Archive for the ‘entrevistas’ Category

Entrevista intrapersonal confrontada, por Omar Jerez


El artista performativo y prologuista de Queca me prestó un hueco en esto que él dio en llamar «entrevista intrapersonal confrontada» para hablar de mi novela. Seguramente exagere en sus comparaciones, pero las acepto con agrado y humildad.

Te puedes imaginar estar solo como un panorama idílico en el que alguien se relaja frente a un prado verde con montañas al fondo; pero quien está solo de verdad no apreciará dicho pasaje. En su caso, la soledad es un escollo que lo lleva a una espiral de desesperación y una condena a repetir los mismos errores siempre. Es como querer cruzar un laberinto y equivocarse siempre en la misma bifurcación. Todo eso lleva al solitario a hacer cosas extravagantes o deplorables, pero también a adjudicarle acometer esas cosas aun no siendo verdad.

Aquí podéis leer la entrevista completa:

https://www.mundoclasico.com/articulo/40107/Entrevista-intrapersonal-confrontada-Omar-Jerez-con-Gustavo-Sierra

Entrevista con La Horda Podcast


Cartel realizado por La Horda Podcast

Puedes verla en directo a través de este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=euyIn5fmsvs

Entrevista en Revista Almiar, por María Torres


En realidad, se trata de la reedición de la que ya me hizo María Torres en otro medio y que enlacé también aquí. Para quien no la leyera en su día, desde aquí puede leerla.

Sigue gustándome esto que le respondí:

Creo que mucha gente, especialmente los tímidos, los callados, los tachados de antisociales, aquellos a los que se les niegan las oportunidades, se sentirá bastante bien reflejada en estos libros. Sería un honor, parafraseando a Freddie Mercury, ser el autor de los inadaptados que se sientan en la última fila.

Léela completa aquí: https://margencero.es/margencero/redencion-gustavo-sierra-fernandez/

Y, como de costumbre, te invito a echar un vistazo a mis novelas y a hacerte con ellas si te convencen. Se pueden conseguir en cualquier librería, a través de la página Todos Tus Libros, Casa del Libro y, cómo no, a través de la página de la editorial; están disponibles para España, resto de la UE, EE.UU., y algunos países de Latinoamérica. Billy, además, puede obtenerse en formato e-book a través de Amazon.

https://librosindie.net/?s=gustavo+sierra

Entrevista con Alicia Ádam, para ‘Submarino de hojalata’


Con motivo de la publicación de Billy («algo es algo»), hice esta entrevista para la revista literaria digital Submarino de hojalata, que tardó en publicarse y la reproduje aquí con el beneplácito de su autora. Cualquiera que haya participado en algún proyecto no profesional, es decir, por amor al arte, entenderá las causas que pudieron forzar su retraso. Sin embargo, merece la pena leerla ahora y ver qué tal ha envejecido.

Se puede leer en este enlace.

Entrevista y reseña en ‘Letras encadenadas’, por Miguel Ángel Cáceres


Seguramente, amigos y amigas internautas y oyentes de nuestras Letras Encadenadas, ustedes en algún momento de su vida se habrán redimido (liberado) de cosas, de asuntos reales, fantasmagóricos, que les asolaban y, por lo tanto, no les dejaban de ningún modo tener ese equilibrio emocional y esa paz espiritual y, por ende, interior con ustedes mismos y con los demás. Estoy convencido de que habrán puesto bastante de su parte para hacerlo. Les habrá supuesto un ímprobo esfuerzo, una lucha feroz para hacerlos desaparecer. No les habrá sido ni mucho menos fácil el lograrlo. Les aseguro que a Susi, Ángel, Claudia y al inspector Jaime Santos tampoco. Ellos son los principales protagonistas de la excelente y fantástica novela del formidable y magnífico escritor GUSTAVO SIERRA FERNÁNDEZ. Él ha ideado una historia mezcla de realidad, fantasía, terror, negrura y romanticismo. La ha bautizado con el llamativo título de REDENCIÓN (Nuestro último baile). La ha editado y publicado la muy buena editorial LIBROS INDIE. REDENCIÓN (Nuestro último baile) son muchas aventuras dentro de un gran objetivo, que es el desenmascaramiento de una serie de fuerzas y poderes semiocultos de ideología autoritaria y, por ende, intolerante y xeno-homófoba, que casi no vemos, pero que les aseguro que se encuentran ahí. Personas-títere que se mueven al socaire del supremo hacedor, exquisito, elegante manipulador del jefe de las marionetas. Él las mueve a su entero antojo y según sus intereses u objetivos que tenga. En el fondo, este alienado personaje tiene una verborrea populista con la que consigue entrar en gente con muy poco criterio propio y riqueza cultural, llevándoles por donde él quiere. Son su manso y obediente rebaño. Debido a que se cree el rey del mambo, no cuenta para nada con que su creciente y absoluto poder sea no solo desenmascarado, sino hecho trizas por unas personas que para él son insignificantes, pero ocurre que en esta ocasión «el pez grande no se come al chico», sino… Les invito a que lo descubran por su cuenta y contemplen, asombrados, el/los porqués. GUSTAVO SIERRA FERNÁNDEZ en esta su segunda narración cambia de registro y se adentra en los misteriosos y, por ende, enigmáticos de quienes alientan teorías paranoico-conspirativas, aunque bien es verdad que en algunos pasajes hace referencia a su ópera prima BILLY («ALGO ES ALGO»), publicada un año antes de que nos llegara el nefasto bicho abyecto. El riesgo que ha asumido, y, en consecuencia, hecho suyo GUSTAVO SIERRA FERNÁNDEZ ha merecido bastante la pena, pues el resultado ha sido bastante mejor de lo que él en un principio se esperaba. REDENCIÓN (Nuestro último baile) crea sabia y originalmente, de una simple historia de amor entre dos jóvenes, un cúmulo de peripecias que les llevará entre misterios, intrigas y enigmas a descubrir quiénes verdaderamente son los que consideran una cloaca a la ciudad de la Humanidad. Esto lo hace, además, mezclando y colocando canciones que no solo le gustan a él, sino que tienen un significado especial en las vivencias de sus personajes reales, pero que viven una latente irrealidad o ¿realidad? Lucha cruel y despiadada de dos polos enteramente antogonistas: un mal que parcialmente vemos, pero que si queremos contemplarlo en toda su magnitud debemos de sumergirnos, hasta llegar a su ignotas y sorprendetes profundidades; un bien que a lo mejor nos resulte incomprensible y raro. Vocabulario sencillo, muy actual y sincero; sin ningún tipo de miramientos. Llamando a las cosas por su nombre. Ritmo muy endiablado y fluido. Estilo estrepitoso, vibrante, duro, abyecto y dramático. Consigue sobrecogernos -dentro de ese exquisito pulido- hacia la galería. Yo se la sugiero y se la recomiendo. Estoy plenamente convencido de que palpitarán con su lectura, y sus sentimientos de diversa índole aflorarán. ¡Ah! Antes de concluir este comentario o reseña, me encantaría que se deleitaran con las maravillosas ilustraciones de un fabuloso y muy buen ilustrador: SERGIO MEDUSA. Llegarán a comprender el sentido, el mensaje de esta magnífica e impactante novela. Por ello, REDENCIÓN (Nuestro último baile), editada y publicada por LIBROS INDIE, tiene un prevalente sitio en una de las preeminentes baldas de la biblioteca radiofónico-sonora de, por supuesto, Letras Encadenadas.

Miguel Ángel Cáceres

Escucha la entrevista en ivoox o aquí mismo:

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Conociendo al autor. Conversaciones (entrevista)


Creo que mucha gente, especialmente los tímidos, los callados, los tachados de antisociales, aquellos a los que se les niegan las oportunidades, se sentirá bastante bien reflejada en estos libros. Sería un honor, parafraseando a Freddie Mercury, ser el autor de los inadaptados que se sientan en la última fila.

Puedes leer la entrevista entera aquí: Gustavo Sierra Fernández. Redención (Nuestro último baile)

«Me impresiona la capacidad de los autores de generar puntos de unión entre sus obras» (entrevista para La Boca del Libro)


Pero, en definitiva, siempre quise trasladar la fuerza y la emoción de las baladas de heavy metal clásico a una novela (de ahí su lema, algo altisonante, quizás); no sé si lo conseguí, pero sí que era lo que pretendía: una historia con sus momentos de desgarro y de sensaciones dulces; bonita pero potente; un grito de desesperación y de esperanza al mismo tiempo; con ritmos frenéticos cuando toca y lentos cuando se precisa; rápida y al corazón. En un solo concepto: heavy metal.

Puedes leer la entrevista completa aquí: Gustavo Sierra: «Me impresiona la capacidad de los autores de generar puntos de unión entre sus obras»

Feria del Libro de Parla, 2021


Este sábado, como parte de los eventos de la feria del libro que organiza el Ayuntamiento de Parla, seré entrevistado a las 12 desde la Casa de la Cultura de Parla. La entrevista finalizará con la lectura de un fragmento de Redención (Nuestro último baile), mi último libro.

Se podrá ver en directo en estas cuentas:

Twitter: @FeriaLibroParla

Facebook

Instagram: ferialibroparla

YouTube: Canal del Ayuntamiento de Parla

Entrevista con Javier Carbonell para «Gorrion»


Nos visita el estupendo escritor Gustavo Sierra Fernández para tratar su nueva novela: «Redención (Nuestro último baile)», una bonita historia de amor con tintes de multigénero, en la que se aborda la crítica y la reflexión social y política, estando todo ello además acompañado de la magia de la música.

También nuestra entrevista estará acompañada asimismo de varios geniales temas escogidos por Gustavo que tienen mucho que ver con su singular trama.

En definitiva, una historia que encandilará a los amantes del género y a todos aquellos que disfrutan devorando libros todos los días.

Javier Carbonell

https://www.ivoox.com/redencion-nuestro-ultimo-baile-gorrion-60-audios-mp3_rf_68752820_1.html

Dossier de prensa:

Entrevista inédita con Olga Lafuente, de Submarino de Hojalata


[NOTA: esta es una entrevista con Olga Lafuente para el medio Submarino de hojalata hace, quizás, dos años. Sin embargo, por motivos de la línea editorial (y únicamente estos), su publicación ha sido postergada a lo largo de sus números. Con permiso de su autora, publico aquí la misma porque acabará por quedar desfasada, especialmente respecto a la última pregunta…]

ENTREVISTA SUBMARINO DE HOJALATA

1.- En el prólogo de tu libro Billy «algo es algo» dices que es parte venganza y parte homenaje. ¿Piensas que los temas que se tratan no han sido considerados o reconocidos con justicia?

Creo que, a raíz de la llamada «querella argentina», se empezó a hablar más del tema y ser más conocido. La impresión que tengo es que siempre se dio por supuesto que durante el franquismo hubo tortura en las comisarías, cuarteles y cárceles, pero como que el tema se había quedado soterrado. A raíz de la querella se multiplicaron los testimonios de personas que pasaron por las manos de González Pacheco, Muñecas, Manzanas y otros, donde se explican con pelos y señales lo que les hicieron. Es algo parecido a la estancia de españoles en los campos de exterminio nazis o al hecho de que fueron los primeros en entrar en el París ocupado: temas soterrados por alguna razón.

Yendo más a la raíz de tu pregunta, pienso que ha habido dos niveles. Dentro de la sociedad sí ha habido más reconocimiento, y hasta descubrimiento; desde las altas esferas, podríamos hablar de dos o tres casos, dependiendo del color político. En años anteriores, resultaba repugnante oír a ministros del Interior, como Jorge Fernández Díaz y Juan Ignacio Zoido, replicar que no pensaban tolerar la más mínima injuria hacia los miembros de las fuerzas y seguridad del Estado. La cuestión es que no estamos hablando de los miembros del orden de un Estado DEMOCRÁTICO, es decir, del de ahora, sino de uno autocrático, dictatorial. A nadie se le pasa por la cabeza que un político alemán, de izquierdas o de derechas, dijera algo parecido sobre un oficial de las SS, no sé si me explico; y lo digo aun reconociendo que la tortura de los 60 y 70 (incluso, los 80) fue más leve que la de la posguerra, pero no por ello menos repudiable.

En ese mismo orden de cosas, se oye a ciertos políticos ultras, que no eran tan visibles cuando escribí Billy, decir que solo se torturaba a terroristas. Aquí deberíamos apreciar a qué se refieren con el término «terrorista», lo que para ellos debe de ser un terrorista. Conozco a algunos de los torturados y no lo eran en absoluto. Eso crea una especie de ilusión conformista entre quienes buscan una justificación de dicha dictadura. La cuestión es que la adscripción política no te da adscripción moral por sí sola.

Y, finalmente, entre los políticos de izquierda, entendida ampliamente, hay como una cierta buena voluntad, pero también como escollos que impiden hacer estas cosas bien o directamente hacerlas. Por ejemplo, no hace mucho se vieron obligados a votar en contra de una medida suya por un error de forma.

2.- En tu novela haces una mención especial a los cantautores y poetas de la época de la transición con nombres propios y diciendo de ellos que eran los «trovadores que cantaban la épica de la Resistencia viva». ¿Consideras que su labor fue clave para alcanzar la democracia? ¿Ser poeta o autor puede ser una «profesión» de riesgo en determinados momentos políticos?

Es algo que defendí en mi tesis, La formación de una cultura de la resistencia a través de la canción social. Poetas y cantautores supusieron un alimento para la resistencia cultural durante aquellos años. La producción poética de los años 50 es increíble: nunca se había escrito nada con tanta fuerza y con semejante calidad, encontrando un equilibrio casi perfecto entre compromiso social y estética. Luego llegaron los cantautores, que, en muchos aspectos, tomaron ese relevo, sin llegar a sustituirlo, pero añadiendo el aliciente de la música a unas letras que iban por el mismo sentido. A mediados y finales de los 70, todos ellos tenían un éxito increíble: ciertamente la gente requería y necesitaba de sus músicas, algunas ahondando en la tradición musical autóctona. Desde luego, no puedo decirte que ellos solos trajeran la democracia, pero sí contribuyeron a crear una cultura democrática y progresista con un discurso de la razón frente al odio y al oscurantismo.

Respecto a tu segunda pregunta, no hay lugar a dudas. Refiriéndonos solo a un régimen dictatorial, siempre vas a tener problemas por expresar tu opinión o expresar escenas, imágenes o ideas que el régimen pueda considerar nocivas para su sistema. Estos cantautores, y algunos poetas, tuvieron la suerte de empezar a producir cuando el régimen había bajado un poco su rigidez (de cara al exterior, claro), y todavía con ellos había «manga ancha». Puedo ejemplificarte con gente como Raimon o Benedicto, que fueron detenidos, pero nunca se les pegó: ellos consideraban que era un comportamiento clasista, que les salvaba su condición de personas públicas e incluso conocidas en el extranjero. Pero, sin duda, la cantautora que más sufrió la represión fue Elisa Serna: ¡detenida hasta ocho veces! Y todo esto sin contarte otras formas de represión: censura en distintas formas, suspensión de recitales, denegaciones exprés con el fin de provocar pérdidas monetarias, etc.

3.- ¿Crees que esta situación sigue produciéndose en la actualidad con aquellos escritores o compositores «incómodos»?

Creo que eso siempre va a pasar. Me parece que fue Unamuno quien dijo que el papel del escritor es el de resultar incómodo al poder, y tenía razón. A veces la lástima es que los intelectuales, en general, sean incómodos dependiendo del gobierno que haya, o al revés, que se premie a ciertos intelectuales solo por el hecho de haberse posicionado.

En cuanto a escritores en la actualidad, solo se me ocurren ejemplos muy negativos que hablan mucho acerca de esta labor cuando hay un gobierno progresista, pero callan cuando hay uno conservador. En cuanto a músicos, creo que se han dado los casos más mediáticos: ahí tenemos a César Strawberry o a varios raperos. Te puede gustar lo que canten y lo que opinen o no, pero de ahí a encausarlos como apologetas del terrorismo…

4.- Para escribir Billy «algo es algo», ¿has tenido en cuenta las técnicas narrativas y recursos que se recomiendan o has dejado que fluya tu historia? ¿Has seguido algún tipo de disciplina?

Fue algo muy orgánico. Tenía en mi cabeza las imágenes, como si fueran de la película que quería ver, y las plasmé de la mejor manera que pude. Casi acababa de leerme El ruido y la furia, de William Faulkner, y fue una gran influencia. Era narrar ofreciendo las piezas de un puzle, que no todo se diera dado desde el principio. Así que quise escribir una historia que no fuera del todo lineal, sino que fuera atrás y adelante.

Lo cierto es que no he participado en seminarios ni en clases de escritura, pero haber leído mucho en el pasado ha sido mi gran baza, modestia aparte. Y sigo pensando que es la mejor manera.

5.- Tu novela ha sido encuadrada en el género negro o policiaco, pero tiene muy en cuenta un momento clave de la Historia en España. ¿Piensas que en la literatura en lengua castellana no se ha dado tanta importancia al género histórico como en los países anglosajones?

Te explico lo que intuyo con una anécdota. Una de las editoriales a las que mandé el manuscrito era una dedicada precisamente a la novela histórica; su respuesta fue, básicamente, que Billy no era novela histórica. Lo acepté porque me da la impresión de que, en España, novela histórica es solo esa que transcurre, como poco, hasta el siglo xix; el siglo xx (si acaso, hasta los años 20) no cuenta como novela histórica, aunque sea ya historia. No obstante, es innegable el éxito de autores y autoras como Neus Asensi o Pérez Reverte.

Respecto a su potencial crítico, sería digno de un análisis concienzudo. Por supuesto, si consideramos como novela histórica a aquella que se refiere a la guerra civil, a la posguerra o al tardofranquismo, es evidente que hay un intento de hacer memoria, de enseñar a las personas lo que pasó, pero, y eso está muy bien, no como un relato de buenos y malos, sino con un gran espíritu crítico que no desdeña la denuncia.

5.- ¿Y en el caso de la literatura como denuncia social? En España se empezó a hacer novela negra con este fin. ¿Crees que en la actualidad ya no hay tanto compromiso social dentro de la cultura o es que no resulta rentable?

En primer lugar, te declaro que estoy un poco desconectado, y no quisiera ser injusto con impresiones superficiales. Ahora, con las redes sociales, es más fácil ver lo que piensa un intelectual acerca de un tema en concreto, aunque siempre ha habido enfants terribles que estarán en contra de todo; está claro que, en cuanto te posiciones, es posible que pierdas unos cuantos lectores, pero también podrás ganar otros; puedes decir que son pérdidas asumibles, ya que no parecen poder ver más allá de la calidad literaria (y, por cierto, siempre hay algo de las ideas de cada uno en sus obras). Esto, además, puede traducirse en favores políticos, pero debo matizarte esto: no hay nada que más me reviente que ese sambenito de «subvencionado» que algunas personas lanzan contra intelectuales críticos, dando a entender que, por defender ciertas ideas o manifestar sus ideas políticas, ya tienen asegurada una ayuda o subvención pública, desconociendo el enorme esfuerzo que un autor, dependiendo de su ámbito, tiene que llevar a cabo por sacar su proyecto, y que esas subvenciones no existen, por regla general. Sí he visto dar premios, con sospechosa oportunidad, a otros por haber expresado cierta opinión al respecto.

6.- El lenguaje que encontramos en Billy «algo es algo» es claro, contundente, con la misma vehemencia que muestras en tus opiniones. ¿Piensas que eso te puede perjudicar a la hora de que te lean? ¿Crees que, en la actualidad, ser escritor es más una marca comercial?

Es un dilema interesante, pero siempre lo he tenido claro: libertad creativa antes que contenido comercial; escribí lo que quise expresar y lo expresé de forma realista: haberlo hecho de forma edulcorada o con eufemismos no hubiera funcionado, ya que estamos hablando de personajes muy fuertes y muy amorales, hablemos de Guillermo Niño, el protagonista, o del Carcelero, el asesino en serie.

Sí confieso que tuve cierto reparo y hasta me llegué a cortar con algunas expresiones por miedo a que se confundiera al personaje con el autor; pero el lector inteligente (que lo son todos) entenderá que, cuando Guillermo o el asesino dicen, por ejemplo, «maricón», no estoy tratando de normalizar el uso de esta palabra tan denigrante, sino todo lo contrario: mostrar qué persona o en qué circunstancia suele decirlo.

Creo, sinceramente, que, si un escritor es más marca comercial que artista es que es un mal escritor. Hay excepciones, claro: la de aquellos que han sabido equilibrar cierto sentido comercial con el contenido artístico. Luego, en cuanto lectores, tendremos de dos tipos: los que prefieren el best seller y los que les gusta leer de verdad. Creo que mi público sería este último, modestia aparte, porque yo no sé escribir un best seller.

7.- En la era de las nuevas tecnologías, ¿cómo crees que debe ser la relación escritor-lector? ¿Piensas que la figura del escritor como intelectual o académico alejado del grueso de la sociedad está obsoleta?

Es difícil. Está claro que las nuevas tecnologías y las redes sociales han impuesto nuevas formas de relacionarse con el público y hasta nuevos lenguajes. Aún no he encontrado el secreto para conseguir gestionarlas de una manera eficaz, pero tampoco me preocupa. Lo que no pienso hacer es crearme un personaje, fingir alguien que no soy ni hacer la pelota por conseguir más seguidores. Soy de los que creen que, aunque importantes para una comunicación con el público, no son la forma definitiva de relacionarse autores y lectores.

En cuanto a esa figura, la verdad es que creo que es un estereotipo conservador bastante desfasado o, al menos, es lo que se ha intentado. Desde los años 30 se intentó romper esa barrera con el pueblo, pero las circunstancias que todos conocemos acabaron por imponer esa figura de intelectual por encima de todo, au-dessus de la mêlée, como le gustaba decir a Antonio Machado. Con la aparición de nuevos escritores, con gustos no tan académicos, creo que ese estereotipo se ha acabado por romper del todo.

8.- En lo referente a los nuevos sistemas de autoedición, ¿cómo ves el futuro del escritor? ¿Crees que habrá que adaptarse a los nuevos tiempos o la autoedición seguirá siendo el último recurso de un escritor novel?

Mi opinión al respecto puede no ser muy popular, y espero que no se juzgue esnobista.

La autoedición y la coedición han implicado dos cosas, una positiva y otra negativa. La positiva, gente con mucho talento, cuyas obras no veían la luz por la razón que fuera, ha podido mostrarlas: esto ha supuesto una cierta democratización, pero con un matiz que te explico abajo; la negativa, que no todo tiene la calidad necesaria, filtrada por un editor, y actualmente tenemos inflación: más libros que lectores y muy difícil criterio de elección: se crea una duda sobre si ese libro que compraremos será bueno o habremos tirado el dinero (cosa que también puede pasar con los consagrados, pero ellos ya tienen el aval). No es por generalizar, pero teniendo en cuenta mi experiencia, he de decir que la mayor parte de las editoriales no leen esos manuscritos: te hablan de tu obra con clichés, diciéndote lo que quieres oír, antes de pedirte que pagues x €. En cuanto a las plataformas, sin una mediana corrección (aprovecho para decir que soy corrector profesional), sin una revisión, tenemos casi el mismo problema, pero con libros con ediciones descuidadas. Aunque lo bueno del libro es su contenido, no hay que abandonar el exterior, y menos aún su presentación formal.

Vaya por delante que yo no podía pagarme una autoedición: y ese es el matiz que quería poner a esa supuesta democratización, que será para quien pueda pagársela. Y esa es un poco la filosofía de estos tiempos algo cínicos, que espero cambie por esta difícil experiencia que estamos atravesando: muchas oportunidades, muchas facilidades, ponte a emprender, ponte a hacer cosas… si puedes pagar por ello, y yo soy de los que no pueden permitirse lujos que deberían ser para todos.

9.- Y, para finalizar, ¿Gustavo Sierra Fernández tiene más proyectos a la vista?

Habemus proiectum, sí. Como habréis leído, hay en Billy un capítulo algo ligero que usé un poco a modo de transición, como si fuera un entremés cervantino: una pequeña obra de teatro justo en medio; es en el que salen los dos periodistas, chica y chico, expertos en asesinos en serie que son convocados por Guillermo Niño para ser asesorado. Pues bien, esos dos periodistas tienen, a modo de spin off, su propia novela, en la que aparece algún que otro personaje de Billy: llevo trabajando sobre ella cerca de un año, revisándola, hasta que finalmente la he mandado a diversas editoriales. De momento solo ha acumulado rechazos y una sospecha sin fundamento hacia una de ellas de haber sacado una idea para un certamen de relatos…

Y, a la sombra de esta, salió otro spin off: la primera es una historia de amor con mezcla de novela de misterio, pero la segunda es un poco un retorno a Billy, a la novela realista más descarnada: una denuncia contra el negocio de la prostitución, auspiciada por un espíritu abolicionista.

Olga Lafuente Perea.