Damunt d’una terra


Como en muchas ocasiones, las canciones constituyen el reflejo perfecto de su tiempo (en realidad todo lo constituye): hablo, claro está, de la canción de autor. Seguimos en 1968, y Lluís Llach graba una de sus canciones que será más coreada en todos sus recitales: "Damunt d’una terra" ("Encima -sobre- una tierra").
Esta canción plantea la cuestión del deber y del hacer a través de la historia de un joven (no sé si imaginario totalmente) llamado Maurici (soy contrario a traducir los nombres, y mucho menos los nombres catalanes, gallegos y vascos), que va pensando indeciso en lo que debe hacer: unos le dicen esto, otros lo otro… Hasta que finalmente decide qué es lo que debe hacer. Llach llega a la ironía incluso en la parte que dice: "Muchacho no seas anarquista…". Tardé en ver esto hasta que oí la versión en castellano que realizaron Nuestro Pequeño Mundo: en realidad ahí Llach se está desdoblando, no está diciendo lo que él cree o piensa al respecto, sino lo que la "gente de bien y orden" solían decir en esos casos.

Damunt d’una terra


Vailet, et diuen que a les guerres
tan sols hi ha tristeses,
no s’hi guanya mai.
Damunt d’aquesta terra encesa
tot allò que és feble
vol ignorar els mals.

I en Maurici va escoltant
però segueix a terra sense fer-ne cas,
perquè uns altres li han dit tant
que la seva vida és patir sota el fang…

Recorda les raons que un dia
varen canviar el signe
d’aquell temps passat.
Ell ha marcat la teva vida
amb una ferida
que tu has de curar.

I en Maurici va escoltant
i pensa que ja sap el perquè dels mals.
Però se’n torna, està dubtant,
i altres veus ressonen també al seu voltant.

Vailet, no siguis anarquista
i vés a la conquista
de l’honor més alt,
que al teu costat tindràs la força
que ens porta l’ordre
i ens permet la pau.

I en Maurici sap molt bé
que, si només dubta, poca cosa té.
En Maurici sap què fer,
trobarà als companys i sortirà al carrer.


Sobre una tierra

Muchacho, te dicen que en las guerras/ sólo hay tristezas/ nunca se gana./ Sobre esta tierra ardiente/ todo aquello que es débil/ quiere ignorar el mal.// Y Maurici va escuchando,/ pero sigue sentado, sin hacer caso,/ porque otros le han dicho mucha veces/ que su vida es padecer bajo el fango.// Recuerda las razones que un día/ cambiaron el signo/ de aquel pasado./ Él ha marcado tu vida/ con una herida/ que tú has de curar.// Y Maurici sigue escuchando/ piensa que ya puede saber el porque del mal./ Pero se vuelve atrás, está dudando,/ y otras voces suenan a su alrededor./ Muchacho, no seas anarquista/ vete a la conquista/ del honor más alto,/ que tendrás a tu lado la fuerza/ que nos lleva al orden/ y nos permite la paz.// Y Maurici sabe muy bien/ que, si sólo duda, poca cosa tiene./ Y Maurici sabe qué hacer,/ buscará a los compañeros y saldrá a la calle.

Lluís Llach


15 responses to this post.

  1. Posted by Mª Mercè on 22 May, 2008 at 11:36

     
    Gustavo, no sé cómo levantarte un monumento.
    Con las entradas sobre Mayo del 68, estoy disfrutando de lo lindo.
     
    Lástima que no puedas estar en el concierto de Raimon. ¿Es hoy, verdad?
    Un abrazo y como ya te he dicho, toda mi admiración hacia tí.
    Mª Mercè.

  2. Posted by Gustavo on 22 May, 2008 at 12:09

    Gracias Mª Mercè! En realidad iré porque pondrán una gran pantalla en el vestíbulo de la facultad. Claro que no será lo mismo. Por cierto, lo retransmitirán por internet.

  3. Posted by Mª Mercè on 22 May, 2008 at 13:14

     
    Aunque pongan la pantalla sentirás el calor que desprenden las canciones de Raimon. Él, Llach y Serrat son mis cantantes admirados.
    Estaré en espíritu en la Facultad.
    Procuraré conectarme a internet.
     
    Un abrazo!!
    Mª Mercè.

  4. Joan Maurici no era un personaje imaginario.
    Era el hermano de la madre de mi mujer, Elvira Ascaso Maurici.
    Mi suegra era Marina Maurici, secretaria de las Juventudes Libertarias de Gerona. Ambos vivían en Salt, un pueblecito junto a la capital que ahora ha quedado como un barrio con una gran densidad de inmigrantes.
    Joan Maurici era un anarquista militante.
    Fue fusilado en la guerra civil.

    Mi suegro, Pedro Ascaso, fue secretario de la CNT de Aragón poco antes de la guerra civil y después de traspasar el frente desde Zaragoza fue a Gerona, donde fue dirigente de la CNT. Allí conoció a Marina y a Joan.

    Un día le pregunté a Pedro ¿Cómo es que Franco te perdonó las dos penas de muerte que te impusieron y a Joan lo fusilaron? Su respuesta fue —Yo no cometí ningún delito de sangre, pero cada noche Joan salía y mataba a dos o tres «burgueses».

  5. He olvidado decir que oí decir a Lluis Llach que esa canción la compuso en homenaje al anarquista Joan Maurici.

    Otra cosa curiosa es que Elvira y yo nos conocimos en un recital de Lluis Llach en Zaragoza, el año 1972, donde cantó esa canción, por supuesto, y todos la coreamos.

    Y cuando a los 25 años de matrimonio hicimos un viaje a Florencia desde Mallorca, donde vivimos, subió con nosotros al avión en Palma Lluis Llach. ¡Qué casualidad más increíble, verdad?

  6. Ciertamente, me dejas sin palabras. Es como si siempre quedara algo por averiguar y descubrir. Y el hecho de que te hayas tomado la molestia de escribir en este humilde lugar me llena de mucho orgullo. Prometo que en un futuro volveré a reeditar la letra de la canción con toda esta información.
    Un fuerte abrazo.

  7. Por cierto, te gustará conocer esta versión en griego, por Vasilis Papakonstandinou / Βασίλης Παπακωνσταντίνου

  8. Me alegra este encuentro inesperado y esta afloración de cosas que habían sido desconocidas hasta ahora. Nunca habíamos dicho nada de todo lo que te escribí ayer.
    Andaba buscando la canción en google y me salió tu página. Al ver que te preguntabas por quién era Maurici me decidí a contar todas esas cosas que hasta ahora sólo estaban en la familia.
    Después de escribir en tu blog busqué en Youtube para ver si podía volver a escucharla tal como Llach la cantaba y se coreaba en sus recitales.
    Al ver que allí también se preguntaban por quien era Maurici copié lo que había escrito en tu blog. O sea que aquí en tu blog es donde se ha escrito eso por primera vez.
    Te copio el enlace de Youtube

    Gracias por ponerla en griego. Es emocionante.
    eexposición

  9. Por cierto, veo que también has escrito sobre «el abuelo». Fui amigo de José Antonio Labordeta, siempre le he querido mucho, nunca me defraudó.
    Quizá te guste ver lo que hay en mi web sobre una exposición-celebración que acabo de tener en Zaragoza. Hay un vídeo que recuerda cosas con una de las más bellas canciones de Labordeta, hay también un texto que escribí contando cosas y los carteles que hacíamos mi hermano y yo: http://www.angelpascualrodrigo.com/new/40_aniversario.html
    Un fuerte abrazo

  10. […] cuando el pintor Ángel Pascual Rodrigo ha comentado en la antigua entrada sobre la canción “Damunt d’una terra” de Lluís Llach, lo siguiente. Para darle algo más de belleza a su intervención, me va a […]

  11. Maravilloso todo. No he podido esperar a reeditar la entrada… Me he tomado alguna libertad, espero que las perdones

    “Damunt d’una terra”, el homenaje de Lluís Llach al anarquista Joan Maurici


    Un fuerte abrazo

  12. Nada que perdonar, Gustavo. Tu nueva entrada está muy bien. Al contrario, gracias a ti por emitir el eco de todo.
    Un fuerte abrazo
    Angel

  13. Quizá te guste ver también este cartel singular. Encaja totalmente en tu blog.
    Es el cartel que mi hermano y yo hicimos a posteriori como recuerdo de un ciclo de música por encargo de quien lo organizó —algo poco usual ¿verdad?
    El cartel se ha convertido en todo un documento, figura en varios libros.
    Anteayer precisamente hablé con el organizador de aquellos recitales y me contó que Maria del Mar Bonet le ha pedido en varias ocasiones que le gustaría volver a tener un ejemplar, pues perdió el que tenía. Pero quienes lo tienen aún lo guardan ahora muy bien. A mi sólo me queda el mío.
    Y lo que son las cosas, ese fue el ciclo en el que cantó Lluis Llach y en cuyo entreacto nos conocimos Elvira y yo, tal como conté ayer.
    Copio el enlace para ver el cartel en cuestión:
    http://www.angelpascualrodrigo.com/new/Carteles_y_posters/Paginas/carteles_para_otros.html#10

  14. ¡Fantástico Ángel!

  15. Ángel Pascual desea declarar algo sobre sus anteriores comentarios; no ha podido hacerlo aquí debido a que cierro los comentarios para evitar el intensivo spam:
    «Recientemente mi esposa y yo tuvimos una conversación con su hermano Javier Ascaso respecto a lo que conté en este blog y las repercusiones que esto ha tenido en la rama Maurici de nuestra familia. Ellos están muy dolidos porque según lo que aquí escribí quedaba Joan Maurici como un asesino. Hemos estudiado el tema y después de ello nos caben muchas dudas dsobre la veracidad de lo que me contó Pedro. Quiero exponerlas y pedirte, Gustavo, que pongas integramente todo este comentario, desde arriba, junto a los que hicimos en su momento, pues cuando se busca en Google Joan Maurici es lo primero que sale y duele mucho a sus familiares más directos. Como mínimo hay que otorgarle el derecho a la duda teniendo en cuenta las siguientes cosas:
    — Joan Maurici era muy joven en el momento de los hechos, unos 19 años.
    — Joan Maurici dejó nobles cartas conmovedoras de despedida para su familia en las que se deduce que no cometió crímenes.
    — Joan Maurici tuvo oportunidad de huir para no caer en manos de la justicia militar franquista y no lo hizo porque pensaba que no tenían nada por lo cual condenarle.
    — Pedro Ascaso huyó a Francia y tuvo una vida de película por toda Europa, llego a estar hasta Lituania, y finalmente regresó a España de modo rocambolesco, de lo cual contó versiones casi contradictorias a cada uno.
    — A Pedro Ascaso le gustaba contar sus historias. Seguía teniendo verbo encendido. Pero ya sabéis lo que suele pasarle a gente así, se pueden dejar llevar por la imaginación épica y… Además no convenía contar las cosas totalmente. Quizá ello terminó haciendo mella en sus propias percepciones y recuerdos. Hemos llegado a esas conclusiones recientemente tras contrastar con mi cuñado las historias que a él le había contado de modo tan diferente a cómo me las contó a mi.
    Por tanto, reitero mi petición de que estas nuevas palabras aparezcan junto a las anteriores y pido a todos que borren de su memoria lo que escribí sobre los no comprovados asesinatos de Joan Maurici. El único testimonio al respecto fue lo que Pedro, ya mayor, me dijo en una ocasión y en cambio hay muchos testimonios de lo contrario.
    Aprovecho para pedir disculpas a quienes haya podido causar dolor.»

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