Archive for the ‘Discografía’ Category

Viaje de Carlos de Abuín a Otro Mundo


Voy a comenzar un ciclo, que responde a una política nueva que he tomado, que llamo “Me regalas un disco, te regalo una entrada”: cantautores, o cualquier músico, preferentemente noveles, que me regalen un disco suyo, tendrán una entrada aquí. De momento sólo hay tres, y éste es el primero.

Carlos de Abuín y Yolanda Yone en "Discópolis"Conocí a Carlos ya hace tiempo en el foro de Hilario Camacho, y desde entonces hemos estado en contacto pero sin llegar a encontrarnos en persona, hasta el año pasado, en el que coincidimos en un ciclo de canción de autor, pero no nos reconocimos: me gustó su forma de interpretar una canción de Hilario Camacho, que durante años fue algo así como su mentor, y eso se nota; recordaba una anécdota de cuando Hilario y él fueron a la radio a presentar un ciclo de canción de autor, y fue presentado algo así como su discípulo: –¿Y qué pasará si el discípulo no se porta? –preguntaba algo así el locutor (que no recuerdo quién era)- -¡Pues nada! –dijo Hilario-, que habrá que darle unos azotes en el culo (interpreto lo que creo recordar: no será así al pie de la letra, seguramente, salvo lo del “culo”). Fue ya, finalmente, este mes pasado, durante los cursos de verano de la UNED, cuando nos conocimos en persona. Después tuve ocasión de comer con él, y es ahí donde me regaló su primer disco grabado, tras años de actuaciones, que es del que vamos a hablar: Otro mundo.

Lo escuché con avidez y desde la primera pista disparó mi índice “envidia sana”, es decir, que al escucharlo pensé: “Si yo me dedicara a la música, éste es el tipo de canción que querría hacer”. En un capítulo del Pesadilla en la cocina español, Chicote le recomendaba a un cocinero que cuando hiciera un plato, lo que tenía que sentir era envidia por el que se lo iba a comer; no creo que éste fuera el ánimo de Carlos de Abuín, pero sí despertó mi envidia. Y así se lo hice saber a Carlos, con la frase final: “Seguro que Hilario no te daría unos azotes en el culo” (ya que durante esa comida le recordé la anécdota).

otro-mundo-portadaPero, aparte de la envidia, ¿qué es lo que me gusta de Otro mundo? Digamos que Carlos, con la cuidada producción y arreglos de José Antonio Romero (uno de los productores más importantes de este país), utiliza lenguajes que yo entiendo y comparto. Musicalmente, se basa mucho en el rock clásico y la psicodelia de los 60 y 70, rastreables en Beatles, Dylan, Hendrix, etc., que es una música con la que me ganarás casi siempre; y ahí, sin perder por ello la originalidad, se nota la influencia de Hilario, del Hilario de La estrella del alba, A pesar de todo, etcétera. Líricamente, sus canciones, revestidas de poesía, enlazan constantemente lo individual y lo particular; nacen de reflexiones cotidianas que comienzan con las impresiones que tiene uno mismo y que acaban concatenándose con lo que ocurre actualmente, o con lo que viene ocurriendo desde hace tiempo. Carlos, que durante un tiempo se cuestionó su papel como cantautor, como puede oírse en el enlace a la radio de abajo, es, por esa razón, uno de los mejores cantautores actuales que he tenido el gusto de escuchar y conocer.

otro-mundo-contraportadaUna mantis religiosa gigantesca, encerrada en un laberinto transparente de muros azules, da la bienvenida cuando coges el disco; recortada sobre un paisaje, todo ello inmerso en un color verde, te mira con ojos inexpresivos, dando la impresión de que, bajo cierta luz verde y aumentado, cualquier insecto puede parecer una de esas criaturas híbridas y primigenias ideadas por H. P. Lovecraft, un hacedor de otros mundos. La contraportada, también coloreada de verde, suponemos que es la sierra de Guadarrama, que inspira una de las canciones, que también bajo esa coloración da la impresión de tratarse del paisaje de otro mundo. Estas fotos, como las que acompañan en el interior, y su diseño, son obra de Beatriz Pérez Otín.

Además de Carlos, que ha escrito y compuesto la totalidad de las canciones, y José Antonio Romero, que, además de encargarse de la producción y los arreglos, interpreta diversos instrumentos, le acompañan en la música Yolanda Yone (coros), Juan Carlos Melián (percusión) y Manu Míguez (violín y piano).

Friedrich_duerrenmatt_19890427El primer tema se llama “Vieja dama”, y está inspirado en la obra del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt, La visita de la vieja dama (1956), obra que relata como una millonaria anciana regresa a su pueblo ofreciendo millones a sus habitantes si matan a su antiguo amante, ya que ella quedó embarazada de él y por eso huyó despreciada por el pueblo. Un tema que se abre con una cacofonía de ruidos eléctricos y aullidos que parece una tempestad, dando paso a una pieza con tintes psicodélicos en la que Carlos reinterpreta esta obra, rayando en la lectura social de cómo una persona, si posee mucho dinero, puede comprar y hasta hacer la ley, y de cómo la miseria empuja a otros a cometer crímenes abominables.

“Entre el norte y el oeste” es, confiesa Carlos, fruto de las reflexiones que se le ocurren en sus diarios viajes de trabajo, cuando yendo y viniendo hacia Madrid atraviesa la Sierra del Guadarrama. Parecen momentos mágicos esos viajes en los que medio adormecido se te ocurren pensamientos filosóficos, poéticos, etc., a veces de manera inconexa…

Por su parte, el tema “Quién”, un conjunto de preguntas retóricas, transcurre a un ritmo de jazz lento; la respuesta final resulta desoladora…

LarraEl “Preludio (A la muerte de Larra)” se le ocurrió mientras trabajaba sobre la figura del escritor y periodista Mariano José de Larra (1809-1837), quien, como buen romántico, se quitó la vida a causa de un desamor. Con cierta musicalización de cabaret que presagia una trágica resolución, que nos hace imaginarnos a Larra recorrer los espacios de su casa buscando una pistola que luego limpia y prepara cuidadosamente envuelto en oscuras cavilaciones, Carlos interpreta los sentimientos del joven escritor que le llevan a la irrenunciable decisión de quitarse la vida, ya que, para él, nada tenía sentido en esta vida.

Continúa la autobiográfica “Palabras de ánimo”, en el estilo por el cual va contando sus experiencias vitales a lo largo de una trayectoria de aprendizaje que, más que los libros, lo da la vida misma. Es una canción que examina con cierta crítica el panorama actual y contiene líneas muy interesantes. El deseo "Quiero que los ricos y los pobres no jueguen al ajedrez", cosa que no puede ser porque los hombres viven en la granja que ideó George Orwell, enajenados por multitud de elementos dictados por los profetas de turno, quienes no sólo son “malos consejeros”, sino más bien “payasos”; y es que a fin de cuentas es como cuando te sientas a ver la televisión un sábado por la tarde y aparece Concha Velasco: “la peli repetida” hasta la saciedad, hasta que ya ni te parece interesante y ni te conmueve ni te hace gracia, porque encima es malísima.

Soledad Miranda“Zíngara” es una revisión-homenaje de Soledad Miranda (1943-1970), una joven que aspiraba a ser actriz y cantante pop, y que acabó haciendo cine porno tras figurar en algunas películas de la época, poco antes de su trágica muerte en un accidente de tráfico. Es un retrato y una reflexión de cómo los sueños pueden frustrarse, y de cómo a menudo en esa carrera hacia el reconocimiento quedan en el camino muñecos rotos. La interrupción brusca de la canción marca ese sentido de sueños frustrados.

Acaba el disco con el tema “Esperando con indolente impaciencia”, un tema que se abre con una introducción folk dylanesco, adornado con el típico ruido estético de los antiguos discos de vinilo, para abrirse jubilosamente con una música que recuerda a los mejores Beatles. Es la espera, que de tanto esperar ya ni siquiera importa lo que acontezca con tal de que acontezca; cuando los minutos acaban pareciendo eslabones de cadena y los días pesan como losas fúnebres, es entonces que, de tanto esperar, ya ni siquiera “esperamos nada”, hasta que todo acaba con una distorsión psicodélica hendrixiana.

Todos estos elementos: poesía, música, cuidada y original producción, filosofía (compartimos formación académica, y creo que es ésa una de las claves por las que comprendo bastante bien este disco)… configuran un “otro mundo” mucho más que aceptable: imprescindible para comprender la canción de autor actual.

¿Me atreveré a decir que el tocayo ha entrado ya en la historia de la música?

Carlos de Abuín

Otro Mundo

(2013)

  1. Vieja dama
  2. Entre el norte y el oeste
  3. Quién
  4. Preludio (a la muerte de Larra)
  5. Palabras de ánimo
  6. Zíngara
  7. Esperando con indolente impaciencia

Todos los temas de Carlos de Abuín

Producción y arreglos: José A. Romero

Fotografías y diseño: Beatriz Pérez Otín

30-30 records

Presentación del disco en Heliotropo:

http://www.rtve.es/alacarta/audios/heliotropo/heliotropo-carlos-abuin-otro-mundo-29-06-13/1897921/

¡Comprar!

http://www.elargonauta.com/cds-y-dvds/otro-mundo/58853/

Jefferson-Aeromodelismo: Todas las canciones (lista abierta)


Takes off y sencillos

(1966)Jefferson Airplane - 1966 - Takes Off - Front

Surrealistic Pillow

(1967)Jefferson Airplane - 1967 - Surrealistic Pillow - Front

Especial – Electric Music For The Mind And Body

(1967)

After Bathing At Baxter’s

(1967)

Crown of Creation

(1968)

Bless It’s Pointed Little Head

(1969)

Volunteers

(1969)

The Woodstock Experience

(grabado en 1969)

Jefferson Airplane son (por orden de ida del grupo):

1965

  • Bob Harvey, bajo –Slippery Rock String Band, Holy Mackerel
  • Jerry Peloquin, batería –batería de estudio

1965-1966

  • Signe Anderson, voces –luego en Carl Smith & The Natural Gas Company
  • Skip Spence, batería –fundador y guitarrista de Moby Grape

1967-1970

  • Spencer Dryden, batería –1971: se une a New Riders of The Purple Sage

1965-1971

  • Marty Balin, voces, teclados, percusión (regresos ocasionales: 1972): produce y se une al grupo Grootna; colaboraciones con Hot Tuna; Jefferson Starship (1975-1978); 1981: carrera en solitario; KBC band (1985).

1965-1972

  • Paul Kantner, guitarra rítmica –1971: Paul Kantner/ Jefferson Starship; 1972-1973: dúos con Grace Slick; 1974-1985: Jefferson Starship; 1985: KBC Band.
  • Jorma Kaukonen, guitarra solista (1965-1972) –Hot Tuna desde 1969; carrera en solitario
  • Jack Casady, bajo (1965-1972) –Hot Tuna desde 1969; KBC Band (1986); Jefferson Starship (1992)
  • Grace Slick (1967-1972), voces, percusión, teclados –Proveniente del grupo The Great Society (1966); 1972-1974: carrera en solitario y con Kantner; 1974-1980: Jefferson Starship
  • Joey Covington, batería (1970-1972) –Proveniente de Hot Tuna; 1976: Jefferson Starship.
  • Papa John Creach, violín (1970-1972) –Hot Tuna (170-1975)
  • David Freiberg, voces (1972) –Proveniente de Quicksilver Messengere Service; Jefferson Starship (1974-1985)
  • John Barbata, batería (1972) –Proveniente de The Turtles.

Xabierren heriotzean


Euskalerri nerea. Xabier Lete, single de 1968Xabier Lete escribió la práctica totalidad de las canciones que los cantautores vascos cantaron durante los años 60, 70 y 80 y aún hoy. Como miembro fundador de Ez Dok Amairu presentó, en 1968, su primer sencillo, el cual traemos hoy aquí, canción por canción, e intentando ser respetuoso con la obra del artista y con el artista.

El sencillo se abría con la que tal vez sea la canción más emblemática de uno de los hombres que redefinió la cultura vasca de finales del siglo pasado. “Euskalerri nerea” es un canto de amor/ desamor a una tierra; lejos de las visiones bucólicas de prados verdes y propietarios que aran su tierra, Lete nos muestra el País Vasco más real y auténtico: una tierra que se ama, aunque cueste, porque, entre otras cosas, es imposible de odiar la tierra de uno. Si oís la canción, la melodía os resultará muy familiar, y no os equivocaréis al señalarla como “Eusko gudariak”, al tiempo que os sorprendéis. Mi teoría es que Xabier siempre pudo decir que se basaba en la melodía tradicional que también había hecho a esa otra, “Atzo Bilbon nengoen”, y quizás fuera así:

Euskalerri nerea

Euskalerri nerea ezin zaitut maite
bainan nun biziko naiz zugandik aparte.

Anaien arpegian
begirada otza,
bihotz-berotasuna
izaten da motza.

Arratsaldeak beti dakarren tristura
neretzat izaten da bakardade hura
argitu nahirik begiak.
Balio al du gure egiak?
Bide bat aukeratzean
gelditu nahi nuke nere lurrean.

Ezin erabakirik esantako itzak
pauso baldarrak ditu gizonen bizitzak,
neurri zuzen baten bearrak
lotutzen dizkit nere indarrak.
Erreka zabal garbia
zugan egon bedi gure argia.

Euskalerri nerea behar zaitut maite
nun biziko nintzak zugandik aparte.

Anaien arpegian
begirada otza,
bihotz-berotasuna
izaten da motza.

Urruti joan ezkero berriz etortzean
nolako zulo beltza nere bihotzean.
Egin dezagun aurrera,
gerra hontan saiatuko gera.
Tristea etxerik eza.
Lurrak emango dit bere babeza.

Egun bakoitzak badu bere zer egina,
justizizko bide bat denontzat berdina.
Denon artean izanikan
ezin ukatu gure lanikan.
Illunpetako jarduna
eriotzak pakez beteko duna.

País Vasco mío

País Vasco mío, no puedo amarte/ Pero dónde viviré lejos de ti.// En el rostro de los hermanos/ mirada fría,/ el ardor del corazón/ es breve.// La tristeza que siempre trae la tarde/ es para mí aquella soledad/ que quiere iluminar los ojos./ ¿Tendrá valor mi verdad?/ Al elegir un camino/ quisiera quedarme en mi tierra.// La vida de los hombres tiene pasos torpes/ al no poder decidir las palabras dichas,/ la necesidad de una norma justa/ ata mis fuerzas./ Arroyo ancho y limpio,/ esté en ti siempre nuestra luz.// País Vasco mío, necesito amarte/ dónde viviré lejos de ti.// En el rostro de los hermanos/ mirada fría,/ el ardor del corazón/ es breve.// Si te vas lejos, ¡qué agujero negro en mi/ corazón al regresar./ Avanzemos,/ nos empeñaremos en esta guerra./ Qué triste es no tener casa./ La tierra me dará su refugio.// Cada día trae su quehacer,/ un camino hacia la justicia igual para todos./ Resultando ser uno entre todos,/ no puedo negar nuestro trabajo./ Hablar entre tinieblas que la muerte llenará de paz.


La segunda canción es la única cuya letra es ajena; “Bihotza”, “Corazón”, es un hermoso poema de Federico Krutwig, que habla sobre la soledad y la mentira:

http://www.goear.com/listen/aa34081/bihotza-xabier-lete

Bihotza

Munduak gezurra diotsu, bihotza.
Gezurra bere argi indarrez,
negarretan miña iñork ez du aditzen.

Dadukazun miña ixilik negar zazu
munduak haundituko du ta,
iñork ere lagun etzaitu egingo,
iñork erre ez esan.

Zoriak behin zutaz,
parre egin nahi baleza,
eragotz, eragotzi eiozu,
barruko penak hil,
ezpainetan parrea kanpora,
ipini ezazu.

Jainko gorde hoiek,
etzaituztet gurtzen nik,
zuek ere hilkorrak zerate,
eta ezerezera, ziurki zoazte,
ezer ez bai zerate.

Corazón

El mundo te miente,/ corazón,/ y esa mentira/ tiene la fuerza de la luz./ Nadie escucha, corazón,/ tu llanto y tu dolor,/ nadie escucha.// Llorar en silencio/ el dolor que padeces,/ de saberlo, el mundo/ te lo agrandará./ Nadie te ayudará,/ no digas nada  a nadie.// Si alguna vez la felicidad/ quisiera reírse de ti,/ impídeselo,/ mata las penas/ que llevas dentro/ y pon una sonrisa en tus labios.// No os adoro,/ dioses escondidos,/ vosotros también sois mortales,/ y seguro que vais hacia la nada,/ porque nada sois.

Federico Krutwig


La tercera canción es una especie de lamento sobre la juventud del País Vasco (o así me pareció), al mismo tiempo que una crítica hacia la burguesía vasca, fuera franquista o fuera abertzale. La melodáíestá basada en la canción religiosa tradicional «Santa Ageda». La letra original la tomé de aquí: http://www.armiarma.com/cgi-bin/urkiza/EBMODBER.pl?Bertso=27803

Lore gorrien balada

Zelai ertzeko lore gorriak

neguak zapuztu ditu.

Neskatxaren ezpain eriak

zeiñek laztanduko ditu?

Gure herriko baratzak dira

lorerik gabe gelditu.

Udaberriko lili garbia,

gure lurrean eldua,

gaueko amets bat bezela

egunsentian galdua,

gizon dirudun baten etxean

ain gazterik usteldua.

Loreak zeiñek jarri zituen

elizako aldaretan,

nagusiak ekarritako

zillarrezko ontzietan?

Orain larrosik ez dut ikusten

Euskalerriko kaletan.

La balada de las flores rojas

El invierno ha marchitado/ las flores rojas del borde del prado./ Los labios de la muchacha están enfermos/ ¿quién los besará?/ Los huertos de nuestra tierra/ se han quedado sin flores.// La limpia flor de primavera,/ madura en nuestra tierra,/ perdida al amanecer/como un sueño nocturno,/ podrida tan joven/ en la casa de un hombre adinerado.// ¿Quién puso las flores/ en el altar de la iglesia,/ en vasijas de plata, traídas por el amo?/ Ya no veo ninguna rosa/ por las calles del País Vasco.


Y, finalmente, un alegato y una advertencia contra aquellos poetas que se denominaban “puristas”, aquellos que escribían alejados de la realidad, encerrados en su “torre de marfil”, aquellos que se desentendían de los que sufrían:

Poeta hoiek

Gizona kartzelan sartu dute
Zer esan du?
Zer egin du?
Semeentzat ogia eskatu du.

Eta poeta
etxean gelditu da,
ateak itxita.
Gizona zigorrez jo dute
Zer esan du?
Zer egin du?
Guziontzat egia eskatu du.

Eta poeta
kalean gelditu da,
begiak itxita.

Gizona kartzelan hantxen dago.
Zer esan zun?
Zer egin zun?
Justizia pixka bat eskatu zun.

Eta poeta
ixilik gelditu da
beldurrak eraginda.

Ai, poeta:
Gogorra izango da
zuretzat
askatasun eguna!

Esos poetas

Han metido al hombre en la cárcel/ ¿Qué ha dicho?/ ¿Qué ha hecho?/ Ha pedido el pan para sus hijos.// Y el poeta/ se ha quedado en casa/ con las puertas cerradas.// Han pegado al hombre con un látigo./ ¿Qué ha dicho?/ ¿Qué ha hecho?/ Ha pedido el pan para todos nosotros.// Y el poeta/ se ha quedado en la calle,/ con los ojos cerrados.// El hombre está en esa cárcel./ ¿Qué dijo?/ ¿Qué hizo?/ Pidió un poco de justicia.// Y el poeta/ se queda en silencio,/ movido por el miedo.// ¡Ay, poeta:/ será duro/ para ti/ el día de la libertad!


Traducción de “Euskalerri nerea” y “Poeta hoiek” por Karlos Cid Abasolo y Gustavo Sierra Fernández

Traducción de “Lore gorrien balada”: Gustavo Sierra Fernández

Presentación del primer disco de La Bullonera


Buscando la letra de una canción, me he encontrado con una curiosidad que no esperaba encontrarme:

Presentación del primer disco de "La Bullonera"

J. R. MARCUELLO – Zaragoza

13/10/1976

Tras
un largo paréntesis de prohibiciones y una trabajosa negociación de las
canciones «proscritas» desde hace mucho tiempo, por fin la semana
pasada fue presentado en Zaragoza el primer disco del grupo aragonés La Bullonera.

El
grupo nació en 1971, y desde entonces viene recorriendo, palmo a palmo,
la geografía aragonesa con la convicción de que la canción, es una
herramienta más de lucha ideológica. A La Bullonera, para poder
entender íntegramente su naturaleza, hay que situarlo en el contexto de
ese nuevo Aragón que ha comenzado a dejarse ver y oír en los últimos
años (primeros pasos del cantante Labordeta, la eclosión del periódico
quincenal Andalan, la necesidad de los regadíos, las centrales
nucleares, las bases USA, la emigración y, muy especialmente, el
polémico trasvase del Ebro). La primera canción del álbum es ya una
auténtica declaración de intenciones: «No hemos venido aquí para
deciros que está dura la vida aquí debajo/para eso está el jornal, la
ley, el palo/por eso la miseria, el herido, el condenao /.Venimos,
simplemente, a trabajar como uno más, a arrimar el hombro al tajo/esta
es nuestra herramienta: nuestras voces/esta es nuestra canción: nuestro
trabajo.»

El grupo es, quizá, el que más ha investigado las raíces profundas del
folklore aragonés -no sólo la jota-, como base de la estructura
rítmica, pero dotándolo de un fuerte contenido ideológico al mismo
tiempo que limpiándolo del tópico cazurro y chascarrillero. «Ya estamos
hartos, señores/de aquí no sale una jota, que no cante las verdades de
esta tierra medio rota.»

Catorce canciones -muchas de ellas
prohibidas hasta última hora- componen este hermoso disco que ha
servido, además, para qué el público aragonés entablase conocimiento
con una serie de jóvenes músicos de la tierra que intervienen en la
grabación.

A Víctor Jara


Título
A Víctor Jara
Intérprete
Raimon
 
  1. T’he conegut sempre igual
  2. Molt lluny
  3. Só qui só (Joan Timoneda, Segle XVI)
  4. Una vaca amb un vedellet en braços (Pere Quart)
  5. No em pren així com al petit vailet (Ausiàs March, Segle XVI)
  6. Lo jorn ha por (Ausiàs March, Segle XVI)
  7. Amanda (Víctor Jara; versió catalana: Raimon)
  8. Morir en aquesta vida
  9. Si en lo mal temps (Joan Roís de Corella, Segle XVI)
  10. Amb tots el petit vicis
  11. Com un puny
1974
Letras escritas por Raimon, excepto donde se especifica.
Toda las canciones compuestas por Raimon, excepto 7, por Víctor Jara.

Comentario. En 1974, a forma de tributo, Raimon llamó a su disco A Víctor Jara, aunque no haya ninguna canción escrita por Raimon en la que se reivindique su memoria o denuncie su asesinato: se trata de un sencillo homenaje basado en el título y en la versión de una de las canciones de Víctor Jara.
No obstante, éste tampoco es un disco muy político, pero en realidad los discos de Raimon en estudio no eran tan políticos como el público piensa; no así como ocurría generalmente con sus discos de conciertos. Es uno de los discos clásicos de Raimon: en donde se mezclan sus letras con las de poetas catalanes de la Reanixença, del siglo XVI, y de otros más contemporáneos. Lo que le dota de excepcionalidad es la versión de una canción de otro cantante, raro en él.
Influenciado por Paco Ibáñez, Raimon comenzó desde temprano a poner música a las obras maestras de la poesía catalana contemporánea y clásica con el fin de dar a conocer la gran cultura literaria de los Països Catalans. Entre las canciones de los poetas clásicos vemos poemas de amor cortés de Joan Timoneda, del Cançoner Flors d’enamorats, como "Só qui só" (cat. moderno "Soc qui soc", cast. "Soy quien soy") y de Joan Roís de Corella "Si en lo mal temps" (Si en el mal tiempo); también reflexiones filosóficas de su preferido, Ausiàs March, "No em pren així com al petit vailet" (No me sucede como al pequeño paje) y "Lo jorn ha por" (El día tiene miedo), que representan las corrientes de pensamiento en los tiempos del Renacimiento y que poseen una gran belleza lírica.
Respecto a poetas más contemporáneos, en este disco sólo incluye una musicación de un poema de Pere Quart (Joan Oliver): "Una vaca amb un vedellet en braços" ("Una vaca con un ternerillo en brazos"), que es una curiosa nana en la que la vaca le cuenta a su hijo que debe hacerse fuerte para lo que le espere: la paz como manso o la muerte en el ruedo, para lo cual debe hacerse fuerte.
La otra canción que no es escrita por Raimon es "Amanda", que es la versión catalana de "Te recuerdo Amanda" de Víctor Jara, a la cual Raimon ha adaptado la letra al catalán respetando siempre el texto original y su sentido. De esta manera y junto al título del disco, hace Raimon su particular, sencillo y más sentido homenaje al cantante chileno, asesinado por el régimen homicida de Pinochet. Lejos de optar por la denuncia, la reivindicación y la llamada a la venganza explícita que en otros homenajes al cantante harían gente como Manuel Gerena o José Antonio Labordeta, Raimon decide hacer esto de la manera más simple y honesta posible al homenajear a Víctor Jara mediante esta versión de una de las canciones más emblemáticas y sociales del artista chileno.
Entre las canciones escritas por Raimon hay de todo. Abre el disco "T’he conegut sempre igual" ("Te he conocido siempre igual"), canción dirigida a Gregori López i Raimundo, un histórico miembro de la lucha antifranquista militante del PSUC, en la que le cuenta que "somos más de los que dicen y quieren". Junto a ésta, Raimon mezcla el tema político con sus reflexiones vitales propias como la nostalgia de otros días presente en "Molt lluny" ("Muy lejos"), recordando las noches con los amigos en Játiva (Xátiva); "Morir en aquesta vida" ("Morir en esta vida"), un homenaje al poeta Maiakowski; y "Amb tots els petits vicis" ("Con todos los pequeños vicios"), siguiendo el más puro estilo de los poetas clásicos, en la que une la reflexión política y la reflexión vital al fenómeno de crecer e ir saliendo de la adolescencia. Cierra el disco una canción que Raimon personalmente considera la mejor de su carrera: "Com un puny" ("Como un puño") es una canción que, también bastante influenciado por March, está dedicada a Anna Lissa, su esposa y gran amor, que es italiana; habla de la separación breve ocasionada por las visitas a su país de Anna Lissa y el pensar en el reencuentro esperanzado.

Canciones póstumas


Título
Canciones póstumas
Intérprete
Víctor Jara

  1. Manifiesto (Víctor Jara)
  2. Caicaivilu (Víctor Jara)
  3. Cuando voy al trabajo (Víctor Jara)
  4. Homenaje a Víctor Jara (M. A. Cherubitos): interpretada por Eulogio Dávalos y M. A. Cherubitos
  5. Aquí me quedo (Pablo Neruda/ Víctor Jara/ Patricio Castillo)
  6. Doncella encantada (Víctor Jara)
  7. Pimiento (Víctor Jara)
  8. Homenaje a Víctor Jara (J. A. Labordeta): interpretada por Labordeta
arreglo de las canciones de Víctor Jara por Patricio Castillo
año de grabación: 1973
año de edición española: 1975

Comentarios. Canciones póstumas se trata de un bello, aunque breve, disco que reunía algunas de las últimas canciones que el inmortal Víctor Jara estaba preparando en 1973 antes de que el asesinato interrumpiera su carrera para siempre, aunque no su estela.Con los arreglos de Patricio Castillo, fue editado en el extranjero en 1974; esta edición es la versión española que apareció en 1975 de mano de la discográfica Movieplay-Gong, bajo licencia de Discap. Las canciones que nos presenta reflejan la mayoría la situación de Chile antes del fatídico golpe de estado que desembocó en una sangrienta dictadura, pero no de una manera pesimista, sino desde el optimismo y la solidaridad a la que este cantante nos tiene acostumbrado en sus trabajos. Encontramos canciones de amor y solidaridad como el bello "Cuando voy al trabajo", en la que se nos presenta el amor como el único horizonte que llena de esperanza y de ilusión una vida a veces muy dura; un hermoso poema con música típica de los Andes en "Pimiento"; mientras que "Aquí me quedo", compuesta sobre un poema del inmortal Pablo Neruda es la canción que más nos representa aquel Chile que luchaba por ser él mismo, a pesar de la dura oposición de los sectores más reaccionarios, sobre los que nos da pista en el verso inicial "Yo no quiero la patria dividida": es una calmada invitación a la lucha y al trabajo de todos. Nos abre el disco esa hermosura de canción llamada "Manifiesto", que, aunque tardía, pretendía ser la canción-manifiesto de la Nueva Canción Chilena: es un manifiesto inspirado por el hacer de Violeta Parra, la matriarca (de algunos madre) de todos los cantautores y grupos chilenos que aparecieron durante los años 60 y 70; "Manifiesto" expresa lo que Víctor Jara sentía al cantar, al escribir, para lo que debiera servir su canción, como aliento, como esperanza, no como divertimento o lujo: canciones que sirvan para esto, "no las lisonjas fugaces o las famas extranjeras".
Nos presenta también varios instrumentales de corte andino como "Caicaivilu" y "Doncella encantada". Finalmente, nos ofrece dos sorpresas que cerraban cada una las dos caras del disco original: se tratan de dos homenajes que llevan ambos por título "Homenaje a Víctor Jara", elegidos por la propia discográfica. El primero es un instrumental del argentino Miguel Ángel Cherubito, interpretado por él mismo y por el chileno Eulogio Dávalos, ambos compañeros de Víctor. El otro, como no podía ser de otra manera, es un homenaje emocionado que José Antonio Labordeta grabó para su LP del mismo año, en este sello, Tiempo de espera: "en quien hemos querido simbolizar a los cantantes que desde aquí, desde nuestra tierra, hacen que la canción sea un arma de conocimiento y de esclarecimiento de la verdad", reza la nota que encontramos en el LP.
Este disco no es hermoso porque fuera el último, el póstumo, de Víctor Jara, aunque esto sea un aliciente -innecesario- para su leyenda y su estrella: es hermoso porque es de Víctor Jara, y eso, sencillamente, es suficiente. Tengo este disco en las manos no por qué Víctor fuera masacrado por la injusticia, por la violencia, sino porque me gusta Víctor Jara, porque en sus canciones me siento hermanado con su pueblo, con todos los pueblos del mundo, porque alimenta mi esperanza y mi ilusión y me dice "no te rindas". Pero creo que lo explica mejor el párrafo final de la nota introductoria:
Todo ello constituye, o al menos a nosotros nos gustaría que constituyera, un testimonio y un recordatorio, un ejemplo y un símbolo, alejado por igual del oportunismo y la demagogia. Sólo quisiéramos que fuera aquello que Víctor Jara hubiera querido hacer.

El pueblo unido jamás será vencido


Título
El Pueblo unido jamás será vencido
Intérprete
Quilapayún
  1.  Con el alma llena de banderas (Víctor Jara)
  2. Elegía al "Che" Guevara (Eduardo Carrasco)
  3. Titicaca (popular; arreglada por Quilapayún)
  4. El rojo gota a gota irá creciendo (Eduardo Carrasco-Horacio Salinas)
  5. Chacarilla (popular; arreglos Illapu)
  6. Compañero presidente (Eduardo Carrasco-Quilapayún)
  7. Canción de la esperanza (Eduardo Carrasco)
  8. La represión (Sergio Ortega)
  9. El pueblo unido jamás será vencido (Sergio Ortega-Quilapayún)

1975

Comentarios. Aunque éste es el más conocido, por lo menos en España, en realidad se trata del 2º álbum de la formación folklórica chilena que recibe este nombre: el primero, editado en 1974, llevaba por subtítulo "Yhtenäista Kansaa Ei…", ya que la canción con que cierra este álbum y lo da nombre estaba interpretada junto al grupo finlandés Agit Prop. El pueblo unido… es el primer álbum que el grupo graba en el exilio tras el golpe de estado de Pinochet, desde su residencia en París, por lo que la carga emotiva y reivindicativa lo hace ser uno de los discos más llamativos y representativos de la banda. Aunque es un álbum eminentemente político, no faltan los arreglos sobre temas populares.
Abre el álbum la versión de una de las canciones más populares de su amigo, colega, ideólogo y compañero Víctor Jara, asesinado vilmente por los esbirros del general traidor; "El alma llena de banderas" era una balada que Víctor le dedicó al "Che" Guevara, pero que Quilapayún quiso utilizar para homenajear a su amigo cambiando un verso, y así, todo el sentido de la canción: allá donde Víctor decía "El que quemó tus alas al volar/ no apagará el fuego de los pobres", el grupo eliminaba ese "no" para dejar constancia de su denuncia. Otras canciones de protesta que encontramos es la llamada a la resistencia en "El rojo gota a gota irá creciendo"; el planto por la memoria al presidente de Chile Salvador Allende en "Compañero presidente", que constituye también una llamada a la resistencia; y finalmente "La represión", una balada de consuelo para la aplastada población de Chile.
Fuera ya de una intencionalidad política explícita, el grupo, siguiendo su línea de trabajo, incluye una canción popular arreglada por otro grupo folklórico, Illapu, "Chacarilla", una canción-baile tradicional de Bolivia. Pero también nos deleitan con tres instrumentales, dos políticos y uno folklórico. Los dos políticos son "Elegía al "Che" Guevara", cuya música nos transporta a, como dijo el poeta Eliseo Diego, "donde nunca jamás se lo imaginan", por sobre los Andes, acompañado del murmullo fúnebre que finalmente se convierte en canto de respeto, admiración y alabanza; el otro es "La represión, que consigue, como es la finalidad de todo instrumental, comunicarnos el sentimiento de dolor, denuncia y rechazo ante el abuso del poder dictatorial sobre el pueblo de Chile. Por su parte, "Titicaca" es la típica canción popular de corte indigenista a la que el grupo andino tenía acostumbrado a sus seguidores: un canto de alabanza al lago Titicaca. Y, finalmente, "El pueblo unido jamás será vencido", canción elaborada sobre aquel grito de guerra que estudiantes y trabajadores llevaban lanzando desde siempre en sus reivindicaciones en todo el mundo, con una letra de clara inspiración comunista; aunque la canción habla sobre la realidad chilena, fue adoptada por la oposición de todo el planeta allá donde hacían falta estas canciones, especialmente en España, en donde la oposición anti-franquista recibió con los brazos abiertos a los exiliados chilenos, reconociéndolos como hermanos.
En conclusión, este es un disco con una finalidad claramente combativa, en el que se mezclan la tristeza del exiliado, la rabia y el dolor ante la injusticia y el  amor a la tierra de Chile; un disco que se puede resumir en el último verso que Víctor cantaba en esta canción que ellos adaptaron: "¡Venceremos!"

Cançons tradicionals


Título
Cançons tradicionals
Intérprete
Joan Manuel Serrat

  1. El testament d’Amèlia
  2. La presó del Rei de França
  3. El comte Arnau
  4. La cançó del Lladre
  5. L’estudiant de Vic
  6. La Dama d’Aragó
  7. El ball de la civada
  8. Cançó de batre
  9. El rossinyol
  10. La presó de Lleida
1967

Comentario. Cuando te cansas de leer que el colectivo Els Setze Jutges despreciaba el folklore catalán como fórmula de expresión, debido a la utilización que el régimen hacía de él para demostrar la cohesión de España a través de sus diferencias, y te encuentras con este álbum, uno de los primeros de Serrat, te das cuenta que conviene revisar los conceptos.
Cançons tradicionals es un álbum compuesto en su integridad por canciones tradicionales en lengua catalana, la mayoría de Cataluña, pero interpretadas sin ningún tipo de aditivo político, ni siquiera regionalista, a primera vista, como hizo Josep Maria Espinàs, uno de los fundadores e ideólogos de los Jutges, con la tonada de "El mariner" ("A la vora de la nit"). Por otro lado, no son interpretadas estas canciones al modo tradicional, sino que se les añade el acompañamiento normal que solía tener la música inicial de los cantautores de este colectivo, es decir, además de la guitarra de Joan Manuel, una pequeña orquesta dirigida por Salvador Gratacòs y con los arreglos de Antoni Ros-Marbà: 8 violines, 3 violas, 2 violoncelos, un contrabajo, 2 flautes, una flaute dulce, un clarinete bajo, oboé, cuerno inglés, fagot, 3 trompas, 2 trompetas, un trombón, una tuba, 2 fiscornos, tenora, tible, arpa, piano y percusión. El resultado es una música tranquila y agradable, a veces melancólica y otras alegre como contrapunto perfecto a la nostálgica voz de Serrat. El disco cuenta además, en su carpeta interior, con un resumen teórico de la canción tradicional catalana y notas a cada una de ellas escrito por Oriol Martorell.
Cançons tradicionals se puede considerar un disco de folk, en cuanto que se trata de la re-interpretación del cancionero tradicional y popular catalán, y no una simple interpretación al estilo de la música de raíz que por entonces había comenzado Joaquín Díaz con el cancionero castellano. Por otra parte, tampoco se trató de realizar una reinvención musical total de estas canciones, sino de añadirles un acompañamiento más sinfónico.
Encontramos en el disco canciones tradicionales y/ o populares catalanas de distintos tipos: romances históricos, canciones de trabajo, bailes campesinos, tonadas populares, con toda la sabiduría popular que esto conlleva.
Romances:
-"El testament d’Amèlia" es un misterioso romance histórico que nos cuenta la historia de una joven princesa que enferma de amor porque su marido le es infiel con la madre de ella. Según Martorell, por una palabra que se dice en el texto, la desafortunada princesa podría ser Mahalta o Mafalda, nombre que correspondía a la mujer de Ramón Berenguer, Cap d’Estopa, y a la hija de Ramón Berenguer III.
-"La presó del rei de França" cuenta, por su parte, el histórico apresamiento de Francisco I, primo de Carlos I, tras su derrota al intentar la invasión de España cuando disputaba con Carlos V su derecho de sucesión al Imperio Alemán. Se trata de una reinterpretación de los sentimientos del rey francés y de su esfuerzo para liberarse enviando un mensaje a su esposa para pagar el rescate. Esta canción viene acompañada por un acompañamiento musical victorioso y marcial, propio de las marchas militares y de las marchas reales.
-"El comte Arnau", una canción cuya supuesta antigüedad quedó rebatida por la investigación, narra por su parte, con un excelente aire medieval trovadoresco, cómo el fantasma del conde Arnau, muerto en batalla, visita a su esposa y mantiene un diálogo con ella, pidiéndola dejar que se llevara a una de sus hijas para mitigar el sufrimiento del otro mundo, penas que se las ganó bien en vida y que tendrá que pasarlas en soledad, como le sermonea la condesa. Este tema fue tratado en poesía por gente tan importante como Joan Maragall y Josep Maria Sagarra.
-"La dama d’Aragó" es, tal vez, a mi parecer, una de las mejores canciones del disco, y, por extensión, una de las que mejor interpreta Serrat. La información que ofrece Martorell no desvela la identidad de tan misteriosa y bella señora, salvo por un verso que dice que es hija del rey de Francia y hermana del de Aragón. El texto es de una belleza incalculable, dotando a la descripción de la esbelta dama los caracteres propios del sol, e insistiendo en el amor que despertaba en todo aquel que la rodeaba, incluido su propio hermano.
Canciones populares y de trabajo
Tomadas de aquí y de allá de la amplia geografía de habla catalana, Serrat nos canta algunas de las canciones más populares de Cataluña, todas ellas bien conocidas por etnólogos, etnógrafos y musicólogos:
-"La cançó del lladre" (la canción del ladrón) es una historia narrada en primera persona sobre un ladrón desde su más tierna y holgazana infancia. El refrán "Adiós clavel morenito, adiós estrella del día" se nos revela sólo al final, cuando nos cuenta que ha sido condenado a muerte, y la canción adquiere el sentido de ser una confesión de arrepentimiento voluntario ante lo inminente.
-"L’estudiant de Vic" (el estudiante de Vic) es una de aquellas tantas canciones que abundan en la música popular de todo el mundo, dirigidas a adoctrinar a las hijas con su moraleja final. Nos cuenta de cómo una viuda queda enamorada de un estudiante, con la oposición del padre de ésta, y queda embarazada de él, pero éste huye. La moraleja final venía a decir: "Niñas que venís al mundo, no os fiéis de gente de libros"; parece ser, por las notas de Martorell, que el estudiante era un tipo social de la Edad Media, que se debatía entre el mundo clerical y el seglar.
-"El ball de la civada", el baile de la cebada, es una canción de trabajo que después se transformó en baile en las fiestas que celebraban el final del tiempo de la cosecha. Mucho más tarde se convirtió también en danza indispensable en los salones de la burguesía catalana, y llegó finalmente al siglo XX como una danza de juego infantil.
-"Cançó de batre", canción de carro, es una tonada popular de trabajo que se ha conservado con mayor pureza en Mallorca. Se canta a capella, con una extraordinaria técnica vocal, como en todas las canciones de este tipo, y así nos la canta Joan Manuel, desintrumentalizada y conservando los "¡arre!" (arri!) que se supone lanza el cochero a su mula mientras canta y conduce su carro.
-"El rossinyol", el ruiseñor, es la mejor canción de todo el disco, por su acompañamiento musical, por la cuidada interpretación vocal de Serrat y por lo delicioso de la letra. El tema, clásico donde los haya, es el de la muchacha mal casada y a la fuerza, que le da a un ruiseñor un mensaje para su madre, pues ha perdido el rebaño que su marido le hizo cuidar y con el que su padre la hizo casar a la fuerza. Es el típico tema de desesperación ante una situación insoportable.
-"La presó de Lleida", la prisión de Lérida, es la canción que cierra el disco. Con un acompañamiento fúnebre, nos cuenta de cómo la hija del barón se conmueve al oír la canción de los presos y pide su indulto al padre. La canción tenía otras variantes, siendo una de las más famosas "La presó de Napols". Si, tal vez, haya en el disco alguna canción con intención política, sin duda es ésta, en lo tocante a los presos políticos: se podría argumentar que no, porque la letra de la canción es así y no tiene ningún añadido; pero se podría argumentar también que sí, porque fue el propio Joan Manuel Serrat el que decidió cantar esta hermosa canción: no sería la primera, ni la última vez, en que un cantante en lugar de crear un texto de protesta cogiera para la misma finalidad un texto antiguo tradicional o popular, asegurándose de esta manera escapar, aunque fuera en cierta medida, a la censura y a la sospecha. Pero si tal vez Serrat no quiso darle ninguna intención política, sí se la dio Marina Rossell cuando tomó en 1970 esta canción y la cambió la letra, sustituyendo a la hija del barón por el carcelero (y cambiando así totalmente el sentido de la canción) y al barón por el gobernador.
En conclusión, si bien el disco, raro, podríamos decir, en comparación con toda la discografía de Serrat en general, no supone un grupo de canciones reivindicativas, ni una reinvención de la canción tradicional, sino una interpretación tal cual, pero sin caer en el purismo propio de un cantante de música de raíz, constituye un buen y gran trabajo, agradable y delicioso al oído.

El Recital de Madrid


Título
El Recital de Madrid
Intérprete
Raimon

DISCO 1

  1. La nit
  2. So qui so (Joan Timoneda)
  3. Qui ja ho sap tot
  4. El País Basc
  5. Al vent
  6. Sobre la por
  7. Sobre la pau
  8. T’adones, amic
  9. T’he conegut sempre igual
  10. Inici de càntic en el temple (Salvador Espriu)

DISCO 2

  1. Jo vinc d’un silenci
  2. Quatre rius de sang
  3. Es veu
  4. 18 de Maig a la Villa
  5. Indesinenter (Salvador Espriu)
  6. La muntanya es fa vella
  7. Quan jo vaig nàixer
  8. Cançó del remordiment
  9. D’un temps, d’un país
  10. Diguem no
  11. Sobre la por
  12. Diguem no
Música: Raimon
Letras: Raimon, salvo allá donde se especifique
Grabado en directo el 5 de Febrero de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid

Comentarios. El Recital de Madrid es uno de los mejores discos en directo de la canción de autor de los años 70. Grabado el 5 de Febrero de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid, el recital tuvo primordialmente una importancia política antes que musical. Dicho concierto se celebró en pleno inicio del intento de una apertura democrática a la que era opuesto parte del gobierno, al igual que su entonces presidente Carlos Arias Navarro (el denominado "búnker"), a pesar de haber concedido ciertas amnistías parciales a algunos presos políticos. El año 76 fue especialmente revuelto, especialmente por esa oposición a la apertura que el "búnker" llevaba a cabo mediante la represión policial, la huelga casi general que había en las principales ciudades, las manifestaciones pro-amnistía y, por si todo esto fuera poco, los atentados de ambos signos que no hacían presagiar un buen desenlace al cambio democrático. En este marco revuelto es en el que Raimon pretende hacer cuatro recitales en Madrid, siendo este disco el testimonio sonoro del primero de ellos.
Tanto el cantante como la organización quisieron impregnar el concierto con un marcado cariz político en el que se intentara simbolizar la unidad de las fuerzas políticas de izquierdas. Para ello, la organización reservó una fila 0 en la que se sentaron el socialista Felipe González, Simón Sánchez Montero, uno de los dirigentes del PCE; y el héroe sindical Marcelino Camacho, casi recién salido de prisión gracias a la primera amnistía parcial otorgada, entre otros líderes políticos y sindicalistas (algunos de los cuales no se portaron demasiado bien con el cantante de Xátiva al llegar al poder). La audiencia recibe a estos invitados al grito de "¡Unidad, unidad!". Para Raimon, por su parte, el concierto también está marcado tanto política como personalmente; personalmente porque fue la primera vez en ocho años que tocaba de nuevo en Madrid debido a la prohibición que le impusieron tras el recital ilegal que dio en la Facultad de Económicas (hoy Geografía e Historia) de la UCM; y políticamente, porque, como explica al principio del recital, éste le iba a servir para cantar todas aquellas canciones que le habían venido siendo prohibidas interpretar en público.
Ese ambiente de revuelta política se puede oír perfectamente en las voces del público: lo primero que se oye al reproducirlo son los gritos de "¡Unidad!", "¡Amnistía!" y "¡Libertad!" que lanza el público. Se nota también en la manera tan fervorosa con la que el público recibe las más significativas de Raimon, consiguiendo que el concierto fuera mitad mitin político, mitad recital musical. Lo que no recoge el disco, pero que explicaría Raimon después, fue que el que mandaba en los policías que allí vigilaban a la audiencia amenazó con gasear el local porque oía injurias al rey y vivas a la república; en esa ocasión, la sangre fría de Anna-Lissa, la esposa de Raimon (destinataria de aquel precioso "Com un puny") evitó una catástrofe al aconsejar al policía hablar con sus superiores antes de proceder.
El concierto transcurre entre los gritos de la audiencia enfervorecida, sintiendo la libertad por fin de gritar en los conciertos, con Raimon presentado cada una de las canciones y traduciendo total o parcialmente sus letras o las de Espriu o Timoneda. Dentro de todo su repertorio, hay una canción que escapa a la significación política del resto: se trata del poema "So qui so" del poeta catalán del siglo XVI Joan Timoneda, siendo prácticamente ésta la única canción de "amor cortés" que Raimon interpreta. El cantante de Xátiva comienza su actuación con una de sus canciones más antiguas, "La nit", una canción que muy al principio solía escapar a la tijera del censor gracias a su juego de símiles y metáforas y que consistía en una comparación entre la dictadura y la noche entendida negativamente. Desde ahí repasa toda su historia político-musical. Entre sus propias letras cuenta, entre otras, con canciones tan emblemáticas como "T’he conegut sempre igual", dedicada al perseguido político Gregori López i Raimundo; el poema solidario "El País Basc", una canción que se solidarizaba con el pueblo vasco al tiempo que denunciaba la represión que sufrían, fue uno de los más aplaudidos; la canción dedicada al "Che" Guevara, "Sobre la pau"; el canto a su tierra en "Quatre rius de sang"; y dos históricas de las más prohibidas: la épica "Al vent", que confiesa haber escrito a los 18 años con toda su inocencia, pero también con toda su fuerza, y "Diguem no", esa estupenda balada que denuncia y renuncia a un mundo violento e injusto. Muy significativa es la inclusión de "18 de Maig a La Villa" (18 de Mayo en La Villa), que expresa las emociones que tanto él como el público sintieron durante aquel recital en la Universidad Complutense el 18 de Mayo de 1968. Interpreta también dos canciones inéditas como son la queja de clase de "Jo vinc d’un silenci" y "Es veu", una irresistible balada cargada de esperanza. Canta también dos canciones hechas sobre los poemas de su poeta contemporáneo favorito, Salvador Espriu, que la audiencia madrileña había conocido gracias a él: "Inici de càntic en el temple", dedicada al poeta Joan Salvat-Papasseit, e "Indesinenter", palabra latina que significa "incansablemente". Además el cantor valenciano sufre una graciosa anécdota cuando quiere interpretar temáticamente "Sobre la por" y "Sobre la pau" seguidas: al arrancarse con la primera sufre un tremendo de amnesia: "Mig perdudes¡Qué equivocación!… Perdonad". Intenta recuperar los acordes al tiempo que explica que no la canta muy a menudo (es decir, que no le dejan). "¡Pues no la toco!", bromea, pero promete ensayarla en el descanso y tocarla en la 2ª mitad del recital que se recoge en el 2º disco, y efectivamente, aunque pretendía finalizar con "Diguem no" toca la canción que se le resistía.
No obstante, la audiencia insiste en que no acabe, y Raimon les explica que quiere tocar los cuatro recitales enteros, para lo cual tiene que estar en forma. Aún así ofrece un bis tocando "Una canción que vosotros habéis hecho vuestra porque la habéis cantado mejor que yo: "Diguem no".
Aun así, al día siguiente el ministro de la gobernación, Manuel Fraga Iribarne, al igual que haría con otros espectáculos, suspendió los otros tres recitales seguramente debido al informe policial de aquel señor que quería gasear el local. Este hecho aparece en el disco: se pueden observar en la portada una serie de cuatro números racionales que representan una cuarta parte de los cuales todos están tachados menos el 1/4, al tiempo que el diseño del título asemeja aquel temible sello de la gobernación civil que prohibía o limitaba los espectáculos y los textos.
Este disco, a mí entender, es uno de los más importantes de la canción de autor catalana y española en general, y uno de los directos más potentes. El hecho de que plasme, gracias al público, un momento político y social de especial relevancia para el país, le hace ser un documento importante no sólo a nivel musical, sino también histórico.

Cantautores para la libertad


Título
Cantautores para la libertad
Intérprete
Varios

 

CD 1:

 

  1. Joan Manuel Serrat: Para la libertad (Miguel Hernández/ J. M. Serrat)
  2. Luis Eduardo Aute: Al alba (L. E. Aute)
  3. Víctor Manuel y Ana Belén: La muralla (Nicolás Guillén/ Quilapayún)
  4. Lluís Llach: L’estaca (Ll. Llach)
  5. Labordeta: Canto a la libertad (J. A. Labordeta)
  6. Violeta Parra: Gracias a la vida (V. Parra)
  7. Pablo Guerrero: A cántaros (P. Guerrero)
  8. Ana Belén (con Antonio Flores): Sólo le pido a Dios (León Gieco)
  9. Jarcha: Libertad sin ira (Rafael Baladés-Pablo Herrero-José Luis Armenteros)
  10. Cecilia: Un ramito de violetas (Eva Sobredo)
  11. Aguaviva: Poetas andaluces (Rafael Alberti/ Manolo Díaz)
  12. Quilapayún: El pueblo unido jamás será vencido (Quilapayún/ Sergio Ortega)
  13. Amancio Prada: Libre te quiero (Agustín García Calvo)
  14. Luis Pastor: Vamos juntos (Mario Benedetti/ Luis Pastor)
  15. Olga Manzano y Manuel Picón: Tu risa (Pablo Neruda/ M. Picón)
  16. Javier Ruibal: Tierra (J. Ruibal)
  17. Rosa León: Palabras para Julia (José Agustín Goytisolo/ Paco Ibáñez)
  18. Quico Pi de la Serra: Cançó mansa (Pi de la Serra)
  19. Bibiano: Negra sombra (Rosalía de Castro-Xan Montes Capón)
  20. Manuel Gerena: Canto a la unidad de verdad (M. Gerena)

CD 2:

  1. Joaquín Sabina: Una de romanos (J. Sabina-P. Varona-J. Mora-A. García de Diego-E. Cribazos)
  2. Víctor Manuel: Asturias (Pedro Garfias/ V. M. San José)
  3. Pablo Milanés: Yolanda (P. Milanés)
  4. Javier Krahe: Señor juez (Javier Krahe)
  5. Carlos Cano: Las murgas de Emilio el Moro (C. Cano)
  6. María del Mar Bonet: Què volen aquesta gent (Lluís Serrahima-Mª del mar Bonet)
  7. Mercedes Sosa: Alfonsina y el mar (Félix César Luna/ Ariel Ramírez)
  8. Benito Moreno: España huele a pueblo (B. Moreno)
  9. Vainica Doble: Déjame vivir con alegría (Carmen Santonja-Gloria van Aarsen)
  10. Hilario Camacho: Cuerpo de ola (F. Escalada-H. Camacho)
  11. Marina Rossell: Pirates i bandolers (Rosa Leveroni/ M. Rossell)
  12. Inti-Illimani: Venceremos (Claudio Iturra-Sergio Ortega)
  13. Joaquín Carbonell: Me gustaría darte el mar (J. Carbonell)
  14. Rafael Amor: No me llames extranjero (R. Amor)
  15. Imanol: Zure tristura (Xabier Lete-Imanol)
  16. Nuevo Mester de Juglaría: Batalla de Villalar (Luis López Álvarez/ popular)
  17. Marisol: Galería de perpetuas (Pedro Cobos-José Nietos)
  18. Antonio Mata: Cuarenta lobos negros (A. Mata)
  19. Antonio Resines: Hanoi, capital de gloria (Ho Chi Minh/ A. Resines; ad. A. Resines)
  20. Luis Emilio Batallán: Agardaréi (Celso Emilio Ferreiro/ L. E. Batallán)

CD 3:

  1. Víctor Jara: Te recuerdo, Amanda (V. Jara)
  2. Chicho Sánchez Ferlosio: Gallo rojo, gallo negro (C. Sánchez Ferlosio)
  3. Víctor y Diego: A volar (Víctor y Diego)
  4. Nuestro Pequeño Mundo: Los campanilleros (F. Jiménez Montesinos/ popular)
  5. Lole y Manuel: Nuevo día (M. Molina)
  6. Almas Humildes: Cuervos (Antonio Resines)
  7. La Bullonera: Estamos hablando de la libertad (M. Anós/ Javier Maestre)
  8. Adolfo Celdrán: General (Bertolt Brecht/ A. Celdrán)
  9. Quintín Cabrera: Los reyes son los padres (Q. Cabrera)
  10. Joan Isaac: A Margalida (J. Isaac)
  11. Los Lobos: No me paguen porque cante (Nicolás Guillén/ Sergio Acshero)
  12. Elisa Serna: Se va a caer el porvenir (E. Serna)
  13. Ramón Muntaner: Escric el nom (Paul Eluard/ Pere Quart/ R. Muntaner)
  14. Patxi Andión: Rogelio (P. Andión)
  15. Juan Ignacio y Pat: El cóndor pasa (M. Clavero-Daniel A. Robles/ popular)
  16. Paco Muñoz: Què vos passa, valencians? (Toni Mestre/ Paco Muñoz)
  17. Nuberu: Aída Lafuente (M. Blanco Peñayos/ Chus Pedro)
  18. Manuel Toharia: Filisteos (Philistins) (J. Richepin/ Georges Brassens/ ad. M. Toharia)
  19. Ovidi Montllor: Homenatge a Teresa (O. Montllor-Mengual)
  20. Joaquín Díaz: En el frente de Gandesa (tradicional, ad. J. Díaz)
2004
Idea original de Paco Gamarra y Estudio José Puga

 


Comentarios.
Rompiendo mi tradición de comentar discos clásicos, cuanto más desconocidos y/ o históricos mejor, hoy expongo una de las más recientes recopilaciones de la canción de autor española y latinoamericana. Cantautores para la libertad es una recopilación que intenta reunir a los cantautores y canciones más importantes, influyentes o famosas de la canción de autor izquierdista española y los cantautores latinoamericanos que más influyeron en España. No obstante, y a pesar de lo bueno de la selección generalmente, es una idea que queda traicionada en el producto final al incluir temas de finales de los 80 o de los 90.
Abriendo el disco el tema de Serrat sobre un poema de Miguel Hernández que da nombre al disco, nos encontramos con tres volúmenes con 20 canciones cada una que contienen desde musicaciones de poemas como Goytisolo, Hernández o Guillén, hasta geniales composiciones propias, pasando por variaciones de temas tradicionales. Al ser un recopilatorio, como nos pasa a todos, nos sobran cosas o nos faltan cosas: así que sólo expondré mi humilde opinión.
-Lo mejor: el recopilatorio es una perfecta puerta para conocer a cantautores o grupos tan olvidados como Antonio Resines, Los Lobos o Manuel Toharia, bien sea por lo exiguo de su obra, bien sea por la ingratitud de las discográficas y las historias oficiales de la música popular española. Entre otros, destacaría algunos temas que llegan a ser hasta sorprendentes: la canción republicana «En el frente de Gandesa» en boca del etnólogo y músico Joaquín Díaz, interpretado en directo; el ardiente «Canto a la unidad de verdad» del cantaor Manuel Gerena; la fascinante interpretación del tema tradicional andaluz «Los campanilleros», y, en general, todo el disco.Y es de muy agradecer que se cuente con la presencia de uno de los cortes del disco que Antonio Resines y Teresa Cano (aunque sólo aparezca el nombre de Antonio) hicieron con poemas de Ho Chi Minh, ya que tengo entendido que es un LP inencontrable. Con estos temas tan desconocidos hoy en día, es toda una sorpresa agradable.
-Lo peor. Siendo consciente, como digo, que no es fácil realizar un recopilatorio (dinero, tiempo y la capacidad limitada que imponen ambos, junto al criterio del seleccionador, que puede no coincidir con el mío), me voy a guiar simplemente por mi subjetividad. Por supuesto, me doy perfecta cuenta de que, por las razones aducidas, no pueden estar todos (sería enciclopédico), así que sólo hago notar los que me faltan, no sin ciertos reproches porque su ausencia implique la inclusión de otro tal vez menos importante o significativo. Primero lo que me falta:
Mi primera queja se debería a la poca representación de los cantautores vascos en el disco, de los cuales el único representante que encontramos es al genial Imanol; en mi opinión no se puede pasar por alto a un Laboa, a un Lertxundi o a una Iriondo. Podría ser como cualquier otra ausencia, pero esa tendencia a dejarlos un poco de lado nunca me ha gustado, aunque probablemente no sea éste el caso. E incluso podríamos llegar a pensar mal, pues el tema elegido es la fantástica «Zure tristura», que es de los años 90, y no ninguno de sus clásicos de los 70 como «El pueblo no olvidará», «Oskorria-Burgos 1970» o «Euskadin Kastilla bezala», que se podrían considerar algo compremetedores.
Con los gallegos pasa otra de lo mismo: están Bibiano y Batallán, ambos dignos representantes, pero me falta Benedicto, y no hablo por mera cortesía o cariño, sino porque fue de los primeros en hacer canción de autor en gallego; yo hubiera, y que me perdone, sustituido a Batallán por Benedicto, o incluso por Xavier González del Valle, simplemente porque Batallán es más tardío mientras que estos otros dos nombres fueron los fundadores de la Nova Canción Galega.
Los catalanes, valencianos y baleares están bien representados generalmente, pero todavía no me explico la injustificada ausencia de Raimon. Así como en castellano tampoco me explico la ausencia de Paco Ibáñez, aunque esté representado en la versión que Rosa León hace de su canción sobre un poema de Goytisolo «Palabras para Julia». Respecto a la música latinoamericana me falta Atahualpa Yupanqui.
Sobre lo que me sobra: las primeras canciones que nos encontramos no invitan precisamente a comprar el disco, pues son de sobra conocidas y repetidas hasta la saciedad en recopilatorios propios o colectivos; cualquier seguidor de la canción de autor clásica tiene por lo menos cuatro veces «L’estaca», «A cántaros» o «Al alba», y casi todo el mundo las ha oído alguna vez. Su inclusión como canciones representativas choca frontalmente con la exclusión de Raimon y Paco Ibáñez, pues no está claro si pretendieron hacer un recopilatorio de canciones representativas, de las más vendidas, de las más famosas o de las más curiosas, ya que, en mi opinión, «Un ramito de violetas» no es ni de lejos la mejor canción de Cecilia; pero por otro lado, de Pi de la Serra no ponen uno de sus clásicos como «El burro i l’àguila» o «L’home del carrer», sino otra más desconocida. Y, como no, debo protestar enérgicamente por la inclusión de «Libertad sin ira», otro tema repetido hasta la saciedad que no es el mejor de Jarcha lo mires por donde lo mires: no comparado con la «Copla que está en mi boca» o «Retratos de Andalucía». Tampoco me hace mucha gracia la repetición de las apariciones de Víctor Manuel y Ana Belén: cada uno aparece dos veces, una en solitario y otra en dúo cantando «La muralla»: sinceramente, yo hubiera quitado ésta y «Libertad sin ira» por haberse repetido hasta la saciedad, y no hubiera puesto el dúo Víctor Manuel y Ana Belén, ya que resulta reiterativo al haber puesto ya un tema de cada uno de ellos.
Hay, no obstante, una presencia que considero justa pero prescindible respecto a las grandes ausencias. Marisol, tras su metamorfosis, nos canta una espléndida canción anti-machista como ésta; si bien es verdad que en cierto punto de su carrera, antes de retirarse, cantó canciones con contenido social, no considero yo que aquí su presencia esté justificada del todo frente a las ausencias de gente que llevaba más tiempo trabajando en estos temas, dicho todo con el máximo respeto (la canción, no obstante, me parece una de las mejores del disco).
En definitiva, Cantautores para la libertad me parece un gran trabajo, muy completo, en el que no entiendo la inclusión de canciones demasiado trilladas frente a otras mucho mejores en algunos casos, quizá porque hayan sido la más famosa del repertorio (que no la más significativa en ocasiones); ni la exclusión de nombres tan imprescindibles como Benedicto, Paco Ibáñez, Raimon o Atahualpa Yupanqui. Sólo puedo intentar ser justo y comprender dos cosas: la primera, el proceso de selección, limitada por el tiempo y el dinero (¿hubiera sido factible y rentable un 4º volumen?); la segunda, que tal vez tales ausencias se deban o a la negativa de los propios artistas, o quizás a la competencia entre discográficas. Podemos finalmente resumirlo como un buen recopilatorio, que es lo que es al fin y al cabo, con agradables sorpresas. Tendremos que esperar más a un trabajo unitario que reúna igualitariamente a todos, incluso a los cantores portugueses (si incluyen a los latinoamericanos, ¿por qué no a los portugueses?) y lo trate históricamente.