raimon: El meu poble i jo (S. Espriu)

VARIOS

María del Mar Bonet. Cobles de la divissió del Regne de Mallorca

UC. En aquesta illa tan pobra

Daniel Vega. Cantabria

Pablo Guerrero. Extremadura

Carmen, Jesús e Iñaki.

-La Rioja existe

-La Rioja empieza a caminar

Claro que la lista no está completa, pero es un buen comienzo.

Memorias de la transición: el ejemplo de la música


Quien quiera venderos la idea de que una vez muerto Paquito el pistolas hubo plena libertad en la España, os miente bellacamente: ¿por qué coño si no lo llaman transición? Para llegar a un estado que garantizara las libertades liberales de sus ciudadanos (decente sistema el de hoy, pero mejorable) hubo que ganar miles de batallas y rendirse en otras.
El ejemplo de que no hubo tal libertad total es el de la música. Todavía en el año 78 se prohibían conciertos, incluso a última hora o cuando iban ya por la mitad. Por ejemplo, a Raimon, Fraga, entonces ministro de la gobernación en el año 76, le prohibió 2 de los 3 recitales programados en Madrid; las multas y detenciones caían sobre el artista por alteración del orden público (bueno, porque el público cantaba cosas: ¡y qué querían! era un concierto), y muchos sucesos por el estilo.
En una ocasión cantaron Bibiano y Benedicto a beneficio de Santiago Álvarez (creo que se llama), que estaba en la carcel: y se montó un pitote porque un chico quiso poner una bandera y los polis -que no pagaron entrada- fueron a detenerle: este disco está grabado y se puede oír el follón (Benedicto lo cuenta mejor en http://www.ghastaspista.com).
Y es que si ha habido una época en la que a través de un disco puedas sentir la tensión, la rabia y las esperanzas de toda una generación, pero también de todo un pueblo es en los discos en directo de canción protesta: un público entregado que gritaba «el pueblo unido jamás será vencido» en todos los idiomas y dialectos de aquí; que gritaban «Visca Catalunya lliure!», «¡Viva Galicia ceibe!», «Gora Euskadi askatuta!», ¡Viva Castilla comunera!… y no sigo más que me canso; y también «No nos moverán» y «Amnistía. Libertad», y un largo etcétera de frases que han pasado a la posteridad, en parte, gracias a estos discos.
Por otra parte, el comportamiento intachable de los artistas fue ejemplar: lejos de causar daños, preferían llamar a la calma antes que unirse a armarla. Por otro lado, podían ya reivindicar su tierra, pero si se trataba de cantar juntos allí iban todos. Los recitales masivos se parecían a una especie de evento deportivo: todas las regiones representadas: Gerena por Andalucía, Pablo Guerrero por Extremadura, La Fanega y Julia León por Castilla, Raimon por Valencia, Pi de la Serra por Cataluña, Urko por Euskadi, Benedicto por Galicia… es sólo un cartel de uno de aquellos eventos. ¡Cuánto tendrían que aprender tos estos bocazas, centralistas y nacionalistas, que tanto se jactan de haber estado en la carcel o haber corrido delante de los grises! (¡payasos! viven del pasado y nos importa el presesnte) Y eso al tiempo que comparan la moderación de los tiempos actuales con los de la transición. Pues, bueno: aquí desmiento yo. Y para muestra del talante democrático de algunos presuntuosos y presuntos demócratas que por entonces pululaban, os dejo estos recortes de prensa de la época: 

EL PAÍS  –  Cultura – 21-09-1976

JAIME MILLAS,
–  Valencia

Suspendida «La trobada
dels pobles» por la presencia de banderas

Después de transcurrir cuatro horas del festival La trobada dels pobles
en el Nou Estadi del Levante, el delegado gubernativo suspendió el acto
de forma verbal por la presencia de banderas y pancartas alusivas a partidos y
consignas políticas. De los catorce cantantes todavía quedaban cinco por
actuar. Según parece, solamente estaban autorizadas las banderas valencianas,
no las de otras nacionalidades y regiones españolas, ya que el festival, aunque
estaba convocado en el País Valenciano, pretendía acoger el mensaje y
reivindicación autonómica de los diversos pueblos de España.

Desde las seis de la tarde del sábado, hora en que fue abierto el estadio,
se inició un desfile por el césped de pancartas y banderas de los más
contrapuestos partidos políticos, aunque en todo momento predominaba la senyera
con una gran muestra situada atrás del escenario con unas medidas de más de 600 metros cuadrados.
El orden de esta efervescencia política, que en ningún momento se retrajo hasta
bien avanzada la hora del recital, fue controlado en la medida de lo posible
por un servicio de orden de 300 personas y un equipo de 10 radioteléfonos que
controlaban los distintos movimientos del público.

Los 25.000 espectadores aplaudieron especialmente las actuaciones de Elisa
Serna y Luis Pastor, por Castilla. El encuentro lo abrió la presentación de
Ovidi Montllor y las canciones del grupo Luis Miquel i 4 Z. Por Ibiza actuó Uc.
En representación de Portugal Luis Cilia, por Galicia, Bibiano y Benedeto,
mientras que por el País Valenciano los segundos intérpretes fueron el grupo de
Aracelli Banyuls. Con la actuación de Dolores Lafitte, representante de
Cataluña, llegó la prohibición del Gobierno Civil. A lo largo de todo el acto
los organizadores iban recordando las condiciones en las que estaba autorizado.

Incidentes y desalojo

Con motivo de la actuación de Lupe representando a Euzkadi ocurrió un
incidente que paralizó unos minutos el festival. Cuando entonaba su primera
canción una persona portadora de una ikurriña saltó al escenario siendo
rápidamente expulsada por los miembros del servicio de orden. El público
intentó empezar a gritar libertad. El incidente se solucionó con la
presencia colectiva de todos los cantantes que solicitaron continuase el acto
sin más percances. Por otro lado, el presentador explicó que el festival sólo
podía estar presidido por la bandera valenciana. Como elementos populares
destacaron la actuación de la banda musical de Pedralba La Popular, los
fuegos artificiales de los hermanos Bronchú y la organización de la rifa de un
jamón.

Sin embargo, estos elementos no fueron suficientes para desarrollar el acto
según las previsiones de los organizadores. Conocida la suspensión por los
altavoces, el público empezó a gritar la dimisión del gobernador y cantar No
queren moguts
(no seremos movidos). Estaban presentes miembros de la Taula y el dirigente
comunista Simón Sánchez Montero.

Hacia las doce y media hizo acto de presencia en el estadio la fuerza
pública que desalojó a la parte del público que se resistía a salir. A
continuación se produjeron diversos intentos de manifestación en el centro de
la ciudad que fueron rápidamente disueltos.

No pudieron actuar Manuel Gerena en representación de Andalucía. Labordeta
por Aragón. Los Parra por Chile, Cabrera por Uruguay y Ovidi Montllor por el
País Valenciano.

EL PAÍS  –  Madrid – 3-7-1976

Balance positivo de las fiestas
de Carabanchel

Se celebraron en Carabanchel las fiestas con motivo del día de San Pedro.
Promovidas por la
Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto y organizada por
trece entidades ciudadanas del barrio, estos festejos fueron suspendidos por el
Ayuntamiento en un principio pero después, por las presiones de los vecinos y
la tenacidad de las entidades ciudadanas, fue definitivamente aprobado aunque
no se dio luz verde a tres de los actos que se iban a organizar y figuraban en
el programa de fiestas .Los tres actos prohibidos fueron una representación
teatral de un grupo aficionado, un recital de Luis Pastor, y una cabalgata de
carrozas en la que cada una de ellas expondría un tema relacionado con los
problemas del barrio. Los dos primeros actos estaban previstos para el domingo
27 y la cabalgata para el martes, 29, día de San Pedro. Los temas que se iban a
tratar en forma de crítica con el desfile de carrozas eran, entre otros,
carestía, enseñanza, transportes y participación ciudadana.

Los actos permitidos, que se desarrollaron desde el día 25 al 29 del pasado
mes, incluían cucañas, carreras de sacos, juegos infantiles, manifestaciones
deportivas y, cada noche, la verbena popular al final de la calle Alfredo
Aleix. El balance de estas fiestas, según las asociaciones organizadoras, ha
sido altamente positivo y en un comunicado hecho público ayer por un
representante de la organización, se dice que el aspecto más relevante fue la
masiva participación de ciudadanos, vecinos no sólo de Carabanchel, que en
número de 40.000, término medio por noche, acudieron a la verbena popular.

«Es la primera vez en muchos años que la gente participa de modo tan
entusiasta en las fiestas del barrio. Queremos dar las gracias por el apoyo que
los pequeños comerciantes e industriales han aportado a la subvención de la
organización».

EL PAÍS  –  Madrid – 20-10-1976

Autorizadas las fiestas
culturales de San Blas

El pasado lunes se cursó la autorización del Gobierno Civil para celebrar
las fiestas culturales y recreativas de San Blas-Simancas. Ayer comenzaron los
actos con un recital de Luis Pastor y en días sucesivos actuarán Pablo Guerrero
y Elisa Serna. Estos actos darán comienzo a las ocho de la tarde. Las fiestas
del barrio de San Blas, solicitadas con anterioridad, habían sido denegadas los
días 8 y 15 de octubre. La tercera solicitud fue admitida «por cumplir los
requisitos exigidos al efecto por la ley reguladora del derecho de reunión. «La
autorización específica que no se permitirán colectas durante los actos, dado
que la asociación, en su escrito de solicitud, había especificado que no
cobraría a nadie taquillaje de ningún tipo.

EL PAÍS  –  Cultura – 09-11-1976

Suspendidos varios recitales

Varios recitales programados o en proyecto fueron suspendidos en la última
semana. El martes día 3 se prohibió un recital en Filosofía de la Complutense en el que
iban a participar Pablo Guerrero, la
Fanega, Fernando Unsain, Julia León, Adolfo Celdrán y Pepe
Taranto.El sábado estaba previsto el comienzo de un ciclo de canción popular en
Alicante, pero el Ayuntamiento, propietario del local, suspendió dicho ciclo,
donde iban a actuar Luis Pastor, Ovidi Montllor y José Antonio Labordeta. La
empresa del cine Alcalá Palace de Madrid, por su parte, no ha querido alquilar
el local para un festival a favor de la Asociación de Amistad España-China, previsto para
el domingo.

EL PAÍS  –  Cultura – 21-11-1976

Cinco recitales prohibidos a
Luis Pastor

Luis Pastor no pudo cantar, en varios recitales, al habérsele sido prohibida
su actuación por diversos gobernadores. El jueves debiera haber actuado en
Sevilla, en la pista Hielotrón, junto con Pablo Guerrero y Paco Urizal,
calculándose en más de 2.500 personas la asistencia al acto. El gobernador de
Sevilla prohibió únicamente la actuación de Luis Pastor. Al tenerse
conocimiento del hecho, Pablo Guerrero y Paco Urizal se solidarizaron con Pablo
Guerrero, lo que ocasionó a los organizadores unas pérdidas superiores a las
60.000 pesetas. En Cáceres, Soria, Almazán y Alicante, también le ha sido
prohibida la actuación a Pablo Guerrero, con ocasión de diversos recitales
previstos. «Esta situación es alarmante -ha declarado L.S. Rufo, representante
de Luis Pastor-, ya que en el corto espacio de trece días son cinco los
recitales que le han sido suspendidos, lo que vuelve a denunciar la inseguridad
en el trabajo, dado que los representantes de la canción popular -léase las
últimas prohibiciones de Gerena o las dificultades de Pí de la Serra-, aun afiliados al
Sindicato del Espectáculo, no tienen cauces, al menos mientras no se demuestre
lo contrario, para poder defender su derecho al trabajo como trabajadores de la
canción.»

 

Historia del folk español VIII: el regionalismo


El folk-protesta trajo una gran novedad a la canción protesta: el regionalismo (sé que se podría llamar nacionalismo en algunos casos, pero como esa palabra no me gusta, y me refiero a algo más bien reivindicativo desde un sentido menos violento, prefiero usar ésta porque es más simpática). Y es que ¿se os ocurre que la música tradicional para reivindicar la región, la poesía, la lengua o dialecto y, como no, la música? Pues a eso me refiero.
Bien es cierto que bastantes cantautores «convencionales» ya habían reivindicado con canciones su tierra; por ejemplo, Josep María Espinàs, además utilizando una vieja balada, reflexionaba: «Qué s’ha fet dels mocadors/ que volien ser banderas?». Pero es a principios de los 70 cuando la música empieza a ser bandera de las diferentes regiones y no viene de la mano de los catalanes, los vascos o los gallegos: sino de los castellanos. En 1969, el grupo Nuevo Mester de Juglaría editó lo que fue la colección de himnos regionalistas castellanos más importantes, basados en el libro de poemas de Luis López Álvarez con el mismo título, este grupo redefinió el orgullo de ser de Castilla: Los Comuneros fue el signo de que el folk dejaba su mera labor de interpretación para convertirse en un instrumento más de protesta.
Este regionalismo reivindicaba a través de la poesía regional y de la música tradicional no sólo la cultura, sino también la historia: se recuerda viejas eras, amargas derrotas en las que los reyes moros de Al-Andalus, los comuneros de Castilla, los agermanados valencianos o los guanches de Canarias cayeron en manos de lso reyes de España, quedando aplastada su identidad regional.
Antes que Mester de Juglaría, trabajaba en Canarias Los Sabandeños; fue en Canarias donde más pronto se empezó a hablar de independentismo y regionalismo, pero el salto a la canción protesta se produce a principios de los 70. Siguiendo el ejemplo de los castellanos, los Sabandeños recrearían la dura derrota guanche a mano de los reyes de Castilla en el disco La cantata del mencey loco; a este le seguirían otros como Canarios en la independencia latinoamericana. Tras su ejemplo, los nuevos grupos folk canarios comenzaron a identificarse con los guanches: Taburiente graba La raza vive, Ach Guañac; etc.
Siguiendo estos ejemplo, los valencianos Al Tall editarían en el 79, recreando la derrota y la represión de Valencia durante y tras la guerra de sucesión entre Carlos de Austria y Felipe V de Borbón.
Los andaluces también fueron muy precoces en esto, y así hay discos y canciones como El sudor unido es una bandera de Gerena, Andalucía: 40 años de Menese, Blanca y verde y Andalucía superstar de Carlos Cano, y, cómo no, las canciones de Jarcha, tal vez los más regionalistas: Nuestra Andalucía, Andaluces de Jaén, Segaores y una versión del Himno de Andalucía de Blas Infante, padre del andalucismo.
Los vascos también tienen buenos ejemplos: Agur Euskal-Herriai, Guk euskaraz, zu zergatik ez de Urko; Oskorri, Euskadi euskaraz de Oskorri; Oskorria-Burgos, 1970 de Imanol; y versiones del himno de batalla de la Guerra civil de los soldados vascos: Eusko gudariak; Aseari lo graba así, Oskorri lo utiliza de base y también Xabier Lete en Euskalerri nerea (truco: aunque grabado en una era anterior a la muerte de Franco, siempre se podía decir que se trataba de la canción popular Atzo Bilbon, canción que es la base de esta otra).
Los gallegos, que ya se habían reconciliado con la música tradicional, tampoco dudan en usarla para la protesta. Benedicto, Bibiano, María Manoela, Xerardo Moscoso entre otros, junto al grupo revelación folk Fuxan os Ventos, arroparon sus propios textos o los de los poetas gallegos con su música. Un ejemplo muy claro es la del cantautor del Bierzo (León) Amancio Prada y su habilidad para imitar la pandeirada en la guitarra en algunos textos de Rosalía de Castro.
Los asturianos hasta entonces, habían estado representados por Víctor Manuel, y aunque él tuvo siempre sus raíces astures en muchas de sus canciones y llegó a cantar en bable, es a mediados de los 70 cuando solistas como Gerónimo Granda o el grupo de folk Nuberu cantan lo asturianu a lo asturianu: en bable y con su música. «Dios te guarde de Castiella» o «Atiendi, Asturies» son sólo dos ejemplos de este gran grupo astur.
En Cataluña había poco folk nuevo, aunque los grupos nuevos como Coses y los de rock-progresivo como Companyia Elèctrica Dharma lo tenían como base. Curiosamente, en lo musical, es la región menos regionalista abiertamente comparada con Castilla o Canarias; pero sí hay ejemplos como el de Rafael Subirachs cantando una incendiaria versión de Els Segadors. Más combativos en lo regionalista por el folk fueron los baleares: Marina Rossell canta Els segadors, y el grupo UC reivindica la isla de Eivissa.
Los castellanos, curiosamente (quizás estaban más hartos que nadie de ser ejemplo de nada y que el resto de compañeros les criticasen por ser castellanos), son de los más regionalistas. Mester de Juglaría, pero también La Fanega, Joaquín Díaz o Elisa Serna, que cantaba en «Regreso a la semilla»: «…y Castilla no fue España» y «Regreso a la semilla que esparcieron los comuneros».
En Aragón cunde el ejemplo de Labordeta y su Aragón o Rogativa del agua y un largo etcétera de este gigante; junto a él Joaquín Carbonell y los nuevos grupos de jota reivindicativa: La Bullonera («Son los amos de mi tierra como el perro del hortelano» decía una canción, o ésta de viva actualidad: «Quien quiera quitarle el agua a Aragón/ se las tiene que ver con toda su población») y Boira, reviviendo los sucesos de 1591.
Expresiones menores, es decir, regiones con menos representación fueron La Rioja, con Carmen, Jesús e Iñaki: «La Rioja comienza a caminar», artífices de la toma de conciencia de una identidad riojana; el cántabro Daniel vega, y el manchego Manuel Luna.
Sin embargo, no era como es hoy nacionalismo en sentido perverso, sino regionalismo en sentido sano: las diferencias les unían lejos de separarlos; era justamente lo contrario que la ideología de Sección Femenina: si ellas decían «La unidad de España por sus diferencias», estos dijeron «La unidad y la solidaridad de los pueblos por sus diferencias, pero no sumisión»; si en ellas primaba la unidad, aquí prima la diferencia. Y quizás por esto salen también personas como Eliseo Parra, que, aunque trabaja con el folklore castellano, se presta a todo tipo de folklore.
Debería quedar de ejemplo esta solidaridad que hubo para hoy, cuando tanto nos torturan con centralismos o nacionalismos (xe!: que el centralismo también es un nacionalismo!), unirnos en solidaridad y compartir lo que de bueno tienen todas las regiones: no imponerse ni sobreponerse ni subponerse. 

(siento haber repetido tanto la palabra «ejemplo»)

Historia del folk español VI: el nacimiento de un estilo propio


Llegamos así a principios de los años 70: el panorama musical comercial está dominado por los llamados «ye-yes», mientras que en la canción protesta triunfa un estilo un poco más comercial: es indudable que Aute, Serrat y Víctor Manuel hacen canciones profundas pero envueltas en un estilo musical pop; también triunfan comercialmente los grupos de folk-rock como Almas Humildes o Aguaviva, poniendo a Alberti en el Hit-Parade. Mientras tanto, la música folk, el flamenco protesta, el jazz y los cantautores menos comerciales (a la vez que austeros) quedan para una minoría intelectual. Pero realmente, ¿estaba tan marginada la canción tradicional? No, pero sí enmascarada: es innegable que los grupos folk-rock la utilizan, especialmente Nuestro Pequeño Mundo, y que algunos cantautores, en algún o en otro momento también: en las canciones de Víctor Manuel ha estado siempre la raíz asturiana, al igual que en las de Patxi Andión, la música vasca. Pero es justo a principios de los 70 cuando se produce aquello que Nuestro Pequeño Mundo, Riba, Bonet y otros tantos venían buscando.
Al igual que pasara en Norteamérica, de repente canción protesta y folklore se unen para siempre, pero ya no será la imitación del estilo americano: sino el estilo de la tierra de cada uno. Del interés antropológico se devendrá a la reivindicación contra el régimen y, que es lo que tiene de novedoso, a la reivindicación regionalista. Será mejor verlo por regiones.
Andalucía. Habrá que diferenciar dos cosas: lo que es cante andaluz, flamenco en sentido lato, y lo que es cante hondo. Bien es cierto que nadie incluye al flamenco, al cante hondo especialmente, dentro del folk, pero tratándose de una música que ahonda en las raíces, se puede considerar una especie de hermana gémela del folk lo suficientemente enorme como para no ser introducida. Pero como aquí tratamos de música tradicional española, le corresponde estar aquí por derecho.
Desde mediados de los 60 vienen dando guerra los llamados cantaores-protesta realizando una labor de recuperación del flamenco para el pueblo: los tres nombres más importantes son José Menese, Enrique Morente y Manuel Gerena. En el cante de sus letras fueron más audaces incluso que los cantautores «convencionales». Es a principios de los 70 cuando empiezan a tratar de temas andalucistas.
Respecto a la música tradicional andaluza, cabe destacar a grupos de folk andaluz como Jarcha, andalucistas desde un principio, tocan flamenco y folk-rock casi a la vez; también Gente del Pueblo con sus sevillanas reivindicativas, o Cantores de Híspalis. Carlos Cano, figura señera del andalucismo musical, recupera la copla para los jornaleros y los emigrantes.
A mediados de los 70 surge en Andalucía un nuevo estilo que arrasa: no es folk, pero une las bases del flamenco a las del rock progresivo: grupos como Goma, Gong, Triana y los precursores: Smash, de donde saldrían además Gualberto (que hizo arrancarse a Enrique Morente por soleares al son de un sitar) y los gitanos hippies Lole y Manuel.
Castilla. En lo que hoy es conocido como Castilla y León, el folk surge bajo los auspicios del gran etnólogo y dulzainero segoviano Agapito Marazuela, que colaboró con muchos de los grupos y solistas, y produjo a algunos como Oskorri. Joaquín Díaz es el pionero. Pero pronto le surge competencia en la forma de grupos como La Fanega o Nuevo Mester de Juglaría, gracias a los cuales se empieza a hablar de reivindicación regionalista castellana, demostrando que también los castellanos tenían motivo de quejarse y que el régimen no los favoreció más que en el lenguaje.
Dentro de Castilla, en Madrid, algunos solistas pertenecientes al colectivo Canción del Pueblo explotan el folklore castellano: es el caso de Elisa Serna.
Islas Canarias. Desde mediados de los 60, los canarios fueron muy audaces en sus proyectos independentistas. Los Sabandeños se convirtió en la bandera de la reivindicación isleña; tras ellos grupos como Chincanarios o Gofiones reivindicaban lo mismo.
Euskadi. No hay apenas cambio en su forma de ver el folklore; salvo la proliferación de grupos folk y de rock progresivo como Errobi, Aseari y, por supuesto, Oskorri.
Galicia. La inclusión de Bibiano en Voces Ceibes, hace replantearse al colectivo su relación con el folklore gallego; se disuelven a principios de los 70 en el colectivo Movemento Popular da Canción Galega, donde militan también nuevos solistas y grupos de folk. Bibiano, Benedicto, Batallán o María Manoela no dudan ya en usar los viejos ritmos e instrumentos; junto a ellos grupos revolucionarios como Fuxan os Ventos y Xocaloma. A finales de los 70 aparecería el gran grupo de folk gallego-celta: Milladoiro.
Illes Balears. Los baleares tampoco habían renunciado a su música: así, desde un principio, Mª del Mar Bonet utiliza la música balear para protestar, también Marina Rossell. Junto a ellas aparecerían grupos como los ibicencos UC.
Valencia. Aunque siempre aparece vinculada a Cataluña, sólo por simplificar, en la nova cançó, aquí sí hay un cambio cuando se empieza a hablar de regionalismo valenciano, especialmente si se hace con su música y si la hace Al Tall.
Aragón. Los aragonese aparecen en la escena de la mano de un gigante de la escena: José Antonio Labordeta comienza uniendo folk y protesta; junto a él gente como Joaquín Carbonell y grupos como Boira o La Bullonera usarán las jotas y tonadas aragonesas para la protesta.
Asturias. Aparte del precedente de Víctor Manuel, se empieza a protestar en bable: Gerónimo Granda y el grupo Nuberu serán grandes revelaciones.
Y hasta aquí un resumen del cambio de relaciones con la música tradicional. Los temas que tratará este nuevo o auténtico folk vendrán en otro apartado.
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