Acerca de Joan Maurici


Hace algún tiempo, el artista Ángel Pascual Rodrigo nos revelaba que el famoso “Maurici” de la canción de Lluís Llach, “Damunt d’una terra”, no era ni un estudiante ni un obrero de los años 60, sino un miliciano anarquista llamado Joan Maurici, y nos contó la historia que sobre él contaba su suegro. Hoy desea aclararnos algo, ya que sus palabras, por lo visto –y siendo yo inconsciente de esto–, han trascendido bastante y han causado molestias a la familia de Maurici. Y, aunque me limité a repetir lo dicho por Ángel, también deseo pedir disculpas, al ser parte implicada, a la familia de Joan Maurici: ha estado siempre lejos de mi intención el manchar la memoria de alguien, al igual que Ángel Pascual. Por eso me sumo a las disculpas de Pascual Rodrigo, y quiero que conste que, en todo caso, sólo se trató de restituir su memoria. Así mismo, os invito a leer su comentario íntegro en la sección “Deje un comentario…”, que no tiene el más mínimo desperdicio:

Recientemente mi esposa y yo tuvimos una conversación con su hermano Javier Ascaso respecto a lo que conté en este blog y las repercusiones que esto ha tenido en la rama Maurici de nuestra familia. Ellos están muy dolidos porque según lo que aquí escribí quedaba Joan Maurici como un asesino. Hemos estudiado el tema y después de ello nos caben muchas dudas dsobre la veracidad de lo que me contó Pedro. Quiero exponerlas y pedirte, Gustavo, que pongas integramente todo este comentario, desde arriba, junto a los que hicimos en su momento, pues cuando se busca en Google Joan Maurici es lo primero que sale y duele mucho a sus familiares más directos. Como mínimo hay que otorgarle el derecho a la duda teniendo en cuenta las siguientes cosas:
— Joan Maurici era muy joven en el momento de los hechos, unos 19 años.
— Joan Maurici dejó nobles cartas conmovedoras de despedida para su familia en las que se deduce que no cometió crímenes.
— Joan Maurici tuvo oportunidad de huir para no caer en manos de la justicia militar franquista y no lo hizo porque pensaba que no tenían nada por lo cual condenarle.
— Pedro Ascaso huyó a Francia y tuvo una vida de película por toda Europa, llego a estar hasta Lituania, y finalmente regresó a España de modo rocambolesco, de lo cual contó versiones casi contradictorias a cada uno.
— A Pedro Ascaso le gustaba contar sus historias. Seguía teniendo verbo encendido. Pero ya sabéis lo que suele pasarle a gente así, se pueden dejar llevar por la imaginación épica y… Además no convenía contar las cosas totalmente. Quizá ello terminó haciendo mella en sus propias percepciones y recuerdos. Hemos llegado a esas conclusiones recientemente tras contrastar con mi cuñado las historias que a él le había contado de modo tan diferente a cómo me las contó a mi.

Por tanto, reitero mi petición de que estas nuevas palabras aparezcan junto a las anteriores y pido a todos que borren de su memoria lo que escribí sobre los no comprovados asesinatos de Joan Maurici. El único testimonio al respecto fue lo que Pedro, ya mayor, me dijo en una ocasión y en cambio hay muchos testimonios de lo contrario.
Aprovecho para pedir disculpas a quienes haya podido causar dolor.

Y, también, aprovechamos para hacernos eco de su exposición en Zaragoza, hasta el 23 de diciembre, donde «En ella trato de modo secuencial y cierta apariencia de locura los diversos sentidos de las confrontaciones y la necesidad de recuperar nuestro Monte Perdido interior».

http://www.angelpascualrodrigo.com/new/video_technicolor.html

One response to this post.

  1. Rectificar es de sabios y de humildes.

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