La Gente del Pueblo tiene que aprender


Teach your children well,
Their father’s hell did slowly go by,
And feed them on your dreams
The one they picked, the one you’ll know by.

Crosby, Stills, Nash & Young: “Teach your children”

pobreza1Defender la enseñanza pública es una obligación de toda la sociedad. A mi modo de ver, lo que se oculta detrás de tantos recortes y de tantos favorecimientos a la enseñanza privada, es un intento de privilegiar culturalmente a aquellas personas que puedan permitirse la enseñanza, como si, tal y como antes se pensaba, esas personas estén mucho más capacitadas (el resultado de la enseñanza así entendida ya lo estamos viendo hoy por hoy, en muchos casos): todo intelectual que defienda las cribas económicas en la educación debería renunciar a su condición, pues la cultura (algo que hemos estado demostrando a lo largo de estos años) es popular, de todos. Y si nos descuidamos, volveremos a las dramáticas situaciones que se vivían incluso en los últimos años 70, cuando los barrios populares carecían de escuela y sus niños quedaban sin escolarizar (me permito recordar cuando Esperanza Aguirre habló de cierto “derecho” a la ignorancia para los niños inmigrantes). Cosas que pasaban entonces y que cantaron, entre otros, Gente del Pueblo:

Tienes que aprender

Tienes que aprender
a saber contar,
a saber leer,
saber escribir,
saber responder,
a saber luchar,
tienes que aprender.

Sobre montones de tierra
juega un chiquillo harapiento
en un barrio de chabolas
que hizo el ayuntamiento.
En ese barrio no hicieron
ni una pobrecita escuela
y aprenden tó los chiquillos
las cosas en la plazuela.
¿Quién quiere que ese chiquillo
ande siempre en la basura,
se preocupa de que no tenga
ese niño una cultura?
Quiere que sirva de siervo,
vasallo de los señores,
carne callada y sumisa,
ganancia de explotadores.

El hijo de Don Dinero,
para gloria de su España,
ándase con su linaje,
se asegura la enseñanza.
El obrero pá su hijo
la tendrá que pelear,
o el colegio pa su barrio
nunca lo conseguirá.
¡Qué mirá tan triste tiene
los ojos del chavalillo
viendo que para la escuela
pasan los otros chiquillos!
El chavalillo jugando
en su mundo de ilusiones
se ha hecho una cartera
con recortes de cartones.

En la noche del otoño
se pican una candela,
cuatro chiquillos jugaban
a que tenían escuela,
papeles de la basura
eran sus libros de texto,
y extraños se preguntaban
por qué faltaba el maestro.

José María Carrillo – Lorenzo Gómez Holgado

Gente del Pueblo

3 responses to this post.

  1. Gracias Gustavo por darnos estas satisfacciones que nos animan a no cejar en la lucha. Saludos.

  2. Yo debería dar las gracias por este tipo de comentarios, que me revelan que no todo lo que escribo cae en saco roto. Gracias de verdad

  3. triste recuerdos de mi niñez , esperemos que esto no suceda nunca mas.un abrazo Gustavo

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