Terminamos hoy, con esta canción más posterior, con el tema del concierto de Peekskill y el homenaje a Paul Robeson. El veterano y versátil guitarrista Ry Cooder publicaba en 2007 un disco llamado My name is Buddy (Me llamo Buddy), enmarcado en una trilogía de discos (en medio de Chávez Ravine y I, flathead), un disco conceptual de temática socio-político en el que tres personajes, Buddy Red Cat (Buddy el Gato Rojo), Lefty Mouse (Ratón Zurdo –o Izquierdista) y Reverend Tom Toad (el reverendo Tom Sapo) describen los días de principios y mediados del siglo XX: el trabajo, los sindicatos, los patrones y capataces… Como rezan las notas del disco: “Un viaje por el tiempo y el espacio a los días del trabajo, los grandes patrones, las ruinas de la granja, las huelgas, polis de las compañías, ciudades del ocaso, vagabundos, y trenes… la América de antaño.” (la traducción es mía)… Y los trovadores de las libertades civiles, los derechos laborales y la igualdad racial, cómo no. Tal es esta canción, que nos recoge las injusticias sufridas por tres cantantes que, en lugar de cantar como otros la buena vida de las ciudades, las bondades del Señor o las excelencias de la vida en el campo, se dedicaron a denunciar con sus canciones las injusticias y las desigualdades (sociales y raciales), y por tanto no
cantar para la beautiful people y la mafia de los “felices años 20”, sino para los obreros y granjeros desposeídos de sus tierras por la hipoteca, para los sindicatos y para los comités de los derechos civiles, y que, por ello, fueron perseguidos, calumniados, censurados, juzgados, y a veces hasta asesinados, bajo la acusación de tocar “tres acordes” y decir “la verdad”: ése es el único crimen que Ry Cooder –y nosotros- vemos que cometieran. Éstos son los tres ejemplos:
Joe Hill (1879-1915) era un estadounidense de origen sueco, quien no sólo era un sindicalista y un miembro de los Trabajadores Industriales del Mundo –comúnmente llamados Woblies-, sino que también era un músico que, apoyándose en la tradición musical estadounidense compuso y cantó canciones que denunciaban las condiciones laborales, así como llamaba a la unidad de la clase trabajadora, cantando para los sindicatos. Por estas acciones, bajo una falsa acusación de atraco y asesinato, Hill fue condenado a muerte. Su persona, vida y obra, recopilada en el Cancionero rojo, fue un ejemplo para los cantautores y folksingers de las siguientes décadas, sobre todo de la posguerra, que solían recurrir a menudo a su repertorio.Hay que hacer notar que Cooder comienza su canción con la primera línea
del poema de Alfred Hayes “I dreamed I saw Joe Hill last night” que en 1936 Earl Robinson convertía en canción: una canción cantada por muchos artistas que sienten devoción por el pionero de la canción protesta estadounidense, gente como Joan Baez, Pete Seeger, los Weavers, los Dubliners… Y Paul Robeson:
Paul Robeson es el siguiente artista comprometido homenajeado en esta canción, en el marco del concierto de Peekskill. Nada nuevo vamos a añadir a esto, salvo lo que aporta Cooder: él culpa directamente de lo sucedido a J. Edgar Hoover, fundador y primer director del FBI, organización policial que tenía demasiado poder entonces, estableciéndose como una eficaz red de espionaje nacional, y que tomó como responsabilidad la lucha contra la mafia y contra los “movimientos radicales”. Aunque se afirma que persiguió por igual a los movimientos izquierdistas como ultraderechistas, parece ser que era famoso por sus ideas fanáticas y celebre por su anti-izquierdismo. Cooder –que no habrá sido el primero- le acusa de haber promovido la presencia del Ku Klux Klan en el concierto de Peekskill, al que asistió, junto a Robeson y otros, Pete Seeger.
Pete Seeger es ya uno de los habituales de este blog, y una persona por quien siempre demostraremos especial devoción, admiración y respeto: admiración y respeto que siente el mundo entero, en donde se han cantado y escuchado todas sus canciones, especialmente en aquellos países en donde faltaba la libertad y reinaba la opresión. Pero, desde sus comienzos, la figura de Seeger era perseguida por el gobierno y por las patronales, y le consideraban como un agente a sueldo de Moscú, razón por la cual Seeger engrosó el número de artistas estadounidenses que tuvieron que pasar la inspección del Comité de Actividades Antiamericanas. Cooder refiere a una anécdota de su vista, cuando el bardo de los derechos humanos dijo que, ya que se le juzgaba por sus canciones, por cantar, le dejaran defenderse cantando con un banjo. El resultado de aquello fue que sus actuaciones fueron canceladas y se le vetó en los medios de comunicación, incluido su propio programa de radio, al que muchos de sus alumnos se negaron a acudir como forma de protesta. Gracias a la adaptación de sus canciones por los Byrds, Seeger –que les agradeció el hecho en una afectuosa carta- rehabilitó su carrera ante un público pacifista de hijos y nietos de sus antiguos seguidores.
Y, finalmente, un cuarto personaje aparece en la canción: Harlan Howard, cantautor country fallecido en 2002. Supongo que algunas canciones de Howard tendrían algún mensaje social (ya que no lo había oído hasta ahora), pero la razón principal de su presencia aquí es que fue el inventor del término “tres acordes y la verdad”.
“Tres acordes y la verdad”, un cargo que han sufrido innumerables artistas alrededor del mundo por manifestar sus ideas en su arte, pero sorprendía mucho más en el país que se arroga como el inventor y máximo exponente de la democracia moderna.
Three hords and the truth
I’m going to tell you a story right here
Huh, you may not believe it
I dreamed I saw Joe Hill last night, standin’ in the prison yard
They were taking poor Joe, chained and bound, to a Utah firing squad
Well he turned and looked at me right then, sayin’, Don’t you be misled
They’re trying to tear our free speech down, and Buddy, they ain’t near quit yet
See, they framed me on a killin’ charge, you know I wouldn’t lie to you
But the only crime here that I done was three chords and the truth
Three chords and the truth, oh three chords and the truth
Well the only crime that Joe Hill done was three chords and the truth
Well he sang his good old union songs, he got his message through
But they couldn’t stand to hear a workingman sing three chords and the truth
I see you don’t believe your old friend Buddy here
Heh, take a drink, I think you need it
Oh J. Edgar Hoover liked to hear the darkies sing, till one man changed that all around
Paul Robeson was a man that you couldn’t ignore, and that’s what drove J. Edgar down
»(Yah drove him down)»
He called up his New York Klan boyfriends, sayin’, I got something good for you
Get right down there to Peekskill, New York town, and kill three chords and the truth
Three chords and the truth, oh, three chords and the truth
Well the only crime you ever got from Paul was three chords and the truth
Now if this is the land of democracy, I got one question for you
Why wasn’t Paul Roberson set free on three chords and the truth?
I see you still don’t believe it
I’ll bother you one more time
I’ll bother you one more time, right mister
Now they took Pete Seeger before the law and put him on the witness stand
But he stood right up to tyranny with just a banjo in his hand
Such a righteous banjo picker, watchin’ out for me and you
That was just a man who wouldn’t back down on three chords and the truth
Three chords and the truth, three chords and the truth
Well the only crime Pete Seeger done was three chords and the truth
Yah, he sang his freedom songs real good, he’s still getting his message through
Better check out old Pete Seeger on three chords and the truth
Three chords and the truth, well its three chords and the truth
Well you better check out your old friend Buddy right now on three chords and the truth
Better check out old Harlan Howard, personal friend of mine
Check out old Harlan on three chords and the truth
http://www.rycooder.nl/pages/ry_cooder_my-name-is-buddy_chords_lyrics.htm#L
Letra completa en la página del vídeo
Tres acordes y la verdad
Voy a contarte una historia aquí mismo/ Eh, puede que no te la creas.// Soñé que veía a Joe Hill anoche de pie en el patio de la prisión/ se estaban llevando al pobre Joe, encadenado y amarrado, a un pelotón de ejecución en Utah/ Se volvió y me miró justo entonces, diciendo, “Que no te engañen,/ están intentando quebrantar nuestra libertad de expresión, y Buddy, aún no han comenzado./ Mira que me encuadran en una carga asesina, sabes que no te mentiría/ pero el único crimen aquí que he cometido fue tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad, tres acordes y la verdad”/ El único crimen que Joe Hill cometió fue tres acordes y la verdad/ Él cantó sus buenas viejas canciones sindicalistas, traía su mensaje/ Pero ellos no podían soportar oír a un obrero cantar tres acordes y la verdad.// Veo que no crees a tu viejo amigo Buddy/ Je, echa un trago, creo que lo necesitas.// Al viejo J. Edgar Hoover le gustaba oír a los negritos cantar, hasta que un hombre cambió todo aquello/ Paul Robeson era un hombre al que no podías ignorar, eso es lo que llevó al viejo J. Edgar/ Llamó a sus novios del Klan de Nueva York, diciendo tengo algo bueno para vosotros/ Id a Peekskill, población de Nueva York, y matad tres acordes y la verdad// Tres acordes y la verdad…/ El único que crimen que podríais sacar de Paul sería tres acordes y la verdad/ Si ésta es la tierra de la democracia, tengo una pregunta para ustedes/ ¿Por qué Paul Robeson no fue liberado de tres acordes y la verdad?// Veo que todavía no te lo crees/ Te molestaré una vez más/ Te molestaré una vez más/ Te molestaré una vez más, ¿vale señor?// Se llevaron a Pete Seeger ante la ley y le pusieron en el estrado de los tesitgos/ Pero él soportó hasta la tiranía con sólo un banjo en su mano/ Qué banjista tan honrado vigila por ti y por mí/ Era sólo un hombre que no podía retractarse de tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad…/ El único crimen que Pete Seeger cometió fue tres acordes y la verdad/ Él cantó sus canciones de libertad realmente buenas, todavía llega su mensaje/ Será mejor que absolváis al viejo Pete Seeger de tres acordes y la verdad.// Tres acordes y la verdad…/ Bien, será mejor que absuelvas a tu viejo amigo Buddy ahora mismo de tres acordes y la verdad/ Será mejor absolved al viejo Harlan Howard, un íntimo amigo mío/ liberad al viejo Harlan de tres acordes y la verdad.
Ry & Joachim Cooder