Posts Tagged ‘Víctor Jara’

Chile… Sudáfrica


Jara-BikoEn 1981 un grupo de música gospel llamado Sweet Honey in the Rock dedicaba una canción al asesinado luchador por la libertad Stephen Biko. En ella comparaban la represión pinochetista con la represión de la Sudáfrica del apartheid, y al líder negro con el cantautor Víctor Jara. Y es que a pesar de los matices, a pesar de la distancia, la opresión sobre el pueblo chileno y la opresión sobre el pueblo sudafricano eran de la misma naturaleza. En 1991, el cantautor Billy Bragg la versionaba, y ha sido esta versión la más conocida. Siento no traer la original de este grupo, ya que no la he encontrado; en su lugar, ahí va la de Bragg, que no desmerece en absoluto.

Chile (your waters run red through Soweto)

Chile your waters run red through Soweto
If you heard about Chile then you heard about Soweto
Where the blood of oppression runs deep as the mine
Chile your waters run red though Soweto

The hand that choked the spirit of Allende
Pulls the trigger of a gun on the children of Soweto
Chile your waters run red through Soweto
The hand that cut short the song of Victor Jara
Put young Steven Biko in a dusty hill grave
Chile your waters run red through Soweto

The hand of oppression is the hand of hunger
The waters of Chile lap the shores of Cape Fear
Chile your waters run red through Soweto
The same hand
The same water

http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=it&id=5672&all=1#last

Chile (tus aguas corren rojas por Soweto)

Chile, tus aguas corren rojas por Soweto/ Si oíste hablar de Chile entonces oíste hablar de Soweto/ donde la sangre de la opresión fluye tan profunda como la mina/ Chile, tus aguas corren rojas por Soweto.// La mano que estranguló el espíritu de Allende/ aprieta el gatillo de un arma sobre los niños de Soweto/ Chile, tus aguas corren rojas por Soweto/ La mano que cortó la canción de Víctor Jara/ puso al joven Steven Biko en la tumba de una polvorienta colina/ Chile, tus aguas corren rojas por Soweto// La mano de la opresión es la mano del hambre/ Las aguas de Chile rodean las costas de Cabo del Miedo/ Chile, tus aguas corren rojas por Soweto/ La misma mano/ la misma agua.

Bernice Johnson Reagon

Ausiàs March’s “No em pren així com al petit vailet”


Ausiàs March, Col·legiata de GandiaAusiàs March was a Valencian knight and notorious poet of the XV century. As many poets of the Renaissance, wrote love poems in an intimate mood, but also critics to the stablishments and society of his time. So, as it was the habit between the Spanish songwriters, influenced by Paco Ibáñez, the great Valencian songwriter put into music several of who was his favourite Catalan classic poet. This interesting poem, appeared in his 1974’s album A Víctor Jara (To Víctor Jara, in memory of the Chilean songwriter killed by Pinochet motherfucker). This time, the English translation is not mine, but picked up from the link below:

No em pren així com al petit vailet

No em pren així com al petit vailet
qui va cercant senyor qui festa el faça,
tenint-lo cald en lo temps de la glaça
e fresc, d’estiu, com la calor se met;
preant molt poc la valor del senyor
e concebent desalt de sa manera,
veent molt clar que té mala carrera
de canviar son estat en major.

¿Com se farà que visca sens dolor
tenint perdut lo bé que posseïa?
Clar e molt bé ho veu, si no ha follia,
que mai porà tenir estat millor.
Doncs, ¿què farà, puix altre bé no el resta,
sinó plorar lo bé del temps perdut?
Veent molt clar per si ser decebut,
mai trobarà qui el faça millor festa.

Jo són aquell qui en lo temps de tempesta,
quan les més gents festegen prop los focs
e pusc haver ab ells los propris jocs,
vaig sobre neu, descalç, ab nua testa,
servint senyor qui jamés fon vassall
ne el venc esment de fer mai homenatge,
en tot lleig fet hagué lo cor salvatge:
solament diu que bon guardó no em fall.

Plena de seny, lleigs desigs de mi tall:
herbes no es fan males en mon ribatge.
Sia entès com dins en mon coratge
los pensaments no em devallen avall.

I am not like the little page

Ausias_marchI am not like the little page/ who seeks a master that will treat him well,/to keep him warm in the time of frost/ and cool in summer when the heat comes;/ little valuing his master’s worth/ and taking displeasure in his behaviour,/ seeing very well that the way is hard/ to change his lot for the better.// How will he manage to live without suffering/ having lost the good he once possessed?/ He sees right well, unless he is a fool,/ that he will never have a better station./ What will he do, for no other good is left to him,/ except to lament the good of the time lost?/ Seeing full well that he has deceived himself,/ he will never find anyone to treat him better.// I am that man who in time of storms,/ when most people make merry round the fire/ and I could join in with their games,/ walks barefooted on the snow, with my head bare,/ serving a master who never was a vassal/ and who never thought of paying homage,/ who in all base deeds showed a savage heart,/ and who only says I will not lack a good reward.// My wise Lady, I cut out base desires;/ no bad weeds grow on my riverbank./ Let it be known that within my soul/ my thoughts will never fall beneath me.

Ausiàs March

http://www.cancioneros.com/nc/2614/4/no-em-pren-aixi-com-al-petit-vailet-ausias-march-raimon

Spanish translation, By Miquel Pujadó:

https://albokari2.wordpress.com/2007/02/08/no-em-pren-aixi-com-al-petit-vailet/

¡Dadme un martillo, una campana y una canción!


album-if-i-had-a-hammer-songs-of-hope-struggleÉsta es una canción mítica, escrita entre Pete Seeger y Lee Hays en 1949. Al parecer, la primera vez que cantaron “If I had a hammer” fue en una reunión del Partido Comunista de Estados Unidos, como protesta contra el “Acta Smith”, una especie de control sobre los inmigrantes en el que se declaraba la adscripción política de ellos: una medida que pretendía preservar al país del peligro, pero que rebasaba los límites legales. Más tarde la cantaron con su grupo, The Weavers, y se convirtió, como casi todas sus canciones, en uno de los himnos del movimiento obrero y de los movimientos civiles (algo que, en realidad, era el mismo problema).

Desde entonces se convirtió en una inseparable del trovador de los derechos civiles:
If I had a hammer

If I had a hammerIf I had a hammer
I’d hammer in the morning
I’d hammer in the evening
All over this land
I’d hammer out danger
I’d hammer out a warning
I’d hammer out love between my brothers and my sisters
All over this land

If I had a bell
I’d ring it in the morning
I’d ring it in the evening
All over this land
I’d ring out danger
I’d ring out a warning
I’d ring out love between my brothers and my sisters
All over this land

If I had a song
I’d sing it in the morning
I’d sing it in the evening
All over this land
I’d sing out danger
I’d sing out a warning
I’d sing out love between my brothers and my sisters
All over this land

Well I’ve got a hammer
And I’ve got a bell
And I’ve got a song to sing
All over this land
It’s the hammer of justice
It’s the bell of freedom
It’s the song about love between my brothers and my sisters
All over this land

©1958, 1962 (renewed), 1986 (renewed)
TRO-Ludlow Music, Inc. (BMI)

http://www.arlo.net/resources/lyrics/hammer-song.shtml

Si yo tuviera un martillo

Si yo tuviera un martillo,/ martillaría por la mañana,/ martillaría por la tarde,/ por todo este país./ Martillaría el peligro,/ martillaría una advertencia,/ elaboraría el amor entre mis hermanos y mis hermanas/ por todo este país.// Si yo tuviera una campana,/ la tañería por la mañana,/ la tañería por la tarde,/ por todo este país./ Haría resonar el peligro,/ haría resonar una advertencia,/ haría resonar el amor entre mis hermanos y mis hermanas.// Si yo tuviera una canción/ la cantaría por la mañana,/ la cantaría por la tarde,/ por todo este país./ Cantaría alto el peligro,/ cantaría alto una advertencia,/ cantaría alto el amor entre mis hermanos y mis hermanas/ por todo este país.// Bien, tengo un martillo/ y tengo una campana/ y tengo una canción que cantar/ por todo este país./ Es el martillo de la justicia,/ es la campana de la libertad,/ es la canción sobre el amor entre mis hermanos y mis hermanas/ por todo este país.

Pete Seeger & Lee Hays

tumblr_lw40p3ux8s1qhwu63o1_400Como era natural, la canción no pasó de ahí, de los círculos progresistas (partidos, sindicatos, asociaciones, etc.) –y de los agentes federales que buscaban “agentes de Moscú”-, pero, años después, en 1963, supuso un cierto éxito en dos de sus versiones, seguramente interconectadas. La primera, fue la del grupo de folk Peter, Paul & Mary, un trío de folk algo más comercial que sus antecesores (pensando incluso que los Weavers tenían un carácter más comercial que los Almanac Singers), debido más bien al auge comercial que tuvo el folk por aquellas fechas: el trío cambió ostensiblemente la melodía de Seeger:

Y, seguramente, basándose en esta melodía, el cantante de rock’n’roll Trini López la ponía definitivamente en las listas de éxito:

Pero tal vez, y con todos mis respetos, más auténtica que la de López fue la adaptación del gran cantautor chileno Víctor Jara, declarado admirador de Seeger, incluida en su disco de 1969, Pongo en tus manos abiertas:

El martillo

Oh hermano, oh hermano.

Si tuviera un martillo
golpearía en la mañana
golpearía en la noche
por todo el país
Alerta el peligro
debemos unirnos para defender,
la paz.

Si tuviera una campana
tocaría en la mañana
tocaría en la noche
por todo el país
Alerta el peligro
debemos unirnos para defender,
la paz.

Si tuviera una canción
cantaría en la mañana
cantaría en la noche
por todo el país
Alerta el peligro
debemos unirnos para defender,
la paz.

Ahora tengo un martillo
y tengo una campana
y tengo una canción que cantar
por todo el país.
Martillo de justicia
campana de libertad
y una canción de paz.

http://www.cancioneros.com/nc/518/0/el-martillo-lee-hays-pete-seeger-victor-jara

Pero volviendo, para acabar, a Estados Unidos, también fue interpretada por su “ahijado” Arlo Guthrie, que fue para él tan inseparable como lo fue su padre, Woody:

Y, como colofón, aquí los tienes juntos:

Xileko langileria: La clase obrera de Chile


El Estadio de Chile, en donde moriría asesinado Víctor Jara junto a muchos, convertido en campo de exterminioAquí sostenemos que la solidaridad no tiene fronteras ni lenguajes, como es éste el caso. En 1975, el poeta vasco Daniel Landart escribía este poema en el que explica lo que ocurrió en Chile en 1973: las causas que desencadenaron el golpe de Estado que dio lugar al sangriento régimen del general Augusto Pinochet (que el Diablo lo tenga en su seno). Chile era un país con grandes diferencias sociales, no ciertamente de los más miserables (comparado, por ejemplo, con Bolivia); en 1970, la coalición de partidos de izquierda (tanto revolucionarios como socialdemócratas) Unidad Popular, liderado por Salvador Allende, gana las elecciones y se propone la realización de profundas reformas sociales. Esto molestó no sólo a a las clases altas chilenas, sino que también inquietó al gobierno de Estados Unidos, presidido por Richard Nixon y con el funesto Henry Kissinger como secretario de Estado. Así pues, la reacción chilena, los partidos y grupos de ultraderecha, con la ayuda de la CIA, comienzan una campaña de boicot contra el gobierno Allende, comprendiendo una serie de acciones que iban desde el boicot económico de los empresarios, pasando por atentados contra centros neurálgicos (que la prensa ultra, como la revista Mercurio, atribuye falsamente a la izquierda) hasta un primer intento de golpe de Estado. El 11 de Septiembre de 1973, las fuerzas armadas (muchas de ellas entrenadas en ciertas escuelas clandestinas militares de Estados Unidos), al mando de Pinochet, ejecutan un sangriento golpe de Estado que desembocará en una de las más sanguinarias dictaduras que conoció Latinoamérica; durante las jornadas que siguieron al golpe de Estado, fueron torturados (de las formas más cruelmente imaginadas) y asesinados brutalmente cientos de simpatizantes, o sospechosos de ello, de Allende, incluido el propio presidente de la República (si se suicidó o fue asesinado sigue siendo todo un misterio): dos de aquellas víctimas, como recuerda Landart en su poema, fueron las dos figuras más importantes y reconocidas internacionalmente: el cantautor Víctor Jara, asesinado tras largas y crueles torturas en el Estadio de Chile, el mismo estadio que tiempo atrás fue testigo de su gloria, y probablemente el poeta y antiguo cónsul de Chile en España en los años 30Quema de libros en Chile Pablo Neruda: Neruda murió, oficialmente, el 23 de ese mismo mes debido a un cáncer de próstata, pero la familia siempre ha tenido la grave sospecha de que fuera asesinado. En 1978, el dúo de folk y rock progresivo vasco, Errobi (Anjel Duhalde y Mixel Ducau) la grabaron en su disco de 1977 Gure lekukotasuna (Nuestro testimonio); esta versión, sin embargo, es de su disco en directo de 1978 Bizi bizian:

Escuchar: http://www.goear.com/listen/ce43fff/xileko-langileria-errobi

Xileko langileria

Ximixta baten pare
eguzki gorrail bat ikusi ondoan,
Xileko langileria
berriz,
gau beltzean sartu da.

Langileen kopetak beheititu dira,
haien begiak zorroztu
bihotzak gogortu
eta
eskuan zaukaten xoria airatu.

Alta zenbait denboraz uste ukan dute,
uste ukan dute bai
eguzki gorrail hori gorriagotuz joanen zela
ta zuzen den bezala
klase gabeko gizarte bat, eginen zutela.

Baina ez…

Haundi-maundi madarikatuek
ez dute horrelakorik onartu
eta beren interesak zaindu beharrez
erabakia segidan hartu
iraultzaren gidariak behar zirela suntsitu!

Beren lan tzarraren obratzeko
denak zauzkaten eskuko
dirua eta armak, armak eta dirua
Ipar Amerikaren laguntza,
Ez dut aipatzen Eliza…

Populuak aldiz, gaixo populuak
bere buruaren zaintzeko
faxismoari ihardukitzeko
ez zuen deus kasik
bere esku hutsak baizik…

Ta esku huts horiek moztu dituzte
Gobernuko giderrez jabetzeko
ta jabetu ondoan, oraindik
salbaikeria harrigarrienen egiteko:
politika gizonak hil
sindikalistak hil
olerkari ta kantariak hil.

Eta bizi gelditu direnen saria,
desterru edo presondegia,
eguneroko miseria.

Geroztik,
Xileko langileria doluminez dago
eta badaki
zeru gainean ez duela izarrik ikusiko
askatasuna ez baitzaio zerutik jautsiko
baina bai, lur huntan aski gudukatuz
zuzentasunak baitu, egun batez, irabaziko.
Egun batez, irabaziko.

Xileko langileria
lurrera eroriak
eta
Euskadiko langileria
zutitzen hasiak,
zein diren elkar iduriak.

La clase obrera de Chile

Después de ver un sol rojizo/ parecido a un rayo,/ la clase obrera de Chile/ de nuevo/ entra en la negra noche.// Las frentes de los obreros han sido humilladas,/ sus miradas se han aguzado,/ los corazones endurecido/ y/ el pájaro que tenían en la mano ha echado a volar// Sien embargo, durante algún tiempo han pensado / sí, han pensado/ que ese sol rojizo se volverá más rojo/ y que, como es de justicia, harán una sociedad sin clases sociales.// Pero no…// Los malditos gerifaltes/ no han aceptado nada parecido/ y por cuidar sus intereses/ enseguida toman la decisión/ de que ¡era necesario destruir a los cabecillas de la revolución!// Para llevar a cabo su inmenso trabajo/ todos tenían en sus manos/ dinero y armas, armas y dinero,/ la ayuda de Norteamérica,/ por no mencionar a la Iglesia…// El pueblo, en cambio, pobre pueblo/ para cuidar de sí/ para responder al fascismo/ no tenía casi nada/ más que sus manos vacías…// Y han cortado esas manos vacías/ para apoderarse de las riendas del gobierno/ y para, después de hacerlo, hacer las más asombrosas barbaries:/ matar a los políticos/ matar a los sindicalistas/ matar a los poetas y a los cantantes.// Y el premio a los que han sobrevivido,/ destierro o encarcelamiento,/ la miseria diaria.// Posteriormente,/ la clase obrera de Chile siente dolor/ y sabe/ que no va a ver ninguna estrella en el cielo/ porque la libertad no va a caerle del cielo/ pero sí, peleando mucho en esta tierra/ la justicia vencerá algún día.// Vencerá algún día.// La clase obrera de Chile/ ha caído a tierra/ y la clase obrera del País Vasco/ ha comenzado a ponerse de pie,/ cuánto se parecen.

Daniel Landart

Música: Mixel Ducau

Traducción al castellano: Gustavo Sierra – Dr. Karlos Cid Abasolo

Una vez más agradecer a mi profesor y amigo Karlos la inestimable ayuda prestada en mi rudimentaria traducción del poema, corrigiendo y enmendando mis fallos y mis ignorancias.

Con la mochila a cuestas VI (Homenaje a Labordeta): el juglar


El trovador era aquel que, al encontrar (trobar, en occitano) la inspiración, componía sus versos y melodías en el palacio de su señor feudal para el deleite de la corte; pero su ambición no acababa en el ambiente palaciego, y para que su obra trascendiera entre todo el pueblo, se la entregaba a los juglares, que cantaban de aldea en aldea, difundiendo la cultura al pueblo llano y medio. Labordeta, que nunca escribió en un palacio, ni para los altos estamentos de la sociedad, decidió cantar algunas de sus letras al pueblo.

De chaval cantaba. Cantaba cosas mejicanas y argentinas hasta que un día, un geólogo holandés, en una de esas hermosas noches montañeras, nos cantó un texto de un tipo llamado Brassens. "¿No conocen ustedes a Brassens?" Nosotros, aquí, en este país, y allá por los años cincuenta, no conocíamos a nadie. En mi primer viaje a Francia me traje -escondido en lo más hondo- un disco de Brassens. Lo escuché hasta la saciedad y después, años después, comienza esta historia omo homenaje a ese gran tipo que sigue siendo Georges Brassens./ Y fue en Jaca, al final de una esperpéntica reunión en casa del ilustre fotógrafo Tramullas, tras de un recital enloquecido de Pío Fernández Cueto, absurdas teorías sobre la utilidad del magnetófono de Pedro Marín, y cachondeos subterráneos de mi hermano Miguel, fue, digo, después de toda esa barhanda y hartos de vino, de rabia, de agosto y de amargura cuando, metidos en un chalé deshabitado, empecé, a voz en grito, a hacer mi primera canción, que luego nunca canté./ Era una canción entre metafísica y testimonial. Una canción que por un lado tomaba el tono de los espirituales negros y por otro desgarraba el aire con el ritmo de un corrido mexicano. ( … ) Aquella noche, allí, en Jaca, en el viejo chalé de los Tramullas y en el desván destartalado, la canción baturra -como la definiría el sociólogo Mario Gaviria ( … – marcaba ya las líneas por las que, en otro país, y en otras circunstancias históricas, hubiesen podido discurrir. Desgraciadamente en esta realidad cotidiana que se llama Aragón, todo aquello carecía de viabilidad y tardaríamos más de diez años en sacar adelante el primer testimonio de una canción texto.

De Con la voz a cuestas – Págs. 16-17

Georges Brassens escribiendo con su pipa y su gato El primer contacto con la canción de contenido que tuvo Labordeta fue algo de lo más fortuito, en apariencia. La familia Labordeta pasaba sus vacaciones de verano en la frontera con Francia, en un hostal que sigue existiendo llamado Casa Marraco. En algún verano durante los años 50, en una especie de excursión, Labordeta coincidió con unos geólogos holandeses en el Pirineo, en el Estanés, que también frecuentaban Casa Marraco, a los que acompañaron esa jornada; aquel día, después de comer, uno de los geólogos sacó una guitarra y comenzó a interpretar el clásico “La mauvaisse reputátion”, que era ya un himno de aquel genial bigotudo llamado Georges Brassens. Labordeta (que había estudiado francés) quedó fascinado, y como paraban por allí algunos días más, aquel holandés solía cantar las canciones del juglar de Séte. Años después, durante su estancia en Marsella, trabajando de lector de español en un instituto, tuvo la oportunidad de ver a Brassens tocando gracias a Expósito, un exiliado español anarcosindicalista que le explicaba que aquel tipo con bigote, que cantaba canciones tronchantes, pero con un mensaje demoledor y agridulce, era “de los nuestros” (tal como ya contamos en la anterior entrega). A partir de estas dos experiencias, y en las ocasiones en que Labordeta viajaba Francia, no perdía la oportunidad de ver a los más renombrados cantautores franceses como Georges Brassens, o el volcánico belga Jacques Brel, el furibundo anarquista monegasco Léo Ferré, etc., y comprar sus discos. Las canciones de la Chanson fascinaban a los españoles, y fueron un punto de arranque para muchos de nuestros cantautores: eran letras agridulces, satíricas, muy poéticas; podían pasar de la más tierna canción de amor a la más demoledora y soez sátira; eran unas letras que, sobretodo y generalmente, criticaban a la burguesía, al statu quo que se había impuesto en Europa tras la II Guerra Mundial. A muchos de ellos, como Labordeta, Javier Krahe, Francesc Pi de la Serra, Adolfo Celdrán, etc., les fascinaba no sólo la fuerza interpretativa de aquellas canciones, sino sobre todo su inteligencia y su mordacidad: algo que (quizás descontando algunas coplas soterradas, como las de Juan Valderrama y las más antiguas), generalmente no existía en aquellos momentos en España. Junto a la canción francesa, como en otros casos, el otro gran aliciente fue la gran canción latinoamericana que compañeros de por allí le enseñaron en Francia: las canciones de Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa… tenían una fuerza reivindicativa tremenda, reclamaban justicia social y denunciaban los abusos del poder, algo más cercano para un español de entonces, y no sólo por la lengua, pero lo que era también atrayente en ella era cómo estos interpretes utilizaban la tradición musical de su tierra para tales fines, y eso, creo, a Labordeta le entusiasmaba. Fue entonces cuando Labordeta decidió cantar en ese estilo.

jorcas75det_203 Y Labordeta cogió la guitarra y comenzaron sus andanzas. El estilo francés le gustaba, pero había un problema en él: que era un estilo bastante urbano y él pretendía cantar sobre temas más locales en un principio: el orden era Aragón, España, el Mundo. Por esa razón, el estilo de Labordeta se concibe como una mezcla de sus dos grandes influencias musicales iniciales: de la canción francesa tomó la sátira, el texto inteligente (necesario en un tiempo de censura), y algunos ritmos y melodías rastreables en algunas canciones; de la canción latinoamericana tomó el enraizamiento de la música tradicional con el texto testimonial, en su caso no podía ser otro que la adopción de los recursos musicales aragoneses: Labordeta no era, en sentido estricto, un folklorista, pero siempre estaba dispuesto a rescatar alguna melodía tradicional medio olvidada, labor en la que le ayudó Luis Fatás, su músico habitual y compañero de aventuras.

En 1963 Labordeta comienza a cantar, a dar recitales en centros culturales, en la Universidad, etc., y va siendo conocido, para bien y para mal. En 1971 graba su primer sencillo, con cuatro canciones: Cantar y callar, que edita la discográfica catalana EDIGSA; al año siguiente, debido al auge de “movimientos subversivos” en el país, el ministerio de información y Turismo secuestra el disco y lo retira. En 1974, Labordeta graba en el sello Le Chant du Monde (le nouveua chansonier international) (sello francés dedicado a la canción de autor internacionale) su primer LP Cantar i callar (que el sello EDIGSA de repente se negó a publicar, porque sólo publicaban a artistas catalanes). Ambos discos se vendieron muy bien y tuvieron gran acogida ente el público, y perfilaron a Labordeta como el abanderado y el fundador de la Nueva Canción Aragonesa, o Nueva Canción Baturra: La Bullonera, Joaquín Carbonell (alumno suyo, tanto académico como musical), Tomás Bosque, Boira, etc. Labordeta grabaría discos hasta 2001, y daría recitales hasta 2009 ó 2010, en el espectáculo “Vayatrés”, con Carbonell y Eduardo Paz (Bullonera), haciendo frente a esa maldita enfermedad.

José Antonio Labordeta en el homenaje a Carmen Medrano (www.carmenjesusinaki.tk/) Las canciones de Labordeta hablaban de las cosas que les preocupaban a sus paisanos: la tierra, el trabajo, la emigración, la inmigración; había representaciones de personajes típicos entrañables (“La vieja”, “Coplas del tión”); y también reivindicación regional (“Aragón”, “Rogativa del agua”). En palabras de Manuel Tuñón de Lara reseñando su primer LP, Labordeta trascendía la canción protesta al uso y se ponía al lado del hombre, mientras el gran Ovidi Montllor, en su lengua, le daba la bienvenida como otra “flor que neix dins l’esbarzer” (otra flor que nace en la zarza). Sus canciones evolucionarían y abarcarían campos más amplios, sin olvidar nunca la preocupación regional: la incipiente democracia, los líos de la guerra fría, etc. Durante los años del tardofranquismo y la transición, Labordeta dio innumerables recitales en muchos lugares: prefería, al igual que Woody Guthrie, los recitales para pueblos, para sindicatos, para apoyar ésta o la otra causa: no había causa pequeña, sino grandes problemas; pero también en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, y más allá, en el extranjero: Francia, Suiza, Suecia, Alemania… en donde inmigrados y exiliados arrastraban a sus autóctonos compañeros de trabajo y estudios a ver a aquel aragonés que viniendo y hablando de una tierra humilde cantaba sobre grandes cosas. Detrás de estos recitales, incluidos los del extranjero, siempre había un inspector de la Brigada Político Social que traía la correspondiente multa por haber cantado algo que (de repente) no había sido autorizado o porque alguien en el auditorio había gritado no sé qué; en Madrid, por ejemplo, al cantar “Canto a la libertad”, a la salida del teatro muchos (entre ellos Tina Saiz) fueron los que continuaron cantando el estribillo airado y esperanzador, “alteración del orden público” que fue multada con o retirada del pasaporte o pago de la multa; Labordeta había sido invitado a participar en el Primo Recital de Canzone Populare Víctor Jara, en homenaje del injustamente malparado juglar chileno, por lo que decidió pagar la puta multa.

Como dijo Antonio Machado, para ser universal, el artista ha de ser popular, ya que así escribe para los hombres de toda raza, lengua y nación. En ese sentido, Labordeta es un cantor Universal.

Hemos elegido dos canciones para resumir su carrera musical. Por un lado, la motivación social que le llevó a cantar: “Canta compañero, canta”, una exhortación a cantar contra el miedo, la violencia y la represión:

Agua para el erial
y trigo para el barbecho,
para los hombres caminos
con viento y con libertad.
El miedo tiene raíces7
difíciles de arrancar;
si ves que se hacen cadenas,
rómpelas y échate a andar.
canta compañero, canta,
que aquí hay mucho que cantar:
este silencio de hierro
ya no se puede aguantar.
Erizando los trigales
una voz viene a anunciar
el camino en el que andamos
tu rabia lo encontrará.
Por el alba del camino
a tu hermano encontrarás,
dale la mano y camina
hasta llegar al final.
Canta compañero canta…
Agua para el erial
y trigo para el barbecho.

Y “Palabras”, una canción que reflexiona sobre la utilidad de las palabras, su eficiencia como instrumentos, que elegimos, no sólo por este mensaje, sino también por su clara inspiración musical brasseniana:

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

     Nos enredan en sílabas y en voces
     desde el instante mismo en que nacemos
     y, a través de los días y los días,
     los oídos se llenan de palabras, y palabras.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

     Yo te bautizo,
     justicia e injusticia.
     Comunismo en la China,
     oposiciones.
     Mi buena tía Fina
     me quería ingeniero de Estado.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

     Hijo mío, hijo mío:
     ¿por qué has pecado?
     Alianzas para matar.
     Cañones para el progreso.
     Amén, amén, amén.
     Descanse en paz.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

El corazón de Antonio… las lágrimas de Mercedes


mercedes sosa pequeña

Es una foto inédita (y además histórica de Mercedes Sosa). Se tomó en septiembre de 1973, aunque no puedo precisar la fecha exacta. Era la primera vez que Mercedes venía a España y esta creo que fue la primera foto que se le tomó aquí, exactamente en el aeropuerto de Barajas, donde habíamos ido a recibirlo alguna gente de la casa de discos, que le llevaron el ramo de flores, y yo, que entonces estaba en Radio Popular FM. Lo histórico de la foto no está, sin embargo, en eso, sino en que precisamente en el momento de sacarla yo le estaba contando el asesinato de Víctor Jara, que ella no conocía aún, porque había estado viajando y no había tenido ocasión, y que conoció por mi boca, para gran consternación mía. En la foto se observa su cara de preocupación por lo que le estoy contando. Si se le hubiera disparado inmediatamente un nuevo fotograma, se hubiera comprobado que se echó a llorar desconsoladamente.

Texto y foto, cortesía de Antonio Gómez

Historia de la canción de autor: 1975-1980


Joan Manuel Serrat en el teatro Tívoli, Barcelona 1972 http://www.sinera.org/tot-art/soliart/index.htm Por resumir someramente lo narrado hasta ahora, diremos que el panorama que se vivía en el mundo de la canción de autor a principios de los años 70 era sumamente contradictorio: por un lado, nunca había estado tan de "moda" protestar (algún camaleón quiso hacer su agosto aprovechando el tirón), pero, por otro lado, estaba volviéndose una práctica peligrosa de nuevo. Si bien, ciertos elementos gubernamentales podían tolerarla porque generaba dinero, también se hacía lo imposible para taparla: prácticas que iban desde la incontestable prohibición gubernamental, pasando por la vigilancia policial, hasta enviar a los matones de Cristo Rey a reventar el recital: resulta sintomático que durante la segunda mitad de los años 70, a pesar de la aparente liberta de expresión que había comenzado, la prohibición de recitales era enfermizamente usual. Sin embargo, en radio y en televisión había llegado una nueva generación de profesionales: los Ángel Álvarez con su caravana (título de su programa), los Carlos Tena, los Moncho Alpuente, los Ismael con su Banda del Mirlitón, e, incluso, cabría hablar de la labor de des-sentimentalización, psicodelización, erotización e ironización de Valerio Lazarov como director de TVE. Este panorama brindaba a muchos cantautores el poder subir a un escenario público, ante toda España: tal fue la muestra del perdón nacional-popular a Serrat por negarse a cantar en Eurovisión si no lo hacía en catalán: un concierto en el 74 dentro del espacio "A su aire".
Pero si bien comercial, artística y mediáticamente la situación era relativamente buena, no lo era tanto políticamente. A nivel internacional, los primeros 4 años de la década habían entrado con un ruido ensordecedor: la matanza de los estudiantes de Kent State, en EE. UU, el golpe de estado de Pinochet y su violenta y condenable represión contra la población civil, la Revolución de los Claveles portuguesa… Muchas cosas a la que el régimen franquista no era ajeno, y le empezaba a ver las orejas al lobo, pues, siguiendo lo ocurrido en Portugal, y en su manía de no abrirse del todo, el régimen decidió endurecer sus últimos años de existencia: dentro del país sucedían cosas que parecían presagiar que al general se le acababa el invento y que, aunque ya son de vox populi, siempre conviene recordar: ya no eran sólo las huelgas de estudiantes y trabajadores, ni siquiera eran solamente los atentados de las bandas armadas; era incluso algo más grave: el régimen corría el riesgo de perder sus dos pilares fundamenteales: parte del clero se había declarado en oposición y en rebeldía contra el régimen, los curas rojosVíctor Jara con la guitarra al hombro siempre, como se los llamaba -con más o menos justicia, según casos- y se les aplicaba el mismo tratamiento que a los presos políticos "comunes"; y, por otra parte, la Revolución de los Claveles puso en alerta al régimen, que descubrió elementos discordantes en el ejército: procedió a disolver a la UMD (Unión Militar Democrática) y encarcelar a sus miembros.
Fue por esos tiempos cuando sucedieron dos hechos que, de alguna manera, dignificaron la canción de autor (aún más). El primero, un hecho triste, fue el asesinato de Víctor Jara en 1973: pienso que aquel hecho fue análogo al asesinato de Federico García Lorca, pues demostró que el "cantante social" podía estar tan en el punto de mira como cualquier responsable político: esto quería decir que el cantante, quisiera no, tenía cierto protagonismo político-social. El segundo, mucho más alegre, fue la acertada elección por parte de los militares portugueses de la canción "Grândola, vila morena", del cantor portugués José Afonso; este hecho, demostró a su vez, que el cantor era capaz de remover conciencias y -sé que en mí ya sueña trillado- alimentar esperanzas. Sin embargo, no fue por estos hechos únicamente, aunque contribuyeron, que al llamado "cantante social" se le empezara a tomar muy en serio, con lo de positivo y negativo que esto conlleva.
Las Madres del Cordero (http://malablancayenbotella.blogspot.com/) Por supuesto, toda esa seriedad puede llegar a ser insoportable, sobre todo si se aspira sólo a hacer canciones: de ahí la feliz ocurrencia de la canción satírica, tan eficaz, o incluso más, que la canción seria o convencional. Aquí brillaron con luz propia autores satíricos como fueron y son Pi de la Serra, Las Madres del Cordero, Javier Krahe, Desde Santurce a Bilbao Blues Band, e incluso Hilario Camacho, Jesús Munárriz y Luis Eduardo Aute (de este tema hablaremos más adelante).
Acababamos el capítulo anterior con una frase. Una día de Noviembre -el 20 para más señas- el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, hablaba en un comunicado especial a los españoles; en tono compungido dijo aquella frase que muchos llevaban esperando: "Españoles, Franco ha muerto"… Uno ha leído mucho, visto muchas películas, documentales, etc., sobre aquel día: pero aún así, ni remotamente puedo sintetizar o condensar el caudal emocional que para muchos supuso tan ansiada noticia: era una pesadilla que ¿acababa?… Pudiera parecer que sí, pero incluso había sus dudas: aunque el sucesor del caudillo, el príncipe de Asturias Juan Carlos había (dicen, yo no juzgo) mostrado su intención de cambio, la presidencia de Arias Navarro pesaba como una losa todavía, y junto a él los pilares tradicionales del franquismo.
En 1976 se abrieron algunas libertades, especialmente de expresión, aunque los partidos y sindicatos seguían siendo ilegales. Pero de nuevo, el gobierno de Arias Navarro y el ministro de la gobernación, Manuel Fraga, daban una de cal y otra de arena, y parecían reacios a la apertura democrática.
Aquellos años 76 y 77 fueron unos de los más duros: curiosamente, muerto Franco, muchos lo recuerdan como un bienio de especial y masiva represión, debido a que fue un año políticamente muy activo, y más de uno vio la sombra de la guerra civil planear de nuevo sobre nuestras cabezas. Ocurrieron muchos sucesos desagradables, como los muertos de la manifestación obrera de Vitoria y otros casos más que aún están pendientes. José Antonio Labordeta recuerda que el 76 fue uno de los años más duros de entonces, debido a la reacción política oficial y extra-oficial. Los cantautores vieron como, al contrario de lo que se esperaba, se les prohibía subir al escenario, o les anulaban la actuación a mitad de recital, al mismo tiempo que parecían gozar de mucha más libertad de expresión, aunque fuera, de nuevo, muy relativamente. Los conciertos contaban con fuerte presencia policial (que no pagaba entrada) de uniforme y de paisano, dispuestos a actuar a la menor provocación -y si no eran los policías, eran los temidos grupos de ultraderecha-.

www.triunfodigital.com El caso más conocido y claro es el del propio Raimon: en 1976, Raimon, tras ocho años de veto en Madrid, vuelve para dar cuatro recitales. Al primer recital acuden gentes de la política y sindicalistas (Felipe González, Santiago Álvarez, Marcelino Camacho…), de la cultura (Gabriel Celaya, visiblemente conmovido ante la ovación que recibe a su entrada) y todo un abanico de gente: estudiantes, trabajadores, amas de casa, ancianos, niños… Raimon cuenta como, de no haber sido por la sangre fría de su esposa, el responsable policial hubiera gaseado a todo el pabellón de deporte del Real Madrid, porque al policía al cargo le pareció que el público se estaba pasando; Raimon, fríamente le espetó: “Yo he hablado con el gobernador, y sé hasta dónde puedo llegar”. La conclusión de todo esto es que, a pesar de que el recital pudo acabar en la más perfecta y ejemplar normalidad, el ministro Fraga, leyendo el informe, decide suspender los recitales restantes.

Por supuesto, los cantantes tampoco se podían dar muchos "lujos", ya que, fuera directa o indirecta su responsabilidad, la multa la abonaban ellos. Por esa razón, la gobernación civil y el Ministro de la Gobernación (un tal Fraga, no sé si os suena) prohibían dichos espectáculos: no era de extrañar, pues se trataban de espectáculos en los que los gritos de "Amnistía y libertad" eran una constante; si bien había sido así ya antes, los recitales se convirtieron en auténticas manifestaciones políticas, regionalistas muchas veces, y antifranquistas todas.
Trobada dels Pobles: un joven salta al escenario agitando una ikurrina Aun así, se multiplicaban los recitales en beneficio de los partidos, los sindicatos, los presos políticos: por ejemplo, el recital conjunto que dieron Bibiano y Benedicto en beneficio de Santiago Álvarez, dirigente comunista que estaba preso por entonces, y que se grabó y distribuyó en cassette clandestinamente. Empezaron a prodigarse los recitales multitudinarios, que consistían en contar con la actuación de al menos un cantautor por región (incluido Sáhara) y artistas invitados de Latinoamérica y Portugal. Muchos de ellos no llegaron a celebrarse por la presencia de banderas ilegales: dichas banderas no eran más que la ikurrina vasca y la senyera catalana entre otras banderas hoy oficiales y legales, por ende: eso fue lo que le ocurrió a "La trobada dels Pobles" en Valencia, por poner un ejemplo. Mucho más humilde, pero igual de bonito, eran los recitales de barrio: a finales de los 70, España no fue una excepción a la crisis económica, propiciada por una crisis energética derivada de la guerra árabe-israelí, y, quienes más sufrieron las consecuencias (sin que esto constituya novedad alguna) fueron los barrios populares de Madrid, Barcelona, Bilbao… En Madrid -caso que conozco más cercanamente- la miseria estaba sumiendo a barrios como Vallecas, San Blas y otros en la marginalidad; los vecinos, entonces, se organizaron para cuidar el barrio con diversas actividades: una de ellas consistió en los recitales que Luis Pastor, Suburbano y otros dieron por aquellos barrios: en el caso de Pastor, por Vallecas, por supuesto.
Por poner ejemplos de lo que se cantaba en esos cuatro años desde la muerte del dictador: "…por mucho que le llaméis no saldrá del agujero…" ("Están cambiando los tiempos", Luis Pastor), "…y ya he visto a más de uno ir a rezar a ver si el Señor en su infinita bondad les resucita al general." ("Todos naufragan", Patxi Andión)… Sobran comentarios. Sin embargo, a pesar de todo, un espíritu de esperanza latía en la garganta de los cantores. En canciones y discos como "Están cambiando los tiempos"; de Luis Pastor, "Pola unión", de Benedicto sobre un poema de Curros Enríquez; "Canto a la unidad de verdad"; "Irabazi dugu" (ganamos) de Urko; o en los títulos de LPs como Estamos chegando ó mar (Bibiano), Está despuntando el alba (Los Juglares), Y todavía respiramos (Los Lobos), Presagi (Ramón Muntaner) Con la ayuda de todos (Joaquín Carbonell) en 1976, y ¡Choca la mano! (Elisa Serna), Despegando (Enrique Morente), … Y a cada paso que demos (La Fanega), Nacimos para ser libres (Luis Pastor), Alianza del pueblo nuevo (Manuel Gerena), Pola unión (Benedicto) o Ara és demà (Coses) en el 77 dejan entrever un nuevo espíritu de esperanza, de ansia de libertad, pero a la vez de gran solidaridad entre todos.
Y era necesario ese espíritu, ya que a pesar de entrar de lleno en la transición democrática (o segunda restauración borbónica), las fuerzas del estado esgrimían todo el potencial represivo del que disponían; a veces, las órdenes no venían de arriba, sino de un intermediario confuso: así, a lo largo de aquellos años convulsos, se siguieron practicando detenciones aleatorias, se siguieron haciendo juicios arbitrarios y se siguió matando gente… Los sucesos de San Fermín de 1978 o de Vitoria de 1976 son sólo dos ejemplos: estos por parte de la policía; por parte de Guerrilleros de Cristo Rey, la triple A y otros ultras sumaríamos unos cuantos más. En el otro extremo los atentados de bandas armadas de extrema-izquierda como GRAPO y ETA pondrían en peligro todo aquello. Aun así, la amnistía general y la legalización de todos los partidos y sindicatos, permitió a todos regresar a España.
Entre los años 76 y 77 se produjo un fenómeno de lo más curioso que, en parte, contribuyó a enterrar a la canción social oLa Bullonera: F. Javier Maestre y Eduardo Paz, uno de los mejores grupos aparecidos en 1975, pero con larga trayectoria http://www.sinera.org/tot-art/soliart/index.htm antroplógica. Como en otras ocasiones he contado, fuera por el gusto por lo prohibido o por lo que fuera, la canción protesta estuvo bastante de moda, incluso se hicieron canciones reaccionarias siguiendo esquemas de la canción protesta básica, el problema era la falta de libertad. Pues una vez muerto el dictador ese problema pareció desaparecer, y las grandes multinacionales discográficas empiezan a fichar a cantautores, incluso a aquellos que habían estado prohibidos en extremo (por ejemplo, Imanol). Hay muchos que dicen que la muerte del general descubrió a los auténticos de los farsantes entre los cantautores: extremo éste, en mi opinión, bastante falso (incluso creo que muchos que eran buenos cayeron heridos en el camino por este fenómeno de comercialización), pues es precisamente gracias a este fenómeno cuando la producción de discos de canción de autor y de protesta se duplica. González Lucini, en su libro Crónicas de los silencios rotos nos muestra un gráfico en el que se muestra como entre los años comprendidos entre 1963 y 1981 la producción de este genero alcanza su punto álgido en los años 75, 76 y 77. La explicación es simple: las grandes discográficas se esforzaban en buscar al nuevo Serrat o al nuevo Aute; el resultado fue bueno, en el caso de muchos cantantes y grupos que llevaban años intentando subir al escenario, pero en otros casos resultaron ser cantantes sin demasiada sustancia, de consignas, podríamos decir (NOTA: no conozco a ninguno de esos, todos los que pongo aquí se tienen bien ganado el puesto), e incluso, grandes oportunistas y farsantes, como Juan Pardo, un cantante correcto que descubrió que, muerto Franco, él también era un galleguista anti-franquista y editó Galicia. Miña nai dos dous mares en un ejercicio de -reconozcámoslo- buena música, pero también, de hipocresía y oportunismo exacerbado (aunque tal vez "cabronada", como dicen Miro y Benedicto, se ajuste más): Juan Pardo simplemente decidió subirse a un carro del que pensó podría sacar tajada (y lo hizo, sin duda), pero en desprestigio de los auténticos cantautores gallegos que tanto habían sufrido por subir al escenario (recordemos que, por ejemplo, Xerardo estaba exiliado). Hay más casos (María Jiménez, Camilo Sesto), pero éste fue el más sonado.
Después, el ir cada vez más pregonando la normalización y la democracia hizo el resto contra algunos de los que podríamos llamar "cantautores meramente políticos": una especie de "casi-reacción" que casi logra incluso destruir a un cantautor tan bueno y prolífico como Víctor Manuel debido a la, según quienes, excesiva politización de sus textos en la 2ª mitad de los años setenta. El entierro político se produciría tras el 23-F; después se podría ver a algunos en recitales contra la OTAN, contra el servicio militar obligatorio, contra las centrales nucleares y lacras así que aún pervivían o perviven, junto a los nuevos valores de la canción de autor e, incluso, los grupos de rock duro.
Fue un largo camino, con altibajos, con difamaciones, persecuciones, prisión, exilio, pero siempre con poesías y con melodías, que eso eran, al fin y al cabo. Se podría decir que fue en la 2ª mitad de los 70 cuando alcanzan gran protagonismo y reconocimiento, pero también cuando se produjo la gran traición: después de haber cantado por ellos, algunos de los grupos políticos de izquierda, como el PSOE principalmente, les dio la espalda y condenó al ostracismo a muchos: quizás eran incómodos hasta para ellos, o quizás ya no les eran necesarios: en definitiva, según ellos, en España ya se respiraba libertad. De cualquier manera, muchos siguieron, y otros ahí están, y también los hay nuevos. Sea como fuere, su bonito legado ahí ha quedado, para todos, inmortal e intemporal, como las grandes obras de arte: y quien niegue esto, pues ya sabe de qué pie cojea.

ENLACES DE INTERÉS SOBRE EL TEMA:

Recital por Santiago Álvarez de Bibiano y Benedicto: http://www.ghastaspista.com/historia/directo76.php
Oír/ descargar el Recital de Bibiano e Benedicto: http://www.aregueifa.net/benedictoebibiano.htm

Trobada dels Pobles y otros recitales prohibidos: http://www.luispastor.com/prensa.htm
Festival de los Pueblos Ibéricos:
-http://www.elpais.com/articulo/madrid/MADRID/MADRID_/MUNICIPIO/
Woodstock/madrileno/elpepuespmad/19960123elpmad_11/Tes
-http://www.ucm.es/info/hcontemp/madrid/universidad.htm


Hasta aquí la cronología más o menos acertada de la canción de autor desde su nacimiento hasta su supuesta muerte. De ahora en adelante nos ocuparemos de las diversas y distintas dimensiones que lo conforman en un fenómeno único, digno de estudio, admiración y respeto

Dos nombres para la vergüneza (los asesinos de Víctor Jara)


Decía el gran Antonio Machado sobre el asesinato de Lorca, que con él se había cometido el gran crimen contra el espíritu humano. 37 años después, estoy convencido que hubiera dicho lo mismo sobre el asesinato de Víctor Jara. Mientras que por el asesinato de Lorca sólo podemos señalar de manera simbólica como asesinos a Franco y a Queipo de Llano, los de Víctor, por fin, ya tienen nombres y apellidos:

Leído en Público

Detienen a los asesinos del chileno Víctor Jara

El cantautor fue acribillado a balazos en 1973 pero nadie fue inculpado

Detienen a los asesinos del 
	 chileno Víctor Jara

Víctor Jara. – G. CASTILLO / AGENCIAS

G. CASTILLO / AGENCIAS – Madrid/Santiago – 26/05/2009 22:00

Víctor Jara. – G. CASTILLO / AGENCIAS
 – G. CASTILLO / AGENCIAS
G. CASTILLO / AGENCIAS – Madrid/Santiago – 26/05/2009 22:00

Se
han necesitado 35 años y ocho meses para descifrar el crimen mejor
guardado por la dictadura chilena. Los asesinos de uno de los símbolos
de la resistencia chilena a la dictadura, el cantautor Victor Jara,
fueron arrestados el pasado viernes y encerrados en un penal de alta
seguridad a la espera de conocer la orden del juez si finalmente les
procesa u opta por dejarles en libertad por la prescripción del delito.

De los asesinos sólo ha trascendido que son dos, José Adolfo Paredes Márquez y Francisco Quiroz Quiroz. Que son cincuentones y que han confesado que descargaron sus cargadores hasta 44 balas sobre el cuerpo del autor de Te recuerdo Amanda,
un himno de la libertad en los años 70. Los detenidos también han
reconocido que actuaron siguiendo órdenes de un mando militar
misterioso, sin identidad ni rostro.

Márquez y Quiroz tenían
entonces 18 años y eran soldados de reemplazo en la siniestra
Guarnición de Santiago, la responsable de la feroz represión desatada
tras el golpe de Estado del dictador Augusto Pinochet. La pista que ha
llevado a los investigadores policiales hasta sus asesinos de Jara
comenzó tras la identificación de los efectivos militares que escoltaron al entonces coronel Pedro Espinoza
en su recorrido por Santiago deteniendo estudiantes para enviarlos al
paredón montado en el Estadio Chile. Uno de los ahora detenidos confesó
al fin: "Matamos a Jara".

Esta revelación acaba con el mito de que el ejecutor del cantante izquierdista fue un oficial llamado Edwin Dimter y apodado El Príncipe.
Era el único de los militares que no necesitaba usar micrófono. "¿Me
escucha la cloaca marxista? ¿Me oyen los comemierda? ¡Ahora se acabaron
los discursos, chuchas de su madre!
Ahora van a tener que trabajar.
Los que se nieguen a trabajar, los fusilaremos. ¿Me escuchan los
vendepatria?… ¡Tengo voz de Príncipe!", exclamaba según el testimonio
de algunos de los prisioneros que poblaban el silencioso graderío. Este
martes se difundió que no fue Dimter quien masacró a Victor Jara sino
dos soldados rasos cuyos rostros aun se mantienen en el lado oscuro.

“Chile Stadium”, Víctor Jara’s last poem (translated by Pete Seeger)


Otro mural Víctor Jara (Víctor Lidio Jara Martínez; San Ignacio, 28 de Septiembre de 1932-Santiago de Chile, 16 de Septiembre de 1973), Chilean musician, songwriter and theater director. Son of peasants, he became in the great referent of the New Chilean song and in a standard of the revolutionary and solidary international song. Víctor’s songs talks about the Chilean workers and peasants unfair way of life, about the revolution and about love. He colaborated with others great Chilean songwriters and groups as the Parras (children and relatives of Violeta Parra) or Quilapayún. He supported  the campaign of Salvador Allende for president. During bloody Pinochet’s coup-d’etat, he was arested, tortured and killed, only for sing songs of hope and justice. Some of his records: Canto libre –Free song- (1970), El derecho de vivir en paz –The right of living in peace- (1971), La Población –The population- (1972) and many others.

This is Víctor’s last poem, writen during his arest in the Chile Stadium (where years before he won a prize) and a little moment before he was killed. He gave it to a companion, who could get it off one he was released. The poem has been sung by Isabel and Ángel Parra, and an amazing recitated version by Pete Seeger in the concert with Arlo Guthrie. I offer you Pete’s translation, but first mine, because Pete didin’t translated the entire poem.

(Víctor Jara in Wikipedia)

Estadio de Chile

Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí,
diez mil manos siembran
y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
uno saltó al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.
¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
Sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo
¿Es este el mundo que creaste, dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo?
En estas cuatro murallas solo existe un número
que no progresa,
que lentamente querrá más muerte.
Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido,
pero con el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Que griten esta ignominia!
Somos diez mil manos menos
que no producen.
¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente
¡Canto que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto!
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tanto y tantos
momentos del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi,
lo que he sentido y que siento
hará brotar el momento…

Chile Stadium

We are five thousand/ in this little part of the city./ We are five thousand./ How many more shall we be/ in the cities and in the whole country?/ Just here,/ ten thousand hands seeds/ and make grown the factories./ How much humanity/ with hunger, cold, panic, pain,/ moral presion, terror and madness!/ Six of us get lost/ in the space of the stars./ One dead, one beaten like I never knew/ a human being could be beaten./ The other four wanted to deliver out all their fears,/ one jumped into the void,/ other beating his head against the wall,/ but all of the death’s stare./ What horror causes the fascism’s face!/ They carry on their plannings with wily precision/ caring about nothing./ Blood is medals for them,/ slaughter is an act of heroism./ Is this the world you created, my God?/ For this were your seven days of amaze and work?/ Inside this four walls only exists a number/ that doesn’t progress,/ that slowly shall want more death./ But suddenly my conscience is beating/ and I see this beatless tide,/ but with the pulse of machines/ and the militaries showing their faces like midwifes/ full of sweetness./ And Mexico, Cuba and the world?/ May they shout this ignominy!/ We are ten thousand hands less/ that don’t produce./ How many are we in the whole Fatherland?/ The blood of companion president/ beats stronger than bombs and shrapnel./ So our fist again shall beat./ Song, how badly you come out from me/ when I must to sing about terror!/ A terror like that I am living,/ like that in what I’m dying,/ terror./ Of seeing me among so many and so many/ moments of the infinite/ in which the silence and the scream/ are the goal of this song./ What I’m seeing I’ve never saw,/ what I’ve felt and what I’m feeling/ will make sprout the moment…

Chile Stadium (Pete Seeger’s version)

We are five thousand/ here in this little part of the city./ We are five thousand,/ how many more shall we be/ in the whole cities,/ in the whole country?/ Ten thousand hands/ which can seed the fields,/ make grown the factories./ How much humanity/ with hunger now, cold, panic, pain and terror!/ Six of us are now lost in space/ among the stars./ One dead, one beaten like I never knew/ a human being could be beaten./ The other four wanted to die/ want to deliver of the terror,/ beating their heads against the wall./ The militaries carry out their plannings with precision,/ the blood is like medals for them,/ slaughter is the act for his heroism./ Is this the world you created, oh my God,/ in seven days?/  The blood of compañero presidente,/ is stronger than bombs./ Oh you, song/ you come out so badly/ when I must to sing/ the terror what I see./ I never saw, but I’ve felt what I feel./ ¡Ay canto, que mal me sales!

Víctor Jara

Pablo Milanés’ “I shall step on the streets again”


Pablo Milanés is one of the most valued artists of the Cuban Nueva Trova. His songs use to be a mix of themes of love, solidarity and revolution.  In his 1976’ album La vida no vale nada (Life has no worth at all), made a song in homage to represaliated of Pinochet’s coup-d’etat, as Víctor Jara, songwriter, and Salvador Allende, Republic of Chile’s president:

 

Yo pisaré las calles nuevamente

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinantePablo Milanés: La vida no vale nada
y saldré de los bosques y los lagos,
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.
Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.
Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos,
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

I shall step on the streets again

I shall step again on the streets/ of that was bloodstained Santiago,/ and in a beautiful released square/ I will stop to cry for the absentees.// I will come from the scorching desert/ and I will leave the woods and the lakes,/ and I shall recalled on a hill of Santiago/ to my brothers that died before.// I, joined to who made a lot and a little,/ to who wants his homeland released,/ shall shoot the first bullets/ sooner than later, without a break.// Shall come back the books, the songs/ that were burned by killing hands./ My people shall reborn of his ruin/ and the betrayers.// A kid shall play in a tree-lined avenue/ and shall sing with his new friends,/ and that song will be the song of the soil/ to a mowed life on La Moneda (1).// I shall step again on the streets/ of that was bloodstained Santiago,/ and in a beautiful released square/ I will stop to cry for the absentees.

Pablo Milanés

(1) Palace of La Moneda: the Chilean presidential palace.

 

Spanish text from www.trovadores.net